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Número 87-88

Serie IX

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Michele Federico Sciacca, L'Oscuramento dell'intelligenza

INFORMACION BIBLIOGRAFICA
La Conclusión de su libro la termina De Corte lamentando
que la inteligencia humana
desviada, que
no acepta ni su condición
humana ni los límites que le imponen la realidad
y_ su Principio,
engendra una plebe intelectual sin freno, una canalla henchida
por un poder técnico hipertrofiado que pretende transfonnar los
hombres según la imagen que ella misma se forja.
JoSÉ MARÍA NrN DE CARDONA.
M.F. Sciaooa: L'OSCURAMENTO DELL'INTE,LLIGENZA (*).
M. F. Sciacca, profesor de la Universidad de Génova, discí­
pulo

en buenta
parte de
la más genial figura de maestro
y creador
de la filosofía italiana del siglo, Giovanni Gentile, pero
al mismo
tiempo representante
actual de

un espiritualismo y problematicismo
católico en la filosofía, integra con esta obra
de última

hora, que
completa en marcha el arrollador ritmo de su producción escrita,
lo que en justicia podríamos llamar su sistema de pensamiento. Se
trata de la filosofía de la "integridad",
que recuerda,

en cierto modo,
el humanismo integral de Maritain,
pero que

se quiere a sí misma
una filosofía de
-combate, una

filosofía que se qui.ere precedida por
las puntas acerantes de una ideología en marcha, justificada por
la crisis actual de la fe y de las minorías espirituales de Occidente.
El libro, con rigor filosófico y vibrante estilo, nos recuerda,
en un momento quizás más grave
y más cargado de responsabili­
dades, aquel momento en que Julien Benda, desde un punto de vista
algo diferente, hablaba a la conciencia europea en crisis de la famo­ sa
"'trahison des dieres". Este

nuevo
Hibro de .Scia.cca ha
de
ser con­
siderado

en el contexto de otras
obras suyas 'bastante recientes; a
saber: Filosofia e antifilc>sofía, del

cual nos
ocu¡,M,amos hace
rro
mucho en
la Revista de Estudios Políticos; Gli a.rieti contra la ver­
ticale, y La Chiesa e la civilita moderna,(*). Los problemas de una
inteligencia occidental
oscu:r:ecida están proyectados sobre una "es­
tupidez"
de un proceso que Sciacca, con cierta anbitrariedad llo su­
ficientemente desplegada, llama "occidentalismo", tendencia que ha
llevado al crepúsculo de Occidente. El filósofo de Génova se re­
fiere sin
duda a una tendencia de la cultura occidental a conside­
rarse única detentadora de valores, cuando en realidad hay que
(*) Cfrs. las notas bibliográficas de estos tres libros publicados por el
R. P. Bernardo MonsegÚ, C. P., en VERBO, núriI. 77, págs, 665 y sigs.; nú­
mero
78-79, rpá,gs. 879 y sigs., y núm. 83, págs. 241 ,y sigs.
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tener en cuenta que otras culturas están penetrando en la gran
corriente de la actualidad. El fenómeno fue señalado, hace cincuenta
años, por Spengler, seguido muy de cerca por Toynbee. La nove-­
dad de Sciacca estriba en un planteamiento metafísico del proble­
ma. Además, se trata de una novedad de estilo y de act;tud. El
suyo es, según propia manifestación, un propósito "provocativo",
que

recuerda desde
una óptica
distinta, católica, espiritualista, las
famosas "Provokatorischen Notizen", de .Kurt ·w. Marek. Con su
obra, "quiere despertar, inquietar, incluso irritar". De acuerdo con
la metafísica de Vico, sigue la problemática en sus grandes líneas
esenciales, sin bajar a los "ingenios menudos". Va a la raíz de un
movimiento cultural y considera el problema en su más amplia pers­
pectiva. Lo que Sciacca llama occidentalismo, como forma de de­
cadencia de la cultura de Occidente, puede muy bien identificarse
con el gran proceso destructor de valores del nihilismo. El oscu­
recimiento de la inteligencia de Occidente ha sido la consecuencia
de la pérdida de la inteligencia del ser, de una gradual degrada­
ción ontológica.
El libro se autodefine "atormentado"
y "amargo", a saber mo­
vido en Jo más entrañable de sn problemática, que es una proble­
mática ontológica, por una permanente apasiQillante inquietud exis­
tencial. Con ello no hace sino definir una vez más esta hipolaridad
personal de su autor. La búsqueda de una ontología actual de la
cultura en términos existenciales que están arraigados en su ad­
miración por el pensamiento de San Agustín y de Platón. Suges­
tivas son las páginas sobre todo en las cuales Sciacca estudia la
morfología de la
estupidez occidental en crisis. Ella se manifiesta
sobre
todo a través del método
de la reducción que niega el prin­
cipio dialéctico en una época en fa cual se va inexorablemente tras
las "aventuras •de la dialéotica". La estupidez cultura~ es adialéctica
y lleva al nihilismo, lleva a la masificación, acepta como suyos los
medios audiovisuales de la cultura. "Hoy los medios de comuni­ cación
Son rapidísimos y su radio de difusión abraza la humanidad,
progreso técnico que la inteligencia difícilmente llega a disfrutar
y que es presa deseada de la estupidez en el nombre del Nosotros'
(pág. 83). El occidentalismo ha historicizado la estnpidez arropada
en la ilusión y en los mitos ignalitarios y libertadores de las ideo­
logías modernas. Para un -filósofo como Sciacca que persigue la recuperación del
hombre integral y de la identidad entre la cultura y libertad, el
panorama del tiempo en que vivimos es desolador .. La tiranía del
consumo él la considera- más fuerte que las tiranías políticas:
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capaz de supnmir la cultura bajo opresiones insidiosas sin nú­
mero. Hace tiempo que la sensibilidad cultural de Occidente había
cedido, mientras el "occidentalismo" ha destruido las últimas re­
sistencias. Ha surgido la tecnocracia,- "antiliberal" y ''reacciona­
ria" de
p::>r sí,

filosofía de
la eficacia, que confía sólo en los robots
y los mwnagers, técnicos y expertos. Ello ha llevado a un nihilismo
revolucionario con su escatología mundana, su profetismo terrestre,
sus retornos a los viejos mitos humanitaristas y pacifistas. Mien­
tras para los pueblos subdesarrollados se plantea el problema de
vencer el hambre, para los pueblos superdesarrollados
·se plantea
la Cuestión de sobrevivir a los males sin remedio de su propia ex­
pansión y desarrollo.
Sciacca, como es natural, no deja fuera de su anáJisis despiada­
do tampoco la crisis religiosa del siglo. El suyo es un libro valiente,
abierto. Si algunas veces no podemos aceptar su esquema ni los conceptos de uso
hic et nunc, nos ,end:'usiasma la profesión de fe en
el hombre
y el p,a,tho~ del dinámico y siempre joven en espíritu
filósofo italiano.
JORGE U SCATESCU.
Lorenzo Simeoo,,: DIFESA DI UN PAPA E DI UNA ENCI­
CLICA
(*).
En un apretado volumen de 427 pagmas, Lorenzo Simeone,
profesor de Teología Moral en la Pontificia Facultad Teológica de San Buenaventura, de Roma,
y autor de no pocos escritos ju­
rídico-morales, aparecidos en diversas publicaciones especializadas,
nos ofrece uno de los estudios más extensos
y cui_dados, seguros y
claros, acerca de un documento pontificio que motivó una selva de literatura en torno a la significación
y alcance de la decisión
que en él Pablo VI tomara, Lo comienza haciendo notar el mismo autor, y da de ello la
explicación. Ha
sido debido

no sólo la practicidad e importancia
del tema
sobre que

se pronuncia la
~Humane Vitae, sino también
a las circunstancias históricas que en ella concurrieron
y al hecho
de que interesados en
la solución al problema de la regulación de
la natalida:d
,estaban no

sólo los católicos,
sin'O también los no

cató­
licos. Si a esto añadimos que en esa
Encíclica el

magisterio pon­
tificio se pronuncia
si no ex ·cathedra., sí hablando como Maestro
y Pastor Universal de la Iglesia, para sacar de la duda y la in-
(*) Edizioni "Citta di Vita". Firenze, 1970.
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