Índice de contenidos
Número 81-82
Serie IX
- Textos Pontificios
-
Actas
-
Programa del VII Congreso del «Office International»: Patrias-Naciones-Estados
-
Ante el Congreso de Lausanne de 1970
-
Los itinerarios culturales de la revolución
-
Los valores permanentes de la cultura
-
Nuestro combate cultural
-
Plática en la misa del 7 de diciembre. [VIII Reunión de amigos de la Ciudad Católica]
-
De la libertad rousseauniana a la «desalienación» marxista y al «desacondicionamiento» marcusista
-
Formación doctrinal
-
- Estudios
- Información bibliográfica
- Documentos
Autores
1970
Ante el Congreso de Lausanne de 1970
ANTE EL CONGRESO DE LAUSANNE 1970
Quisimos poner como título de este artículo: "El Congreso
de un método".
Pero el rótulo hubiese resultado excesivám.ente riguroso;
por eso
¡ hemos preferido hablar de ello sin enunciarlo !
El Congreso de Lau·ssanne es, sin embargo, verdaderamente
. "el congreso de un método": un método de
acción de
trabajo,
método particularmente adaptado a nuestro tiempo de borrasca revolucionaria. Método que podría decirse universal si este cali
ficativo fuese entendido en el sentido de que su aplicación excede
de nuestro campo habitual de combate cívico. Puede ser empleado para enseñar el catecismo. Se puede uti
lizar, en uso de una libre facultad, en las obras más directamente
apostólicas, etc.
Bastantes de nuestros amigos, y de los mejores, no compren
den eso suficientemente.
El "Office Intemational" continúa siendo para ellos, ante
todo, un vínculo de unidad acerca de la doctrina del derecho
natural y cristiano.
Y
lo es.
Pero no únicamente. no ESENCIALMENTE.
La adopción del vocablo "acción cultural", de mayor exten
sión que el de "acción doctrinal", no es el efecto de un azar, ni
la sola busca de un abrigo contra las injerencias abusivas de
los clérigos.
La acción cultural implica la doctrina. la UNICA. la del
derecho natural y cristiano, aquella que la sucesión apostólica en
el ejercicio del magisterio ordinario de los Papas nos ha legado,
la "doctrina social de la
Iglesia'", de
la que Juan XXIII nos ha
recordado que es "válida. para todos", creyentes e incrédulos,
hombres de buena voluntad y de sana razón.
La acción cultural implica la doctrina porque no puede pres•
cindir
de ella, pero no es SOLO doctrina. Es experiencia, es
conocimiento de historia, de estética, de política, de economía,
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Fundaci\363n Speiro
M. CREUZET
es la descripción de los fines supremos, pero también de los fines
inmediatos con su contorno de
rea.Íizaciones parciales, limitadas
pero posibles, orientadas en la perspectiva de un objeto lejano
a alcanzar.
El "Office International des oeuvres de ~ormation civique et
d'action culturelle selon. le droit naturel et chretien", para con
seguir lo que promete no puede ser exclusivamente doctrinal.
No puede ser ESENCIALMENTE doctrinal, ya que ade
más nos muestra los MEDIOS al describir
el fin supremo de la
sociedad y los fines secundarios inmediatos. Incluso, esa exposi
ción de medios es lo que le dota de su originalidad, de su "propio
caracter", como diría la ley Debré. He ahí lo ESENCIAL del
"Oficce International" ... y lo ESENCIAL DEL CONGRESO
DE LAUSANNE.
Es el Congreso de un método.
Método al servicio de un fin único, enseñado, proclama.do, a
lo largo de los tres días de la reunión. Fin amado, querido; alma
de las exposiciones y comunicaciones sobre: PATRIAS, NACIO
NES, ESTADOS. Pero fin servido PRACTICAMENTE, en las actuaciones
posi
,Ples, en tal país, tal medio, tal red, frente a tal situación. a pesar de
tales ataques, fin servido por nn METODO de trabajo, de acción y
de formación adecuada a esta acción.
Nuestra originalidad no está en la doctrina, sino en el método
Método universal.
Y SOBRE TODO en el plano de lo temporal, que es el nuestro.
El 24 de noviembre, M. Chauclien, director de la escuela nacio-
nal de carnicería, en un coloquio del C. L. C., evocaba los penosos
comienzos
de ese órgano de formación profesional de la que es
fnndador. Esta escuela parisiense, que recibe hoy alumnos y pensio
nistas de 54 países interesados
por uno u otro aspecto del pro
ceso de la carne, comenzó en 1927 con algunos carniceros deseo
sos de enseñar su profesión a los jóvenes y de darles, más allá
de su especialidad,· un Verdadero humanismo del oficio iniciado
con una cultura auténtica.
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Fundaci\363n Speiro
ANTE EL CONGRESO DE LAUSANNE 1970
Como fuera que le preguntamos si le parecía posible que otras
profesi9nes realizaran escuelas elementales o supeiiores con la
misma finalidad, M. Chaudien añadió: "Decid que ciertamente
esto es realizable si encontráis los hombres adecuados. Es, ante
todo, un problema de hombres decididos y con fe. De hombres
prestos a sacrificarse. Nada se ha construido nunca de otro modo".
"Al inicio de estas realizaciones es pr-eciso un pequeño grupo
de hombres, que se conozcan, trabajen juntos, unan sus esfuerzos
y estén decididos a luchar''.
"Si
no se
quiere luchar
por algo,
es imposible hacer algo."
Por la vía de la experiencia en una materia práctica, M. Chau
dien llegaba a iguales conclusiones que nosotros mantenemos
desde hace treinta años.
Nuestros amigos saben teóricamente
~podría decirse
...
¡ doc
trinalmente !-, pero no CREEN PRACTICAMENTE.
La educación tiene un método de trabajo que no es enseñanza
pura, es ENTRENAMIENTO PARA UNA PRACTICA. Ea jo este punto de vista,
el Congreso de Lausanne permite fa
cilitar los encuentros con vistas a una puesta en. acción PRACTI
CA del método que preconizamos y que puede esquematizarse así:
-acción
capilar o de contactos personales.
- redes sociales o por situaciones de
la vida
-conciertos con vistas a una acción común en un espíritu
común.
-complementariedad de esfuerzos.
-difusión
de un material de trabajo adecuado.
-formación
de animadores
y de cuadros de la vida social.
Los forums y los stands no tienen otro objeto que ofrecer
esas ocasiones de contactos y de conciertos.
Es
allí donde, en el encuentro de éstos con aquéllos, será posible
y previsible una acción concreta sobre puntos determinados en un
medio dado. Es allí donde se toman las resoluciones, alli donde se anudau
o expanden las redes de amistad
y de trabajo ...
. ..
Es el
Congreso de un método.
* * *
15
Fundaci\363n Speiro
M. CREUZET
"El mayor Congreso del mundo, en su género" ha escrito
Jean Ousset (1).
El
principio de la frase haría sonreír.. . si su terminación
no le diese una evidente realidad.
''En su
género'',
pues no
conocemos un congreso de trabajo
tan hirviente de actividad, sin ensambladuras de expansiones turís
ticas; sin folklore, ni gastronomía, ni excursiones, ni nada del "congreso que se divierte". Nada de esos congresos en los que el número impresiona
porque de impresionante no tienen nada más que esto. Manifes
taciones globales
y gregarias en las que el sentimiento de una
rúmidad no
sobrepasa el rúvel del
entusiasmo colectivo o del
slogan publicitario.
Nada
de congreso reivindicativo.
Nada de congreso de presión moral, cuyo peso iría dirigido a
modific.ar, por ejemplo, el gobierno :pontificio. No tenemos tales
ambiciones. Ni queremos subestimar los recursos de un
enem¡go poderoso,
a fin de poder mecernos en ilusiones consoladoras.
No iremt>s a_ Lausanne como a un rn-eeti.ng o a un fumadero
de·opio. Iremos a Lausanne para trabajar. Para encuadrar a los veni
dos por primera vez (2). Iremos
para ¡xm.er a punto nuestras acciones particulares. Ire
mos a reconfortarnos, ciertamente, en contacto con nuestros ami
gos de otros ámbitos y países, pero con la voluntad de combatir
y triunfar. No para el solaz pasajero de haber gritado lo que senti
mos en el corazón.
16
El Congreso de Lausanne es el congreso de un método.
M. CREUZE'r.
(1) "Résponses et objetions «Pesimismo u optimismo»" Permaniences 65,
(2) Cfr.
Permanences, núm. 65.
Fundaci\363n Speiro
Quisimos poner como título de este artículo: "El Congreso
de un método".
Pero el rótulo hubiese resultado excesivám.ente riguroso;
por eso
¡ hemos preferido hablar de ello sin enunciarlo !
El Congreso de Lau·ssanne es, sin embargo, verdaderamente
. "el congreso de un método": un método de
acción de
trabajo,
método particularmente adaptado a nuestro tiempo de borrasca revolucionaria. Método que podría decirse universal si este cali
ficativo fuese entendido en el sentido de que su aplicación excede
de nuestro campo habitual de combate cívico. Puede ser empleado para enseñar el catecismo. Se puede uti
lizar, en uso de una libre facultad, en las obras más directamente
apostólicas, etc.
Bastantes de nuestros amigos, y de los mejores, no compren
den eso suficientemente.
El "Office Intemational" continúa siendo para ellos, ante
todo, un vínculo de unidad acerca de la doctrina del derecho
natural y cristiano.
Y
lo es.
Pero no únicamente. no ESENCIALMENTE.
La adopción del vocablo "acción cultural", de mayor exten
sión que el de "acción doctrinal", no es el efecto de un azar, ni
la sola busca de un abrigo contra las injerencias abusivas de
los clérigos.
La acción cultural implica la doctrina. la UNICA. la del
derecho natural y cristiano, aquella que la sucesión apostólica en
el ejercicio del magisterio ordinario de los Papas nos ha legado,
la "doctrina social de la
Iglesia'", de
la que Juan XXIII nos ha
recordado que es "válida. para todos", creyentes e incrédulos,
hombres de buena voluntad y de sana razón.
La acción cultural implica la doctrina porque no puede pres•
cindir
de ella, pero no es SOLO doctrina. Es experiencia, es
conocimiento de historia, de estética, de política, de economía,
13
Fundaci\363n Speiro
M. CREUZET
es la descripción de los fines supremos, pero también de los fines
inmediatos con su contorno de
rea.Íizaciones parciales, limitadas
pero posibles, orientadas en la perspectiva de un objeto lejano
a alcanzar.
El "Office International des oeuvres de ~ormation civique et
d'action culturelle selon. le droit naturel et chretien", para con
seguir lo que promete no puede ser exclusivamente doctrinal.
No puede ser ESENCIALMENTE doctrinal, ya que ade
más nos muestra los MEDIOS al describir
el fin supremo de la
sociedad y los fines secundarios inmediatos. Incluso, esa exposi
ción de medios es lo que le dota de su originalidad, de su "propio
caracter", como diría la ley Debré. He ahí lo ESENCIAL del
"Oficce International" ... y lo ESENCIAL DEL CONGRESO
DE LAUSANNE.
Es el Congreso de un método.
Método al servicio de un fin único, enseñado, proclama.do, a
lo largo de los tres días de la reunión. Fin amado, querido; alma
de las exposiciones y comunicaciones sobre: PATRIAS, NACIO
NES, ESTADOS. Pero fin servido PRACTICAMENTE, en las actuaciones
posi
,Ples, en tal país, tal medio, tal red, frente a tal situación. a pesar de
tales ataques, fin servido por nn METODO de trabajo, de acción y
de formación adecuada a esta acción.
Nuestra originalidad no está en la doctrina, sino en el método
Método universal.
Y SOBRE TODO en el plano de lo temporal, que es el nuestro.
El 24 de noviembre, M. Chauclien, director de la escuela nacio-
nal de carnicería, en un coloquio del C. L. C., evocaba los penosos
comienzos
de ese órgano de formación profesional de la que es
fnndador. Esta escuela parisiense, que recibe hoy alumnos y pensio
nistas de 54 países interesados
por uno u otro aspecto del pro
ceso de la carne, comenzó en 1927 con algunos carniceros deseo
sos de enseñar su profesión a los jóvenes y de darles, más allá
de su especialidad,· un Verdadero humanismo del oficio iniciado
con una cultura auténtica.
14
Fundaci\363n Speiro
ANTE EL CONGRESO DE LAUSANNE 1970
Como fuera que le preguntamos si le parecía posible que otras
profesi9nes realizaran escuelas elementales o supeiiores con la
misma finalidad, M. Chaudien añadió: "Decid que ciertamente
esto es realizable si encontráis los hombres adecuados. Es, ante
todo, un problema de hombres decididos y con fe. De hombres
prestos a sacrificarse. Nada se ha construido nunca de otro modo".
"Al inicio de estas realizaciones es pr-eciso un pequeño grupo
de hombres, que se conozcan, trabajen juntos, unan sus esfuerzos
y estén decididos a luchar''.
"Si
no se
quiere luchar
por algo,
es imposible hacer algo."
Por la vía de la experiencia en una materia práctica, M. Chau
dien llegaba a iguales conclusiones que nosotros mantenemos
desde hace treinta años.
Nuestros amigos saben teóricamente
~podría decirse
...
¡ doc
trinalmente !-, pero no CREEN PRACTICAMENTE.
La educación tiene un método de trabajo que no es enseñanza
pura, es ENTRENAMIENTO PARA UNA PRACTICA. Ea jo este punto de vista,
el Congreso de Lausanne permite fa
cilitar los encuentros con vistas a una puesta en. acción PRACTI
CA del método que preconizamos y que puede esquematizarse así:
-acción
capilar o de contactos personales.
- redes sociales o por situaciones de
la vida
-conciertos con vistas a una acción común en un espíritu
común.
-complementariedad de esfuerzos.
-difusión
de un material de trabajo adecuado.
-formación
de animadores
y de cuadros de la vida social.
Los forums y los stands no tienen otro objeto que ofrecer
esas ocasiones de contactos y de conciertos.
Es
allí donde, en el encuentro de éstos con aquéllos, será posible
y previsible una acción concreta sobre puntos determinados en un
medio dado. Es allí donde se toman las resoluciones, alli donde se anudau
o expanden las redes de amistad
y de trabajo ...
. ..
Es el
Congreso de un método.
* * *
15
Fundaci\363n Speiro
M. CREUZET
"El mayor Congreso del mundo, en su género" ha escrito
Jean Ousset (1).
El
principio de la frase haría sonreír.. . si su terminación
no le diese una evidente realidad.
''En su
género'',
pues no
conocemos un congreso de trabajo
tan hirviente de actividad, sin ensambladuras de expansiones turís
ticas; sin folklore, ni gastronomía, ni excursiones, ni nada del "congreso que se divierte". Nada de esos congresos en los que el número impresiona
porque de impresionante no tienen nada más que esto. Manifes
taciones globales
y gregarias en las que el sentimiento de una
rúmidad no
sobrepasa el rúvel del
entusiasmo colectivo o del
slogan publicitario.
Nada
de congreso reivindicativo.
Nada de congreso de presión moral, cuyo peso iría dirigido a
modific.ar, por ejemplo, el gobierno :pontificio. No tenemos tales
ambiciones. Ni queremos subestimar los recursos de un
enem¡go poderoso,
a fin de poder mecernos en ilusiones consoladoras.
No iremt>s a_ Lausanne como a un rn-eeti.ng o a un fumadero
de·opio. Iremos a Lausanne para trabajar. Para encuadrar a los veni
dos por primera vez (2). Iremos
para ¡xm.er a punto nuestras acciones particulares. Ire
mos a reconfortarnos, ciertamente, en contacto con nuestros ami
gos de otros ámbitos y países, pero con la voluntad de combatir
y triunfar. No para el solaz pasajero de haber gritado lo que senti
mos en el corazón.
16
El Congreso de Lausanne es el congreso de un método.
M. CREUZE'r.
(1) "Résponses et objetions «Pesimismo u optimismo»" Permaniences 65,
(2) Cfr.
Permanences, núm. 65.
Fundaci\363n Speiro