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Número 121-122

Serie XIII

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Julián Gil de Sagredo, Educación y subversión

INPORMACION BIBLIOGRAPICA
Bien merece, pues, este libro de García de Haro una lectura aten­
ta
y reflexiva, por tratarse de un tema cuya actualidad se entra por
los ojos.
B. MONSEGÚ.
Julián Gü de Sagredo: "EDUCACION Y SUBVERSION''. Un
Irbro con el diagnóstico y pronóstico de la reforma
educativa (*).
He aquí un libro que serla apasionante para todo español, si
los españoles de hoy fueran
conscientes de
lo que se están
jugando en

el presente histórico.
¿Crono es
posible que en un país de tra­
dición católica, católico en sus leyes constitucionales y dotado to­
davía de

una vigorosa
vida familiar
haya podido
promulgarse -casi
súbitamente

y sin mayor oposición- una Ley General de Educa­
ción esencialmente masificadora
y socialista, que niega o conculca
los principios de la ley natural, ignora prácticamente la noción de patria y contradice a toda la doetrina católica
sobre la familia y la ensefianza?
Ya

desde su comienzo
el autor de este libro nos sugiere las va­
rias causas de que depende este fenómeno alucinante. Por un lado,
el lenguaje sibilino de tecnócratas y pedagogos pedantes con que se
reviste
el teXto y motivaciones de la Ley. Vocabulario ininteligible
para
· el común de los mortales, y confuso, equívoco, ambivalente, para
cualquiera no iniciado. En segundo lugar, la carga
demagógica de
sus

"postulados", dirigida
más a excitar ciertas pasiones que a ilu­
minar las mentes.· ¿A quién no le suena bieh eso de "democratizar la enseñanza" o de procurar una "igualdad de oportunidades", sea
cual fuere lo que se oculte
tras ello?
Un padte de familia español a
quien en cualquier otro
tiempo se

hubiera dicho que sus hijos me­
nores serían obligatoriamente escolarizados
y obligatoriamente con­ducidos en "transportes escolares" a concentraciones a menudo leja­
nas para pasar allí el· día completo -o la semana entera- para
cursar enseñanzas asimismo obligatorias, se hubiera mostrado deci­
dido a impedirlo aun a costa de su propia vida. Hoy, en cambio,
se le dice que
esa coacción
es
un derecho a la cultura, derecho que, adem!ts, va

a igualarle con los hijos de los ricos,
ya que se somete­
rá a toda la población a escolarizaciones uniformes. Su mente queda
así oscurecida, sus mejores impulsos anestesiados, y sus peores pa-
(*) Julián Gil de Sagredo: Educación y Subversión. «Fuerza Nueva» Edi-torial. Madrid, 1973. -
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INPORJ\!ACION BIBUOGRAPICA
siones excitadas: su pasiva _abdicación en la tutela y responsabilidad
de sus hijos será el resultado.
Y, sobre todas, una tercera y decisiva causa: la desaparición prác­
tica para la hora actual del único magisterio que podría manteoer un
criterio firme en las conciencias y en el ambie.tire: "La crisis que
atraviesa la Iglesia Católica --son palabras del autor- por la cual
los católicos españoles se encuentran desamparados de una Jerar­
quía que se ha dedicado a la "pastoral" (?) de orden político-social
que no es de su incumbencia,
y ha descuidado la defeosa de la doc­
trina católica en materia de enseñanza1 que es de su competencia
propia".
La indefensión espiritual que d,e este hecho se deriva para
el pueblo español explica decisivamente esta y aun mayores aberra­
ciones en el ambiente de nuestros días.
Julián Gil de Sagredo es hombre de leyes, y, a la vez, gran tra­
tadista de la Política en sus fundamentos e implicaciones. Nadie
como él estaba en condiciones de
realizar un análisis de

la Ley
Ge­
neral de Educación como el que contiene eSte libro, análisis CJ.ue, en
muchos
aspectos, es definitivo e incontestable.
A través de uaas páginas concisas y meridianas Gil de Sagredo
demuestra
.la incompatibilidad
de dicha
Ley con los principios le­
gales superiores,
particularm~nte con

el Fuero de los Españoles, al
hacer tabla rasa tanto de la libertad personal y familiar en orden
a la enseñanza como de la normatividad religiosa en que ésta se
apoyaba, sustituyéndola p:>r un vago humanismo evolutivo de ins­
piración hegeliana y laicista. Su oposición asimismo a la doetrina
católica

en
·mate.tia de

educación, y,.
en ·definitiva, a la ley natural
que la Ley viola en múltiples aspectos. Todas estas violaciones se
resumen en
el inconcebible -quizá irónico- artículo 5.0 de la Ley,
que dice exactamente: "La familia tiene coino deber y derecho pri­
mero e inalterable la educación de sus hijos. En consecuencia, cons­
titnye una obligación familiar ¡urldicamente exigible cumplir y ha­
cer cumplir las
normas establecidas en materia de educación obliga­
toria". Es decir, que a la vez que se reconoce el derecho y deber
inalienables de la familia sobre la educación de sus hijos; el mismo
legislador los
alinea y
apropia monopolizándolos para sí. "El legis­
lador -dice Gil Sagredo- se atribuye tres derechos: educar a los
hijos, educar a los padres para que eduquen a los hijos según sus orientaciones, crear y regular las asociaciones de los padres de fami­
liaº'. Si

a esto se
añade después
al derecho a formar
el profesorado
en cursillos de
mentalizaci6n por los ICE, el derecho a establecer
minuciosamente el contenido y finalidades de la enseñanza y el
control económico riguroso de los Centros privados, se comprenderá
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INFORMACION BIBLIOGRAFICA
a qué extremos de estatismo planificador lleva esta Ley a la ense­
ñanza.
Tales monopolios se ponen ~l servicio de una especie de desmedu­
lación mental de los alumnos a impulsos de una teoría evolutivo­
socialista, base de su rápida masificación. Hasta el último reducto
de objetividad, de conocimiento
y de normatividad en la enseñan­
za que radicaba en el contenido mismo de las ciencias, desaparece
con la eliminación de las disciplinas o asignaturas para ser sustitui­
das por las "áreas de interés" susceptibles de una elástica manipu­
lación. Los Institutos de Ciencias de la Educación (para el profe­
sorado) y la nueva organización provincial de la educación podrán
sustituir al actual profesorado numerario en su profesión y científico
en su formación por un nuevo personal dúctil y siempre al servicio
de los "imperativos coyunturales", profesores no de materias con­
cretas sino de esas áreas de atención, no de los alumnos sino de los
teledirectores de sus mentalidades. El primer fruto de la Ley -bien a la
vista~ es
la subversión
contra las estructuras por parte de aquellos a quienes se ha extirpa­
do -junto al sentido de sus vidas-todo fundamento de objetivi­
dad, de creencias
y de sentido de lo propio que justifiquen esas o
cualesquiera otras estructuras. Pe.ro esta aparente con.testación vio­
lenta oculta la docilidad menral infinita de los mismos que son ya
masa apta para todo dirigismo o "mentalización" extrínseca.
¿Qué objetivos últimos reconoce, a quien aprovecha en defini­
tiva esta

extravagante e inmensa
"revolua.6n cultural"
que se ha
impuesto de improviso a los españoles? Uno de los capítulos más
logrados de este libro es aquel en que demuestra el autor la filiación
inequívoca de la Ley respecto a los planes mundiales de la UNESCO.
Las

Universidades y todos los planes de enseñanza dependen hoy,
en España, por virrud de esta ley, de los lnstirutos de Ciencias de
la Educación (ICE) de nueva creación. Estos, a su vez, dependen del
Centro Nacional de Investigaciones de la Educación (CENIDE), el
cual, por su parre, se gobierna desde la Unidad Administrativa que
depende del Banco Mundial, y este de la
UNESCO, sección
educa­
tiva de la ONU. Conocido es el designio
· de

ese alto organismo para
implantar a escala mundial una educación laicista
y uniforme, ba­
sada en la llamada .. comprensión universal", que supone un progre­
sivo desarraigo del sentido patrio de las culturas y de sus funda­
mentos religiosos. Cuando todavía se reivindica en España la pose­
sión del Peñón de Gibraltar, se hipoteca por
una· cantidad

irrisoria
nada menos que
la educación y las almas de las fururas gene.racio­
nes,
entregándolas a una organización extranjera, no sólo respecto
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INFORMACION BIBLIOGRAFICA
a nuestro país sino respecto a nuestra cultura raíz· y sus más íntimos
fundamentos. ¿Han pensado seriamente cada uno de los votantes apresurados
de esta
Ley 1a responsabilidad moral que por acción o por emisión
les alcanza en este inmenso Gibraltar, en este general naufragio edu­
cativo de nuestra sociedad? Nada mejor para esta urgente medita­
ción que la lectura reposada de la clarividente obra que nos ha brin­
dado Gil de Sagredo.
RAFAEL GAMBRA.
Gu.ilherme Brasa da Croa:: "RELA<;AO DO LA,TIM COM O
DIREITO"
,(*),
En

estos tiempos en que parece que la tecnocracia se
ha situado
por

encima del bien
y del mal, y en los que la cultura parece se ha
reducido a una mera adquisición de técnicas, a la simple acumula­
ción de datos sin saberlos relacionar unos con otros, o de hechos en
cuyo análisis y valoración se prescinde de su ·aspecto morai, donde
la información se confunde con el verdadero saber, donde éste des-'
aparece

al superponer el pensamiento a la realidad, al ir la
razón no
de

la cosa a la idea, sino de ésta a aquélla, queriendo adaptar la rea­
lidad a las más diversas construcciones mentales, fruto del rechazo
de un orden natural, de una naturaleza que "es" y que hay que
"descubrir" y no hacer ni inventar, esta ponencia del catedrático de
la Universidad de Coimbra y famoso historiador del Derecho, Guil­
herme Braga da Cruz, pone el dedo en la llaga a la hora de sefia­
lar la importancia fundamental del latín como elemento cultural
-pues el contenido de la misma es más amplio que lo que su títu­
lo deja entrever-y la necesidad del estudio del mismo, amplio y
profundo, en el bachillerato y en la Universidad.
Recorre
el profesor Braga da Cruz las sucesivas reformas por las
que el latín prácticamente ha desaparecido de la enseñanza portu­
guesa, desde la de 1905 en tiempos de la Monarquía a la última de
ellas, en séptiembre de 1972, en las que, salvó las que hubo en 1918
con Sidonio Paes
y en 1927 siendo Ministro de Instrucción Alfredo
de
Magalhiies, el

mismo que en el Gobierno de aquél, la ensefian­
za del latín se ha ido suprimiettdo más
y más.
Pero si no deja de ser interesante la parte histórica de esta su­
presión del latín, la mayor importancia de esta ponencia del ilustre
(*) Separata de las «Actas do co16quio sobre o ensino do latim», pá­
ginas
227-291. Instituto d~ Esmdios Clásicos e Centro de Estudos Clássicos
e Humanísticos, Faculdade de Letras, Coimbra, 1973.
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