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La información contra la cultura


La información contra la cultura
Comunicación de Gustave, Thibon
al Congreso de Lausanne de 1965
Fundaci\363n Speiro

LA INFORMACION CONTRA LA CULTURA
La información (palabra muy reciente en el sentido que hoy
se le da) abarca las reseñas y las rioticjas que nos son suministra­
das
ror la prensa, la radio, la televisión, etc. Se la puede defi •.
nir como una instrucción limitada a -los' acontec.imientas . actuales.·
¿ Cuáles son las relaciones entre esta clase· de instrucción y la
cultura?
Antes de
entrar en lo viVo del asunto, nos parece necesa'rio
analizar las . diferen~ias que· separan la instrucción en general (y
tal como se da hoy en día) de la verdadera cultura.
¿ En qué se distinguen esos dos aspectos del saber?
El dicéionario, en este caS(), JJO nos ayuda mucho, ya que. las
dos de:finiciones son casi i_déntiéas ;_ cultura· ~ instr.ucción significitn,
una y otra, adquisición de conocimientos.
· ·Es cierto que, tanto en la instr:ucción -como en la .cultura, hay
adquisición de
conocimientos~ Pero estos conocin1ientos no se si~
túan al mismó nivel del espiritu. Se puede ser muy cultivado
sin.
ser muy instruido, se puede ser muy instruido sin ser culti­
vado. Con más precisión, toda cultura: implica
un m-ínimo de ·
instrucción, pero la recíproca no es verdadera: se puec;le tener
mucha instrucción
y· no -tener -ninguna· cultura. Se ·pued~ ser k­
bio de una manera puramente mecánica y por efecto de un adoc­
!rinamiento puramente externo. Se habla corrientemente . de un
perro ·sabio; pero nadie osa hablar de "un perro.cultivado".
La instrucción, con relación a la cultura; es completamente .ex­
trínseca
y rio es más que una_ acumulacióll de conocimientos ; no
implica necesariamente
.la participación intrínseca. Añadamos queJ
en la instrucción, el papel esencial lo tiene la memoria, facultad
en
gran parte material ..
Si np sé trata más _ que dé memoria, un aparato regi;,trador
cualquiera, _ un mag~etófono, un .disco /d~ _ fonógrafo poseen esta
facultad
en su punto más álgido. Está claro que en este plano ·
un cerebro electrónico tiene mtlcha_ más memoria ·que un hombre
-y por. consiguiente, rnás instrucción-. puesto . que l!ega . a re-
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LA INFORMACION CONTRA LA CULTURA
solver problemas que exigirían la .colaboración de millares de ce­
rebros hutrianos:
La cultura es otra cosa. Implica, no solamente el conocimierito
del objeto, sino la participación vital 'del sujeto. Recordemos que
la etimología
de la palabra colere, cultivar, evoca la agricultura:
Una tierra qtie ~e ;·cultiva colabóra a la· germina:cióri y crecimiento
de los granos, Hay participación de la tierra en la transformación
de los granos
de las plantas.
La instrucción, -como tal, ·es tan extraña a 13.-vida profunda
del hombre que empleamos la mayor parte de la veces términos
, materiales para designarla. Hablamos, por ejemplo, del "bagaje,
intelectual" que queremos dar a nuestros hijos, 10 qtie indica muy
b;en _el carácter .extrínseco de la instrucción. En ese mismo sen­
tido hablamos de "meter en la cabfza". Muchos eStabletimientos
escolares no tienen; por · otra parte, otro sistema . pedagógico y en
ellos la formación humana de los alumnos resulta sacrificada al
"Pienso" cerebral.
Aparece _así una _primera diferencia: ia instrucción es extrín­
seca, la cultura es ihtrínseca, En otras palabras, diremos que la
instrucció:n'es im.pérsonal y la cultura personal; es decir, integra­
da en la ¡:>ropia vida del individuo.
Hay, quizá la misma diferencia entre el hombre instruido y
el hombre cultivado que entre el geógrafo y el explorador. El
geógrafo conoce maravillosamente el mapa y todos los sitios que
están ·marcados en él: ciudades, montañas, ríos, -océanós., etc. El
mapa no es más que el calco abstracto e impersonal de los paisa­
jes
terrestres. Ef ex:plorádor ha ido a los sitios; quizá tiene cono-,
cimientos menos extensos qlte los del geógrafo, pues no le ha sido
rosible vísita,r, todos los territorios indicados en el mapa, pero de
todos los sitios que h~. récorrido guarda un conocimiento sabroso,
particular.
y directo, que ha·nacido y. morirá con él.
La instrucción, como tal, no tiene diferencias de nivel ( o se
sabe o no se sabe), mientras que la cultura es susceptible de una
profundización indefinida.
Por ejemplo: saber de memoria un
verso de Ra.cine es del campo ··de -la instrucción, mientras que
meditar sobre ese verso
y. encontrar en él cada vez nuevas re­
sonancias interiores corresponde a la cultura. El hombre cultivaº
do
es el que establece entre los , datos de fa instrucción relaciones
personales e inéditas, Esto es lo que hizo d~cir a Paul Valéry que
prefería ser
lejdo siete vetes por un solo, hombre que una vez por
siéte hornbres. ,
--. La cultura, pueS, se profundiza, mientras que ·ta· irtstruccíón no
puede más que extenderse -y' por 'eso, podemos hablar de una '
¡70-
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L4. INFORM4.CION CONTR4. L4, CULTURA
.cultura profunda y no de una instrucción prolunda, sino más bien
una instrucción extensa.
La inst'rucción se refiere a la su­
perficie del saber
y la cultura a su espesor.
Un. profesor de filosofía me decía un día estas palabras que
iluminan la diferecia que acabamos de ~stablecer: . "los temas
:...qtie _exponemos. en. c~ase d,e filosofía eran ·para· sus a.utores rea­
lidades v.ividas; p_ara nosotros, profesores, nQ son: ya más que
ideas) y para· nuestros alumnos no son más que. palabras".
Añadiremos que 1<:1, _inst~ucción se refiere al_ iiúrriero,.a· Ia_can ..
tidad de conoéimientos. Sucede a menudo que el "eqUipaJe" de
un homPre instrui_do es a la vez demasiado pesado .Y demasiado
ligero: pesado de memoria y ligero de .. reflexión, lleno. · de ])'lla­
bra.s y vacío .de las realidades designadas Por las palabras. La
cultura es el antídoto contra esa enfermedad de la instrucción
que se
Uan1a la verborrea. -
* * *
Es preciso disipar en .. e~te punto la coníusióll que se man-
tiene alrededor
de la palabra "primario". . .
Ser p1ima:rio.Í1ó es solamente haber hecho estudios primarios,
es más bien ~cualquiera. que sea: . el grado de instrucción­
confundir la realidad. de las cosas con las fórmulas por l.as que
las designamos.
Es, por ejemplo, el caso de quienes habiendo
alcanzado
un cierto grado de ciencia, se 4n,_aginan haber·. agota­
do la realidad·
una vez la han medido e inventariado en sus .as­
pectos cuantitativos,
y para quienes aqúell0 que llamamos miste­
rio no
es más que una 'ignorancia provisional.
Víctor
Hugo ha definido las pretensiones de ese cientifismo .
en una fórmula admirable: "él p'fecio exacto por la verdad-".
Así, . pues, lo exacto no es más que el' aspecto más superficial
de la verdad. Desgraciadamente
el lenguaje moderno que tra­
duce los progresos -inconscientes del cientifi.smo en nuestro pen­
s.amiento tiende, cada vez más, a confundir esos dos términos.
Corrie·ntemente decimos :
"es exacto", cuando queremos decir:
"es verdad". Pero si ustedes_ quieren son1ea'r el abismo que_ se­
para lo exacto de lo verdadero, · traten de trasponer este len­
guaje ·en ciertos campos ·del·. ·pensamiento o ·del -sentimiento;
imaginen
un creyente djciendo : DioS ei · la exactitud, en vez de:
Dios es la Verdad; o a una joven respondiendo a un múchacho
gite le declara su amor:-,¿ es exact-0 que me amaS?
.. * *
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LA INPORMACION CONTRA LA CULTURA
En último análisis la cultura se caracteriza por la profun­
dizaci6n de la ignorancia.·
El hombre cultivado no es ·el hombre
que resuelve --:""""""O que cree resolver-los problemas, es el que,
escarbartdh_ en esos problemas,. ve cómo se extienden hasta el in­
finito el misterio que cubren.
Para· el espíritu primario no hay miSterio, sino ·solamente
problemas, ·y el margen de lo desconocido que aún subsiste en
la naturaleza' Será borrado poco a poco. a medida que lá ciencia
progresa. Pero, para el · hombre cultivado, no. hay solamente .lo
·desCoóocído, sino lo desconocible; y, cuanto más avanza en el
conocimiento de las cosas, ve espesarse el .rriisterio, de manera
que cada vez sabe más que no sabe nada, pues la realidad su­
prema· no es accesible a la· inteligencia discursiva.
· -LoS cerebros electrónicos resuelven todas las preguntas, pero
son incapaces de poner ninguna. Lo propio de la inteligencia y
la cultura es saber preguntar, más allá de todas las soluciones
humanas, el misterio de la ria turaleza y el destino.
La debilidad de la instrucción de los libros radica en que
·¿.frecen a los hombres soluciones dadas antes de que estén en
5ituaciói1 de ponerse personalmente prob~emas.
Ustedes conocen el origen de la vocación de Sócrates. El
oráculo divino había proclamado que Sócrates era el niás sabio
de los hombres. El se extrañó., pues era conscieri.te de su igno­
rancia. Pero perslladido de que el o~culo no podía ,mentir se
dedicó a interrogar a todos aquellos de quienes se alababa su
cienda,
y se dio cuenta de que aquellos hombres, que creían sa­
.her muchas cosas, no sabían nada en realidad. De . ello dedujo
que
el oráculo había dicho la verdad, puesto que él, Sócrates,
por lo menos sabía que no sabía nada. Está toma de conscien­
cia de la ignorancia es esencial a la cultura.
La cultura_ aparece así como uiia creación continua, mien­
tras que la instrucción
no es más que .un inventario superficial.
Y, para subrayar esta diferencia, volveremos a: tomar la distin­
ción, en adelante clásica, de .. Gabriel Marce!, entre el problema
y el misterio. La illstrucción consiste-. en resolver problemas que
se crean fuera; la cultura en participar interiormente en un m_is­
terio.-Añadiremos -que la instrucción se refiere al tener míen­
.tras la. cultura se une al· ser.
He aplicado -a la instrucción la palabra ·'-'equipaje": se po­
dría aplicar a la cultura la palabra "alimento". El equipaje con­
cierne únicamente al tener: nuestro ·cuerpo no varía según el
número y la dimensióri de nuestras maletas, sino que se trans-
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I,A INFORMACION .CONT:RA, I,A. CUf,.TURA
forma según la calidad dé nuestra alimentación. Del mismo ,mqdo,
la verdadera . cultura hace cuerpo con el hombre que. la posee:
es "tener" asimilado,. digerido, y-, por ello~ . se transforma
en "ser".
Es la diferencia que hada Montaigne entre ''la. cabeza .. muy
llena y la cabeza bien hecha". No.
se. asimila nada por embutido
o por cebado, sino por apetito.
La· cultura no es, pues, solamente un añadido .externo;. es
un alimento que desarrolla y perfecciona al sujeto que' la asi­
mila, y con ello
se · distingue perfectamente · de. la instrucción
a
la que puede sobrevivir,. según el célebre dicho de Eduardo
Heiriot: "la cultura es lo que queda cuando "!!. ha olvidado
todo' Lo que queda cuando los elementos externos de -la ins-:
tracción (hechos, lechas, fórmulas, dtas, etc.) se han borrado
de nuestro- espíritu,- es · precisamente' esa profundización --del · ser
interior, esa capacidad de reflexión y de crítica, ese apetito que
n_os· permite recibir ·y digerir .lluevas alimentos. _Pero, para muchos
hombres instruidos, se puede dar la vuelta a la fórmula del an­
tiguo alcalde de Lyon y decir que
la cultura es lo que ·falta
cuando se ha aprendido todo. Es el ejemplo que nos dan tantos
eruditos que saben todo y no entienden nada.
El tipo humano que corresponde a_ lo que en el siglo XVIII
.se llama: "un hombre honrado" o el 'Hhumartista,, de hoy es
precisamente el hombre cultivado en el sentido que acabarnos de
definir. El hombre en quien el saber, integrado en una expe­
riencia vivida, es ,la expresipn y la prolongación de su -ser. Y
es· por el número y la irif14enciá de tales hombres como.·se re­
conoce la verdadera civiliza¡ción: la que consiste: rio sólo" en el
dominio de las cosas por la técnica, sino en el florecimierito de
los espíritus y las almas por la sabiduría.
Tratemos ahora de establecer. por qué razones esos
dós as-
pectos
del saber se han separado. ·
En primer lugar porqll_e la instrucción ha tomado, Celda vez más,
un carácter utilitario ~uyo mayor síntoma es la·· ·ca,rrera de los
diplomas. Pues, la Verdad -primer objeto de la inteligencia-,
no es un medio, sino un fin. Y en la medida en qt,te-se hace
de ella un medio, la instrucción degradada· sé· aleja cada vez
más
de la cultura.
Después, a causa del carácter impersonal de .la iiistruccié'n
tal y como se. da en tantos establecimientos -escolaré:s atiónimos
y sobrecargados. La rigidez de los programas que se dirigen
a
todo el mundo y .a nadie, la dificultad del contacto humano y
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. J.;A'TNFORMAClON CONTRA LÁ CULTURA
.el diálogo. entre el profesor, y el discípulo en clases demasiado lle­
·r.as contribuyen
----cualesquiera que sean, por .otra parte, la com­
petencia· y la-buena voluntad de, los profesores-a deshumanizar
la instrucción
y a separarla -de la cultura.
En·
definitVa, ·,es al buscar "'tener" ·sin ocuparse· del H sér" al
bitsmt-el objeto del conocim,.ien-to sin tener en_ cuenta al sujeto,
que conoce como se ha aµondado el foso entre la instrucción y la
-cultura •. Se ha .. sembradó sin preparar el. terreno, se_ ha distribuido
el alime!l!o intelectual sin cuidarse del estado de las entrañas de
los convidados. Y;, ,.sin_ embargo, parece que -la primera condición
para una buena digestión es hácer co_incidir el hambre con la ali-
mentación... · ·
No se sabe cómo-: poner de acuerdo el sabei: nuevo con el-sa­
ber._ anterjor; el ·saber abstracto con el -saber experimental. Se ol­
vida _que· el. ce,rebro del niño que va· a_ la escuela no es cera vir­
gen:.. posee ya todo tin. capital interior de sensaciones y. co~oci­
mientos
que el educador no tiene· de"recho a _descuidar. Y el arte
de la edücación consiste en unir, con ejemplos bien elegidos, la
fórmula de los libros a la experiencia vital,. el saber fundado en
la idea al conocimiento que procede de la imagen. El educador
debe ampliar y rectificar la experiencia del niño: jamás debe
destonocerla o negarla.
No resisto ál plaéer 'de citar este textq 4e MauriCe Barrés qQe
he 'descllbierto recientemente y que se refiere precis_á.meh­
tc a nuestro asunto. Hablando de las ahnas de los niños, clama:
"Pasando por-esaS almas, que no· cá.rga" niriguna mémoria, las·
imágenés del . Universo vuelven_ a tomar una inocencia y una ju­
ventud diVinas. Si la Serenidad en la acción caracteriza a los
dioses, es
-la serenidad en_ la agitáción ·to que caracteriza a los.
niños. Se apasionan conservando el frescor de la ingenuidad. Esos
pequefíos inoc_entes tienen siem-pre el justo acento; sus voces, sus
gestos, todo su· .cue_rpo tan ·fiágil se mueve con cadencia. Se tra­
ta de alimentar esta disposición natural, de emplearla sin defor­
marla; de sústituir ·poco á ·poco la propensión instintiva por un
· destino detenniÍlado, de hacer eritrar esa propensión individual
eri la slnfciníá social."
"Qué desgracia, qué pérdida irreparable si un niño que crece
sale de su propia verdad, si cambia su canto- natural por un can­
to aprendido; si se hace un ser artific_ial, un·-hombre-mentira.,,,
"Se encuentra uno much6s -hoínbres-mentira en la vida, jamás
dicen lo qlle véfda.deratnente ·sienten; piensan, o más bien creén
pensar, cósas que le son extrañas,,_que han caído __ de_sde fuera-en
el fondo de su -conciencia. E.Sos hombres-mentira pueden· ser es-
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LA INFORMACION CONTRA LA,CULTURA
critores,· pues hay pocos libros eri los-que se pueda distinguir una
verdadera .sensibilidad. Son mµy nutneroSOs en la vida mundana a
l.a que hacen insoportable; .los salones están llenos de hombres y
mujeres que se atribuyen de buena fe gustos y aversiones qtie ja­
más ~;i sido los suyos."
Todo el abismo que separa la instrucción de la cultura lo en­
contramos expresamente en estas frases
de Simone Weil:
"Se cree_ ordinariamente que un aldeano de hoy, alumno · de
la escuela primaria, sabe· ~ás que Pitágoras porque repite dócil­
mente que la tierra gira alrededor del sol. Pero, en realidad., no
mira ya las_ estrellas. Ese sol del que se le habla en clase no· tiene,
para
él, ninguna relación:con el que ve.
Lo que hoy se .llama instruir .las masas es tomar esta cultura
moderna,
el_aborada en un medio tan cerrado, tan tarado, tan in:...
tliferente a la verdad, en. suprimir todo lo que aún puede contener
-de oro ,puro, operación que se llama vulgarización, y en embutir
.lo que resulta tal cual en la memoria de los desgraciados que de­
sean aprender, igual que se da alpiste .. a los pájaros."
Pasemos ahora a_ la información p,ropiamente dicha, es decir,
a
la instrucción referente al acontecimiento Cotidiano. -Volvemos
a encontrarnos _con· todos los defectos que hemos analizado pre­
cedentemente~ y -llevados a. su suprema expresión por la po.,.
tencia y universalidad de .los medios de difusión.
Es .preciso afirmar, en primer lugar, que la falta de cultura
Lasta para esterilizar los datos de la información. La relación de
U!1 suceSo, tomado en sí mismo, no significa-_nada si-este suceso
no_ está conectado con un conjtinto de conocimientos que permi­
ten situarlo
y valorarlo. "No hay grandes acontecimientos más que
para los espíritus pequeños", decía Valery. El hombre sin cul­
tura, ,pas_eado ,por la información ·eri el laberinto de· lOs sucesos, ca­
rece de hilo
conductor· para· situarse en esa turbamulta de no­
ticias que la prensa y la radio vierten sobre él todos los días. Un
tornado en Arkansas ¿qué.sentido puede tener para el que deseo~
nace la geografía de los Estados Unidos? El hambre en la India
no es más· que urt hecho sin peso y sin raíces- para el· que ignora
las condiciones sociológicas, demográficas, políticas· que hacen del
hambre
tin fenómeno endémico en los pa{ses de Oriente. El viaje
del Papa a Jerusalén o a Bombay no es verdaderamente un acon­
tecimiento más que para aquel que sa_be lo que representa la reli­
·gión católica:-si no, sea el qlle sea el tamafio de 16-s titulares y la
cantidad de imágenes 'V!istial-es ·o sonoras, :este acontecimiento
no· tiene mayor importancia· real -que otros mil acontecimientos
anunciados Con el mismo bombo. -H·e visto hombres que mira:ban
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LA .JNFORMACION CONTRA LA CULTURA
con. el mismo interés superficial y la misma profunda indiferen­
cia las imágenes del vía je de Pablo VI a Bombay y las de la
estancia de Brigitte· Bardot en Méjico. La información presupone
la cultura; no _ puede, en ningún grado, reemplazarla.
Lo que es más grave, es que, en la inmensa mayoría de_ los
casos, la información, que no es nada sin la cultura, actúa en sen­
tido inverso a las exigencias de la cultura. Y esto_ por las siguien­
tes razones :
1) · PoR su ANONIMATO. Se dirige a todo el · mundo y
a nadie, .ignora
el diálogo: el que escribe o habla se dirige a in­
terlocutores invisibles y mudos: la· influencia es en sentido -único
y funde todos los espíritus en el mismo molde. Kierkegaard se
inquietaba ya con el solo pensamiento de que miles de .individuos
leen cada mañana el.mismo periódico. -Con lo que h~ía eco a
Platón cuando éste decía que la palabra escrita y puesta al al­
cance de todos, sin cambio vivo entre. informador e informado,
-haría -proliferar· "la raza aburrida y charlatana de los falsos sabios,
de los sabios de ilusiones'-'. Además, el anonimqto, la impersonali­
dad de la información arrastran casi fatalmente su degradación.
Pues el común denominador de una multitud no se sitúa jamás
-en un niVel superior ni siquiera. medio, y, por consiguiente, aquel
que busca la eficacia y el éxito es .llevado sin remedio. a reducir
al mínimo las· exigencias· intelectuales y morales de su oficio .. Es
un hecho, que se puede comprobar cada día, que la calidad de un
periódico está en razón inversa a ·su tira.da. ·."De lo que se trata
es de que nos entienda la portera ·de casa", he oído decir· al res­
ponsable de una emisión televisada. Así, el anonimato crea el di­
vorcio entre la información, y la educación.
2) PoR su MASA: el número de las informaciones es tal
I el menor ciudadano de cualquier país es advertido de todo lo que
pasa
en el universo} que el espíritu es incapaz de asimilarlas y
simplificarlas: al multiplicarse tienden a confundirse o a anularse
unas a otras. El que mucho abarca p9co aprieta. Si pudiéramos
.ve·r en el cerebro del lector o auditor medio, encontraríamos, en
vez de un. saber. estructurado, un potaje informe y movido de he­
~hos
e imágenes; La no asimilación crea,. como en la diabetes,
una eliminación masiva y· rápida: todo pasa y nada se fija en esos
espíritus fatigados en superficie e inactivos en profuodidad. Lo
que no excluye el apetito: el hambre es más fuerte cuando la asi­
milación
es más débil. El hombre que tiene necesidad de su pe­
riódico cada mañana, tanto o más que de su desayuno, que, si no
1o tiene, se muestra inquieto y desasosegado como urt in_secto pri­
vado
. de sus antenas,_· es Siempre el que menos se alimenta de su
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LA INFORMACION CONTRA LA CULTURA
periódicp: esa necesidad es del grado del prurito y no de la nu­
trición. Y,
como en las picazones, la necesidad es tanto más impe­
rio:xi y más continua cuanto su satisfacción no es ningún placer.
3)
PoR su MOVILIDAD. No sólo se nos da a comer de­
masiado, sino que no se nos da. t.iempo -para digerirlo. Las noti­
cias se anulan unas a otras, tanto por su sucesión como JX>r ·su nú-
1nero. Ya no estamos en la escuela, sino en un cine, en e_l que se
asiste simultáneamente a la proyección de varias. -películas. Con
ello
se. produce la erosión de la memoria viva - de meditar, en la que Nietzsche veía la condición esencial de la
inteligencia y de la cultura auténti~. Todo se .sucede sin dejar
rastros; no hay.tiempo de acordárse de nada:· las informaciohes, en
lugar de infiltrarse en nosotros, desl(zan pcr la perifera de nuestro
Eer, como Ufil!, lluvia demasiado abundante sobre la superficie de
la tierra. Así se elabora el tipo de hombre de la instantánea o de
lo discontinuo (Max Picard) que la ausencia de raíces vuelve dó­
cil a todos los impulsos del suceso o de la opinióri. De ahí pro­
cede
el increíble servilismo de las muchedumbres con respecto a
los ídolos del día (artistas, políticos, corrientes de pensamiento)
y la no menos increíble r~jdez con la que esos ídolos pasan· sin
dejar rastro. ¿ Quién se acuerda de las estrellas, de los campeo­
nes,· de ·tos _entusiasmos colectivos de ayer? La moda. ~on todo
lo que esa palabra lleva de consentimiento unánime y duración
efímera-es el producto espec~fico -de la información moderná: se
lanza un artista o· un pensador como una especialidad · farmace.ú­
tica o un producto de belle~a-y esa bola de· jabón, hinchada en
un tiempo récord, se desvanece tan rápidamente como se ·ha for­
mado.
4) POR LA AUSENCIA DE. ELECCIÓN Y JERA.RQ·UÍA ENTRE· LOS
SUCESOS QUE TRANSMITE. La verdadera cultura es escalonada y
selectiva: por el contrario, en cierta información todo está al ffiis­
mo nivel: lo que vale la pena de ser .conocido y lo que nada se
perdería
;por no conocerlo. Abran un período muy extendido :
encontrarán en él con
el mismo lujo· de titulares atrayentes y fo­
tografías evocativas un reportaje sobre
la vida de los monjes· o
sobre
un gran escritor que acaba de· morir; otro sobre los-ariiores
o el divorcio de. una. artista y, un poco más lejs, la narración ilus­
trada de un crimen crapuloso. Piensa uno en la predicción_ de
Mistral de un tiempo en el que ·~~ las hierbas se confundirán en
una sola ensalada" ----iy cada uno .puede elegir, en -esta mezcla, el
elemento rico en colores
y· sin stistanciá que mejor_· le va a su cu­
riosidad- ávida
de-falsos misterios.
5) HEMOS DICHO QUJt LA VERDADERA CULT_U~A IMP¡.ICA LA
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LA JNFORMACION CONTRA LA CULTURA
JERARQUÍA Y LA UNIDAD DEL SABER. LA INFORMACIÓN OBEDECE
·A LA LEY OPUESTA: LA DE LA MEZCLA. El único valor que re­
.conoce y que orienta su elécción es el-éxito material: lo-verda~
-dero y lo falso, el bien y el mal ya ·no. son criterios; lo que im­
porta es respoi.der a los gustos
·.de la multitud. No se trata de.
aclarar la inteligencia· ni de elevar
el alma, sino de distraer el es­
píritu
y excitar las pasiones. De ahí la complacencia de esta in­
formación
eón respecto a las cur_iosidad~s y apetitos más bajos, y
esta puja conStante en la busca de· to-" sensacional" e "inédito" aun
al precio de la exageración y la mentira. Es preciso que la ofetta
·corresponda a ~a demanda, y aull que la prevenga y la suscite, lo
que lleva a de_fonnar., a exagerar, a solicitar los suc~sos, y hasta
a inventarlos en todas sus partes. Boorstin ha analizado notable­
mente esta explotación del -"~etidosuceso" por .los informadores
de la.
pren5ª. y ·radio_. De un hecho au_téntico, no se retiene más
que el lado más espectacular, el más provócativo (que es casi
siempre el-ma"s superficial), se evoca todo lo que PODRÍA deducirse
de ese
hecho, se le interpreta en. función' de los deseos o angustia-s
de la muchedumbre (la información·
es la gran responsable de las
neurosis colectivas}; se crean "suspenses" imaginarios
como e·n
el cine; la desnudez del suceso desaparece bajo el velo de los co­
mentarios. Y si
el -suceso no basta, se ·le fabrica ---e.pañándose una
salida con el empleo del condicional : "El presidente X habría
dicho... Tal observación
·astronómica sería el signo -de-una su­
percivilización,
.. distante cinco millones de años-luz, etc~". El re­
levo de los platillos vol.antes está asegurado.
Una información tal juega
el papel de un narcótico con rela­
ción
al pensamiento -y de excitante con relación a .la imaginación~
duerme
nuestra consciencia piara entregarnos mejor a los meca­
nismos
1·e.l sueño. Es muy significativo, -,por otra parte, comprobar
que' est(! abuso de·Ia puja por "lo inédito'\_ "lo. extraordinario"· y
"lo formidable", lleva en línea recta a la inanidad y al: aplatana­
niiento.
"Todo lo· .qqe-es exagerado es indignificante", decía
-Talleyrand.
¿ Qué menos inédito y más banal en efecto que esas
revelaciones
ruidosas, esos "secretos", esas "confidencias", divul-
. gadas en millones de ejemplares, esa e,oplotación del. escándalo
que gravita alrededor del erotismo
y del crimen -dos realidades
psicológicas muy pobres
Y~ que no pue:den revelarnos otra cosa más
que· _-_sú nada-, "el abur.rido espectáculo del .peca_do inmortal'
como decía Baudelaire?. En esto,· como en todo, la inflación pro­
voca
la. devaluación, y el aburrimiento se agrava con todos los
esfuerzos g_ue se· hacen pa):a huir· de él. El uso de los tóxicos los
hace necesarios ·sin· sustituir a lbs alimentos.
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LA INFORMACION CONTRA LA CULTURA
6) FINALMÉN'.\'E, LA lNFORMACIÓN SE OPONE MÁS RADICAL­
MENTE A LA VERDADERA CULTURA .EN EL SENTIDO"' DE QUE ES
EL INSTRUMENTO IDEAL DE LAS ·POTENCIAS--FINANCIERAS Y POLÍ­
TICAS QUE SE SIR.VEN DE ELLA PARA ARRUINAR N,UEST.M, LIBERTAD
INTERNA. No necesitamos sino recordar aquí todo lo que se ha dicho
sobre la violación de
-las ·muchedumbres, las técnicas de envileci..:.
miento, la ¡:,uesta en forma de la humanidad. La propaganda es
la más eficaz· dé las \iranías, pues deja a _ sus víctimas la ilusión
de la libertad; el martilleo ¡:,ublicitario sustituye la reflexión por
el reflejo;- el hombre consciente y· libre pliede·reaccionar·siempre
cOntra· la presión exterior, la marioneta obedece espontánea e in­
faliblemente a
las manos que agitan sus cuerdas. El proceso de
degradación de lo vivo en ·mecánico, analiz_ado anteriormente por
Rergson, se realiza aquí a fondo.
El
conjunto de esos factores tiende a hacer de fa información
la caricatura y el sustitutivo, yo diría incluso · 1a degerieración · hi­
pertrófica,
de la verdadera cultura. Está claro que el hombre mo'
derno, sobrecargado e. -intoxicado por una rriaSa· caótica -de infor­
maciones incontroladas e inasimiladas; vive
Cada vez más en una
especie de sueño aun estando despierto. El papel creciente que
juegan · las imágenes_ en_ Psta información -te st.up_erge, en·· efecto,: -en
un universo ·que no ·tiene mayor consistencia que tm sueño. Boors­
tin, a quien ya hemos citado, analiza admirablemente esfa sustitu­
ción
de la imagen --quiero decir la imagen fabricada; estilizada.
con ·vistas al rendimiento publicitario-, en vez de la -realidad
de los sucesos y los seres. La ficción reemplaza .a la realidad y la ·
elirriina. El éxito de la··palabra "espectacular'' (otro neologjsJ,110 re­
velador) muestra bien ·de qué se trafa: estamos en el eSpectáculo
-en un espectáculo ·en el que las peripecias y los personajes es-·
tán prepél.rados y· disfrazados para ha'cernos sensación· .Y-seducir­
nos----. Y para· invitarnos a un· "compromiso" (otra· palabra de
moda ... ) tan ilusorio como los papeles que se desarrollan en la
escena. El "gran teatro del mitndo"--se convierte así en un tea.tro_
de marionetas; la imagen domina- sin discusión como en los sueños ;
ya no tenemos, Según el abate'Belay, que interpretar los ·signos, sino
tan sólo'.-qtie obedecer a las señales. ·
*.'-* ·*
Otros oradores han hablado ya de las condiciones ae, una sana'
inforniación. Nosotros, para-concluir, nos -'Jimitar.einos· a recordar
algunos .medios·-de resistencia: a la-·información;·malsan~:.
, El problema aparece' en los planos individual y· social; ..
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LA INFORMACION CONTRA LA CULTURA
Se trata, en primer lugar, de terier en nosotros un filtro gra­
cias al c-ual seamos capaces de eliminar las informaciones inútiles,
rectificar las informaciones tendeCiosas o, en la duda, ponér en
suspenso nuestro juicio. La cultura juega aquí un papel esencial:
un hombre cultivado sabe
· guardar sus distancias · con respecto a
los acontecimientos y propagandas que
los explotan ; los toma y
los elimina cbmo un o-rganismo vivo; tiene ·en sí suficiente verdad
para olfatear y rechazar la m_entira, y, si es, cristiano, tiene bas­
tante fe para estar exento de creduli~ad. Pues es un hecho expe­
rimentado que la credulidad es el destino de los hombres sin fe:
"Cuando ya no .se Cree en Dios -,dice-Chesterton-no es por no
creer en nada, Sino por creer en cualquier cosa". El autómata so­
cial
que· los ameTicanos llaman "ye_sman" (hombre-si) encarna ese
tipo humano que, a falta de densidad interior y raíces, obedece
corrio una brizna de paja a todos los soplos de la opinión. En una
época como la nuestra, la primer.a palabra de la sabiduría es sa­
ber ,decir no .
.. Pero ningún individuo puede bastarse. por sí mismo, y la cul­
tura, ·.como la fe, necesita un basamento social. Importa, pues, ante
todo, para hacer frente· a las potencias anónimas que. dirigen la
opinión, crear islotes. de r'esiStencia, grupos humanos cuYos miem-·
bros estén concretamente unidos unos a otros por la misma 'fe y
el mismo ideal, que constituyan· a -la vez ~arreras contra la rrien­
tira y hogares de difusión de la verdad. En el interior de lá ciu­
dad tecnocrática y totalitaria
{el gran animal de Platón) que reina
por
la fuerza y el gesto (Pascal), tenemos que restaurar la ciudad
fraternal· en que circulan
la verdad y el amor. La éitidad de los
hombres libres y asociados en tanto
· que libres -un medio social
portador
d.e valores eternos_ que están por encima de lo sacia!-,
una ciudad temporal que, en lugar de aplastar a los individuos con
su. peso de ídolo, sea un lugar de paso hacia la ciudad de Dios.
* * *
Este es, ·el camino ·que debemos seguir. Se habla mucho hoy
día de un mundo, -una sociedad, en marcha. Y se :tlos invita por
todos lados a no estorbar esta evolución, a asociarnos a ·este mo­
vimiento. "La Iglesia en marcha en un mundo en marcha", he
leído recientemente, escrito por la pluma de una personalidad ca­
tólica,
como la expresión del ideaLmás alto. qu~ _se nos puede pro­
poner.
Lo único que falta, es que se les olvida decirnos adonde
V3,mos. El fin .. no cuenta, basta con el ·movimiento.·-En lo que nos.. ·
conciernf:J;·no--nos_· negariioS a:marchar, pero no-podemos creer en
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la virtud infalible del movimiento como tal. Quizá no es por ca­
sualidad que
en el lenguaje popular francés el verbo marchar es
sinónimo de engañar. Rechazamos marchar sobre todos los ca­
minos
y tras _todos lbs - rebaños .. No marcharemos sino a condición
de conocer el objetivo y de que este objetivo sea la verdad y el
bien. Si no,
y esta palabra toma todo su peso de sabiduría y pru­
dencia en el mundo en que vivimos, no echar'emos a andar.
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