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Ricart Torrens, José. Lo que no ha dicho el Concilio

Información bibliográfica
Rdo. D. José Ricard Torrens Pbro:
"LO QUE NO HA DICHO EL CONCILIO"
,,,,,
FRANCISCO 5EGUIIA, S. l. (*)
La producción librera de signo religioso es hoy un hecho que
no se puede negar. Nuevos títulos, nuevos autores
y nuevas colec­
ciones irrumpen en las librerías y se disputan un lugar en los ya
apretados anaqueles de los particulares. El hecho es innegable y
a primera vista habría de llamarse consolador. Pero observándolo
más de cerca no deja de producirnos cierta desazón. Porque
mientras escasea cada Yez más una literatura catequística, -fun­
damental; apta para combatir la ignorancia religiosa creciente.
irrumpen,-multitudinariamente los Jibros que no aportan al lector
sino unarproblemática mal planteada y peor resuelta y son sem­
bradore~.
Ae dudas y de inseguridad en las materias más graves
y fundamentales.
.
Un prelado hispanoamericano, el Obispo de Maldonado y
Punta del Este, registraba hace pocos meses el gravísimo mal
que lamentamos con estas textuales palabras: "En el nuevo estiio
que
han adoptado algunos maestros de enseñar la problemática
sin darle la solución correspondiente,
la misma doctrina clara,
cierta y segura de la Iglesia es presentada
de tal manera que a los
que buscan la verdad se le abren nada más que caminos de duda.
El saldo de esta metodología no puede ser más desalentador y
(*). Al ,publicar esta nota bi_bliográfica sobre el magnífico libro def
Rvdo. D. José Ricard Torrens, .. Lo que no ·ha dicho el Concilio", de­
bido a la plmna de nuestro mu,y querido Padre Segura, S. l. (R. l. P.),
con quien tantas veces coincidimos en los Congresos de la Citté Ca­
tholique, primero, y
del Off ice, después, y que siempre nos -asistió -y
animó en nuestras reuniones de amigos españoles en la Ciudad Católka~
en El Paular, Tibidabo y Barcelona. no podemos menos de tributarle
un recuerdo emocionado y pedir a quien lea esta nota una oración l)Or
su eterno ·descanso.
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desastroso, al igual que el de aquellos que carecen de la más elemental prudencia pedagógica y transmiten a los impreparados
las audacias de algunos estudiosos, que ignoradas, en nada
afectan al patrimonio de verdades que
el cristiano debe conocer
para obtener la vida eterna."
Entre los libros recientes que se proponen salir al paso de tales inconvenientes nos place señalar uno que creemos llamado
a hacer mucho bien
y que acaba de publicar un conocido sacerdote
barcelonés,
el Rvdo. D. José Ricart Torrens, Pbro., Lo que no ha dicho el Concilio. La ya copiosa producción del autor, varias
de cuyas obras han sido vertidas al francés, nos dispensa
de pre­sentarlo a nuestros lectores. Su nuevo libro se caracteriza ante
todo por la claridad de su método. Catalogando en veintidós capítulos todas las objeciones o exageraciones que flotan en el ambiente de hoy acerca de las verdades dogmáticas, morales o
litúrgicas, les va dando cumplida respuesta con textos preferen­
temente conciliares o del magisterio pontificio reciente. Si la
dificultad está expuesta con toda claridad,
la solución no es menos
contundente.
Un verdadero "buzón de preguntas" sistematizadas
u ordenadas lógicamente, que van recibiendo una respuesta tan
clara como autorizada. Nuestros lectores nos ·agradecerán que
les copiemos el índice a fin de que vean la densidad doctrinal
de este volumen: El Concilio, Criterios de Paulo VI sobre el Concilio, Jerarquía y disciplina eclesiástica, Moral cristiana, Li­turgia y Sacramentos, Predicación y Apostolado obrero, La Fe, Postrimerías, Ascética, Devoción al Corazón de Jesús, Prácti-;as marianas, Ejercicios Espirituales, Problema vocacional, Prác­ticas sacerdotales de piedad, ¿Ya no hay libros peligrosos?,
Teilhard de Chardin, Pío
XII, Respuesta a algunos sofismas,
Sacerdotes, Apostolado seglar
y acción temporal, En el interior
de la Iglesia, Ecumenismo y libertad religiosa,
Lo único necesario.
No es menos certero _ el autor cuando discurre por -su cuenta para explicarse o explicarnos el proceso de tanta confusión. ET modernismo de nuevo cuño ''en su variadísima y cambiante for­mulación actual ha producido un impacto tan grande en tantas y tantas mentes católicas, que al pensar de una manera autónoma,
perdida la noción teológica, el sentido de la fe y la adhesión autén­
tica al magisterio eclesiástico, al aproximarse a textos eclesiásti­
cos o conciliares
no puede desposeerse de su -concepción moder­nista que desvirtúa toda conclusión, aun la obtenida con la ma­yor apariencia de lógica. Por esto, atribuyéndose falsamente la línea del Concilio deducen las conclusiones más contrarias a la misma letra y al mismo espíritu conciliar" (pág. 100).
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Es también irrebatible y digna de ser s11brayada la defensa de la . predicación extralitúrgica con palabras de Pío XII (pá­gina 102). Y muy bien traída la autoridad de Paulo VI para
e>...1>licaf las causas, que muchos no quieren reconocer, del pavo­
roso problema de la caída de las vocaciones "en un momento en
que
la. prensa, los discursos y la literatura de ciertos sectores
católicos respira
gran euforia y entusiasmo" (pág. 170).
Digamos, para terminar, que la lectura de la obra satisface
plenamente a lo prometido en
el título y que será dificil escribir
sobre
el tema con más concisión, brevedad y precisión.
X uestra bienvenida a un libro tan oportuno y nuestras con­gratula~ones al autor.
RAFAEL GAMBRA CIUDAD: KEL SILENCIO DE DIOS"
POR
GIL MOJtENO DE l,loRA.
'"El silencio de Dios", de Rafael Gambra, es un libro filosófico,
pero la personalidad de su
autor, a la vez apasionada y poética,
confiere al texto una palpitación especial, que
al razonamiento frio
y analitico añade el testimonio . de heridas abiertas, porque la filosoiía aquí toca a la realidad de nuestro dia de hoy sentido con
toda la
iuerza de quien se compromete. ·
X o. es un ensayo, no es un divertimiento, ni algo para ser admirado en función de una agilidad o de un ingenio atrevido.
Es una demostración. Un relato lógico del drama humano con
aterrador realismo, que rehusa toda venda y todo paliativo.
Al clasicismo de la filosofía griega y a los elementos sólidos
no carn biables que contiene, nos es ya conocido en el justo amor
y conocimiento que les profesa Gambra desde hace ~os. En este
libro,
el autor añade reflexiones de impactos más modernos; por
una parte, los conceptos de "compromiso" y "domesticación" su­geridos por Saint Exupery como elementos positivos, y, por otra, la ·"Rinoceritis" de Ionesco y la Metamorfosis insectiforme de
I(afka, como imágenes de una situación social negativa.
Se establece una paradoja que viene a cuajar con
la definición
de "Insensato" de San Anselmo, mntrapuesto al
"Sabio" de Só­
crates
y Platón. El triste papel de aquél dentro de la ciudad
corre a
lo largo del libro explicando con más detalle ese "estado
de delincuencia
intelectual y ,emocional" que desde las primeras
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