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Número 153-154

Serie XVI

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La inteligencia planificada

LA IN'l1ElliIGENCIA PLANIFICADA (*)
POR
MlcHELB FBDBBICO SCIACCA ( t).
Francisco Emilio Babeuf, llamado "Graco", ideólogo más

que
revolucionario, intuyó
. que la Revolución francesa bahía sido el
triunfo de la burguesía
y el apilastamiento de la clase campesina,
pese a la fiesta del Ser supremo que instituyera Robespierre y a
las fallidas tentativas de política social De aquí su "comunismo"
codificable
en

una
ley agraria que sancionara la comunidad de bie­
nes y
de trabajo -todo a base de hacerlo triunfar por la dictadura
de la minoría
levantisca-y

la
"conspiración de los Iguales",
or­
ganizada del brazo de Felipe Buonarroti y que, fallida y reanudllda,
vino

a
costa:r en
17%
la cabeza al mismo Babeuf. No nos interesa
hacer notar que "Graco" es acaso el primero en haher transformado
el
comunismo, de
una
utópica y
académica práctica
lirera,rio-filo­
sófica,
en

una idea-fuerza; sino
más bien poner de relieve un ingre­
diente

suyo,
hoy de actualidad en los Países· que se dicen "desarro­
llados", con vistos a realizar 1a Sociedad de los Iguales.
Igualdad absoluta·
de oportunidades y

comunión de bienes y
ttabajo; muy bien. Pero,
admitido que sean realizables ta:les igual­
dades

y
tal comunición, todavía las desigualdades salen a lm:: iguales
(*) Artículo publicado en IL TEMPO de Roma del 19 de mayo de
1972, recogido en n MAGNIFICO OGGI (Roma Culta NuotJa Bdítrice), volumen
póstumo, en el cual María Manganelli ha recopilado los artículos que nues­
tro egregio maestro publicó desde 1970 a 1974, de los cuales ya hemos pu­
blicado en VERBO 147, LA RAZÓN BNLOQUBCIDA, y en VERBO 1'.51-1'2.
EL CAMPO Y L\.5 !tAÍCES DE LA CMLIZACÓN. El magisterio de Sciacca
(q. p. d.), sigue vivo para nosotros, y en este artículo nos ilustra profundi­
zando
hasta la médula de lo que hoy se denomina «igualdad de oportuni­
dades».
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Fundaci\363n Speiro

LA INTELIGENCIA PLANIFICADA
en el punto de partida, al compás que van corriendo, los hombres se
van distanciando,
pese a que se les preste a todos la más perfecta
asistencia igualitaria; uno va delante,
otro queda atrás. No diré que
ello
sea porque

uno es
más desaprensivo o pícaro que el otro,
más sin
escrúpulos o sinvergüenza, pues
esto,
por las buenas o por
las llllllas, quizá podría remediarse, sino porque uno es más inteli­
gente que otro, corre más y
por tanto llega más lejos.
Babeuf intuyó que no basta la igualdad de condiciones ni la
comunidad de bienes
y de trabajo ,para conseguir la realización de
una
Sociedad de iguales; es menester acabar, mediante un tipo de
escuela
y de rultuta adecuado, con la inteligencia, que es la aguafies­
tas reaccionaria que rtae consigo todas las desigualdades. Por eso
"Graco", además de proponer que los hijos
sean sustraídos
a sus
familias y confiados
ai Estado, que coman y vistan de la misma
manera,
exige que cada uno de los miembros no estudie sino una
sola cosa; y que ella
sea siempre
de utilidad
para el bien de la
comunidad, a fin de impedir
precisamente que la inteligencia

pueda
minar la
igualdad absdluta de

todos.
Babeuf individualizó

bien
al "enemigo" del igualitarlsmo, !o
mismo
que
el remedio para combatirlo: mientras se dé la posibili­
dad
de que la inteligencia se cultive y se desarrolle libremente, no
habrá
iguaildad de

condiciones posible;
las desiguaidades aflorarán
siempre. Pero hay un

remedio
para impedir que ello se reproduzca:
someterla a un tratamiento social y escolar que la esterilice de ma­
nera que no se
trueque en

amenaza
,para la igualdad. Más aún, se
la puede sofocar no bien nace, eliroioando el concepto de cultura
-que

es saber unitario
y formativo, "aristocrático", y por tanto
propio de inteligenres, de mentes capaces de
profundización y de
síntesis---
y sustituyéndolo con una instrucción rigurosamente espe­
cializada, exclusivamente
informativa y útil, que adormezca para
siempre el pensamiento crítico y el libte estro creativo en beneficio
del todo
tecnificado, formalizado y funcionalizado.
Babeuf
ha sido un precursor de la planificación organizada por
los "cerebros" para 1a igualación de las "mentes": las semillas de
su cerebro se han
covertido hoy en la selva que ahoga la inteligencia
y la
verdadera rultura, y con ello, la libertad. En efecto, por un
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MJCHELE FEDERICO SCIACCA
lado se hace cada vez más pesante y despiadada la persecución de
la
inteligencia y de la cultura y de la verdadera escuela foroiativa,
privilegio,

dicen, de algunas mentes
reaccionarias y, pot ello, fuentes
de alienación
y de esdlavitud; pot otro, la cultura y la escuela demo­
crátiais se

identifican con el derecho a
saber cada vez menos y a
quedar cada día a nivel más bajo, pata evitat así que emerjao o se
levanten
caibezas que hagan peligtar la igualdad. No caibe duda,
reducidos
a
ios pies, los hombres tienen

la misma
altura. El
silo­
gismo
no tiene escapatoria: todos los privilegios deiben ser aibolidos;
la

inteligencia
y la cultura son privilegios; la inteligencia y la cul­
t:urá deiben ser . aibo!idas.
Pero inteligente se nace, no nos hacemos. ¡ Bah! Como hay sis­
temas
económicos que igualan a todos de manera que no haya po­
ibres ni ricos, así lo hay para impedir el crecimiento de los "su­
perdotados'!: es el de aniquilar la cultura, que es la responsable de
que
se pioduzc:án ,seres privilegiados opresores y autoritatios. Y
cultura son los "clásicos", en cualquier campo del saber, aquellos
que avivan el
pensamiento y lo aguzan, encienden la fantasía y la
ha<:en creadora, alimentan fos, sentimientos y los hacen generosos y
magnánimoi Por tanto, guerra a los "clásicos", que engendran la
.. meritocracia" antidemocrática o antiigualitaria, hacen "culta" la in­
teligencia y matean las distancias, producen los desniveles, originan
los complejos
(soibre todo
en
los hombres de gobierno y en los "ex­
pertos" de
las reformas), humillan a la masa y provocan el "resenti­
miento" de quienes no tienen el privilegio de la inteligencia; en una
palabra, resultan' represivos,

antisociales
y. antiroloctivistas.
De

aquí proviene el
empeño pot una nueva escuela "democrá­
tica" ailtamente "promocionante", cuyo firi no es otto que el de
meterlos
a todos, como en un saco, en las aulas (cuando las hay)
y donde ni hoy ni maliana se ddbe hablar nunca de Platón o de
Hegel, de

Esquilo o de
Dante, de Goethe o de Leopa,tli, ya que
esto es un
inútil lujo que

provoca designaldades intolerables, sino
sólo de

cuestiones del
día, de 1as necesidades perentorias de la so­
ciedad, de· todo lo que suoede y de cuanto registran las cr6niais de
los
diario"' Lo que equivale a bahlar de una escuela de ciegos, puesto
que las
cosas sólo· se

ven bien a
una prudente
distancia, y
los pro-
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LA INTEUGENCIA PLANIPICAVA
blemas se resuelven cuando quien se los plantee tenga una mente
madura, maduración que
sólo una libte

escuela de
cultura puede
procurar.
Pero es esta maduroción la que no quiere la ""democracia cul­
tural"', sustentadora de ]a tesis de una. escuela para todos, más ""es­
ttucrurada",
de

maneta que la inteligencia se .anegue en un ambiente
que le impida su desarrollo. Naturalmente, los autores y los docen­
tes deben estat

al mistno nivel que
los lectotes y

discentes: iguales
los que
escriben y los que leen, los que enseñan y los que aprenden.
De donde se sigue que el inteligente, como tal, al considerársele como
imputado
causante del
"mérito" y la "selección' no tiene derecho
a una escuela de cultura, sino que debe resignarse a un tipo de
enseñanza que

lo ponga en
situación de
no
darse cuenta ni siquiera
de su inteligencia,
para que así no se alteren las condiciones de
partida de la igualdad
absoluta ni ]as bases para una ""culturización"
de

todos al mistno nivel, que en fin de cuentas
coincide con c,J de
los
nabos o las gallinas. Se llega así a la escuela de Mtlcarenko, que
es
ya también nuestra: centro de
""producción" del ""hombre colec­
tivista", destinada a hacer nacer "una única. opini_ón colectiva'.', -y
donde "lo que dice uno lo piensan todos". !,. este fin hasta con una
""técnica

pedagógica" que
se ha

de
aplicar a

una la
""buena y com­
plicada máquina" como es el llamado estudiante. Pero cultura es libertad, y no hay libertad sin cultura, cuyo
em­
peño social es justamente el de contribuir a ]a libre formación del
hombre integral, que, a su vez, tiene
eotno cometido indeclinable el
decir, aun cuando no guste, la verdad que se ha pensado ]argamente,
una
verdad que, a
partir del propio tiempo, valga para todos los
tiempos. Ya antes de
]a revolución del 48, Tocqueville, genial pen·
sador polltico, comprendió que ]a igualdad vendría a ser la nueva
idea-fuerza de la sociedad moderna, destinada irremisiblemente a
ganar espacios cada día más vastos. Pero junto con la señalización de la potencialidad
expansiva de

los ideales democráticos, indicaba
también, al par
de los peligros, los remedios.
Peligro

gravísitno: la absolutización de los
""mitos" de
igualdad
y democracia, que traería como consecuencia compro.meter seria­
mente los valor"' de la persona y de la sociabilidad, expuestos a
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MICHBLE FBDBIIJCO SCIACCA
verse aniquila.dos por la lógica puramente cuantitativa y niveladora
de
tales
mitos.
Segón observa en su gran obra juvenil La democracia
en América, la igualdad rubsoluta de condiciones, sin libertad, puede
darnos la sociedad

del bienestar,
pero con la contmpattida de anu­
lar
el concepto mismo de civilización o cuíl.mm en su más auténtico
significado. Por

un
la.do, se aHmenta el espiritu individualista y
hedonista, disolvente de la sociedad y el Estado, y, por otro, se
permite o

consiente
pasivamente J.a uniformidad, corriendo fatal­
mente hacia la cel!ttalización y la hegemonía estata1ista: dos extre­
mismos que se reencuentran y acaban por destruir - la democracia,
que s6lo · es caipaz 'de conservar su equilibrio si sabe encontrar los
correctivos del

individualismo y el
colectivismo por encima de una
lógica. puramente cuantística y mecanicista.
Esa otra 'lógica, correctora de la precedente, es exactamente la
de la cultura, la misma de la libertad. Sin ella, la "democratización"
de la ensefianzá. y de la culcw:a resbala por la pendiente de un igua­
litatismo que lleva fatalmente

a la sumisión de las
masas a

un
poder tOta!itario, sea cual fuere la modalidad bajo la que quiera con­
figurarse. El igualiwisíno .· puro, muerte

de
la inteligencia,
de la
cultura y de la libertad, es · la igulllldad en la esclavirud
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