Índice de contenidos
Número 67-68
Serie VII
- Textos Pontificios
- Actas
- Estudios
- Homenajes
Autores
1968
Dos fragmentos del discurso de Rafael Gambra en el acto de su homenaje: La «desmitificación» de la Historia de España y los separatismos. Sentido del silencio de Dios
Dos fragmentos del Discurso de Rafael Gamhra en el acto
de su homenaje: La '.'desmitificación" de la Historia
de España y los separatismos,. Sentido del silencio de
Dios.
El sábado 6 de julio, en el Hotel Victoria, de Madrid, se ofre
ció a Rafael Gambra, por un numeroso gr1.1jl0 de amigos y de ad
miradores, una cena homenaje con ocasión de
la publicación y
éxito de su libro
"El silencio de Dios". Hicieron uso de la pa
labra para ofrecérselo Bias Piñar,
el General Ruiz Hernández y
Francisco Elías de Tejada.
Gambra contestó agradeciéndolo, con palabras
tan. llanas
como profundas, de las que transcribimos a continuación dos
fragmentos, que estimamos de especial
interés:
La ''desmitificación" de la Historia de España y los separa
tismos.
''El progresism,o religioso sostien,1e una concepción de la Histo
))ria de carácter hegeliaffio y wna teoría política de carácter laicis:...
"ta o secuforizador. Conisecuencia de um y otra es lo que se ha
"llamado umti «depuraci6n'» de la Historia de España, «depura
)) ción» qwe niega sucesivamente toda su ejecuforia y su al,,ma: la
"Reconquista, Lepanlo y S1' bandera, las guerras de Religi6n y
}}la Contrarreforma, la colonización de América} toda la civiliza
"ci6n' del barroco, todo es rectificable, vituperable. Hay qwe pe
JJ dir perdón a moros y a turcos, a protestantes y a judíos ... ¡No
"digami1os el carlismo y sus gu'erras -como acto último de empe
n cinamimto en unla página sombría del catolicismo mal en:tendi
)J do! ... Pero no ya su historia rn su alma y en su fe, sino la mis
"ma existencia de España como pueblo y naci6n cae bajo la pi
"queta -racionalista de la religión «aggiornada»: ¿qué oponer hoy
JJ a los separatismos qwe no sea la fuerza pública? En otro tiern-
"po podia oponérs~les el hecho jurítlica -pactado o hereditario-
17 de una com.W1'11 maniarqwfo. Desaparecida ésta, se les op-onía la
JJ ezisten1cia de siglos de historia común} de empresas y glorias
"comunes de valor wniversal. Pero si toda guerra santa fuie un·
n error religioso, si Trenito y la e%clusi()11l del protestantismo fue
nwn paso en falso} si Am1érica fue un caso mayúsculo de coloni.a
"lismo,
¿qué nos une sino miserias y erroresflJ
Sentido del silencio de Dios.
"¿Cuántos nos damos cuenta hoy---..en el dolor-de las inabar
J}cables consecuencias de ese germen, de racionalismo y de «m-o
"dernismo» qu,e ha fructificado en grandes sectores de la Iglesia
Fundaci\363n Speiro
"y en, la Europa de hoy al calor de la tecnoeracia y del marxis
"'mo?
Un:os pocos: esa consciencia y ese dolor son los que nos
)]reúnen hoy aquí.
"Frente a esta vivenicia n!U!estra act>u'al desCUJbrimos uno de los
·"senh"dos de ese «Silencio de Dios». Dios deja hacer, y en apa
"rienicia guarda silencio frente al suicidio colectivo de los cris
'1ticmos.
Cab•e comparar esta situación con la qu1e atravesaron los
"'apóst/Áes y discípulos todos, de Cristo e,, los días que median
"entre el Prendimiento de Jesús y su Resurrección;, Acaba dé pa
,,, sar el día de Ramos en que Cristo parece aclamado por J erusa
JJ lén. La gran', nioche se iinicia con el sueño de los que habrían de
·" su.jrirla: no se derpiertan ante el llamamiento nii anite la agonía
''del Maestro. Lwego, nada verán,. Ei que parecía triunfador y
"aun Hijo de Dios se ve prendido, azotado, humillado, juzgado :Y
"'crucificado. Todo parece desvanecerse en ilusiones, incluso en
''ridículo. Aquella noche de las almas se inticia coni las negaciones
"de Pedro y termtina con; la negativa a toda esperanza por parte
·"de Tomás, que «sólo creerá si ve y si toca». Pero [u.ego viene
"la Resurrección,
la dulce presencia del Maestro y el triunfo de la
"verdad.
"Nuestra situacifm hist6'rica es compaJYable. El mundo es hoy
"de las izquierdas (¡la hora de las izquierdas!). Los desmelena
"dos de la Sorbona y los Gua1'dias Rojos de Mao son; los actos
-" previsibles de ese Poroenir radiante de,l Progreso y la Sociali
"zación. Si la Iglesia llega a ser de los lnno'lladores, el triunfo de
"éstos la disolvería en, ese ratlianite Porvenir ...
"Pero nosotros 1110 podemos pecar contra la fe ni contra la
::,'esperanza. Evitemos que cante el gallo piara nosotros: eni lo re
''li.gioso,
qute n\o hayamos de oír el reproche del Maestro: «Hom
"bres de poca fe ... ».
"Y en1 nuiestra fe histórica y patria, si esta noche oscura y
;JJ este silencio de Dios hubiera de d--wrar más del límite breve de
"nuestras vidas, tomemos ejemplo del perfecto caballero que, en
"sw acto final, fue Don Quijote de la Mancha, Cuando el Caba
,, llera de la B/a;n,:a Lwna lo derriba en la pfoya de Barcelona y,
"corrido y maltrecho, se ve bajo la lanza requerido a adjurar de
"sw fe en Duicinea del Toboso. Y con voz doliente y enferma de
::J'c'lara:
"Dwl,cinea es. la más hermosa mujer del mwndo
"y yo el más desdichado caballero,
"y no es bien; que mi flaqueza defraude esta verdad.
"Aprieta, caballero,
la lanza y quítame la vida,
,, pues me has quitado la honra."
Fundaci\363n Speiro
de su homenaje: La '.'desmitificación" de la Historia
de España y los separatismos,. Sentido del silencio de
Dios.
El sábado 6 de julio, en el Hotel Victoria, de Madrid, se ofre
ció a Rafael Gambra, por un numeroso gr1.1jl0 de amigos y de ad
miradores, una cena homenaje con ocasión de
la publicación y
éxito de su libro
"El silencio de Dios". Hicieron uso de la pa
labra para ofrecérselo Bias Piñar,
el General Ruiz Hernández y
Francisco Elías de Tejada.
Gambra contestó agradeciéndolo, con palabras
tan. llanas
como profundas, de las que transcribimos a continuación dos
fragmentos, que estimamos de especial
interés:
La ''desmitificación" de la Historia de España y los separa
tismos.
''El progresism,o religioso sostien,1e una concepción de la Histo
))ria de carácter hegeliaffio y wna teoría política de carácter laicis:...
"ta o secuforizador. Conisecuencia de um y otra es lo que se ha
"llamado umti «depuraci6n'» de la Historia de España, «depura
)) ción» qwe niega sucesivamente toda su ejecuforia y su al,,ma: la
"Reconquista, Lepanlo y S1' bandera, las guerras de Religi6n y
}}la Contrarreforma, la colonización de América} toda la civiliza
"ci6n' del barroco, todo es rectificable, vituperable. Hay qwe pe
JJ dir perdón a moros y a turcos, a protestantes y a judíos ... ¡No
"digami1os el carlismo y sus gu'erras -como acto último de empe
n cinamimto en unla página sombría del catolicismo mal en:tendi
)J do! ... Pero no ya su historia rn su alma y en su fe, sino la mis
"ma existencia de España como pueblo y naci6n cae bajo la pi
"queta -racionalista de la religión «aggiornada»: ¿qué oponer hoy
JJ a los separatismos qwe no sea la fuerza pública? En otro tiern-
"po podia oponérs~les el hecho jurítlica -pactado o hereditario-
17 de una com.W1'11 maniarqwfo. Desaparecida ésta, se les op-onía la
JJ ezisten1cia de siglos de historia común} de empresas y glorias
"comunes de valor wniversal. Pero si toda guerra santa fuie un·
n error religioso, si Trenito y la e%clusi()11l del protestantismo fue
nwn paso en falso} si Am1érica fue un caso mayúsculo de coloni.a
"lismo,
¿qué nos une sino miserias y erroresflJ
Sentido del silencio de Dios.
"¿Cuántos nos damos cuenta hoy---..en el dolor-de las inabar
J}cables consecuencias de ese germen, de racionalismo y de «m-o
"dernismo» qu,e ha fructificado en grandes sectores de la Iglesia
Fundaci\363n Speiro
"y en, la Europa de hoy al calor de la tecnoeracia y del marxis
"'mo?
Un:os pocos: esa consciencia y ese dolor son los que nos
)]reúnen hoy aquí.
"Frente a esta vivenicia n!U!estra act>u'al desCUJbrimos uno de los
·"senh"dos de ese «Silencio de Dios». Dios deja hacer, y en apa
"rienicia guarda silencio frente al suicidio colectivo de los cris
'1ticmos.
Cab•e comparar esta situación con la qu1e atravesaron los
"'apóst/Áes y discípulos todos, de Cristo e,, los días que median
"entre el Prendimiento de Jesús y su Resurrección;, Acaba dé pa
,,, sar el día de Ramos en que Cristo parece aclamado por J erusa
JJ lén. La gran', nioche se iinicia con el sueño de los que habrían de
·" su.jrirla: no se derpiertan ante el llamamiento nii anite la agonía
''del Maestro. Lwego, nada verán,. Ei que parecía triunfador y
"aun Hijo de Dios se ve prendido, azotado, humillado, juzgado :Y
"'crucificado. Todo parece desvanecerse en ilusiones, incluso en
''ridículo. Aquella noche de las almas se inticia coni las negaciones
"de Pedro y termtina con; la negativa a toda esperanza por parte
·"de Tomás, que «sólo creerá si ve y si toca». Pero [u.ego viene
"la Resurrección,
la dulce presencia del Maestro y el triunfo de la
"verdad.
"Nuestra situacifm hist6'rica es compaJYable. El mundo es hoy
"de las izquierdas (¡la hora de las izquierdas!). Los desmelena
"dos de la Sorbona y los Gua1'dias Rojos de Mao son; los actos
-" previsibles de ese Poroenir radiante de,l Progreso y la Sociali
"zación. Si la Iglesia llega a ser de los lnno'lladores, el triunfo de
"éstos la disolvería en, ese ratlianite Porvenir ...
"Pero nosotros 1110 podemos pecar contra la fe ni contra la
::,'esperanza. Evitemos que cante el gallo piara nosotros: eni lo re
''li.gioso,
qute n\o hayamos de oír el reproche del Maestro: «Hom
"bres de poca fe ... ».
"Y en1 nuiestra fe histórica y patria, si esta noche oscura y
;JJ este silencio de Dios hubiera de d--wrar más del límite breve de
"nuestras vidas, tomemos ejemplo del perfecto caballero que, en
"sw acto final, fue Don Quijote de la Mancha, Cuando el Caba
,, llera de la B/a;n,:a Lwna lo derriba en la pfoya de Barcelona y,
"corrido y maltrecho, se ve bajo la lanza requerido a adjurar de
"sw fe en Duicinea del Toboso. Y con voz doliente y enferma de
::J'c'lara:
"Dwl,cinea es. la más hermosa mujer del mwndo
"y yo el más desdichado caballero,
"y no es bien; que mi flaqueza defraude esta verdad.
"Aprieta, caballero,
la lanza y quítame la vida,
,, pues me has quitado la honra."
Fundaci\363n Speiro