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1979

Propiedad, vida humana y libertad

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Resumen de la homilía del Rdo. P. Agustín Arredondo, S. I., en la misa del domingo 14 de octubre

XVlll REUNION DE LOS AMIGOS DE LA CIUDAD CATOUCA
muy penetr-es. Sin dejar de estudia,, t,,rofund,,mente nuestros te­
mas, traba¡emos -en este arte de encuadrar 1" verdad en frases hirien­
tes, en expresiones penetrantes.
EscasMmmte hace un mes que me wnfesaba 1" t,,rofunda imp-re­
si6n producida por un libro, escrito por un monje trílj}eme, sobre
la oración. «Si pudiera lo traduciría ¡tanto me entusiasma! En él he
encontrado la vivencia que prodnce este oontacto wn el Señor, lle­
gando al ccnvencimiento que nuestras obra.f no están suficiente­
mente apoyadas en la oraci6n. Rece, mo.uén, rece ... » y seguía hablan­
do y yo esc11cha11do. «Ya ha llegado la hora de preparar mi p,n,tida.
Solamente pido
al Señor que me conced,, 1" gracia de celebrar 1"s
bodas de plaJa de mi matrimonio -y pow más de dos semanas de
celebrar sus bodas de plat-muri6. Yo, sé que estoy escribiendo el
último c,;pltuk, del libro de mi vida. He t,,rocllT'ado copiar lo mejor
que
he podido, la virtud y la caballerosidad de mi. buen padre>>.
Quien haya podidt> cono,cer a don Pedr1, Gil Moreno de Mora de los
años de 1933
al 1945, bien sabe la buena met" que se proponía. «Y
me estoy dando· C11en'/Q que vtrr, incluso, a imitarle cd!i en el mismo
cén# de su ocaso: el m,,,.;6 a k,s 53 años :Y yo estoy rozando los 54.
Todo me da a entender que el Señor me está llamando.»
< mi pasado, a mi t,,resente :Y a mi futllT'o defimlivo. Como f!repart>­
ción más inmediata, el Señor me dio la ocasión de estar presente
en 1" muerte de mi #a, la h"""""' Sor Maria del Carmen de la Cruz.
Fue una lecoión que procuré profundizar. Dejaba
esta vida quien,
dllT'-e años :Y años; ,agotó sus energias por los barrios bajos de
París p,n,a que, amando a los hermanos obreras, en la enfermedtkl
y penalidades éstos amasen al Señor y a 1" Virgen en sus bondades
y miserico'f'dias.»
RESUMEN DE LA HOMILIA DEL RDO. P. AGUSTIN
ARREDONDO, S. L, EN LA MISA DEL DOMINGO 14
DE OCTUBRE
El mensaje de Dios al mundo en-el presente t;lomingo, a través
de las lectura, litúrgicas, viene esped,./mente " prop6.rito en la sin­gular circ11nstancia que nos· reúne -a noiotros aquí.
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Es, en primer iflgdf', Dios mismo quien confirma nuestra con ..
fianza en fas ideas que esludiamos y divulgamos. < Dios», aun en medio de tdn!la muerte y enfermedtJd ideológica, «es
viva»,· aNn en medi(J de láltta esterilidad doctrinaria, «es f!f-icaz»
(Heb. W, 12}. Y p<>labra de Dios es lo que nosotros aquí cultivdmOs,
puesto que las exigencias redtMrJadas por ,,. humana 11dluraleza en ¡,.
vida político-social, son reclamaciones del Antor de ella, Dios; y la
mentalidtJd cristiana .ton que grrJcias al mágisterio de la Iglesia abor­
damos este orden de Meas, también es plabra de Dios garantiztJda
por ese magisterio. AJ dar, pues, grad tencia en e.rte intento a lo largo ya de variO's lustrO's, renovemas en
torno al tJJlar, en este último dia de nuestra Reunión nadon/lJ, la fe
y la confianza en Dios y en nuestra obra, que la Carta a los Hebreos
nos invita a tener.
Por (l/ra parte, si la eficacia de nuestra ideología está garantizada
por Dios, e, logrtJd" en lo humano merced dJ dlractivo que de por
si de.1piert" en nuestras mentes. La verdtJd, sólo desagrtJdábfe cuando
se conoce " medias (la Verdad entera es el mismo Dios omniper­
/«to}, dlrae por su belleza, t=to más C11d11to mJs plenamenle logre­
mos Jpo:seerl". Bello es ya siempre hallar la verdtJd que nuestro en­
tendimiento busca; y espeddJm·ente bella en nuestro caso ¡,. búsqueda
y htJildZgo de ese orden social con que se lo•gre la l"'1 ansitJda pt1Z
y el hechizante bkn común. Nt> con solo el entendimiento, ,rino con
todo el hombre que somos nos(l/ros, captamos l" verdad, gustándolo
irresistiblemente ,,J poseerla, y amándola con todáS sus comecuen­
ciáS, Y eso es la Sabidth'ld, de quien la primera lecturá oíd" dice
que en comparación con ella se tuvo en: nad" 1,. riqueza; que todos
l Ct>nlábles (Sab. VII, 7-11).
Y también ¡esucristo, según San Marcos, tiene su ponenrit1 en
es/" Misa, hablándonos de lo que podíamos llamar «despropiedad»,
que paradójicamente e.r el reversa de '" propiedtJd ob¡eto de nuestr"
"1ención en este triduo, pero que como todo reverso, pertenece a 111
misma med"1lt1. Por eso el Señor no canden" Ja propie,J,,d, ya que
nos quiere hombres y libre,, y para lograrlo ha querido que la pra­
piedtJd sea medio necesario <>rdin"1'io, y querida por El, consiguien­
temente. Eso no quita /t> peligrosa que la propiedtJd es en M estima
del Señor;
y lo mcómodo que tiene motivo pará comtderarse en la
Iglesi" el que de la ,,¡,undanria de sus bienes se gloria ( Me. X,
23-30).
Claro es que si no es imposible sdvarse con riquezas, l,a mayor
prob,,¡,ifidad de conseguirlo la tendr"". generaJmente los cristianos
que láS estimen sólo et>mo Cristo y sep,-n utarlas como es debido.
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Y más aún los que por su excepcional caparidad sepan con más acierto
em~earlas
en grandes obras de gloria de Dio,; tal es la virtud de
la magnificencia ak,bada por Santo Tomás y al11dida por Pío XI en
la encíclica «Q11adragesimo anno». Pero aun así podemo, preguntar­
no.s: c'acaso vamos a enc-ontrar rJJguien más cristitJno .'fue Cristo, o
alguien capaz de mayor magnificencia de la q11e Cristo hubiera ejer­
citado? Pues más prefirió Cristo " pesar de todo la práctica de la
pobreza que dejarnos el ejemplo de un santo comportamiento en ta
abJ111dancia; como qui.ro en su vida sufrir la reticencia, la incom­
prensión y aun la envidia y el odio, El que como nadie habrla sido
capaz de arrancar la incondicional adhesión de cualquiera que le
tratara.
La riqueza, cuando Dios quiere darla, eI un carisma, que se -ha
d. emplear en bien de todos. Pero aun entonces la artitud del rico
debe ser como la del pobre: como la .de fesucristo, Y así, más ;nrJ,.
nado debe vivir a la pobreza que a la riq11eza que pone; y vivir re­
suelto a contentarSre co,n lo menos posib_le po,,. Jo que to,ca al trato
de u1t persona. Debe buscar su alegre paz no en el uro y com11eio
de esos bienes, cuanto en contenerse frente a. su ha/agq y só/p dis­
frutarlris moderadamente, Eso
es lo que significa etimológicamente
e.rtarr co,ntento: ettar contenido.
Palabra de Dios, sabidurla, concepto cristiano de lo, bienes de
acá: ponencia decisivd del Elefflo sobre la propiedad, la vida h11mana
7 k, libertad, que es el /rÍ(J de val(Jre~ que nos ha ocupado en .esta
&unión de V aliado/id. Ante el altar olmos su enseñanza, ofrecemos
nuestro empeña, y nos alimentamos de ese pan y ese vino a que nos
""'"" /,, Sabiduría en la mesa que ha preparado para n(Jsotro,, cuyo
manjar es Ella misma (Prov. IX, l y sigs.); de la cual esperemr>s go­
cen ya plenamente los que traba¡aron junto a nosotros y partieron a
mejor
vida: f(Jsé Gil Moreno de M"'" y Mercedes Semprtín espe­
rialmente, llamados por Dios de entre· nq:Jotros en lo,s úllimo:J m_ese.r.
Para ellos y para nosotros pedimru que el wlor infinito de este sa­
crificio de Cristo retorne en abundancia de bendiciones.
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