Índice de contenidos
Número 89
Serie IX
- Textos Pontificios
- Actas
- Congresos
- Estudios
- Información bibliográfica
- Ilustraciones con recortes de periódicos

Autores
1970
Un cura de edad media, Los curas viejos
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
eolectivos y permanentes de dirigentes católicos y estudiantes,
con centrales, congresos
y dirigentes de las bases demócratas cris
tianas extranjeras_; estos equipos, así preparados
y en perma
nente enlace, fueron lanzados, o más bien devueltos, sobre las or
ganizaciones católicas de origen de donde habían sido extraídas or
ganizaciones autóctonas, en cuyo seno
y con cuyos propios me
dios difundieron las consignas de renovación de las estructuras
políticas
y otras similares a las que en cada preciso momento
táctico empleaban los comunistas
y los revolucionarios. Tras
vasaron a1 catolicismo genuino la ideología, el estilo
y la práctica
marxistas
y reclutaron militantes para la Democracia Cristiana
en las organizaciones católicas.
El libro, con rica documentación inédita, expone el desplie
gue de siglas del aparato de
la Internacional Demócrata Cristia
na, sus bases de financiación exterior
y de orientación ideo-
lógica extranjera, sus enlaces, interconexiones, organización
y ac
tividades. Presenta unos esquemas de claridad envidiable, que
bien debiéramos tener ya hechos aquí, análogamente, por lo que
a España respecta.
El esquema mejicano se repite, con gran similitud, en toda
Hispanoamérica. El libro se imprimió dos meses antes de las.
elecciones chilenas,
y, sin embargo, el papel desempefiado en
aquel país por
la Democracia Cristiana es descrito con tal exac
titud que parece escrito posteriormente. No es la parte menos
interesante del libro el con junto de noticias
y comentarios refe
rentes al desarrollo del mismo problema en el resto del Conti
nente. Hay observaciones
. que
tienen rango de leyes universales
de gran
valor si
sabemos utilizarlas a tiempo.
A. R. G.
Un curn de eclad media: LOS CURAS VIEJOS (*)
Los Curas m'iejos, o La novela del sacerdote espatñ.ol,, como,
originalmente fue su nombre, está escrita para probar la gran
deza de las virtudes sacerdotales
espafiolas de
los curas de antes.
Nos dice el autor: "Aquilatemos del modo debido los tiempos.
pretéritos, a fin de que las generaciones presentes formen un es
labón indestructible entre la sana tradición de ayer
y el futuro
(*) Ed. Vicente Ferrer. Barcelona. año 1965, págs. 223.
89~
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBUOGRAFICA
de mañana, imitando de aquélla lo que pueda y deba imitarse,
escrutando a
fondo las causas y
.efectos de
sus
virtudes, d.efectos
y
fracasos, con el objeto de dar a nuestros actos un gran sentido
de responsabilidad." En esta frase, a mi modo de ver, está la clave del libro. Por
un lado, destaca las virtudes de los curas viejos. Por otro, esti
mula a los nuevos curas a no desechar, irresponsablemente, los
valores del sacerdocio de entonces.
Empieza el libro con una breve historia de un párroco de pue
blo,
D. Manrique. Nos habla el autor de su fogosidad en la época
joven, de su celo en todo momento, de su soledad, de sus angus
tias, de su e tema fidelidad a su vocación sacerdotal. D. Manrique
fue un sacerdote de Cristo.
Tras esta pequeña historia, encontramos una lista de contem
poráneos de D. Manrique, "aquellos que en 1936 probaron, con
la sangre de sus nombres, la grandeza de las virtudes sacerdotales
españolas".
En la segunda mitad del libro hay una buena cantidad de ci
fras,
que van indicando el número de fieles por sacerdote que ha
habido a través de los
últimos años,
el número de sacerdotes por
parroquias, el número de seminaristas que entran y salen del
se
minario cada año, y otra serie de datos que van indicándonos la
disminución de vocaciones respecto al ascenso de población civil.
Nos señala varias causas de este descenso.
La vida más fácil
que ahora disfruta el sacerdote le perjudica cuando no sabe apro
vechar
las facilidades obtenidas
[)Or la
misericordia de Dios y
abusa de ellas. Se ha revalori.zado teológicamente el puesto del
laica
puede
hacer apostolado fuera del sacerdocio. Se profundiza en los
aspectos espirituales de la familia, y el matrimonio se ofrece como
meta a los más generosos. La juventud siente un hastío nacido
del naturalismo pagano, está falta de ideales. El contacto de los
jóvenes con
el mundo del progreso material y técnico ha ido en
detrimento de otros valores espirituales. La ·cantera que ha nu
trido nuestros seminarios ha sido normalmente el campo, pero la
población rural decrece rápidamente para engrosar nuestras
ciu
dades.
· Estas causas son mencionadas -por el autor como amenazas
sobre las vocaciones sacerdotales. La gracia de Dios puede sobre
todas ellas. Pero es preciso intensificar el esfuerzo para infundir
una fuerte corriente de auténtica reiigiosidad en nuestras juven
tudes.
900
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBUOGRAFICA
En los seminarios se forjan hombres, cristianos, sacerdotes ...
Tres niveles que hay que tener siempre ante los ojos para que no
formemos sacerdotes sobre arena, no sea que vayamos a tener ex
seminaristas, no sacerdotes modelos de anticlericalismo, malos cris·
tianos
o
algo más ...
Tras una exhortación final, acaba
el libro con una importante
nota bibliográfica "para los que deseen estar al día en datos es
tadísticos o ilustrarse más sobre el tema tratado".
MAITE V Al,LET REGÍ.
Martirúin Brunsó: ESPA:t',A EN EL DIALOGO (*)
Martirián Brunsó es un sacerdote catalán seriamente preocu
pado por
la confusión intelectual que reina en la actual
sociedad
española.
Entiende,
acertadamente, Brunsó que no basta preocuparse,
sino que es caridad gritar "¡ al lobo ! " cuando éste penetra en el
redil. Hay que conocer, profesar y difundir la verdad. Como ha es
crito Juan XXIII en
la encíclica "Ad Petri Cathedram": "La cau
sa y raíz de todos los males, que por así decirlo amenazan a los
pueblos
y a las naciones y perturban las mentes de muchos, es la
ignorancia de la verdad. Y no sólo
la ignorancia, sino a veces
hasta el desprecio
y la temeraria aversión a ella."
Cada uno, en su puesto
y según las facultades que recibió de
Dios, está en conciencia obligado a difundir y aplicar el mensaje
de Cristo. Como dijo Pío XII, quien posea medios de fortuna, sea
especialmente generoso; quien tenga cualidades de escritor u ora
dor, hable, escriba, etc.
Brunsó, que se desenvuelve en ambientes intelectuales, está
en condiciones de ejercer el apostolado de la pluma. Fruto de su
preocupación por el desorden mental reinp.llte son una serie de
publicaciones, que van desde estudios filosóficos y teológicos has
ta
la novela, pasando por el ensayo. Ejemplo de lo primero es un
análisis del catolicismo actual, bajo el título de
V erbalisma o esen
cia
del
cristianismo, y de lo segundo, las novelas Los cipreses que
maldijo el diablo, que nos trae a la memoria la conocida obra de
(*) Ed Vicente Ferrer. Barcelona. 1966, 3,50 -págs., l'9 cm., rúst,
901 •
Fundaci\363n Speiro
eolectivos y permanentes de dirigentes católicos y estudiantes,
con centrales, congresos
y dirigentes de las bases demócratas cris
tianas extranjeras_; estos equipos, así preparados
y en perma
nente enlace, fueron lanzados, o más bien devueltos, sobre las or
ganizaciones católicas de origen de donde habían sido extraídas or
ganizaciones autóctonas, en cuyo seno
y con cuyos propios me
dios difundieron las consignas de renovación de las estructuras
políticas
y otras similares a las que en cada preciso momento
táctico empleaban los comunistas
y los revolucionarios. Tras
vasaron a1 catolicismo genuino la ideología, el estilo
y la práctica
marxistas
y reclutaron militantes para la Democracia Cristiana
en las organizaciones católicas.
El libro, con rica documentación inédita, expone el desplie
gue de siglas del aparato de
la Internacional Demócrata Cristia
na, sus bases de financiación exterior
y de orientación ideo-
lógica extranjera, sus enlaces, interconexiones, organización
y ac
tividades. Presenta unos esquemas de claridad envidiable, que
bien debiéramos tener ya hechos aquí, análogamente, por lo que
a España respecta.
El esquema mejicano se repite, con gran similitud, en toda
Hispanoamérica. El libro se imprimió dos meses antes de las.
elecciones chilenas,
y, sin embargo, el papel desempefiado en
aquel país por
la Democracia Cristiana es descrito con tal exac
titud que parece escrito posteriormente. No es la parte menos
interesante del libro el con junto de noticias
y comentarios refe
rentes al desarrollo del mismo problema en el resto del Conti
nente. Hay observaciones
. que
tienen rango de leyes universales
de gran
valor si
sabemos utilizarlas a tiempo.
A. R. G.
Un curn de eclad media: LOS CURAS VIEJOS (*)
Los Curas m'iejos, o La novela del sacerdote espatñ.ol,, como,
originalmente fue su nombre, está escrita para probar la gran
deza de las virtudes sacerdotales
espafiolas de
los curas de antes.
Nos dice el autor: "Aquilatemos del modo debido los tiempos.
pretéritos, a fin de que las generaciones presentes formen un es
labón indestructible entre la sana tradición de ayer
y el futuro
(*) Ed. Vicente Ferrer. Barcelona. año 1965, págs. 223.
89~
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBUOGRAFICA
de mañana, imitando de aquélla lo que pueda y deba imitarse,
escrutando a
fondo las causas y
.efectos de
sus
virtudes, d.efectos
y
fracasos, con el objeto de dar a nuestros actos un gran sentido
de responsabilidad." En esta frase, a mi modo de ver, está la clave del libro. Por
un lado, destaca las virtudes de los curas viejos. Por otro, esti
mula a los nuevos curas a no desechar, irresponsablemente, los
valores del sacerdocio de entonces.
Empieza el libro con una breve historia de un párroco de pue
blo,
D. Manrique. Nos habla el autor de su fogosidad en la época
joven, de su celo en todo momento, de su soledad, de sus angus
tias, de su e tema fidelidad a su vocación sacerdotal. D. Manrique
fue un sacerdote de Cristo.
Tras esta pequeña historia, encontramos una lista de contem
poráneos de D. Manrique, "aquellos que en 1936 probaron, con
la sangre de sus nombres, la grandeza de las virtudes sacerdotales
españolas".
En la segunda mitad del libro hay una buena cantidad de ci
fras,
que van indicando el número de fieles por sacerdote que ha
habido a través de los
últimos años,
el número de sacerdotes por
parroquias, el número de seminaristas que entran y salen del
se
minario cada año, y otra serie de datos que van indicándonos la
disminución de vocaciones respecto al ascenso de población civil.
Nos señala varias causas de este descenso.
La vida más fácil
que ahora disfruta el sacerdote le perjudica cuando no sabe apro
vechar
las facilidades obtenidas
[)Or la
misericordia de Dios y
abusa de ellas. Se ha revalori.zado teológicamente el puesto del
laica
hacer apostolado fuera del sacerdocio. Se profundiza en los
aspectos espirituales de la familia, y el matrimonio se ofrece como
meta a los más generosos. La juventud siente un hastío nacido
del naturalismo pagano, está falta de ideales. El contacto de los
jóvenes con
el mundo del progreso material y técnico ha ido en
detrimento de otros valores espirituales. La ·cantera que ha nu
trido nuestros seminarios ha sido normalmente el campo, pero la
población rural decrece rápidamente para engrosar nuestras
ciu
dades.
· Estas causas son mencionadas -por el autor como amenazas
sobre las vocaciones sacerdotales. La gracia de Dios puede sobre
todas ellas. Pero es preciso intensificar el esfuerzo para infundir
una fuerte corriente de auténtica reiigiosidad en nuestras juven
tudes.
900
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBUOGRAFICA
En los seminarios se forjan hombres, cristianos, sacerdotes ...
Tres niveles que hay que tener siempre ante los ojos para que no
formemos sacerdotes sobre arena, no sea que vayamos a tener ex
seminaristas, no sacerdotes modelos de anticlericalismo, malos cris·
tianos
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algo más ...
Tras una exhortación final, acaba
el libro con una importante
nota bibliográfica "para los que deseen estar al día en datos es
tadísticos o ilustrarse más sobre el tema tratado".
MAITE V Al,LET REGÍ.
Martirúin Brunsó: ESPA:t',A EN EL DIALOGO (*)
Martirián Brunsó es un sacerdote catalán seriamente preocu
pado por
la confusión intelectual que reina en la actual
sociedad
española.
Entiende,
acertadamente, Brunsó que no basta preocuparse,
sino que es caridad gritar "¡ al lobo ! " cuando éste penetra en el
redil. Hay que conocer, profesar y difundir la verdad. Como ha es
crito Juan XXIII en
la encíclica "Ad Petri Cathedram": "La cau
sa y raíz de todos los males, que por así decirlo amenazan a los
pueblos
y a las naciones y perturban las mentes de muchos, es la
ignorancia de la verdad. Y no sólo
la ignorancia, sino a veces
hasta el desprecio
y la temeraria aversión a ella."
Cada uno, en su puesto
y según las facultades que recibió de
Dios, está en conciencia obligado a difundir y aplicar el mensaje
de Cristo. Como dijo Pío XII, quien posea medios de fortuna, sea
especialmente generoso; quien tenga cualidades de escritor u ora
dor, hable, escriba, etc.
Brunsó, que se desenvuelve en ambientes intelectuales, está
en condiciones de ejercer el apostolado de la pluma. Fruto de su
preocupación por el desorden mental reinp.llte son una serie de
publicaciones, que van desde estudios filosóficos y teológicos has
ta
la novela, pasando por el ensayo. Ejemplo de lo primero es un
análisis del catolicismo actual, bajo el título de
V erbalisma o esen
cia
del
cristianismo, y de lo segundo, las novelas Los cipreses que
maldijo el diablo, que nos trae a la memoria la conocida obra de
(*) Ed Vicente Ferrer. Barcelona. 1966, 3,50 -págs., l'9 cm., rúst,
901 •
Fundaci\363n Speiro