Jean Ousset, Pour qu'Il règne

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lean Ousset: "POUR QU'IL REGNE" (*).
(Nueva edición.)
Para que É/ re'Í11ie se publicó por primera vez en Francia el
año
1957 agrupando una serie de trabajos aparecidos previamente
en un Boletín mensual en donde se analizaban con rigor científico
las causas profundas de
la Revolución y se sentaban las bases
lógicas para una restauración del Orden social: Omnia insta1«­
rare in Cristo {San Pío X).
En 1961 fue impresa la versión española, como primer libro
de la Editorial "Speiro". La obra ha sido ya traducida a -los prin­
cipales

idiomas
y en todos los países ha tenido una favorable aco­
gida.
En España, a raíz de su publicación, la prensa se hiw eco del
acontecimiento en notas críticas y comentarios, entre los que re­
cordamos los escritos por Luis María Ansón, el Conde de los Andes
y José María Pemán. Este, en un artícnlo bajo igual título que
la obra, que figuraba en la primera página del diario
A B C, es­
cribía, entre otras cosas : "Los fnndadores de falsas religiones
-dice el beato Eymard-son el alma de las leyes civiles de sus
pueblos. Confucio para los chinos, Buda para los indios, Maho­
ma para los musulmanes, son los supremos directivos de esas
sociedades., en una dirección que no se quiere conceder a
Cristo.
Y lo paradógico es que todos estos Estados religiosos se dejaban
influir o moldear por unos profetas o filósofos o por unos dioses
que no ,era muy claro que hubieran creado el mundo. En cambio,
lo más característico y diferente de nuestra doctrina es arrancar
(*) París, 1970, 458 págs., rústica.
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de ese dogma de la Creación. Sin embargo, los que participamos
de

esa certeza de que Dios hizo el mundo
parecemos los
más dis­
puestos a recoger libremente ese mundo como un balón que
el
Creador hubiera lanzado a la cancha desentendiéndose en segnida
del

juego." En efecto, a veces los
llamados católicos
parece que
son quienes más interés tienen en prescindir de Dios y en or­
ganizar el mundo como si no hubiese sido creado por Él. Cosa
ilógica, pues en nada se prescinde de su autor: ni en pintura, ni
en literatura, ni en arte, ¿ por qué sí en la sociedad y en la polí~
tica? En la ciudad moderna es frecuente oponer Dios y el César,
como si fuesen términos contrarios y equivalentes; como si el
César no fuese también obra de Dios.
Constaba la obra de cuatro
partes bien
definidas: Cristo es
Rey; Oposiciones al reinado social de Jesucristo (el Materialis­
mo, la Revolución, con sus tropas regulares, la quinta columna y
nuestros propios abandonos y debilidades); Razones para creer
y esperar en el triunfo de Cristo-Rey, y, finalmente, Fórmula
conveniente para una acción efu::az.
Han transcurridos algo más de diez años desde la primera edi
ción francesa de la obra que comentamos, de la que se han ven­
dido en dicho idioma más de 25.000 ejemplares, cantidad aprecia­
ble si tenemos en cuenta que se trata de un estudio denso, de ca­
rácter filosófico y teológico, aunque asequible a toda clase de
público, de la que no se hizo gran propaganda y ni siquiera el
título era llamativo. Ahora,
en 1970,

aparece una versión reducida de este libro
fundamental, editada por el
Ü'.fice International

des Oeuvres de
Formation Civique et d'action
cultmelle, selon

le Droit Natu­
rel et Chrétien ( 49, rue des Renaudes, París, XVII)
bajo el nom­
bre de su autor, Jean Ousset, que no
figuraba en la edición pri­
mera.
¿ Qué justifica esta nueva publicación? Así nos lo explican
los editores: la razón es que esta obra explica la causa, el objeto
y el espíritu del verdadero
combate social

cristiano tal como se
debe proseguir
y perfeccionar en la segunda mitad del siglo XX.
No se trata de una exposición teórica salida totalmente elaborada
de la cabeza de nn "doctrinario" ni de un "sistema" o exposición
histórica, sino que es el fruto de reflexiones progresivas debidas
a una labor concertada
en desarrollo constante gracias al con­
traste
de múltiples

experiencias.
Esta experiencia de más de veinte años en grupos de estudio
y acción doctrinal ha dado lugar, con vistas al futuro, a esta nue-
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va edición de Pmra que El reine~ en la que, conservando el fondo
básico, se aprecian algunas diferencias en relación con la primera.
Las .principales son las siguientes: ha desaparecido la cuarta par­
te sobre la Acción, que, notablemente aumentada y puesta al día,
es objeto de publicación independiente y constituye un manual
complementario. En cuanto .a las tres partes restantes ·han sido
simplificadas y perfiladas, mejorando en claridad y sistema. Así,
en la primera parte, a la luz del Concilio Vaticano II y teniendo en
cuenta el confusionismo reinante, se analizan con mayor precisión
ternas candentes de gran actualidad, como son las relaciones en­
tre lo espiritual y lo temporal . y el papel correspondiente en la
Ciudad

política a clérigos y laicos. En
la segunda parte, el antiguo
capítulo VI,
de carácter

aclaratorio,
h,~ pasado a ser ahora un
Apéndice. En la tercera parte,
el último capítulo, titulado Conclu­
sión, ha sido reelaborado,
como consecuencia
de
la poda realizada y
la
supresión de la cuarta parte; en él se estudia la esencia del
problema, lo que está en juego y
el grave deber de la hora actual.
Estimamos muy acertada la simplificación
de la obra que co­
mentamos y la publicación de esta nueva edición, que, con titulo
más expresivo,
podría denominarse "Catolicismo y Política", ya
que en ella se contienen los fundamentos básicos de la sociedad
política organizada con arreglo al Derecho público cristiano.
Las opiniones de ilustres Prelados espafioles, manifestadas
con ocasión de publicarse la traducción
castellana de
la obra, si­
guen siendo válidas y, si cabe, más actuales, dado el desconoci­
miento o insuficiente formación en la doctrina socio-política cris­
tiana, que ya hizo notar Juan XXIII, por lo que consideró ne­
cesario y urgente el estudio de la misma. Como
resumen de ellas, h-, aquí lo que escribió el Cardenal
Bueno
Monreal (l-X-61):

en la obra
PGJl"a que El reine se en­
cuentran ''los principios fundamentales del orden cristiano en
toda sociedad bien organizada, muy dignos de ser conocidos por
cuantos tengan alguna relación con la política, actividades sociales
o simplemente alguna participación en la vida pública''.
Por todo lo dicho, y teniendo en cuenta que prácticamente
está agotada fa edición castellana, creemos sería de gran interés
la publicación en español de esta nueva versión francesa de obra
tan fundamental para la formación cívico-política según el Dere­
cho natural y cristiano.
GABIUEL AI$ÉREZ CALLEJÚN.
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