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Número 115-116

Serie XII

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Crónica del VIII [Congreso de Lausanne IX] Congreso del «Office International»

CRONICA DEL VIII CONGRESO DEL "OFFICE INTERNATIONAL"
Lausanne, 13, 14 y 15 abril 1973.
«La Educación de los hombres» fue el tema del IX Congreso del
«Office Intemational» que tuvo lugar en Lausanne los días
13, 14
y
15 de abril.
El número de congresistas que se dieron cita en el Palais de
Beaulieu, gigantesco edificio para congresos de aquella bella ciudad
suiza, fue superior a
3. 700, de los cuales más de la mitad eran me­
nores de veinticinco años. Procedentes de veintiséis países, se reu­ nieron allí para orar, para escuchar conferencias sobre el tema pro­
puesto y para trabajar activamente en pro de la restauración del orden
social cristiano, bajo el lema: «Omnia instaurare in Christo».
Todas las sesiones se desarrollaron en
un ambiente

de gran reli­
giosidad. Las jornadas comenzaron con el rezo de la Santa Misa, y
por las tardes tuvo lugar, en los sucesivos días, la exposición del San­
tísimo Sacramento, el rezo del Rosario y el de Vísperas. El éongreso
fue clausurado con el canto de maravillosas Letanías Carolingias.
Las palabras resultan insuficientes para expresar el hondo fervor
que latió en aquellos actos religiosos. Es preciso encontrarse allí, en
medio de aquella muchedumbre que entonaba con gran piedad be­
llísimos cantos gregorianos y que se acercaba en interminables hile­
ras a recibir la Sagrada Eucaristía, para comprender Jas dimensio­
nes de aquellas ceremonias litúrgicas y sentir
la profunda corriente
de fe y esperanza que animaba a aquellos hombres.
Uno de los hechos niás llamativos de los Congresos del < Intemational», punto en el que todos los asistentes coinciden, es
la
impresión que cada congresista tiene, desde el comienzo, de encon­
trarse en un ambiente
familliar en

el que, de forma espontánea, las
relaciones humanas son
fáciles, y el quehacer común atractivo. Lo
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CR.ONICA DEL Vlll CONGR.ESO
cual, por otra parte, no es sorprendente si se tiene en cuenta la co­
munidad de ideales que anima a todos los asistentes y su firme pro­
pósito
de trabajar

por el mismo objetivo: la puesta en práctica de la
doctrina de
la Iglesia y la restauración de los pilares de la Ciudad
Católica. Merece, asimismo, destacarse
la gran participación de
gente joven, cuya proporción se incrementa notablemente cada año.
Aun cuando en estas breves
_l}áginas vamos
a referirnos tan sólo
al contenido de las conferencias desarrolladas a lo largo de los tres
días~_ es preciso destacar que la actividad del Congreso no se limitó
a ellas, ni fue esta, tan siquiera, su parte más importante. Junto a
las conferencia¡; se desarrollaron ·innumerables «forums», en Io.s ma­
les, tras una breve exposición del tema propuesto en cada uno de
ellos, se brindaba a los asistentes la oportunidad de entablar intere­
santes debates orientados a la información
y a sentar las bases de la
acción adecuada.
Además, en una de las enormes salas del Palacio de Beaulieu,
encontraron los asistentes un gran número de «stands», casi sesenta
este año, en los cuales se hizo posible
el intercambio

de experiencias
y contactos personales, tan necesarios para la realización. de una ac­
ción armónica
y conjunta, adaptada ·a las necesidades de ambientes
y países distintos. Es posible afirmar,· sin
temor a

dudas, que los
«encuentros» son
la parte más importante de los Congresos de Lau­
saruie, y justifican ampliamente, por sí solos, los trabajos y sacri­
ficios que nuestros amigos franceses invierten en su laboriosa pre­
paración.
En
la, sala central, nuestro compatriota José María Gil Mo­
reno de Mora expuso_ una
co1ección de
esmaltes, fruto de su extraor­
dinario
talento artístico,

de su
fina sensibilidad y su fuerte tempera­
mento que fueron muy apreciados, como ya
lo fueron hace unos
meses en la exposición que había tenido como marco la Embajada
española en París.
Como detalle curioso puede indicarse
'que, por

ser el número de
asistentes tan

grande,
tuvieron-éstos
que repartirse, a lo largo del
Congreso, entre dos enormes
saJas de

conferencias, en una de las
cuales era transmitido, mediante un circuito interior de televisión, lo
que ocurría en la otra.
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«OFFICE INTERNATIONAL»
La apertura del Congreso tuvo lugar el viernes 13 de ,bril, y
fue presidida por Amédée d' Audigné, Delegado General del «Of­
fice International», que pronunció el discurso inaugural. Puso de
relieve en él la actualidad e importancia del tema central del Con­
greso y
esbozó las características de algunas de las amenazadoras ten­
dencias pedagógicas actuales. Señaló la falsedad que entraña el iden­
tificar
la auténtica libertad del hombre con la «liberación», hoy tan
en boga, y que trae consigo la destrucción de las verdaderas raíces
del hombre, al que finalmente conduce a la más inhumana esclavi­
tud. Hizo hincapié finalmente en d valor,_ permanente de· los ejerci­
cios ignacianos y concluyó animando a los congresistas a aunar la
oración y la acción en todos sus quehaceres.
A continuación, el profesor brasileño Gustavo Corr;ao, presidente
de la sesión, destacó los desastrosos efectos que ejercen sobre la ·edu­
cación

los pecados de la sociedad
cüntra-el cuarto mandamiento.
Cuando los fundamentos de la propia institución familiar son puestos
en tela de juicio por la propia sociedad, resulta evidente que toda
la educación se resentirá gravemente de ello, al verse privada del
medio idóneo para su recto desarrollo. Desligar la educación del am­
biente familiar es una tendencia actual que sólo puede abocar en anarquía o en el totalitarismo.·
Seguidamente, Marce! Clément, Director de veau», habló de las finalidades de la educación. «Que tenga que
estudiarse qué es la educación en 1973 -dijo el conferenciante no
sin ironía- es, por
lo menos, inquietante». Una realidad semejante
no es, en realidad, sino una muestra evidente del retroceso que en
este campo, como en tantos otros, se manifiesta hoy en lo que -fue
la
civilización cristiana.
Marce!
Clément dividió
su conferencia en tres partes, refirién­
dose sucesivamente a los fundamentos de
la educación, al niño como
sujeto de
la misma y a los agentes encargados de proporcionársela.
La educación,
la labor educadora, implica en primer lugar una
acción recíproca entre el educador y el educando, pero también todo
un ambiente apto para una fecunda «prise de conscience» por parte
del niño,
lo que Marce! Clé.ment denominó «causalité dispositive
des structures». Sólo en el marco de una institución fam_iliar bien
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CRONICA DEL VIII CONGRESO
equilibrada, que implica toda una concepc10n de la sociedad, podrá
lograrse que el niño alcance nna educación idónea de su sensibilidad
y una visión realista -no utópica- del mundo, elementos funda­
mentales que condicionarán toda su educación posterior.
Objeto principal de toda labor educadora es también la forma­
ción de una recta conciencia moral y una voluntad fuerte, que son
el único medio capaz de conducir al hombre hacia el fin para el
que ha sido creado y de facilitarle el logro de aquellos otros fines
secundarios que, en dependencia con aquél, puede el hombre lograr
en esta vida, y sin los cuales toda convivencia y todo intento _de
lograr el bien común estarán irremisiblemente destinados al fracaso.
Marce! Clément hizo especial hincapié en
el hecho de la renuncia,
hoy generalizada en todos los ambientes, a formar en el niño una
voluntad fuerte
y sana, renuncia motivada por el cobarde temor de
los educadores a engendrar traumas psicológicos en sus discípulos
o a convertirles en provocadores de guerras.
Señaló que la única pedagogía verdadera es la cristiana, no solo
porque en eila se armonizan de modo perfecto el orden natural y
el sobrenatural, sino porque a través de la gracia, permite al hombre
el logro
'de su
fin
supr:emo, a la vez que los fines más inmediatos,
tales como el orden social
y la convivencia, son más directamente
y mejor alcanzados.
Finalmente, el conferenciante, procediendo a desarrollar el ter­
cero de los puntos propuestos, habló brevemente de las misiones
que competen a los diferentes agentes educadores
(fami~a, cuerpos
intermedios, Iglesia) y de los titulos que justifican su tarea educa­
dora. Señaló que
el Estado, por el contrario, no tiene en cuenta tal
misión educadora.
y sólo en último término y en defecto de la ini­
ciativa privada, puede subsidiariamente enseñar. Verdad esta que
está hoy desdichadamente olvidada en unas sociedades donde el Es­
tado, a través de la enseñanza estatal obligatoria
y de los medios de
comunicación, controla casi por completo el ejercicio de una tarea
que no es la suya.
En la segunda conferencia el profesor Dietrich von Hildebrand,
que ocupó la presidencia, habló del crimen que supone la introduc­
ción de la educación sexua!l en las escuelas, y de la violación de la
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«OFFICE INTERNATIONAL»
naturaleza y del alma humana que ello implica. Indicó que la edu­
cación de los niños en tal materia es una tarea que compete exclu­
sivamente a los padres, que deben explicar a sus hijos
el misterio de
la vida con la debida prudencia.
A continuación, Jacques Tremolet de Villiers, abogado de la
Corte de París, disertó sobre el tema < tema de palpitante actualidad, que el conferenciante supo tratar con
profundidad y acierto.
En primer lugar planteó el interrogante· de si realmente existe
una educación revolucionaria
y concluyó que efectivarriente así es,
pues
annque ello

pueda parecer una paradoja
absurda, existe
todo
un sistema educador orientado a elevar lo inferior del hombre sobre
lo superior. Es decir, una
educación que,

subvirtiendo el objeto de
la verdadera educación y despreciando a los agentes naturales que
deben impart.fola, rechaza toda finalidad natural y sobrenatural y
propugna una nueva cultura que arranque al hombre de su medio
natural, para transformarlo así en un sujeto dócil a las consignas
de la Revolución.
Para comprender como ha podido llegarse a esta situación que
implica nna radical deformación del concepto ,cristiano de educación,
Tremolet de Villiers procedió a analizar los distintos hitos histó­
~icos que han marcado el desarrollo de este proceso. Insistió espe­
cialmente en
la concepción de Rousseau, para quien la educación ~e
reduce

a una mera
comnnicación de

técnicas, ignorando
la dimensión
espiritual de la labor educadora, y en su influjo en las concepciones
pedagógicas de Condorcet
y en la legislación post-revolucionaria.
Finalmente el conferenciante se refirió a los peligros que trae con­
sigo
la actual situación, en la que la educación, en todos sus niveles,
ha quedado prácticamente en manos del Estado, que dispone con
ello de ilimitadas. posibilidades de dominio. Bajo
la presidencia del Doctor Antonio da Cruz Rodrigues, di­
rector de «Vector», que habló de la labor realizada en Portugal por
esta institución y de sus esperanzas para el futuro, se desarrolló la
tercera y última conferencia del prfoner día.
Gilbert. Zoppi

habló en ella de
«La familia, las escuelas y las
nniversidades». Señaló el conferenciante que es en la familia donde
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CRONICA DEL VIII CONGRESO
comienza la educación del hombre, preparando al niño tanto para
la vida terrena como para la eterna. Destacó la importancia primor­
dial de la educación familiar, insistiendo en que ninguna otra ins­
titución ni sistema pedagógico pueden sustituirla.
Denunció· a continuación los peligros que implican algunas ten­
dencias actuales .. Analizó los males que se siguen de la autoformación,
así como los inherentes a lo que se llama < del alumno», sistema en virtud del cual se proyecta al niño hacia la
utopía, privándosele de las verdaderas bases indispensables para todo
conocimiento.
Seña'ló también las secuelas nocivas del estudio en grupos, sis­
tema pedagógico que goza hoy de un inmerecido prestigio. El fun­
cionamiento de estas unidades pedagógicas ficticias supone que sus
componentes parten, en el desarrollo de su labor, de la inexistencia
de la verdad y aspiran a que surja de una discusión en la que, por
la ·estructura misma del grupo, no existen principios permanentes
que se considete necesario respetar. La verdad es concebida como
algo que se alcanza «libremente», sin concepciones verdaderas im­
puestas previamente, «preestablecidas». El sistema, a la postre, es in"
fecundo y conduce inevitablemente ·a privar a los estudiantes de una
fe sólida en la existencia de la verdad objetiva.
El conferenciante se refirió asimismo a las escuelas y universida­
des como prolongación del ambiente familiar. En ellas se completan
la educación y lá enseñanza que la familia no puede dar, pero nunca
deberán suplantarla, porque el derecho natural primario de educar
es patrimonio inalienable de los padres.
Finalmente, señaló Gilbert Zoppi que es a la iniciativa privada
y a los cuerpos intermedios a quienes corresponde establecer las
escuelas y las universidades, principio que garantiza la defensa real
de las libertades concretas del hombte,
y al que la enseñanza estatal
se opone creando un sistema de educación totalitario que, al concul­
car los derechos de la institución familiar y de la sociedad en cuanto
cuerpo orgánico, conduce ineludiblemente a la destrucción de las
libertades del hombre y a su esclavitud.
La primera conferencia de la segunda jornada estuvo a cargo de
Michel Penfentenyo. Presiruó la sesión el general de los EE. UU.,
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«OFFICE INTERNATIONAL»
Lane, que habló de la problemática que la educación plantea en su
país. A continuación el conferenciante, con el título de < ción
de los hombres para los oficios
y las profesiones», ofreció, en
apretada síntesis, un acertado y profundo panorama del significado
de
la misión que, en la educación del hombre
y en el equilibrio de
la sociedad, corresponde a los oficios.
Un oficio es un factor de estabilidad
y permanencia en el tiem­
po, a
la par que un idóneo vehkuJo de desarrollo, porque, por su
propia naturaleza, pone al hombre en íntimo contacto con la reali­
dad y le depara un conocimiento directo de las verdades dimen­
siones
-posibilidades
y límites~ del progreso. Los oficios, dado
que toda técnica encarna una tradición heredada. del pasado, im­
primen en quienes los desempeñan una clara noción de la perspectiva
histórica del quehacer humano. De aquí que los oficios, en la me­
dida en que enseñan a pensar
y trabajar en contacto directo y vital
con la realidad, constituyen el modo de conocimiento más directo y
profundo de la realidad natural
y ofrecen el campo más adecuado
para el desarrollo de la personalidad
y de la libertad auténtica del
hombre.
Señaló también que la educación supone y crea un arraigo, cuya
ausencia hace imposible
la tarea de educar. Y, precisamente, los ofi­
cios y las profesiones hacen posible que el hombre adquiera unas
raíces profundas c¡lle le liguen · no sólo a la tarea que deS:empeña,
sino

a todo
e'l ambiente

que le rodea, a sus compañeros, a sus jefes
e inferiores. La educación no es solamente intelectual,
ni se

adquiere
la cultura exclusivamente en las aulas o a través de los libros de
texto.
La adquisición del sentido de lo real, faceta fundamental de
la educación, se obtiene a la perfección mediant~ los oficios y las
profesiones, en mayor grado que en las escuelas
y las universidades,
donde el contacto con la realidad · falta durante años. De aquí la
necesidad, hoy acuciante, de defender la autonomía de los oficios
y
profesiones, en cuanto verdaderos cuerpos intermedios, y sri derecho
a educar y enseñar a quienes se dediquen· a ellos.
En la sociedad actual, frente a las solidaridades horizontales
en­
gendradas por el liberailismo y la tecnocracia, un camino idóneo para
devolver a los hombres la conciencia de atraigo, creadora
del autén-
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CR.ONICA DEL VIII CONGRESO
tico patriotismo, y un verdadero sentido de la responsabilidad per­
sonal, consiste en procurar el renacimiento de ese rico conjunto de
solidaridades verticales que constituyen los oficios. Sólo en el marco
de una vida social natural puede el hombre resistir los embates de
la Revolución, y el florecimiento de los oficios es una manifestación
clara de la vitalidad del cuerpo social ; razón esta por la cual la Re­
volución estatista y la tecnocracia se oponen a cualquier educación
del hombre revestida de autonomía y que no dependa del Estado.
Concluyó Michel Penfentenyo poniendo de relieve que, por otra
parte, el mundo de los oficios posee hoy una especial importancia
porque constituye un campo abonado, de posibilidades inigualables,
para la formación de las personalidades firmes y seguras, las «élites»,
necesarias para la reconstrucción del orden social cristiano.
La conferencia de ese extraordinario filósofo autodidacta que
es Gusta ve Thibon vers6 sobre
el tema «Educación y civilización».
Con ella se dieron por terminadas las actividades de la segunda jor­
nada. Con su perspicacia y profundidad de pensamiento habituales,
y su estilo oratorio sencillo y
campechano a

la par que agudamente
irónico, supo Thibon ofrecernos un interesante diagnóstico de la
situación actual del hombre en relación con los problemas de la
educación.
Comenzó su disertación apuntando que, si bien la meta del hom­
bre es Dios, es ley de la creación divina que todo lo superior de­
penda de lo inferior. De aquí la necesidad de un orden temporal
· y de una educación.
Es tan sólo gracias a la educación que el patrimonio cultural del
hombre puede transmitirse de generación en generación y sin ella
nos encontraríamos condenados a un
perpetuo retorno a la edad de
piedra. La civilización hunde sus raíces en el pasado, al cual debe su
existencia y sin el cual se esfumaría en 1a nada. Es esta una profunda
verdad que hoy se olvida con frecuencia. El hombre de nuestro siglo
centra toda su atención en el porvenir y parece querer apoyar todo
su quehacer en él, olvidando que el futuro no es ningún ideal por sí
mismo, sino algo que es menester ir construyendo día a día,
y que
depende de nosotros. Olvida que todo nuestro ser y nuestra cultura
tienen su fundamento en un pasado, que éste sí es permanetlte y -está
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«OFFICE INTERNATIONAL»
cargado de sentido. En realidad -dijo- el hombre de hoy, al re­
negar del pasado, condena su propio futuro que se derrumbará
sobre
él.
Señaló Thibon que la transmisión de la cultura presupone la
existencia de todo un ambiente adecuado para su floración, de todo
un clima espiritual que es algo más que un mero bagaje intelectual.
La educación -dijo- no consiste en formar buenos especialistas
-reducir a ello su finalidad equivale a renunciar a
la cultura­
sino en formar hombres con sentido de lo real.
Habló también -amenizando en este
pW1to su argumentación
con divertidas anécdotas llenas de sabor- de la necesidad de des­
centralización y desmasificación de que adolece la educación
actual.
Resaltó

la importancia de los pequeños grupos y comunidades natu­
rales, donde, al conocerse directamente la gente entre sí, el orden
social natural y la práctica de la virtud son casi espontáneos, puesto
que su quebrantamiento resulta dificultoso y lleno de. inconvenientes.
Más
adelante se

refirió a la importancia de formar hombres con
sentido de responsabilidad, tarea a
la que se opone el fomento y la
fe mítica en la «creatividad» del alumno; hoy -dijo--nos encon­
tramos ante una «educación al revés», que parece destinad¡:i. a . fo-.
mentar la irresponsabilidad.
Procedió a contit:~.uación a analizar el papel desempeñado por el
Estado en estas cuestiones. Señaló que el Estado, a quien no compete
tal función, es un pésimo educador. El Estado, guiado siempre por
su propio egoismo
y estrechez de miras, pemite el desarroilo de las
peores tendencias e impide la floración de las verdaderas libertades
que fomentan el ambiente adecuado para · una sana educación. La
enseñanza estatal obligatoria, destinada por el Estado a proporcio­
narle servidores idóneos, significa una inversión radical de la edu­
ción, puesto que ésta deja de estar al servicio del hombre para
sacrificarlo a fines ajenos a él. «Para sacarnos del Estado Vampiro
-dijo- se nos ha arrojado en brazos del Estado Providencia», pero
con ello sólo se ha logrado condenarnos, puesto que sólo es posible educar a hombres libres
y la libertad desaparece ante el estatismo y
el totalitarismo.
Recordó Thibon la necesidad de defender la ley natural y divina,
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CR.ONICA DEL Vlll CONGR.ESO
so pena de que desaparezca la civilización, y finalizó indicando que
para retornar a las fuentes, objetivo que parece estar hoy de modá,
es necesario remar contra la corriente y no a su favor, camin'o más
sencillo
pero contraproducente.
La primera confereocia del día 15 estuvo presidida por José
Ezquerra de La Colina, arquitecto y delegado del movimiento
me­
jicano <
supo evocar con grán sentido poético
el significado esencialmente religioso de la
arquitectura medieval

y
barroca
y denunció las peligrosas· tendencias arquitectónicas actuales.
A
continuación, nuestro joven compatriota José Ignacio Gutié~
rrez

Laso desarrolló su conferencia sobre el tema
«La Iglesia, Madre
y educadora de los pueblos». Con su oratoria
noláble, a
la que une
un perfecto dominio del francés, se refirió a la labor humanizadora
de la Iglesia, señalando el papel desempeñado por el Cristianismo
en la redención de
la esclavitud y en la dignificación social de la
mujer. Más adelante glosó los aspectos más notables de las, distintas
instituciones (
monasterios y conventos; colegios y universidades ... )
a través de las cuales, a lo largo. de toda la hístoria
del cristianismo,
ha
sábido la

Iglesia, junto al desempeño de su misión sobrenatural
específica, fomentar

y desarrollar
la cultura humana.
Cerró

el desarrollo del tema propuesto comparando
los benefi.
ciosos efectos de la educación cristiana con los sombríos resultados
de la pedagogía actual. Fue muy aplaudido por todo el público joven
presente eo
la sala.
La última conferencia, que precedió a la clausura del Congreso,
estuvo a cargo del Presidente del «Office International», el hombre
principal del equipo que ha hecho posible la existencia de los
Con­
gresos

de
· Lausanne.
Presidió

la sesión
Michel Uldry, director de una empresa indus­
trial sulza, que con breves pero muy acertadas palábras, expuso la
simación actual de su país. Suiza ____:.dijo-es un pequeño país cons­
tituido orgánicamente por
cuerpos intermedios
dotados de una gran
~italidad que aún persiste; pero no ha podido sustraerse al influjo
de la Revolución actual, que se ha valido de muy diversos caminos
para introducirse de forma amenazadora en su cuerpo social.
Jean Ousset sustituyó la conferencia que fignraba en el programa
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«OFFICE lNTERNATIONAL»
con el título de-«La educación del ciudadano», por otra destinada
a
ofrecer un
panorama de la situación actual
.del «Office
Internatio­
nab> y de sus
perspectivas futuras y

a
recordar los
fundamentos de
la acción que ha servido de
base para

el logro de sus éxitos. Su
título : «Los argumentos de nuestra esperanza>>.
El conferenciante señaló la importancia y fecundidad del método
de acción seguido por el «Office» recordando a los asistentes sus
características y los fundamentos de su vitalidad. Insistió de forma
especial en
la necesidad de permanecer continuamente en actitud de
captación, evitando por todos los medios posibles la adopción de pos­
turas
individuales
que hagan repelente a los ojos de la sociedad actual
la difusión de la Verdad.
Perfiló acertadamente la importancia de los congresos de Lau­
sanne, como medio de difusión y de formación, necesario para el
logro de la preparación básica necesaria y previa a toda acción. Pero
recordó también con insistencia la necesidad de trabajar activamente
a lo largo de todo el año en la tarea atractiva, a la par que difícil,
de ampliar el campo de acción y el número de seguidores del «Of­
fice» y de las instituciones con personalidad y autonomía propias a
él vinculadas.
Seña·ló la importancia de 1a «Contribution civique» que permite
el funcionamiento del «Office» y recalcó la necesidad de lograr que
el número de personas directamente comprometidas en la tarea de
formación
y acción -la «élite» dirigente sin la cual el proceso de
e:x!pansión y desarrollo carecería del esqueleto necesario para su sana
subsistencia-llegase al millar.
Finalmente habló de la importancia que reviste la tarea de in­
fluir en las instituciones existentes, para cambiarlas y reformarlas
en lo necesario, procurando aprovecharlas y revitalizarlas por todos
los medios posibles. Concluyó afirmando que si los miembros del «Office Interna­
tional» eran capaces de perseverar en la tarea emprendida, reno­
vando y revitalizando los fecundos métodos seguidos hasta ahora, ·
teníamos derecho a mirar con optimismo hacia el porvenir, pues los
fundamentos de nuestra esperanza
---<:ontando con la ayuda divina­
son muy sólidos.
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CR.ONICÁ DEL VIII CONGI/ESO
Con las encendidas palabras de Ousset y el rezo en latín del
Credo concluyeron las actividades del Congreso. A continuación, tocios
los asistentes acudieron a la capilla donde, con
el canto de las Leta­
nías carolingias, se clausuró este estupendo congreso, uno más de la
larga serie ya celebrada, en el que el dinamismo y espíritu de trabajo
demostrado por los asistentes fue, sin duda, ejemplar.
Andrés Gambra y Estanislao Cantero.
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