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Número 113

Serie XII

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VIII Congreso del «Office en International»

VIII CONGRESO DEL "OFFICE INTERNATIONAL DES OEUVRES DE FORMATION CIVIQUE ET D'ACTION CULTURELLE SELON LE DROIT NATUREL
ET
CHRETIEN"
"LA

EDUCACION DE LOS HOMBRES"
«El arraigo, posiblemente, es la necesidad más
importante y más desconocida del alma humana.
( ... ) Un ser humano está arraigado por su parti­
cipación real, activa y natural, en la existencia
de
una comunidad,

que conserva vivos ciertos te­
soros del pasado y ciertos presentimientos del fu­
turo. Participación natural, es decir, que resulta
automáticamente por el lugar, el nacimiento, la
profesión, el contorno. Cada ser hu.mano necesita
tener múltiples raíces. Necesita recibir casi todo
de su vida moral, intelectual,
espiritual, a
través
de aqu.ellos medios de los cuales forma parte na­
turalmente» («L'enracinement», de Simone Weil,
pág.
45).
Este texto de Simone Weil nos suministra, a la vez, el tema y la
substancia de nuestro próximo congreso de Lausanne. Damos a con­
tinuación algunas indicaciones generales sobre las ponencias magis­
trales que serán presentadas.
l.
Mttrcel Clément, director de «L'HOMME NOUVEAU», pronun-
ciará el discurso de apertura. ·
Las

finalidades de
la educación ... nada de
mentos metafísicos ... e-ducere ... conducir a
dónde?
educación sin
los hombres, funda­
¿hacia
Los

mediadores naturales de la educación: las múltiples herencias
sin las cuales «todo bebé que nace es un hombre en la edad de pie­
dra». Es el problema de
loo múltiples

enraizamientos por los que los
hombres reciben su substancia familiar, profesional, social y nacional.
Lo que plantea el problema:
a) de la transmisión adecuada de esas herencias,
b) de la «crítica» permanente de esas herencias ... toda tradi­
ción tiene que ser crítica, lo que implica la necesidad de una doc-
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LA EDUCACION DE LOS HOMBRES
trina social y política, como regla permanente de crítica del pasado
y de la enseñanza para el futuro.
JI. facques Tremol/et de Villers, abogado de París, tratará de
las concepciones revolucionarias de la edncación.
Las diversas ideologías modernas de expresión
marxista, masó~
nica,

freudiana u otras, tienen en común
el rechazo :
a) de las finalidades metafísicas,
b) de las bases del pasado en cuanto herencia,
e) de la razón como juez de lo verdadero, lo bello, lo bueno,
d) y, por supuesto, de toda interferencia de lo sobrenatural en
la educación de los hombres.
Su noción del progreso indefinido, proviene de la idea de una
«inteligencia inmanente» de la historia ... : la educación, pues, no
sabría ser «direccional». Es, siempre, la tradición rousseauniana de
una bondad original
y de un progreso inmanente en el corazón del
hombre, que sólo las autoridades
y las jerarquías sociales trabarían
en sus redes de «alienación».
La consecuencia práctica de estos sistemas, es la destrucción de
las comunidades naturales en las que se educa la vida intelectual,
moral, social . .. ( reducción creciente del papel de la familia, de los
oficios, de las profesiones, de las comunidades locales, destrucción
progresiva de las comunidades jerárquicas por asfixia).
Desarraigo,
. masificación,
despersonalización: proceso lógico de
deseducación ( es el < masónica).
«Coagula>> es la creación . artificial de «estructuras>> sin
raíces naturales, por las que los estados modernos, tienden a resolver
los problemas de
la educación nueva ... «Educación permanente»,
tanto más permanente ya que el ser humano, cortadas sus raíces bio­
lógicas,
tiene que

ser constantemente formado
y «reformado», según
los criterios de
la «sociedad nueva>>.
Los

procesos de masificación acarrean siempre los procesos
to­
talitarios:

la educación totalitaria tiene sus instrumentos ordinarios
de «formación» en las técnicas de condicionamiento colectivo.
III.
Gilbert Zoppi, profesor. Expondrá el papel de las familias
y de sus complementos escolares
y universitarios, en cuanto comuni­
dades educadoras de base.
La familia,
comunidad natural

en
dÜnde se
arraiga el ser hu­
mano, es el principal órgano de transmisión de los tesoros espiritua­
les,
amasados por

las generaciones pasadas; la educación familiar,
ante todo, se manifiesta por
la vida misma. La familia ha de ser, a
la vez, el santuario del amor, el hogar
permanente de
lo sacro,
es-
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EL CONGRJ!SO DE LAUSANNE
cuela del dolor, del deber, dd don de sí, etc ... La familia es, pues,
la antítesis integral
y el remedio de las enfermedades de la civilización
moderna ( deshumanización, masificación, pérdida del sentido -de los
valores imperecederos),

verdadera mediadora de
la vida eterna.
Las escuelas, las universidades, han de prolongar las familias.
Forman el futuro hombre del oficio, el futuro ciudadano ... Por este
título no pueden caer bajo el dominio del Estado, o de una ideología,
sin transformarse en medios de opresión de las libertades naturales.
IV. Michel de Penfentenyo, tratará de la formación de los hom­
bres por medio de los oficios
y de las profesiones.
Mas allá de las familias, los hombres enruentran en los oficios
y en las profesiones lo esencial de esa formación «connatural», que
saca directamente de
la naturaleza, de sus leyes físicas e históricas,
algo de la substancia del orden del mundo, y, por ahí, el medio de
continuar la obra divina: «Dios, decía Blanc de Saint Bonnet, creó
al hombre lo meoos posible».
Importancia educativa de las comunidades de trabajo, frente al
vaivén de demolición, propagado hoy eo el mundo de los (falsos)
intelectuales: la revolución cultural promovida por la universidad
y los liceos, sostenida en los hogares de los jóvenes y en las casas
de la cultura, está difundida hasta en las útimas chozas por los «mass­
media».
Comunión y solidaridad:
-de la formación profesional,
-de
la formación social,
-de la formación moral,
por
razóri de
su común arraigo en
lo real.
V. Gustave Thibon expondrá cómo las comunidades locales son
un tejido vivo de relaciones sociales en donde se arraigan las comu­
nidades
-de destino, sostenidas y definidas por un territorio.
Las comunidades territoriales nutren a los hombres cuando las
herencias corporales se unen a las múltiples herencias de
la vida es­
piritual: lenguaje, arte, estilo de vida, lazos afectivos, múltiples soli­
daridades
de la
vida
física y espiritual.
VI.
f. l. Gutiérrez Laso (España) hablará de la Iglesia, eo cuanto
madre
y educadora de los pueblos ( según la fórmula de Juan XXIII).
El arraigo familiar, profesional, nacional, no comunicarían más
que
la nutrición temporal, si la Iglesia no impregase esas comunida­
des naturales de una vida más alta: la vida sobrenatural. «Es a la
Iglesia a quieo Jesucristo ha dado la misión de enseñar» decía Pío IX.
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LA EDUCACION DE LOS HOMBRES
Pero la Iglesia no se ha contentado, a lo largo de los siglos, con en­
señar magistralmente; también fue madre de naciones. Durante catorce siglos,
la Iglesia ejerció su papel de árbitro de
príncipes
y de educadora de instituciones públicas. La Iglesia dicta
las normas de derecho privado
y de derecho público. Llama a la
Cruzada. Inspira las condiciones de la guerra, etc .... La prueba en contrario de esta obra civilizadora,
aparece con
las
consecuencias de
la ruptura religiosa y política del siglo XVI: naci­
miento
de los

nacionalismos, rupturas internacionales,
regres~ón del
papel

de árbitro ejercido por Roma, aparición de
la era totalitária.
VII.
fean Ousset, presidente

del
«ÜFFICE INTERNATIONAL>>, ex­
pondrá la necesidad de suscitar
y formar educadores en el interior
de las comunidades sociales.
Frente a
la desintegración de las comunidades educativas y a la
deshumanización qU.e la sigue, es necesario movilizar, ·sistemática­
mente, las funciones supletorias de la educación en el interior de
esas comunidades sociales dislocadas.
Es necesario construir un sistema de educación :
a)
difundido en los diversos ambientes, para religar los con las
raíces de la verdadera vida social,
b) dinámico y permanente, para que éste combate cívico venza
a las potencias de destrucción que actúan en la sociedad
moderna.
M. P.
EL CONGRESO DE UN METODO
< hombres sin contacto directo con
la naturaleza de las cosas, que viven
en ciudades cuyo arte es enmascararla» ...
Esta frase un poco ruda, que no es de ninguna manera un llanto
jeremíaco ni nostalgia, sino
observación de

buen sentido, resume bien
el pensamiento de nuestro amigo Henri Charlier en su libro magis­
tral,
Culture, école, métier (1).
Esta frase y todo el libro de Henry Charlier introducen perfecta­
mente el tema general
de nuestro póximo congreso: la educación de
los
hoinbres, así

como
el conjunto de las actividades de esas jornadas.
En efecto, los destrozos del intelectualismo y de los intelectuales
aislados de lo real, si antaño fueron solapados," hoy no son sino de-
(1) Henri Charlier, Culture, école, métier, col. ITINERAIRES.
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