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El «Forum» de «Syndicalisme-Cadres» del Congreso de Lausanne II

EL "FORUM" DE "SYNDICALISME-CADRES"
DEL CONGRESO DE LAUSANNE
II
(EXTRACTOS DE LA CARTA DE UN ASISTENTE AL "FORUM") (*).
Por haber sido el único español asistente a las rewuones del
"foruni" del SYNDICALISMB CADRES, cumplo mi p·romesa de· con­
tar lo que allí ocurrió.
En una sala, del piso segundo del PALAIS BEAULIEU (la 2A) vi
reunidos, e~ viernes 1 de abril, a un. centenar de p,erson' ellas seis o
siete mujeres; sobre una Mrima montada um miesa y
al lado de la mesa una gran pizarra. C uenlo este detalle parque
no cabe duda de que los técnicos no s6lo recurrm a la pizarra
en la escwela. S 0111 pizarristas de por vida, manera la más eficaz
que se hm i:rvventado para explicar, enseñar y convetn1cer.
En lá mesa cuatro señores: dos ingenieros, un Mq-u..itecto y
un P'erilo de no sé qué esp>eáaUdad. De los cuatro, el de mayor
auta,ridad moral pared6me ser e'! Sr. M eyer, Presidente del Sindi­
cato
DES CADRES DE LA METALLURGIE DU Rm"\m:, afiliado a la
CONFEDERATION GÉNÉRALB DES CADRBS.
Las reuniones comenza:ron con parlamentos breves, muy ceñi­
dos, de los· cuatro señores de' kJi mesa. La que dijeron fue, sobre
poco
más o menos, lo siguiente:
a) Hubo un tiempo en que honradamente se crey6 que el
progreso técntico iba a remediar todos los p.-oblemas de la Socie­
dad. No htJ sido así. Los "tecn6cratas" -que me pa,reci6 se trata
de una calificaci6n que en propiedad s6/o coJbe aJtribuir a los téc­
nicos que
trabajan para el Estado, t<'!es como los que preparan,
dictcm
y ordenan los Planes Ofici;zles de De.rorro/lo-, los "tec-
Agradecemos a· D. José María Ramón de San Pedro Su autorización,
que reiteradamente le habíamos solicitado, para publicar estos fragmentos.
de una carta particular por él dirigida a D. Juan Vallet de Goytisolo.
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Fundaci\363n Speiro

EL "FORUM" DE "SYNDI.CALISME-CADRES"
nócratas' digo, son los responsables, d'ijeron'i de grandes abusos
de poder que perturban o perjudican k, vida sociil!l de ws países.
Ellas, friamente,
deciden del destino de los individuos, de la nwsa
social. Esto h>lsta el punto de que la <1nirigua concepción, del Rey
absoluto que pudo afirmar: "El Esta·do soy yo", ha ·venido a ser
sustt'.tuida por .esta otra que p-odrJ,an decir los_ "tecnócratas": "El
Estado somos nosotros".
b) Las consecuencias de· la entrada en liza de los "tecnócra­
tas" está" a. !,, vista, dijeron. El trabajo se ha cowertido, o corre
el r;eisgo de co1VVertirse, en algo enca:.sillado, in-seguro, amovible,.
sacrificado por entero a las cowveníen,cias de la dictadura de los
"tecnócratas", que hace y deshace zonas industria.les, lo que re­
dunda en daño de la 1;bertad personal, provoca !,, desilusión, por
el trabajo y /,a inseguridad del presen,te y del porvenir individual.
Parece
ser que se referían al cierre de industrias, de mimias, a /ns
fusiones o concenrra'Ciones de empres(llS, etc., qué se llevan a caJbo
sin repm'ar suficientemente en los problemas humanos que esas
determinacioeti'es moti'van.
e) Los "cad:res", por .su condición técnica (tan ingenieros, tan
economistas, etc., conw 'los técn1!cos dedicados a, lo, "tecnocracia"),
por su conta,cto con la realidad vima de cada día y lugar, son los
l/,a'l11Jlldos a enfren1tarse cow /,os técnicos "tecnócratoJs", como t{!fm,­
bién a, servir de puente entre los sindic buülos por el npírku de lo; Pucha de clases, y la c/a,e patronal, ape­
gada, a. egoistas prejuicios emfíresariales.
d) Los "cadres" necesitan ser adoctrinados, orienitados pa-ra
/,a acción, recibiendo /as normas cristianas al igual que los socialis­
tas y los comwnistc,s reciben, kts instrucciones que para ellos pre­
paran
/nJs altas 'sedes socialistas y comunitas. Para ello han for­
mado un Centro de Estudios sin,cronizado con el ÜFFICE ÜEUVRES
FoRMATION CrvrQUE, donde facilita'n materüil, programas, normas
de acción, etc.
* * *
El CENTRE D'ETUDJ!S ET DE RECI-IERCHBs DES CADRES no
pa,trocim nin,IJW>O Sindicato determinado.
Su alcance no pretende más fin que el de ordena'/' el combate
cVlJl!Co. entre los Jo.icos, sin interferirse _ni particip,mr como t(ll CEN­
TRE en los organismos y actívidaaes que dePtmden de la autoridad
sacerdotal
(ta:lcs com,o de Acción Católica, etc.) ü están influidos
por clérigos. El CENTRE se prohibe a sí mismo pasar de los limites
propios de "facilitar servicios a los cadres" para-su formación y
a-ctuación como -tales "ca:dres" y el hecho de acud-ir o de recurrir
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DEL CONGRESO DE LAUSANNE II
al CENTRE no supone dependencio disc;plinaria del mismo e1' la
vida social. La actuación de cerda cual es libre.
El CENTRE n'ETUDES ET REC:ÉrERCHES DES CADRES, repitieron
con msistencia, es unJaJ orgamización m,ín;ma perra ayudar doctrinal­
mente a los "cadres" en su acción y orient:arles en su hacer.
Una brevísima idea sobre la manera como el CENTRE entiende
la actuación de las "cadres cristianos" podriw resumirse así: El
sindical.ismo de los "cadres" es necesario para:
1) Evitar que los "cadres" se vean· cogidos entre los sindica­
tos obreros y los patronos.
2) No conviene quedar sumidos por los sindicatos obreros,
· 1'ecesitándose deslacar·con personalidad propú, para conseguir una
representaci.ón profesional que les perm;la particip11r como tr.ies
"cadres" en las responsa,mlidadi!s de la emJP,esa y de la vida eco-
1'ómica del país.
3} Defensa eficaz de los intereses particulares de los "cadres",
tales como pensiones de re~ro, fiscam/.idad, escala, digna de sala­
rios, indemnizaciones de ·cese, etc.
* * *
Acerca de los problemas actuales, el C>:NTR>: tiene las siguien­
tes opiniones:
a) Conviene impedir que los grupos de a~ción poUtica y so­
cial de obediencia sectario logren captwr clientela entre los "ca­
dres", iu,déndo!os instrumentos dóciles p11ra fines ajenos a los
prmwrdiaks intereses profesionales que fos "cadres" ha», de de­
fender.
b) Se necesita evitar lo, paradoja de que los técnicos (/,os
"cadresH), que vitveni en conitacto con !,as realidades de la. vida dia­
ria
del trabajo, se vean convertidos en "robots tél.eguidés", mane­
jados
por una minoría de técnicos teorizantes "sábelo todo" que
resguardados tras el parapeto de la "tecnocracia esta:taJ;" actúan
sin ve,'dadera responsabilidad al amparo de /,os gomernos que
los cobijan.
e). Urge facilitar respaldo filosófico (doctrinal) y opciowes
de actuación, prira que la sociedad pueda e,/egir entre e! derecHlo
natural cristiano y el totalitarismo. Dicho con otras palabras:
Que se deslinden claramente entre sí los que creen que e'l hombre
está
hecho para la sociedad y quien,es sa.ben que la sociedad debe
organMMse al servicio del hombre.
d) Los dirigentes del CENTRE mientan conseguir para los "ca-
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EL "FORUM" DE "SYNDICALISME°CADRES"
dres" cristianos /,a identificación mínima necesaria para que, en lo
ESENCIAL exista igual sentir entre los mismos. ·
Por supuesto: al decir LO ESENCIAL se referían -no haría fal­
ta ac/marlo-a la doctrina social del Mlagisterio Supremo de la
Iglesia.
Sobre la manera de trabajar para conseguir los objeti'1Jos< for­
mativos del" cad're" cristiano, el Cl!iNTRE motiva, suscita, el siguien,..
te "modus ofrerandi":
1) Organiza en todo lugar posible --4onde existan "cadres"
propicios a empezar__. unos GRUPOS DE TRABAJO que reciben del
CENTRE orienitaciones de formadón y estímulos para la, aceptación
de
responsabilUades en las Sindicatos, miformando acerca de lodos
los
problemas relacionados can l<,s "reformas de la empresa"; fa­
cilita libros y da cuenta de ezperwncias realizada~ en materia de
doctrina, difusión de la propiedad y subsidiariedad entre las dife0
ren.tes clases o grupos socicdes, etc.
2)
DesPkliza miembros de su "equipo de base" ( secretariado
permane"111te y directivos del Cl(NTRI() para asistir a las reunianes
de los GRUPOS DE TRABAJO, aportando bibliograjía abundante sobre
temas doctrinales y de acción.
* * *
El "forum" del primer día dio lugar a un coloquio que me
impresionó, en el sentido siguiente:
Era de suponer que las señores de la mesa vimieran bien pre­
parados para el acto, P'ero la cmidad de los oyen,tes ra!)IÓ a una
altura que
me pareció euepcional.
En primer lugar, al producirse las interpeladones y peticianes
de aclaradones, los oyentes que intervinieron se· produjeron cOn
un orden propio solamen,te, en nuestro país, de un Colegio de PP.
Jesuitas de mi época .. Luego se puso de manifiesto un arte de sa­
ber
hablar, exponer y concretar que a la fuerza tiene que ser la
consecuencia de _un origen docente general, por demás bueno. Por
lo visto, en el Liceo Francés se ha hecho con, los mucha.,chos algo
que en
natestro páís me parece que apenas se ha. practicado,· a
sab~r: enseñarles a estudiar y a, sintetizar.
¡ Di.os mío! Allí no había divagaciones, ni repeticiones, ni e-s­
tridendás. ¡ Cómo sabían explicarrse !
Entre las muchas intervenciones de los asistentes, cuva res­
puesta o répliica -sin interferirse-se repartían los de la m.ésa, sin
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1
DEL CONGRESO DE LAUSANNE Il
dejar de parecer, sin embargo, que los cuatro mandaban, por igual,
recuerdo éstas como más destacables:
a) El Ingeniero que puso en guardia a los dirigentes del
CENTRE sobre la necesidad de salir al paso de un cierto sen­
timiento que se observa en algunos patronos a los que se
niota propicios a resignar el derecho de la propiedad, como
consecuencia de lo difícil que se ha puesto el ser empresario,
sobre todo de las limitaciones que el patrono nota en el des­
arrollo de
su función gestora, tanto por la presión guberna­
mental como sindical... Ha llegado un momento en que
la clase patronal casi a,petece las 1'f1C't(JnalizacWnes, con­
centraciones, fusiones,
efe., con tal de que réc1'.b"a indemni­
zación
por su claudicación. Convendría que los e¡ cadres"
no olvidaran. su mayor proximidad, como cfue, a la empre­
sa, e hicieran lo posible para evitar que la sistemática des~
aparición de la iniciativa· privada nos conduzca a. un socffl­
lismo
de estado
Un señor de la mesa contestó diciendo que la clase pa­
tronal no es suicida y permanece fuertemente ap~gada al
derecho de propiedad. Ciertas posturas de desaliento que
en1 ella pueden observarse son crisis temporales de depre­
sión
o de irritación, propTlls de todas las clases social-es
ante kM contrariedades de la vida.
Los patronos, si merecen serlo, tienen sentido de la per­
sistencia y deseo de ma;ndo que no se satisface -en edad
de
actuació11r--retirándose a vegetar en su casa o bus­
cando un empleo sedentario y tranquilo, supuesto que se
conforme a descender en el orden social de la ciudad.
En cuanto a los "cadres" ná pocos -según. la mesa­
hubiesen sabido a,consejar bien -con tiemP,<>-a los pa­
tronos sabre obcerocWnies de persistincW; en viejos proc'e­
dimien~os técnOCos y comerciales, apegos de estructuras
afectiva, faon,iliares, que ahora provocan confliictos lamenta­
bles, como
es el caso de la crisis de los astilleros fran­
ceses,
donde está claro, que la responsab,Üidad mayor co­
rresponde a las
r,/,turas diregentes. Recurran, los patronos
a los
"cadres", rom,Pan con las estructUras de jerarquiza­
ción
jG11niliar a ultranza o apego a lá cómoda rutina que to­
damú, 'persisten en el patronato fran,cés par encima de su
propia cotiveniencia, y se . verá cuántos pozos mineros
nuevós dej® de abrirse en un lugar 'pw-a. atacarWJs en otro,
cuántos
medios de producción se transforman opartuna­
mmte y cuántos problemas, en fin, se whorran a base de•
con1tar más con la, colaboración de los "'cadres".
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EL "FORUM"·DE "SYNDICAL/SME>CADRES"
b) Otro oyente pregnntó a la mesa ;cómo logran, ustedes
que los "cadres"
pMdan presemar la doctrma cat6lica en
los sindicatos, sin e'llitar que se les tome <1 guasa?
Contestó desde la mesa el señor Meyer, así poco más o
menos:
La verdad católica, además de ser católica., es VER­
DAD A SECAS, No es necesario decir: La Santa .. '41adre Igle­
sia me ha dicho que sol,re este problema hay que pensar
o actuarr así o así. Lo que nosotros los cristianos hemos
de opinar y hacer enl ma;feria social no necesita exponerse
" los no católicos o acatólicos con marchamo clerica;J. Ade­
más, mi expe,:iencia personal me permite afirmar que, des­
pués de Juan XXIII, la doctrina católic1J puede ser diada
abiertamente, si a:sí se desea o prefiere; porque hoy dia el
pensamiento de l,a Iglesia ha adquirido derechos públicos de
"autoridad de opinión" como otra opinión cualquiera, cuan­
do menos. &to es así ~ cualquer ambiente, por hosNl que
sea, cuando no se encuentran incluso ecos de simpatía su­
ficientes para poder aparecer dignamente como lo que
uno es, sin jactancia ni falta de caridad hacia nadie.
Y así transcurriJó y terminó et "forum" del prffi'!er día, la.men­
toodo no dar detalles de otras intervenciones de aventes en más
de las que te he contado, dado que todas fueron iñteresatntes. A
modo de orientación te diré que 20 asistentes usaron de la pala-
1,ra. Como la quinta parte de los reunidos.
* * *
El "forum" del sábado 2 comenz6 con una e:,:posición del
señor
Meyer (páginas antes ya citado como Presidente del Syn­
dicat des cadres de la Métallurgie du Rhone) para tratar sobre
la importatntisvma formación de militantes, obra primordial del
ÜlNTRE; sol,re l,a constitución de grupos de trabajo; sol,re /,os
objetivos a conseguir y tácticas a seguir.-Y ahora vaya el intento
que
sigue de reseñar por lo breve lo que el mencionado disertanrte
excepcional supo decir con "singuüer rayonwem,en,t' según me
fjarece
que opinaría un, oyente de lengua francesa. La simpatía, el
"ángel" de quf!en habla, cuenta -¡ cómo no!~ en el éxito de la
peroración y, por supuesto, son factores que no faltan al señor Me­
yer, cuya persona rezuma amenidad, serenidad y una envidiable
aparienJciai de tranqui/,a y segura convicción de sus ideales. Todo
esto, sin la menor jactancia, como quien se sabe s-óN,damente afir­
-mado sobre "'" ideario de! cual no va a tener que apearse en todos
los
días de su vida. He aquí un aspecto muy reconfortante obser-
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DEL CONGRESO DE LAUSANNE ll
'liado en el señor Meyer y en tanta gente como en el Congreso he­
mos conoddo; cosa no demasiado fádl de lograr en una época tan
inestabk y desorientada como la nuestra} cuando los bcttacázOs
que estamos dando tantísirn:.o se prestan a Iza.cernos dudar.
Mi experiencia personal del Congreso la, compa:rarill a la de
un hombre que deseando paseer la Fe, ayuno de ella, acudiera a
un
lugwr donde le h!m dicho que va a reunirse con, mucha gente
fjoseedoro, toda de la Fe más plen,JJ que imaginarse pueda. Acude,
se emocionr, ante el espectáculo, comprueba que la Fe existe y re­
gresa a la rutina de su diar1!0 quehacer sin haberla logrado, con la
penosa añoranza-de saber que esta gente, además de kt Fe teologal;
que por .gracia de Dios profesa.mas, poseen la Fe e11' una doctrina,
en· cieYto envidinble GRADO MAYOR, de Ucenciatur{ll superior, que les
da la auténriw alegría de vivir en toda la latitud y longitud de
la más total plenitud cristiana.
Y o he regresado
de Lausanne con la tristeza de no haber po­
d.,Jo pedir a algun~ de aquellos congresistas, donde tanto abundan
los jóvenes, um transfusi6n de espíritu para mi altna, al modo
que se esrilan las transfusiones de buena: sangre en las enferme­
dades
del cuerpo.
Ya nos lo contaron, de buenas a prvmeras, al presentarnos al
primero o segundo de los grandes conferenciantes del CONGRESO.
Para alcanzar esa plenitud de ciudadanill, cristiana, de c(l!tólico
con sobresalienite, propia del laicado adulto en el que sin duda
pensaron los que convocaron el Congreso de L.AICS DANS LA CITE-,
los miembros del mommiervto que preside el buen,o de J ean Ousset,
han de estudiar, meditar y orar. Sin estudio no hay formación
para /ns inteligencias y se ca.-ece de vida initerior. Pude observarlo:
habiendo
entrado en la Capilla durante u" rato del tie,npo libre,
vi a muchos en edificante actitud de rezo o meditación. Estudian y
rezoo. Claro, se camprende. Sólo así se entiende lo que allí he
visto.
Pero volvamos a la exposición del señor Meyer.
* * *
Para dicho señor, la formación de los militantes, lógicamente,
resulta importantísima, porque sin militantes no haly vida activa
p,osfble.
U nos militantes, que no sólo piensen en dar a los .sindicatos
un
espíritu de impugnación1 ('1 contestation" dicen ellos), si,no
que aspiren a, ser una fuerza creadora en los distintos órdénes po­
sibles de acción; a saber: ai escala profesionai ncvcional, regional,
loca.l o de empresa. Parece ser que estos señores entienden
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EL "FORUM" DE "SYNDlCALISME>CADRES"
que la defen~a de los "cadres" no debe ser delegada, a ninguna
organización polí-tica o social que no sea exactamente 'la de los
sindkatos, pa,ra que éstos no pierdan su raz6n de ser y su inde­
penden:cia.
A esto dan muchKZ importancia.
Como medio de formamci6n tendente a lograr un sentido más
humano
de la citvili.zación moderna, para insulfar este espíritu a
sus gentes,
el CENTRE promueve sesiones de divulgación para
hacer conocer la manera, el estilo propio de en,tender /ns cuestio•
nes econ6micas y ·sociaks. Me pareció-que, miediante estas sesio­
nes, captani a. los "cadres" católicos llanu:rdos luego a promover
los grupos de trabajo o células.
La manera de actuar de los grupos de trabajo mediante
reunwnes regulares de los mismos requiere que todos los indi­
viduas
que los componen tengan p,articipación persona,l y activa,
ejerFítándose en la rejlexión7 dominio (J. conocmiiento de la sínte­
sis, de! uso de la, palabra, de la redacción, etc.
Dan mucha im'!)Ortancia a saber hacer uso de la palabra, para
irradiar la doctrina. Deci11 el señor M eyer que para saber hablar
es menester tener ocasión de hacerlo a menudo. "C'est Jou", afir­
ma/Ja riéndose de sí mismo,, a propósito de la facilidad con que él
lo
hacía, cómo se habitúa a perorar a fuerza de lanzarse a hablnr,
ttniendo cosas que decir. ¡Se le coge gran gusto a hablar!
Hablar en u" grupo de afines permite lanzarse con cierta
confianza, porque
los comprmeros de grupo so", por lo general,
gente benévola
dado que la mísmx,, a su vez, ha de contar con
esa ndsm'a nbienveilltm'ce" de los demás cuando ellas tengan que
som.eterse a la crítica, 'de sus oyentes.
Los grupos tienen que ser pequeños, de cuatro a diez per­
sonas, pwa que exista intimidad y n10 se hable sinvultáneamente
entre grupitos y no· surja la distensión entre los reunidos.
La unidad del grupo de trabajo se sa/:va uniéndose en el pro­
pósito
común de hallar la verdor y de servirla. Claro está que
para
IU1llar la verdad hace falta esfuerzo personal y reflexión
solitaria
anrtes de fas reuniones,· pero la doctrina sólo puede asi­
mil.arse bieni, de maner~ viva, a través de animadas discusiones.
El fuego crw:ado de las objeciones da chispa a mucha gente apa­
gada.
Luego,
es menester estudiar tácticas de hablar y exponer
que habrán de adoptarse en la acción externa entre cristfanos
ajt!nos
CU nwvimiento, entre indiferentes y aun frente a contrarWs.
No canvienie, dentro del grupo de trabajo, tratar de obtener
la unidad a marchas forzadas, porque entonces, por impacien­
cia,
puede estropearse todo. La unidad, lwy que preswmir que
en principio ---en espíritu-, existe. entre todos los reunidos, por-
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Fundaci\363n Speiro

DEL'CONGRF.SO DE LAUSANNE JI r --~
que todos desean hallar la verdad, Mas la unidad, de hecho, ha
de venir por el camino de la doctrina y esto puede y hastr, con'l!iene
que sea lento, para mejor arra.igo de la misma.
Quedó clara la importancia que dan a la formación doctrinal
(estudio),
pero no sé si fue en este momento de la exposición
cuando Mr, Meyer afirmó que todo "cadre" activista tiene que de­
dica,r la má%ima atención, a conocer muy /Jien, a fondo /,os derechos
legales actuales del grupa social a que pertenecen ( contratos de
traba;jo, derechos ante ceses, desp,idos y :dimisiones, duración del
trabaja, permiso de descanso, defensa de invenciones a sisteffl(JS
de me'jora técnica aportados par los "cadres", competencia ilíci­
ta, etc) y auscultar las aspiraciones que merezcan propugnarse,
todo ello para hacerse muy necesario y út;¡ a sus com,pañeros y
abrirse de esta manera campo de influencia donde irradiar su
acci6n.
También con'l!endrá notar, que, a. mi entlh'!Jder, los "cadres"
se consideran un importante GRUPO social en la nación, Me parece
que rechazan llamarse CLASE social. Es posible que exista diferen­
cia importante entre ser grupo o ser cl(!lSe. No supe medir exac­
tamente este matiZ.
El estudio ha,y que encauzar/,o; por eso no cabe imaginar un
grupo
de trabajo sin animador del mismo. Un animador que
sepa decir en diez
mimiutos todo lo neces<11'io para provocar la
discusión general~ ordenarla y e'lhtar que la misma se agote de­
masiado pronto,
Hay que
dar mucha importancia a las e:rperúmcias personales,
El animador-arquetipo ha de poseer ciertas coidiciones que
tratará
de transferir a sus compmíeros del grupo de trabajo, Se­
gún
el señor Meyer, hace falta tener:
1) Mu cha calma o pacienda,
2) Mucha imaginación,,
3) Mucho entusiasmo,
4) Mucha espera.nza ( espoir),
5) Afición al trabajo en equipo, Para ello demostrar espíri­
tu
alJierto, deseo de acoger lo que dicen los demás, gran
capacidad de atend6n y deseo de agradar.
6) MucHÍSIMA INFORMACIÓN, El hombre informado interesa
a
casi todo el mundo.
Un gran medio fmira que el grupo de trabajo persista pue­
de consistir en /,ograr que las relaciones amistosas surgidr,s en el
*
Fundaci\363n Speiro

EL "FORUM" DE "SYNDICALISME>CADRES"
seno del grupo pros;ga fuera de las sesiones de ·trabajo. Esto
no
es im,posible.
El animador ha de cuidar. con paciencia aquellos casos de
gentes que en el primer contacto se sieniten rechazados por el
CPmbiente. En estos ·e.lemen:tas pueden encontrarse los que más
conven,ga captar y retener.
En cuanto a 'la manera de hacer gra·to el est~dio en eX sene
de los · grupos de trabajo, el animador ha de saber orillar la ari'
dez. El "mganche" de la gente no se logra con espíritu estrecho y
r>mbiente plúmeo. ¡Amenidad! ¡Simplkiáad! Huya el animador del
tono
doctoral y pretencioso. Evite que nadie lo adopte.
Y en
pun,to a elegir sitws para formwr · grupos de trabajo,
todos los_ lugares son bue"nos, mayormente aquellos donde todo
esté por hacer. Esto lo dijo el seiior M eyer pen'Sando en los pesi­
mistas; porque "donde todo está por hacer -partiendo de cero­
siem,pre cabrá hac~r algo por poco que sea".
Y a propósito de cosas prácticas ojalá supiera, resumw bien, lo
que expuso en relación, con lo que llamó ESCOLLOS EN EL CAMINO
Para el señor Meyer los escollos donde embarrwnca, donde
puede
parar y perderse un grupo de trabajo, consisten en no saber
encajar
Nen la ideade que formación y acción son cosas qne han
de ir unidas para que la gente de acció·n · no tengá la sensación,
no caiga .en el temor de estar perdiendo el tiempo.
El trabajo puede ser. esencialmente docmnal. Hay que en­
contrar
formas originales de acci6n, típicas, adaptadas a nuestro
tiem/)'o. Se necesita saber mdignarse contra la mjusticw y apasio­
narse por e! triunfo de la verdad, aduando en pro de ese triunfo.
La doctrina sirve para refutar las m,a/as meas a condición de
que no se padezca insuficiencia para la acción; porque la vida
de unia élula, como la de una categoria social, s6lo puede ser
larga y fecunda si hay voluntad de batirse. Nadie lo hará. en
nuestro lugar salvo nosotros nvi.smos ¡Guerra al Cotalita,yismo,
que trata de reducir el campo libre de la vida de la personal El
peligro totalitarw que nos acecha no es irrever.;l,le. Como tr,mpoco
lo es el pretendido camelo a:paúullante del avasallador "sentido
de la historia" ( sens ou couranC de l' Histoire). Evitarlo puede
y
debe depender de unos hombres de a,;ción metód;w, poco nu­
merosos pero bien
formudos para la doctrina y la, acci6n; por­
que las
auténtkas transformaciones del mundo son la obra de una
"mirnoría actuan.te y· tenas'', por tanto,· de los Grupos de Trab_a­
jo han de sali:r los apósteles de ia, idea, capaces de luchar y des-
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Fundaci\363n Speiro

DEL CONGRESO DE LAUSANNE If
envolverse, pese ait handicap· del aparato de institudones adver­
sas e:dsten,tes, que están consiguiendo ser aceptadas como algo
irreversible.
Y 1110 conviene distraerse con los variados_ enfoques no sociales
que admite la problemática del mundo actuml. Los maks de
nuesl!Ya época son, en su mayor parte, de orden sociaJ, que no
pueden curarse por la simple multiplicación de los re~ws in­
dividuales. Dicho con otras prtJabras: No se trata de dar lasa­
lud solamente a los individuos, a mayor o menor número de
individuos. A quien huy que dar la salud, haciéndole conocer la
verdad, es A LA SocIEDAD.
Y ¡,ara ello, como la doctrina bi.en asimilada nos ha de lle­
ver forzosamente a la inteligencia del orden de las cosas en un
orden práctico de cosas, los "cadres" tienen actualmente el si­
guiente plan de trabajo y de acción, para llevar a abo:
a) Estudiccr el marzismo-leninísmo, porque interesa saber,
puede ser útil conocer, lo que constituye el éxito de la
~deología. marxista y los métodos que utiUzan para su pe­
netración en todos los medios de /,a sociedad actual.
b) La difusión de la propiedad como mejor medio material
de cimentar la base de la ciudad; y
c) Lr,grar que el Consejo Económico Nacional de Francif1, ·
que al presente sólo constituye un organismo consultivo,
se
convierta, a, través del siqragW profesion(l)i en un
cuarto poder dentro del sistema político francés.
Tal vez consideran que el sindicalismo constituye el cwarto
poder en el Estado moderno. En todo caso no me queda duda de
haber entendido que esa Cámara o Congreso Nacional Social-Eco­
nómico ha de incorporarse a los poderes del Estado u órganos de
gobierno, siguiendo en orden a los poderes legislatimo, ejecutimo
y judi:c1Jal actualmente existentes. ¿Será .p_or este sistema que se
pretende lograr que el sindicalismo deje de ser una fuerza tradi­
cionalmente dedicada a impugnar, y pase a una acción colaborante
nacional!
Y, claro está, en esa Cámara o Congreso Nacional, Socio-Eco­
nómico aspiran los "cádres" a tener participación, a trtl!lJés de
sus sindicatos, junto a los denzás sectores sindicales.
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EL "FORUM" DE "SYNDICALISMEcCADRES"
Por último, por si no tenla nempo de olM,garme lwsta este
extremo, he dejado parra el fincd referirme a /,as citas que in­
tercalaron en sus intervenciimes los señores de la -mesa el-Pri­
mer día, y Mr. M eyer en su exposición de la segunda jornada.
Es preciso reconocer que el procedimiento result(ll bueno, porque
las c;tas que eligen son centelleantes como lenguas de fuego y
contribuyen a amenizwr, a ilustrar, a reforzar la autoridad de lo
que están didendo y afirmamdo.
Retuve runa cita del doctor Carrel, porque con ella terminó
su
expasición Mr. M eyer, tras haber exhortado a sentir el deseo
de la acción con grandeza y pasión de alma. Es ésta: "Cuántas
cosas son reveladas a quie1p sabe a,,,nar y cuánitws se ocultan a
quien sólo sabe comprender".
Madrid, 13 de abril de 1966.
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