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Número 150

Serie XV

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Del liberalismo a la tiranía (I)

lLUSTRACIONES CON RECORTES DE PERIODICOS
DEL LIBERALISMO A LA TIRANJA
l. CóMO EL LIBERALISMO_ DESCOMPONE TODA SOCIEDAD Y LA ENTREGA A
LEVIATÁN,
El liberalismo, de una parte, descompone la sociedad desde su pri,,
mera Célula, la famiUa, y, de otra, ~e deaarrol,lar y engordar a Le~
viatán. Por e.so no e., raro que ese liberal.ismo acabe siendo devorado por
una tiranía.
Puesro que el liberalismo pretende lib.erlft' al hombre de · todo orden na-­
tural
y religioso -por obra de la gracia de la sociedad civil fruto del c0t1,­
trato social del que
nace Leviatán, nada .puede exfrall.atnos que las "viejas
ataclurm" sean susNtuidas por la sumisión a quienes detenten,, .aunque sea
"demOCTáticamente", la.s riendas del ~ Leviatán.
Precisamente, en su artículo LE SQUELBTTE ET LE CORSET, Ma:r-oel O.é-­
ment el 2 de mago de 1976, en L'HOMME NOUVEAU. mim. 669, plan­
teaba LB PASSAGE DU LIBBRALISME A LA TYRANIE y,. entrando "au coeur de la
qu.estion poste", seffalaba con el dedo el factor de la descomposición so­
cial provocada por el liberalismo.
«¿Por qué un régimen de licencia mora_l y política con~
duc~
más o menos deprisa, pero necesariamente, a un reg.amen
autoritario? Puede reapond·erse a la pregunta de dos modos,
pues la

evolución
puede producine por dos vías.
»Primera hipóte.sis.-Puede ocurrir que la relajación moral
se tran'sforme de permisiva en

una
exigencia tiránica,
por un
dinamismo
que le es inma-nente. Si en Francia: los liberales ae
mantienen

en
el poder algunas decenas de añOB -y es de su­
poner que no rectifiquen a pesar de las consecuencias de sus
actos- esta será la evolución más probable.
»Por ejemplo, se comienza por autorizar la "contracepción".
Pero, progresivament~ se resulta lógicamente conducido a im­
ponerla obligatoriamente. Quienes tienen "demasiados~ hijos lle­
gan a resultar una carga pesada para la sociedad. Otro ejemplo,
primero se autoriza

el aborto; pero hay
paÍl!e8 (liberales)
que
1471
Fundaci\363n Speiro

imponen a los médicos su realización. Otro ejemplo, cuando se
autoriza

la eutanasia primero es
sólo a
petición del
enfermo,
pero en seguida, casi ine-vitahlement~ en el medio hospitalario
se
convierte
en práctica decidir según las circunstancias ...
»En esta evolución el mismo dinami'Smo de lo permitido tien­
de a convertir "lo· permitido en ohligatori.0" ...
»En el fondo, la causa es la voluntad del poder, es decir,
el

orgullo,
que transforma riempre lo que simplemente es per­
mitido en un derecho estricto, y, después, en una obligación cOn
sanciones

para
caso de incumplimiento.
»Segunda hipóeesis.-Sin embargo, no es este el supuesto máe
frecuente

en la
evolución de las sociedades liberales. Como
Platón
explica, indicando todas las implicaciones posibles. en
el capítulo VIII de la República, todo régimen fundado en el
dinero conduce a un régimen basad·o en las pasiones populares,
y éstas inevitablemente colocan a un tirano en el poder.>
Al-fin, la tiranía se jusNfica por la anarquía:
Y ...
«Aquí, ia caun profunda radica en la necesidad de seguridad
que sienten los pueblos. Cuanto más débiles, es decir, moral­
mente
débiles, más se entregan a un régimen fuerte o a un
hombre fuerte.>
«Cuando, como hoy, el Estado, a pes-ar de lo que él mismo
dice, resulta impotente ante los robos, los crímenes, las viola­
ciones, la

corrupción,
cuand·o él

mismo organiza el
asesinato
de los concebidos, la mala conducta de loa adolescentes, la de­
molición jurídica y
económica de la familia, produeé la in­
quietud en ta vida práctica incluso de quienes en teoría son fa­
vorables a esta política.

En
este sentido,

la "libertad
sin regla"
conduce
necesariamente a

una quiebra, que
constituye la oportn~
nidad

de
quienes impondrán una "regla sin libertad".»
II. CóMO SE HA DESARROLLADO LEVIATÁN EMPAREJÁNDOSE CON LA DEMO­
CRACIA LmERAL.
C. H. Taquey, en su articulo SoclALJSMO Y DEMOCRACIA, ()Ublicado el
2 de septiembre de 1976, en PERSPBCTIVES ECONOMIQUES, ha
recordado ese fenómeno. En su epígrafe CóMO EL EsTAoo SE HIZO TOIX)
1472
Fundaci\363n Speiro

PODEROSO, rememora el proceso a trevés del cual el modettw Leviatán
crece y se fortalece.
«La democracia se iwrt:aló en el Estado, transformándolo en el
mismo momento en que la idea faba de la ciencia inspiró a su.a
miembros ,la ilusión de omnipotencia. Lo transformó por un e&­
pejismo semej-ante a la primera ilusión del poder absoluto
sobre
!la naturaleza. Se dejó invadir por la ilwtión d6 la libertad
política total. Pero ser libre ea. poder y 1a democracia no ejerce
su poder sino a través y por m-OOio del Estado~ Creyéndose total·
mente libre, la democracia convierte en absoluto (hasta el punto
de
•hacerlo a
veces totalitario)
a un
Estado que
tenía
la vocación
de serlo pero que no lo era.
»La

historia
demuestra cómo
los
límite8 que
se imponían a
este
último

fueron
destruídos. Tomemos ejemplos de
la Revolución
Francesa. Ante todo, son abolidos los cuerpos intermedios, cuyos
podoces se interponían entre el Príncipe y sus súbditos: los Es­
tados, el Parlamento, los Gremios y Corporaciones profesionalee..
Sus

privilegios
son considerados
inicuos,
absurdo&t obscenos. Las
corporaciones son acll88das de obstaculizar el desarrollo -de 1a in­
dustria. En cambio, la monarquía había concedido fácilmente Las
libertades locales y se había ligado al Parlamento sin que. eso
pareciese
para nada fuera de lugar. Ciertamente, el Estado mo­
nárquico
sentía
vocación al ahsoluti&mo, pero .se encontraba ligado
por sus propios principios. Sin duda existían abuaos patentes-, y
había que reformar las institucionea tmdicionale&, sea en el sen•
tido de la democra-cia o en el simple buen sentido. Sin embargo,
¿por

qué
destruirlas? Se

trata de que
el yugo

de
estas institucio•
nes, que se imponía tanto al trono ·como a la multitud, era más
sentido
por ésta que el del Poder supremo, más lejano. Mientras
no
.se advierten las limitaciones

cuya
observancia permite
que el
automóvil
se mueva, resulta, en

cambio,
que sólo se ve el aspecto
negativo

tratándose de las limitaciones
políticas. Se notan los
trazos de tiraní~ sin ver que éstos eran solamente manifestaciones
anacrónicas
de un orden de cosas que, sin embargo, tal vez de·
hiera preservarse porque, con sus principioe, garantizaba las Ji.
bertades e intereses particulares., entre ellm los del pueblo mismo.
»Pero semejantes conaideraciones resultaban detestables desde
el .punto de vista del pensamiento revoluc.ionario. Basta leer fo
que Rohespierre decía de la limitación del poder: "rQué nos im­
portan, ahora, las combinaciones qu:e apoyan la autoridad de los
tiranos! Es la tiranía lo que és preciso exti·rpar: No es en las
querellas de -sus amos donde los pueblos deben buscar la ventaja
1473
Fundaci\363n Speiro

1474
de respirar algunos instantes. Es en su propia fuerza donde ea
preciso cofoear las garantíe
de sus derechos». Así, por

lo
tanto, fue
rechazado
el equilibrio de poderes que todo& los teóricos objetivos
reconocían
eomo garantía- necesaria de la libertad individual. Y ei
constituciones futuras intentaran restaurar
este equiUhrio, no seria
improbable
que ia democracia lo soportara mal y tendiera, instin­
tivament~ en una u otra forma, a centralizar loe poderes en la
rama de
Gobierno qu~ en un momento dado, le pareciera más
próxima del elector, con la il118ión de que, con tal de que se
ejercieran. en nombre del pueblo est08 pode-re&, resultan auténti­
camente ejercitados "por y para el pueblo". De esta forma, la de­
mocracia
contribuye a edificar la omnipotencia de Leviatán.
>Fue

terminado
el edificio con la abolición del derecho divi­
no,
denunciando la

alianza entre
el trono y el altar, sin darse
cuenta

de
que rera una alianza armada. En consecuencia, a loa re­
presentantes de Dioe· -sobre la tierra se les so-mete a la Consti­
tución civil. del clero. Pero esto implica la abolición de la con­
ciencia del poder, cuya auton~mía personificaban. Cuando se
trata de estimular las pasiones contra

el orden
llllterior, no
se
tiene
'ell cuenta la religión, porque ila influencia de ésta sobre el
pueblo era la más ·directa y general, cualesquiera que fueran los
servicios mutuos, incluso materiales-,
que le preetase .. El derecho
divino resulta reemplazado por

la soberanía
.popular, que,
a
di-fe.
reneia del primero, no puede oponerse, sino solamente ser asimi~
lado por el EstadQ, l>espro'Vista de autonomí~ la soberanía popu­
lar
sóilo puede controlar ail Estado a través de las víu del Go­
bierno. Así se hace necesariamente prisionera de su criatura.
El Estado, una vez convertido· en absoluto, resulta muy con­
formado
a
una profunda tendencia
suya, se
convierte en un
tirano
ante e-1 cual palidecen los, predecesores. La libertad ilimitada
conduce a la sujeción completa. Se habían lamentado los reclu­
·tamientos y· las levas reales de los regimientos, pero

se
recurrió
a

la movi:lizaclón.
Se había deseado desembarazarse de las tallas
tributarias, pero se corrió

a la
bancarrota de los asignados. Se
odiaba el bieD.e8tar del Príncipe, pero fie quedó a merced de to­
das '.las intervenciones salvajes de

una opinión
mal informada, a la
ewd, un poder que sólo se interesa por su. StJPervivencia, no pue­
de dejar de atender para satisfacer sue dogmatismos o mantener su
prestigio.
»Es cierto que en la historia de Francia, de Inglaterra o de
los ·E&tados Unidos se puede asegurar que no se produce lo peor.
La
evolución poHtiea de los -siglos XIX y xx permanece dominada
por
los principios

superiores que
habían frenado
a
la moo.a,rquía
Fundaci\363n Speiro

y que se imponían con una in.fluencia moderadora, por la fuerza
de las costumbres, a los regímenes que la sucedieron. Se trata
de qm; en -el punto crítico, en el momento en que el &lado re­
cibe del pueblo la ilusión de omnipotencia, esta última no está
aún perfectamente formada. Esto es posible en la observación de
Romseau: "El hombre nace libr~ pero. por todas partes se en­
cuentra encadenado".
»En este conta::to, la libertad es la e&encia de la ilusión, Pero
el
estado de la ciencia, en ese momento, era tal que todavía no
era
de esperar que ios poderes que al parecer son conferidos al
hombre, para liberarse de sua cadenas ... forjarían otras. Lo mismo
sucede en los Estados Unidos, por ejemplo, donde el principio de
equilibrio de poderes · se impon~ hoy todavía, en el reepeto de
una constitución que ha renovado su fuerza en el episodio de
Watergate.
»Pero, considérense las -revoluciones que vieron la luz del día
cuando
las que la ilusión -de omnipotencia estatal se encontraba
ya
finalmente afirmada. Los nuevos regímenes no·

tuvieron
difi­
cultad alguna en haeerla saltar del individuó al &tado, en su
forma más oh.soona. El stalin-iemo y el nazismo son pruebas de
ello. No -se trata de accidentes-en la transmiflón de ·podere~ sino
del ténnino previsible de una revolución, en el transcurso de la
cual la ilusión de su reinado sobre la naturaleza ha ·hecho que
d hombre acepte el Estado totalitario como expr'esión de la ltO•
beranía popular,,
El liberalismo de la Ilustración tuvo como ideal poUtú::o el despotismo
ilustrado (es decir, en el fondo> como los actuales tect'lÓCMtas), -Taquey
sigue explicando:
«No era, ciertamente, el .Estado totalitario lo que consideraban
los
filósofos del siglo xv111. Tampoco tomaban e:n consideración
la república, a
-la que imaginahán válida únicamente para pe­
queños Estados. Para los grandes Estados, su idea:! era el déspota
ilustrado. Habían visto muy bien que la única garantía de liber­
tad

era
el conocimiento de los efectos del poder, el deseubri­
miento de las leyes que; constriñendo el poder, le permitían ejer­
cerse
con efectividad~ es decir, con

justicia. Este conocimiento no
podía
encontrarse en la multitud: en mstito.ción del derecho di­
vino, el conocimiento era la ne'cesaria imagen "de marea" del
rey-filósofo.
»El azar, que preside los destinos humanos, hizo infinitamente
aventurada

la aparición de un fenómeno
semejante·: el rey-filó-
1475
Fundaci\363n Speiro

sofo. Implicaba demasiadas esperanzas en la educación, sin pelll·
sar en si es o no posible que pueda ser reproducido on una su•
cesión ininterrumpida.
En contras~ la

ley
de los grandes núme­
ros
teóricamente

otorga, a la
multitud, durante un

largo período
de tiempo, una sabiduría que
ningún individuo pnede alcanzar.
En
realiood, al fin y al cabo, -conforme a la teleonomía de fa co­
lectividad,
la verdad parece triunfar siempre. Pero esto se produce
solamente
a través
de vicisitudes peligrosas,, que demuestran la
inepcia del Estado demoerático para poner en pie unas reglas de
acción efectivas. Para él, el único m<.dio de llegar al objetivo
consiste en seguir un camino de errores y fracasos sin cesar re­
novados. Si el rey-filósofo era algo raro, el Estado fiiJósofo es
una
concepción absurda, por sí misma. Por su estructura y por
sus principi~ el Estado democrático no puede ser ilmrtrado ... ».
Hay, paralelamente a los dos fundadas hipótesis previst& por Marce/
Clément que más arriba hemos recogido, tenemos, además, a la vista
en
el (lmbito polltico dos vías que también, por camino, disperes, pue,kn
conducirnos
a Ta tiran.fa. Una. pasa pol' la socialdemocracia y la otra, es
la del eurocomunismo. Las dos las VBmDS a anallzBr~ a contin:uación, a la
uista de los recortes que tenemos.
IJ:,X. LA ACI'UAL VÍA OB LA SOCIALDEMOCRACIA,
El tema ha sido tratado, en EL ALCAZAR. por Juoo Vallet de Goy­
tiaalo, en un artículo eparecido el día 20 de noviembre de 1976, titulado
DE LA. DEMOCRACIA POLÍTICA A LA SOCIALDEMOCRACIA, _que, temáticamente,
plantea el paso de. aquélla a ésta1:
1476
« Ultimamente, en Europa occidental, se ha intentado una
aproximación
de los regímenes de las democradas liberal.es o
formales a fas denominadas democracias materiales. Para ello,
han mantenido el Uberalism,o ideológico pero han sacrificado
ciertos aspectos del liberalismo ecoRómico, dando un mnplfo paso
dentro
de

la
actoa:l fase del capitalismo que el comunismo or­
todoxo

del P. C.
califica, no

sin razón, de
capit;al;ismo mono­
pol,isu,. de Estado. Estos sistemas híbridos ton presentados al
pueblo con la denominación de democracias sociales o socialde­
mocracias.
>La historia de la moderna teoría del contrato social puede
ayudamos para entender ·el paao que ha llevado de las democra­
cias políticas
a

las
a.ctuales democracias sociales.
Fundaci\363n Speiro

»Sabemos que Hobbes, Locke y Rousseau buscaron, respec­
tivamente,
el fundamento del contrato social:
» -en el instinto de conservación_, que daba !lugar al temor
a
la muene violenta como la aenscrcióni más fuene de todas;
» -en el innato deseo de bienestar;
» -y en la libertad natural, de los hombres, que nacemos natu­
ralmente libres e í¡¡uailes.
»Estos dos últimos fundamentos se trata de hacerlos, coinci­
dir en
las actuales democraciaa sociales. Veamos su génesis.
»La concepción de Lock.e, basada en favorecer el innato deseo
de bienestar del. hombre, ha lle-vado a una actitud hedonística y
materialista, empírica, que rechaza todo orden natunrl metaií­
sico; pero, en cambio, admite un orden económieo dimanen.t,e
de lo que resulta favorable al bien común económico, al bien­
estar público motivado por la prosperidad tempor~ de la socie­
dad. Y siendo así para Locke-, eomo explica Leo, Strau.s., resulta
que "si el bien público se identifica con la abundancia, si la
abundancia
requiere 1a emancipación del deseo de adquirir y si
eil deseo de adquirir se extingue necesariamente cada vez que
los
beneficios que se consignen con su satisfacción no perte,,
necen, de modo -seguro, a quienes los han merecido, si todo
esto es verdad, reaulta que el fin que persigue la sociedad civil
es la salvaguardia de la propiedad y de una propiedad diná,.
m.ca".
»-Pero, la posición de Locke en lo referente al derecho ci­
vil de propiedad no dejaba de presentar aporías, ni tampoco la
función
de salvaguardar este dereeho que él asignaba al Estado.
En -efecto, bajo otro punto de vista y con menos confianza en
los beneficios sociales del egoísmo individual, se ha pregun­
tado:
-¿por qué el pacto ae refiere a la coneervación de las
propi-edades
y

no
al disfrute
de
loe bienes par todos igualita.
riamente?
-

si la finalidad del
Estado es la consecución del mayor
bienestar

de
la comunidad.; ¿,por qué su función es !la de de­
fender
el libre juego de esa actividad de los individuos y no la
de asumirla directamente?
-
si fos hombres son iguales políticamente, ¿por qué no
han de serlo también económicamente?, ¿no es a.caso indispen­
sable para que realmente se produzca la primera que también
exista esa úhi~ igualdad?
»No.tamos que estas cuestiones ya fueron res-neltas de otro
modo

dentro de la
misma doctrina del contrato
social.
A Ja.
1477
Fundaci\363n Speiro

1478
par que, según Roussea~ al sollarse el contrato social: los aso­
ciados enajenaban sus derechoe sin reserva de ninguno, de
modo que todos Quedaban sujetOB a la ley de la mayoría, so­
metiendo "-su persona y todo -su poder bajo la suprema direc­
ción de la voluntad-general".
>Bastó, pu~ un cambio de apreciación acerca de la conve­
niencia
del Estado-policía o del Estado-intervencionista o "pro­
videncia", extendiendo la racionalización de la política a iJ.a
economía, e· imponiendo la estimación prevalente de la igualdad
sobre la libertad económica -por lo cual fueron consideradas in­
justas
todas las desigualdades económicas----, -pan que toda la cons­
trucción de Locke fuese trastrocada y 88 la hiciera f.uneionar al
revés de lo previsto por él.
:s-Sin
duda, así todos los súbditos van resultando cada vez
más iguales,
como ,pretendo el socialismo,. pero a!l mismo compás
Leviatán va agigantándose 'Y, de ete· modo, paradójicamen~
resultan -cada vez mayores las desigualdades, cualitatiVBa y cuan­
titativas, entre gobenúurte& -que tienen las ,pal.aneas del mando
de
la política· y de la -economía-y gobernados.
»El sistema que ttata -.de combinar la protección de la pro­
piedad dinámica,
hoy -el capita:li.Bm.o -de producción, como había
propugnado
Loe~ y 1a promoción de la igualdad en la libertad,
idm
de Rousseau, e& el que ahora intentan practicar las deno­
minadas socialdemocracias o democracias sociales ---que otros
califican de

socialismos
·Hberale&-, caracterizadas porque acep­
tan el capitalismo privado en la producción y establecen la
igua'ldad · en el reparto, imponiéndola por vía legislativa en el ám­
bito de lo 6-scal, en la seguridad· social y de la igualdad: de opor­
tunidades en la enseñanza>.
«Este -sistema ---que ha ido extendiéndose no sólo en las de­
mocracias,
sino también en los regímenes á:utoritarios del

mun­
do occidental-
se está acentuando

actualmente en
Fmncia, donde
-como
ha explicado Louia Salieron-el presidente Giscard
d'Estaing --continúa tenazmen~ una triple política de:
-socialización en la distribución,
·~ di.rigismo en, la producción,
- y liberalismo integral m las costumbres (que han sido
"legalizadas" t!on las · nuevas regulaciones de la contracepción.
del

aborto
y del divorcio).
»He
ahí definidas, en. un régimen po:lítico de 8Wragio univer­
sal y pluralismo de partidos políticos, las tres características de
la política social que caracterizan: a las democracias sociales. El
Fundaci\363n Speiro

mi8ID.o Salieron las contempla con pegl.InUHDO. "La licencia ili­
mitada en el ámbito de las coetumbres y de las opiniones no ee
má8
que un.a caricatura de la libertad. Combinada con un dúi­
gismo socializant-e
en el _ ámbito de la economía, no, puede sino
desembocar
en wi régimen autoritario de tipo expresamente
socialista que eerá, tras el comunismo soviético y el de las de­
mocracias popularea, una ÍOl'Dla nue_va de totalitarismo".
»Por
otra parte, ya con anteriocidad había observado el Par­
tido
Comunista de Francia, en su tratado El capi,tal,wn rwpolista de Estado, que la política fiscal, crediticia y social
francesa, e9tá conduciendo a:
-que se acreciente el peso efectivo de los grupos monopo­
listas en la sociedad;
-que el capitalismo monopolista de Estado (fase actual del
capitalismo monopolista aliado al Estado tecno:erático) "extien­
de al mismo tiempo y necesariamente el asalariado";
-que se reduzcan las bases sociales de la burguesía mo~
polista.
»Con lo cual, e6tima, se preparan las bases sociológicas de
la infaestrnetura que pueden facilitar la implan,taeión del co­
munismo».
Bn el artículo publicado el 14 de agosto de 1976 en ABC, ¡AnóNDE NOS
LLEVAN LAS SOCIALDEMOCRACIAS?, VarllJet de Goytiscilo se ocupó príndpal.~
mente de la socialdemocracia considerada más perfecta.
«El modelo considerado como el más acabado de democra·
cia
social o

socialdemocracia
es el 8lleco. F.n él, según el perio­
dista inglés Roland Huntford, ee ha realizado el mundo /el.iz en­
trevisto proféticamente por
Adolf Huxley. Sin embalgo, desde
hace unos años, comienza a dudarse del sistema y del futuro
hacia el que conduce.
»Entre las ()hservaciones que ee
han

formulado a la
social­
democracia sueca, anotamos en síntesis los siguiCntea; efectos
que

son ya
hechos: evidentes. Se dice que produce:
-
Una emigración de las élites,
que tratan de hUBcar for­
tuna
en et extranjero. Recientemente los periódicos
han traído
la noticia del
e:xflio voluntario de Ingmar Bergman, como antes
las

del
tenista Vjorn

Borg y
de la autora de, no:velas infantiles
Astrud
Lindgren. En su carta
de despedida Bergman afirmó
que, en Sueci~ '1a

burocracia es como un
cáncer galopante que
puede

atacar y ofender a
todos y

a
cada uno",
y entre loe
co­
mentarios suscitados leemos que, dado el sistema sueco de im-
1479
Fundaci\363n Speiro

1480
puestos progresivos, "una de las mayores desgracias que puede
t:eQ.er un individuo es haber nacido con inteligencia superior a
la normal y usarla para ganar dinero".
-Grandes dificultades para las pequeñas empresas, míen·
tru el capital sigue concentrándose. Jean Parent ha e&erito que
en
Suecia el capitalismo privado se halla más concentrado que
en parte alguna y que -domina absolutamente la esfera de la
producción.
»Roland
Huntford explica -que· en Suecia prácticamente "cua­
tro
o

cinco
familias dominan la vida económica del país". Super­
capitalistas
que, a su v~ se entienden eon los dirigontes de un
supersindicali-sDl(), resultando un acuerdo de poder que, por me­
dio de una burocracia extendida po·r doquier; asegura una direc­
ción .tecnocrátic:a: de la producción de gran eficacia. Así, el par­
tldo socialieta,
que detenta el .poder político, gobierna por el
crédito y los impuestos, el uso d'e loe capitales.
»El
90ei-alismo distributivo del eonaumo vive parasitario del
gran capitalismo de producei'ón que, a cambio, se beneficia de
una eiliUiación de mono-polio que le" libera de toda posible com­
petencia de nuevas emPresas, pues ésta resulta i.mposihiilitada
por el peso fiscal y de los gravámenes soeiale8.
- La .creación de más puestos de trabajo fuera de Suecia
que en ella, hastll el punto de haberse 'transferido buena parte
de su producción textil a Finlandia, Portugal, Yugoslavia ... ,
facilitando el hecho de que los hen·eficios de los grandes grupos
capitalistas sueeos se realizaran principalmente en el extranjero.
Así se deterioraba ia balanza de pagos y produeía una hemorra•
gia
de divisae:,
-El ~onstante incremento del fraude fiBcal, pese a las me­
didas

cada vez
más draconianas para perseguirlo·; y la eleva·
ción de los impuestos indirectos dada la proximidad del techo
de
los
impuestos directos.
-Sobre todo, la progresiva disminución del estímulo para
la
iniciativa.
Ea, tal vez, el efecto más grave, la pérdida del gusto
po,r la iniciativa y por la libertad, ya profetizado por Tocque­
ville: "los hombres toman gusto a su estado de dependencia".
Como dice
Parent: "el peso de la imposición es cada vez más
insoportable
y destruye paco a poco los

incentivos para el cre­
cimiento", mientras "18 evolución espontánea vueJlve a crear
deeigmrldades".
»-Pero el testimonio más
estremecedor

de
lot!! resultados
de
la socialdemocracia
sueca lo constituye el libro del citado pe-
Fundaci\363n Speiro

riodista inglés Roland Hutford, que lleva el expresivo título de
El nuevo wealitarimw. El pariso sueco.
»Según el autor, los suecos "han aceptado un grado de con­
trol
estatal aún desconocido en la mayor part,e de los países oe­
eidentales;

a
cambio de la sexualidad ee han dejado someter
por
los dirigentes; han convertido en una

virtud
el conformis­
mo
necesario para el buen :funcionamiento de su sociedar. Pero,
según las encuestas, los suecos "no son totalmente felices";
éstas mostraban "que numerosos suecos no estaban de acuerdo
con
su
entorno y
que el 25 por 100
de la población había reci­
bido

tratamiento
psiquiátrico". Entre ellos, "la fraternidad

hu­
mana puede decirse que es desconocida". Cada sueco es, "ante
todo, un consumidor, y com~ sé_ dejá influir fácilmente en 511s
gustos, constituye una preciosa materia prima para la econo­
mía">.
¿Cuáles son los medros que emplean. en las socialdemocracias para
sus propugnados fines?
«Los medios de los cuales se valen -las democracias sociales,
-así como los gobiernos de otros países (fUe, sin serlo, emplean
iguales sistemas-son prineipalmente:
-
la planificación centralizada Y,tecnocrátiea;
-la creación de empresas -mixtas estat:des y capitalistas;
-la e.sunción por el Estado de ciertas empresas de servicios
con
precios políticos que se financian en parte con los im­
puestos;
- una
creciente organización
de
la seguridad social, cada
vez

de mayor volumen;
-el desarrollo del crédito estatal hasta conseguir su deno•
miD"aeión, o

.por lo
menos su

"control", por el Estado;
-el absoluto "control" de importaciones y exportaciones;
-

una
política fiscd implacable, que se autojustifica asig-
nándola

una
función re.distribuidora de las rentas, por una paite,
y de estímul0&, de otra, con la finalidad de influir en la econo­
mía y dirigir
la afluencia de capitales a determinados sectores;
-

una
inflación, a la cual se trata de contrarrestar sus efec­
tos
con

muy diversas
medidas económicas y fisc:á.les, que

a
su
vez aereeientan, eada vez más, el intervencionie,mo estatal;
-el domini-o directo de la enseñanza, arguyendo la fintdi­
dad
de igualar todas las oportanidadffl!, y

el indirecto de
los
grandes medios informativos.
1481
Fundaci\363n Speiro

»La superfiscalidad es el instrumento que alimenta esta or­
ganización aocialdemocrática».
Pero, resulta que:
1482
«La concentración de ia economía y la falta de competencia
aumentan
mientra, esa política es mantenida. Pe_ro, además, como
ha observado Ltúa 01.ariaga, existe otro pernicioso efecto de los
ataques

del
Estado, por
los flancos
laboral y fiscal, al capitalis­
mo
clásico, que

lo
deterioran:·
»"Al capitalismo vocacional, prudente administntdor,
aunque
con
muchos defectos -quién lo duda-, le está sucediendo tran­
sitoriamente
un
capitalismo improvisado, ocasional, especulativo
y aventurero: un capitalismo a corto plazo".
»Asimismo, al

aumentar
progresivamente las explotaciones que
se

hacen
insoportable& a la empresa privada, el Estado va vién­
dose obligado ·a 1hacerse cargo de ellas, y así puede ocurrir que,
dentro de 1Hl término más o menos indeterminado, ten:riine: "el
período
en que puede
decirse que el socialismo vive del capita­
lismo, en que .ah.sorbe las ganancias que este últi·mo aporta al
fisco
o a la inversión. Despué8 viene la dllil"a realida~ cuando
no hay enemigo que afronte Isa· responsabilidades y pague cuen­
tas, y es inevitable crear una autoridad que imponga legalmente
las condiciones

de trabajo
que adapten el nivel
de
consumo al
nivel de producción".
»En 1a situación actual el hecho más importante es la desva.­
'lorizaeión general
del

capital, y la paralela preponderancia ex­
cesiva del
reparto sobre la capitalización; es decir, como ad­
vierte
Salieron, "la masa de salarios y cargas sociales supera
netamente lo que el capital real puedo snministrar. Este des­
equilibrio es afectado por la sobreabundancia -de un crédito
cada vez
más alejado

de toda realidad material apta para
ga­
rantizarlo".
»Las perspectivas no son, pues, optimistas. Es evidente que
el pleno empleo y la subida de loe salarios requiere una de­
manda de trabajo
qu~ a su vez, exige que la iniciativa empre­
sarial no dooaiga. Si e1 espíritu de iniciativa es deea'1entado por
un exceso de presión fiscal, de reivindicaciones laborales o de
cargas sociales, entonces para solucionar la amenaza de_ la mise­
ria 'Y el paro --aparte del -paréntesis dilatorio en que consiste el
uso y
abuso de

la
inflación como

morfina
socio-económica- so­
lamente se ofrecen tres vías:
Fundaci\363n Speiro

-ia marcha atrás, una vez tomada conciencia de a dónde
nos conduce el camino que llevamos;
-las nacionalizaciones y la creación de empresas estatales,
es decir,
'la vía socialista, o
-el recurso al gran capitalismo financiero, nacional -que
pedirá toda clase de ventajas-, o multinacional -que impon•
drá implaca'blemente 81lS condiciones-.
»Siendo
así, ¿a favor de quién actúan los resultados a los que,
casi inevitablemente, llegan ]u -soeiaildemocracias?: ¿del socia­
lismo clásico y en contra de la propiedad privada de los medios
de producción?, o por el contrario, o además, ¿en beneficio, a
la postre, del gran capitalismo, financiero y eepeculador?; ¿seri
ganador el comunismo internacional o las multinacionales del
gran capitalismo anónimo?».
IV. LA VÍA DEL EUROCOMUN)SMO.
Por ofra parte, hoy, par:tíendo del Uberal.ismo idealista del Iluminismo,
que ha sido el motor más poderoso del liberalismo cultural y político, te.,
nemos, además, una tremenda máquina impulsiva hacia el totalitarismo
comunista, en una nueva línea marxista. Nos referimos al EUROCOMU­
NISMO. Augusto del NIOIC'e lo ha explicado, en su canferencia -pronun­
ciada el 9 de fflBt'zo de 1976 en el Palacio de Congresos y Exposiciones
de Madrid, reprodudda en NUESTRO TIEMPO, núm. 262, de abril
último.
Nota ahl del Nooe que ...
«... Italia no sólo es el país europeo más amenazado hoy día
por el comunismo, sino que si los demás países europeos lo están
es en razón del modelo representado por el partido comunista
italiano -fundamento de lo que hoy llamamos -el eurocomunis­
mo--que supone una amenaza próxima para Europa. Y hay algo
a lo que generalmente no se presta atención y es que la fuerza
del partido comwiim-& italiano depende en prúner lugar de la
cultura que confluye en él.
»Es en Italia donde se publicó, en 1899, el primer comenta­
rio de Giovanni Gentile, a las Tesis sobre Feaerbach, obra en la
que
euiminará el pensamiento filosófico de Marx; este comen­
tario fue
niuy apreciado por Lenin -que dijo
que
e& uno de
los pocos escritos de autÓrés ~o socialistas que

merece
ser lei­
do---y

sigue
siendo el

mejor y
más profundo de todos.»
H83
Fundaci\363n Speiro

Pero, en, ltal.ia, e.s de notar muy especialmente, la aplll'idón de Grams-­
ci, de quien dice del Nooe, que hoy:
« ... la renováda fortuna de Gramsci -y más concretamente
en Francia- comienza euando
se tambalea
y cae la
estrella de
Marcw:e: el nuevo florecer del comunismo en

este país
está
ligado

a la
postura gramaciana.»
También observa.. previamente, mirando al proceso en Italia:
«El eolilent.ario de Gentile es, apa:ientemente., una crítica de­
mo_ledora del marxismo teórico; sin embargo, cuando se es­
tudia mejor1 se revela como nna forma de filosofía de-la praxis
o del primado· del devenir, más allá de la posición marxista;
Gentile

sustituye el
revísío-nismo -que diferenciaba

la
parte
económica y sociológica e intentaba unirlas en otra filosofía,
que distinguía también entre el marxismo como filosofía de la
praxi'S o como postfüosofía del logos, como filosofía del primado
del devenir, o como postfÜO'SO/ía del primado del ser~ fin de
la metafísica tradicional, aunque ya no en una versión objeti­
vista,
como la de Marl½ sino 8W>jetivista-, por otra posición:
la

de la
veri.fictlción.»
«. .. Digámoslo en una fórmula global: el paso de la filosofía
desde la praxis marxi'Sta hasta la de Gentile signüica el paso
desde una interpretación ohjetivista de la filosofía de la praxis
a otra subjetivista.>
Con esta perspecNva:
Pero,
1484
«Gratrutci, en los C~ de la Cárcel~ creyó encontrar al
auténtico Marx; sin
-embargo, encontró la versión suhjetivista
de
la filosofía de la praxis: sustancialmente a Gentile.lS>
«. .. es preciso prestar atención a la opos1e1on que el mismo
Gramsci establece entre las ideas de "revolución-restauración" y
de
"reyolución total".»
«... La idea de restauración-revolución, correctamente enten­
dida, comporta una referencia a valores eternos e inmutables
que el actuali'smo, el objetivismo -el historicismo objetivo-,
por el
contrario; nie-gan ... »
Fundaci\363n Speiro

« ... el actualismo puede ser considerado como verdad sólo
en
conmción con

esta
práctica ético-política::>
Y, según Gramsci, aún tan sólo;
«... con la condición de que la forma actuaiística &'llbjetivis­
ta de la filosofía de la praxis deje de ser considerada como
verdad y decaiga en ideología, s,ubordinada por tanto a una
estrategia política.
»Porque,, ¿cuál es la condición para que el actualismo sea
considerado como verdad? : que dé razón del pasado histórico y
lo verifique.>
Cierto que:
Pero,
«Gentil.e advirtió el problema: por eso consideró su filo­
sofía
como
la auténtica filosofía cristiana, como el cristialllilmo
purificado
y desmitizado mediante el proceso histórico de la
filosofía. Caían para
él las verdades etel118.8 del

platonismo,
pero
quedaba en pie la eterna verdad del cristianismo. Que
haya
fr.aeasado completamente en este intento. es otro probiama;
pero

queda
el Lecho, que merecía ser ilustrado, de que todas
las formas
de

la
presente teología progresieta o
neomodernista
o
desmiti:ada se encuentran ya prefiguradas en su pensamiento
religioso.>
«... esta "verificación" del cristianismo es desechada por
completo en
el pensamiento de Gramsci. El marxismo, como re­
volución total, su8tituye la concepción cristiana 1>9r -una nueva
concepción general
de la vida; entre la concepción trascendente
de la vida y la radiealmente inmanentista -,-que sería, según
Gramsci, propia

del mundo
moderno-no

hay comunicación, ni
siquiera en
el sentido de que la primera eea una prefiguración
mítica o
s-imbólica de la segunda. La oposición es radical. Y no
se
trata siquiera de una elección, d'e una especie de apuesta,
porque el racionalismo -del que el marxismo .quiere ser la
conclusión más radical-, por una parte~ obliga -a afirmar que
él
es

-la única concepción· que se puede
profesar en los nuevos
tiempos, mi&ntras,
por otra,. falta cualquier· demostración

de su
racionalidad.
>Que Gralll8Ci, creyendo

encontrar a
Marx, ha encontrado a
1-18§
Fundaci\363n Speiro

Gentile -es decir, ha sustituido,· la versión ohjetivi8la de la
filoso,fía de la praxis por la versión subjetivista-, puede de­
mostrarse con facilidad porque Gramsci introduce nuevos con•
ce-ptos que se separan mucho de la letra del marxismo. Sin -em•
hargo,
son ellos, extrafiamente, los que

en
su tradición

política
pueden favorecer e'l éxito del eurocomunismo.»
Y es de subrayar, ante todo, que
Y ...
1486
«. .. hay una diferencia fundamental entre el marxismo literal
y el de Gram&ci: la relación entre estructura y superestructura:
mientras Marx entiende por "sociedad civil" -a la que presta
tanta atención al definirla, y que creía descuidada-el conjunto
de relaciones materiales entre los individuos, dentro de un de­
terminado grado de desarrollo de las
fuerzas productivas, Grams­
ci la define como el conjunto de las relaciones ideológico-cultu­
n1es d8 la vida espiritual e inteleetual: la historia ya no es
en primer lugar historia económica, sino historia de las conce¡r
clones
del mundo, historia de la filosofía. Se entiende así su
continua

polémica contra
él econoni.ismo -su paso a un mar­
xism:o ein ecónomismo--, que corresponde exactamente a la fi.
losofía de la praxis separada de1 materialbmo, propia de Gen­
tllo.>
e... De ahí también la diferencia radical que existe entre su
concepción
de la hegemonía y la de Lenin, con consecuencias
de un alcance enorme· en la praxis política. Para Lenin, hege-­
monía signifiCB "dirección política"; para

el Gramsci
d'e loa
Cuadernos --el Gramsci que pensaba en la cárcel-, ia direc­
ción

política
.está incluida en la "dirección cultural". Por eso
e1. prlmum para Len:in es la conquista del poder político; para
Granmsci, la conquista de

la
soeiedaid civil. Esta línea ha sido
seguida exactamente por ei partido comunista italiano,

con los
resultados (IUe vemos. Se ha preocupado no de conquistar inme­
diá.tamente
el Eetado, sino de conquistar la sociedad civil, el
mundo de la cultura; de ·crear, por "decirlo según la expresión
del mismo ·Gramsci, un
nuevo

"sentido
común"·; de cambiar
totalmente las vaioraciones ordinarias, pensando que la conquis­
ia de lá sociedad civil es la condición de la conquista del po­
der político.
>Es esto lo que, por desgracia, no ha advertido la democracia
Fundaci\363n Speiro

cristiana italiana, trayendo como coneecuencia la dramática si­
tuación

en la que hoy
.se encuentra Italia. La primera razón es
ésta: la democracia cristiana
-que

ha
cuidado muy poco el
campo de la cultura-ha creído encontrarse ante el marxismo­
leninismo,
cuando

en realidad
estaba ante el gramscismo. Y no
faltan incl11SO libroe de cristianodemócratas que hablan de la
revolución democrática del comunimo.
Podemos, por
tanto,
re­
sumir

lo
que basta ahora

hemos
visto observando
que para
cualquier forma de marxismo el
comunismo es e'l punto de lle­
gada de la hitoria moderna, y que el resultado de 1a actuación
del comunismo es la desaparición de cualquier idea del más allá,
porque para el
marxismo, el ateísmo no es una meta sino un
punto
de
partida cuyo resultado seria la desaparición de toda
idea de trascendencia.>
Es de destacar LA ALIANZA CON EL MODERNISMO, sin olvidar que, como
continúa del Noce:
«En Gramsci, sin embargo, lm términos de modernidad e
inm.anentismo prevalecen sobre los de comunismo y revolu­
ción. Para él, la revolución y el eomuni&mo se convierten en
momentos, en instrumentos de aquella "reforma intelectual y
moral" de
la que hablaba el que, por encima de Marx, fue su
maestro:
el

historiador de
la literatnra italiana Francesco de
Sanctis. Francesco de Sanetis tenía una idea de la moderniza­
ción
de Italia ---entendida en el !!,entido .de una radical laici­
zació~
de

una radical
seculari2:acióDr-, y es uno
de los
maes­
tros del hegelianismo napolitano; la fuerza del comunismo ita­
liano
reside precisamente

en que
ha vuelto a tomar esta línea
que· ya dominaba en Italia a través de Benedetto Croce y Gio­
vánni Gentile, aunque Croce y Gentilc eran menos anticatólicos
que
de Sanctis. Reforma intelectual y moral, pues, que debe
sustituir completamente, y en todos sus aspectos la concepción
trascendente de la vida por la concepción inmanentista.
>Observamo~ además, que ol gramscismo 68 la forma cohe­
rente e

insuperable del
eurocmmmismo o-comunismo occidental,
que realmente puede triunfat hoy, ademés de en Italia, también
eD Europa y quizás en el mundo. Realniente, sólo a· través del
gramseismo 1a revolución total pDede triunfar como revolución
Mundial, pero eonvietie preguntarse si triunfará eomo revolu­
ción
o
si,, por

el
contrario,· se convertirá en su opuesto, es decir,
en la
realización

de un
totalitarismo que no puede ser definido
1487
Fundaci\363n Speiro

s:iuo como_ aquello en lo que se .transforma y debe transformarse
, la revolución
total.
»--En_ e&te sentido, también. para ver la ~onexión que existe
hoy entre el problema filosófico y el problema -político, debemos
l~arnos de una imagen irenista, de una imagen pacifista que
por
desgracia está hoy

muy
difundida: aquella según la cual
este eurocomunismo seria un comunismo pluralista y abierto,
una
especie de socialdemocracia, que sustituiría la

fuerza por
el consenso.
No lo cree asi del Noce, quie.n nos advierte: que, inversamente al plu-­
ralismo Umitodo de algunas democracias liberales, que no admiten denh:o
de su pluralismo _al comunismo, parece que el Eurocomunismo no acepta-ria
otro pluralismo que el excluyente de todo anticomunismo. Asi, precisa
del Noce,
1488
»No debemos. hacernos ilusione& al respecto: el éxito · del
gramscismo daría lugar
a una nueva

forma de
totalitarismo que,
si

bien no
se manifestaría probablemente

en
persecuciones fíei­
cas, constituiría sin embargo la ver&ión más dura y opresiva del
totaltarismo. Se puede poner un ejemplo histórico. si 1-a perse­
cución de Juliano hubiera tenido éxito, habría sido más peli­
grOsa que la de Nerón o Diocleciano. Del mismo modo, esta
clase de persecución que quiere subvertir el eentido común es
más peligrosa que las perseeueionee físicas. Cuando éstas se han
dado en 1os países del Este, en Rusia~ han permitido que sur­
gi.ese una reacción, de un Solzihenitzin, un Siniavsk4 un Maxi­
mov, ete.; la del granmsclsmo-, al actuar sobre las-mentes, vol­
vería
imposible
el surgir de aquella oposición cultural y reli­
giosa qtie ha nacido en Rmia y en los países del &te-.
»En efecto, observemos cómo en el primado de la super­
estructura --es decir, en el primado de 1a nueva definición de
aoeiedad dril como

lugar donde
se elaboran

las
ideología&-,
esta atención dada no a las tesis económicas deil marxismo sino
al marxismo como concepción del mundo, llevaría a sustituir la
lucha por el proletariado por la lucha por la modernidad; y, en
efecto, Gramsci
ha sido el primero en hablar de una alianza
entre ·e1 comunismo y 1-a llamada burguesía progresista y tam­
bién eon la
llamada facción progresista de loe católicos: ésta
ha

sido la
línea eegnida fielm_ente por su amigo, o más cierta­
mente
discípulo. Togliatt4

jefe de los
comunistas italianos.
»En este sentido se puede

decir
qtte el gramscismo es un
marxi9mo absorbido por el radicalismo,

o que es el radicalismo
Fundaci\363n Speiro

que llega a dominar las ma&a~ un radicalismo _dominado por la
idea
de modernidad

como secularización.
El radicali!Dlo clásico,
sin
,embargo, se limitaba a la burguesía; éste alcanza a domi­
nar
las masas, y, en este sentido se

puede afirmar que
el comu•
nismo teorizado por Gramsei y

practicado por
Togliatti es la
antítesis de la posición de Sorel, que intentaba disociar por
qompleto el socialismo del radicalismo y era muy duro con los
modernistas católicos.
Este nuevo comunismo es particularmente
peligroso por
las alianzas que puede contraer con una cierta
burgues-ía progresista,

y sólo puede triunfar a
través de
la
unión
con

el modernismo religioso, como por otra
parte Gramsci había
comprendido perfectamente. Porque Gramsci juzgaba, también
con toda la razón, que el resultado del modernismo religioso
no puede sér otro que la conversión de los católicos al com­
ploto secularismo.>
De su. proyección ¡,olitica práctica, -subraya:
<... Berlinguer en Moseú ha hablado de un comunismo oc­
cidental que acepta una sociedad
pluraiista, que acepta por tanto
una libertad de cultura, de ciencia, de arte, de religión, libertad
de partidos y no sé cuántas cosas más---. El llamado pluralismo
que el eurocom.uni,sm,o admitiría de hecho .es eil pluralismo co·
nectado con la idea de modernidad: las variadas formas de pro­
gre&ismo concebidas
como

en gradual
evo1ución hacia e1 comu­
nismo. En este gradaaliB'mo propio del Partido Comunista Ita­
liano
--que se ha extendido o se extenderá a los partidos comu­
nistas
occidentales- se puede ver una analogía con la social­
democracia aunque; en realidad, esta analogía no existe. Mien­
tras la socialdemocracia acoge la idea de la tolerancia liberal,
el

comunismo
gramsciano profesa en cambio la intolerancia en
nombre del progresismo modernista: reconoce una pluralidad,
pero
sólo dentro de los límites de este progresismo.>
«Se dirá que este nuevo comunismo l)One al acento en el
consenso
de la gente; pero como, por otra parte, insiste en el
carácter del

marxismo eomo nueva
concepción total de

la
vida
-que lleva a una whereneia extrema la visión inmanentista de
la
vida y modela al pueblo de aeuerdo con elk-y en la ne­
cesidad

de
esta revolución
para evitar la
caída en
la
barbarie,
nos podemos preguntar si este consenso ha: de ser requerido ob­
jetivamente por la razón, o, por
el contrario, debe venir im­
puesto. Porque si la a'lternati.va ee la-caída en la barbarie, a
1489
Fundaci\363n Speiro

los oomwiista& lee resulta fácil afirmar que este consenso es
neceaario para ealvar la

civilización. Por tanto, podríamos ha­
blar
de libertad, pero sólo para aquellos que, aun sin ser co­
munistas, al menos no e-on anticomunista& . .. Estamos, pues, an­
te un comunismo por vía negativa, que no deja ninguna liber­
tad para un anticomunista.>
Y añade:
«... La &nperioridad de la nueva religión es afirmada sólo
en hase al criterio de la modernidad, es decir, del proceso irre­
versible que decide incluso sobre el curso de los sucesos futuros.
»Ahora, sin emhargo, la aserción de este proceso irreversible
de la hist-oria -tomada en sí mi.ama, separada de aquella rela­
ción hegeliana entre religión y filosofía que; aunque de otra
forma, continúa tambi'én en Gentilo-queda desprovista de todo
fundamento racional. En efecto, ¿ cómo se llega de hecho a este
proceeo irreversible de la . historia de la inmanencia? Se eligen
los
aspectos más vistosos de los último& siglos, o las ideas o
las fuerzas prácticas que han gozado de mayor éxito y se las
une
según una

cadena
regular. Se

supone
después que este éxito
revela
el curso que la historia futura deberá seguir. Pero nada
lo prueba: solamente al
final de la historia se podría hablar de
una
cierta irreversibilidad de un proceso que ya ha concluido
de un mo·do concreto, pero que podría haber tenido otra direc­
ción,
puesto que depende de la libertad humana. La e~rien­
cia
de

dos
siglos, desd·e el Iluminismo a

hoy,
es del todo

insu­
ficiente
para que nos pr-onunciemos en el sentido de un pro­
ceso irreverrible hacia la radical inmanencia.
»Luego .:io hay

otro
camino érue el del consentimiento im­
puesto·; la peÍ"Becllción· física será sustituida por la persecución
interna, persecución desde
dentro de la religión, Bastante más
peligrosa Si nos fij'81DOs bien; porque

los
archipiélagOs Gu1ag
no

pueden evitar que
surja un SO'lzhenitzin. La penecueión desde
dentro sí puede hacerlo.»
Peio>
ia revolUCión de Gramscl mira aún más hondó, puesto que trata
de
lleVarnos HÁCIA UN NUEVO SENTIDO COMÚN:
1490
cEn perfecta coherencia con esto, Gramsci ha. 'pensado en
una revolución" que
comience con la conquista de la sociedad
civil; · más-a~ en una página impresionante, ha hablado de la
neceeidad del' crear un mi.evo 8e1ltido · común para que la revo-
Fundaci\363n Speiro

A,¡,
lución triunfe; dado que el sentido común tradicio~ r-egu­
lado por la afirmación de la realidad de un mundo externo, está
necesariamente inclinado -y el mismo Gramsci lo reconoce-­
hacia la afirmación de la trascendencia. Se trata pues de una
obra pedagógica, cultural, que, por otro lado, gran parte de la
cultura italiana
ha seguido sistemáticamente en los últimos 25
afios, para cambiar y destruir el sentido común tradicional.»
«.. .. Los presentes medios de comunicación cultural pueden
muy bien contribuir a la
creación de
un nuevo
sentido común
artificial.
Esto ha sucedido ya

parcialmente en Italia, donde la
política cultural ha sido desgraciadamente abandonada a un
predominio
casi total

de loe comunistas,
radicales y
católicos de
izquierda. Habland-o con

unos
amigo& espefioles he dicho re­
cientemente
que Italia

y los 30
afios de
la postguerra italiana,
pueden servir
de ejemplo de cómo una revolución -que seria
la

subversión de toda la tradición
,italiana-, puede conseguirse
de

una forma relativamente no
dolorosa.»
Del Nace recordó luego que, según Menéndez y Pelayo, en su HISw
TORIA DE LOS HETERODOXOS ESPAl':tOLES,
«... la historia de España muestra cómo todo lo que ha te­
nido origen en los movimientos heréticos y heterodoxos, en rea­
lidad ha tenido una función disgregadora»
Y, terminó afirmando, que,
« ... la historia de España es la ejemplificación en el tiem­
po

de
una verdad
suprahistórica, que ha
encontrado la
primera
prueba en
Espaíía y que hoy es experimentada por toda Europa,
o
más aún

por todo
el Occidente. El castigo al error iluminista
--es decir, a la asociación entre la causa europea y la causa
de
la civilización y mentalidad iluministas-- se está pagando
hoy con
el eurocomunismo, verdadera filosofía del ocaso del
Occidente y de Europa. Y el eurocomunismo --que, como hemos
visto, encontr6 en
Gramsci su
formulación filosófica y
poli·
tica- es
el

término
final del proceso que parte de la filoso­
fía del joven Marx. Para concluir debo decir también que la
filosofía de

la
praxis de Marx --es deei.r, la idea de una filo­
sofía con el empeño práctico de transformar el mundo y no de
1491
Fundaci\363n Speiro

contemplarlo, como dice la última · Tesi.s sobre Feuerbach-no
puede
encerrarse en

la forma objetivista, sino que debe pasar
a la forma suhjetivista de la filosofía de la praxis.»
Ciertamente Giovmm.i Agnelli, en la entrevista que le hizo José Luis
~. publicada "" ABC del 12 de junio de 1976, responde rotur,­
dame~ a una de las preguntas:
«-¿A qué atribuye el auge del oomunismo ital,iano? ~ le pre­
gunté a
Angelli.
»-A la tremenda penetración cultural y académica, a través
de
colegios y universidades, de
los
"mae media", e-te. En mi
país llevamos algo más de quince
afíos en

los que,
mientras la
derecha gestiona el poder, las ideas políticas y la imaginación
se ·extraen de la
oposición.»
Carlos Ca:rdona profundiza en esta cuestión en su artículo RAÍCES
DEL BSCEPTICJSMO CONTEMPORÁNEO, publicado en· PALABRA, núm. 132~133,
de agosto-septiembre de 1976, y nos la explica así:
1492
«Marx siguió a Hegel. Pero para que el historicismo hege­
liano dejase paso al marxismo, en las

aulas universitarias
y, a
través

de
ellas y de loa ma.,s,-m.edia., en la "cultura" popular, se
necesitó
la mediación de Gramsci. "Para Marx, 'sociedad civil'
es
el conjunto de ias relaciones oc.o nómicas; se identifica prác­
ticamente
con lo
que generalmente &e llama la 'estructura'. Para
Gramsci, al

contrario,
se puede hablar de una autonomía y de
un primado de lo
que en lenguaje marxista se llama sohree&truc­
tura: la 'sociedad civil' designa el conjunto de las relaciones
cultorales.
Las consecuencias políti<:as de esto son enormes. Si
para
Lenin,, todavía fiel a la concepción mar.xi.una de la socie­
dad civil, el primer objetivo sigue siendo la conquista del Es­
tado, para Gramsci, en cambio, es el de la sociedad ,civil enten­
dida en un sentido propiamente ideal y cultural. El &ta.do aca­
bará

cayendo, al final,
de&pn.é& de

que la disolución de
la an­
tigua concepción del mundo (la trascendente, la 'católica') haya
tenido lugar en la sociedad civil, por obra de los intelectuales,
que tienen que llevar
las masas a vivir la nueva concepción,
inmanentista., mundana,

laica". Para
eeo, después de la conquis­
ta d·e
las cátedras univer&ítarias y de la enseñanza media~ había
que
hacene con 1a mayor parte

de
los medios de difusión cul­
tural: editoriales, periódicos y revist.as, radio y televisión, cine,
Los tanques rusos
-válidos

en
1945, y después para las zonais
Fundaci\363n Speiro

ocupadas-fueron eficazmente SUBtituidos en Occidente por el
caballo de Troya del eurocomunismo, eliminando los restos del
sentido común
tradicional y religioso, gradualmente sustituido
por
otro materialista y ateo.
Gramsci razona uí: "El mundo
moderno es el mundo de la inmanencia, y entre inmanencia y
trascendencia no hay mediación posible. Sólo llevando el in­
milnentismo a sus extremas ooiJsecuenciae,. como--hace

el
mar­
xismo, se ·podrá etablecer el 'nuevo orden•. Y en diversos luga­
res de su obra · habla de 1a hegemonía del Partido, comparán­
dola a la que ejercitó la Iglesia en el medioevo". Y ese nuevo
sentido común también venía

a
reposar, en último

término, en
una
"palabra revelada", indemo.strada e indemostrable promeea
de
futnra sa!lvación, de 1os profetas-del hombre para el

hom·
bre>,
V. INTOXICACIÓN CON IDEAS MARXISTAS POR LA VÍA DEL UBERALISMO CUI...­
TURAL.
Que esta vía está abierta de pM en par, es un hecho-a la visla de todos._
Pero conviene que mucha gente, que no se percflia ya de lo que ve si
además no la lee en letra impreim,, lo lea tBmbién. en la prensa. Y Ma:rk>
Sor!a. lo ha escrito en EL CORREO DE ZAMORA, del 3 de agosto
ele 1976, en un adiculo titulado tDó-NDB ESTÁ EL COMUNISMO?, del que re-­
corlamos los dos párrafos que siguen:
« ... cabe preguntane si por "coDlllDistas" se comprende ex­
clusivamente a quien.es pertelQeCen al partido de marras, bien
por confe&ión -propia, bien por indicios irrefutables, o igual­
mente a ias personas afiliadas a cualquier otra asociación, pero
que por sus teorías y proyectos en nada se diferencian de }og
adeptos genuinos, al menos si se juzga por los planes que se
airean en
ciertos congres~ [a sinceridad con que desvelan su
pensamiento algunos cahecHlas e inclusive sus amenazas velaM
das, Exige 1a lógica que todos se hallen comprendidos en la
proscripción,
sea ésta de la naturaleza que fuere. No obstante,
no parece que se respete a ta venerable matrona y diría.se que
están
excluidos de loe tratos

con
las autoridades, participación
posible en el

Gobierno,
libertad de organización, reclutamiento
y

-
propaganda, etc.,

únicamente
los que se declaran comunistas,
mientras que los otros, los que no recatan sus ideas colecti­
vistas a

ultranza, pero
se autoea:lüican con cualquier

otro
apela­
tivo,

son una
especie de n.ifios mimados cuyas insolencias

y
1493
Fundaci\363n Speiro

retos se est:uchan con temor, los ricos y poderesos les hacen ca­
rantoñas, los ensalza la prensa sin regateudea loa elogios más
ridículos, se [es consulta sobre el futuro del país y no olvidan
los
ambiciosos de

correr a
su paso para verlos
y
ser de ellos
vistos.
»De esta manera se rechaza verbalmente al comunismo, pero
su vanguardia, sus
furrieles están por todas partes, repitiendo a
quien
quiera escucharlos la estntegia nueva, de coexistencia y
posible
co-gobierno de

partidos
marxistas y partidos burgueses,
si bien advirtiendo que, al cabo de tiempo más o menos largo,
cuando

estuviere
madura la
fruta (cuando
existan las condicio­
ne& objetivas

y
subjetivas de la

revolución,
dice la jerga de los
sectarios
de

Marx), se
instaurará la "~emocracia socialista". El
sistema ya fracasó estrepitosamente en Chile, pero circunstancias
favorables inducen a eósayarlo en Europa, concretamente en
Italia y Francia».
También Mario Soria, en su articulo CoMuNISMO A LA ITALIANA, pu·
blicado el 6 de mayo de 1976, en LA VOZ DE ALMERIA. recogía la
indicación de Sallwklar de M~. al volver a Espafla. de que la m,._,
goria de las revistas y de los semanarios que se editan en nuestro país
profesan el PARACOMUNISMO; g lo comenta como sigue:
1494
«Esta infección marxista en la prensa semanal, que proba­
blemente
se extenderá
dentro de poco a la prensa diaria,
nos
trae como de la mano a la estrategia que hoy emplea en Italia
y en España el partido comunista, estrategia que ha d·escrito
bastante. bien el
pro{eeor Augusto del Noce: apropiación pau­
latina~ no
de

las instituciones del Estado,
sino de todos

los
me­
dios de difusión coltnrail, o

de
los más importante~ de

manera
que, dominado e'I espíritu de

la
socie~ ésta acoja sin esfuerzo
ni violencia el
sistema colectivista en su plenitud. Del Noce atri­
buye el haber trazado este camino a las especulaciones de An­
tonio Gramsci, filósofo quo tanto ha influido en las ideas y en
la
práctica misma

de
Togliatti y· de

Berlinguer,
ffle decir,
que
ha forjado el talante fructífero y sutil dei partido comumsta más
fuerte de la Europa occidental.
»Por consi·gniente, será pacífica la conquista y estribará, pri­
mero, en

una propaganda, sui ·
géneris, que
no
consista únicamen­
te, como

en otro tiempo, en la
divulgación del marxismo entre
las clases

iletradas,
sino en substituir paulatinamente toda

la
cultura por la interpretación omnicomprensiva que de la reali­
dad hace
el materialiSD10 dialéctico. Caso de que es-ta suplanta-
Fundaci\363n Speiro

eión de ideas (trasvase, la llama gráficamente el profesor hrui­
leño
Plinio

Correa de
Oliv&int) tropezara con grupos irreducti­
bles, a ésto& se les impediría con ·mil -artimañas que expresasen
y defendiesen sus
puntf)& de--vista, tal como ha oeurrido hace
pooo -eon Eugenio lenesco, euyó mensa,je conmemorativo del
día mundial· del· teS:tro, enca-rg&do p·or la Organización Interna-
-'ciona1 de-Educación, Ciencia y Cultura· -(UNESCO}, impidió Ru­
&ia que se le-yera debido a las ideas pcillticu del gran dramatur­
go francorrumano, o

como
ha sucedido precisamente en Italia,
donde
censuró la televisión ciertas declaraciones del poeta Da-­
niel Siniavskt Además, a los recalcitrantes s& les puede tachar,
pal'a desacreditarlos,
de reaeci0nari08 y de eliemigos · de la liber­
tad· d~ expresión. porque nC: hay que · olvidar que riada se hace
ni se hará en eate monstruoso a!leccionamien.to que no apele a -la
'"'8odieha libertad.
:t-PósterioMl.ente; cuandó éal"eeiété-de a1ina ·el cuerpo social,
O éste
1a hubiese ·ureralinbllte. vendido' al ·chblo,-hahráse logrado
un consenso
que dé al traste- ·con eualquiér oposición'"válida, no
s6lo en··ei -~ -euiturai· Sino en el
militar y ·en el político.
Entonces _podrá :&l C¡.lectfriSlllO aduefiane eui sin disparar un
tiro del po0der'., ·y··se-·verán· ·obligados lo& patti'dos a: plegarse a
una voluntad - que respalda la mayoría, aHabetos -·y -analfabeto~
del
paíi. Entonces iriin nieti~ · los nuevos sefiores p:tCo a poco
en ·un puflo a 108 ·díscolos.· Entonces Be' verá cómo los miSlllOI
escritorzuelos que hoy bra~n · Contra euitlquier coaeeión y se
hacen lenguas de su propia ' b>lei1meia~ -·srr,-n ·quienes, junto a co­
misario~ "jueees ,y carceleros. ·redactan listu de p!'t)fflipción, ful~
ininán. a loe-disidffltes, en.Ir~ a ia-· tortilra y a lti-muerte a
l~ enemigoe-·ideológic~, o'·p(tHti~os·;'d.él inárxiMDo. Entonces ae
advertiri qÚe
Ía ·corn.ipei&n \fe fa inteUgenci.a no· entrañaba un
comunismo

inédito, humanizado, sino
simplemente otra táctica
más del imperiali&mo soviético, estalinista sin remisi&n -posible.
Pero entonces _ ya será demasiado ~de.>
Con todos estos amecedentes, ¿es de extra/IN que, en la lm'oRMAc1óN
lN'l'ERNAOONAL de ABC del_ 12 de mago de 1976, leamos como fltulo de
unas noticias llegadas
de Saint Gall (Sul:ta) i "YA NO DISTINGUIMOS NUl!S­
TROS

VALORBS
OCCIDBNTAL&S", ADVIBRTB SCHELBStNGERj, Esta· in[ormaci6n
lteua esté ~bfflulo': &· Ex:.sB.cR:éTARto DE Dfuit!NSA CRmé:A. LAS ... 1'-RAMPASn
QUB-·TÍENDB EL·BLC>Qtm_:·co~~ jCt~o:qrie·sr ~ .son efiéBCeS es p«
Ta crisis religiosa, Intelectual y -moral que padecemos! De ellas se vale II se
aguda el llsmado eurocomunlsmo. Pe.ro comencemos ti· ker algo-de lo que
dice, -refiriéndose a que una reunión· de-... · ·
Fundaci\363n Speiro

«.... altu pereomdidados europeas en la Facultad de Altos
Estudios
Económicos se in.i~i;, con una serie de advertencias eo­
bre l~s peligros

de
'UD. debilitamiento de Europa frente ._a los de­
.eigni~ ~viéticos en el Cout~te y de un mensaje grabado en
(file. el ex-seere~o de la_ ~~ James Sehleuinger, exhortó
a. los europeos a una ipayor vigilancia ante esa amenaza.
>"Ya. no distingoim,os nuestros valores !)cci.dentales de aque­
llos

defendidos
por ,nuestro ~emigo potencial, el bloque del
&te".>.
Jnclu~ parece qµe s~ trata de cambiarnos_ ta. ·perspectiva de ta historia.
,Así nos lq . hace noter ~éfi ~ Saria. . en _ su coment~ ZWEIG Y
Lm>WIO. publicado en AMANECER, de Zaragoza. el 13 de mago de
1976. . . j 1 ':
«Ambos ~licaron las vicisitude~ del -biografiado· po'r el ~
.ráeter del mismo y por ~ forma de reac~onar ante las circuns­
tancias políticas,: .soci.des, famiJliares, etc, Todo lo determinante
1496'
· procedía del individuo y en él conc:'húa.i _ como si se completara
~ cír~o, '1 (08 cuali~des -,ran n;aa~ria ~l . 11:ielOriador, vale
decir, la eensnali~ad ~ C~nova,, 111 diliJmcia sobrehumana de
Ba!zac, la soberbia de Guillermo . II,. )a frivolidad de Maria An-
lonieta --· ~En-contra de los . di_scípulos n,,pdemQ.s @-Her.odoto, empa-
pados. de mandsm,o, ahítos d~. estadísti~ eo-i9ci~adores de pro­
·bl~
.por ~ __ expedi~vo._,aistema de a~µeir términos_ vacíos o
wia discutjJ:,le .. tesi~ fi.losófjca., _ lo_s dos escritor.es ge~~~ nunca
~- al~al>an'
d~ _h~re· CODet'et.o; analiz,~n ~ones, exhuma­
ron_ ·los mt>tivos-máa. ~toa, .. descdbieron bliosincrasias, llama­
ron·]~ .atención sobre .ilai, debili treqron Jaa eonsecuenoias .del "'1antc, )aa ideaa <> !,is obras, ele.>
« ... la Historiá tal eo~/ ellos .~ conciben absolutamente ve­
ro~-y_ no .. pa~ haber. objeciQD vál_ida: _a que sean los indi­
viduos _causa princlpalfsima .de 1,os -~os,-- por-muy prefiados
de ~enciu'. que _ es~ tales liooho~. ·
»A.ñ,· ·-pues,_ no resulta 1lan. sólo un efecto especioso del género
biogn\fieo
el que to_do gire en torno de un personaje y emane
.de
él~ -sino una veni6n certera . de la realidad.-por la _que se
lle~ a,la ·:oo~~n:4e, ser e1 hombPe vl-v:o,-de carne, hueso y
sangre._ca1ien~e,.el.·motor de la·Historia,. no las eoleetividadee,. ~
cualquier concepto hipo~ado.»
Fundaci\363n Speiro

, Pero,
«Hoy predomina Un método contrario; y -no hay que extra­
ñarse. Para .penetrar en el-.hombre. se requiere talento, sensihili­
da~ intuición, aimpatía, en el sentido ·etimol6gico de la palabra;
pero ea mucho más -fácil· limitarse a los. fríos datQ1 de la esta­
dística y a algunas abstracciones. rimbombantes, q'oe examinar
directamente la realidad, infinitamente compleja, Las computa­
doras~ .almácenandO hechos que después se-limitará a yuxtaponer
en .bruto el historiador, - o a apilarlos: d'e acuerdo con la inter­
pretación estereotipad& usual han aumentado hasta lo _sumo esa
facilidad y permiten que cualquier pelagá_tos -se transforme en
perito de la adulterada ciencia de Clío poco menos: que de la
noche a la: maiiana.>
¿Reaccionará ante la situación actual el hombte. que llamamas europeo,
empeñado aún en no -preocuparse sino de cuestiones et:anómica.s? El mismo
Mario Soria: quiere creer que si, se.gún leemos en su articulo ANGELES Y
TOMATES, publicado el 14 del mismo mes de mayo también en AMA. ..
NBCBR.
«A pesar de cuanta influencia sufra el hombre, creemos que
este e5 en el fondo libre, vale decir, dueño de su propio destino
y capaz de alterar el mundo circundante en provecho o en per­
juicio
propio. Por lo tanto, nadie está fatalmente condenado ni
nadie se salva
indefectiblemente, y esta verdad que nos inculcó
la teología,. es cierta

también en
poütiea, Dios, que te creó 8:in
ti,

no te
salvará sin ti, les dice al

fiel y al
ciudadano Agustín
de
Hipona con una de las fórmulas antitéticas qne tanto le gue­
taban.
»En la libertad del hombre-estriba todavía la ligera esperanza
que cabe alentar acerca de Europa, porque cuanto se ve no da
piihulo al optimismo. Dirlase que están los países de aquende el
telón de acero en la misma sito.ación de la Bizancio de prin­
cipios del

siglo xv,
asediados por un enemigo imp'lacahle, pero
enzarzados en querellas ridíettlas y tan eoberbios como en los
días
de

mayor
esplendor.>
Hoy ...
«... son tos tomates, naranjas, vinos,. lechugas, lavadoras, au­
tomóviles, za-patos y eurodólares los motivos que encienden la
sangre de loe bizantinos de hogaño. Y eon vanae apelaelones al
1497
Fundaci\363n Speiro

1498
fantasma de los tratados internacionales y de las concesiones di·
plomátieas

intentan los sitiados
amansar ail tigre y seguir dia-­
fi;u:tando
de ganancias,. ventaju aduaneras, m.onopolio de

mer·
ea.dos, y

sobre todo
cteen que· asi preservan .uaa libertad anár•
quica irracional, valeroaa sólo en -·alancear ·moros muertos, sin
cuidar.se de 1os enemi·gos ·.espilnto88lllente vivos.
:)Es libre el hombre y puede. escoger entre la rendición y
-·la' resisteoci_a -al mal ¿Qué decidirá. la muchedumbre que pe-­
rora- en Bruselas, en Léndres., en París,.· en Estocohno? Algunos
ingenios sostienen -que. ya se ha efectuado la elección y que, a
la larga o a· la -corta, .aSGm:arán los tanques rusos la torreta a
orilla& del Atlántico.>
« ... Nos preguntamos,. sin embargo, si no de&pertarán antes
de

que
sea demasiado tarde, los

pueblos
aletargados por
un
exceso -de m.oUcie.>
Fundaci\363n Speiro