Jacek Bartyzel, Nic bez boga, nic wbrew tradycji

Jacek Bartyzel, Nic bez boga, nic wbrew tradycji, Varsovia, Widawnictwo, 2015, 398 págs.

El destacado politólogo polaco Jacek Bartyzel (1956), profesor de la Universidad de Torun, cuenta entre sus múltiples especialidades el estudio del pensamiento tradicional europeo. En este campo –como saben nuestros lectores– ha dedicado particular atención al Carlismo. En esta ocasión nos ofrece este libro, Nada sin Dios, nada contra la Tradición, cuyo subtítulo describe perfectamente el contenido de sus casi cuatrocientas páginas: «La cosmovisión política del tradicionalismo carlista en España». Como quiera que el índice también se publica en castellano podemos ofrecer por lo menos una visión panorámica de su contenido, ya que el conjunto nos resulta inaccesible por el desconocimiento de la lengua polaca. La introducción trata del nacimiento del Carlismo, donde aborda la cuestión dinástica como la causa formal del mismo, distinguiendo un aspecto personal-histórico, otro jurídico y otro ideológico-político. Siguen dos partes, respectivamente sintética y analítica. En la primera explaya el núcleo del Carlismo como «paladín de la Tradición». Presenta en primer lugar la singularidad del tradicionalismo al tiempo que examina las ambigüedades del mundo conservador (oscilante entre liberalismo y absolutismo, pero ajeno siempre al tradicionalismo). Se ocupa a continuación de las Españas, del subrogado que es la Hispanidad y de la herejía del europeísmo. Sigue con la distinción entre tradicionalismo español y europeo, aquél purísimo y éste no exento de contaminaciones. Y ve finalmente en la monarquía hispánica (que analiza en sus elementos: tradicional, católica, hereditaria, legítima, templada, representativa, federativa, foral, social y misionera) la encarnación del «katéchon». Divide a continuación la segunda parte, analítica, en siete apartados. En el primero se ocupa de la caracterización del Carlismo como movimiento arraigadamente popular. El segundo afronta la visión tradicionalista del regionalismo de Vázquez de Mella. En el tercero explana la filosofía carlista de las libertades concretas. En el cuarto desarrolla la posición carlista contra los totalitarismos (fascista, nazi y comunista). El quinto explica el combate antifranquista de Elías de Tejada. El sexto se centra en el «Reinado social de Cristo» como eje central y, de resultas, el rechazo de la libertad religiosa. El último constituye una «meditación final». Siguen dos apéndices que reproducen dos textos: el primero, de Jaime del Burgo, se titula «Ideario de la Comunión Tradicionalista»; el segundo, de Miguel Ayuso, es «Legitimismo y tradición (el Carlismo, hoy)». La bibliografía es apabullante, pues parece no haber dejado ningún texto, no sólo ya relevante, sino aun menor. Y el índice onomástico impresionante. La tapa dura, con una ilustración del extraordinario pintor Augusto Ferrer Dalmau en la cubierta, simbolizan un trabajo con toda la apariencia de ser extraordinario.

José DÍAZ NIEVA