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Socialismo, ruina o chafallo. A propósito del libro de Claude Bruclain, «Le socialisme et l'Europe»

MICHEL DE PENFENTENYO
SOCIALISMO
RUINA O
CHAFALLO
(débacle au replatrage)
a
próposito del libro
de
Claude Bruclain
•LE SOCIALISME
ET L'EUROPE•
Fundaci\363n Speiro

El nombre de nuestro amigo Michel de Penfentenyo, de quien
VERBO había publicado en el número 5 un trabajo que sigue
teniendo plena actualidad,
El con,trol de nacimientos, el hombre
en el mu.mido y las reservas namf!Yales de la tierra, vuelve a nues­
tras páginas, con este Jrabajo acerca del libro de Claude Brouclain
Le socialisnie et F Europe.
Acerca
de este mismo tema puede verse en VERBO núme­
ros 47-48, el trabajo Carta a ClOMde Brouclain,, por Yves Le
Penquer, y relacionados con el mismo en los números 28, 29 y 50
la I y II parte, respectivamente, de La tecnocracia y las libertades,
firmadas la primera por el Club Jean Louis Richard y la se­
gunda por Louis Marie Terrier e Yves Le Penquer.
Fundaci\363n Speiro

SOCIALISMO
RUINA O CHAFALLO
POR
MICHEL DE PENFENTENYO
NOTA PRELIMINAR
El Club J ean Moulin ha consagrado su boletín mensual de di­
ciembre de 1966 a la asociación de los asalariados en la empre­
sa. El título es significativo: "La enmienda Vailon o el fin de
un mito" (1).
En este estudio, el autor se refiere al mito de la propiedad co­
lectiva
de lo,s medios de producción: "Si este mito tiene algún
poder de seducción es porque es el reflejo, debilitado y deforma­
do,
pero rejlejo al fin, de wn viejo mito de la izquierda: el que pre­
tende que la solución automática de _todos los "problemas se base
m la propiedad colectiva de los medios de producción ( ... ). El
error es ... el de ver en estas soluciones parciales a problemas· par­
ticulares el camino real que resuelve todos los problemas ( ... ).
Una vez m!l:ís se olei.da lo esencial: no se camibti:a la. situaición de
los asa/Miados por un golpe de batuta mágico ( ... ). Ante esta
tentación, o
más bien este espejismo, se puede reaccionar de dos
maneras: o bien recordando, según 1á buena y vieja ortodoxia
socialista, que no hay_ transacción
posible entre los capitalistas y
los proletarios, que la colectivización debe sér total 'O na:da. O
(1) Se recordará que la exprec1on "mito diabólico" se había emplea­
do el 20 de octubre de 1966 por Michael Debré, Ministro de Hacienda,
en ocasión de una
comi&-coloquio organizada por Confederación -Ge­
neral de Pequeñas y Medianas Empresas.
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Fundaci\363n Speiro

MfCHEL DE PENFENTENYO
bien realizando una revisión "desgarrante" (2): reconociendo que
el verdadero problema no es el de un acceso a la propiedad, sino
el
de un acceso al poder y que el camino que a él conduce, los
sindicatos, pasa hoy por otras vías."
Partidario de. una "revisión desgarradora", el Club Jean
M.oulin nos indica algunas líneas directrices: ''Los derechos de
los asalariados en la empresa no tienen que fundarse en la pro­
piedad del capital. No tienen necesidad de llegar a ser accionis­
tas o acreedores.... es en tanto son asalariados que tienen dere­
cho a la información ... a discutir y ·negociar. .. a participar en las
decisiones ( ... ) por lo que deben adquirir los poderes necesarios
para -hacer valer sus derechos: por la constitución de sindicatos
poderosos ( ... } confundir el acceso a la ~ropiedad y el acceso al
poder, creer que todo poder reposa en la propiedad es quitar al
sindicalismo toda realidad duradera
y toda autonomía ( ... ) . Que
1a propiedad sea pública o privada, en un país económicamente
desarrollado, esto influ,ye poco en la condición de los asalariados
y en sus posibilidades de defender sus intereses y sus dere­
chos( ... ). En este sentido, la generalización de la propiedad pú­
blica... significaría
el ¡peligro de ¡,oner a los sindicatos frente a
un .interlocutor omnipresente e irreductible ( ... ).
Si se quiere
elevar a los asalariados· a
otro lugar en la vida económica, no pue­
de lograrse más que reforzando su poder de representación ( ... )
ejerciendo un poder autónomo. Cara a la autoridad del jefe de
la empresa, debe haber. un poder independiente que pueda con­
trastar algunas de· esas decisiones; y, en la negociación, llegar a
un acuerdo ( ... ). El sindicalismo es un contrapoder con el que
es preciso contar ( ... ).
Es un poder por el que hace falta pa­
sar (, .. ). Para dar su parte a los asalariados ( ... ) es preciso do­
tarles de los medios de constituir sindicatos fuertes capaces de
n-egociar coo autoridad."
Estos extractos algo abruptos y paradójicos pueden engañar
a. más de. un lector. Para comprender su sentido verdadero es
(2) La expresión "revisión d-échiran-te" había sido ya empleada en
"Le Socialisme et l'Europe'', en la página, 43, concretamente.
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SOCIALLSMO RUINA O CHAFALLO
preciso conocer el contexto general del nuevo socialismo a la
francesa, del que puede decirse que el Club Jean Moulin indu­
dablemente
es su vanguardia. Las últimas declaraciones de este
Club se sitúan en la misma línea. La puesta al día del socialismo
que se propone, aunque critica, y a menudo con fórmulas (lUe
con gusto haríamos nuestras, de los métodos del socialismo clá­
sico, está siempre_ impresa con las mismas constantes esenciales
del pensamiento dialéctico ·materialista. A los que aplauden, un
poco precipitadamente, las declaraciones del Club J ean Moulin
sobre la enmienda Vallan, les -¡proponemos las reflexiones siguien­
tes sobre el "Aggiornamento" del socialismo.
ALGUNAS CITAS SOBRESALIENTES
del libro de Claude Bruclain
El Socialism,o y Europa
I. LO QUE CAMBIA
en el socialismo del Club J ean Moulin.
Pág. 15.
Pág. 17.
Pág. 43.
Este socialismo a la francesa ( ... ) cada uno se
las arregla para responder con G. Lavau: Al­
gunos mediocres "compromisos entre una dog­
mática de museo y los expedientes de. una po­
lítica empírica. Todos constatamos que la "«de­
bacle» de la vieja doctrina socialista es casi
total".
¿ Por qué la ideología socialista nos aparece
como caducada en los países que
han alcanzado
cierto nivel de desarrollo?
La .revisión _será desgarrante.
609
Fundaci\363n Speiro

MJCHEL DE PENFENTENYO
Pág. 23.
Pág.
24.
Pág. 92.
Págs. 35-36.
Pág. 37.
Pág. 38.
610
La organizac10n socialista de la economía ( ... )
es, por natwraleza, incapaz de promover eficaz­
mente le elevación del nivel de vida.
Todas las
decision1es económicas son, en prin­
cipio, toma.-las directam1en1te por el Estado.
A prqpósito de la "asfixia burocrática del "sis­
tema monopolista'' d-e la economía soviética, ésta,
"corno tal. .. , no puede funcionar más que a tra­
vés de una serie de relaciones de dependencia
jerárquica, entre las cuales el individuo no pue­
de
entrar en juego, puesto que la única fuente
de
Poder es el Estado-Partido".
El sociDlismo tradicional, al aplicar a los pro­
blemas
sociales soluciones antieconómicas, pone
obstáculos
al desarrollo económico y llega a
resultados
anrtisociales. El remedio habitual con­
siste, pues,
en, confiwr al Estado el cu;dado de
sustitwir los mercados que fallan, pero, por ra­
zones que serán expuestas más adelante, jamás
llega a ello: capitalista o socialista, el Estado
empresario sabe mejor ordenar la penuria qu'e
producir la abundancia.
Este conjunto, este socialismo distributivo ( ... )
extiende
en la nación el sentimiento de que
siempre se tiene derecho a pedir todo al Esta­
do sin ofrecerle nada a cambio, y disuelve el
sentido del civismo y de la responsabilidad.
Conduce de esta manera a la ineficacia y al
desorden.

La experietlcia muestra, sin embargo, que en
Fundaci\363n Speiro

Pág. 40.
Pág.
42.
Pág. 54.
Pág. 47.
Pág. 43.
Págs. 4í-lc49.
SOCIALISMO RUINA O CHAFALLO
muchos sectores el _ Estado apenas manda en
lo que posee.
Cuando el Estado multiplica sus intervenciones
llega
un momento en que, omnipresente y dis­
tendido, deja escapar de
su seno mil feudalis­
mos
que le roban su substancia.
Intervenciones, planes, na..::ionalizaciones, tal es
la trilogía tecnocrática con la cual el ·socialis­
mo francés intenta ocultar su vieja desnudez
doctrinal.
Salvo volver a recaer en la utopía, el socialismo
occidental
está condenado a hacer evolucionar
el régimen de la
prcpiedad, instalándose, como
lo
ha hecho Suecia, en el interior del capita­
lismo.
Una vez definido su ámbito abierto al mercado,
conviene
orientar su juego en el sentido más
conforme con los objetivos generales de la So­
ciedad.
En tanto que el interés y el beneficio sean los
medios más poderosos para incitar a los hom­
bres al esfuerzo, debe constituir
la base del sis­
tema económico.
En la medida en que el dominio de la libertad
de
iniciativa sea así extendido, será necesario
establecer
un nuevo "orden público" destinado
a
asegurar su buen uso : el mercado y su con­
secuencia normal, el beneficio, están,
en el mo­
mento actual de
1a evolución, como medios efí­
caces con vistas a la
mejora del bienestar ma-
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MICHEL DE PENFENTENYO
Pág. 49.
Pág.
84.
terial, pero tienden naturalmente a erigirse en
fines para crear una civilización del dinero.
Nada es más urgente que
tornar consciencia de
las rectificaciones que exigen una jerarquía so­
cialista de los valores, pues, desde ahora en ade­
lante, ·tas contaminaciones del mercantilismo son
fácilmente perceptibles en el seno mismo de las
aptitudes socialistas.
Si es de interés retirar al Estado ciertas com­
petentias o
prerrogativas, esto no significa que
deban ser transferidas a empresas capitalistas;
en una concepción socialista moderna, debe in­
terponerse entre el mercado y el Estado una
gama muy completa de agrupaciones democrá­
ticas: cooperativas, agrupaciones de consumi­
dores y de oyentes, asociaciones culturales, sin­
dicatos, etc. El poder público debe, con respec­
to a estos testigos de una democracia funcional,
liberarse de las viejas tentaciones jacobinas que
van del paternalismo
al autoritarismo.
Como dice Rovan:
"El Estado no debe ocu­
parse más que de aquello que
no puede ser re­
gulado por los estratos inferiores."
II. LO QUE NO CAMBIA
en el socialismo según J ean Moulin.
Pág. 10.
Pág. 59.
612
No son las verdades establecidas, sino las hipó­
tesis nuevas lo que hacen avanzar la investi­
gación.
Nadie es capaz de decir hoy día hacia lo que
tienden nuestras sociedades industriales.
Fundaci\363n Speiro

Pág. 98.
Pág. 100.
Pág. 20.
Pág. 23.
Págs. 70-71.
SOCIALISMO RUINA O CHAFALLO
Las posiciones del socialismo democrático en
este ámbito [ el de "los valores"] son tradicio­
nalmente compartidas en conjunto por la iz­
quierda liberal. Se resumen en un "dejar ha­
cer": Que el poder público deje a cada uno la
entera libertad de elegir, de acuerdo con sus
opiniones filosóficas, sus lecturas, sus espec­
táculos
y sus gustos, ésa es la expresión funda­
mental de un principio que desborda el de la
laicidad.
Para valorar el precio que todavía hoy
hará falta pagar para su salvaguardia, debernos
recordar el profundo sentimiento de liberación
que sintieron los
hombres. del siglo xrx cuan­
do las revoluciones los hubieron liberado del
orden moral.
No existen apenas, en materia cultural, valores
objetivos, reconocidos por todos.
Hasta en Occidente, que ha permanecido capi­
talista1 resulta claro que la presión socialista o
socializante, sindical o parlamentaria, que ejer­
cen las masas populares fue uno de los más
poderosos motores de desarrollo económico.
Esta inversión de las posiciones ( capitalistas y
socialistas} no se debe más que a la evolución
histórica.
El principio hereditario es tan chocante en este
dominio [económico] como en todos los demás,
de los que ha sido rechazado ( ... ) ; en una pa­
labra, de no ¡xxlerse destruir este principio, in­
teresa reducir sus abusos y daños mucho más
613
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MICHEL DE PENFENTENYO
Pág. 59.
Pág.
58.
Pág. 60.
Pág. 90.
614
rigurosamente de lo que hasta ahora se ha
hecho.
Al
término de la evolución que el socialismo
pretende acelerar, las libertades individuales
se
habrán conciliado con las exigencias colectivas
y el individuo consigo mismo.
"Dé cada uno
según su capacidad, a cada uno según sus nece­
sidades", tal es el principal objetivo a con­
seguir.
En el corazón de la visión socialista se encuen­
tra la voluntad de abolir progresivamente las
falsas finalidades sociales, que son: el dinero,
por una parte, y el poder, por otra.
El hombre llega a ser socialista m la medida
en que,
wna vez ha sobrepasado los apetitos de
dinero
y del dominiio, se rea!iza a sí mismo en
una creación y enlf'U'entra su justificación en una
solidaridad. El socialismo intenta constituir
una
unidad política mwndial. es decir, sustituir
las soberanías nacionales por una sola soberanía
mundial.
El socialismo considera como eminen­
temente conservadora y antisolidarista
la nodón
de 1111,depend(?ncia. na-ciona,l.
[El] socialism10, en el cual el hombre se recon­
cilia
poco a poco consigo mismo por un trabajo
de creación y con los demás por una actividad
desinteresada.
Es. decir, hablando con palabras
de Teilhard de Chardin, en una especie de
Punto Omega, donde gracias a la mejora con­
tinua de la organización social y a un esfuer­
zo incesante sobre
sí mismo el hombre alean-
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Pág. 85.
Pág. 122.
Págs. 132-133.
SOCIALISMO RUINA O CHAFALLO
zaría su más alto grado de perfección y de fe­
licidad.
El socialismo intenta promover progresivamen­
te la unificación política del mundo;
el Estado
no es para él más que una etapa temporal e
intrínsecamente desprovista de virtudes
pro­
pias.
Sigamos
el ejemplo de Togliatti que, en su tes­
tamento, no vacilaba
el decir que los partidos
comunistas occidentales deben líquidar toda for­
ma de dogmatismo
y luchar para una transfor­
mación progresima del Estado burgués.
Además, tiene lugar en estos momentos un
acontecimiento de alcance inconmensurable, que
es la transformación profunda de las Iglesias
cristianas. Cuando el doble rejuvenecimiento
del Partido y de
la Iglesia haya conquistado a
los pueblos, un nuevo socialismo hallará, tal vez
en todas partes en Europa, entre los creyentes
como entre los laicos,
el sustrato popular que
tan cruelmente faltaba al antiguo.
La obra ¡¡Le Socialisme et l' Europe", publicada por "Editions
du Seuil" a finales de 1965, puede situarse entre
los estudios
que marcan un hito en la evolución del pensamiento revolucio­
nario contemporáneo.
Claude
Brudain (1), en numerosos puntos de doctrina social,
ha dado la señal de "una marcha atrás", de un retomo a las. le­
yes sociales naturales
... y a la experiencia.
(1) Oaude Brouclain es el seudónimo colectivo de un joven grupo
-treinta y cinco años como media-especializado en los problemas eco­
nómicos internacionales que
se ha propuesto responder a las cuestiones
políticas fundamentales de nuestra época.
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Fundaci\363n Speiro

NlCHEL DE PENFENTENYO
Es un acontecimiento del que, ante todo, querernos resaltar.
Es necesario, en efecto, que se constate de· un modo claro y
neto. Incluso si esta "marcha atrás" no es más que parcial e
inconsciente, y aunque deje lo más esencial del orden social en la
noche del materialismo.
Hay que hacer esta constatación en honor de la verdad, a la
que esta obra acaba de rendir, aun sin saberlo, un brillante ho­
menaje. Su implacable proceso del socialismo, -su "desgarradora
revisión", ¿ no es acaso un modo de reconocer que, existen leyes
de
]a naturaleza que no podemos violar impunemente?
Bruclain está entre quienes apoyan de buen grado sus afir­
maciones sociológicas en
la "irreversibilidad de la historia", en
la "evolución fatal". Sin embargo, ha enviado a paseo de un
modo magistral esos postulados fatalistas. Ha rendido valerosa­
mente las armas a lo que no
·varía en la naturaleza social de los
hombres.
Lo más curioso, por otra parte, es que el Club J ean Moulin
no es el único de la izquierda que ha declarado abierto el proceso
del socialismo.
C. Lavau ha escrito en la comunicación presentada a la Asam­
blea General del
Oub Jean Moulin (3 de octubre 1964) que to­
dos, en
el Club, constataban que la "ruina de la vieja doctrina
socialista es casi total" (2).
El propio Togliatti, en su M em10randwm, a Khmuchtchev
(oct. 1964), ¿acaso no puso en guardia a Moscú acerca de las
posibilidades
que podían ofrecer al comunismo internacional las
formas actuales de la tecnocracia burguesa, planificadora y auto­
ritaria?
Existe, pues, una gran confusión ideológica en el pensamien­
to revolucionario. Todos reconocen que no puede mantenerse en
las posiciones ideológic~s que quedaran asociadas a las más som­
brías e inhumanas "experiencias de la Historia".
Se busca el ªaggiornamento", se echa sobre los demás la res­
ponsabilidad
de los crímenes del socialismo... Pero no se deja
(2) Le Socialisme et rEurope~ pág. 15.
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S0CIAUSM0 RUINA O CHAFALLO
por ello de perseverar en el camino del socialismo ... Un socia­
lismo que "esta vez" nos prometen purificado, renovado, deci­
dido a conducir
¡por las buenas a los pueblos hacia la ~z, la pros­
peridad, la fraternidad.
Escusémosles estas llamadas poco
"abiertis al diálogo de la
reconciliación".
Esta reconciliación es posible. Pero no en el equívoco.
Demasiado aniquilamiento humano, demasiadas matanzas, en­
carcelamientos arbitrarios, ruinas campesinas, demasiadas des­
trucciones familiares
han jalonado la ruta del socialismo.
Bruclain escribe que
"la ideología socialista aparece pericli­
tada"
(3); pero añade una reserva: no está periclitada sino para los "países que han alcanzado un cierto nivel de desarrollo".
Mantiene aún :
l. Que el socialismo ha sido beneficioso en los países que
no habían "alcanzado
un cierto nivel de desarrollo".
2.
Que el socialismo para construirse a escala europea y
después a escala mundial no necesita sino de un "aggiornamento".
Así se conserva la idea esencial del socialismo·
y la éimbición de lograr una unidad mundial con esta idea socialista.
* * *
Acerca del primer punto ( que el socialismo haya sido bene­
ficioso
para los países subdesarrollados) no creemos preciso de­
tenernos. Bruclain,
por su parte, no aporta ninguna demostración de
esto.
Lo afirma. Es para él un postulado.
:N"o expone como criterio justificativo sino el único argu­
mento de la "producción económica global", como si este crite­
rio bastara
para determinar el progreso real en la vida de un pueblo.
Nos entretendremos
más en el segundo punto: el apego al
socialismo como principio
y la pretensión de llevarlo a escalas
europeas
y ... mundiales.
(3) Op. cit., pág. 17.
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MICHEL DE PENFENTENYO
De todos modos, antes de emprender esta nueva "construc­
ción
social' el Club J ean Moulin piensa que precisa realizar un
inmenso reajuste en los principios socialistas
Declara valerosamente que una "desgarradora revisión" se
impone (¡,ág. 43).
Y de hecho, Bruclain, a lo
largo de su libro, ba rehecho tan­
to y tan bien la fachada, derribando viejas estructuras, despla­
zando tabiques, que nadie podría reconocer, de
un solo golpe
de vista, al socialismo.
Si proponemos aquí
un examen atento de este' "aggiorna­
mento" es porque se
hará pronto imposible intentar la menor
discusión inteligible acerca del socialismo, si los anti-socialistas
continúan atacando al "colectivismo del abuelito" cuando aquél
ha sabido recuperar, al hacer s.u restauración un gran número
de elementos del Derecho natural (libertad de iniciativa, econo­
mía del mercado, principio
de subsidiariedad).
* * *
¿ En qué consiste, pues, este audaz "aggiornamento"? En toda
puesta al dia hace falta discernir :
l. Lo que cambia.
2.
Lo que no cambia.
I
LO QUE CAMBIA EN LA RECONSTRUCCION­
RESTAURACION DEL SOCIALISMO
Subsistía en los viejos socialismos -tanto "revolucionarios-"
como "reformistas"---un cierto dogmatismo de la infalibilidad
matei-ialista de la evolución hacia formas sociales cada vez más
colectivizadas.
Bruclain piensa abolir esta "escolástica" estrecha y, para sal­
.
Var el socialismo, terminar con los "dogmas socialistas" (4).
(4) ¿ En qué consistirá, pues, la esencia del socialismo? Es lo que
veremos más adelante.
618C
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SOCIALISMO RUINA O CHAFALLO
¿ Cuáles son, pues, las piezas maestras de los socialismos clá­
sicos contra las que hay que emplear, despiadadamente, el marti­
llo y la piqueta?
El Club J ean Moulin considera separadamente "el socialismo
revolucionario'' y ''el socialismo reformista''
...
l. CRÍTICA DEL SOCIALISMO REVOLUCIONARIO.
Acerca de éste, Bruclain declara francamente que la organi­
zación socialista de la economía "es, por naturaleza, incapaz de
promover eficazmente la elevación del nivel de vida" Gpág. 23).
Es para· él el motivo de inculpación más grave. Es notorio,
en efecto, que no se detiene un instante en la incapacidad ra­
oical del socialismo para promover la elevación de los hombres y
conducirlos a su fin. Así, cuando descompcne
el ejemplo soviéti­
co
"prototipo de una economía socialista", su crítica, exclusiva­
mente dirigida hacia
el orden técnico de las cosas, no revela más
que las tres anomalías siguientes:
A. "Todas las decisiow.es económicas son~ en principio, to­
madas directamente por el Estado" (pág. 24)
El papel de las ernp,resas se halla así reducido a la ejecuc10n
de las decisiones imperativas.
Es la centralización total de los
poderes y de las responsabilidades (S).
(5) "La U. R. S. S. ofrece precisamente el modelo de un taylo­
rismo universal donde la sepa--acióu de dirigentes y ejecutantes es total" (pág. 24). "Es el totalitarismo estatal-"... "El plan presentado como un diálogo entre las partes interesadas constituye en realidad un cuadro de mando casi mílitar" (pág. 25).
Se
ha proscrito la menor idea de descentralización y de iniciativa. "La U. R. S. S. ha tenido que constituir una enorme burocracia que
aplasta
bajo su propia masa y en sus propios procedimientos, constituye por sí misma una especie de derroche Y, sobre todo, se revela incapaz de
619
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MICHEL DE PENFENTENYO
Contra este totalitarismo económico, Bruclain llega incluso a
rehabilitar
la economía del mercado. Hace ver, muy justamente,
que
una economía moderna debería inclinarse hacia la economía
libre
más que hacia el centralismo estatal.
Por otra parte, el socialismo francés no es el priinero en
reintegrar al socialismo ciertos elementos del liberalismo econó­
mico ...
¿ No intentó la U. R. S. S., bajo el mandato de Khrouchtchev,
transformar
el espíritu primitivo del Grosplan (6) e "introducir
de nuevo ciertas formas de la economía de mercado"?
B. "El Sr. Khrouchtchev declaró (7), poco antes de des­
aparecer, qUJe era necesario ·reforzar la emulación socialista de
los trabajadores mediante interesarlos materialmente de los re­
sultados obtenidos.
Esto es evidente en la industria, pero más aún en la agricul­
tura. El fracaso del sistema soviético en esta rama es bien cono­
cido:
la producción por habitante no ha aumentado prácticamen­
te desde 1913
... "
organizar la diversificación de los bienes de consumo. El académico Glouch­
kov ha calculado que si la organización de la gestión queda como está
actualmente, será preciso emplear en este
solo sector en 1980 ~princi.pal­
mente en contabilidad y planificación-( ... ) toda la población adulta de
la U. R. S. S." (pág. 25).
(6) Por el mismo heaho de la dictadura del Plan... el sistema de
precios está sometido a una tarificación autoritaria. Evidentemente, el
Estado totalitario no puede aceptar el riesgo de resultar en contradicción
con
el libre juego de la oferta y la demanda: "De ello resultan numero­
sos despilfarros"
-- mas
de .producción y de los precios. El Plan fija la producción en vo­
lumen y no en valor, favoreciendo la cantidad en detrimento de la ca­
lidad. "Así, las normas fijadas a las papelerías, expresadas en toneladas,
es frecuente que den lugar a que e~ -papel producido sea mucho más
grueso de lo necesario;
y si , los objetivos se fijaran en superficie, se
podría temer que el papel se haría demasiado fino" (pág. 27).
(7) "Ante el Soviet Supcemo el 13 de julio de 1964."
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SOCIALISMO RUINA O CHAFALLO
"La agricultura soviética, que emplea aún más del 40 por 100
de
la población activa, no alcanza a asegurar convenientemente 1~
alimentación del país. Con un número de agricultores siete u
ocho veces menos elevado, en relación (alrededor del S por 100
de la población activa}, los
Estados Unidos obtienen una produc­
ción agrícola ampliamente superior (8).
Esto es lo que explica el fracaso del socialismo en el mismo
terreno
en el cual se presentaba como la única teoría "científica".
Bruclain lo
ha demostrado. Pero deploramos su silencio so­
bre otro fracaso del socialismo revolcionario : su fracaso en el
plano humano.
Se han denunciado los horrores del nacional-socialismo. ¿ Por
qué no se hace también con el socialismo a secas?
Cierto silencio sobre la "técnica de la esclavitud" y sobre
el
aniquilamiento de las personalidades en la U. R. S. S., en Ale­
mania del Este, en China, aparece como rasgo muy significativo
de
un sistema de pensamiento prácticamente materialista.
Pero pasemos a la crítica del socialismo reformista.
2.
(RÍTICA DEL SOCIALISMO REFORMISTA,
Ei:itre los dos socialismos, el mismo Bruclain no encuentra
más que dos diferencias de grado.
La naturaleza permanece igual;
colectivismo despersonalizante
y vagabundo, por un lado; tota­
litarismo del Estado,
por otro.
(8) "En la U. R. S. S. coexisten dos sectores, uno socialista y el
otro privado. Es en el primero donde surgen todas las dificult.ades: Con
el
4 por 100 de las superficies cultivadas (30 por 100 de las tierras,
añadiendo a ellas
las superficies necesarias para el mantenimiento del ga­
nado), las explotaciones individuales
aseguraban todavía en 1958 la mitad
de la producción de leche y carne y la mayor parte del aprovisiona­
tn:.ento en patatas y legumbres" (pág. 30).
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MKHEL DE PENFENTENYO
Las poMaciones ... a la asistencia pública.
"El socialismo continúa considerando al conjunto de la po­
blación como merecedora en justicia, en muchos aspectos, de la
asistencia ¡pública" (pág. 36).
"Sería fácil multiplicar ejemplos en los CUales el socialismo
tradicional,
aplicando a los problemas sociales soluciones anti­
económicas, ¡ppne obstáculos al desarrollo económico y llega a
resultados antisociales.
"El remedio habitual consiste entonces en confiar al Estado
la m~sión de sustituir por sí mismo los mercados decadentes,
pero ... no lo logra nunca; capitalista o socialista, el Estado em­
presario sabe organizar mejor la penuria que producir la abun­
c1ancia" (págs. 35-36).
Es cierto en lo tocante a la vida industrial, pero lo es también
para la agricultura. El mismo fenómeno de depresión económica
provocado por la intervención abusiva del Estado en el mecanis­
mo de los precios es causa igualmente de la actual asfixia de
nuestra vida rural. ¿ Por qué no reconocerlo? No obstante, la
conclusión llega con una justeza notable:
"En total, este socialismo distributista ( ... ) extiende por la
nación
el sentimiento de que siempre ten•emos derecho a pedirlo
todo
al Estado sin ofrecerle nada a cambio y disuelve el sentido
del civismo y de la resp•onsabilidad. Conduce también hacia la
ineficacia
y el desorden" (pág. 37) (9).
Las nacionalizaciones: el Estado inicapaz de mandar.
La creación de un amplio sector público es generalmente pre­
sentada como condición del éxito
del socialismo.
Bruclain responde:
''La experiencia muestra, no obstante,
que en numerosos sectores el Estado no manda en absoluto en
lo que posee" (pág. 38).
(9) Subrayado por nosotros.
622
Fundaci\363n Speiro

SOCIALISMO RUINA O CHAFALLQ
Así, pues, las nacionalizaciones (las cuales tenían por objeto,
según las teorías socialistas, sustraer las actividades neurálgicas
de la vida económica de los albures del juego privado) conducen
a feudalidades perfectamente capaces de defender su independen­
cia con respecto al propio Estado.
En otras palabras: "Cuando el Estado multiplica sus inter­
venciones, llega un momento en que, omnipresente y dilatado,
deja escapar de su seno miles de feudalidades que le privan de
su sustancia" (pág. 40).
Entonces ocurre... lo que acaece a toda autoridad insegura
de su poder: somete a un régimen imperativo.
"Intervenciones, plan, nacionalizaciones,
tal es la trilogía tec­
nocrática con la que el socialismo francés intenta ocultar su vieja
desnudez doctrinal" (pág.
42).
"Desnudez doctrinal"; la fórmula nos agrada. Incita a ir
más lejos analizando las causas de las anomalías que Bruclain
denuncia
tan rotundamente.
3. ELEMENTOS DE LA "RESTAURACI1ÓN" DEL SOCIALISMO.
Bruclain llega, pues, a determinar en qué puntos de la doctrina
socialista debe recaer la
"revisión desgarradora". De ellos desta­
camos nosotros :
A.
Una cierta rehabilitación< del mercado.
"En tanto que el interés y el wovecho sean los medios más
poderosos de incitar a los hombres al esfuerzo, deberán consti­
tuir la base del sistema económico" (pág. 43) (10).
Nos encontramos de nuevo
en pleno principio liberal. Que el
Club J ean Moulin, cabeza del nuevo socialismo, adopte el pro-
(10) Subrayado por nosotros_
623
Fundaci\363n Speiro

MlCHEL DE PENFENTENYO
vecho como base del sistema económico, marca la pauta en la
evolución del espíritu revolucionario (11).
Se abstiene, bien entendido, de profesar un uliberalismo" sin
límites ni freno. Como en la doctrina tradicional, excluye del
libre juego del mercado los bienes o prestaciones que
por na­
turaleza corresponden al "servicio público", los cuales "no sien­
do individualizables no pueden ser objeto de un precio (Defensa
Nacional, Justicia, conservación de tesoros naturales ... )" (pá­
gina 46).
Considera igualmente
el sector en el que el "libre juego del
mercado-no es enteramente admisible"; aquel en el cual el valor
no puede expresarse en "términos monetarios ... Es particular­
mente
el caso de cuanto concierne al dominio cultural, Hya que
muy a menudo las ¡preferencias de la mayoría se inclinan hacia
valores discutibles
y se alejan de las creaciones auténticas, y así
favorecen la producción de las
primeras en perjuicio de laS
otras" (pág. 47) (12).
(11) ¿ Será necesario recordar que el interés y el beneficio han sido
siemp1'e considerados por la Iglesia misma como las fuentes naturales
--buenas en sí mismas-de la actividad creadora? De ahí a hacer de ella
la base del sistema económico hay un abismo.
La doctrina cristiana rechaza el someterse solamente al juego del
"provecho". La Iglesia ha mostrado, desde hace mucho tiempo, que este
resorte poderoso de
la actividad humana es necesario, pero que debe ser
regulado
por un orden moral que lo domine. Nos remitimos al a.nexo donde
presentamos
un cuadro de los motivos por los cuales la Iglesia ha re­
chazado las teorías del "juego automáticamente bueno y justo de la eco­
nomía liberal",
igual que el "juego automáticamente bueno y justo de la
economía colectivista".
(12)
Es preciso señalar cómo, a cada instante, se tropieza con el
problema de la subordinación de
lo económico a lo ético. La economía
moderna no admite la doctrina del
justo precio (Santo Tomás Ila IIae
Qu 77). ¿ Qué referencia hay que admitir entonces para la determina­
ción
de los valores económicos? El liberal individualista respondería: es
el libre juego de las confrontaciones... y de eso resultó la ley de la
jungla.
Los socialistas clásicos respondían: el Estado fija todos os va­
lores
... Broudain trata de distinguir sectores de libertad ... y sectores de
determinación
autoritaria... pero ¡ siempre es un arbitrio materialista!
624
"
Fundaci\363n Speiro

SOCIALISMO RUINA O CHAFALLO
Por fin, espera que el amplio sector abierto al mercado libre
-una vez definid()--no sea dejado en manos de los juegos aza­
rosos del "laisser faire" ... "conviene orientar ... (estos juegos}
en
un sentido lo más conforme a los objetivos generales de la
sociedad" (pág.
47).
Aquí de nuevo surge la pregunta, ¿ qué hay más tradicional?
Libertades mas no licencia
... Los hombres deben reconocer los
"objetivos generales de la sociedad"; es la finalidad la que de­
termina el orden de las cosas. ¡ Qué pena que Bruclain se quede
corto aqní, en torno a estas finalidades generales de la sociedad
r
El fondo del problema está aquí. El resto no son más que me­
dios. No existe doctrina sin finalidades. ¿ Cómo establecer un
orden verdadero y justo sin dar respuesta a la cuestión de los
"objetivos generales de la Sociedad"?
Se queda corto en lo tocante al problema del orden moral. El
orden moral es e:,qpresión de un orden objetivo de las cosas. Pri­
mero el orden de las -cosas, el orden de la naturaleza, después ]a
moral.
Si no... caemos en un "rnoralismo" abstracto, kantiano, sin
fundamento ... , o en "el inmoralismo" anarquista. Bruclain
no
podrá salvar el obstáculo en tanto permanezca encerrado en
.su sistema cerrado sobre lo temporal. Permanece preso de este
pensamiento naturalista, de este ateísmo sociológico que mantie­
ne cautivo al pensamiento social ·contemporáneo
; este ateísmo y
este materialismo sociológico constituyen el denominador común
del capitalismo liberal y del socialismo, antiguo o nuevo. Por
ello, pese a que cree "haber sobrepasado al capitalismo y al so­
cialismo", no hace más que girar alrededor de estos dos .polos deI
humanismo ateo.
No ava:nza un solo paso en lo esencial .
. .. Pero avanza mucho en el reconocimiento emp-írico de las
"estructuras" del derecho natural: ¡ ojalá pueda este reconoci­
miento conducirle al orden natural mismo!
Lo ¡peor es que, a cada instante, Brudain presiente su lagu­
na en este punto esencial, gira alrededor, se quema ... se acerca
mucho...
sin llegar a colmarlo.
"En la medida en que el dominio de la libertad de iniciativa
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MlCHEL DE PENFENTENYO
esté así extendido, será necesario establecer un nuevo "orden
público" destinado a asegurar su buen uso: el mercado y su con­
secuencia normal,
el provecho~ co~stituyen, _en el momento actual
estar material, pero tie1tden naturalnwnte a erigirse en fin1es para
crear una civilización del dinero. Nada es más urgente que iper­
,catarse de los enderezamientos que exige una jerarquía socialis­
ta de los valores~ ya que, desde ahora en adelante, las contamina­
ciones del mercantilismo son fácilmente perceptibles en el seno
mismo de las posturas socialistas" (págs. 48 y 49) (13).
''i Establecer un nuevo orden público!" "Una jerarquía so­
cialista
de los valores." He aquí de nuevo la vieja postura total­
mente vana de volver a empezarlo todo a cero y de recomenzar
sobre -las ruinas del orden humano, que ha quedado dislocado y
disgregado por haberse rechazado el principio de finalidad.
Reconozcamos, no obstante, la intención ... Es resultado de
esa inalterable aspiración de los hombres un orden verdadero,
que trasciende
y organiza lo humanio.
B. J era,-qwí.a social... cwerpos intermedios, otro elemento de
"doctrina" que figura entre los nuevos Hobjetivos".
Así, _pues, Brudain vuelve de nuevo a· las jerarquías socia­
les...
y no teme afirmarlas -concretamente en términos bastante
próximos al Derecho natural; no le falta más que la palabra:
.cuerpos intermedios. Pero la idea esencial está:
"Si interesa retirar al Estado ciertas competencias o prerro­
gativos, ello no significa que deban ser transferidas a empresas
capitalistas;
en una concepción socialista moderna, una gama muy
completa de agrupaciones democráticas debe interponerse entre el
mercado y el Estado: cooperadores, agrupaciones de consumidores
y auditores, asociaciones culturales, sindicatos, etc .... El poder pú­
blico debe, a pesar de estos testimonios de una democracia fun-
(13) Subrayado por nosotros.
626
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SOCIALISMO RUINA O CHAFALLO
cional, liberarse de las viejas tentaciones jacobianas que van del
paternalismo al autoritarismo" (pág. 49) .
Y además
el Club J ean M mdin llega hasta profesar el "prin­
,eipio de subsidiariedad", que hasta ahora era el antídoto exacto
ocuparse más que de aquello que no pueda ser solucionado en
instancias inferiores" (pág. 84). ¡ Qué mejor definición de la
·"función jerárquica y complementaria de_ los cuerpos interme­
dios"?
Otra fórmula feliz: la "democracia funcional" (pág. 49) se
adapta muy bien a la idea de "democracia del pueblo" (14), la
cual, según Pío XII, es exactamente lo contrario de "demacra­
da de masa" ... y supone, para realizarse, esas jerarquías de
.cuerpos intermedios, de responsabilidades .. , y, por consiguiente1
¡ Qué nuevo es todo esto en el "socialismo" ! Le falta, no
obstante, un elemento esencial para que Brudain pueda llamarse
artesano del Derecho natural ...
Es el hilo director de los "obje­
tivos generales de la sociedad".
Sin finalidad común, esos "cuer­
pos intermedios"
¿serían otra cosa que marcos cómodos de una
;Jrganización tecnocráticat Simples soportes de una "jerarquía
socialista", órganos de una desconcentración quizá y no de una
verdadera descentralización.
Es ahí donde se juegan las cosas. Por mucho que quiera
Bruclain rehabilitar la terminología tradicional : provincias, re­
giones, oficios, profesiones, libertades, cooperativas incluso ... ,
esas sociedades no vivirán más qúe de la vida que les sea insu­
flada por los Colegios de Sa-bios elegidos por cooptación ... , en
tanto que permanezcan dentro de la esencia del socialisITlo (si­
nárquico y ya no ,popular).
Por otra parte, Bruc1ain no intenta esconderlo por cuanto
,cdopta las tesis de Bloch-Lainé (15), de Memles-J (14) Radio-mensaje al mundo, 24 de diciembre de 1944.
(15) Recordemos que la tesis de M. Bloch-Lainé sobre La Reforma
de la Empresa germinó en el Club J ean Moulin.
627
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MliCHEL DE PENFENTENYO
de ayer ya, de León Blum y de J, Burnham (16), Tesis que con­
sideran como fatal y necesaria la evolución de la propiedad de los
medios de producción hacia la "disociación .creciente entre la
función de propietario y la función de director"; a que un "pa­
tronato de función sustituya al "patronato de propiedad".
No parece que diga nada este pequeño párrafo de doce líneas,
pero
¡por sí solo y en sí mismo -constituye el pilar esencial de la
tesis sinarquista de las "libertades económicas : libertades redu­
cidas al mínimo grado de la actividad productora, pero liberta­
d'es truncadas y encerradas dentro de los rigurosos limites fija­
dos por las altas "instancias" del
Poder Dictatorial (17),
C. Pluralismo, puesto que n'O hoy libertad sin; elección.
"La organizac10n de las diversiones, como la de la info~a­
ción, de la salud pública y del sistema escolar ... , debe ser múl­
tiple, es decir, pluralista"
(pág. 46), Podemos decir de este "plu-·
ralismo" lo que dijimos, arriba, del "liberalismo" o de la "des­
centralización": el totalitarismo socialista no cambiará ni un ápi­
ce en tanto rehuse abrir sus fronteras del orden terreno a pers­
pectivas más altas. La descentralización de la que habla amplía las
fronteras del materialismo, pero no las abre.
(16) Cfr. en Tecnocratie et Liberté, I cuaderno, Club J. L. Ri­
Chard, pág. 53, o :en ca.stellario, "La tecnocracia y las libert.ades'~
(ed. Speiro, S. A.), I parte, págs. 48 y Sigs_
(17) Si al "poder económico" se le priva del medio de ejercerse, que
radica en la propiedad de los medios de producción y la libertad de
iniciativa, ya no es· un '1poder p,rivado"; nada puede impedir, pues_, su
caída en la esfera de atracción del "poder político". Así, pues, la con­
fusión del poder económico y del poder político es lo que define exact.a­
t1lente
el totalitarismo, tome o no la denominación de socialismo,
628
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SOCIALISMO RUINA O CHAFALLO
II
"LO QUE NO CAMBIA" O CONSTANTES
NATURALISTAS Y .REVOLUCIONARIAS
EN LA RECONSTRUCCION-RESTAURACION
DEL SOCIALISMO
Le Socialisme et l'Europe ha sido generalmente bien acogi­
do en los ambientes liberales. Numerosos son aquellos que han
aplaudido la "feliz evolución del Club Jean Moulin".
-"Si el nuevo socialismo reconoce la economía del merca­
,do
· y la legitimidad del provecho... j aceptemos el socialismo!"
No obstante, se proclama muy alto la permanencia del so­
dalismo.
Esto no quiere decir, por tanto, que el socialismo responde
a criterios distintos de los del colectivismo. Pero ,pocas personas
pueden distinguir esos "otros criterios".
Y a hemos hecho notar de paso las raíces permanentes del so-
cialismo de Bruclain, principalmente:
la negativa de reconocer las finalidades
supremas del hom­
bre y de la sociedad ;
la negativa de reconocer una jerarquía fundada en el or­
den de los valores de acuerdo wn sus finalidades.
Es el naturalismo social, consecuencia del naturalismo del es­
píritu: un ateísmo sociológico (18).
Del cual derivan las principales aberraciones siguientes:
(18) "... el aspecto más sin.iestr~ente típico de la época moderna
consiste en la absurda twtativa de querer reconstruir un orden tempo­
ral sólido y fecundo prescindiendo de Dios, único fundamento en el que
puede sostenerse... Sin embargo, la experiencia cotidiana, en medio de
los dei.engaños más amargos y-aun a veces ~ntre formas sangrientas,
sigue actuando lo que afirma el libro inspirado: Si el Señor n.o constru~
31e la. casa, en vano se afanan lo~ que la edifican" (Juan XXIII, Mater
cr Magi.stra, 218).
629
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MICHEL DE PENFENTENYO
a) Una ausencia de referencia a verdad alguna superior a
las fuerzas materiales.
-"Nadie es capaz de decir hoy en día hacia qué tienden
nuestras sociedades industriales"
(pág. 59);
-"No existe, en materia cultural, valores objetivos recono­
cidos
por todos" (pág. 100).
b) Una tendencia hacia el concepto del materialismo his­
tórico: las fuerzas oscuras y materiales son las únicas verdaderas
causas de los cambios sociales.
"Este cambio de posiciones (capitalistas y socialistas) no de­
pende más que de la evolución histórica" (pág 23).
e) Una hostilidad hacia todo lo que enraíza lo humano, lo
personaliza y lo prntege.
Hostilidad princÍ(Palmente hacia la propiedad personal y por
Ja herencia familiar. Para Bruclain:
"El principio hereditario es tan chocante en este campo ( eco­
nómico) como en los otros, de donde fue e,cpulsado ( ... ). En una
palabra, no pudiendo destruirse este principio, interesa restrin­
girle, mucho más vigorosamente de lo que hasta ahora se ha
hecho, los abusos y los daños" (70-71) (19).
Volvemos aquí a caer al nivel
primario de los antiguos so­
cialistas, que no
han cesado de confundir la propiedad... y el
uso que de ella podemos hacer. Si algunos se apoyan en
su po­
der material para aplastar a los pobres y a los ipequeños, sancio­
némoslos y castiguémoslos.
En lugar de destruir la propiedad
privada, j difundámosla y popularicémosla !
d) Mito de la igualdad marxista.
"Al término de la evolución que el socialismo piensa acele­
rar,
las libertades individuales resultarán reconciliadas con las
exigencias. colectivas, y el individuo consigo mismo: "De cada
(19) Nótese que, de forma evidente en muchos puntos, aunque no
sea más que en
el plano físico, la herencia no es un principio, sino un
hecho natural. En que se trate de limitar los abusos y dafios, de acuer­
do. Pero negar su realidad, es decir, en conjunto sus beneficios en el
p1ano social como en cualquier otro, es ir contra las leyes de la natu­
raleza ... para desembocar en un gran número de equivocaciones.
610
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SOCIALISMO RUINA O CHAFALLO
uno según sus capacidades, a cada uno según sus necesidades1
tal es el objetivo principal" (pág. 59).
Bruclain, no obstante, se ha guardado mucho de mencionar
los autores de esa frase... que no son otros más que
Marx y
Engels (en
Crítica. de los programas de Gotha y de Erfurt).
e) La felicidad del hombre juzgada, pesada, expresada en
términos de producción material, de distribución y de consumo.
"El interés y el provecho ... los medios más poderosos ¡para
incitar a los hombres al esfuerzo ... " (pág. 43).
"El interés y el provecho ... deben constituir la base del
sistema económico" (pág.
43, (20).
j) Impotencia, por tanto, para dar al "ideal socialista" otra
finalidad que la económica a
pesar de algunos impulsos hacia un
"humanismo" desvaído y tan grandilocuente como inconsistente.
~ H En el corazón de la visión socialista se hálla la voluntad
de abolir progresivamente las falsas finalidades sociales
que
son: el dinero, por un lado; el poder, par otro" (pá­
gina 58).
¿ Cómo conseguir la abolición del afán de dinero y poder en
un sistema que no admite como base más que el interés y el
"provecho" ?
Estamos completamente de acuerdo con la "abolición del di­
nero y del poder", en tanto consideradas como finalidades su­
premas. Pero después de esa abolición, ¿ qué queda en el "cora­
zón de la visión socialista" si se rechaza el Fin del hombre?
Bruclain
contesta: "El hombre se convierte en socialista en
la medida en que, habiendo sobrepasado sus apetitos de dinero
y de dominio, se realiza en una creación y halla su justificación
en una solidaridad" (pág. 60).
Y más adelante define la era socialista: es aquella H en la
que el hombre
se reconcilia consigo mismo mediante un traba­
jo-creadón, y con los demás mediante una actividad desintere­
sada. He aquí, para decirlo con palabras de Teilhard de Chardin,
una especie de punto omega en el que, gracias a la mejora con-
(20) Subrayado. por nos'otros.
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MJCHl!L DE PENFENTENYO
tinua de la organización social y a un esfuerzo incesante sobre
si mismo, el hombre alcanzaría su más alto grado de perfección
y de felicidad" (pág. 90).
Y he aquí a lo que se reduce el ideal humano del nuevo so­
cialismo ... ¡ después de veinte siglos de cristianismo! Una vaga
"solidaridad" (sin saber a ciencia cierta con qué hemos de soli­
darizarnos),
un "trabajo-creación" (¿ creación de qué?). Los so­
cialistas del siglo
xrx, al menos, entusiasmaban con mitos más
consistentes, menos abstractos, menos impersonales.
Creemos soñar...
¿ Dónde están, pues, los héroes, los santos,
los mártires de ese "más alto grado de felicidad" ? ¿ Quién ha
dado nunca su vida por divinidades tan fantasmales?
g) Incapaz de desembocar fuera de ese mundo de lo ma­
terial, el nuevo socialismo, por el contrario, se permite objeti­
vos muy definidos; en
el plano político: la unificación del mundo.
-"El socialismo aspira a constituir wna unidad p·olítica mun1-­
dial~ es decir, a sustituir las soberanías nacionales por una sola
soberanía mundial.
El socialismo considera como eminentemente
conservadora
y antisolidaria la noción de independencia nacio­
nal" (pág. 60).
-"El socialismo cree poder promover progresivamente la
unificación política del
mundo; el Estado no es para él más que
un procedimiento tem¡ioral e intrínsecamente desprovisto de vir­
tudes
propias" (pág. 85).
Lógica del espíritu totalitario: si el único objetivo consis­
tente y real de la vida social es "el aumento rápido de los niveles.
de vida individuales" (pág. 107); si, por otra parte, llevada a
esta exigencia exclusivamente técnica, "Ja escala nacional es in­
suficiente
para las unidades productivas en la mayoría de los
sectores económicos,
punta" ... ) hay que apresurarse, evidente­
mente, a revisar
las nociones de: Patria, Nación y Est.ado ... El
marco de la nación resulta entonces demasiado exiguo. Conclu­
sión: fundemos y rehagamos los pueblos partiendo de las únicas
exigencias técnicas de la producción
y del cambio.
Todo lo que no encaje en los esquemas mecánicos de la Or­
ganización económica será deshecho, destruido y nivelado. Mu-
632
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SOCIALISMO RUINA O CHAFALLO
tilados de sus patrimonios no tecnológicos, los pueblos deberán
conformarse con los dictados absolutos como
una ecuación mate­
mática de la Organización tecnocrática.
Tales concepciones desembocan en los absurdos de nuestra ac­
tual concentración de la población
y en la eliminación progresiva
nica. Desembocan_ en ciertos países en la fijación de un contin­
gente demográfico, con penalización fiscal a partir de dos o tres
hijos (21).
Tal es, pues, según Bruclain, la verdadera firmeza del socia­
lismo, la única
vCTdadera finalidad suprema: la unidad mundial,
mediante la abolición de autonomías nacionales
y el "reagrupa­
miento progresivo de los diferentes Estados
... en el seno de or­
ganizaciones supranacionales''
(pág. 65).
Y puesto que, según él,
"no existen, en materia cultural, va­
lores objetivos reconocidos
por todos" (ipág. 100), los elementos
"objetivos" capaces de organizar el mundo serán las necesidades
económicas.
Parecía Bruclain en camino hacia
un cambio doctrinal com­
µleto. Descubrirnos que sólo
Hcarninos y medios" cambian. Aban­
dona los itinerarios pantanoso.s del colectivismo, en
el que se
encenagó el_ carro de la Revolución. Decide recorrer de nuevo
parcialmente las rutas eficaces
y sólidas del orden natural. Pero
no abandona nada de las ambiciones totalitarias del socialismo.
Marca
un cambio de itinerario, pero su meta sigue siendo la
misma: la unificación mecánica de los
pueblos y su sumisión to­
tal a un sistema unitario, a
una fría organización de fuerzas.
El equipo "Guillaumat" -que ha puesto sobre raíles el
V Plan-había partido de las mismas concepciones; reléanse
las
Reflexions powr 1985; ¿ cómo están planteados los problemas
de· la Civilización futura y de la "supervivencia intelectual y cul-
(21) No nos extrañe aquí leer este saludo patético a. favor de la abolición de las leyes "obscurantis­
tas" que "se niegan a reconocer a las mujeres
fraricesaS el derecho de
decidir el número de niños que tendrán".
633
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MlCHEL DE PENFENTENYO
tural de Francia? ¿ Cómo y con relación a qué están determina­
Cios los "valores tradicionales, como la familia"? (22').
¿ Cuál es, pues, el punto de referencia de las reformas a pro­
mover?
- ¿ El orden humano presente y eterno?
-De ningún modo, sino la irreversible necesidad de acep-
tar la rivalidad mundial de las po~encias económicas. La carrera
hacia la producción y el cambio... "Europa ... impuesta como
marco ... inevitable de su supervivencia ... " "la confrontación cort
los
Estados Unidos, desafío temible ... ".
Perspectiva que debe obligarnos "a consentir a todo lo que
implique la
ape!tura de las fronteras, a consentir las concentra­
ciones ... ".
¿ Consiste en eso el "nuevo" socialismo? Es viejo. Corno lo es
su antigua ambición tiránica de rebajar lo humano a sus objeti­
vos
rastreramente técnicos (2'3).
Se realiza ya bajo nuestros ojos. El rapport del grupo Guil­
laumat
ha dibujado ya las grandes líneas de este nuevo socialis­
mo a la francesa :
- la
Enseñanza cada vez más de acuerdo con la realización
del hombre "buen productor y buen consumidor" (24),
-
la familia, simple unidad demográfica de la que nos intere­
sa recuperar la productividad económica de la mujer "cuando
haya terminado de educar a sus hijos" (25), reduciendo el tiem­
po de cualquier necesidad de educación materna mediante el des­
arrollo de "centros de educación para niños de pecho" (2'6).
En cuanto a las patrias y naciones, deben desaparecer ante la
nueva sociedad tecno_crática,
sin límites ni fronteras, poblada de
(22) Cfr. Reflexiones pour 1985, pág. 15. La familia no es "valor de
tradicióh", sino uri. hecho de la naturaleza, lo que le da un valor cOm­
pletamente diferente.
(2J) Se encortrará una recensión de Refle-xions powr 1985, en P,er~
manen.ces, 22:
(24) Véase las Re/lc:rion-s pou,r 1985, pág. 38.
(25) Op. cit., piig. 40.
(26) Op. cit., pág. 27.
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SOCIALISMO RUINA O CHAFAUO
hombres anónimos "extraños al tiempo y al espacio, niños halla­
dos de
un género humano en el que cada generación estaría des­
ligada de la precedente
... , individuos, ejemplares impersonales de
una humanidad anónima" (Zl). Leyendo a los nuevos socialistas,
podemos verdaderamente preguntarnos si para ellos
el ideal hu­
mano
"no es más que un amplio campo de q_:¡ersonas desplazadas
e indefinidamente desplazables, una inmensa organización de
apátridas".
No nos engañemos, no podremos escapar a esas consecuencias
"necesarias", "inevitables", fatales, a
partir del momento en que
nos empeñemos en profesar
el primer principio del socialismo
-antiguo o moderno-de la primacía del ámbito tecnocrático.
El libro de Bruclain no es un coup de tete de un equipo jewne­
turé:. Es una variante -más inteligente que muchas otras-en
el sobado tema del "progreso de Ia humanidad" mediante la fe­
licidad laica, obligatoria, l!l1anificada, uniformada. Del Club de
Jean Moulin a las
Reflexions po-u:r 1985 las diferencias de méto­
cío prácticas son reales, pero el espíritu fundamental sigue siendo
esencialmente
el socialismo tecnocrático con pretensión mundial.
El "aggiornamento" socialista· de Brucbin representa una
nueva variación después de tantos rodeos, titubeos, vueltas a em­
pezar, de
un ·pensamiento social marxista que es el "Ocaso del
mundo", como lo ha escrito
Jean Madiran (28). Y este pensa­
miento marxista es triste
y viejo ... es la "esclerosis y la recaída
de nuestra
~istoria humana", es el "fruto último de la a¡x>stasía
de las naciones cristianas".
Por ello nada nos parece mejor para concluir que transcribir
estas líneas de
J. Muracciole, quien ha logrado expresar así lo.que
piensan muchos otros de sus contemporáneos de veinte
años:
"Nuestros padres, antes que nosotros, estuvieron inclinados ha­
cia
el marxismo. Y su método es siempre el mismo. Si queremos
('21) Su Exc. Monseñor Blanchet, Discours d'en_trée des Facultés, en
el Jnstitut Catholique de París, 5 de noviembre de 1956,
(28) Jean Madiran, J..,a, vieillesse du Monde, Colección Jtinéraires,
NEL.
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MfCHEL DE PENFENTENYO
hallar la causa de la originalidad de los jóvenes franceses de
hoy en día, no
es aquí donde la debemos buscar. Es hacia otra
minoría activista que .hay que ínclinarse, aquella que está dicidi­
da a luchar contra esta invasión del totalitarismo. A todos aque­
llos: --+--Católicos o no----a quienes este totalitarismo desalentaba se
ies im¡pone muy ,pronto la alternativa: No se lucha por la libertad
profe-sional ,.¡ p-or la Propiedad-privada: Dios o nada. A favor o
en contra de Dios en política. Algunos
han retrocedido, asustados,
buscando sucedáneos, pero todos tienen conciencia de ello : mar­
xismo o catolicismo es la verdadera dialéctica planteada a la ju­
ventud: La elección ante la cual se enfrentan aquellos a quienes
la política ha sensibilizado particularmente es sólo ésta: el par­
tido de Dios o el del totalitarismo" (29).
ANEXO
EL ORDEN Y LA JUSTICIA
NO PUEDEN ;RESIDIR.
ni solamente en el beneficio
sin freno
( conce¡,ción liberal-materia-
lista)
ni en el Socialismo colecti­
vista
(concepción social -materia-
lista)
considerados como "base del sistema económico":
_., -frrim:o: "En un mundo
ecoriómico así concebido, la
ley del más fuerte encontraba
plena justificación
en el plano
teórico y dominaba el terreno
de las relaciones concretas
entre los hombres. De lo cual
-"Cuando los hombres sa­
ben que trabajan un terreno
propio, lo hacen con un afán
y esmero mayor;
y hasta lle­
gan a cobrar
gran afecto al
campo trabajado con sus pro­
pias manos y del cual espe-
(29) Jeunesse et politiqu:e, en Permanences, 39.
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SOCIALISMO RUINA O CHAFALLO
resulta un orden económico
totalmente tnrbado desde sus
mismas raíces"
(Mat. et Mag.
12).
- secundo: "Como es sabido,
en aquel entonces la concep~
ción del mundo económico
más difundida y puesta por
obra en mayor eséala era
una concepc1on naturalista,
que niega toda relación entre
la moral y la econorrJa. Mo­
tivo único de ia acción econó­
mica, se afirmaba, es el pro­
vecho individual. Ley suprema
reguladora de las
rdaciones
entre los factores económicos
es una ~ibre concurrencia sin
límite alguno. Intereses de
los capitales, precios de las
mercancías y de los servicios,
ganancias
y salarios se deter­
minan pura y mecánicamente
según las leyes del mercado"
(Mat. et Mag. 11).
-tertio: Esta concepción
errónea, Pablo VI la ha re­
probado diferentes veces, igual
ran para sí y para su familia
no sólo los alimentos, sino
hasta cierta holgura abun­
dante. Entusiasmo por el tra­
bajo, que contribuirá en alto
grado a aumentar las produc­
ciones de la tierra y las
riquezas de la nación,,
(León XIII, Rerum, No'IJa­
rum,, 37).
"Ante todo debe afirmar­
se que el mundo económico
es creación de la iniciativa
personal de cada uno de los
ciudadanos, ya en su activi­
dad individual, ya en el seno
de las diversas asociaciones
para el logro de intereses co­
munes"
(Mat. et Mag. SI).
-"Pero siempre debe afir­
marse el principio de que la
presencia del Estado
en el
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Ml'CHEL DE PENFENTENYO
que sus predecesores : "Es un
hecho que el sistema econó­
mico y social engendrado por
el liberalismo de Manchester ...
-para el cual la economía
está destinada ante todo
al
beneficio privado--no es por
la perfección, la paz, ni la
justicia, que todavía divide a
los hombres en clases irreduc­
tiblemente opuestas... (Alo­
cución del 6 de julio de 1964
al Patronato Cristiano Italia­
no: UCID).
campo económico, por exten­
sa
y profunda que sea, no se
encamina a empequeñecer,
cada vez más, la iniciativa
personal de los individuos,
sino más bien a garantizar a
esa esfera la mayor amplitud
posible, tutelando efectiva­
mente, para todos y cada
uno, los derechos esenciales
de la persona; entre los cua­
les se ha de reconocer el de­
recho que cada persona tie­
ne de ser y permanecer nor­
malmente como primer res­
ponsable· de su propia manu­
tención y de
la de su propia
familia, lo cual exige que en
los sistemas económicos esté
permitido y facilitado, a cada
individuo, el libre desarrollo
de la actividad de una pro­
fesión provechosa"
(Mat. et
Mag, 56).
Pablo VI ha demostrado que la sociología totalitaria sumerge
sus raíces en los mismos errores que el liberalismo. En este últi­
m'o "la armonía social no se esperaba más que del determinismo
de las condiciones económicas en juego".
El error totalitario,
igualmente, "hace del viejo materialismo dialéctico el dogma fun­
damental de su triste sociología".
Los dos, pues, "ponen el becerro de oro en lugar del Dios del
Cielo y de la Tierra" (
Alocución del 6 de julio de 1964 al Pa­
tranoto Cristiano Italiooo UCID).
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