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Catolicismo y liberalismo, hoy

el último momento, por una leve indisposición, del académico
de número José María Castán, que los últimos años venía pre s i-
diendo la sesión, presentando el tema y a los intervinientes con
la delicadeza e inteligencia con que siempre se desenvuel ve .
J
U A NCAY Ó N
CA TOLICISMO Y LIBERALISMO, HOY
Se ha celebrado el pasado 10 de abril, en la sede de la
Fundación Antonio de Nebrija, la XLVII Reunión de amigos de
la Ciudad Católica, sobre el tema “Catolicismo y liberalismo,
h oy”. Una serie de factores han confluido para que podamos
hablar de ve rd a d e r o éxito y aun de inflexión de la tendencia de
nuestras reuniones en los últimos años. En primer lugar, el tema,
de gran trascendencia y actualidad. Y, sin embargo, no puede
decirse que el de los años anteriores le fuera a la zaga en ambas.
Así pues, ha de buscarse la razón principal en otro lugar. Por ejem-
plo, en la fragua de un nuevo equipo intelectual que dirige la mar-
cha de las reuniones y aun de la revista Ve r b o. Equipo integrado,
e n t r e otros, por Danilo Castellano, Juan Fernando Se g ov i a ,
Be r n a r d Dumont, Juan Cayón y Miguel Ayuso, fijos práctica-
mente en las últimas ediciones. También el constante enriqueci-
miento de ese equipo ya fraguado, pues –por ejemplo– además
encontramos con frecuencia los nombres de José Miguel G a m b r a
y Javier Ba r r a ycoa. A los que hemos de sumar este año John Rao
y Julio Al ve a r. Puede observarse, además, la internacionalización
del equipo, donde hallamos italianos, franceses, argentinos, chile-
nos y estadounidenses. P e ro lo anterior no basta. Y vemos, así, que
el Círculo Antonio Molle, que preside José Miguel G a m b r a ,
m u e ve a un número creciente de estudiantes universitarios y jóve-
nes profesionales, alguno de los cuales se ha dejado ver en los últi-
mos años, pero sobre todo en el presente, con el resultado de una
re n ovac ión generacional notable también en los asistentes. A ello
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ha de sumarse una mejor difusión de la convocatoria, para lo que
han ayudado distintos blogs y, entre ellos, “La cigüeña de la
t o r re”, de nuestro querido Francisco José Fe r n á n d ez de la Cigoña,
o los del propio Círculo Antonio Molle y el Consejo de Estudios
Hispánicos “Felipe II” (co-organizador de la reunión). También el
hecho de que la hayan recogido periódicos digitales como
“ R eligión en Liber t a d”. E incluso las instalaciones utilizadas y la
fórmula informal elegida para el almuerzo. En t r e el centenar de asistentes pudimos ver a los v e t e r a n o s
Francisco José F e r n á n d ez de la Cigoña, Estanislao Cantero, F e r -
nando Claro, José María Juanola y Luis Fernando Zayas Aran-
cibia. A algunos habituales de la reunión de los martes: Antonio de
Mendoza y Manolo Zayas. A Miguel Ruiz del Árbol. Tuvimos este
año el placer de contar con una delegación de los amigos napolita-
nos de Il Gi g l i o, con Nicla Cesaro a la cabeza, y otra del Centro
Lepanto, de Roma, dirigida por Guido Vignelli. También el ya
citado José María Juanola, de Ge rona, siempre activo en la conti-
nuación de la obra de Mosén M a rtirià Brunsó, acudió acompaña-
do de una de sus hijas y varios amigos. Dirigentes de la J u v e n t u d e s
Tradicionalistas y de la Comunión Tradicionalista. R e p re s e n t a n t e s
de la Confederación Española de Juristas Católicos, etc. Comenzó la reunión con las palabras de bienvenida y pre s e n-
tación del profesor Juan Cayón, vicerrector de la U n i v e r s i d a d
Antonio de Nebrija y secretario general del Consejo de Estudios
Hispánicos “Felipe II”, que presentó temas y ponentes mostrando
la articulación del programa. De seguido tomó la palabra el pro-
fesor Danilo Castellano, decano de la Facultad de De recho de la
U n i ver sidad de Udine, académico honorario y correspondiente de
las Reales de J u r i s p rudencia y Legislación y Ciencias Morales y
Políticas, así como director del Centro de Estudios Políticos del
Consejo de Estudios Hispánicos “Felipe II”. A b o rdó el tema del
liberalismo desde el punto de vista teorético, mostrando cómo su
raíz se halla en la libertad negativa, esto es de la libertad sin re g l a ,
que no es sino la libertad luciferina. Explicó también que esa con-
cepción de la libertad disuelve a la persona, que a todas las p ro t e s-
tas de personalismo, y hace imposible la comunidad política y el
o rdenamiento jurídico.
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La segunda ponencia, presidida por el profesor Andrés Ga m -
bra, historiador del derecho y secretario general de la U n i ve r s i d a d
Rey Juan Carlos, corrió a cargo del historiador estadounidense, y
d i rec tor del Roman F o ru m, John Rao. Explicó el desarrollo del
liberalismo a lo largo de la historia y su colisión con la religión y
la Iglesia católicas. Presentó los intentos imposibles de concilia-
ción entre ambos en lo que se ha llamado el liberalismo católico y
la democracia cristiana. Y terminó denunciando el “ a m e r i c a n i s-
m o ” como la encarnación presente del designio de conciliar cato-
licismo y mundo moderno. Julio Alve a r , profesor de filosofía del derecho de la U n i v e r s i -
dad del De s a r rollo, en Santiago de Chile, fue el te rc e ro de los
ponentes, y se ocupó de la conexión entre la libertad de concien-
cia y de religión y la ideología liberal: el liberalismo, en su origen,
mana de la afirmación de la libertad de conciencia, a través de la
cual el Estado se afirma como una fuente de moralidad. P re s i d i ó
la sesión el profesor José Miguel Gambra, de la Facultad de
Filosofía de la U n i versidad Complutense.
Tras el vino español, en que los participantes cambiaron im-
p r esiones entre sí y con los ponentes, comenzó la cuarta confe re n-
cia, del profesor Juan Fernando Se g ovia, del CONICET y de la
U n i v ersidad de Mendoza, y director del Centro de Estudios Hi s -
tóricos del Consejo de Estudios Hispánicos “Felipe II”. Quien se
centró en demostrar que el liberalismo hace imposible el bien
común, al reducirlo sea a bien público, esto es, al bien del Estado,
sea a puro privado, de los individuos, a cuyo servicio se pr e t e n d e
poner el “ o rd e n a m i e n t o ” jurídico y los poderes públicos. P e ro el
bien común es otra cosa: es el bien del hombre en cuanto hombre
y común a todos los hombres. De modo que la comunidad polí-
tica desaparece con su volatilización. José Joaquín J e rez, pro f e s o r
de derecho administrativo de la U n i versidad de Comillas, fue el
encargado de presidir la sesión. El quinto de los ponentes fue Be r n a rd Dumont, director de la
e xcelente revista francesa que es Ca t h o l i c a, quien afrontó el argu-
mento de la subsidiariedad, que en su origen no podía desligarse
de la organización social, y que hoy en ocasiones se presenta en
una dimensión puramente negativa, como límite del poder, y des-
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naturalizada como pura regla de re p a rto de competencias de dere-
cho público. La propia Iglesia, a cuyo magisterio tan unido se
halla el principio, en cuanto a su formulación moderna, no puede
decirse que resulte ajena a dicha degradación. Por donde emerge
una nueva cuestión social. Ocupó la presidencia el abogado del
I l u s t r e Colegio de Madrid Juan Manuel R o z a s .
La sexta y última de las ponencias, dedicada al liberalismo
económico y la doctrina de la Iglesia, corrió a cargo del escritor
José Antonio Ullate. Quien se centró principalmente en la cues-
tión nodal de la naturaleza de la ciencia económica como ciencia
humana o moral, esto es, según otra terminología, práctica. El
p res idente de la sesión, profesor Miguel Ayuso, de la U n i v e r s i d a d
de Comillas y director científico del Consejo de Estudios
Hispánicos “Felipe II”, una vez terminada la conferencia de J o s é
Antonio Ullate, procedió a presentar en una bre ve comunicación
las conclusiones de la reunión, conforme a lo que hemos desgra-
nando en esta crónica, en buena medida basada en las palabras de
A y u s o .
Terminamos por donde empezábamos. Reunión inte re s a n t e
por el tema, incisiva por el planteamiento, inconformista por el
signo, esperanzada por la abundante e interesada asistencia juve-
nil. La Ciudad Católica, a lo largo del tiempo, ha ido buscando
adaptar su designio fundacional y su método de trabajo a las exi-
gencias del tiempo y a las propias posibilidades. No nació, desde
luego, para discursos inanes sobre vida pública y católicos sino
para contribuir a la instauración de todas las cosas en Cr i s t o. Po r
eso, al término de las conclusiones, volvió a resonar la severa y
p rofética ad ve rtencia de Pío IX: el Romano Pontífice no puede y
no debe reconciliarse con el liberalismo, el mundo moderno y el
p ro g re s o .
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O S ÉDÍ A ZNI EVA
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