Teresa Donoso Loero: Los cristianos por el socialismo en Chile

INFORMACION BIBLIOGRAFICA
Teresa Doooso Loero: LOS CRISTIANOS POR EL
SOCIALI5MO EiN om:IE(*).
La autora comenta y expone con dolor y temor -nos lo dice
bellamente el
prólogo--los

episodios a través de los cuales se gesta
y aparece eo Chile eo movimieoto autodenominado «Cristianos por el
socialismo». Sobre el profundo lamento de este libro es posible que se
extieoda una actitud de sileocio, o que atraiga las sañudas críticas,
acordes coo un clima de
iodiscriminada hostilidad

cuidadosamente
fomentado.
Se trata de una obra meditada, sentida, rigurosa y con un acopio
y serenidad de datos que la hacen de imprescindible consulta para
estudiar los antecedeotes
y el desenvolviminto de esta Organización.
La tercera edición de esta obra de Teresa Doooso nace de un
anhelo, de una dolorida experiencia
y trata de precisar hasta qué
punto pueden establecerse ecuaciones entre
fórmulas religiosas,
con­
cretamente de tipo cristiano
y otras sociales, filosóficas y politicas to­
talmente

dispares sio que se resienta hasta el drama el grupo humano
destinatario de este ensayo. Escrita por un imperativo interior, trata
de una sensibilidad herida pero no
es un

simple lamento que sirve
exclusivamente para aliviar el dolor. Quiere una generosa
ayuda
para

los que desean desandar
caminos y

una amable advertencia
escarmentada para quienes sientan
la sugestión de emprenderlos.
Teresa Don050 nos muestra en el relato de episodios muy con­
cretos la eficaz y hábil organización proselitista con que el marxismo
intenta con éxito _penetrar en los más fuertes e íntimos reductos de las
estructuras que sustentan la civilización secular, hasta conseguir la in­
corporación
de grupos cristianos a su corriente, sin comprender la im
posibilidad de vitalización del Cristianismo en compromiso ideo­
lógico

con inmanentismos ateos que, al prescindir
de Dios reducen al
hombre a un simple elemento de la producción.
Cualquier concesión
a

esta politica
«es una victoria

de la
ideología más

anti-Dios de todas
(*) Editorial Vaitea. Santiago de Chile, 1976, 314 págs.
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las que han existido. Y por eso la más anti-diombre». ( 1) En una de­
cidida actitud, estima Teresa Donoso que resulta necesario decir las terribles verdades que configuran la vida chilena hacia un
cristia­
nismo

marxista o
la trayectoria del marxismo infiltrándose en la Igle­
sia católica chilena, y ve con claridad que «el cristiano puede, con
honradez y coraje, plantearse y plantear a la; demás las crisis suscita­
das -por
el material humano--en el seno de la Iglesia, porque
precisametne una de
las mejores pruebas de la divinidad de esta Iglesia
es que subsista, desde

hace dos
mil años, pese a los hombres que la
compongan». Apareció
la primera edición de esta obra en norviembre de 1975
e inmediatamente una segunda edición llegó al público en enero de 1976.
En esta tercera, de mayo del mismo año, es de destacar la cui­
dada;a selección

de un abundantisimo material gráfico
y documental
de todo tipo, que da firme sustentación a lo que de histórico ofrece el
esforzado trabajo en el

que no desconoce la importancia de la opor­
tuna situación de la imagen que vivifica y destaca el contenido
del texto. Precedida de un amplio y meditado indice temático, comprensivo
de los treinta capítulos de que consta, comienza por una
exposición de
antecedentes, a partir de 1965. Va avanzando entre acontecimientos
precursores
de
la aparición de este movimiento tan problemático, con
un equilibrio y una gracia de exposición a través de una literatura actual y directa en
la que se advierte una sentida atención por la ma­
teria tratada, con la mayor objetividad y conciencia de fiel cronista,
que transparenta a veces sentimientos de tristeza, sin excluir un fondo.
de afectiva compasión hacia personas
y situaciones de la que salva
lo que en conciencia le es posible. Los balbuceos de la nueva
liturgia postconcilar

y la descripción
de escenarios de los hechos se muestran con tal acierto
que el

relato
adquiere, en ocasiones, caracteres de
novela de

altos vuelos en cuanto al
mérito narrativo. La. pintura de lo líderes, en primer término Miguel
Angel Solana, y del principio de la rebelión universitaria, que se
llamaría reforma,
da paso, a través de fa ágil plnma de fa autora, a toda
una implicación de sectores sacerdotales y políticos, hasta el nombra­
miento de Pro-Rector de la Universidad Católica de
Chile, sin

olvidar
en anterior capitulo una oportuna alusión a las acertadas opiniones
de Jacques Maritain, respecto a la conveniencia de adoptar más medi­
tadas posiciones cuando de enjuiciar a la Iglesia se trata. Continúa
describiendo
pormenorizadamente el desarrollo del proceso infiltrador
del marxismo en la Iglesia chilena,
con episodios

como el de
la toma
(1) Juan Alba: Punta Europa. Febrero, 1959, pág. 25.
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de la Catedral metropolitana de Santiago por un grupo de sacerdotes,
religiosas
y laicos para protestar

del viaje del Papa Paulo VI al
Congreso Eucarístico de Bogotá
y la prohibición vaticana de la píldora
anticonceptiva. Con
ocasión de
este acto folklórico religioso fue
fundada. «La Iglesia

joven» que dejó tristes huellas del
entreguismo
católico y pasó a llamarse «La Igesia del pueblo», con Allende. Da a
conocer la posición de
los Obispos chilenos y la declaración de la
Iglesia Episcopal bajo la presidencia de Monseñor José Manuel
San­
tos, Obispo de V aldivia.
Tras unos certeros
y brillantes comentarios de Jacques Maritain,
establece una sucinta cronología (en 1970) de cómo sacerdotes y
laicos contribuyeron

al triunfo de un gobierno marxista. Hace ver
cómo la Democracia cristiana,
fascinada por

la Vía no Capitalista
de
Desarrollo ( cnyas consignas venían de Moscú, a través de un diálogo
permanente con
los sectores marxistas)

se desmembró en
facciones
que

luego pasaron a la Unidad Popular.
Se refiere a los documentos episcopales de 1962, 1969 y 1970 con
indicación de diversas actitudes

de
la jerarquía frente al proceso polí­
tico, mientras
las directrices

comunistas de Li-Wei-Han («La Iglesia
Católica
y Cuba, Programa de acción») que exponen la táctica de
demoler a
la Iglesia por infiltración, van cumpliéndose en Chile y
relata la adhesión del Cardenal-Arzobispo de Santiago, Monseñor
Raúl Silva Enríquez,. a la confirmación de Salvador Allende en el
poder, con cita de la homilía pronunciada en el Solemne Tedeum
celebrado en

la
Catedral.
Con

gran acopio de
datos y
precisión narrativa relata el origen
inmedi•to del

movimiento cristiano para el socialismo en
las jornadas
del 14
aJ 16 de abril de 1971, celebradas en Santiago de Chile por
ochenta sacerdotes capitaneados por el Jesuita Gonzalo Arroyo, en
las que

inician una abierta militancia marxista.
Se conoce desde en­
tonces el conjunto con el nombre de Grupo de los 80.
Ocupar lugar
destacado el

teólogo peruano Gustavo
Gutiérrez,
autor

de una
obra titulada

«Teología de la liberación». El día 16 de
abril, los 80 determinaron suscribir una solemne declaración pública
orientada a destruir todos -los prejuicios y desconfianzas que existen
entre los cristianos
y marxistas, a prestar su adhesión total al socia­
lismo
y su apoyo a la Unidad Popular que lo encama en Chile.
El amplísimo eco de esta declaración suscitó reacciones favorables
y-adversas. La Conferencia episcopal condenó esta forma de dar a una
opción política el respaldo del carácter sacerdotal
y a continuación, en
un documento de trabajo, negó que el socialismo marxista fuera
compatible con el cristianismo. El contenido de · esta amplia decla­
ración resultó del más alto interés doctrinal. La agria réplica del
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Grupo de los 80 fue seguida de la ampliación de los miembros ini­
ciales transformándose en el grupo de los 200 y se crea un Secre­
tariado sacerdotal. Levantan la voz en pro de la Revolución y en
contra del pasado alienante de
la Iglesia. El contacto con los diri­
gentes cubanos
y el intercambio de notas con las autoridades ecle­
siásticas contrarias a la violenta radicalización de los 200 son na­
rrados con apoyo en abundante documentación. Avanzando en su
estrategia, los 200 invitan a la inauguración del primer encuentro lati­
no-americano. de cristianos para el Socialismo.
Ala reunión de 400 participantes, fue invitado el Cardenal Silva
Henríquez, quien
declinó manifestando
sus graves preocupaciones
centradas en el
aspecto de cristianismo anónimo y no Iglesia; reduc­
ción de teología, a ideología, reducción del cristianismo a la
sola
dimensión de transformación económico-oocial y, en general, reduc­
ción a un cristianismo puramente sociológico
y no mistérico».
Describe cómo en el encrespado panorama político la voz de los
Obispos hace angustiosos Jlamam1P,lltos a la pacificación que nadie es­
cucha y los eclesiásticos revolucionarios marchan a la vanguardia del
vendaval
marxista. Ya
no se interpreta
el marxismo a la luz de la fe,
sino que se descifra la revelación a la foz del marxismo. Todavía al­
gunos
sectores tratan de resguardar el derecho a la libetrad de edu­
cación y evitar un hombre-tipo para la sociedad socialista del fururo.
Presenta el panorama caótico que desenvocó eo el pronuncia­
miento militar de 1973
y hace comeotarios de los acontecimientos
posteriores en los que la ava:lancha de sucesos extremista-religiosos,
es tal que de no haber cerrado el Capítulo XXIX y último de la pri­
mera edición, este libro no habría podido
entrar en preosa.
Se plasma en el segundo epílogo y último capitulo de esta tercera
edición,
todo el mar de fondo que agita la situación del país, a través
de
las documentadas

interveociones de los protagonistas de estos acon­
tecimientos.
Son tan copiosas las fuentes de información aportadas, que . cons­
tituyeo el producto de esta ingente labor en fuente imprescindible
para el estudio de la gestación y desarrollo del movimiento cristiano
para
el socialismo en Chile, y de la situación del país batido por
fuertes
,pasiones durante el período sobre el que ceotra la atención
la autora que, fiel a su cometido, procura que sus ostensibles méritos
queden relegados a un segundo plano para presentar di=tameote la
actuación de Ios personajes
y el planteamiento de las situaciones que
van protagonizando los sucesivos episodios.
No es fácil va:lorar suficientemente el
esfuerzo y honradez de
Teresa Donoso, que contribuye a aportar
elementos de

juicio de di­
ficilísimo
hallazgo y a formar a:! lector una opinión completa sobre
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tema tan vital en el campo de fas ideologías y de sus consecuencias
prácticas.
Se deduce un abismo de diferencia entre el filosofar y el
vivir; entre la siembra de idea:s revolucionarias que sirvan bien para
consumar la toma de una catedra:l y levantar un pueblo pero estorban
fa
construcción

sereoa de meotalidades dispuestas
a:! trabajo
vocacional
y abnegado en servicio de la elevación del país. Se deduce cómo la
pobreza colectiva al lado de la riqueza potencial coostituye campo
abonado para los más disparatados propósitos, pero la justa reduc-,
ción de
ta:! desequilibrio

no puede afrontarse a impulsos de la pasión
desatada sino de los altos ideales inductores de una acción
sabia,
constante,

fraterna
y eficaz, en las que se logre la esperanza · que
ofrece
Teresa
Donoso en las últimas líneas de su libro.
Los índices onomásticos y de siglas, con sucinta explicacion del
significado de las entidades que designan, los perfiles biográficos de ciento veintinueve personajes, la relación bibliográfica
y de publi­
caciones periódicas utilizadas, demuestran hasta qué punto resulta concienzuda y útil esta, por el momento, última edición de
Ja obra.
ANGEL MBNÉNDEZ VIVES.
Lu.cien. Morin: LES CHARLATANS DE LA
NOUVELLE l'tDAGOGIJE (*).
Con un titulo tan certero y descriptivo como el de Los ,h,,,-/atanes
de la nueva pedagogía, Lucien Morin se refiere a todos aquellos
«pedagogo,;», «educadores»,

«profesores»,
etc., atacados por la en­
fermedad de la «opiniotitis» u «opiniomania»,
fiérmino con
el que
designa «la manía de tomar las propias opiniones personales
y sub­
jetivas por la verdad» (pág. 9).
El hombre de hoy,
rechazando todo principio y todo atisbo de
sentido común, ha instaurado la opioma.nía, por lo que cree ciega­
mente en «su>> opinión, hasta. que «la ficción y fo imaginario se con­
viertan en realidad, hasta que el error ~ la falsedad se conviertan en
la verdad» (pág. 16).
De este modo, el relativismo .intelectual se siembra por todas
partes (pág. 25), y en educación, la razón, como principio directivo
de ella, es
rechazada (págs.
26
y sigs.).
La opiniomanía pedagógica rehúsa el saber, pero cree siempre lo
(•) Presses Uníversita.ires de France, col. SUP, VendOme 1973, 189 págs.
Hay edición española de Herder, Barcelona,
1975.
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