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Anticolonialismo, Marxismo y Portugal (A propósito del libro del profesor Ricardo Pattee)

INFORMACJQN BIBLIOGRAFICA
ANTICOLONIALISMO, MARXISMO Y PORTUGAL
(A propósito del libro del Profesor Ricardo Pattee)
El profesor Ricardo Pattee, Catedrático en la Universidad Lava!
de Quebec
ha publicado W1 libro aleccionador para estos días en que
la conciencia del
Mw,do occidental ha llegado a dudar de su propio
ser en una de las traiciones al espíritu cristiano que le conformó de más
tristes y trágicas consecuencias no sólo para ese mundo hoy materia­
lista y decadente, sino también para toda la Hnmanidad. «Anticolonialismo, Marxismo y Portugal» ( 1) relata la odisea
que vive Portugal hoy, abandonado por quienes más obligaciones mo­ rales y materiales tenían para defenderlo
y, sin embargo, empeñado
en
w,a gesta

heroica que revela el espíritu indomable de
W1 viejo
y pequeño país, decidido como en los tiempos más gloriosos de su
historia, a dar al mundo
w,a lección

que parece sobrehumana.
No es ello para los portugueses novedad. Una
nación que

se gestó
en la lucha contra el invasor musulmán al terminar la reconquista de
su tierra la encontró pequeña para un corazón que se había hecho
demasiado grande y cuyos latidos necesitaban ensanchar la estrecha
franja de terreno que comenzaba en las tierras verdes que regaba
el Miño
y parecía terminar en los Algarves.
El afán de aventura puso a un_ pueblo en movimiento y esa aven­
tura era movida, ante todo, por la fe. En días de una Europa cobarde
e incrédula, recordar la gesta de una raza que conquistó el mundo nos
señala caminos de regeneración. Porque
fu.e ú.na misma sangre y una
misma religión la que con nombres diversos, pero con el mismo es­
píritu, marcó el Mediterráneo con las barras catalano-aragonesas, tras­
pasó las
bruinas de

terrores
y misterios que cerraban los mares, plantó
la Cruz de Cristo desde Macao al Cuzco, llenó la geografía de nom­
bres de santos, de vírgenes y de Dios, derrotó y bautizó Imperios le­
gendarios y ha dejado al mnndo nna lección tan asombrosa que éste
aún no ha sido capaz de comprender.
En tiempos de Don Enrique el Navegante no habría más de
W1
millón de portugueses, pero, en frase de un genial cronista de la
epopeya,
«Nao faltaram Crista.os atrevimentos
Nesta pequena casa lusitana».
Para esos «Cristaos atrevi:mentos» el globo terráqueo resultó pe­
queño y ahí quedó en el verso sonoro, vibrante y solemne de Os
lusiadas, la enorme fanfarronada portuguesa que su fe, su sangre y
:;u valor hicieron verdad indiscutible:
(1) Editorial Ius, México, 1967, 361 págs.
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lNFORMAClON.·BlBUOGRAFICA
«E,_ se .. mais _ mundo houvera, lá · chegara>>.
Cómo ese país, pobre en recursos y población, . pudo h!'Cer por­
tugueses a Asia, Africa, América y Oceanía, es algo tan incompren­
sible .como la conquista de Méjico por Cortés 'o del Imperio Inca
Pº! Pizarra. Parece COJ?O si la Providencia hubiese reservado un yalor
espeáal y carismático a urn,s pueblos que hicieron de la fe el norte
de su vida, poniéndolos así como ejemplos para la humanidad por
los. siglos
_de los

siglos.
. . .
Y

en pleno siglo .xx, cuando Imperios mil veces más poderosos,
con cuyos ejército~ no p~~e compararse el portugués, salvo en el
valor, han abandonado sus _ deberes elementales entregando sus an­
tiguas .. colonias a la .an~rquía en nombre de una descol,;miza­
ci!)Il utópica .y ruinósa, sobre todo para lc:->s descolonizados, que
han ido cayendo en manos de pequeños dictadores incultos y sangui­
narios, Portugal mantieoe con una gallardía admirable el derecho de
todos los portugueses, blancos, negros o amarillos, a vivir en paz,
hermandad y progreso bajo la bandera lusitana.
Que
no toda. la labor colonizadora ha
. sido
perfecta, es verdad
evidente. Pero un pueblo que
ba dado a la comunidad de naciones
un Brasil, que ·vive, piensa, habla y reza en portugués, se justifica
por el mero examen de los hechos. Y la resisteocia de la población
de Goa, increíble enclave occidental y cristiano en una India medie­
val, a abandonar su nacionalidad de cuatro siglos, el ejemplo de los indígenas de Timor, portugués antes de que llegaseo los soldados
por l;i labor de los misiorieros1 que asombraron a los americanos
después de la derrota japonesa, al verlos regresar de la guerrilla a sus
aldeas a tambor batiente
y con las banderas portuguesas desplegadas, el
combate de tantos negros de Angola, Guinea
y Mozambique contra los
guerrilleros procedentes de países vecinos, en ocasiones armados sola­
mente los- portugueses -con arcos
y flech~ ; indican claramente que
no. se está ante una rebeli6n de los colonizados frente a sus coloni­
zadores, sino ante una guerra que sostienen los portugueses para que
sobreviva Portugal. ·
Porque Portugal no es ese breve .-espacio. territorial que limita con
España y el Atláotico. Eso fue su cuna y el crisol donde se conceo­
traron las energías necesarias para hacer verdad esas palabras tan
queri.das
al país vecino : «Portugal non e un país pequen o». En estos
dí.as de comodidad y materialismo fácilmente surgen cantos de si­
rertM que inclinan al abandono y a la traición. -Pero de seguirlos ha
de hacerse con la conciencia de que el Portugal glorioso de Alfonso
Enrique y el Infante de Sagres, de don Sebasti:ln, Vasco de Gama y Al­
fonso

de Albuquerque, de
Alv~r.ez .Cabra!,

Camoens
y . San Juan
de Brito, de Paiva
Couceitó; Mouzinho de Albuquerc¡ue y Oliveira
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,~FOW,UCION BIBUOGRAFI(:_A
:Salazar~ el Portugal de la historia y la leyenda, de la grandeza, el
heroísmo y el valor, va a morir para siempre. Y los que sobrevivan
"'° el _pequeño territorio_ europeo no podrán volver a mirar al mar,
ese mar

que por siglos ha
sido portugués, sin

uo profundo
senti­
i01Íento
de

vergüenza
y de traición.
Los pueblos se forjan en
el_ combate y en el sacrificio, Portugal
1o sabe, pues sus días · d~ gran4eza. fueron esos. Y cuando vinieron
'ca.iíos .en que Portugal pareció olvidar su tradición y su cultura, su
papel 'histórico decayó. Las drcu.nstancias, graves y comprometidas,
ciertamente, han vuelto a colocarle en años materialmen.te··difítj.les:_.
pero

espiritualmente grandes. Y los ojos de lo que en el muodo
queda
de
civilización,

en el sentido más profuodo.
y más cristiano de la pa·
1abra, están clavados

en él.
Se está escribiendo una nueva epopeya
en la

que se
puede tríunfar J. tal vez morir. Esto último jamás pre­
ocupó
a: lo_s portugueses cu:i.ndo sabtan que ·era por algó que meiecía
1a
-pena. -Y

una
Vez más la sangre d_e portugueses · será semillii. · de
Portugal.
- · _ ·_ · _
El

Portugal del
siglo xx

está diseminado por el muodo en uo
-sentido ectiméniCO' de· rtación que -choca con los dtateros naciorialis­
rnos cohteniporáneos. Ricardo Pattee ;hace un breve recorrido· por t~dos
esos· -
territorios tan .lejanos como entrañables para cualquier portu­
gués
de

cualquiera de ellos.
El archipiélago de Cabo Verde, a 2.890 kilómetros de Lisboa,
·-trópoli : El habitante de Cabo Verde, hay en las islas cerca de dos"
-cientos
mil
habitantes sobre 4.000
km', es un tipico producto de la
labor colonizadora de Portugal. Mestizos en Su inmensa may'orí.a, ra­
dicalmente distintos de. los habitantes-del Continente_ -_en modos de
-pensar y de vivir, luchan con las dificultades que uo régimen. de llu­
vias incierto Y caprichoso les crea con un espíritu totalmente portugués.
Guinea, con medio millón de habitantes y 36.000 km:2
; tal vez
~ea la

provincia en que la lusitanización más débilmente se haya pro­
ducido. Un clima extraordinariamente insalubre retrajo.a los blancos
y el africano es absoluta mayoria. Una gran división tribal hace que
toda -solución independiente llevase aneja la dominación e ~cluso
el exterminio de unas tribus por otras. Hay que tener, .además, en
-cuenta que muchas tribus colaboran lealmente con el ejército por­
tugués
y_ ven en él 1a mejor garantía <;le superviv_iencia1 progreso :Y
--paz. Co.tlviene tainbién señalar que a mediados del siglos x,x tuvo
Guinea en uno de sus más insignes gobernadores, Honorio Barreta,
,que era indígena, lo que desmiente de_ modo absoluto las aéú.saci~nes
ae racismo taritas veces lanzadas contra Portugal. Recientemente 'el
principal lider antiportugués, Amilcar Cabra!, ha sido asesinado por
correligionarios siiyos.
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INPORMACION BIBUOGilAPICA
Santo Tomé y Príncipe son dos pequeñas islas del golfo de Gui­
nea con una extensión de poco más de 1.000
km' y unos 60.000
habitantes, que viven sin mayores problemas, muy _íntimamente liga­
dos a Angola.
Angola, con 1.246.000 km2 y unos cinco millones de habitantes, es,
sin dudarlo, la provincia que ha experimentado mayor desarrollo
económico. De esa población una terce?a parte es católica y hay un
fuerte núcleo protestante que puede cifrarse en medio millón. Angola
conoció en_ 1961 una gravísima sublevación, apoyada desde el exte­
rior, que hizo derramar ríos de sangre en medio de un salvajismo
pocas veces igualado. El ejército portugués, en el que
hay una gran pro­
porción de indígenas, ha dominado por
comploto la

situación mientras
que los líderes de la guerrilla se enfrentan entre sí. A los doce años
de los sucesos de 1961, que hicieron pensar a algunos en una rápida
independencia de Angola,
la situación está totalmente dominada y
la tranquilidad reina en la casi totalidad de la provincia. Mozambique tiene 787.032
kms' y
unos siete millones de habi­
tantes, de los cuales los católicos no llegan al millón. Hay un fuerte
núcleo islamizado, lo que constituye un factor desintegrador de la
unidad de la provincia, pues recibe influencias de
la vecina Tanzania.
Está mucho menos explotada que Angola, pero su porvenir econó­
mico es también brillante. Aunque no conoció un movimiento te­
rrorista semejante al de la otra gran provincia africana,
ias organi­
zaciones

guerrilleras que operan desde el exterior, en especial el Fre­
limo (Frente de Liberación de Mozambique) no dejan de causar pre­
ocupación a las autoridades. Sin embargo,
la situación no presenta
caracteres alarmantes y, al igual que en Angola y en Guinea, la
división tribal

es un fuerte apoyo para mantener la nacionalidad por­
tuguesa, que es en realidad lo único que da unidad a un conglomerado
de tribus

hostiles entre sí.
La vecindad con la
Repúblim Sudafricana

y Rodesia da una cierta
seguridad
a estas

dos provincias australes que no encuentran así a
enemigos en todas las fronteras. También cabe señalar
la política
realista del Dr. Banda, Presidente de Malawi, que no crea problema
alguno a Mozambique en la frontera común. Macao es una
minúscula provincia

de 15
km2 donde vive una
abigarrada multitud que puede calcularse en unas 3 50.000 almas. A
las puertas de la China de Mao, es un milagro de supervivencia y constituye un minúsculo centro de libertad y de occidentalismo en
una de las regiones más conflictivas del mundo. La enorme pruden­
cia., no

exenta de dignidad, de Portugal ha venido venciendo cuantos
obstáculos, que no han sido pocos, se fueron presentando contra la
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INFORMACION BIBLIOGRAFICA
integridad de ese pequeñísimo pedazo de la patria, refugio de miles
de exilados de la dictadura maoista, pero en el caso en que un día
China inteotase apoderarse de Macao la resistencia portuguesa no
podría ser más que simbólica.
Timor es la más lejana provincia portuguesa. Está constituida por
la mitad de la isla de .su mismo nombre en el Archipiélago de las
Sonda, siendo
la otra mitad indonesia. Tiene la parte portuguesa
unos 19.000
kms• y cerca de 500.000 habitantes. La presencia del
ejército portugués es mínima y su pertenencia a Portugal- no puede
explicarse más que por el decidido propósito de los indígenas que
quieren continuar siendo porhlgueses.
Portugal sigue considerando parte de su territorio los enclaves
que constituian la India portuguesa,
Go~ Damao y Diu, que fueron
invadidos por la India en 1961. Desde entonces se terminó para los
goeses la relativa prosperidad y la total libertad en que vivían
y pa­
saron a ser unos miembros más de aquel sllbcontinente depauperado.
El pacifismo constantemente invocado por la India f~e pisoteado en
aquella ocasión y la anexión se realizó sin el menor júbilo por parte
de los presuntos liberados.
En esta amplia conspiración antiportuguesa que se realiza con­
tra todas las provincias ultramarinas es muy de señalar la participa­
ción decidida del comunismo internacional que apoya con propagan­
da, armas y dinero cuanta acción se emprenda por el terrorista de
turno contra Portugal. Y también el triste papel que está jugando la
ONU donde se acogen y amplían cuantas iniciativas antiportuguesas
surgen. Una mayoría de países, muchos
de los cuales no ·merecían
h,ber alcanzado la independencia, atacan a Portugal, ante la indife­
rencia, cuando no el apoyo traidor, de naciones occidentales que por
su historia y su cultura deberían asumir la defensa de un país que
está dando ejerupfo de responsabilidad y valentía a Occidente y a la
Humanidad.
La juventud portuguesa está dando prueba de que una decidida
voluntad de victoria puede conseguir hasta lo que parecería impo­
sible y el Ejército portugués, entrenado en una guerra que ya dura
muchos años, se muestra como la más firme garantía de que las
aguas del Pacífico, del Indico y del Atlántico seguirán bañaudo las
costas entrañables de esa nación heroica. Si algun día dejara de ser
así es que los bárbaros habrian conseguido, de nuevo, por nuestras debilidades
y traiciones,· apoderarse de la civilización.
FRANCISCO JosÉ FERNÁNDEZ DE LA CIGOÑA.
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