Índice de contenidos
Número 75-76
Serie VIII
- Textos Pontificios
- Actas
- Estudios
- Información bibliográfica
- Crónicas
- Documentos
Autores
1969
Alexander Randa, El imperio mundial
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
de la colonización romana con la llevada a cabo por los p0íses
europeos. Hay que tener presente, además, que los individuos
aislados se civilizan con mayor rapidez que los pueblos, los cuales
requieren mucho tiempo para asimilar profundamente las ideas
y sentimientos propios de las naciones civilizadas.
Como final, sólo me cabe expresar el deseo de ver pronto tra
ducido y publicado en castellano esta interesante y actual Historia
de la descolonización.
A.M.
Alexander Randa: EL IMPERIO MUNDIAL (*)
Como el mismo Alexander Randa nos indica en su libro:
El Imperio Mundial no está escrito p0ra terciar en un estado
de cosas. descuidado de un modo harto inadmisible
y tergiver
sado por el lastre de las ideas tradicionales, sino para demostrar
la existencia de una idea ca,pital rectora del mismo.
La Eur0p0 de
hoy
-nos dice
el autor- no posee en general
una clara idea
acen,a del
pasado del
apostolado americano y de
su significación para el futuro. Este apostolado fue la mayor
obra del cristianismo en ultramar. El dio a América su unidad
y convirtió la Iglesia católica en universal.
Randa pretende con su libro hacernos ver la grandeza que
encierra la política americana de la época de los Austrias, época que
hoy nos resulta repulsiva en su segunda mitad por coincidir
con la decadencia del Imperio
esp0ñol.
Los
Austrias consiguieron la
unión pacífica de Europa con
el resto
del mundo. Pero se trata de una "unión católica", ya
que el más alto ideal de la casa reinante lejos de ser el poder.
se centra en
el triunfo del nombre de Dios en el mundo. La
obra de América en España = fue de explotación. fue. al con
trario, una obra de colonización y misional, que en muchas oca
siones nos perjudicó económicamente en vez de beneficiamos.
Los indígenas fueron defendidos por los Austrias. y Fray Bar
tolomé de
Las Casas,
el ap6stol de los indios, permaneció siempre
como su gran defensor.
La cuestión social se resuelve junto con la colonial. Hubo,
(*) Barcelona, "Luis de Caralt, Editor", 1968.
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
como siempre que actúa el hombre, errores y desaciertos, pero
sobre el papel quedaron escritas las
leyes que han significado
un punto cu1minante espiritual contrario al mal colonialismo,
es decir, del explotador, y favorable a la conciencia social.
Carlos V,
primero de
los Austrias, proclamó:
"Es mi voluntad
que los indios
sean libres y no esclavos"; y con el fin de pro
tegerlos
se
instauró la jornada de ocho horas,
se proclamó
la
ley de
protección del
trabajo de mujeres y niños, se obligó
,a
retribuir
con un salario "justo
y suficiente" a los indios, se
prohibió el trabajo
de las minas en las galerías donde peligrase
la vida de los mismos
y, para asegurar su salud, se debía dar
a los trabajadores lugares bajo techado para dormir. Asombra ver_ que
hace ya
tantos años se instaurasen unas leyes
como las de Indias, cuyo pensamiento social se anticipa en
muchos siglos al
presente.
Incluso
eu el aspecto, espiritual, la política de los Austrias
está muy lejos de parecerse a la propagada
.en nuestra
Leyenda
Negra, donde tan
injusf~mente se habla_ de_ la_ Inquisición.
Fe
lipe II
~cribió a .América diciendo: "Los indios -deben ser ins
truidos en la
Sa~ta Fe, con_ toda rprecatición, moderación
y sua
vidad". Carlos·
v--próhibió ~OS sacrificios humanos
y el caniba
ljsmo, y
ordenó instruir a los _indios en la doctrina cristiana,
peró los_natiyos
qµe voluritariamente
!)O_ quisieran ser bautizados
no
podían ser
obligados· a
ello.
Alexander
Randa se
pregunta:
"¿ Cómo era en realidad
«Austro-América»?" y
prosigue:
''.La respuesta de un mod_ernO
autor
argentino nos
aperdb~ a
la
cantel~ :
Se nos ha escamoteado
una verdad
mediant~ hábiles
malabarismos: la continuidad del
Imperio
español fue
uua de las consecuencias de la libertad de
régimen político
aquí introducido por
l()s Aust_rias".
Esto es
cabalmente lo contrario de aquello que
se ha
hecho tragar al
rriundo a la
fuerz' mediante
el embudo de
Nüremberg, de
la
Leyeuda Negra
y sus epígonos.
MAITE V ALLET R>:GÍ
552
Fundaci\363n Speiro
de la colonización romana con la llevada a cabo por los p0íses
europeos. Hay que tener presente, además, que los individuos
aislados se civilizan con mayor rapidez que los pueblos, los cuales
requieren mucho tiempo para asimilar profundamente las ideas
y sentimientos propios de las naciones civilizadas.
Como final, sólo me cabe expresar el deseo de ver pronto tra
ducido y publicado en castellano esta interesante y actual Historia
de la descolonización.
A.M.
Alexander Randa: EL IMPERIO MUNDIAL (*)
Como el mismo Alexander Randa nos indica en su libro:
El Imperio Mundial no está escrito p0ra terciar en un estado
de cosas. descuidado de un modo harto inadmisible
y tergiver
sado por el lastre de las ideas tradicionales, sino para demostrar
la existencia de una idea ca,pital rectora del mismo.
La Eur0p0 de
hoy
-nos dice
el autor- no posee en general
una clara idea
acen,a del
pasado del
apostolado americano y de
su significación para el futuro. Este apostolado fue la mayor
obra del cristianismo en ultramar. El dio a América su unidad
y convirtió la Iglesia católica en universal.
Randa pretende con su libro hacernos ver la grandeza que
encierra la política americana de la época de los Austrias, época que
hoy nos resulta repulsiva en su segunda mitad por coincidir
con la decadencia del Imperio
esp0ñol.
Los
Austrias consiguieron la
unión pacífica de Europa con
el resto
del mundo. Pero se trata de una "unión católica", ya
que el más alto ideal de la casa reinante lejos de ser el poder.
se centra en
el triunfo del nombre de Dios en el mundo. La
obra de América en España = fue de explotación. fue. al con
trario, una obra de colonización y misional, que en muchas oca
siones nos perjudicó económicamente en vez de beneficiamos.
Los indígenas fueron defendidos por los Austrias. y Fray Bar
tolomé de
Las Casas,
el ap6stol de los indios, permaneció siempre
como su gran defensor.
La cuestión social se resuelve junto con la colonial. Hubo,
(*) Barcelona, "Luis de Caralt, Editor", 1968.
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
como siempre que actúa el hombre, errores y desaciertos, pero
sobre el papel quedaron escritas las
leyes que han significado
un punto cu1minante espiritual contrario al mal colonialismo,
es decir, del explotador, y favorable a la conciencia social.
Carlos V,
primero de
los Austrias, proclamó:
"Es mi voluntad
que los indios
sean libres y no esclavos"; y con el fin de pro
tegerlos
se
instauró la jornada de ocho horas,
se proclamó
la
ley de
protección del
trabajo de mujeres y niños, se obligó
,a
retribuir
con un salario "justo
y suficiente" a los indios, se
prohibió el trabajo
de las minas en las galerías donde peligrase
la vida de los mismos
y, para asegurar su salud, se debía dar
a los trabajadores lugares bajo techado para dormir. Asombra ver_ que
hace ya
tantos años se instaurasen unas leyes
como las de Indias, cuyo pensamiento social se anticipa en
muchos siglos al
presente.
Incluso
eu el aspecto, espiritual, la política de los Austrias
está muy lejos de parecerse a la propagada
.en nuestra
Leyenda
Negra, donde tan
injusf~mente se habla_ de_ la_ Inquisición.
Fe
lipe II
~cribió a .América diciendo: "Los indios -deben ser ins
truidos en la
Sa~ta Fe, con_ toda rprecatición, moderación
y sua
vidad". Carlos·
v--próhibió ~OS sacrificios humanos
y el caniba
ljsmo, y
ordenó instruir a los _indios en la doctrina cristiana,
peró los_natiyos
qµe voluritariamente
!)O_ quisieran ser bautizados
no
podían ser
obligados· a
ello.
Alexander
Randa se
pregunta:
"¿ Cómo era en realidad
«Austro-América»?" y
prosigue:
''.La respuesta de un mod_ernO
autor
argentino nos
aperdb~ a
la
cantel~ :
Se nos ha escamoteado
una verdad
mediant~ hábiles
malabarismos: la continuidad del
Imperio
español fue
uua de las consecuencias de la libertad de
régimen político
aquí introducido por
l()s Aust_rias".
Esto es
cabalmente lo contrario de aquello que
se ha
hecho tragar al
rriundo a la
fuerz' mediante
el embudo de
Nüremberg, de
la
Leyeuda Negra
y sus epígonos.
MAITE V ALLET R>:GÍ
552
Fundaci\363n Speiro