Índice de contenidos
Número 100
Serie X
- Textos Pontificios
- Actas
- In memoriam
- Información bibliográfica
- Ilustraciones con recortes de periódicos
- Documentos

Autores
1971
André Charlier
ANDRE CHARLIER
El día 8 de agosto André .Charlier entregó su alma a Dios. DeJcanse en paz,
De los hermanos Henrt y André Chadier, decia Jean Madiran, en
ITINERAIRES 118,
de
diciembre de
1967,
que eran en
Francia «los
testigos y los continr,adores de la reforma intelectual y moral iniciada por Peguy». Ninguno de los dos habia nacido católico «el uno y el oJro han venido del mundo moderno a la fe cristiana» y son portadores de .ru testimonio contra el camino inverso que «va de la fe cris
tiana al mundo moderno». A este respecto deda el mismo André ChtWlier: «la despreciativa acusación de «rechazar el mundo moderno» es
siempre expresi6n de espíritus de corta visión, que creen que lo moderno
está justificado por el
sólo hecho
de ser
moderno>> ... «obstinarse de tal modo en hacerse presente al mundo, es, sin duda, el mejor medio de
resultar ausente de la
eternidad» ... «No es posible, a
la
vez, escuchar al
mundo y la enseñanza de Dios». Las principales
obras de André Chariier son: -Su libro Que faut il dire aux ho.tnmes ?, en el que dio res
puesta a la angustiada interrogación f01·mulada por
Saint-Exupéry en
la «Letre
au general X». -Su comunicación al Congreso de Lausanne 1965: Philosophie
de l'Information.
-En colaboración con su hermano Henri, Le chant grégorien», del cual la I parte, «Pourquoi le chant gregorien», y la lll, «Conclusion
vers /'avenir», son
de Andt"é, que aportó
su maestría
y su expe
riencia de director de una Schola duMnte más de veinte años: Ambos hermanos, en
esta
obra, destacaron
como los móviles
y motivos hoy
invocados para suprimir el canto gregoriano son mortales para toda
la espiritualidad católica e incluso contrarios
al orden natural.
- Su prólogo
al libro de nuestro
amigo Michel
Creuzet,
L'Enseignement, otra materia en lti cual tenía una larga experiencia de
profesor culminada en
la dirección de la prestigiosa
«Ecole des
Ro
ches», En los hermanos
Charlier teoría y práctica han formado siempre un
sólo cuerpo desarrollado en
conjunción armoniosa
-Y sus artículos
publicados
en ITINERAIRES,
en_tre los
cuales, además
del que aquí reproducimos, impresiona especialmente
Une civilization de masse? (núm. 121, marzo 1968). Estudio en el cual ex
tiende sus conocimientos del
alma humana
y de la
emeñanza a todo el
ámbito
Joda!, y nos explica que «una comunidd viva, capaz de
dar nacimiento a una
civilización viva,
tiene
necesidad del tiempo
para elaborarse, para crear tradiciones~ exactamente
como el
Jrbol ex
tiende sus raíces
en el
suelo». «Bien .sé -añade-que los sabios nos
dicen que la
evolución del universo material no cesa de acelerarse.
Pero el tiempo humano
no ha vttriaáo. El
desarrollo de
un ser vivo, hombre
o planta, permanece sometido a las
mismas leyes
de creci
miento y de
dmación.» «En el ámbito humano
no hay
cultura forzada;
es preciso que las obras lleguen a la
madurez a
su tiempo, que e., siempre bastante misterioso, como místet"iosa es toda la creación. ¿Por
qué vemos
en un momento
dado de
la vida de un pueblo
una pro
digiosa
floración de
obras, en
ocasiones en todos los órdenes del
pensamiento?
Es
que hay una
lenta
elaboración secreta,
una
prepaci6n invisible que, a
veces,
dura siglos; y llega un día que todo estalla
en flores, como
se ve en los árboles
o en la primavera»
... «No
se
puede ir contra
la
naturaleza de las cosas. La lentitud es necesaria al hombre para producir ... » En homenaíe a su memoria, traducido al castellano, reproducimos
uno de los artículos que
puhlic6 en
ITINBRAIRES,
aparechlo en
el
núm. 110,
de febrero de 1967,
:, que hoy mantiene lntegramente su
interés y su actualidad,
Fundaci\363n Speiro
El día 8 de agosto André .Charlier entregó su alma a Dios. DeJcanse en paz,
De los hermanos Henrt y André Chadier, decia Jean Madiran, en
ITINERAIRES 118,
de
diciembre de
1967,
que eran en
Francia «los
testigos y los continr,adores de la reforma intelectual y moral iniciada por Peguy». Ninguno de los dos habia nacido católico «el uno y el oJro han venido del mundo moderno a la fe cristiana» y son portadores de .ru testimonio contra el camino inverso que «va de la fe cris
tiana al mundo moderno». A este respecto deda el mismo André ChtWlier: «la despreciativa acusación de «rechazar el mundo moderno» es
siempre expresi6n de espíritus de corta visión, que creen que lo moderno
está justificado por el
sólo hecho
de ser
moderno>> ... «obstinarse de tal modo en hacerse presente al mundo, es, sin duda, el mejor medio de
resultar ausente de la
eternidad» ... «No es posible, a
la
vez, escuchar al
mundo y la enseñanza de Dios». Las principales
obras de André Chariier son: -Su libro Que faut il dire aux ho.tnmes ?, en el que dio res
puesta a la angustiada interrogación f01·mulada por
Saint-Exupéry en
la «Letre
au general X». -Su comunicación al Congreso de Lausanne 1965: Philosophie
de l'Information.
-En colaboración con su hermano Henri, Le chant grégorien», del cual la I parte, «Pourquoi le chant gregorien», y la lll, «Conclusion
vers /'avenir», son
de Andt"é, que aportó
su maestría
y su expe
riencia de director de una Schola duMnte más de veinte años: Ambos hermanos, en
esta
obra, destacaron
como los móviles
y motivos hoy
invocados para suprimir el canto gregoriano son mortales para toda
la espiritualidad católica e incluso contrarios
al orden natural.
- Su prólogo
al libro de nuestro
amigo Michel
Creuzet,
L'Enseignement, otra materia en lti cual tenía una larga experiencia de
profesor culminada en
la dirección de la prestigiosa
«Ecole des
Ro
ches», En los hermanos
Charlier teoría y práctica han formado siempre un
sólo cuerpo desarrollado en
conjunción armoniosa
-Y sus artículos
publicados
en ITINERAIRES,
en_tre los
cuales, además
del que aquí reproducimos, impresiona especialmente
Une civilization de masse? (núm. 121, marzo 1968). Estudio en el cual ex
tiende sus conocimientos del
alma humana
y de la
emeñanza a todo el
ámbito
Joda!, y nos explica que «una comunidd viva, capaz de
dar nacimiento a una
civilización viva,
tiene
necesidad del tiempo
para elaborarse, para crear tradiciones~ exactamente
como el
Jrbol ex
tiende sus raíces
en el
suelo». «Bien .sé -añade-que los sabios nos
dicen que la
evolución del universo material no cesa de acelerarse.
Pero el tiempo humano
no ha vttriaáo. El
desarrollo de
un ser vivo, hombre
o planta, permanece sometido a las
mismas leyes
de creci
miento y de
dmación.» «En el ámbito humano
no hay
cultura forzada;
es preciso que las obras lleguen a la
madurez a
su tiempo, que e., siempre bastante misterioso, como místet"iosa es toda la creación. ¿Por
qué vemos
en un momento
dado de
la vida de un pueblo
una pro
digiosa
floración de
obras, en
ocasiones en todos los órdenes del
pensamiento?
Es
que hay una
lenta
elaboración secreta,
una
prepaci6n invisible que, a
veces,
dura siglos; y llega un día que todo estalla
en flores, como
se ve en los árboles
o en la primavera»
... «No
se
puede ir contra
la
naturaleza de las cosas. La lentitud es necesaria al hombre para producir ... » En homenaíe a su memoria, traducido al castellano, reproducimos
uno de los artículos que
puhlic6 en
ITINBRAIRES,
aparechlo en
el
núm. 110,
de febrero de 1967,
:, que hoy mantiene lntegramente su
interés y su actualidad,
Fundaci\363n Speiro