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Número 78-79

Serie VIII

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Los principios aplicados a la enseñanza

LOS PRINCIPIOS APLICADOS A LA ENSEJ',ANZA
POR
JosE Lms nE ZAYAS ARANCIBIA
Es ya costumbre en ciertos congresos que hoy se realizan
para debatir este o aquel problema, la prohibición de discutir
principios. La amable concurrencia se reúne apenas para analizar
los aspectos exclusivamente técnicos
de 1a cuestión que interesa.
Se procura así despreciar sumariamente todo aquello que pueda
dividir a los hombres, por más contundentes o serias que sean
las razones fundamentales de esa división. El resultado de esas
tertulias y mesas redondas -es que el problema continúa sin so­
lución, o, lo
qÚe es peor todavía, reciben soluciones básicamente
erradas y contraproducentes.
Pero vayamos a los principios dejando un poco de lado estos
hechos que son muy de lamentar. Si en la tierra el ideal de la
perfección social es la sociedad orgánica, este mismo ideal viene
a ser el reflejo de su modelo, que es el Cuerpo Místico de Cristo
o
la Sociedad Sohrenatural.
Por sociedad orgánica entendemos I un sistema social visto
como
una unidad en sí misma, hecha de partes interrelacionadas
e interactuantes, con analogía con
Jos seres vivos. En ella existe
verdadero pueblo.
Es lo contrario de la sociedad mecánica o to­
talitaria, en que el pueblo consciente cede lugar a la masa, actuada
desde fuera y sin vida propia,
Decía San Pío X que "la sociedad humana, como Dios la
estableció, está compuesta de elementos desiguales, de la misma
manera como son desiguales los miembros del cuerpo
humano;
hacerlos todos iguales es imposible y sería la destrucción de la
sociedad humana. La igualdad de los diversos miembros de la
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JOSE LUIS DE ZAYAS ARANCIBIA
sociedad consiste únicamente en que todos los hombres sacan
su origen de Dios, su Creador, fueron rescatados por Jesucristo
y deben, según la medida exacta de sus méritos y de sus demé­
ritos,
ser juzgados y recompensados o castigados por Dios".
Y si los hombres se
muestran desiguales, también las fami­
lias
y los varios agrupamientos sociales manifiestan esa desigual­
dad.
La estructura de la sociedad orgánica se vale justamente
de esta variedad, armonizando entre sí esos diversos grupos, je­
rarquizándolos desde los más sencillos y elementales, como la
familia, pasando por los grupos intermedios, para llegar, final­
mente, a los
grupos superiores, entre los cuales se encuentra el
Estado.
Y así, por el principio de la subsidiaridad, la tarea que puede
ser desempeñada por un grupo social no debe ser absorbida por
los grupos jerárquicamente superiores. Una de las más impor­
tantes características de la sociedad natural u orgánica es justa­
mente esa vida propia de los varios grupos_ sociales, sin la tutela
o centralización burocrática
de atribuciones que nunca falta en
los regímenes totalitarios o ;c:tbsolutistas del Estado, bien sea ejer­
cido por uno o una asamblea o grupo de técnicos.
En cuanto a la enseñanza, la educación es de las tareas más
elementales e importantes de cualquier grupo social, a comenzar
por la familia, la profesión, sin olvidamos de que el encargo de
la ensciíanza cabe, sobre todo, a la Iglesia por el mandato que
le fue conferido por su divino fundador.
Y si los grupos sociales no tienen su fin en sí mismos, pero
existen para facilitar al hombre el cumplimiento de su misión so­
bre la tierra, el Estado, sociedad perfecta y cúpula de todos los
grupos sociales del orden temporal, no puede quedar indiferente
en materia educativa. Debe· colaborar activamente, pero sin sacar
a1 individuo y a1 grupo social a que éste pertenece la libertad y
"el derecho de vivir honradamente la propia vida personal en el
puesto
y en las condiciones en que los designios y disposiciones
de la Providencia le colocaron", según palabras de Su Santidad
Pío XII.
Es por lo que la Iglesia, guardiana de la ley natural y de la
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LOS PRINCIPIOS APLICADOS A LA ENSEÑANZA
revelación, condena la escuela neutra, laica, mixta y útlica (En­
cíclica Divini 11/Jts M agistri). Una ley orgánica de enseñanza,
lejos de tener en vista esta finalidad revolucionaria de la nive­
lación de las clases o de extinción de todo o cualquier privilegio,
debe respetar la existencia de los grupos sociales
y favorecer en
todos ellos la creación de verdaderas élites actuantes, a las cua­
les quepa cada vez más
el papel de estímulo para aquellos junto
a los cuales sean llamadas a desarrollar sus actividades.
Y
el proceso por el cual surgen las verdaderas élites se explica
por
el dinamismo propio de estos grupos sociales y no por la
actuación externa de institutos psicotécnicos conforme desean los
seguidores del mito del Estado omnipotente, infalible, absorbente
y todopoderoso.
Así,
por ejemplo, no es deseable una reforma de la Enseñanza
Media que lleve a todos los hombres del campo a hacer
la carrera
de agrónomos. Diseminando la escuela primaria se podría ima­
ginar una continuación de los estudios destinada a
la fo.rrnación
de técnicos en agricultura, que
serán los auxiliares naturales de
los agrónomos. Pero hacer bajar el nivel del programa de la
Enseñanza Media de modo a hacer el estudio de los técnicos
en agricultura accesible a los trabajadores comunes y no cuali­
ficados, que siempre
tendrán que existir, sería un perjuicio final­
mente para toda la sociedad.
Educación para todos, sí, pero sin olvidar que, como decía
el amable
San Francisco de Sales, '110 mismo la devoción debe
ser practicada diferentemente... Cada cual, en efecto, tiene su
misión que cumplir, su campo que
trabajar, su puesto de com­
bate"
... Al final, "incluso en el Cielo en que todos seremos se­
mejantes a El, porque Lo veremos como El es, las diferencias
entre los individuos no cesaránn, como dijo San Pablo.
Por tanto, vemos que si se quiere llevar felizmente una re­
forma hay que tener, por encima de los ideales demagógicos, una
conciencia clara de lo que realmente es una sociedad orgánica
y conocer los principios, que han 869
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COMENTARIOS AL LIBRO BLANCO: Desde su publica­
ción el pasado mes de: febrero, no ha habido tema de mayor
actualidad que el que suscita el Libro Blanco sobre la Educación
en España.
Su contenido no es para menos. Se ha afirmado con insis­
tencia que la base del desarrollo es la educación, y, por tanto,
sobre ella han de volverse las
miras de la nación para intentar
mejorarla cada vez más, haciéndola asequible a todos en sus
diferentes grados,
para mejor desarrollar la capacidad espiritual
de cada individuo.
No se puede afirmar que el problema de la educación en
España estuviese abandonado, pero sí que se encontraba falto
de
un estudio profundo y de un planeamiento general que abar­
case todos los aspectos que el mismo presenta.
Toda obra humana es perfectible; ahora bien, hay que cons­
truir unos cimientos sólidos sobre los que se pueda montar todo
el edificio de la enseñanza. Las reformas que tiendan a modifi­
carlo siempre serán posibles
y deberán irse introduciendo a me­
dida que se conozcan, sin
que sea necesario replantear· constan­
temente la
base del edificio.
El análisis detenido del Libro BUJ!ftco nos sitúa ante un tra­
bajo complejo que, para analizarlo, es preciso estructurarlo en
vanos campos.
Comienza con un estudio crítico de la situación actual de los
diferentes grados de la enseñanza en
España; empezando por
la Enseñanza Primaria, llega hasta la Enseñanza Superior y la
Investigación, pasando
por 1a Enseñanza Media y Artística, sin
olvidar las enseñanzas extraescolares y las actividades culturales
dependientes del Ministerio de Educación y Ciencia.
El trabajo, condensado en unas páginas, ha sido exhaustivo,
fij áudose en los diferentes aspectos que presenta cada nivel de
enseñanza: profesorado, alumnos, aulas, programas, etc.
Una vez concluido este examen critico del presente, el equipo
ministerial
pasa a analizar los principales problemas que tiene
planteados: extensión de
la enseñanza, construcción de edificios
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LOS PRINCIPIOS APLICADOS A LA BNSB!vANZA
e instalaciones, servicios de orientación educativa y profesional,
administración y financiación de
la educación.
Por último, en la segunda parte del libro se hace una expo­
sición
de lo que serán las Bases para una política educativa. Ba­
ses que, como dijimos
al principio de este comentario, son fun­
damentales
para el desarrollo eficaz del sistema.
Antes de
entrar a comentar el Libro Blanco y su contenido
querernos exponer cuál va a ser nuestro esquema de trabajo. Co­
menzaremos
por analizar los conceptos que consideramos han
servido de
punto de partida para la nueva política educativa.
Después, a la vista de
la crítica que del actual sistema se hace
en
el Libro Bla'tneo, comentaremos el nuevo enfoque que se quiere
dar a la educación, y por último, analizaremos un aspecto im­
portantísimo
por sus implicaciones en todo el orden social: la
igualdad de oportunidades.
En este primer comentario sobre el Libro Blanco vamos a
fijamos principalmente en los principios que van a informar
la
política educativa.
Consideramos
que "es función primordial del Estado, exi­
gida
por el «bien común», promover de múltiples maneras la
educación e instrucción de la juventud. En primer lugar, favo­
reciendo y ayudando las iniciativas y la acción
de la Iglesia y
de las familias, cuya
gran eficacia está comprobada por la his­
toria y
la experiencia; en segundo lugar, completando esta misma
labor
doode no exista o resulte insuficiente, fundando para ello
escuelas e instituciones propias" (1).
Constantemente, en nuestros comentarios sobre las Univer­
sidades autónomas (2), insistimos en
la necesidad de que el Es­
tado acepte su papel subsidiario, ya que "es injusto todo mo­
nnopolio estatal en materia de educación
que. fuerce física o mo­
ralmente a las familias a enviar a sus hijos a las escuelas del
Estado contra los deberes de la conciencia cristiana o contra sus
legítimas preferencias" (1).
(1) Divini Illis Magistri, Pío XI. BAC, núm. 174, págs. 546-547.
(2) Las Universidades Autónomc1s~ por José Luis de Zayas, publicado
por el Círculo Cultural
Vizca~o y V:E;.Roo, marzo 1969.
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JOSE LUIS DE ZAYAS AR.ANCIBIA
Estos dos principios son básicos para llevar adelante una
eficaz política educativa, al marcarnos con gran claridad dónde
se encuentra el peligro por el que puede fallar todo el sistema
formativo e informativo de la sociedad.
El Libro Blanco establece la enseñanza obligatoria y gratuita.
El llevar la educación a todos los niveles y a todos los lugares de
la geografía es algo conveniente para el desarrollo espiritual del
hombre.
El Estado tiene obligación, cumpliendo su papel subsi­
diario de cubrir aquellas zonas adonde la enseñanza privada no
llega, bien sea favoreciéndola o mediante escuelas propias. Faci­
litando la enseñanza es lógico que la patria potestad o el individuo
la utilicen, pero sin violencias exteriores, es decir, sin conside­
rarla obligatoria.
Estas dos cond:ciones del párrafo anterior llevan a una con­
secuencia, ya indicada por varios "comentaristas oficiales", cual
es el establecimiento de la enseñanza única. ·
Esto nos conduciría irremediablemente a una pérdida de la
libertad individual, al
dar lugar a una uniformidad en las per­
sonalidades
y depender de la línea ideológica marcada por el
Estado.
El que la enseñanza sea única no implica sólo que el Estado
sea: el único que la imparta, sino que también se origina esta
situación cuando el
Estado tolera que otros compartan con él
la labor de enseñar, pero los limita y controla, puesto que las
reglas comunes
para la continuación de los estudios conducen a
la obtención de unos diplomas nacionales, y las condiciones para
la -obtención de estos diplomas están definidas e impuestas por
el Estado.
Nos hubiera gustado comprobar al acabar la lectura del Libro
Blanco que estos principios, que son imprescindibles en el plan­
teamiento
de cualquier reforma de enseñanza, fuesen claros y
terminantes, pero tememos que con todas estas reformas que
prepone el actual equipo del Ministerio de Educación y Ciencia
se consiga
la extensión geográfica y demográfica de ella, pero
no
se logre dar una auténtica educación.
Esto se comprueba en el último párrafo de la exposición
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LOS PRINCIPIOS APLICADOS A LA ENSEl'iANZA
:sobre los principios fundamentales en que se basará la nueva
política educativa.
En este párrafo se dice :
HEl Estado fomentará la ex­
pansión y el mejoramiento de
la enseñanza estatal y esta­
blecerá los cauces adecuados
para estimular la cooperación
y participación en la obra edu­
cativa de la familia,
de la Igle­
sia,
etc." (3).
Debiera decirse :
"El Estado fomentará y apo­
yará la obra educativa de la
Iglesia, de la familia y de
la
sociedad a través de sus ins­
tituciones y asociaciones, y es­
tablecerá los medios paro com­
plementar esta labor educati­
va
y hacer que la misma llegue
a aquellos lugares donde no
alcanza la itiiciativa privada."
SUGERENCIAS A LOS AUTORES DEL LIBRO BLAN­
CO: La creciente.incorporación de la mujer al trabajo ha creado
la necesidad de procurar centros adecuados, en los que los ni­
ños puedan pasar las horas que su madre falta del hogar.
Esta tendencia que se está produciendo en la mujer es de­
bida a dos hechos, principalmente: por un lado, la necesidad de
aportar un sueldo que, unido al del padre, ayude a llevar los
gastos de la familia, y por otro, el menor costo de la mano de
obra femenina en ciertas actividades industriales ha hecho que
las empresas hayan vuelto sus ojos hacia la mujer, fomentando
su incorporación al trabajo.
Conocida es de todos la influencia
que en las vidas de las
personas tienen las circunstancias en que se ha desarrollado su
niñez; los primeros años de la vida del niño, cuidado de cerca
por su madre, ayudan a crear en su personalidad un apego hacia
Ia familia. Lo ccintrario, una educación sin calor familiar, lle­
gando en algunos casos a considerar los hijos como un estorbo
para una vida más cómoda, da como fruto juventudes delincuentes,
familias desunidas
y una sociedad cada vez más materializada,
que sólo pieosa eo la propia comodidad.
(3) Libro Blanco, pág. 207.
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Creemos, por tanto, que la creación de escuelas maternales
y de párvulos es sólo una solución de emergencia, un parche a
un problema mucho más importante: el trabajo de la mujer;
nos estamos refiriendo, claro está, al de la mujer casada.
Es función primordial del Estado procnrar a las familias los
medios necesarios para su sustento, evitando en lo posible que
la madre tenga que abandonar el hogar y la educación de sus
hijos para ir a trabajar.
Al liegar a los seis años se ha previsto dé comienzo el pe­
ríodo de enseñanza obligatoria denominado Educación General
Básica, que se prolongará hasta los catorce años .. Viene a sus­
tituir lo que hasta ahora se denominaba Enseñanza Primaria y
Bachillerato Elemental.
Los problemas principales que presenta este período son los
referentes al profesorado, los centros
y los planes de estudio.
En la actualidad, todo el profesorado de la Enseñanza Pri­
maria proviene de las Escuelas de Magisterio, y se hace cada
días más urgente revitalizar esta carrera, dándole el prestigio
que le corresponde, por ser pilar básico en la formación de los
individuos.
El cuadro docente del Bachillerato Elemental está nutrido por
licenciados, que, en el caso de los centros privados, son contra­
tadós libremente para la docencia, y en el caso de los centros
oficiales acceden a la
cátedra por oposición.
Por lo que se refiere a los centros de enseñanza es necesario
promover su diversificación, procur~ndo los tnedios económicos
necesarios para su creación y desarrollo.
Todo intento de monoJX>liza.ción de la educación general bá­
sica repercutiría inmediatamente en la formación
de la juventud,
que se vería uniformada en su personalidad, con detrimento de
la libertad que tienen las familias para elegir los centros que les
parezcan más adecuados.
Es necesario, por tanto, que las subvenciones estatales se
repartan, al
menos por igual, entre los centros privados y los
oficiales, dando a todos las
mismas prerrogativas en cuanto a 1a
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LOS PRINCIPIOS APUCADOS A LA ENSEFlANZA
concesión de diplomas se refiere, aunque es claro que en las ac­
tuales circunstancias es inviable
y sería anarquizante mientras
no se autonomicen las Universidades o Centros Superiores que
puedan
ejercer una selección de títulos de Bachiller por razón
de la seriedad de los centros,
tal como la iniciativa privada la
ejercería en la a Esta diversificación de los Centros es el mejor sistema de
control
para los mismos, ya que las familias rechazarán aquellos
que
no mantengan cuadros docentes competentes y no den upa
formación completa a sus alumnos.
Corresponde, sí, al
Estado exigir unas garantías mínimas,
pero dejando a
.la sociedad .que seleccione por los resultados.
Para que todo este sistema educativo, en el que hemos visto
el papel que corresponde, tan fundamental, al profesorado y la ne­
cesidad de
·una diversificación grande de los centros de enseñanza,
· quede completado, falta tocar el tercer' punto_ de los que hemos
anunciado: los planes de estudio.
En el presente, los planes de estudio de los centros en que
se
imparte la Enseñanza Primaria y el Bachillerato Elemental son
uniformes
y están prefijadas de antemano las materias y las
horas que han de dedicarse a cada
una de ellas.
En el Libro Blanco se reconoce que de hecho los centros no
tienen suficientes oportunidades
para adaptar los planes de estu­
dio a sus propias peculiaridades.
Efectivamente, les falta la
autarquía necesaria para, fijada
la formación que debe alcanzar
el alumno al final de cada pe­
ríodo educativo,
organizar los estudios según los medios que
ellos consideren
más adecuados.
Sería un paso· importante reconocer a los centros de ense­
ñanza la capacidad de
preparar los programas para lograr los
fines que
la educación debe perseguir en este período.
Sin entrar de nuevo en el terna, sí conviene insistir en la
necesidad de que el Estado cumpla con su papel subsidiario con
respecto a la Iglesia y a la familia.
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En nuestros comentarios sobre las Universidades Autóno­
mas (ver nota núm. 2) expusin10s nuestro criterio sobre el enfoque
que debía
darse a la enseñanza superior.
El intento de creación de Centros autónomos nos parece
adecuado, siempre
qµe se les conceda la autarquía suficiente para
que puedan desarrollar su labor, permitiendo a cada Universidad
o Politécnico la elaboración de sus programas, en los que aparte
de
la formación técnica se debe cultivar la formación humana
y espiritual del individuo.
En este punto es preci-so volver a insistir en el valor del Pa­
tronato, ya que de él dependerá la calidad de la Universidad y
la incorporación a la
labor educativa, de la sociedad, a través de
sus instituciones y de los postgraduados de la propia Univer­
sidad.
LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES: Ya hemos indi­
cado que dedicaríamos un comentario aparte a este tema, ya que,
dada su importancia, bien se lo merece.
Vamos a
tratar de este problema enfoc3.ndolo desde un pun­
to de vista realista, no dando cabida a la demagogia, tan fácil
de hacer cuando se habla de
esto~ asuntos.
Siempre que
se plantea este tema, sobre todo al referirse a
la
enseñanza, es decir, a la formación de los individuos y en
consecuencia a
su capacidad para dedicarse a uno u otro tipo
de vida en
el futuro, se cree que es necesario llegar a ella a través
de
una enseñanza gratuita e igualatoria.
De nada nos serviría tener todos la capacidad o la posibilidad
económica de estudiar
y formarnos, si todo ello lo tuviésemos
que hacer bajo
el mismo rasero, unificador, y sin poder selec­
cionar
bajo qué orientación y bajo qué criterio nos queremos
formar; o quieren aquellas personas que por su carácter sub­
sidiario, como los padres, tienen el deber de orientar
y encauzar
en
una época en que el individuo es incapaz de distinguir entre
las posibilidades que tiene,
cuál es la que más le conviene.
Nos alegarán que hoy día la enseñanza y los conocimientos
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LOS PR.INCIPIOS APLICADOS A LA ENSEÑANZA
se han tecnificado de tal forma que no hay motivo para sentir
miedo a
una unificación que ya nos viene impuesta por la misma
ciencia;
pero esto no es exacto, puesto que aunque hay premi­
sas fijas e inamovibles, éstas no son las que configuran el ca­
rácter de una persona, sino que éste se forma a través de sutiles
planteamientos filosóficos y teológicos, que con gran suavidad
van ordenando la estructura mental de las personas, y éstas, por
este mismo camino, llegan -a comprender y necesitar el Bien
Infinito o a
tratar de alejarlo haciéndose indiferentes a El.
Por tanto, no es lo mismo; es necesario seleccionar los inaes­
tros,
hacer unas buenas disecciones de las :filosofías, de forma
que se vaya
creando un criterio sin el cual seríamos náufragos
en
la vida, expuestos a todos los Vaivenes.
En el mundo no vivimos encerrados en una cápsula hermé­
tica,
por lo que es importante cuidar delicadamente el entorno
en
que nos movemos y en que se ·mueve la sociedad.
Manteniendo todas estas
condic:ones, el sistema por el que
se pueda regir
una igualdad de oportunidades debe partir de
un hecho fundamental, y éste es la necesidad de conservar la
sociedad con la diversidad vivificadora de
que está constituida.
¿ Cómo se podría lograr? Bastaría que la nación o la socie­
dad que la constituya establezcan un sistema de becas y ayudas
estatales o de corporaciones, obtenidas
-para diversidad de cen­
tros y estudios-JX)f oposición o conocimiento personal del alum­
no.
Los individuos o sus personas directamente responsables ele­
girán dónde y cómo deberán estudiar y, a fin de cuentas, en
qué condiciones se va a desarrollar su personalidad.
Por otra parte, y para evitar la concentración humana, debe
la sociedad y el
Estado fomentar la vida regional y crear los
centros adecuados
de formación en aquellos lugares donde no
existen, evitando que el estitdiante, al tener que abandonar a
su familia, se sienta desligado
de ésta, con las perniciosas con­
secuencias que esto supondría
para el futuro.
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