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Número 557-558

Serie LV

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Anselmo Francisco Celli, Feminismo radical y genocidio mundial

Anselmo Francisco Celli, Feminismo radical y genocidio mundial, Buenos Aires, 2015, 252 páginas.

Autor de El relativismo moral, 2012, ya reseñado en Verbo, y Poder y disenso, 2013, estas páginas de Anselmo Celli, abogado, profesor universitario y funcionario judicial, abordan un tema candente, complejo, delicado, que tanto daño causa en la convivencia de nuestros días. Lo aborda con seriedad y equilibrio relacionando muchos temas y trayendo a colación a variados autores. El libro vincula el feminismo en general –si bien se hace mayor hincapié en las corrientes radicales de este fenómeno que directamente combaten al varón– con la ideología de género y su rechazo a la familia arquetípica o natural de un hombre y una mujer. La ilustración de la tapa es todo un hallazgo. Enmarcadas con cuatros flores de lis, la bandera de santa Juana de Arco, aparece el dibujo que una niña iraquí huérfana de padre y madre a raíz de la guerra desatada en su país, hacía en el orfanato en donde estaba internada; se colocaba en posición fetal dentro del seno materno y descalza ya que consideraba al seno materno como un lugar sagrado.

Anselmo Celli destaca la destrucción que de la figura del padre y su función en la familia hace este feminismo radical. La destrucción del padre evoca la muerte de Dios y provoca en la familia una distorsión profunda que acarrea consecuencias nefastas para la identificación sexual, necesaria para el desarrollo pleno de los niños.

Por supuesto que este feminismo, que tanta influencia ha logrado en la sociedad actual directa o indirectamente, distorsiona la figura de la mujer como esposa y madre (ni que hablar de la virtud de la virginidad por el Reino de los Cielos). El rechazo o el desdén de la maternidad vincula al feminismo radical con políticas de despoblamiento prohijadas por potencias y organismos internacionales y el poder internacional del dinero; de allí el nombre completo del libro.

Este feminismo colabora entonces para consolidar una mentalidad egoísta, centrada en el éxito mundano y monetario. Hay un evidente desprecio al papel que durante siglos ha desempeñado la mujer, a ese cuidado constante, generoso, a esa guía y sostén que en los años más vulnerables nuestras madres y abuelas han brindado a tantas generaciones. Para el feminismo radical ellas estarían alienadas, engañadas, sometidas a un despotismo patriarcal sin vueltas.

Pero el doctor Celli tiene conciencia de que las familias no pueden vivir en el vacío, requieren para su perfeccionamiento y desarrollo vital un orden social justo, un marco político-jurídico informado por el orden natural cristiano.

Gran acierto ha tendido el doctor Celli en escribir un libro de estas características en estos momentos de confusión y decadencia.

Horacio M. Sánchez de Loria