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Contradicciones e incongruencias

ILUSTRACIONES CON RECORTES DE PElRIODICOS
CON!1RAf)IC El tema que hoy vamos a ilustrar con recortes de prensa denota
u.nas cuantas de la serie de contradicciones e inccmgruencias que hoy
se padecen en lo que _llamamos el mundo occidental Y~ al mismo tiem¡,o,,
nos muestra
el tremendo impacto que producen los medios de comuni-­
cación en una sociedad _cada día más masificada. Ahí la incongruencia
de nue.Btro mundo parece f!ribÚtaria de la terrible congruencia destmc ..
tiva de su adversario, ""Del enemigo el come jo"~ era antes una adverten­
cia .. •) hoy parece una consigna. Conviene meditarlo.
J. LA "u;BERACióN" MARXISTA•LBNlNISTA Y LA "oESCOLONlZAOÓN" EUROPEA.
La lectura de los dos recortes que aquí publicamos en segundo 11
tercer lugar nos hizo buscar en nuestro archivo un artículo impresionan­
te de Rala.el Gambra, que EL PENSAMIENTO NAVARRO ckl domin­
go 27 de julio de 1975, había publicado bajo el título Los FABULOSOS DES­
CUBRIMIENTOS HISTÓRICOS DEL FUTURO. En él nos advierte:
556
«Nosotros estamos todavía en condiciones de anticipar algunos
de esos futuros descubrimientos que asombrarán a la humanidad
venidera. Cosas .que ya en estas fechas -parecen difícilmente creí­
bles,
pero que

para
entonces serán sencillamente desconcertantes.
Pongamos algunos ejemplos»:
Y,
entre bastantes más, indicaba éstos:
«-Que la descolonización del 'África Negra no la inventaron
los negros. Que la inventaron los norteamerican~ se beneficia­
ron· de ella los chinos y la sufrieron los negros.
--Que la Segunda Guerra Mundiail se inició

para evitar que
los alemanes ocupasen la eiu~d &!emana de Dantzig, y su re­
sultado
(victorioso) fue
que
Dantzig y quince naciones · de Eur~
pa quedaran definitivamente ocupadas por la Rusia Soviética.
-Qtte toda la riqueza industrial, petrolífoca y minera de los
Fundaci\363n Speiro

países árabes y negros fue descubierta o puesta en explotación
por

los
europeo.e, los cuales un buen día la regalaron a moros y
negros para la muncµal felicidad.
-Que en los cincuenta años de
_dictadura salazarista
murieron
en Portugal y todo su Imperio menos personas por luchas o mo­
tivos políticos que las que mueren en un solo día, y todos los
~ en la sola ciudad de Luanda, después de caer la cruel
dictadura.>
Pero, repasada esta advertencia; vayamos a las lecturas que nos han
invitado
a releerle.
Una corresponde a una entrevista, pu&licada en LA VANGUARDIA
BSPAAOLA del

12
de octub,e de 1975, que Femoodo Monegai hizo
a Ludek Pachman, antiguo jefe de Propaganda y Educación del Sindi-­
cato Marxista checo, que también fue jugador de ajedrez que figuró en
el rankmg mundial del que fue borrado por su forzosa inactividad, según
nos dice. Leamos algunas de sus respuestas que arrancan de.· la explica-­
ción de cómo quedó inactivo de ese "irobby" que, paradójicamente, le ~
porcionaba un dinero que le había permitido gastarlo en la política.
«-¿Por qué motivo le encarcelaron?
-Porque me opuse a
la ocupación soviética de Cheeoelova­
quia.

Me
opuse hablando en las fábricas, militando

entre la gente
y haciendo
declaraciones «incómodas> para . algunos; me

encar­
celaron en agosto del 69, y estuve 16 meses encerrado sin que se
abriera
sobre mí ningún proceso. En enero del 72 volvieron a
encarcelarme por
unas declaraciones

que
hice a
una emisora
ho~
landesa.
Allí dije: «estoy seguro que, en el futuro, Checoslovaquia
será un

país
libre, feliz y rico».. E.etas palabras fueron considera­
das como graves ofensas al

sistema
S11?cialista checo.
-¿ Qué fue para usted, y para su país, la Primavera de Praga?
-Fue un movimiento espontáneo del pueblo. Ni fue un mo-
vimiento
marxista, ni una

renovación del
comunismo checo como
ha pretendido
hacerse creer.

Fue
un regreso espontáneo del pue­
blo checo hacia la sociedad europea, ya que en esa sociedad es­
tán
sus tradiciones
y
su situación cultural. Tod'a

nuestra cultura
pertenece
al acervo occidental. Ahora estamos divididos, arran­
cados de
Eurolpa por la fuerza, y el pueblo lucha contra eso.
Nuestro
error en
la Primavera de Praga fue el no defendernos
frenta a la ocupación.»
Ahí distingue la AtrrOORPENSA,. de la que se muestra partidario y las
REVOLUCIONES que rechaza en cualquier caso> y que en el peor "lo des.,
truyen todo"
...
557
Fundaci\363n Speiro

« ... tenemos el caso de la revolución rusa, .que logró la peor
parte:
acabar con

todo
sin Construir nada.
-Es curioso que estas apreciaciones· vengan precisamente de
quien -fue militante del partido comunista ~beco, jefe de los
Servicios de Propaganda y Educación de los Sindicatos.
-Sí, es cierto, yo ·tuve altos cargos dentro del- partido. Pero
lo dejé ahsoluta11'.lente todO en el 52, después de los procesos
políticos. Al

igual
que mi camarada Solzjenitsin exclamé: «No
puedo seguir viviendo

con la
mentira».
-Me gustaría que precisara qué mentiras encuentra usted
en el pensamiento de Carlos Marx.
-En
primer lugar, Dios no se puede rechazar. En segundo
lugar,
el marxiismo no
encaja con
la actual evolución de las
ciencias,
y no tiene lugar ante los avances de la humanidad.
No ha habido nadie, ningún régimen ni ningún estadista, que
haya sabido conjugar la teoría marxista con una praxis.»
Esa .situación de media Europa, ni los U. S. A., ni la ONU, ni .ningún
otro organismo internacional lo consideran "colonialismo" soviético. Pero
sí cualquier dominio de un país europeo en Afri.ca, aunque este dominio
fuera la única garantía de paz y a pesar de que la "descol.onización" pro.,
duzca genocidios tribaleJJ~ guerras, hambres, pe.rsecuciones religic:,sas ...
Lo que importa es echar a los europeos y a sus descendientes blancos,
aunque lleven· arraigados en Afriéa Varias generaciones.
Bajo

el
titulo «Yo YA NO SOY PORTUGUÉS, YO YA NO SOY NADA», en EL
PENSAMIP.NTO NAVARRO del 11 de octubre de 1975, Raf..,J Gam,­
bra, recoge y comenta estas tremerrdas palabras y su explicación pronun­
ciadas ante las cámaras de televisión:
558
«.;. ayer tuve ocasión de presenciar casualmeqte un reportaje
sobrecogedor. Un exiliado d-e Angola, acogido con su familia en
un campamento para refugiados en Portugal, con sinceridad con~
movedora y tailante de verdadero orador, dio rienda suelta a su
desesperación
ante las: cámaras. Pocos serán,

supongo,
fos espa·
fioles

de bien que, habiendo
escuchado aquel programa., no ha­
yan sentido al menos una punzada de angustia en su alma.
»" .. . He abandonado precipitadamente Angola -con mi familia
-venía

a decir en
resumen- después de

haber
gastado allí
toda
mi vida. Mis padres y los de mi mujer vivieron y murieron allí
y nosotros deseábamos igual suerte. Si hemos huido ha sido para
evitar que
vio:lasen a nuestra nieta.,

El pueblo
portugués no
se
parece ya en nada a
lo que fue en su época gloriosa. Hoy los
Fundaci\363n Speiro

portugueses se escandalizan clamorosamente de las ejecuciones
llevadas

a
cabo en Espafía y nadie alude a las terrihle8 matan­
zas de Angola. La culpa de todo '1a tiene el comunismo inter­
nacional.
A
nosotros nadie nos ha defendido, y ~mos miles . :los
que estamos en esta situación deses:,;>erada. Nhestros propios
compatriotas
nos insultan".
Y terminaba con estas terribles y
amargas palabras, bañadas

en los
sollozos de su esposa que le
escuchaba conmovida! ".Yo ya -no soy portugués. Yo ya no soy
nada".
Hoy escasean ,las ocasiones de escuchar testimorii-os de este
porte. La opinión internacional sólo se mueve e interesa por el
lógico castigo inffigid'o a un grupo de asesinos fanáticos.»
Las exclamaciones del exiliado n~s llevan a otra reflexión que Manuel
de ·santa Cruz. esCYibió en el mismo diario el 31 de octubre de 1975, en
su comentario ¿CAERÁ EN DESUSO LA PALABRA PATRIA?
«UDa comunidad es un conjunto de personas que de común
acuerdo trabajan activa y prolongadamente por un mismo :fin.
Una

Patria
es una

comunidad,
más un territorio,

más un patri­
monio
cultural, moral

e
ideológico. La comwiidad es
a la Pa­
tria
lo que la parle al todo. Por ello, la defensa de la comuni­
dad se desentiende de la defensa de esas otras dos partidas que,
junto con ella, forman la Patria.»
De la comunidad, hoy, fácilmente se excluye: a unos porque son ne­
gros, a otros porque son blancos, a aquéllos por hablar otra lengua; a éstos
porque
están muy lejos y cuestan muy caros a los demás; a éste porque
es muy rico, a aquél pOt'que es una rémora. En cambio, la patria es un con~
cepto sagrado~
como lo es la bandera que la representa y a la que se
muere abrazado antes de dejársela anebatar. Cuando esk> se pierde, la
comunidad se de$integra y, al final, termina -por caer rota la comunidad
y presa de cualquier otro colonialismo más duro, o en la anarquía y la
descomposición.
Y la cadena de reflexiones, no acaba, '{X)rque apenas hemos comenzado
a enume,.'ar contradicciones e incongruencias.
11. ¿ESTAMOS LOCOS?
Este es el título de un atfícalo de Manuel Monzón publicado -en ABC
del 14 de noviembre de 1975, que comienza así:
Fundaci\363n Speiro

«Uoga un momento en que M difícil comprender nada de
lo
que
ocurre.»
En él se analizan ~es inconsecuencias que, en plena incongruencia,
nos ofrece el mundo de hoy.
a) La repulsa a /a violencia y la mitificación del terrorismo.
«Parece como si la repulsa de la violencia, en todas sus for·
mas, se hubiese concretado casi exclusivamente en la proscrip­
ción
de las películas de ambiente bélico. Parece, insisto, e-orno
si la única forma de violencia no apta para la proyección fuera
la guerra, en ,la que al
fin y al cabo es muy posible encontrar
escenas aleccionadoras
y

exponente de virtudes humanas, como
son
el ·valor, la abnegación, eil compañerismo, el sacrificio y
hasta el

heroísmo, dentro, y esto no
lo niego, de un marco ambien­
tal catastrófico.
Se dice hoy, en "-slogan" martilleante: "haz
el amor y no
ia guerra". Pero no te .preocupes, que con tal de
que no hagas la guerra ni ayudes a los que quieren hacerla
-o
se pretende que quieran hacerla--ya te enseñaremos cómo pue­
des practicar
el mencionado "slogan" a través de la droga·, la
vagancia,
:la suciedad y la zafiedad en todos sus matices y, ¿por
qué no?, el ase,inato del rival y del adversario. Según todos los
indicios, no
se trata
de educar a las nuevas generaciones en la
lógica
y natural repulsa a la aventura bélica·, concretando esta
formación en
el respeto
a las
leyes, al Derecho, al diálogo y a
la
disciplina social

imprescindible. No; por el contrario,
esa
pretendida

formación" (por llamarle de alguna manera)
lo que
canta es el
libertarismo y

la
anarquía frente

a toda
institución
o

forma de
disciplina.»
b) La promoción masiva de -profesionales que carecen de plazas de
trabajo.
560
«Las modernas sociedades industrializadas, con sus casi com­
pletos
nivelM de
educación
básica y
media, con la producción
masiva de profesionales y
la natural y no correlativa existencia
de
puestos de trabajo· y oportunidades

de triunfo para ocupar
a todos y con la total
desaparición del desahogo que

durante
si­
glos supUM para estas potencias, que hoy llamamos desarrolla­
das,

el envío de
marginados.. frustrados o descolocados "al Im·
perlo" o

"a las colonias" para dar rienda suelta a sus motiva­
ciones de
rebelldía, han alcanzado unas casi intolerables cotas
en la generación
d" frustrados

y frustraciones colectivas. Son
Fundaci\363n Speiro

demasiado numerosos los estudiantes que abandonan, los profe­
sionales
descorazonados, los f.18pecialistas d'eapreciados, loa jó-­
venes naturalmente inquietos y con :la sangre hirviendo. Son d&
masiados, en resumen, los margiµados, los decepcionados, los
desilusionados y los desesperado~ producto lógico del canto en
exclusiva a nuestros dioses materialista&.>
e) El impulso ilimitado del consumo.
,,
«¿ Cómo es que entre tanto sabio planificador nadie vio con
claridad que la incitación al consumismo
de1fflWrenado, al
no
corresponderse lógicamente con unas posibilidades
mwyoritarias
para conseguir satisfacciones duraderas

por
esta vía iba a des­
embocar

en una desesperación
colectiva y anarquista que tam­
hié}¾ lógicamente, se iba a escapar a todo control?
»Razonablemente, si hubiese podido
presumírseles un mí­
nimo de
espiritualidad residual, hubiera ·debido eepecarse que
sacerdotes, escribas y fariseos del consumismo materialista sa­
lieran de su -erro-r y cedieran un porcentaje de sus indudables
y plenos poderes sobre la imaginación y la voluntad de la.e gen­
tes -conseguidos a través de esa arma terrible que llamamos
publicidad
y propaganda-a la recuperación de un mínimo in­
diispensahle de espirituaHdad e idealismo. Pero no lo han heeho.
Se han
limitado, para aumentar aún más sus dolosos beneficios,
a

cubrir
este innegable, y técnicamente reconocido "gap", con
la
creación de mitos e
imágenes con envoltura

de falsa
espiri­
tualidad y falso idealismo, incluso coD. ribetes de un novísimo,
sucio
y anárquico romanticismo hecho de tristes baladas y la­
mentos

contra todo
lo establecido. Mitos e imágenes que, natu­
ralmente, cuestan dinero, y

no poco.
»Los
remltados han :sido eata-stróficos y ·e.stán a la vista. Era
lógico. Ni la satisfacción del disfraz podía ser duradera, ni la
contorsión
psico-somático-musical podía producir

mb que una
creciente
excitación, ni el anonadamiento de 1a droga podía lle­
var a situaciones aptas para el razonamiento, ni la vagancia to­
lerada

y hasta
lldnlada podía

conducir a otra meta que. la que
estamos contemplando:

la
anarquía total y totalitaria, puesto
que

no
1:1e conforma con ser tolerada, sino que intenta impo­
nerse por la fuerza. La marea reviste ya caracteres de gravisima
inundación.
No
es que los Estados
ni los Gobiernos
de nuestro
mundo

toleren benévolamente
el espectáculo: es que abierta­
mente
retroceden aterrorizados

por la
vindencia del espectácu­
lo.

Ya no se atreven a prohibir ni a
dictar normas: se limitan
a
~omendar, tarde,

y a predicar a
un auditorio
inexistente.
561
Fundaci\363n Speiro

»Mientras tanto el consumismo suicida, al sel'VICIO del úni·
oo dios del beneficio, obra y gracia de los mismos Estados,, o
surgido a

su
socaire, hoy ateri-orizádos por sus resultados, ofrece
a través· de la imagen y la expresión -oral y escrita todo el ar•
senal y adiestramiento necesarios· para que los últimos reduc­
tos salten por el aire de una vez al ritmo de la metralleta y al
son del alarido, donde ya_ no es posihl-e escuchar la voz de la
razón.
>Si estamos locos D06 ten,drán que encerrar y todo parece
indicar que lo van a hacer. Las-oscUTas, grises y tristes legiones
de la
hoz y el martillo, perfiladas en un horizonte amenazador
desde hace muchos
años, ya

ni
se molestan
en
atacar.>
IH. CoouETEOS DE CRISTIANOS "coN EL COMUNISMO; DESMITIFICAaÓN DE
JESUCRISTO. Y MITIIÍICACIÓN DE "FIGURAS" MARXISTAS.
Bl P. Félix García lo ha comentado en ABC m,/. 31 de octubre de
1975, en un articulo titulado DoBLE JUEGO: MARXISMO Y CRISTIANISMO.
562
crujías más graves, en las que la torpeza, la locura, la violencia
y las mutaciones más radicales. imponen su juego y su estilo
~arquizado. La confusión de ideas y los alardea de desquite
apresurado, político, social, religioso y ético llegan no pocas
veces
a delirante& manifestaciones.
,Concretemos d. ejercicio de ese doble juego peligroso a
un aspecto de grave trascendencia. Hay un intento, aeeptado sin
reservas, como una abierta concesión criatiana, a establecer una
ecuación entre cristianismo y comunismo, buscando afinidades
fáciles y razones especiosas de avenencia, de ·.condescendencia
y posible , cOilaboraeión entre . uno y otro, como si se trat.ara de
una cuestión de
con'Veniescia o de razonable alianza.-.
«Hay que denunciar un cierto coquet-eo reiterativo con el
comunismo, una actitud concesiva doctrinal para con determi­
nados dirigentes
comunistuides que siguen impenitentes, pero
que
se leEi trata

de
ganar con prodigalidades amistosas y con­
descendencias obtusas de

quienes confunden la
tolerancia con
la

miopía incurable.
>Así, es dable registrar anomalías como las de un teólogo
francés que sorprende en
el éomunismo esencias cristianas más
Fundaci\363n Speiro

p111"88 que en m. propio crmt:J.anismo; como la de un ensayista
católico que pide que se abra paso a la invasión de la selva,
mientras. el cri&tianismo debe refugiarse de nuevo en las cata·
cumba&, a la eapera; como la de un clérigo italiano que no
quiere oír hablar de tácticas preventivas ni

de tomar
cautelas
frente
a un adversario que acecha, porque al comunismo --dice-­
se le gana mejor dejándose matar o abriéndole todas las puer·
tas; como la de
un teorizador de componendas que pide que
se llegue a un pacto, a una transacción con el comunimno, por­
que,
en el fondo, tiene razón, siempre que, naturalmente, se
respete su posición acomodada. con buenos dividendos y se re­
duzca

la de
todos los demás. La confusión ---como puede ob­
servarse--va adquiriendo síntomas alarmant~ e in806peehadoa.»
La confusión afecta al lenguaje, donde se produce un trasbonk, ideo-­
lógico de su contenido, tal como hace tiempo, nos había advertido Plioio
Correa de Oli-. Pero, sigamos {eyeruio al P. Félix Ga,c!a,
«'Sucede con frecuencia que en las etapas de combate y an­
tagonismos sociales
se suelen arrebatar al enemigo sus propias
locuciones y su fraseología agresiva como medio ·de propaganda
fácil y atracción de adeptós, arrancados a un
sector hostil.»
«Hay palabras y soflamas sociales que

tienen su
sino y mal­
sonancia y que no pueden se-r desintoxicados y redimidas de
811 baja extracción. Creer que las palabras son inofensivas y que
se puede jugar con ellas

para lograr efectismos políticos y socia­
les es el error en que incidió- fundamentalmente el socialismo,
gran

expendedor
de_ tópicos y frases hechas, de literatura y re­
tórica rousoniana,
cuando no
pistolera, cuyo contragio. demagó­
gico y
sentimentaioide perduran

todavía, y revive entre los teo­
rizantes
marxisto-cristianos que postulan no

un
orden social
más justo, más equilibrado, más cristiano, sino la inversión de
todo
lo que
existe; es deci;r, que los ricos

sean pobres y los po­
bres
sean ricos; que

a
unos se les asignen todos los derechos,
sin dehereK, y

a otros se
les nieguen
todos; que
la miseria
de
unos no
tenga otra explicación que el bienestar

de otros,
aun­
que

éste
sea merecido fruto de su trabajo; y

que unos no reci•
ban
más que

el
odio plebeyo y otros la absolución social. Y lo
más triste

y
desconcertante es que hoy se diga. que es pre­
dicación

del Evangelio
lo que es palabra viciada, irreverente,
que

se acoge a
sagrado para-
mejor
escudarse en
la
irresponsa­
bilidad.»
563
Fundaci\363n Speiro

«EB más fáci.l, en fin, invertir febrilmente la mitad del cau­
dal ajeno-que ·distribuir una vigésima parte del propio con orden
y

sentido.
Y proclamar disparatadamente con B. Breeht, el gran
doctrinario para imbéciles, que "es feliz el pueblo que cara.ce
de héroes.»
Y no es eso sólo. De una parte, las viejas directrices de Sallnt Simoa.
tal como nos había advertido el querido y l/o,ado Prof. SdaKlCa, han pe-,
netrado en el llamado progresismo católica, pretendiendo poner nuestra
religión al servicio del mundo a modo de una moral dinámica en direc­
ción del progreso material y de su difusión social, en la cual la idea de
Dios se pone al serv'icio del hombre que se transforma en el Demiurgo.
De otra parte, se hace del marxismo una religión a cuyo servido, para
una pretendida redención de las clases humildes -que· así se aaiemn a
la
causa y al Partido-, se invita a los cristianos a que participen con
todos sus dogmas y sacramentos, con su desmitificación· previamente efec ..
tuadas, para poder remitificarlos adecuándolos como armas ideológicas.
en esa lucha,
La critica qtte Adolfo Prego hizo de «Jesucristo Superest...,,, publica­
da el 8 de noviembre de 1975 en ABC, nos ha hecho pensllt', una vez
más.. en esto. De ella recortamos estos dos párrafos:
564
i se trabaja
.para reducir la religión cristiana a una moral estricta­
mente
civil. El marxismo, a su vez, se encamina a m conv-ersión
en
religión.

Algo
así como
ocurrió
con el budismo: era

una
filosofía; es hory un

credo
religioso. De los templos católicos
han sido expulsados los santos. Simultáneamente, las Artes Grá­
ficas editan en millones de ejemplares las éfigies de los mártires
· de la revolució~ a los que el comunismo rinde eulto. En este
clima, "Jesucristo Supermar" es argo.mentalmente una frivolidad
sin el menor viso intelMtual en favor o en eontra de Jesús Dios.
:»Hace pocas semanas,. el embajador italiano en Moscú fue
llamado seriamente al orden. Una marca italiana de neumáticos
se ·había permitido hacer unos carteles publicitarios donde apa­
recía
una rueda

de automóvil
y un
retrato de
Lenin. El Go,
biemo 80Viético protestó. Aquí, en Occidente, se puede tomar
como
personaje de
ópera a Jesucristo. Y hay clérigos que lo
aprueban. Sencillamente fantástico, Porque la transformación del
disco en
espectáculo teatral es un negocio. Se hizo para ganar
dinero, no para
sentar si Jesucristo era o no Hijo de Dios. Está
claro, por otra parte, que en
la opinión de los autores Jesús
no traeciende su condición. estrictamente humana, y _ aun dentro
Fundaci\363n Speiro

de ella, una cierta :imuficieneia. Pareee que la idea central, el
motivo
inspirador fue:

el mundo
esperaba un Redentor, y el
Redentor no ha venido.>
IV. lliMUNISMO Y DEMOCRACIA: DEMOCRACIA "VERSUS" COMUNISMO, PERO
NO VICEVERSA.
-.• Son conocidas las manifestaciones reiteradas de M archais, en Pran-­
cia,
y de Berlinger, en pro del llamado liEt de aceptar el voto democrático de la mayoría. pat'S ocupar o ceder,
de acuerdo con ésta; el gobierno de sus respe.ctivos países. Aquí parece
que muchos -pretenden que se les crea y que se deje entrar en el juégo al
P. C. con Santiago Carrillo al frente. Donde no se acepta ni pem¡ite
que se crea en esto es allende del telón de acero.
José Maria Ruiz Gallanlón en ABC del 18 de agosto d,: 1975, lo co­
mentaba, en su artículo de tercera plan.a LA VÍA COMUNISTA HACIA LA DE­
MOCRACIA:
«Pnw~ el día 6 de agosto de 1975, ha publicado un artícu­
lo,
con la firma de M. K. Zuodov, miembro suplente del Co­
mité Central del Partido Comunista soviético y redactor-jefe
de la revista internacional de los P. C., en el que se hacen,
entre otras., las siguientes afinnacione.!!i: "Más que buscar ha­
cerse con el poder por medio de elecciones "burguesas", los co­
munistas deben luchar,

como objetivo inicial y no
final, por el
establecimiento
de la dictadura del proletariado". "Loa parti­
dos comunistas deben. establecer su hegemonía y la dictadura
del proletariado, suprinúendo, si es necesario, la resistencia de
la reacción por la fuerza,. inelll80 si no cuentan con una mayoría
a.ritmética", La táctica de Lenin, escribe Zarodov, "destroza to­
talmente los conceptos oportwüstas todavía en boga", "porque
si,
para Lenin y los leninista-s, contar con una ~oría popular
ha sido el primer precepto d·e la estrategia y de las tácticas re­
volucionarias, esa mayoría no es un concepto aritmético, sino
un
concepto político. Es wia mayoría revolucionaria que -se ob­
tiene

por medio de
acciones directas de las masa& populares
que tienen su actividad política independiente, más allá del
marco rutinario del
orden pacífico burgués estahleci,do" .>
A su vez, Jase¡, Miro Ardevol en DESTINO, núme,o 1.994 del 18
al 24 de diciembre de 1975, observa,
• 565
Fundaci\363n Speiro

«... por si quedan dudas sobre cuál es la doctrina ortodoxa
y
cuál
la interp~clón correcta

del
marxismo-leninismo, el P. C.
polaco otorgó honores de delegado
al director de la revista
"Problemas
de la Paz y el Socialismo", portavoz del pensamien•
to

oficieli,
el 1'1180 Zadorov, conocí-do por su interpretación ab­
solutamente contraria de las tesis de los eurocomunistas fran­
ceses, italianos y españoles de aceptación -de las reglas demo­
cráticas comunes a

toda la
Europa occidental. Porque la acep·
tación proclamada por
Berlingoer y Marchais del principio de­
mocrático de alternarse en el Gobierno de acuerdo con el vóto
de la mayoría, · es algo ·que en su estricto sentido contrasta con
toda
la
ensefi.anza y estí."ategÍa leninista : .. >
Esto )e inspira les comentarios siguientes: .
566
«Si el observador considera que· las formulaciones democrá­
ticas
del trio comunista latino obedecen a una táctica de pre­
dicar una cosa
y perseguir la

contraria, los
resulta-dos del VII
Congreso del Partido Obrero Unificado Polaco no poseen ma­
yo
.interés, más si, efectivamente.

uno
piensa qne los docu­
mentos- firmados
por el PCI-PCE-PCF son una pauta cret"ble
de su acción política, ento-nces el tema se abre

a múltiples
re­
ffexiones,
que ·no tienen

por
.qué ser exclusivas de los comu­
nistas.»
« ... la posible respuesta de Berlingner-Marcbais de que "la
transformación socialista
pre&upone el control público sobre los
principales

medios de
prodlleción, 1ina progresiva socialización
y el actuar con una programación. económica democrática" puede
ser sujeto de múltiples y contradictorias lecturas. Aunque quizá
lo que
efectivamente late en el fondo de la cóntroversia que
1¡1gita el campo c:omwtista sea la contraposición subjetiva de dos
manerae
de
entender
su propio
momento
histórico-: ¿Estará
acaso
la

verdad
en lo que piensa el heterodoxo Milovan Dylas
de

que el comunismo· "está en tanto que
ideología en curso de
disgregación y en tanto que sociedad en
estado de
agitación"?,
o,
por el contrario, la científica verdad radica en Ponomarev,
secretario
del

Comité Central
de la URSS, que considera que
"el : movimiento oomunist.a no -cesa de · ·engrandecerse y fortifi­
carse, consiguiendo

nuevas vitcorias".
En último término, lo
único que hoy por hoy aparece cierto es que no existe "la in­
terpretación científica de la . historia".»
Fundaci\363n Speiro

A nosotros nos p8rece, que la clave es la explicada por José Mairí:a
Ruiz Gallardón:
«... Las tes-is de Lenin contenidas en su libro "d08 tácticas de
la
democracia socialista
en · Ja revolución democrática", publica­
das ahora hace setenta años,, &0-n la más viva expresión de que,
por principio, porque
sí, por definición, no existe máB demo­
cracia qne
-la comunist~ ni

más
mayoría democrática, que la
surgida del
seno -y sólo de él-del partido. Lo demás no
cuenta.
Y como no cuenta, es lícito, moralmente hablando, uti­
lizar todos
los medios, cualquier medio, incluida, por supuesto
y preferentemente, la violencia, para hacerse con el poder y
establecer la dictadura, Todo lo demás es pacifismo burgués exe­
crable.
Todo lo demás no es democrático, Y ésa y no otra ha
sido,
es y será la doctrina y la praxis del comunismo español.
>Para él no cuentan las mayorías, conceptos "aritméticos"
superados
por
··su'' con<:epto político. Para él, todo y s,óle lo
que conduce a la dictadura del proletariado es válido, lo demás
es

inencheviquismo. Por
eso son

irreductibles a todo pacto
leal
con

cualquier otra fuerza, incluido
el socialismo. Si pactan, es­
tán dispuestos en cualquier momento a desdecirse, a perjurar,
a harer trizas .. sus compromisos históricos", la .. unida,d de la
izquierda",
.. ia plataforma d·emocrática", Todos

esios
hitos son
sólo simulacros tácticos: lo que impo,rta es lograr, -como sea, a
cualquier precio,
el objetivo inicial y no final -y ya hemos vis,
to que así lo caracteriza Zarodov- de la dictadura.
»Esa ee la vía comunista hacia la democracia~»
Este hecho cañstituye una dificultad más para la democracia de
nuestros dias. Tanto si el P. C. entr:a en el juego como si manipula des­
de
la sombra, sea camuflado en ·otros partidos o infiltrado en los 3indi.­
catos, o en comisiones obreras u otras asociaciones legales e ilegales,. o
en los medios de comtinicación de masas y,. por doquier donde haya po­
sibilidad. de explotar cualquiet' contraposición haciéndola dialéctica. Por
eso, nos parecen certeras las consideraciones que ha.ce Rafaiel Gambra
al final de su citado comentario a la manifestación desesperada del exi-­
liado angolano:
«Yo YA NO SOY PORTUGUÉS, YO YA NO SOY NADA>.
« ... Cada vez es más patente que la coyuntura histórica que
condujo a la formación
de las demoeraci:ts europeas es irrepe­
tible.

Aquellas
se constituyeron a

lo largo del
siglo xrx y

hace
ya mucho
que ma,duraron. Hoy incluso podri-a hablarse de su
decadencia. En la
actualidad cualquier

país que
emprenda esa
567
Fundaci\363n Speiro

discutible ruta va a encontrarse ~on un poderoso elemento que
en
aquellos casos no se hallaba presente o era aún inoperante.
Me
refiero, claro está, a las poderosas organizaciones de izquier­
da, encabezadas por el comunismo internacional, orquestadas a
nivel

planetario
y dispuestas a manipular desvergonzadamente
el

juego
democrático en beneficfo propio.>
V. Er. SOCIALISMO-LIBERAL Y EL CAT0LICISM.O,
Digamos previamente que, visto desde los países comunistas, el co­
mu'ñismo soviético se autodestruye expresamente de todo socialism.o--li-­
beral,.
como -nos es explicado en la sección ABC EN PARÍS de este diario
del 30 de diciembre de 1975,. en la crónica firmada ese día pOt' Intermo,
bajo el título «PRAVDA> RECHAZA TODA POSIBLE LIBERAOÓN DEL RÉGJMEN
soVIBnco y el subtitulo Et PLURALISMO ES INCONCEBIBLE -dice-EN DON-­
DE

SE DESCONOCEN
IAS CONI'RADICOON'E.S DE CLASES DEL CAPITALISMO. Con
claridad explica

la
crónntca un art~To titulado C.OEXISTENCIA PAdPJCA Y
PROGRESO
SOCIAL. del que es autor Georg! Slhakne.zarof, miembro del Co-­
mitt Central del Pa,tido Cc,munista de la Unión Soviética, del que recoge
este botón de muestra:
.«Nosotros rechazamos categóricamente las peticiones para una
pretendida liberalización del régimen, ya que quienes hablan
de
derechos del hombre y del supuesto -pluralismo de un sis­
tema

político intentan imponernos esas nociones a partir de su
interpretación burguesa.
>Para el autor de e&e-recordatorio del marxismo-leninismo
puro y duro, "los trovadores dol anticomuniffll.o" (he aquí una
metáfora delicada para calificar a los adverearios deil Gu.lag
como
sistema)
deherfan callarse de

una
vez para siempre, "por­
que

los derechos del hombre
son respetados en la URSS", y,
además,
··

porque en la Unión Soviética no
hay cabida para el
pluralismo, ya que-no se conocen

las contradicciones de clase
como en los
países capitalistas".)
Y sigue comentando el autor de la ctónica:
«... la libre circU'lación de hombres y de ideas sólo puede
aceptarse en
u.na sob dirección: del Este hacia e:I. Oeste. La ra­
zón
es simple y hasta leerla en el texto del discurso pronun­
ciado

por
Mij·ail Suslov, número dos del partido, en un acto
celebrado en el Bolchoi: "La lucha ideológica debe proseguirse
Fundaci\363n Speiro

para evitar que se propaguen las tesis occidentales, basadas en
la exaltación del
militarismo, de la

violencia, de
la inmorali­
dad
y del racismo".
»Con evidente sentido de la oportunidad, un comentarista
ha recordado el articulo 126 de la Constitución sovié-tiea en el
que
se dice que "todos los derechos y libertades reconocidos al
ciudadano soviético se ejercerán bajo control del partido, núcleo
dirigente de
todas las organizaciones de trabajadores tanto en
ias organizaciones sociales como en las organizaciones estatales"~•
El problema del socialismo liberal y su adecuación. al catol,icismo no
se pl.antea sino en Occidente. pues en el paraíso comunista no cabe la lt­
bertad. Sebastlm )""'1 Arbó repite, en tercera p/8"a de ABC del 8 de
agosto de 1975, en su artículo, OPRESIÓN Y LIBERTAD, este argumento con-­
tundente:
«Se habló mucho antes -recordémoslo-del "paraíso" alu­
diendo

a la URSS;
.se habló, sí, del "paraíso", pero, terminada
la guerra, aherrojados los países limítrofes, todos dentro del
"paraíso", pronto se dieron cuenta de que si no levantaban el
muro de BerHn el "paraíso" iba a quedarse despoblado-; el mo­
tivo
era sólo uno: · el ansia de libertad, a la c.ual sacrificaron
tantos sus vidas,por la que murieron tantos abatidos a tiros al
pie del muro sinieytro, 8.quel muro que separaba dos mundos ... »
Del Vietnam, del que tanto· se habló por todos los medios de comuni-­
cación de masas, hoy apenas se dice nada. Esto es comentado en L'HOMME
NOUVEAU, número 660, del 21 de diciembre de 1975, con el título PAUVRE­
TÉ A SA.iooN por Mar-al Olémenrt, que ~coge alg.unos testimonios de per-~
sonas l'ecientemente huidas de Saigón. Recortamos:
«.-¿Y esta hecatombe? ¿Cómo explicarla?
--No se puede juzgar un país por una hecatombe. Hacía 30
años que se luchaba, después de la marcha de los americanos,,
los

salarios no
habían vuelto a pagarse. Los combatientes no ha­
bían percibido su sueldo desde hacía tres meses. Por otra parte,
. los
refugiados, obstruyendo las carreteras, hicieron impos-ible
toda defensa.
-¿ Cuál ha sido la actitud de los comuniatas con re6pecto a
los
combatientes?
-Todos los.
que eran militares o funcionarios bajo el régi­
~en del ~residente Thiue están en campos de reeducación.
Había 1.000.000 de hombres bajo las armas en el momento de
569
Fundaci\363n Speiro

la hecatombe, y 500.000 funcionarios constituían el esqueleto
administrativo del
país. Tod~ ellos están internados o presos.
-¿ Y, después?
--Principalmente en los campos &e _ reeducación do los que
se sale com~ta o muer;to. Quienes capitulan, escriben en los
periódicos:

"Gracias
a . la revolución he sido liberad.o de bas­
tantes complejos. Antes yo vivía en el temor. Actualmente, siento
una gran libertad interior. Nuestra vida es muy sana, nos levallta­
mos a las cinco de la mañana y nos acostamos a las dos de la
maidrugada. La alimentación es excelente ... ". En cuanto a quie­
nes no se dejan

reeducar,, hasta
dejarl~s sin cuidados. Los ano­
feles, que transmiten el
paludismo, sustituyen
a la cámara de
gas,
-Pero, ¿ puede visitarse a 108 internados?
-Algunos pueden recibir vis-itas: Aquellos que han sido ya
"moldeados" y que han alcanzado la
suficiente ma·durez para
marchar en el sentido marcado por el Gobierno. Estos pueden
ver a su
niuj,-,r y a sus hijos. Pero si resultan "reaccionarios",
después de

la
primera visita, se lea encierra

un
mes en
prisión.
Si la mujer vuelve por
segunda vez,

se le dice
que su marido
va a
permanecer tres_ meses más. La tercera vez ya no vuelve ...
Todo cuanto
se escribe, es leído íntegramente. La gente termi­
na por no decir nada, lo que hace ~e la sutura sea total
Puede decirse que éstos son campos de muerte. Los que no
ced'en1 mueren de paludismo o desesperación. Se dejan depau­
perar.

Hay
quienes mueren

porque el trabajo es demasiado
fuerte y no tienen
el hábito de realizar trabajos tan pesadoa.
-Pero, ¿y el resto de la -poblaeió.:i,? ¿es también ado~tri­
nada?
-Cuando los comunistas llegaron a Saigó~ vaciaron todas
las
librerías y quemaron los libros, religiosos o no. En seguida
los

reemplazaron por
"stocks" de .sus revistas y de sus libros,
muy

bien
impresos, acerca del marxismo y de la liberación (-en
francés, inglés y vietnamita). Y, después, no solamente en las
librerías, sino por

doquier
dond;e entren
en
las casas, su primer
cuidado
es el de destruir todas las bibliotecas. Realizan la re­
volución cultural sin qne nadie diga nada.
¡ He ahí otra muestra del sentido liberal del comunismo!.»
b)
Vista desde el mundo occidental.
Pero volvamos a nuestro mundo, que se autocknondna libre: ¿Qué es
en teoría el socialismo liberal? Esta pregunta la formuló y le dio respuesta
)70
Fundaci\363n Speiro

cumplidamente Antonio Mi:llán Fuelles, también en tercera plana de ABC,
el 28 de septiembre de 1975, en un artículo titulado EL SOOAUSMO LIBERAL.
<... pronto nos enteramos de que el socialismo liberal (tam­
bién
denominado democrático)

es
Wl8. técnica y no una ideolo­
gía. Esto sorprenderá seguramente a quienes suelen ver la tec­
nocracia como

el aséptico
-~ozo del nuevo

capitalismo. La
realidad, sin

embargo, es que a su vez
el nuevo socialismo se
concibe a sí propio como una técnica: la mejor, a su parecer,
para organizar la sociedad. en la actual situación.
:i>Así, indudablemente, lo

.
definen sus más autorizados
por­
tavoces.
> ... quien ha acertado a expresarlo mejor es el neosocialis­
ta francétl A. Philip. El socialismo liberal es, según él1 solamen­
te "una técnica para realizar, hic et nunc, valores democráticos
comtantes" .»
Pero esta explicación no resuelve la pregunta que l\iillán Puel.lies
vuelve a reiterar:
articulado con el sustantivo "socialismo"? ¿Se trata, efeetiva­
mente, de una manera técnica de hablar?
:>No cabe duda de que así lo pien-san los teóricos de la men­
talidad
n0080cialista.»
Los partidarios del socialismo democrático, refiere Millán,
«... sostienen expresamente que los valores de la conviven•
eia -tal.es -como la libertad, la ju.sticia y la tolerancia.-no po­
seen, de suy(¾ ningún determinado contenido-. Afirman· que la
moral
es un Hunto que atafi.e exclusivamente a la libertad in­
dividual (ni más ni menos que lo que ya decía de la religión
el conocido lema protestante,: "Religión, Privatsache·''.), negan­
do, por consiguiente, que pueda haber normas objetivas, de al­
cance
y sentido ético, para la vida civil. Y aseguran, en fin, que
ésta debe atenerse a los dictados de la mayoría como una técnica
para :suministrar un

contenido a
los valores de

la convivencia.
O
sea que puesto que la moral es incapaz de concretar rea:lmen·
te esos valoree, hace falta una técnica que en esta función la
supla. y esa técnica es cabalmente el sistema liberal de los par­
tidos
y
de las elecciones,
:,.¿Qué
más
puede
pedirse? ¿-No es

eso
lo que sostiene el or­
todoxo y puro liberalismo?>
571
Fundaci\363n Speiro

Y enjuicia:
-<... En ello estriba la causa fundamental de la disconformi­
dad del criBtianismo con el puro liberalismo, como también con
el socialismo
liberal, en tanto que éste excluye la validez de
esos concretos derechos y deberes, quedándose, por lo tanto, en
la

actitud del positivismo
jurídico.>
Esto en lo referente al aspecto c:le este tipo de socialismo en cuanto es=
liberal en fo ético y en los conce.,,tos,. normas básicas de la convivencia
a las que niega carácter objetivo. Pero hay en él otro as-pecto, que Millán
Bu.elles también analiza,. el a:specto sociailista:
«Claro que el socialismo liberal no es liberal solamente, sino,
también, y por supuesto, socialista. Ello quiere decir que con­
cibe

a la sociedad,
n:o a -las personas humanas- individuales, eomo
lo

primordial y
sustantivo. De ahí que entienda al Estado como
"el primer

agente" y
"el primer responsable" de la vi-da social­
y de esta forma la iniciativa privada, reducida siempre a los
sectores que

oficialmente
se consideren "no estratégicos", debe­

ser concebida como

esencialmente
posterior a
la gestión
es­
tatal. Todo lo cual, para decirlo de una vez, es precisamente la
invenión del principio cristiano de

la función
,subsidiaria del
Estado.>
También eso hace rechazable el sociali3lno _ liberal: el monopolio del
Estado~
«Un ejemplo claro y elocuente lo constituye la tesi,s de que
la próinoción de la cultura es de exclusiva competencia del Es­
tado o·, cuando menos-, algo radicalmente dirigido por él. Contra
esto se ha levantado el neosodalista E. Heymann, pero su voz,
sigué-clamando

en
el desierto. Ya

en el
pasado siglo
el
filósofo,
inglés J. Stnart ·Mili, que mostró alguna simpatía hacia el so­
cialismo, advirtió el grave riesgo que significaba para la libertad
el monopolio (o, en 11-u caso, ol dirigismo) estatal de la educa­
ción.
Peró ni entonces ni ahora parece que loe socialistas quie­
ran darse por enterado·s de e.se riesg'.o.»
Por dos veces el pasado afio en estas Ilustraciones ,.....,en el núm. 135-
136, pág,r, 820 a &Z4 y núm. 137-138, págs. 1.127 a l.132-hemos ,eco­
gido · sendos ¡uicios de -nuestro amigo Luis Salleron acerca de la politica
del Presidente
Giscard cfBstlling. El primero~ que tomemos de· sú artlcu-
572
Fundaci\363n Speiro

lo Los TRES SQCl.\LISMOS FRANCESES ,-,el de Valery Giscard áEstaing. el
de F,_oo MitterEmd y el de Georges Marchais-, publicado en ITI­
NBRAIRES, núm. 188, diciembre de 1974, dice,
«El soeialiemo de Giscard d'Estaing no se confiesa, o -se con­
fie&a sólo tímidamente socialista. Se declara 'liberal progresis·
ta". ¿En qué es "socialista"? En lo referente a la uniformidad
de las
:condiciones sociales y de sus regímenes financieros,. por
la
-extensión del salario y el "control" universal del Estado.»
El segundo, que tomamos de la Vl'aducción en VERBO, núm. 135--136,
págs.

775 a 778, de
su artículo LA CRISIS ESTÁ «MÁS ALLÁ:»,. publicado en
ITINBRAIRES, núm. 193, de abril de 1975, reitera,
«El presidente Giscard d'Estaing continúa tenazmente su tiple
política
de SOCliLIZACIÓN EN LA DISTRIIBUCJÓN, DIRIGISMO EN LA
PRODUCCIÓN Y . LIBERALISMO
INTEGRAL EN LAS COSTUMBRES.»
He ahí una forma de SOCIALISMO LIBERAL, que no deja de producii- sus
per¡udiciales efectos que han sido últimamente denunciados por el presi~
dente de la CbNFEDERACIÓN DE PEQUE~AS y MEDIANAS EMPRESAS, León
Gingembre, según nos reseña la crónica de ABC en Paris, publicada en
este rotativo el 4 de diciembre de 1975J en la que Interino, escribe:
«"No es posible mantener en silencio por más .tiempo. Yo
quiero
darle
el uso de la palabra a los jefes de empresa a quie­
nes se acusa, injuria y secuestra. Esta no es sólo una operación
de
defe~. Es un contraataque".
>Quien así habla o, mejor, quien así escribe, -es León Gin­
gembre, presidente
de la Confederación de Pequefia& y Media­
nas Empcesas, que, en una carta al -presidente de la República,
le expone de modo personal y en forma de manifiesto de la
indignación,
el e:lamor de esa mayoría silenciosa que no se e:x·
presa nunca y que no celebra manifestaciones vociferantes, algo
que parece hoy obligatorio si
se desea merecer

la atención de
los poderes públicos, pero que

ha alcanzado
un peligroso grado
de

exasperante
aburrimiento.>
Y más abajo, contlmí.a:
« ... esos hombres,, esos "millones de industriales, comercian­
tes, artesanos y téenicos que constituyen l:a vida misma del país",
empiezan a sospechar que son los paganos de la vasta empresa
de
reforma de la 80ciedad franeesa.
573
Fundaci\363n Speiro

La du_da se ha convertido en una certidumbre al comprobar
la

insistencia
de los-- poderes públicos en contemporizar "con
aquellos que sólo quieren des-truir la sociedad". "Con eata po­
li ti ea -afirma Gingembre en su carta al presidente-se Jes fa­
ciUta simplemente la tarea, &in atenuar . por ello su fanatümo,
pero,

al
mismo tiempo, llevando al hundimiento- moral a quie­
nes desean sinceramente mejorar nuestra sociedad".,
Para cancluir:
<... en este llamamiento a "los ü.eneiosos indignados", el
presidente de la poderosa Confederación, que reúne a varios
cientos de
miles de pequeñ.Oi empresarios, hace el balance de
la
política
de reforma do! .preaidenre Gillgard d'E&taing: "Un
tercio
del liberalismo, un tercio de socialismo burocrático y un
tercio de a~togestión. ¿Es que se -puede e,perar algo razonable
de este compromiso irrisorio?".
León
Gingemhre ha abierto el banderín de enganche de la
"unión de jefes y responsables de empresa", a la que irán todos
aquellos
que "están ya hasta la coronilla" de tanto desafuero.
"Ha llegado el momento de romper el silencio y de transfor­
mar :Ja resignación en agresividad", dice en su carta este pala­
dín de los pequeños y medianos empresarios, hartos de tanta
arbitrariedad por parte de los Sindicatos y de la política de con­
temporización
del Poder.»
VI. LÁ VERDADERA LIBERTAD Y LA CARICATURA DE LA LIBERTAD.
Volvemos a la crónica desde París publicada· en ABC del 30 de di­
clembte, que concluye con un epígrafe que lleva el subtítulo ADVERTEN­
CIA. del que reeorlamos:
574
c ... _ hoy, "Le Point" publica unas declaraciones de Aleksandr
Solgenitsin en las que el escritor amonesta a los occidentales:
"El tiempo ha erosionado vuestra noción de libertad. Ustedes
han
sonservado la palabra, pero han fabricado una nueva no·
ei6n: la de pequeña libertad que no es-más que una caricatura
de la
grande, una libertad sin obligadones y sin responsabili­
dades

·que
desemboca, a

lo sumo, en
el disfmte de

unos bienes.
Ustedes no son
capaces de

hacer
sacrificios sino, simplemente,
compromisos">
Fundaci\363n Speiro

-La obsttva.ción es seria y concuerda con el falseamiento del concep,­
to de LIBERTAD. Este, genuinamente, consiste en el ejercicio de nuestra
responsabilidad
e iniciativa optando adecuadamente por voluntad propi,a
en pro del bien asequible, No hay verdadera Ubertad sin riesgo g respon­
sabilidades.
Pero hoy se pretende ser libre sin ser responsable · ni correr
riesgos. Lo cual no es posible. Se entiende qoe la libertad consiste en
poseer y gozar del mayor número y calidad de bienes posibles, con la
garantía del Estado y bsjo la responsabilidad de loo gobernantes. Pero
esto sólo puede conducirrws a ser unos tutelados, como los menores de
edad y los incapaces. Así alienamos nuestra responsabilidad a los gober­
nantes, g ·éstos, a su vez, se cubren con la representación anónima que
ostentan, a la vez que tienen como mayor preocupación la de conservarla,,
fomentando demagógicamente
los dese.oo y apetencias· irresponsables de
sus potencial.es representados.
Esa

debilidad, a
que lleva ese concepto deteriorado de libertad, alcan­
za
las rehlciones exteriores y, concretamente, como nos advierte Solshe-­
nitsin,
a las relaciones de los dirigentes del mundo que aún se considera
libre
con los soviéticos:
«... La batalla -afirma- no se desarrolla entre -ellos y us­
tedes, sino entre ustedes y 118tedes mismos". Y concluye con una
advertencia deprimente, pero cierta: "El mundo occidental se
encuentra ante un momento decisivo. En el Clll'SO de los próxi•
. mos afíos se va a jugar la existencia de la civilización que ha
creado. Yo pienso que no es conscient-e de ello".
En otras palabras: el mundo occide"ntal es inconsciente, pero
no
por efectos de la crisis económica que lo atormenta, ni por
la crisis política que ha sido .su consecuencia, "sino por lo que
habría
que llamar una crisis espiritual". Y en ea-tas circunstan•
eias sí es

cierto que
el mundo oocidentail es inconsciente del
peligro que le acecha, el mundo comunista es conseiei:J.te de la
utilidad que puede obtener de ese estado de cosas-.>
VJI. LAS CLASES Y LA IGUA.LDAD EN LAS DEMOCRACIAS,
La entrevista, a la que al principio nos hemos referido,. con Ludlek
Paahman, publicads en LA VANGUARDIA ESPA~OLA del 12 de
octubre de 1975, contiene, además, entre otras, estas dos preguntas con
sus res-pectivas respuestas:
-¿No
es entonces partidario de la abolición de estas "cla­
ses"?
575
Fundaci\363n Speiro

-Su pregunta es difícil y la lleva usted de un modo estra­
tégico. Le hablaré claramente: eliminar las clases es eliminar
la capacidad de los hombres de desarrollar sus poe.ibilidades.
-Luego, siguiendo el hilo de su nzonamiento, llegaremos al
fatal punto de que los hombres no somos iguales avant la lettre.
-Hay hombres con capacidad de dirigentes, y ·otros sin-esa
capacidad. Las capacidades son distintas, y por lo tanto igualar
a

todos
es imposible.
Ni siquiera en pequeña! escala es realizable en términos generales el
comunismo, . como, comprueba la experiencia de las comunas. En caste-­
llano mrtiguo ya se decía: freno de las iniciativas y pruibilidades de los más dotados de personal;,.
dad es evidente también en ese caso. La prueba de las comunas cuenta
con nuevas experiencias y testimonios. En DESTINO, núm.. 1.994, del
18

al 24 de
diciembre de

1975,
en la sección CARTAS DB SEMPRONIO, ha-­
liamos, i-eferido esto:
«De interesarle el tema, quiero decir el tema de las comu­
nas, no se pierda Ja obra de Katheil.een Kinkade -relatando wia
de estas experiencia~ la más afortunada. Cuando el libro apa·
reció en América (1973), la comuna descrita llevaba en Louisa
(Virginia),

cineo
años de existencia, lo cual constituye un récord,
pues las comunas se hacen. y se deshacen como azucarillos. El
mérito de la longevidad.. en este. caso, lo atribuyó a la autora
del
libro, fundadó.ra de la comuna, mujer de un templ'e y de un
eqnilihrio realmente fuera de serie. Los problemas con que se
enfrentó son los

generales de toda la humanidad,
y de ahí el
subido
interés del relato.

Problemas
de la conducta, de la con·
viVenci8' que emponzoñan a la humanidad y que -acaban dando
a:l traste con las comunas, pese a reducirse las mismas, en oca­
siones, a

una
docena de -miembros. El libro de' la señora Kin­
kade
es una

pura delicia, por la
sinceridad, por
los
errores con·
fesados, por

el hundimiento
de algunas utopías.
, ...

conste que en
la ·comuna no se admitían "hippies" y que
sus
integrantes

arrimaban el hombro,
al punto de parecerse, más
que
nada,

a un kibutz
israelí.>
La igualdad no existe en los países comunistas: en primer luger poi-que
el comunismo no existe, como muestra el amplio absnico de salarios y
de condiciones de vida y, especialmente, la implacable distinción entre
dirigidos y dirigentes, la nueva clase de que nos· han hablado Mtilovan
Gillas y Svetlam S!alin.
576
Fundaci\363n Speiro

De imá.!l interés es analizar la igualdad pretendida por la ideología de-­
mocrátlca a parti, de 1789. Tema examinado po, Paul de Lubac en I:OR­
DRB
FRANCAIS, núm. 195, de noviembre de 1975, en su a..tículo
L'egallté d,w.s l'ldeologie demaaaitique, que coT1Cluye analizando les po­
sibüi.dades de igualdad política, ;u,ídka. real y de opo,lunidades, de­
momando que ninguna de ellas es posible.
a) La igualdad política.
« ... la verdadera igualdad política consistiría en que la vo­
luntad de cada
uno tuviera idéntico peso en las decisiones po­
líticas. Esto es manifiestamente imposible. El poder se halla siem­
pre en manos de un hombre solo, de un pequeño grupo que no
representa sino
a~oximativamente la

voluntad solamente de quie­
nes han votado por él voluntariamente. Sin
duda, cada hombre
tiene el derecho de

aspirar
a las mismas funciones de mandar.
Pero es también cierto que ese derecho se halla condenado a
permanecer, en su mayor parte, teórico, por falta de medios:•
b) La igualdad ¡u,ídica .
37
.-\:La igualdad de derechos requiere necesariamente la misma
ley para todos y la misma jurisdicción para hacerla aplicar. El
deber de obediencia a un monarca no elegido, la existencia de
clases, ·de privilegios, la diversidad de leyes, era lo que causa­
ba principahnente escándalo a los autores

de la Revolución. La
igual,dad política

y la igualdad jurídica no podían
faltar, según
ellos,
para instaurar el reino de la justicia. Pero, también, esto
era

una ilusión. La
igualded ante

la
ley no ha sido propiamen­
te jamás realizada.
Tampoco en ella comiste la justicia.
»La
verdadera justiei~ consistiría en tratar a

cada
cual según
los méritos. Y Bólo Diosi los conoce ... .>.
«Los legisladores son más o menos conscientes de ello. Aun
proclamando que

todos los hombres son
iguales ante la ley, es-­
tablee-en exeepciones.
Así, los parlamentarios

gozan
de un pri­
vilegio de ·inmunidad que

no
puede ser levantado sino por el
mismo parlamento. Crean jurisdicciones excepcionales para cier­
tas categorías

de ciudadanos
-0 ciertas clases. de infracciones: con­
-sejos de

prefetura,
de. Estado,. de "prud'honames", tribunales de
comercio,
militares, "hanteM!ours", etc. Por otra parte,

en todo
caso, es

materialmente
imposible hacer comparecer

a
todos los
delincuentes

ante los mismos jueces ...
>
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Por otra parte:
«Las jurisdicciones excepcionales son un medio empleado por
el legislador

-para atenuar el
carácter abstracto de

la justicia
y
aproximarla a las realida Además, entte los hombres:
«... Los hay hábiles, que saben aprov-echarse de '1a ley; los
hay torpes, que fa violan sin pretenderlo, y sin causar dafio a
nadie. Los hay que por su físico, pOT sus actitud~ sus indis­
cutibles
torpezas. disPoneri en ·contra suya

a
los jueces; y

quie­
nes pueden
conseguir el

concurso · de
"los mejOres ahogados,
mientras

que otros los -eligen mal, o · son constreñidos a
prescin­
dir de hacerlo. No hay verdaderamente igualdad entre los so­
metidos
a juicio. Por otra part~ si existiera verdadera ·igualdad
ante la
ley abstracta, la

justicia impersonal -de la ley humana
quedaría
satisfecha; pero no así la verdadera justicia, pues la
justicia, para ser
verdade~ requiere diversa

apreciación
según
las personas. Al eon,tTario de lo que la ideología democrática de­
nomina "igualdad".
Sumum ius, Summa iniuria.»
e) Igualdad real.
«... Ningún derecho, si no va acompañado de los medios para
ejercitarlo, se traducirá jamás en heehos. El derecho igualita­
rio de voto, de candidatura a las funciones de mando~ no com­
portan una verdadera· igualdad política, ni una verdadera igual­
dad. Unieamente la sociedad sin Estado, o la voluntad común
de todos fos ciudadanos será realmente soberana, y cuando los
bienes de
todas clases, tanto los del .cuerpo como los del espí~
rito
sean igualmente repartidos entre todos, -se podrá rea1izar el
ideal democrático. La ideología igualitaria conduce necesaria­
mente al

-comunismo total, incluida
la modelaeión por la propa·
ganda, la imposición de hábitos, la educación de todos los hom•
bres según un tipo único Y perfecto, Es el suefio socialista ... ~
'78
«Los comunistas, máS Íógioos en su ideología, más realistas
en el empleo de los medios precisos, sáhen que igualar lo na­
turalmente
desigua~ no es -posible

sin
eonstriceión. Saben

que
sólo
la igualdad de derechos no ha llevado sino a un acrecen­
tamiento de
desigualdades, a
nna
opresión ~ la masa obrera,
particularmente
injusta.>
Fundaci\363n Speiro

Pa.. eso han acudid<> a lo que denominan cdictaduta del proletaclai!a,.
Y., prosigue el comentario:
i«Lo malo es que las sociedades comwtl&tas nunca han po­
dido superar ·ese estado
provisional de dictadura, y jamás lo con­
aeguirán.>
de sus
satélite&, muestra el fracaso de

todos ellos; que no
lo­
gran restringir ciertas desigualdades sino creando otras ... »
La natural tendenda. a la desigualdad. sól.o puede ser reprimida por
la fuerza que presupone en sí misma una desigualdad entre quienes la
aplican y quienes la sufren.
d) Igualdad de oportunidades.
«.,. la imposibilidad de re·alizar la utopía igualitaria es ,tan
evidente que numerosos demócratas 09 pueden menos que re­
conoeerlo. Pero no por ello renuncian a su ideal» . . . «La socie­
dad, dicen, debe la igualdad a los ·hombre&. Debe aportarles fos
mismos bien~ dotarles de oportunidades iguales ante la vida.
Si, no
obstan~ los hombres no

son
iguales, la

culpa es
de ellos,
no de la sociedad, que, habrá cumplido con su deber.»
Pero esa igualdad amntttati.V'a de oportunidades en la en.se-/fanza, que
consiste
en una igualdad de medios, no lleva tras de si la igualdad real,
ni buenos resultad.os en beneficio de la sociedad.
«
..• la reducción de las desigualdades naturll'les exigiría, con­
trariamente, una desigualdad de medios: mayores cuidados para los menos dotados. Por el contrario,
si la escuela debe desarro­
llar

al máximo
las facultades de

cada
cU8il, serán precisos

ma­
yores cuidados para

los
mej-0res. Ninguna
sociedad, por iguali­
taria que se considere, que no haya tomado conciencia de esto
y que no dispense mayores atenciones a sus élites científicas,
artísticas, deportivas,

que
al común

de los
mortales ... »
Además, ni los pedagogos se muestran conformes con este criterio
igualitario, que asimismo atenta contra la libertad:
«Los pedagogos, por sn parte, cada vez se sienten más cons­
cientes
de fa necesidad de diversificar la enseñanza, según las
aptitudes. Incluso

exageran en
. este sentido, rechazando todo

pro-
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grama común impuesto, toda disciplina común> . . . «También
aquí

la libertad
y la igualdad se contraponen. Igualmente, aquí
toda

igualación
en una materia comporta una desigualación en
otra ...
>
Y, en contraposición a lo dicho por Rousseau, concluye:
580
d.os hombres no nacen ni libres ni iguales-en derecho; ni
de hecho tampoco-. Y no lo serán jamás.
>Todos
tienen una misma naturaleza humana, a la cual co­
rresponden iguales derechos; y cada uno también tiene una na­
turaleza individual, una .situación diferent~ de lo que dimanan
neces-ida·des diferentes, derechos diferentes respecto de perao­
nas diferentes, es decir, desigualdades.
»La igualdad,
noción

puramente
cuantitativa, no es-, de por
sí, una cualidad ni un bien. No
puede ser

un ideal. El
ideal
sería que los derechos de cada cual fueran respetados y que to­
das sus verdaderas necesidades se
satisficieran. La medida de
esta
satisfacción no puede serlo la

simple comparación
con las
otr.._
»La pereecueión de la igualdad por la igual~ es un ab­
surdo. No se logra jamás, Engendra otras desigualdades. Distrae
de
loa problemas reales: la injusticia o
los
dafios que ciertas
desigualdades

concretas producen y
contra las
cuales precisa­
mente, la sociedad tiene el
derecho y el

deber
de luchar.»
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