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Número 150

Serie XV

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Teoría y praxis

TEORIA Y PRAXIS
«No ha pasado desflPercib«la al Santo Pa,ke la imp,wtancú det
"lema que se trlllará .,. el Congreso, :ya qt1e parece recoger el p,,,,to
"ce11tral
de tanláS polémicas del p.,.,amienlo 1 de la vid,, .,. el mtm­
"do contemporáneo. Bmcar t1n orde11 más eqllitatwo 1 fundamen­
"tado .,. las relaciones entre teoria 1 p,a:dt; por comigtl$enle, re­
"visar el pflPel
de la razón 1 de la ley, como lambJén el límite de
"la dependencia de la acción, signifka someler a la rcjlexron uno
"de

los aspectos
más graves 1 más inq_t1ietantes de la sociedad m()­
" dema. En realidad
nadie ignora cuán p,e-ponderante es hoy día el
"pflPel qt1e s#ele atribtlirse a
la #tilidad respecto de la verdad; a
"la acción ante
la contemplación, p,od#ciendo de tal modo pro/=
"dos c11mbios en
las normas de la vid,, indwid#al y social. Et Co1>­
"c/Uo EC#ménico Vaticano
II 1a había puesto de relieve que "c11mbio
de mentalidad 1 de estructura con frect1encia pone en Uti­
" gio los valores tradicionales» 1 además que clr,s modos
de pensar
"1 semi,- heredados del pasado, no siempre
se adt,ptan bien a la s;.
'tuación actual:
de abl un profundo maleslar en el comportanziento
"1 en
las mismas nomu,s de la conducta» (Comtit, Gaudium ec Spes,
"mím. 7).
"El problema reviste una gravedad aún "'""'Yor por c#anlo, según
"varia, ideologías contemporáneas, una teoría no sac" su valor
de
"la verdad que exprese, sino solamente de su interés indwidual y
"social, y por ello se convierte en aceptable tan sólo en c#anlo flPa­
"rezca
como quiera que sea, útil al individuo y a la colectividad. Hay
"que notar, ademds, que la valoración de una teorla en fundón det
"éxito de una praxis arbiu-aria se extiende a pesar de todo, también
"al campo re/Jgioso, por obra
de aquell"s que juzgan el valor de los
"dogmas en relación con una eficacia, cualquiera que sea, emotiva y
"p,,Utica, llegando as/ a negar verdades fundamentales de la revela­
"ción cristiana
y hasta la misma existe11cit, de Dios, juzgttda extraña
"al interés
y a la #tilldad de individuo, JI grupos socit,les.
"A tod"s
JI particularmente a quien minimiza JI contllmina la
"verdad evangélica, habrlan de ser "de Jesús a Piútto: «Para esto
he nacido JI para erto be venido al
"mundo: para dar testimonio
de

la
verdad> (Juan, 19,37).
1305
Fundaci\363n Speiro

"Pero si la verdad no puede claRdfow ante el util,#twismo, t..m­
"poco puede cerrarse en el egoísmo, sino que debe abrirse a lr., co­
"m,,mcaci6n y a la promoci6n del individuo y de la sociedad. San
"Bernardo ha anaUzado
los varios modos

con
que el stiber se al,/,,
"en sí mi,rmo y se expansiona en lt, ,práctica:_ ·«Hay quienes quieren
"saber con el solo fin de stiber; y esto es torpe curiosidad. Ha,y quie­
"nes quieren cono&e-r para que así sean conocidos; lo cual es torpe
"vanidad. También hay quienes quieren stiber para vender su cien­
"cia, por ejemplo, por dinero, o por honores; que es torpe mercanti­
"Usmo. Pero también hay quienes· quieren stib,,,. para edificar;
y esto
".es
caridad. PÓt-fin, hay quienes quieren saber para ser ellos edifi­
"cados;
lo cual es prndencirt» (Sermo 36 in Cantica, P. L., 183, 968).
"La teo,1a· se q,ctiende en k, práctica y, por consiguiente, cuanto
"más alt•
y amigable se,, 1,, verdad conocida, tanto más se detiene
"el espirifu a contemplarla y a gozar de ella C.on un Intimo gozo, de
",_te que ¡,, verdad se convieree en principio de una práctica más
"elevada, · coiWencida y eficaz.· Por ello, k, sabldurla te6'rica en su
"desarrollo práctico deberJ • estar al corrienfir
de la histo,,a, de k,s
"condiciones cultilfales y' socialesde fa actividad humana y deb,,,.á
"tambté,; chocar con la historia, en °cua?óto a todo lo que de malo
"te contiene y se libra en el/,,,
Y si bien en el piMo de,de la teoria
"a
la práctíca · la htimdniilad ño podrá nunca llegar a actuaciones
"exhaustWas, túf Ob{tante' deber4· siempre -·evitar realizaciones contra­
"dkttwias,
"Su Santidad, pues, mientras se complace por el trabajo que e,te
"Congreso Ineernacional se propone desarrollar, expresa sus
deseos
"de que esto pueda realizarse con plena fidelidad a la Verdad Pri­
"mera, inspirad&rá, de ·toda--verdad humana y en vi1te1s de u,u, p,ác­
"tica que prom,,evti la ¡u,ticia l' el deuwrallo del indwiduo y de la
"sociedad, como se expresaba
el mismo San Bernardo: «Ya ves que
JJnó sq flf'f'ihr,{-"aeertiidtmtente d 1a·· tuz de la 'ci,encÜi sí antes la semilla
"de la iu.rticia no se ec/:fa en et: alma, de donde se forma el grano
"de la vida y no la paja
de

la
vanagloria» (Epístola 108, P. L. 182
"250 ).» - .
1306
Carta del Cardenal Secretario de Estado, -en nom­
.bre de PAULO VI, de 5 de septiembre de 1976 al
"Congreso· «Teoría y Fruis», celebrado del 8 al 15
de septi Fundaci\363n Speiro