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Familia y tiempo libre

FAMJLIA Y TIEMPO IJBRE
POR
FRANCISCO CORTÉS BLANES
Continuando la temática sobre el tiempo libre o el espacio dedi­
cado
al ocio, esbozado ya en la XIV Reunión de amigos de la Ciu­
dad Católica, celebrada
hace dos

años en el Hotel
Rocas Blancas
de la villa alicantina de Santa Pola, queremos exponer, en los ac­
tuales momentos, unas cOOiSideraciones acerca de la incidencia que
en este espacio vital del pasatiempo van teniendo los dos elementos
primordiales

de la
familia: padres
e hijos. La rápida evolución de
acontecimientos que nos está tOGU1do vivir hace que podamos com­
parar ciertos rasgos del modo de utilizar «el tiempo libre>> la pasada
década con los de la misma clase en el mornmto presente.
Así, examinaremos las consecuencias derivadas de cómo emplea­
ron sus ratos de ocio un grupo de 467 adolescentes en edades com­
prendidas entre los catorce y
dieciséis años, cnyos expedientes co­
rresponden

al Tribunal
rfutelar de
Granada en el año 1964, por qué
escogieron esta forma de diversión y cómo
éstas inflttyeron en la
manifestación de

sus conductas
delictivas y antisociales.
En un análisis posterior, detectaremos el entorno actual del tiempo
libre, ahora, más que nunca,
manipulado y
en
complet• fase
de dege­
neración. A su vez, podremos observar que ni los proyectos políticos,
ni el desentendimiento de Dios, ni siquiera la técnica, son rapaces de
dar luz a la ocupación de tiempo
1libre, que, mal empleado muchas ve­
ces, precipita al hombre moderno
por cauces de desintegración de las
esencias espirituales, hasta convertirle en Wl muñeco sin iniciativa, que
se mueve por resortes ajenos a sus propios intereses y de los que,
enmarañado, no puede librarse. Terminaremos con unas orientaciones
a padres e hijos, una afusión a la mujer que como ente naturalmente
conservador,

cuya influencia en la
confección de
grandes
secciones
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Fundaci\363n Speiro

FRANCISCO COR:rES BLANES
del tiempo libre indudablemente es decisiva, y uuas citas del Libro
del Eclesiár/ico, que, con criterioo contuudentes y auténtica palabra
de Dios, nos
iluminan en
la
confusión y oocuridad que
nos rodea.
Un ejemplo

a seguir
pondrá fin
a
esta exposición
corta e incom­
pleta, cuyo primordial objetivo
es el

de señalar algunas de
las esca­
brosas sendas
que nos están

desviando del itinerario señalado a los
hijos de la
ilu.z.
Antes de estudiar y sacar conclusiones sobre los datos recogidos
en loo expedientes de

467
adolescentes, en
edades comprendidas entre
los catorce

y dieciséis
años, examinados por

el Tribunal
Tutelar de
Granada

en el
año 1964, estimamos conveniente
hacer
unas obser­
vaciones
previas :
1) Las formas de divertirse, unas veces contribuyen a incre­
mentar la formación y el desarrollo y otras actúan en sentido ne­
gativo.
2)

El niño, con escasa
formación intelectual,
sin
experiencia,
o

no conoce la existencia de los medios más adecuados para
pasar
el rato o no es capaz de elegir entre ellos, actuando por móviles,
no precisamente
razonables, sino intuitivos y emocionales.
3) Veillard-Gybulski han observado que la delincuencia juvenil
es casi siempre «una actividad de un tiempo libre, vacío, y a menudo
una diversión para aquellos que actúan en grupo».
4) El niño siente curiosidad por
lo nuevo, tiene deseos de
descubrir y
de crear, y es sensible a lo bello; pero esos instintos suyos
necesitan ser vigilados y
encauzados para que continúen en buena
liz durante los años de la
adolescencia. La familia, en primer lugar,
y más tarde la escuela, son a quienes ha de preocupar esta tarea.
5)
m papel de los padres en la organización de las diversiones
de
sus hijos es demasiado
importante para ser descuidado.
Son ellos
los que
poco ·a poco tienen que ir enseñánidoles a escoger, a escoger
un

libro, un buen
espectáculo, mediante
el
consejo oportuno, ga­
nándose su voluntad y haciéndoles ver lo ridículo de acudir o per­
sistir ien. diversiones malsanas.
La escuela, con programas sobrecargados, etc., sólo se ocupa de
u.na educación intelectua:1; de ahí que ·descuide, entre otras rosas,
cómo es la edncación en fas diversiones,.
928
Fundaci\363n Speiro

FAMIUA Y TIEMPO UBRE
El porcentaje de las diversiones en el número de los examinados
a
la luz de

sus expedientes, es el
siguiente :( 1)

:
Calle . .. ... ... ... ... 15,7
%
Cine ... ... 37,8 %
Lecturas ... ... ... ... 12,7 %
Vehírulos ... ... ... ... ... 3,7 %
Futbolines ........• -n·--·--·~--_j,i__9' Bailes . . . .. . .. . . . . 3,5 %
Bares ... ... ... ... ... ... ... 2 %
Varios ... ... . . . ... .. . 10,10 %
Sin distracción preferente .. . 9 %
Los porcentajes obtenidos no quieren decir que el sujeto no ha.yª'-----
pasado el tiempo libre en una sola de estas-formas ; a menudo se ·
encuentran combinadas estas diversiones en W1. mismo menor.
La cáJl,.-Constituye el medio natural para el 15, 7 % de los
menores examinados. En eIIa pasan no solamente sus, ratos libres,
sino que le dedican mU escolar,
estos niños
callejeros
ha.n observado conductas deficientes
que
ihan persistido

al eutrar en contacto con
el medio laboral. El
50
% de estos niños proceden de familias completas y la otra mitad
de
padres separados, fallecidos

o inexistentes. En la decisión de
callejeo del niño han
influido razones diversas:

miseria
económica,
v.viendas

superpobladas, insalubres ... , así como aquellas por
las cuales
el niño encontraba su hogar anormal o insoportable. Estos niños se
han sentido
solos, han carecido de caricias afectivas, caricias suscep­
tibles
de motivar un retraso de

maduración psicosocial,
lo que motiva
su

egocentrismo y la tendencia a
buscar placeres

fáciles, no pudiendo
soportar la escuela o
cualquier otra

obligación que pueda significar
trabas a
~u libertad.
En cuanto a la influencia que la cal1e puede ejercer en la con­
ducta

del menor podemos citar: fuente de malos
ejemplos, origen
(1) Revista del In.rtituto de la Juventud, núm. 15, pág. 7, 1968.
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FRANCISCO CORTES BLANES
de pandillas, desvíos sexuales, grupos de niños asociales en los que
la distancia entre los simples juegos callejeros y el delito se van a<:er­
cando poco a poco.
Cine.-Ya en 1917, el americano Burt (2), gran pionero de la
criminología juvenil encontró que el
7 % de los muchachos por él
examinados iban al cine dos o m-ás veces por semana.
--~_,moderoameo!e~ _ _en._l9~--el Centro francés Vau~fesson ha
constatado que el 20 % de los jóvenes delincuerites/ilío.n al cine
bisemana!mente y que el 10 % de los mismos asistían, a su vez,
tres o más veces por semana. En los expedientes examinados en este
apartado, podemos aludir a los siguientes factores motivadores de
su actitud delictiva:
Padres desavenidos, carencias afoctivas, descuidos educati­
vos, etc.
b) Alrededor del 60 % apenas saben leer y escribir. Así, lo
que sería
un obstáculo para otras diversiones, no lo es para
ir al cine. Sólo tiene que sentarse en una
buta<:a y mirar a
la pantalla. Su estado de incultura
no les permite escoger.
Entre muchos medios de diversión el cine es, quizás, el más
fácil y asequible.
En cuanto a la influencia que puede ejercer el cine en la con­
ducta o en el psiquismo del niño, podemos ~itar:
a J Directamente, el carácter erótico o vioiJento, de muchas pe­
lículas actúa sobre el psiquismo, determinando una ~onducta
antisocial.
b) Indirectamente, se le va intoxicando a pequeñas dosis. La
idea que se van forjando de la vida es falsa,
y al enfrentarse
con la realidad puede
soboevenir el

desequilibrio interno o
extern.o.
(2) C. Burt: The young delinquent. University of London Press. Ltd.
London,
pág. 143,
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FAMIUA Y TIEMPO UBRE
Lecluras.-Se encuentra en el informe la afición de los chicos
por las lecturas, refiriéndose a
oowelas y tebeos, especfa:lmente en
los
primeros,
a base de literatura barata del Oeste, policiaca, etc.,
---¡en1ossegam1os~~omÚ11.-la- .
constatación más _significativa es el hecho de que todos estos me-
---~--excepción, frecuentan asiduamente. los espectárul_os cine­
matográficos y que estas dos formas de _div-ersL@es.Aesponden a
necesidades
idénticas: sirven
de refugio al sujeto apartándolo de lo
cotidiano
y son un medio de evasión de los problemas familiares
y personales.
Otras diversianes.-Quizás la más interesante de ellas sea la pa­
sión por los
vehículos. Esta

pasión obedece a motivaciones diversas :
deseo de poder, de afirmación de
s1 mismo,

amor a
la velocidad,
~OVm11ento, __ úidón a la mecánica, y se plasma en di~
-----versos tipos de delitos, infracción .a las reglas -de cirn,Jadóo, lesioaes
por imprudencia, :hgrto de vel_}ículoo, etc· ¡y-J.dia afición es tan fuerte
que muchos de estos chicos nan comparecido más de una vez ante
el
Tribunal Tutelar
por hurtos reiterados de bicicletas, motos, ac­
cesorios de
v-e1ílculos, etc.
Futbolines.-E1 5,5 % de los menores, cuyos expedientes hemos
estudiado, constituyen la forma preferida de pasar los, ratos de ocio
en este tipo de salas. Considerado como pasatiempo no presenta
problemática, pero sí
tiene significación
criminológica cuando sus­
tituye una costumbre o un vicio. Es, muy frecuente llegar a hurtar
dinero para jugar al futbol!n. Además, el ambiente que existe en
estas salas de juego no es el más adecuado para ayuda< a la forma­
ción y adaptación social de un menor. Es uno de los dominios pre­
feridos de los «matones» y, desde luego, muy apropiado, para encon­
trar nocivas amistades.
Ba.iles.-Suponen, en fos examinados, una iniciación a la indisci~
plina en general, y, sobre todo, a la indisciplina sexual, especialmente
por el ambiente que existe en estas salas. Música histérica, mezclada
wn música melódica y lánguida, luces veladas, atmósfera cargada,
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Fundaci\363n Speiro

FRANCISCO CORTES BLANES
consumición ,de bebidas alcohólicas., todo lo cual contribuye a excitar
al joven y sumirlo en lo irreal.
--- ------~-barer Se ,ktccca, en Tos exam:1~'que ñí.ásqu~-;;¡~------­
alcohol que en ellos se consume, perjudican al joven la atlllÓSfera que
allí se respira, pesada y ruidosa, íuegos de máquinas, que~"-~~­
sio:ven
conllr-"""'1lo»--pam aglutinar nuevas amistades.
Conclusiones
a los expedientes del Tribunal Tutelar de Gra­
nada de los menores oomprendidos. __ en_las:._eda.des de catorce
a dieciséis años. Año 1964.
Más que el predominio o-la influencia de una determinada for­
ma de pasar el tiempo libre, llania fa .aJ-eocióo la -ex.istencfa de w1 -
-----------gran vacío -espiritual, de esa ausencia de intereses sanos que yamen=----
ctono Healy fui.ce dilcu.enta -~~-
En ese vacío es donde hay que buscar la raíz profunda de ese
mal empleo del
.tiempo libre.
* * *
Lo explicado pasaba en el año 1964.
¿Qué pasa en realidad ahora, cuando los lazos familiares son cada
vez más

débiles,
cualido fas autoridades que

velaban por las bueoas
costumbres, hor descartadas y etiquetadas con el nombre de repre­
soras, cuando los medios de comunicación están
totalmente empa­
pados

de materialismo sin atisbo alguno de espiritualidad
y, en de­
finitiva,
cuando el hombre moderno, definido por Alexis Carrel como
un ciego espiritual, es el que priva?
Veamos en páginas siguientes cuál es la atmósfera que geoera
la nueva etapa.
Entorno
¿Cuál es el entorno para org,mizar el tiempo libre?
¿Qué atmósfera
n,n rodea para canalizar las diversiones?
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Fundaci\363n Speiro

FAMIUA Y TIEMPO LIBRE
¿Ofrece el dima dominante idettles capaces par" adherirse a ellos,
de
imitarlos?
Siguiendo el libro La impaciencia de ¡oh (3), podemos citar como
notas
características de este siglo:
Siglo de la conquista del espacio.
Siglo de la espiritualidad comunitaria
y do la mesa redonda.
Siglo de
la música

desenfrenada.
Siglo de la civilización
por la¡ imagen.
Siglo
de los
espectáculos de
masas.
Siglo de las protestas.
Siglo de la mujer promocionada.
Siglo de la conciencia universal
y de las discriminaciones raciales,
liogülsticas, económicas, etc.
Siglo del optimismo y del miedo vital.
¿Marca este siglo
el fio de las revoluciones nacionales o el prin­
cipio de la lucha abierta
entre generaciones?
Siglo bifronte
cuyos rostros no reflejan como antes ,Ja risa y el
llanto, sino el frenesí y la desesperación o más mezquinamente la
diversión alocada
y el ,redio.
En ningnoa época anterior llegó el hombre a oprimir a su pró­
jimo como lo
hace actualmente, desposeyéndole

de sí mismo.
Siglo en
el que todo lo que no es tradición es plástico. Imitación
depauperada.
Queremos acabar esta descripción con las definiciones de tres
autoridades:
1) El mensaje de un premio nobel: Solzhenitsyn.
Un mundo que a la vista de una burbujeante ciénaga grita: ¡Oh,
que bello estanque! Y donde mientras unos vierten inconsolables lágrimas, otros bailan
al son de una música ligera. Un mundo eo
que las
escallas de

valores se individualizaron
y todo él rezuma in­
solidaridad.
(3) La impaciencia de /oh, de José María de Cabodevillas, pág. 63 y siguientes, Editorial Católica, S. A., apartado 466, Madrid, 1970.
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FRANCISCO COR.TES BLANES
Todo lo que está lejoo, todo lo que nos amenaza con anegamos
al

instante, así sean
gemidos patéticos, gritos ahogados, millones de
vidas
estropeadas, todo

esto lo
estimamos perfectamente
soportable.
Reaccionamos ante

un gesto
y aceptamos descaradas brutalidades,
pero
ni el
hoo,bre puede

vivir con
dos corazones, ni

la humanidad
resistir esa anarquía moral, donde con nueva terminología vivimos
agarrados por las pasiones de la edad de las cavernas: codicia, en­
vidia
y odio.
2) La observación de un ex rector de la Universidad de Va­
lencia, doctor Corts Grau: «Nuestro mundo está
dando la impre­
sión

de que
han prescrito los derechos del hOOJbre. Se abre una
nueva era con la
decfaración de
los derechos del delincuente. ¿Qué
derechos,
pues, les

quedan a los demás? El del martirio
y el del tes­
timonio. Las conciencias están sometidas a tales trasplantes, que las
declaraciones de derechos parece que sólo benefician a qnienes las
niegan. Todo
hombre, por
criminal
que fuere,
tiene sus derechos
reconocidos».
3) Torcuato Luca de Tena, de la Real Aaidemia de la Lengua
( ABC, 14-10-77). Despoés de hacer un análisis de loo recientes
crímenes en, el País vasco, nos dice que en-el mismo tiempo, y en
el resto de España, se habían cometido un sinfín de atracos a mano
armada,
asaltos a j()ferfas, hoteles, instituciones bancarias y muchos
largos etcéteras que no cabrían en este número, dice, ni con letra
menuda en un tomo de la guía telefónica. Se ha vnelto a emplear
el
sagr,¡do nombre

de la
reconciliación nacional, para

encubrir o
para justificar

lo que en realidad debería llamarse reconciliación con
el delito... Entretanto, el sentido común está de luto, el crimen de
enhorabuena.
Visto el clima dominante, no apto para propiciar la vida del
espíritu y menos aún para confiar ,en los planes de distracción orga­
nizados desde

estas perspectivas, observaremos cómo desde
los im­
perantes

campos religioso,
político o técnico, en
lugar de
encontrar
facilidades,
hemos

de
tomair muchas y, desde luego, enérgicas pre­
cauciones.
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Fundaci\363n Speiro

FAMIUA Y TIEMPO LIBRE
Religiosidad imperante
Parece que d hombre contemporáneo DO se catacterke por un
deseo
frenético de destronar a

Dios
y ocupar su silla. Su porte y con­
ducta es más
de indiferencia.
Primero

se intentó ser
como Dios. Después se decretó la muerte
de Dios.
Actualmente se le

ignora.
El ateísmo no es ya Wla opción intelectual, sino nna manera de
vivir. Sus mantenedores
no se entretienen en justificar esta
actitud,
que ni siquiera se ven obligados a d.eferulaer con sus acros. El con­
torno social DO les es hosdl, pues la incredulidad es hoy un fenómeno
de masas. El marerialismo no es una doctrina, sino una

atmósfera.
La fe de innumerables creyentes "" muy tibia y diariamente se
ve afectada
por mil sugestiones que sin cesar provienen del mundo
en el
cual viven y trabajan. Se trata de un mundo reelabO enreramente
por la mano del hombre. La técnica ha modificado en
gran manera

la
naruraJeza y ésta ofrece a los ojos humanos un espec­
táculo nada más que humano.
Los criterios de eficiencia prevalecen sobre los criterios de verdad.
¿Pueden pretender

ser
hoy eficientes
las ideas
auténdcamente re­
ligiosas

cuya eficacia sólo
en. contados caros se logrará demostrar?
Vivimos

en un
mundo tácitamente crisdano. De boca en boca,
en la conversación diaria, circulan vocablos que fueron acufiados por
Cristo.
¿Se trata
msda más
que de curiosas
reminiscéncias a
punto de
desaparecer?
¿Es

la
luz de
Cristo así, una
luz póstuma, con las horas contadas?
La incidencia del joven, tanto en lo que respecta a su profesión
como
a sus
¡obis, estará privada de transcendencia.
Habrá
de resignarse sólo al pla= a su alcance ... un placer sin
más
allá... un placer que pide ahora... Aquí está todo. Y a no hay
nada
más. Terrible engalío. Total des.ilusión. Diabólica mendra.
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FRANCISCO CORTES BLANES
Proyectos políticos
Las constituciones de los Estados olvidan a Dios y al destino de
los hombres
y ocganizan la vida ciudadana de manera que sólo el
progreso
- a conducirnos a la
paz y a la superación de
todas
nuestras desdichas.
Frente
a

todos estos
proyectos de paz, de bienestar y de ciudad
ideal, oponemos los siguientes considerandos, que nunca los católicos
podemos perder de vista. Nos pueden servir pata fijar las pautas de
nuestro tiempo:

del ocupado
y del libre.
1) La humanidad tiene ya bastante edad pata comprender que
el origen de sus
desventuras no está en

el
exterioc, sino
dentro de
ella misma, en cada uno de sus hombres, ,en el tuétano de sus huesos,
en una específica manera de caminar hacia ia muerte.
¿Qué mom¡ento histórico es éste en que se le dice al hombre que
todo lo anterior es falso, y que ahora caminamos seguros en pro de
una bienaventura,
precisamente aquí, con los
instrumentos
al a:lcance
de los sentidos y con un diseño confeccionado por simples mortales?
2) Sólo los ciegos, los
utopistas o
los cínicos se niegan a ad-
mitir las grandes divergencias existentes entre:
Progreso físico y progreso espiritual.
Perfeccionamiento técnico y evolución política.
Comodidad llli erial
y paz interior.
Incremento de riqueza y distribución de la misma.
3) No está completamente demostrado que uua mente más
racional implique un comportamiento
más razonable.
Del conocimiento a las obras hay una distaneia tal que permite
en el trayecto
todas las adulteraciones concebibles, todas las trampas,
todas

las imposturas. Hay tiempo de ocultar
el fraude y hasta de
. sobornar a los carabineros e, incluso, de intentar una nueva ordena­
ción fiscal.
936
Fundaci\363n Speiro

FAMIUA Y TIEMPO UBRE
4) Se explica el rorundo fracaso de muchos padres, educadores
y autoridades por olvidarse de que: las grandes matavillas se han
hecho desde ceroi de Dios. Del error de creet que la vida petsonal
debe regirse por una conciencia multitudinaria, de que el silencio
no se ha hecho sino
para los anormales, y que la voo de Dios ya no
es
orta que

la quejumbrosa
matra el clamor y el
gritetío de la muchedumbre.
5)
Se nos ha dicho en todos los idiomas y en todos los tonos
que no
puede habet paz

extetiot sin la intetior, que
la paz
es fruto
de esfuetzos
y virtudes positivos, que la paz y la justicia indisoluble­
mente concertadas requieren

uo ánimo de
edificaci6n... Pero
a
es­
cala intetnaciooal, unos por lo que han hecho, otros por fo que no han
hecho, nadie tiene la conciencia tranquila.
¿Imponer la paz?
La paz no se impone: se siembra.
Pío

XII nos indica:
«Los pueblos son lo que los gobernantes son.
Cuando no haya religión, no habrá suficiente fuerza pata soportar
el mal. La ruina de los pueblos no son los vicios, sino los ertotes.»
SI, hay

una equivocaci6n palmaria en
el camino del quehacet
diario: la de prescindir de Dios
y de sus preceptos. Vamos hacia
una termitera aburrida, sumisa, castrada, y este error inminente no
se subsana sin otadón y penitencia. El valle de lágrimas no tiene
desagüe,
por muchos y variados proyectos de constituci6n.
La técnica
Que ha liberado al hombre de muchos rtabajos, lo ha esclavizado
también. Trabajo inhumano no es solamente acarrear piedras para cons­
truir uoa pirámide
sirviéndose del

hombre
como de

animal de
rtac­
ci6n. Trabajo inhumano es pasarse, igualmente, cuarenta y cuatro
botas a la semana
haciendo tomillos,

y más inhumano todavía ha­
ciendo uoa pequefía
ranura en

la cabeza del tornillo.
Habría que expresar
todo esto mediante uo dilema pot detnás
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Fundaci\363n Speiro

FRANCISCO CORTES BLANES
lamentable: o !.ibettad en la indigencia, o bienestar en la servi­
dumbre.
La recnocracia acabatá sustituyendo a las ideologías, y lo hará
ocupando el trono que éstas dejan vacante, reclaroaorlo su centro
de dictador y cumpliendo su mistrn1 función destructota que es ab­
SOtber y arrastrat.
Cuanto más se apoyan los hombres en los artefactos que facilitan
su vida, van haciéndose esclavos de los mismos, igu,cl que el guerrero
corrompido por el pueblo
que acaba de sojuzgat.
El saldo final de la técnica es el de una ciencia que por 1a ma­
ñana se
aplica a descubrir remedios para curar, y por la tarde inventa
una
fea:mdidad patecida para roatat.
Cuando la técnica incide el tiempo libre anulando la iniciativa,
o por lo menos
congelárrddla, llegamos
a extremos como los que
siguen: «Miles de niños hipnotizados
(casi disecados) horas y horas vien­
do la televisión,
cuando lo suyo es estar corriendo y gritando.
»Complejos ,polideportivos
perfectos, pero

sin líderes que entu­
siasmen
y capten el auténtico deseo de los jóvenes.
:,;.Tracrores, ·computadoras, aviones supersónicos, etc., que resuel·
ven el trabajo y el esfuerw, y, a su lado, colas enormes de indivi­
duos sin trabajo.
»G"'1ndes ciudades

de
rascacielos, miles
de
pueblos abandonados.»
Señales indicativas a padres e hijos
Percatados
Ios católicos de que sin Dios es imposible la construc­
ción de
un orden cívico ,estable, de que los planteamientos políticos
sin meta divina:
son simples
utopías
y de que la técnica no puede
ser
un fin del hombre sino un instrumento para hacer más llevadero
el camino hacia
,el CreadM, llegamos a la conclusión de que o man­
tenemos el concepto de que la finalidad del hombre es conocer, amar
y servir a Dios en esta vida y después verle y g,,zarle en la otra, con
todas
sus consecuencias,

aplicadas a las facetas profesionales
y de dis­
tracción, o cambiamos el

sentido del
concepto por el de acomodación
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FAMIUA Y TIEMPO UBRE
a todas las exigencias del ateísmo, de la política antinatura:l y de la
técnica exclusivamente
utilitatia, fluctuante

e inestable. ¿Y por qué
no? Totalmente falseadores del ser
humano, nos

dejamos llevar
~I
precipicio

que representa
el desconocer de donde venirnos y adonde
vrunos, traicionando la fe de nuestros mayores y el magisterio infa­
lible de la Iglesia.
Por lo expuesto, indicarnos a
continuación un
ramillete de orien­
taciones sólo con el ánimo de que sirvan
para reflrnonar y actuat
en consecuencia:
1) Importa mucho que el cristiano, por ser más grave su res­
ponsabilidad,

se
a que puedan quedatle ante la miseria o
desorientación de
sus
hijos.
2)

Son muchos los cristianos que
aguatdan el advenimiento de
un mundo mejor, sin el dolor de su alumbramiento, lo que no es seguir las huellas
3) Un cristiano
que no
se
precipita hacia
Dios con todo su
ardor y vehemencia, ¿no resulta acaso tan inverosímil como u.na piedra
que quedata suspendida en el aire, contradiciendo escandalOSatnente
su íntima naturaleza?
4) Cuando arrecia el enemigo y busca denodadamente nuestro
mal y ruina, ¿no varn,os a decir a nuestros hijoo -aunque los curas
callen- que si la Gmcia se pierde por el pecado, petdemos el único
cable que nos une a 1a verdad?
5) ¿No vamos a decirles, con el riesgo de pasar por medievales,
de que Satanás o el infierno tienen
tauta · realidad

como
la que de­
tectamos diariamente?
6)

¿No
vamos a decirles

que
el Occidente

tiene ya mucho de
muladar y en cuanto nos descuidemos vamos a pasar de ser hom­
bres a ser bestias?
7)
Si encima de las dilapidaciones de tiempo, innumerables
horas televisivas y ríos de tinta de los que ni siquiera emana la pa­
labra Dios sino es para depreciarle, ¿vamos a callarnos nosotros
939
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FRANCISCO CORTES BLANES
también? ¿Vamos a compartir con el mundo que nnestro Padre es
una
entelequia, un convenciona'lismo histórico,
un
producto cul­
rural?
8) Et delo elogiará y premúwá a los padres que supieron po­
net"se en su sitio.
9) La condescendencia en el mal es el gran enemigo de 1"
educación.
10) A la formación de la voluntad fuerte se le dedica muy poca
atención, a
pesar de ser lo más importan,e de la misma.
11)

Los
id""1es de

los
jóvenes los vemos en las paredes de sus
ha:bitaciones, a través de posten: vehículos, artistas, sexo, deporte.
No serán capaces de grandes sacrificios, porque no tienen grandes
idoales.
12) ¿Por qué el sello cristiano no puede impregnar el senti­
miento laboral
y el del ocio dándoles un auténtico sentido y valor?
13) Correr, baifar, cantar, dar la lata, ¡sí!, pero, a la vez, man­
tener lo
puro, no

perder el norte, no
ser arrollados,

saber
decir que
no al veneno de los pecados capirales.
Influencia de la mujer en la oonfección del tiempo li!bre
La confección de tiempo libre, visra desde un ángulo cristiano, ha
de sortear los peligros que nos
acechan, o,
mejor dicho, ha de pro­
curar no quebrar
los Diez Mandamientos.
A
primera vista, existe la impresión de la
impooibilidad de
este
propósito, pero, si se profundiza un JX)CO, como emanación natural,
brotan miles de pasatiempos agrado:bles al Señor, que dejan tranqui­
lidad en
el alma, relax en el cuerpo y alegría en el corazón. La con-·
signa

puede ser ésta: aceptar todas las diversiones que no, ofendan
al Creador-y utilizar ·para ello todos los medios al alcance: deportes,
amistades, espectáculos, 1-ecruras, etc .••. , siempre que no ensucien
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FAMIUA Y TIEMPO UBRJ'.
el blanco manto y la convicción que llevan los privilegiados hijos
de
tan maravilloso Padre.
Quien puede
tener una influencia d estas actividades es la mujer (4).
El nivel de toda
civilización está determinado por el nivel de
sus mujeres.
La mujer ha sido hecha pm, ser madre, ya sea física, ya espiri­
tualmente. En
la vida profesional, la mujer es feliz y, lógicamente,
transmite a los demás esa felicidad
cuando tiene

ocasión de
mos­
trarse femenina. Si la mujer n.o tiene ocasión para mostrar sus cua­
lidades femeninas, que son la ternura, la suavidad y la dulzura, en
sus
horas de

trabajo,
habrá que buscarlas fuera de esas horas si quiere
conservarse
normal. La mujer, por naturaleza, está ligada a la cl<>­
mencia, impidiendo así que el hombre sea vencido por la desespe­
ración.
Así como en la familia la madre es la intercesora del perdón
para el niño frente a la justicia del padre, en la sociedad la mujer
representa la equidad, el perdón y el amor, ella dimana luz sobre el
pasatiempo, interviniendo, esperando, con una sonrisa, con un sa­
crificio y, sobre todo, sin olvidarse de que es mujer y madre
También

la madre, como ser
natural físico,

puede decir
mucho
al respecto. Después de la maternidad viene el ejercicio del oficio
de madre, o sea,
la enseñanza de la obediencia a los hijos. La ob<>­
diencia

es condición
indispensáble de la sabiduría, como nos lo de­
muestran los hombres de ciencia. El hombre de ciencia:, si quiere
conocer la naturaleza, ha de sentarse pasivamente ante ella y decirle:
aqu! me

tienes. Enséñame. Aprenderé de ti. En
la medida en que
obedece a la naturaleza, aprende sus leyes. Cuando tiene las
leyes
de i1a naturaleza en st: mente, entonces puede tira.ducirlas en potencia
recoica y en progreso de la civilización.
Lo mismo ocurre con cl niño. Si ,el niño es obediente, se instruirá
en la sabiduría. Cuanto más obedecemos cualquier ley, más nos
revela
ésta su secrero. «Aqnel
que
hiciere mi
voluntad conocerá mi
doctrina.»
(4) La vida merer:e vivirse, pág. 177. Por el Excmo. y Rvmo. Fulton
J. Sheen, Juan Flors Editor, Barna.
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FRANCISCO CORIES BLANES
El niño obediente, que ha aprendido de sus padres la sabiduría
moral, e..tá preparado para usar más adelante esa sabiduría en su
propio
perfeccionamiento.
Nadie

puede mandar sin
haber aprendido
antes a
obedecer. Si
los
padres olvidan esta responsabilidad para con sus hijos, el Estado
habrá
de

corregir su
negligencia.
El

poder del
Estado es consecuencia del derrumbamiento de
la
autoridad familiar.
Las madtes, mucho más que los políticos, han de
ser
los mantenedores de
la libertad.
La juveotud crece y se madura como el trigo en el campo. El
trigo es sano cuando está bien -arraigado en la tierra y en comunión
con el cielo. La juveotud es norma!l. cuando está bien arraigada en
la familia y en comunión con ías invisibles fuerzas del alma. Arran­
cad el grano del trigo antes de que madure y adquirirá una falsa
independencia que

le consumirá
hasta morir.
Cuando

el niño es
desarraigado de
la sabiduría
y obediencia del
hogar,
le
acontece lo

que
al grano de trigo arrancado antes de su
sazón. Empieza a adquirir una
importancia que
realmente no tiene,
porque no está maduro. De ahí
el tremendo error actual de dejar hablar a los jóvenes
sobre toda

clase de
temas antes

de que los hayan aprendido.
Hemos hablado de la mujer que esparce ternura, bondad
y pie­
dad, fuera y dentro del matrimonio, la que t!ransmite a la sociedad
y a su familia ese maravilloso bálsamo que hace llevadero el peso de
la existencia, la que eoseña, la que ayuda a vivir, a jugar, a relajarse.
También podíamos
hablar de la joven llamada por la vocación
aJ sagrado servicio de Dios, donde día tras día recibe la refrescante
caricia de la
gracia santificante y iuego la difunde a su alrededor
como

antídoto de la
atmósfera pesada que nos invade.
Citas del Libro del, Eck,Niástico que avalan nuestro comentario
Para los padres
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-El que hon'ra a su padte se alegrará en sus hijos y será es­
cuchado en
el día de su oración (3, J).
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PAMIUA Y TIEMPO UBRE
-Como un blasfemo es quien abandona a su padre y maldito
del Señor quien irrita a su madre (3, 7).
Para los hijos
-
¿Tienes
hijos?
lldúcalos y
doblega
su cuello desde su juven­
tud (7, 23).
-¿Tienes hijas? Vigila su rostro y no les muestres un rostro
muy sonriente
(7, 24).
- El que educa bien a sus hijos menudeará ios azotes para que
a:l fin pueda complacerse en él ( 30, 1).
-. El

que
instruye a su hijo será envidiado de sus enemigos y
se alegrará por ello ante sus amigos ( 30, 3).
-Quien mima a su hijo tendrá que vendarle después las heridas
y a todo grito de él se estremecerá en sus entrañas (30, 7).
-Un caballo no domado se torna ind6cil, y un hijo abando­
nado se
toma díscolo (30, 8).
-No les des libertad en su juventud y no cierres los ojos a sus
faltas (30, 11).
- Corrige a
tu hijo y fórmale, no sea que su insolencia sea tu
ofensa (30, 13).
Un ejemplo a seguir
Vivían tranquilos. La suya era una pobreza decorosa y renían
puesta su a;,nfianza y esperanza en Dios.
Todo comenzó con 'la súbita presencia de un ángel, que la saludó
reverente en

nombre
del Señor

y le anunció que ella era la escogida
pata Madre

del Mesías.
A
partir de

entonces, fueron sucediéndose los
dfas como
antes,
pero sobre aquella casa oerníare una temblorosa claridad, transida
de silencios, como la de la lámpara a:limentada de aceite, y la paz
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FRANCISCO CORIES BLANES
de ella y de él, pese a temores e incertidumbres manteníase allá en
el fondo como una estrella anclada en la corriente azul
Poco a poco, sin demasiadas paiabras, iba aclarándoles lo estric­
tamente preciso para que su docilidad filial tuviese algún apoyo, y
ellos, aun sin
acabar de

comprender, iban asumiendo
fieles los
acon­
tecimientos
pot extraños que fueren, que Jo eran mucho.
Si todo
niño al nacer se convierte en ceotro de la vida familiar,
si

los
padres sienten que

aquel niño
es ya literailmente su vida, ellos
sintieron que su misión era desvivirse por él.
Cuidarle y contemplarle en medio de sus trabajos, sin esperar
milagros,
sin prodigios,
sin visiones
fulgurantes, confiados en la
Providencia, sin otra estrella que la de la fe, en su noche oscura~
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