Índice de contenidos
Número 109-110
Serie XI
- Textos Pontificios
- Actas
- Estudios
- Jornadas
- Congresos
- Información bibliográfica
- Crónicas
-
Ilustraciones con recortes de periódicos
-
I. El llamado «capitalismo monopolista de Estado»
-
II. Los irresponsables
-
III. El respeto y la respetabilidad
-
IV. El progreso técnico y económico, el mayor bienestar, emparejados con una decadencia de la calidad humana
-
V. Consecuencias del éxodo rural
-
VI. Camino hacia el socialismo, inevitablemente abocado al fracaso
-
VII. El drama del socialismo
-
VIII. Visto y oído en Checoeslovaquia
-
IX. Y ¿en Rusia?... El grito de Solzhenitsin
-
X. Además… hay escasez de alimentos en la URSS
-
Autores
1972
VIII. Visto y oído en Checoeslovaquia
VIII. "VISTO Y orno EN CHECOESLOVAQuIA".
Con este título y con el subtítulo ''DESENCANTO Y RECELO", Manuel Menéndez ha. publicado en INDICE, del 1 octubre 1972, las obseivac:io~ nes que patentizan lo antes-indicado y que recogemos a continuación:
«El pueblo checoeslovaco vive hoy entre la resignación y la
esperanza. Para decirlo con mayor justeza: resignación en
los adultos,
esperanza en los
jóvenes. Esta
es la
impresiórÍ general que se desprende
tras un recorrido de más de tres mil
kilómetros
a través
de Bohemia,
Moravia y Eslovaquia
y dé haber hablado
con personas de
tóda posición social. Pero,
cuidado, una
segunda precisión se impone: la esperanza
dé los
jóvenes es,
básicamente,
negativa. Una amiga de · Bratislava, estudiante, me
lo resumía así: «¿Sabe lo que yo espero? Poder obtener un día
el pasa.Porte y marcharme de aquí.» Me lo dijo ·sin triSteza, apa
rentemente
sin turbarse.
«¿ Y
no le parece
-respondí-que
se
ría mejor
quedarse, intentar hacer
8lgo, tratar
de que cambien
las
cos~s?» Mi
amiga sonrió y
contestó: «UstedeS tienen
mu
chas ilusiones, ustedes no
saberi lo
que
es esto. Si J!:Os subleva
mos, si nos rebelamos, h~bría una represión sangrienta, y eso
nadie lo desea. Créame~ sólo tenemos dos ·soluciones: irnos · o
reír,
reír a carcajadas.»
«La
«racionaliiacióm, en
la
fabricación de
los materiales y
en los planos de las casas
ha conducido a eso: a una arquitec
tura
i"acionaL («Racionalización» y «consolidación» son las dos
palabras claves, empleadas
constantementee por
la burocracia ac
tual: la primera aplicada a_
la economía; la segunda,. a la polí
tica.) Lo que unido
al estado -de abandono en que .se encuentran
las
ciudades
y los monumentos~ dejan atónito al forastero. Ha
blo, principalmente, de Praga, ciudad
«histórica», que
está com
pletamente descuidada. Con las aceras
rotas y
mal reparadas,
con calles
intransita'bles donde
los amortiguadores
del coche
crujen
dolorosamente, con tranvías
ruidosos y viejos Oos mis
mos
que dejaron de circular en mi Sevilla natal hacia
1958), con casas de fachadas «leprosas» y monumentos tan notables
c·omo los
que existen en la bellísima plaza
StarOmestske~ que
con
la
iglesia de
N. S.
del Tyn
(siglo xv)
y el· Ayuntamiento del
barrio viejo (siglo
XIV) son víctimas de una inexplicable negligencia.
Lo
mismo ocurre
con el magnífico
puente Karluv
(sigJ o
xIV), que conduce al castillo de· Praga, ·rodeado desd·e liace tiem·
1063
Fundaci\363n Speiro
po de andamiajes, maderos, tubos, etc., para su restauración Y
del que ahora nadie se-ocupa.»
Y, reprOduciendo en su articulo parte de una conversación sostenida
por él con un checoeslovaco, escribe:
«Este «socialismo» -·póngalo, por favor, entre comillas-ha
engendrado, ha reproducido, a su manera, todas las injusticias
y los privilegios de la ,sociedad burguesa. Us-ted ha recorrido el
país, ¿no es así? ¿Y a ~sted qué impresión le causa?» «En el
plano. psicológico, .impresión de negligencia, de indiferencia, de apatía.
Y en el fondo, de. rebeldía.» «¿Y socialmente?» «De
bastante
atraso en todo. En la medida
en que es posible hacer
comparaciones, Checoeslovequia
?ene hoy, más o
menos, el nivel
de
rida que tenía España hace unos quince años.» «El atraso
-respondió~ no
es lo
important~. Un
país puede
e.8tar atra
sado y tener, al mismo t~empo, un régimen justo. Los ejemplos
existen. ¿ Ha visto los.
que circulan en Mercedes o en Chrysler
de importación
-pagados, con las poquísimas divisas que te
nemos-----y los que van a pie, con el panta-lón remendado y los
zapatos usados? ¿Los que
circulan en las lujosas «T~tras» ofi
ciales. para
ir al campo o
par~ darse
un paseo; los que consu
men productos norteam_ericanos
y «pactan» ~on las burguesías
occidentales, incluso con las más
reaccfonarias? Burguesía y
burocracia seguirán criticándose por las necesidades de la po
lítica interior; pero, en política exterior, tratarán por todos los
medios de
ponerse de
acuerdo y de
inan_téner buenas
relaciones,
repartiéndose_ los beneficios
dé esta «eDtente»; relaciones
cuyo
único_
·objetiVo es
conservar los privilegios
y las estructuras in
teriores.» «A pesar de todo --dije-· tienen ustedes, con Alema
nia del
Esté, el
nivel de_ vida más alto de todos los · países so
cialistas.» Ya.
'Hace' urtos -díá."s unos
amigós han regresado de la
Unión Soviética. ¿Sabe lo que me han dicho? «¡Menos mal que
estamos en
Checoeslovaquia!»
IX. y ¿EN RusIA? ... EL GRITO DE SoLZHENITSIN.
ABC del 26 de septiembre reprodujo ·el· discurso enviado al acto de
la entrega del Premio Nobel de Literatura por Alexander Solz.-henitzin,
que no pudo ir: a recogerlo. ·Tlene"''pári,af0s ·estrémecedoreS, como éste:
1064
«Para llegar a esta tribuna desde donde se lee el discurso
del
premio .Nobel, a_l que· tan pocos escritores están
invítados,
Fundaci\363n Speiro
Con este título y con el subtítulo ''DESENCANTO Y RECELO", Manuel Menéndez ha. publicado en INDICE, del 1 octubre 1972, las obseivac:io~ nes que patentizan lo antes-indicado y que recogemos a continuación:
«El pueblo checoeslovaco vive hoy entre la resignación y la
esperanza. Para decirlo con mayor justeza: resignación en
los adultos,
esperanza en los
jóvenes. Esta
es la
impresiórÍ general que se desprende
tras un recorrido de más de tres mil
kilómetros
a través
de Bohemia,
Moravia y Eslovaquia
y dé haber hablado
con personas de
tóda posición social. Pero,
cuidado, una
segunda precisión se impone: la esperanza
dé los
jóvenes es,
básicamente,
negativa. Una amiga de · Bratislava, estudiante, me
lo resumía así: «¿Sabe lo que yo espero? Poder obtener un día
el pasa.Porte y marcharme de aquí.» Me lo dijo ·sin triSteza, apa
rentemente
sin turbarse.
«¿ Y
no le parece
-respondí-que
se
ría mejor
quedarse, intentar hacer
8lgo, tratar
de que cambien
las
cos~s?» Mi
amiga sonrió y
contestó: «UstedeS tienen
mu
chas ilusiones, ustedes no
saberi lo
que
es esto. Si J!:Os subleva
mos, si nos rebelamos, h~bría una represión sangrienta, y eso
nadie lo desea. Créame~ sólo tenemos dos ·soluciones: irnos · o
reír,
reír a carcajadas.»
«La
«racionaliiacióm, en
la
fabricación de
los materiales y
en los planos de las casas
ha conducido a eso: a una arquitec
tura
i"acionaL («Racionalización» y «consolidación» son las dos
palabras claves, empleadas
constantementee por
la burocracia ac
tual: la primera aplicada a_
la economía; la segunda,. a la polí
tica.) Lo que unido
al estado -de abandono en que .se encuentran
las
ciudades
y los monumentos~ dejan atónito al forastero. Ha
blo, principalmente, de Praga, ciudad
«histórica», que
está com
pletamente descuidada. Con las aceras
rotas y
mal reparadas,
con calles
intransita'bles donde
los amortiguadores
del coche
crujen
dolorosamente, con tranvías
ruidosos y viejos Oos mis
mos
que dejaron de circular en mi Sevilla natal hacia
1958), con casas de fachadas «leprosas» y monumentos tan notables
c·omo los
que existen en la bellísima plaza
StarOmestske~ que
con
la
iglesia de
N. S.
del Tyn
(siglo xv)
y el· Ayuntamiento del
barrio viejo (siglo
XIV) son víctimas de una inexplicable negligencia.
Lo
mismo ocurre
con el magnífico
puente Karluv
(sigJ o
xIV), que conduce al castillo de· Praga, ·rodeado desd·e liace tiem·
1063
Fundaci\363n Speiro
po de andamiajes, maderos, tubos, etc., para su restauración Y
del que ahora nadie se-ocupa.»
Y, reprOduciendo en su articulo parte de una conversación sostenida
por él con un checoeslovaco, escribe:
«Este «socialismo» -·póngalo, por favor, entre comillas-ha
engendrado, ha reproducido, a su manera, todas las injusticias
y los privilegios de la ,sociedad burguesa. Us-ted ha recorrido el
país, ¿no es así? ¿Y a ~sted qué impresión le causa?» «En el
plano. psicológico, .impresión de negligencia, de indiferencia, de apatía.
Y en el fondo, de. rebeldía.» «¿Y socialmente?» «De
bastante
atraso en todo. En la medida
en que es posible hacer
comparaciones, Checoeslovequia
?ene hoy, más o
menos, el nivel
de
rida que tenía España hace unos quince años.» «El atraso
-respondió~ no
es lo
important~. Un
país puede
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sado y tener, al mismo t~empo, un régimen justo. Los ejemplos
existen. ¿ Ha visto los.
que circulan en Mercedes o en Chrysler
de importación
-pagados, con las poquísimas divisas que te
nemos-----y los que van a pie, con el panta-lón remendado y los
zapatos usados? ¿Los que
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ir al campo o
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men productos norteam_ericanos
y «pactan» ~on las burguesías
occidentales, incluso con las más
reaccfonarias? Burguesía y
burocracia seguirán criticándose por las necesidades de la po
lítica interior; pero, en política exterior, tratarán por todos los
medios de
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y las estructuras in
teriores.» «A pesar de todo --dije-· tienen ustedes, con Alema
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'Hace' urtos -díá."s unos
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estamos en
Checoeslovaquia!»
IX. y ¿EN RusIA? ... EL GRITO DE SoLZHENITSIN.
ABC del 26 de septiembre reprodujo ·el· discurso enviado al acto de
la entrega del Premio Nobel de Literatura por Alexander Solz.-henitzin,
que no pudo ir: a recogerlo. ·Tlene"''pári,af0s ·estrémecedoreS, como éste:
1064
«Para llegar a esta tribuna desde donde se lee el discurso
del
premio .Nobel, a_l que· tan pocos escritores están
invítados,
Fundaci\363n Speiro