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Número 85-86

Serie IX

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Los amigos de la «Ciudad Católica» celebran el día de su patrono San Fernando

LOS AMIGOS DE "LA CruDA,D CATOLICA" CELEBRAN
EL DIA DE SU PATRONO SAN FERNANDO
El día 30 de mayo, festividad de nuestro patrono, San Fer­
nando,
por iniciativa
de Speiro, un grupo de amigos de
la Ciudad
Católica nos

reunimos para oir misa
y, luego, en un ágape fra­
ternal.
Sobre las ocho y media de la tarde, en
la Iglesia de las RR. Ma­
dres

Salesas de la calle San Bernardo., 72, celebró el Santo
Sa­
crificio

de la misa el R. P. Dr. D. Marcelino Martín de Castro,
quien nos dirigió una fervoro-sa y docta homilía en la que hizo
resaltar la significación de San Fernando, como ejemplo y antí­
tesis del mundo de hoy, tan materializado
y desacralizado que
por esa vía llega a la muerte de
Cristü' y a la muerte de Dios.
Subrayó los matices que
separan el

significado de las palabras
Ciudad y Estado. Destacó el sentido divino de la ciudad terrena
y mostró el significado,
siempre vigente

de la
Ciudad de Dios
de San Agustín, concretada con maravillosa síntesis por Santo
Tomás de Aquino y por los teólogos
espa/ioles de
los siglos xv,
y
XVII, Fray Luis de León, Suárez, Vitoria y, en especial, el
jesuita Padre Vázquez. Concluyó la homilía pidiendo la mater­
nal protección de María Reina de Cielos
y Tierra, para la la­
bor que

realizan los amigos de la Ciudad Católica del Reinado
Social de Cristo Rey.
Hacia las diez de la noche, en
el Hotel Conde Duque, se cele­
bró,

con mucha concurrencia, la cena de hermandad, al final de
la cual se leyeron adhesiones procedentes de muy distintos lu­
gares de España,
y, a continuación, Francisco José Fernánde.-1
de la Cigoña pronunció las palabras que a continuac:ón transcri­
bimos:
"Queridos amigO's: Nos he1nos reu.n~do a cenM en esta fecha
"en que la Iglesú,, celebra la festividad de San Ferna:ndo pwa
"encontrarnos, fratra carmbiror irm,presiones, para sabernos entre ·arniii­
"gos. Que la verdadera amistad es la que nace de un m,ismo co­
"ra:zón
y un mismo pensamietito.
'' En Misa hemos pedido a Dios, por intercesión 522
Fundaci\363n Speiro

"Patrono San Ferna.ndo, por esas cosas que no figuran en. las ora,-
1' cianes diarias. En las ora:eiones íntimas en. que se pide a Dios
"la salud del hijo o /,a, sabvaci6n eterna, En las oraciones ofú:iules
"en
kls que nos hacen pedir P'or la reforma de las estructuras, el
'1 progreso
econ-ómico del Tercer m,undo-o los pozos del ex-Pculre 11Ferrer en la India. Y1 sin e1nb111rgo, creo qwe a Smn Fernando}
'1 OJl qwe no es extrarño
· que se quiera borrar del calendario} pues
nhoy
en d,ía no se lleva ni ser rey, ni ser santo, tuvo que serle muy
"qrato el pedir a Dios p·or una sociedad cristiana.
"Expresiión que causa risa en días de secul,arizactión, p·ero qu..e
"sigue encerrando, a despecho de e/higos y laiicos, /,a síntesiis "lo que ha.n de ser las aspiraciones de los homln·es. Organizar este
"mwndo, en los dias en los que nos toca. -ui'lfir, del mejor modo
"posible
y que el pruo por el mismo sea camino para la vida eterna.
n Hoy, cuando se llama sociedad a la más absoluta dictadura
"o
a la más ignomitniosa depravación; cuando los tanq'Ues rusos pue­
" den ap/,astwr Chiecoslovaq1úa
o los bachilleres e,:perimentan los
"paraísos
artifú:údes del
LSD;
cuando lo,s discrepantes

con
el Go­
"Nerno de la URSS son internados en clínicas psiquiátricas, o
"cuando desde hojas prwroqwiales se recomienda, a lüs p'OJdres que
"tienen hijos, cuyw-preferencias se inclinwn par individuos de su
"misnw sexo, buscar el~os
mismos

el
airnigo que satisfaga esas
re­
''laciones enfermizas o depraroadas, es p-reciso más que nunca ex­
" plicwr la qwe
es la sociedad. Porque ése es el gran peUqro ante
'' el que
nos encontramos. Que la tirmnfa nos sojuzgue o que la
''más absoluta anmrquía nos invada. Y como el vitVir en anarquía
"es imposible, tamb'ién, por este camino alborea el dictador.
"Es
necesariü defender la süciedad. El conju.nto organizado
'' de hombres que creen necesarias para su vida unas libertades sin
"las cuales el t11Mndo no sería más que u.na termitera .. Que creen
"que el Poder n.o se justifica por sí m.dsmo,, sino par su resp!eto
nhac'l(J unas leyes que lo trascienden. Que creen que la ley no es
JJ expresión .de la, voluntad popular, sino ordenación de la razón
"al bien cmnún. Que creen en una organización del Estado por
"cuerpos intermedios, coda uno com-petente en su esfera y todos
"integrad1os en búsqueda de un bien sup1erior y no en el absolu­
" tismo de Estadü, por el cual, qwien detente en ,un momento dado
''el Poder
es dueño Y' señor de vidas y haciendas. Que creen, en
"fin, qwe la vida no termina en su transcurrir terrestre y que re­
" conocen, por tanto, la primac/;, de lo espiritud.
"Se intenta .deshacer la sociedad y no sólo ¡,or los estudiamtes
"que en mayo de 1968 estuvieron a punto de hundir a Francia
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Fundaci\363n Speiro

nen /a, anarquía.. Son más peligrosos quienes creyendo real4zar "UM buena obra desmontain con sus planificaciones y sws tecno­" craJCUlJS lo poc'o que resta de una sociedad na,tural. Y quienes con n sus aperturas y diálogos intentan hacer pasar por buenos a qwie­)7nes defienden un sistema, en fras,e de Pío XI, intrínseccmnente "p,erverso.
"Para op-on,erse a todo esto, para consegu1·r para, nosotros y "nuestro. h;jos nn V'imir humano y pmra cumplvr, además, un es­"tricto ·deber de caridad para con nuestros prójimos, es preciso
'' defender y revitaliza'tf" la sociedad. Y esto sólo, se consegwiJrá; con ''nuestra colabor(k."i6n decidida y esperanzada. Los que creB"Jllll,Os "que la histo>ria !,, ha,cen los hombres, podemos cierta,mente inhi­
''b1rnos y dejar el cwmpo abandonado al ene-migo, pero si así lo "hacemos, que sro con conciencia de pecado y no sumidos en esa '' estúpid(/) beatería de quienes en 1.rísp,era de guillotina siguen p1en­
,, sa1Ulo qwe no pc,sa nada.
"Y C'omo poco se puede hGC'er sin tener ideas-claras de lo que se "pretende, el Congreso
de este
año de

la
Ctuáad C(J)tólica, qwe "No me queda
más que leeras el proyecto de programa y el "invitaros a r¡u-e, venciendo posibles dificulta!des, asistáis y partir
"cipéis, en la seguridad de que será

un paso importante
de esta "reg,eneradán social, que desea.mas tanto cotno necesitamos."
Clausuró la reunión el Director de VllRBO, José Antonio Gar­ca de
Cortázar
y Samarmínaga, con el siguitnte discurso:
"Una nueva cita de los «Amigos de la Ciudad Católica,» y de
"VERBO nos congrega,

hoy aquí
no en olor

de multitud,
sino
"de fervor

afanoso y
firm.e herma,ulavi. Quiere ser, una

vez
más, '1 en esta oca.sión,
un coloquio {J)'Jnistoso, un diálogo fecundo dentro
"de los diversos rumbos de la Rosa de los Vientos del Espíritu.
"Y con vo,z unánhne en

lo esencial,
pensemos en todo lo que ra­''dü:a.lmente nos une y en todo lo que es común en't-re nüsotros. "Revestidos !humilde e íntiman,1,ente de la arrmadura de Dios, que­'renws, an,fe todo y sobre todo, cofocar nuestros cuerp,os y nues­
"tras altnas a su servicio a trarvés de los cau,ces antiguos y s~em­" pre prima,verales del Derecho público cristiano, de /.a doctrina so­"ciail y de la cuiltura católic(J), que son, en definitiva, una misma
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Fundaci\363n Speiro

)Jcosa: ser'l.!1Jcio a la verdad, que es servicio a la Iglesia y que es
'servicio a Dios.
"N ue'stro objetiw está claramente definido en esa brújula ü..­
"swnada del pensamiento y de la acción. Hemos,de buscar el norte
"espiritual de la tradioón vma, válida, est1>Me, aihistórica ( p,o-rque
"es de
toda la H

is/aria) y
adaptarla a
nuestras
circunstarncias.
)J Así daremos a su sonoro mensaje de siglos y de voz de nvuchas
JJ aguais, vigencia renmJada mctuaJJ aqui
y ahora. H ª°'Y qu,e recoger
"del tesoro de la tradición wtólka e hispánica lo que es vita!, lo
JJ que es aceradamente Sltstancial, lo que es, en último término
)}clásico, es decir, lo que es pennanente, lo que no p'CDS'a, lo que
nno muere, lo que no se deteriora) lo qu1e no sálo es de ayer ni
,J sólo pwra maiñana, sino que está tan estrechOflnente entroncado a
"la verdad religio,sa, política, filosópca, cultural, que ofrece la
nmrism{]) línea melódica) con las a.daptacion.es necesOJYia.s al fluir
))
de la H·istoria -cantamia la

misma
canción, pero con distinto
"verso--de ayer, de hoy y de mañana. En una fr "pre.
"Y junto a la tradidón válida ~-no las tradiciones frágiles que
n pasan .J' mueren, que pueden ser sólo de un tiemfro o de un es­
n
p'OJCio-o de una simP'le costumbre nwcámica y modificada) que son
'' ceniza y no flo+r-la tradiciión de fnfinitos ecos que ·no puede
nmorir,
es necesario contemplar --a la lu,z de los Pap'(J;S contern­
" poráneos-los fenómenos sociales ,de nuestra época y la nece­
" sida:d abis<>lu.ta de esa auténtica justicia soC'ial, de esa, renO'llaleión
"perenne de las esencias cristianas que nos demoodan hoy la vi­
"vencia de fa Buena Nueva en un mundo monstruosamente mate­
" rinlista y la exigencia de esa justha humana -respkmdor de Dios
"en

el
cora;z6n del
hombre- bautizada
por la caridad del Evange­
"lio y puesta una vez más de relive por el último y trascendental
"Concilio.
"En
nuestras singla,duras, y dentro de un mismo cuerpo armó-
1'nico·
de ideru y creencias, hemos de alejarnos -como del p·eor
"de los males-del ambiente de separación, de exclusión, de sece­
" sión,
de «apwrtheid», de «gheto». Un sano p,turalismo de &rec­
"ciones P'olti_ca'JS,
sociales, cult-wrales) filosóficas, artistica:s, Jebe pre­
" sidir nuestr-as esfrer(l'fnzas) pluralismo ac,Yazado siempre -en arco
"de amar y de fidelúlad-por los principios esenciales e inmutaa
"bles de la doctrina social y del Derecho públko cristiano y lejos
nde las a:renas '111,,()'Vedi.zas y los espejismos de deleznables nastu­
" ralistnos.
"No olvidemos en nuestras em¡,restJs -en las que nos pueden
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"servir de lema,-las paJab'ras de Pío X, inspiradas en la tradición
"agustiniama} a los católi,C'os espiañoles: «En lo necesario) u,nidad)·
"en la diuia, li/Jertad; en todo caridad.
n Nuestra la1bor ha de ser o,P'timista, valiente, vehementemente
"apruiona:da.
Y

de
si,gno rotundamente expansivo. Fuera de

nos­
,, otros esas huidas del mundo que algunos proclaman, acobarda­
,, dos

por un
amb'iente exterior casi irrespirable -cosa excelente
nen los Padres del'de.rierto o en los monjes contemplat1!Vos o anai-­
,, caretas- pwra encerrarse en un krherinto de aJmenas defensivas
"y casi desvanecidas ya
en

el
tiemp,o. Es
preciso
wmar a,l mundo
"pwa 1/ewJYlo a
Dios.

Todos
hemos de part;cip,ar en
su
consagro­
,, ción -sobre todo en:
esta época de estérü secularización, de huma~
''11'fli.stnos deletéreos y de leta,l naturalismo --, como nos piden los
"Pontífices y /Jo!ja suya cap,,tm,fa ~con la rotunda, ilimitada e in­
,, condicionada expresián die nuestra fe y nuestra obediencia-que­
"renios colocmrnos.
"Y pmra ello, P'ara
esta

conquista
espiritual del
mundo, es
pre­
"ciso poseer las mejores, las únicas a¡yma,s: la orOJci6n, el ·estudio,
"la disciplina, la acción om,daz y Jervorosamen.te sentida para; que
"no quede toda esa pirámide de pensamientos y de sentitm-ientos,
"aJ,mo,, y sangre de nuestro ser, en simples farmulaciones teóricas
J> o en románticas declarraciones de principios. Se ha.ce urgente e
";naplazable volver a las batallas de Dios. Y cada uno tiene su
"puesto y su arma en este metafisko pa/,enque. Es precisa comba,..
"/&' arropados, «si», por las grandes figuras del pensamiento cr;s­
"tiano
y de ,,los altos ideales que hicieron esa realidad esenc'ial que
"se
llama España,, pero si,n descansar cómadamente en la a/,mol,a,!a
"fácil

de
los nombres

sonoros e
mta.,¡Jibles: Lulio, Jaime I, Al­
,1fvnso X, el EmperaJdor Carrlos, Vitoria, Su,árez, Lainez, ·Satnta
"Teresa,
San Juan de
la
Cruz, el que mañana mismo será Juan
"de Avila_, y más cerca y más liga-dos a nosotros por la cercanía
"de los años, San Antonio Maria Claret, Menéndez y Pe,-kvyo,
"Btdmes,
Donoso, Aparisi, Vázquez Mella, Maezlu. Sí; todo lo
'' que es verdad ¡es nuestro/ sí_; todo lo q,ue es esencialmente ~­
" pibvico
es

nuestro. Pero es
n,ecesario-, pOira saber cap,tarlo, for­
,, jarse en el estwdio de los maestros mmyO'Yes e mqui,rir cómo hu­
nbieram reaiccionado hoy y qué direcciones escogerf(Mt -dentro,
"daro está, de ,wn unánime'piensaimiento ·esencial--ante los·nuevos
"acontecim;entos
de las nuevas y peligrosas bordadws de la His­
"toria. Que con su inspiración y su aliento haremos camino al
"amdair, co-rno dijo el poeta. Hoy más que nunca se hace necesario
"recibir su mensaje y saJ/Jer recoger la flecha de una tr~didón llena
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"de vida que nos legaran, p(JA'a arrojOIYla con ímp'etu hacia ade­
,,lmnte.
"No hay que dejar lugar al desaliento en nuestra empresa.
''Tenemos la más formidable ventaja: no venimos a gana1·, sino
)J a servir, a ocuij)'(JIY sencillamente nu:estro puesto. Creo que ésta
"es la mayor suerte que nos ha ,Jeparado la Pro'lfÍdencia. La C>u­
"dad
Católica

no puede ofrecer
materialmente nada, no puede
"prometernos

en este orden
nada.No hay botín que repart-ir. Pero
"nos ha to'Cado la excelsa suerte de qiue bajo sus irnsignias esta­
"mos en nuestro tíempo -apr,sionad(]Jmente beligerante y negr,tivo,
"pero apa:siJonadamente
también aAnwdo-, en una parcela de la
"Historia, en un lugar de la Geografía. Y en ellos tenemos que
"alzmr la centinela de nuestra intelectual trinchera,. Sencil~amernte
"al servicio de una ca.usa qu,e creemos sagrada,. Por eso aq_'Ufi; es­
"tamos.
,1Hoy, áía de San Fernam.do,
bajo el nombre transido de pri­
"momera y gra-cia de! Santo, del rey y del soklado, que hizo cOIYne 1
' y vida en su íntima a,ventura los ideal,es de una sódedad cristia­
"na auténtica y

de un
wuténtico Estaido cristiano. Pongámonos
"bajo
su pro-tección conw un pelotón más de arqueros de

sus
ilu--­
J'miooda..s compañías. Pa:ra
que

nos
sirva su nomb-re de santo y
JJ señ,z' y para que desde su gloria de soldado y rey sea -wna vez
)}más nuestro mas at!Jelantado wdalid.
"Y con el recuerdo de San Fernando -pa.-a terminar-pida­
"mos
a la som/Jra augusta de su h;jo Alfonso que no,s preste el
"lema que dio a Sevilla par fidelidaá. Así

podremos
oir algún
"elfo, rk Dios, cada uno de noso,tros, /as ,n;smos pa/a,bras si le
"sonws fieles: «T~bién tú no me has dejado.»"
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