Índice de contenidos
Número 169-170
Serie XVII
- Textos Pontificios
- Actas
-
Estudios
-
Teoría-praxis: un tema humano y cristiano
-
Qué es el jacobinismo
-
De la filosofía política al «cientismo» operativo
-
Frantz Fanon y la fobia revolucionaria
-
Las teologías latinoamericanas de la liberación
-
El Estado moderno contra la familia
-
El «affaire» Galileo
-
Meditación filosófico-cultural sobre el concepto de «oposición política»
-
La educación permanente
-
Sociología del protestantismo (V)
-
Una novela sobre la guerra civil española, ¿crítica o difamación?
-
- Información bibliográfica
- Ilustraciones con recortes de periódicos
- Notas

Autores
1978
La democracia, hoy
ILUSTRACIONES CON RECORTEl'> DE PERIODICOS
LA DEMOCRACIA, HOY
J. L\. DEMOCRACIA ROUSSEAUNIANA
Con ~u lucidez mental y con la transparencia expositiva que le ca
racteriza,
lean Madiran, en su reciente libro (publicado por Nouvelles
Editions Latines,
Paris, 1977) LES DEUX
DEMOCRATIES, ha reiterado la
la distinci6nt por él formulada hace más de veinte años, entre demo
cracia
clásica o natural y democracia moderna o totalitaria.
La clásica no era sino un modo de designación de los gobernantes.
Era considerada como uno de los tres
regfmenes, combinables
entre sí,
que podían
resultar más o menos
adecuados, según las -circunstancias,
en
un
pais y tiempo dadps. No se pretendia, pues, que monopolizara
excluyentemente la justicia
política, es decir,
que en todo tiempo y lu
gar fuera el único régimen justo,
digno y aceptable.
La · democracia moderna se· autoestima el único régimen justo y
considera inmorales
e
ilegítimos los regímenes
no calificados de demo
cráticos,· no se circunscribe a la designaci6n de
los gobernantes,
sino
qué de
por
sf decide lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, de un
modo
inmanente,_ y, por lo tanto, con un poder ilimitado, que se dice
dimanante del pueblo. Este poder la convierte en totalitaria
--como con
secuencia
de
su inmanencia y de su ilimitaci6n-y, de hecho,. no lo asu
me el pueblo, sino los gobernantes elegidos.
Precisamente el
2 de julio de 1978 se cumpli6 el bicentenario de
Rousseau, que
propuso
las bases ideológicas de la democracia moderna.
Así lo recordó, en ABC del 8
de julio de 1978,
José María Valls,
en su
artú:ulo LA PARADOJA DE LA LIBERTAD.
«Aquel 2 de julio· de 1778, hace doscientos años,. dejaba este
mundo
uno
de los mú polémicos escrirtores de su tiempo: Juan
Jaeobo Rousseau. De origen ginebrino, filósofo, escritor, peda
go,go y músico, no se resignó a pasar inadvertido para la His
toria y -dejó a la Humanidad un legado Weológico que aún per
dura. Su vida apasionada quedó fielmente reflejada en .su obra,
que ofrece a menudo pamdójkaA afirmaciones en una misma
página
y aun en un mfomo pá,rrafo.»
1413
Fundaci\363n Speiro
El mismo articulo ahonda brevemente en las paradojas de Rousseau
y
de
sus tesis,
en los
párrafos que
a continuaci6n reproducimos:
1414
«A la hora de analizar sus proposiciones políticas hay que
too.er muy
en
cuenta la observación de Julián Marias que di&
tingue, en Ronsseau, dos, :ideas parecidas, pero radicalmente dis
.tin~ y que responden a los nombres -de ''voilonté générale" y
"volonté de to,uts". Esta sería la voluntad de cada individuo su
mada
a la
de los demás; aquélla, en cambio, al corresponder a
la voluntad de. la -mayoría, sería la voluntad-800ttal de toda la
sociedad. Estm voluntad general ~ según Rousseau, la que
marca la pauta de actuación de 1:mant0& forman pane de la so
ciedad; es la liniea regla válida de conducta y Ja única garan
tía
de
lihedMI individual.
»Esta idea de Rousseau, además de aportar a la so.ciedad
moderna
el meeanismo electoral del sufragio univ-ersal y direc-
10, ha traído de la man·o la "paradl)ja de la libertad". Para
Roussea:~ aquel que. se desvía de la voluntad general,. se · desvía
de la libertad y por ello la sociodad puede obligarlo a conser•
var m libertad obedeciendo a la mayoría. La coaeció~ así, de
jaría de ser coacción y las dictaduras pasarían a ser el paraíso
de la libertad. ¿ Cómo armonizaba Rousaeau. esta afirmación con
la que airve ,de 'COlllienzo ai "Emilio", y que dice que todo
lr.ombrWt nace libre? La conjunción no está muy clara y por
eeo aparece la paradoja. Sin embargo, hay ·algunas notas en su
o,bra que pnederi dar luz al tema. Parai RoUSBeau, el hombre al
canza w máximo grado de libertad en su condición de ciudada
no~
no siendo realmente hombre hasta que no ee plenamente
tiudadano. ¿Entra es1:0 en contradicción con su famosa teoria
del hombre natural? Puede ser., pero esto es tan normal en la
vida de Rousseau que no merecería ma¡yor atención si no fuera
por la
impodaneia intrínseca del tema. Ro:osseau era calvinista
y poeeía, por tanto, un llCUSBdo sentido de oondeoación etuna.
Al enfrentar su vida con esta condenación, encontró la salida
de enlparr a la sociedad .para tranqulliZM' 811 conciencia. Este
descubrimiento de Ro118B8au, utilizado conio táctica, es uno de
los principioe básicos materialistas a la hora de eliminar el
sentido de responsabilidad individual.
:>La salida de esta maraña lia intuyó Tomás de Aquino mu
chos siglos antes. La libertad no es una eonce&ión social, sino
un valor intrínseco
de1 la naturaleza humana, ligado estrecha
mente: con la nzón. Cuanto más racionalmente se actúa, más
libre se ee. La lógica de los sentidos, o vida instintiva, tiene
Fundaci\363n Speiro
poeo de libre. El ho,mbre, como ser socia:l, v,era stempre recor
tada su libertad '0D detalles ci.reunsmn:ciailies, como salvagu:ard-ia
de la li.bortad ajena. Esto no puede eJCtnlñar a nadie, a no ser
que se pretenda que, el mundo es, como diría Hobbes, la lucha
de todos contra todos. La sociedad, en principio, no debe es
clavizar si está bien e&tructurada. El desarrollo human.o se con
suma en sociedad y ésta debe apoyarlo y fomentarlo. La solu
ción a la paradoja no, es patrimonio de ninguna ideología con
creta, siempre que se respete -ail hombre como lo que realmen
te es.>
En YA del 6 de enero de 1977, Gregorio de Yurre, en un artículo
titulado
Dos DEMOCRACIAS, refiriéndose a las de Locke y de Rousseau,
señala c6mo
ésta
puede conducir,
con absoluta
lógi.ca institucional, al
totalitarismo:
«Existen dos importantes escritores europeoa que colaboraron
eficazmente a
la formulación
de una filosofía política demo·
eráti.ca: Locke y Rousseau. Son, &in embargo, democracias di
ferentes.
:.Toda la teoría del filósofo ginebrino se orienta a combatir
el absolutismo de Versalles. Pero su teoría pasa de un extr-emo
a
otro, y después de condenar el poder absoluto del monarca,
afirma
ei absolutismo de la voluntad general. .. >
«Esto conduce a la proclamación de la voluntad genenl
no sólo como norma del orden político, sino también como
norma único: y suprema. La soberanía radica en esa voluntad y
es soberanía absoluta, sin límite. Este aheolutismo encierra gér·
menes
dictatoriales y totalitarios que no
podemos admitir. Hi.t~
ler ordenó el exterminio de los enfermos incurables i;y de la
raza judía; tal mandato es criminal, pero no sólo porque es
orden de
un dictador, sino, sobre todo_. porque. es -Ia denegación
al hombre del derecho natural a la vida. Si tal orden la hubiera
aprobado !la vollElltad ~ no eamhiaria ele natomlleza; seria
igualmente criminal.
»Tales eon también los principios que encontramos en la
democracia jacobina. El concepto de derecho natural, mane
ja:do
en la épo_ea de lai Revolución francesa, tenia un sentido pu
ramente hedooista e individuelista y se orientó a respetar el
despliegue
de 1'a ac'ción e incluso pasión -de los individuos. Pero
nunca tuvo carácter socid.; queremos ,decir que no reeon:oeió
el dereeho de 1a soeied8.d y, por tanto, de los grupos en los
que está organizado eil pueblo: el det"echo natural de la fami-
1415
Fundaci\363n Speiro
1416
lía. Las entidades looiiles y regional$, de la& proifesiones, iglesias-,
clases y grupos humanos más neeesitados .... >
«Del reconocimiento tan -sólo del individuo y de sus-puio
nes individuales se pasa fácilmente al absolutismo revoluciona
rio del Fisrado. Con razón escribe a este pro-pósito Hen.ri Brug
mans: 'Todos estimaban que el individualismo, que había ins
pirado a loa, jacobinos, conducía lógicamente hacia una atomi·
zación de la Sociedad, la cwd. a su vez -suscitaba el Esta.d.o ab
soluto como oontrapartida
de
la atomización: con la polvareda
de fos individuos se Jmce el cemento de ios Estados to.talitarios"
(Ro;ogemont).
»Todos, en fin, estimaban que el "compromiso" cívico se
hacía cada vez más ,difícil a medo.da que -el Fismdo se centrali
zaba y absorbía "las comunidaides intermedias, territoriales,
funcionales o profesionales, inelmo la célula primera de la so
ciedad que es la familia" (L'ldée européenn.e, Brujas, 1965,
¡,ág. 62).
»El F.stado absoluto es eentralizador y
dictador. Nada tiene
de extraño qué trate de centralizar en sus- manos tocla la ense
fianza
y d. sist!ema de educación y pretenda dietar a todos los
ciudadanos del país una de.terminada ideología. En la dictadura
mental y e&piritwil coineide el Estado jacobino con el Estado
totalitario. ,Se -dice que el Estado es, en razón de su naturaleza,
una
entidad laica qo,e nada tiene que ver con la re1ligi.ón. Si
por laico se entiende un Estado servidor de !la cultora, eonfmme
a las _exitiencias de: las _familias sobre las que recae el deber y
el derecho de educar a sus hijos, la expresión e1 admisible:
designaría
w, F.stado ideo/ógicamente neutral, destinado al -·
'"icio de todo e,] pueblo, y de los diversos entes en los que está
_crganizado.
»Si por laico se entiende un Estado at,eo-, vinecdado por ello
a
una ideología que -trata
de
imponer a todos. l:oe ciudadanos,
entonces rechazamos de plano tal F.dádo, que tiene más de dic
tador
que de democrático. En tal hipótesis se oomete un atro
pello con los dereehos natorailes de la familia creyente. El pue
blo creyente
es también miembro del
Estado y paga los
corres
pondientes impuest-os para que· el Estado lo~ '.invierta en el sis
tema escolar
-y
educativo, pero
tales impuestos sirven única•
mente para atender a la 'f.Bcuela ofi~ que es adversa a la
enseñanza y educación religiosa. Tales familiaa han de orga
nizar por
su
-cuenta el sistema escolar de sus prefereneiait, pero
para -ello han de realizar un nuevo desembolso. Ello quiere
Fundaci\363n Speiro
decir que tales familias son infraciudadanas, ya que el Estado
adopta una: postura de clara discriminación.>
Esa sociedad de individuos que por mayoría elige a sus gobernantes,
es
difícil que mayoritariamente no acabe por preferir a quienes dema
gógicamente ofrezcan a los
más igualarse
con
las élites. Se trata de un
proceso
ya previsto por Tocqueville, en su libro DB LA DEMOCRACIA EN
AMÉRICA; en esos Estados Unidos a los cuales se -refiere Willi.am Man
chester en su reciente artículo, publicado en el NEW YORK TIMES del 15
de julio de 1978, con el título UNA LEY DE INVERSIÓN: LA NIVELACIÓN DE
LA SOCIEDAD AMERICANA. De él se ha hecho eco Julián Marías, en EL
PAIS del 10 de agosto de 1978, en su articulo DEMOCRACIA -POLIT1CA Y
DEMOCRACIA MORBOSA.
«Para Manchester, se ha Uegado ·a una sociedad "apasionada
mente igualitaria" ; la "nivelación" se. ha convertido en una re
ligión 8e'C11lar, una fe intolerante. Se hon-an o envaguecen ilas
distinciones entr'e :las clases, [as gencracione6, l:oai :sexoe, sacrifi
.eaidas
al ltótem de la absoluta igualdad. Da una lsrga lista de
ejemplos, algunos has.tente cómicos; C'a'Si todo&s en el fondo, es
peluznantes. Desapareoen todas las marcas de distinción, se
sus
tituyen por ''una extraña, falsa humildad". Manchester llama a
esto, ci.tando a oitro escritor, "la ,consecuencia social de la demo·
cracia".
Y afiad.e por su icuenta: "Uli democracia, escríbase en
grandes
letras, es una :forma de gobierno qu_e es aeeptabfo pon¡ue
lu alternatiTil:8 no lo son. Debería confinars:e a las eleccionee" .
.»Y concluye con algu.nais fórmulas felices. Por ejemplo: "Los
nifios bien dotados no. tienen derecho a una atención especial,
aunque ioe niños rotrasados sí lo· tienen; como-están p:9r debajo
del nivel gener8il, hay que ielffl"arlos hasta él." "En una palabra,
se ~a de nosotros que miremos: de lllrt'iba a abajo. a los que
están poc encima de nosotrols, y de ahajo ·a arriba a los que están
por debajo." La Bupleciorid:ad es, en ,sí misma, sospechosa, y ,todo
dl mundo intenta parecer, hahlu y eer como todos los demás,
y
así, se eliminan todoe los atributos que en 0:tro tiempo dis
tinguían a 1lllil6 ipel'SOOOS de otras. Manehester piensa que esto
coll511-ela a los que tienen ~ barrunto (ueu.almente justificado)
de qne son 1:'eial.mente ~s.
»La consecuencia es que "J.as almas extraordinui-818" quedan
en desventaja,
y
no
son: ellas, sino ''la ese.orla, de b -sociedad"
quien determinará [·a
ro.ta.»
14n
Fundaci\363n Speiro
Julián Marias, hoy, como Ortega y Gasset ayer -recordemos su "No
es esto, no es esto"--, se afe"a. a su utópica concewión de
la
democra
cia política, sin
aceptar
lo8 efectoa sociales que, más o menos a la larga,
produce inevitablemente por su propia 16gica. Asi escribe:
i«:La democracia il:e parece a Ortega ,.......,como hoy a Mancli.es
ter----exiccl.ente: "Al amparo dle esta noble idea se ha deslizado
en la eoneiJemcla pública la perversa afirmación die todo il.o bajo
y ruin." Y lo aclara en segulida "La dem.o1C1'9cia,, oomo-: democra
cia, es decir, estricta y excl:nsivam.ento -como nonna del Derecho
político-, parece una cosa óiptima. Pero la :democracia e:,wsperada
y fuera ·de eí, la ~ en 1'1 pensamiento y en :el gesto, la
demooracla en ·el corazón iy ien ia costumbre es el más ,peligroso
morbo que puede pad,,oor una sociedad".>
A su juicio, sin embargo:
1418
i«. ••• no se puede ser "sólo .demócrata". El amigo de la jlllsticia
quiere igual.dad ,de dereohos para todo lo q,re en [os hombres
hay de igual.dad; ¡pero siente la mh,ma urgeocia por legitimar lo
que Juey de desigual entre J.,. hombres. Y ooncluye: "Quien ..
irrita .al ff!I' tratados desigualmente a lOB iguales, pero no se in
muta al ver tratados igua1mente a IIO!sl ,desi·gwdea., no es demó
ocat:a, es plebeyo."
>La razón
de
esta
actitud es el ll"e9eDti:mi.eto (Ortega se r&
fiere a Nietzsche y alude 13., SdheJ..er, en 1917, no. se olvide).
>El hombre que se siente infurior se afirma negando la-s cua
lidades de que earecei; &, la inversión de los valores; io. wperlor
ele supedi~o a lo inferior, que triun&t. "Vivimos --diae Ortega-
rodeados de gen.tes que no· ee estiman a sí mismas, y casi siempre
'Con
razón
... Cuando se
quedan solas, les llega diel pro¡pio corazón
bo011119das de desdén para sí mismas. Es inútil que po.r medio de
astucias inferiores ,co,nsigan haoor papeles visto80'S en ia: sociedad.
El aparente triunfo $Oclal enrenena más su interi:or, 'l"e'V'elán!doles
el doi,eqoilibrio inestable de su: vi~ a toda: hora amenazada de
un justiciero derrumbamiento." Y iconcl.uía Omga:: ''Peri.o.distas,
profesores y ::políticos sin t:a:lento componen, por tal razón, el
Estado Mayor .de la en.vid.is, que, oomo dice Quevedo, va tan
flaca· y amarilla lpotque muerde y no eome. Lo que hoy llama
m'Os 'Opinión póblica' I)"" 'demooracia' no es en gran parte sino
la purulenta sooreción de esas ahnas rencorosa&">
Fundaci\363n Speiro
También es verdad lo que el mismo Julián Marias dice respecto de
la
democracia política y de la democracia material, que él califica de
morbosa:
i«... Es -sabido ,-...a,UJllque no generalDl'ellllte reconocido--que
la democracia política no florece más que en partes reducidaa
del mundo.. Si se examina la lieta de miemhnni, idie las Naciones
Uni~
la
,domoeraci.a
política im.pem en muy pocas, y la de
mocracl.a morb"OA ,triunfa ,especialmenre (no-exclusivamente) don
de la política falta. :.Así ha ocmriOO en España durante los últimos
deceni:ols, mucho más que cuando, durante una etapa, de -demo.
cr®ia polítiea, Or11ega eacrihía el artículo
que he comentado.»
Precisamente el democratismo mate~ básico de casi todos los re
gimenes totalitarios,
babia penetrado~ en especial, en la propaganda,
dentro del sistema franquista,
y esa
penetración ha facilitado su
actual
explosión
en
la
nueva democracia politica. No olvidemos que en ésta
gobiernan muchos
poltticos del periodo anterior, -durante el cual bastantes
de
ellos estuvieron
situados en importantes ministerios, donde trataron
siempre de promover e imponer un igualitarismo prórimo al
caracterís
tico
de las llamadas
democracias materiales.
H.oy se produce un verdadero alud de igualitarismo morboso, con el
paso fáctico de
la soberanía al partido representante de una mayoría
desde
bastante tiempo atrás empapada -por
la propaganda
polttica
y
por
el progresivismo religioso- de un igualitarismo social
en una socie
dad
que venia siendo
desjerarquizada --desde la
familia y la empresa
a todos los demás
cue,.pos intermedios-y en la que fueron sustitu
yéndose
las estructuras sociales por el monolitismo del aparato politico
que hoy perdura monoPolizado por
el
consenso del partido en el poder
con socialistas
y comunistas.
II. ¿Bx:ISTE VERDADERAMENTE, Y EN QUÉ SE TRADUCE, LA SOBERANÍA PO
PULAR?
Juan Valle! de Goytisolo, en EL ALCAZAR de 23 de mayo de 1978,
comentando
el entonces Anteproyecto de Constitución, señalaba desde otro
ángulo~ c6mo Rousseau
conjuga el concepto
bodiniano de
soberanía
con
el, propio
suyo, de la
aliénation totale de todos los individuos en
la
mayo,ta:
«SubrayelD06 ante todo que, a través de Rousseau, se re
coge de Bodino el concepto de soberanía. Elfos de Tejada
-que
Dwa llevó consigo euando, bajo la perspectiva de nu.es-
1419
Fundaci\363n Speiro
tros ojoo humanos, más falta parecía hacernos-, en su último
Mbro sobre el Franco-Condado Hü,páni
tal diferencia existente entre el régimen de la monarquía de
las Españas., respecto de la teorizada por el francés Jean Bodin:
ºCuando el ara~ Gaepar de Añastro e Izunza vierte al cais
tellllllo Las Repúblicas de Bodin,, -holicamente emnendmlas,
pone entre sus correcciones la de que los hispánicos no pueden
aceptar la noción de la soberanía, debiendo sustituirla por la, de
la suprema ~ dado que la, soberanía es poder-ilimitado
por
micima de los cuerpos social~ mientras que la suprema
auctoritas implica que cada cuerpo político, incluidas las potes
tades del monarca, está encerrado dentro de unos límites. Por lo
eual, los hispanos, incluidos los juristas del Franco-Condado Hi&
pánico, eran hostiles a la souverainreté hodiniana y luchaban por
sus
fmn,chises peculi_arísimas
...
" Es
el
mismo criterio que observó
en el
hispánieo jurista de Ná:i;toles Ant1;mio Lanario, cuando sen~
taba que pote,ta., . absol,uta """ po,est dare ¡,. Repulilka política,
et benie o:rdinata. Y es idéntico al expresado, en eil siglo XIV, por
el menmet gerundense 'Y obisJl'O de Valencia, Fnmcesch Eixime·
nis, cuando, al explicar. '° pacto político~ destauha que "jamás
las
,comunidades. ·dieron la pote8tad absolutamente a nadie sobre
sí mismas. sino _con ciertoe pactos, iy leyes", y que las ease·s, al
pactar las comunidades, :para sn mejor bienestar, ceno se privaron
de la libertad, pues .la libertad es una de las principales excelen
cias de hombres libres''.
>La wutieramdé_ bodiimma se [a atribuye Rousseau al pueblo,
en el arbitrio de cuya mayoría todos y cada uno de sus indivi
duos collqlOnentes alienan totalmente todos sus derechos ... >
Esa aliénation totale, por la cual la mayoría relativa de electores se
impone
a todos
los electores y a "las no electores, inviste a los elegidos del
poder absoluto
dlmanatite de ellá. Eso también lo recordó Vallet de Goy
tisolo, en EL PAIS del 18 de agosto de 1977, en su artículo LA LEY, ¿Ex
P~IÓN D_E LA VOLUNTAD DEL PUEBLO?
1420
«El insigile polígrafo Joaquín Costa comentaba, hace unos cieÍl
año.~
que ''el doctrinarismo francés que impera despóticamente
en inuestras escuelas y ante todo& nuestros pani.dos· políticoe":
'\,1-a'ica los miembros
del F,stad'o. en dos grnpoa, se:parado:s uno
de otro pór rió. verd.adera1 'abismo:· de un lado; ·1a autoridad, el
Gobiemo, los depositarios del poder, el país-legal; de otro, los
sóbditós,
el :pai-s 1eleetor, -J.a. trtaisa cáótica, · -cuya misión se cifra en
teramente en obedecer a aquellos a quienes ha constituido en
Fundaci\363n Speiro
órganos suyos, despojándose de su soberanía". La volonté géné-
1a/,e, ¡concl:o¡ye en la aliénat,i,on, torale ... !
»Y, hablando de los liberales españoles de su época,. proseguía
Costa: "Piensan que el pueblJ.o· es ya rey y .sioherano, porque hain
puesto en sus mano-s la papeleta electoral: no lo creáis, mientras
no ae reconozca, además, al individuo y a la familia la libertad
civiJ., y al. ·conjunto de individuos y de familias, el derecho com
plementario de e&tatuir en forma de costumbres, aquella soberanía
es un sarcasmo; representa el derecho de darse periódiieamente
un amo que le dicte la ley, que le imponga su vobmtad; la pa·
peleta electonl es
el harapo de púrpura y el cetro de caña con
el que se disfmzó a Cristo de rey en el pretorio de Matos".
>La lihertad civil la sacrifican hoy no sólo todos los sociaJ.is..
mos, sino también las social-democracias que consienten un li
bertinaje en las costumbres ·y someten al ¡mehlo a un intervencio
n:ismo siempl'e creciente, Toeqo.eville,, en
'SU obra De la J.emocr11¡,
cia -en Amé~ lo había ya intuido: "Loe pueblos demOICl'áti.cos,
que han introducido la :libertad en la esfera política, al mismo
tiempo que -han ac:reirentado el despotismo en la esfera adminis,.
trati.va, han sido -oonducidos u singolar!idades bien extraiías. Cuan
do se trata de manejar los pequieños negocios, donde el simple
buen sentido puede bastar, se estima que loe ciudadanos son in
capaces; si se trata de gobernar el E!at.aido, ee ~nfían a estos eiu~
daidanos inmensas prerrogativa&; se les hac·e altemativament.e los
juguetes del soberano y eUB amos; más que rey,es y menos qua
hombros."
Pero, ,proseguía, uesi difícil de ooncebir cómo hombres
que han renunciado enteramente al hábito de dirigirse a si mis
mos ,podrán oo,nsegoir eiegir bien a quienes deben conducirles".
>¡Soberanos teóricamente en lo que no entendemos; y, prác
ticamente, en perpetua menor edad en lo que constituye nuestra
respectiva esfera!>
Recientemente Carlos Valverde, en TRIBUNA P'ÚBLICA, de ABC del 9
de noviembre de
1978, se
ocupa de esta pretendida
soberanía del pueblo,
bajo el título PlraBLO, CONSTITUCIÓN, Dms, y hace, entre otras, las ob
servaciones que a continuaci6n recortamos:
«Presenta obvias y serias dificultades tal teorí·a (utopía) cuando
se
quiere lleva;r a la práctica. Se 1e dioe al Ptteblo con halagüe
ñas
palabras que
él es d soberano, pero en realidad va a sega:ir
.siendo
el súbdito. Lo ·que va a hacer con su suíil'agio es ratificar,
decir sí o no a algo1 que le -dan hecho,. a una Constitución o .a
unas leyes que ni él ha Jwcho -ni está capacitado para compren-
142!
Fundaci\363n Speiro
der y para valor-ar. Va a; tener que decir sí o no en el caso de
la
Constitución o de ·ottas letyes que ,se ie propongan y que, en
cua-lquier ICBSo, serán muy pocas, a mi montóri -de a:rtíeulos si
mnltánearnente, sim.
poder diseemir, ni opinar, ni discutir, ni
distinguir, ni
matizar. Ya
sé que a -esto se responde que es im
,posible qne opine,
que discuta y
que
legisle un
soberano
formado
por todos fos españoles mayores de dieciocho año~
qoe-eso es
"el pnehllo", y que para eso están los partidos políticos. Pero
entonces
la soberanía pasa del .pueblo a los partid06 polítieos, o
mejor
a llos diri,gentee de los partidos poHticos. Entonces, el
pueblo ya no es d so!bierano. Es verdad que los ,representantes
de
los
partidos poilí1li.cos fueron
elegidos por el pueblo, pero
todos
sabemos que el pueblo di.ge esos representantes sin cono
cerlos, sin 'COnocer con wridád y exaetitud sus programes, sin atis
bar ,sm ocultas intenciones, sino únicamente por una remo·ta y
afectiva, inés que miciorntl, aproximación a lo que creen ser sus
preferencias.>
«... Además, después de elegidos los representantes de los
partidos políticos, prá:cticamente
se aeahan casi
por
eompleto las
'funcione& de ese pueblo al
que
la Constitución llama soberano-.
Empiezan a ser soberanos 1-egisla!dores los representantes de los
parti:dos mayoritarios. Es decir, que lo de ia soberanía popular
es una mentira y un engafio.
»Probablemente es mejor que
el pueblo, no sea el soberano.
Si de v.erdad el pueblo fueSe el ,so/berano, tendríamos un soberano
muy ignorante, muy incuilto, mury violento, MUIY imprudente, ah
,soluta-mente inepto y,
además, sin súbditos. _Ee un principio ge
neral de Derecho que -el legislador-no puede oWgarse a sí mismo.
Padr:ía suceder 1o que sucedió en la Francia del terror de 1789
a 1799,
en que el puebl~ 'O· fuerza de escuchar que éll era el so
berano, procuró sedo. Pero entonces, ¿por qué y para qué ese
sofisma -de la soberanía popul·ar si luego :los partidos -ilos diri
gentes de lo-s partido.s---. dicen y van a decir: los soberanos somos
nosotr~ y vosotros, el pueblo, sois los súbditos y ten-éis qne
obedecer?»
fil.
LA PARTITOCRACIA Y EL TOTALITARISMO OUGÁRQUICO
Un ulterior desarrollo de la democracia moderna, en el intento de
que la orientación de
1~ masas sea pluralista,
ha
dado· lugar
a que los
partidos políticos
se· hayan
considerado como piezas fundamentales de
1422
Fundaci\363n Speiro
ella. Con esto se ha llegado a LA PARTITOCRACIA, que es precisamente el
titulo de
una obra de
Gonzalo Femández de la Mora (Madrid, Instituto
de
Estudios Políticos, 1977), que nuestro amigo Francisco José Femán
dez de la Cigoña ha comentado en EL ALCAZAR del 29 de abril del mis
mo año con el título
LA. GRAN MENTIRA..
De ese comentario son los recortes que siguen.
Asf:
«Gonzalo Fernández de la Mora acaba de publicar un libro
ifofiniti.vo sobre
uno de
loe más importantes temas de la ciencia
política,
en primer plano- en d. hoy de nuestra patria: !los parti
dos (La partit,ocrada; Inatitrllo. de Estudios P<>lítioos, Madrid.
1977). Desde 1.1111? :perspectiva aséptica, sin juicios de valor ni doc,.
trinarismos, Femández de la Mora examina la realidad de 1~
partidos, recogiendo las opiniones de loe principales especialistas
en
la
:maJteria. El resnltado
es
abrumador para el sarampión de
moliheral que hoy parecen sufrir gran pa·rte de nuestros po·
líticos.
:>Concluida ls lectura, apenas nada queda en pie del edificio
políti,co del liberalismo, hoy tan admirado por los turistas de iLa
política como los otros pueden extasiarse ante una catedral de la
Edad
Media·. Poco más que un sietema. arhitrari0; que hay que
juzgar SOilamente por aos resultados, que suel'611 ser ,en. gleneral
matl.ois.
La v,olluntad general es un
mito;
d. gobierno por d pue
blo, una e"l)resión pnnmrente r-etóri·~ !Y' iel mandato del puehlJ.o,
unai
ficción juridiea ... >
«Resulta de todo -ello que el pretendido gobierno democrá
tico no es más que una oligarquía en ia que los dirigentes-de
los partidos crean, manipulan y usufrtJ:ctúan una :misa voluntad
popular que ilegitima un poder autocrático y dirigido no al bien
comú~ sino al del partido qu~ ID8ftU.ralmente, coincide ·con el
suyo propio. Es la versión política del viejo cuento de Juan
Palomo.
>La exposición de los sistemas electorales resulta demoledora
pára todo .aquel ~ .trascenldiendo ,el mero 'Cllrácter instnn:nen
tal de la lll'IUli, pretenda ver en ella un sancta $lll&Ctorllm de, la
democracia. Las iarbitrariededes del sistema, de cualquiera de ellos,
el sometimi·ento de 1oe diputados a laa consignas del partid'o aun
en
.contra de las propias convicciones y de los intereses reales
de ila ¡Patria, la de8i.gna.ción de candidatos, la fijación de cirC'llllS•
cripcio.nes, las
propagandas eleotorales, las zancadillas y golpes
1423
Fundaci\363n Speiro
hajoe, ---cuánto de ello ito estamos conociendo ya en E&pa
.ña baatante iaot-es de abrirse la -eampaiía electoral-DOS CO•
locan anre un tinglado de farsa que no -la más mf.
Dima adhesión intelectual. No queda ante ello otra postura
que la ,del más radical pragmatismo: vale, si el resultado es
bueno.; no vale si es malo. Pero nada de ,derechos del hombre,
dignidad de !,, persona, soberanía mwional, voluntad popular,
ole, -Esas preoondidas legit:imMioru,o que hoy llenan la boca de
tantos de nuestros políticos -y a cualquier con s:e llama poli~
tieo en muchas ~casiones--, o SO'll mitos y ficciones o, cuando
tienen verdadero valor, como por ejemplo la dignidad del hom
bre, se mueven en -otra galaxia, distante añQI& luz de 1a, preten
dida dem,,craciil»
.:,, , Dada la pluraLidad 1100ial, el mu!lti_,;di8'Do parece más
conforme con las -teorías de la representatividad. Sin -embargo,
conduce
'el país a la ama,rqu:ía Y como reacción, a la dictadwa.
La concl.ueión no es menos de.sesperaozadora para los ideólogos
del demolibemlismo: "como gobernar ee más ineludible que re
presentar, la d.ena:®raeia inorgánica prefiere mutilarse en vez
de morir". Eu resumen, falsear la de-mocracla.>
El propio Fraga Iribame, en tercera plana de ABC del 18 de octubre
de 1978. con el título
LAs PARADOJAS DEL CONSTITUCIONALISMO ACTUAL,
reconoce esta realidad:
1424
!
docru, ea la inteooión de poner limites al poder y respoosabili
dadea ,de ¡.., gobermmtea en e!I ejercicio. del Poder. Pnes bien, la
reailidad 00 las cosas -va,. en 181 ptáctica, en una dirección com
pL,,omen"' ,di&tin1'1. La& Comltitucio-actualeo, cada "'" más
extensas iy omni..eomprensivas, han ampUado de modo increíble
las fundo,... y los poderee .i..l E8tlodo y .., eonsidera un o,-gullo
de
sos autores el que euiallqu:ier programa político pueidia reali
zarse dentro dé 811 marco; cuando j-nstamente el papel de la
ConstituciOO· es ovi.tar que uadie pueda ir más allá de unos límites
bien trazados por .t<,i(os.
>'Las bases de ~ omnipotencia 'COOStkucionail eon muy senci-
1.1:as. En primer lugar,--la diccla:ración de la -soberanía popular.
Es obviio· qué el pueblo., cómo tal, no gobierna; pero loa que
gobiernan, aetruu>do en BU nombr.., pueden hocer cualquier coaa.
Al pueblo se le repreeenta; se pro:cuN que no pueda ocurrirsele
reclamar ,,le ou. represontllllleo, d>luyeodo la reopo,nsal,ili,d,ul, eo
las -1'8.l'gas liM:as de-b. representación -propoteiomd; y· eludiendo
Fundaci\363n Speiro
cUJidadoeamente, o-limittmdo mucho, las i.miltitu.eio~ de dJemo,.
CN1CJia tEiem.idn-eeta, tailiee tttmo la iniciativa popular, el referén
dum y ia rffi'OCIIICión do 10!:3 malos representantes.
»La segunda vía ea la partitocraci'a. Los partidoi!i políticos van
monopolizando tteclentemODte el _proceso, polideo. Las Cámaras
no ,debaten·, una vez que Las solucioD!eS están dadas ,de antem:am>.;
no -eontroilan al Gobierno, l:mlo que éSl'e es el que eo-ntrol:a a las
Cámaras. Montesquieu. ee.peraha que separando-los poderes legi&
lativo, ejeeati.vo y judicial se evitaría el abuso dd Poder; hoy
los partidos controlan a 1a '\"eZ a los dos primeros y han iniciado
el asalto a la independenei:a judicial. Y obsérvese qne euando ee
escribió El espí,ritu. de Zas leyes no -exi&tían· otros dos po,deres
mái!i: d administrlm.vo ly' el de la inio.rmación. Hoy un parti.'00,
o une. -eoalilción de partidos, controlando los cinco poderes, ma
neja un ,capital político que jamás tuvieron los Reyes absolutos
del Antiguo Régimen.
>-El tereer punto es -Ia expansión de la función fogislativa.
Cada vez
,se legisla más; [as n1ll1ler0sals l,eyes se pr;olJ.ongan en
innUJDel'11lbles decretos ·(leyes motorizadas) y órdenes ministeriales
(decretos aerotransportados). Las ConstitucioDlelS aetnaJ:ee, C'Omo
el rey Midas, que cuanto tO;Caha lo coD\'lertía en oro, lo han
convertido
todo en materia 1.egislahle. 1m tituios relativos a de
ireehos humanos,. llhertm:Ies públli~ princi'()i.'08 recto~ etc., son
interm.in!ablles. El Estado asome fines ilimitados, como d. de
prQmover !la igu;ai].da:d efectiva: lo que es utópico, como, lo de
muestra la histMia de f.as sooiedades, comenzando por las eo
muniMas; en las cuales, ·oo:mo es sabido~ todos son iguales,
pero unos s~
más iguales que otros.
»como resultado de todo ello, el eonstitucicmalismo aetn.al se
ha 'OODVer.tido,, tmucho más que en un límite al ej-eroicio del
Poder, en un instrumento para Is.U mpansíón ilimitada.»
Efectos y causas son interdependtentes y recíprocos. Asf, unos facill~
tan
la producción de los
otros. que resultan contradictorios,
aberrantes
y corruptores:
14:... La inflación del Derecho produce su de~ción; y la
'80ciedad, sometida la constan:t,es -ampiliaci:ones de lo legislado-, lo
administrado,
los impuestos, etc., tiende a producir una serie_ de
lineas de fnlctm-a del Et!lado.
>Frente a 1-a creciente inrervención de éste en Ja vida social
se produce uru11 rreaooión mrtura-1. Los grupos de prelsión: Sindi
eatoe, consumidm-e~ usu.arioe, em¡resarioe, se organizan pa,ra
142S
Fundaci\363n Speiro
..-gu;,-qw, el Estado o,m,ipo"'n"' sirva ... pmpios fines.
Entomes se ¡produce un !eírctilo vicioso:: plal'a conquistar los su
fragios que ies acerqu,,n a!. Poder, dos partidos politieÓo .. de,.
di.can
a una subasm '~ ofterta:s a esos grupo . .!J, lo que lleva con
sigo una tendenima: general ·,a la inflación, el Gf'8D cán:cer que
con-oe a las socledaldee aJOtua!lies. Por otm parte, la proliferación
de normas y actuia.ciOllllels admimlJtrativas lleva a la tendeirofa a
ineum¡>lirlas o resistidas ... >
En el llgimen de partidos. o se impone el partido mayoritario, o
bien se !,usca lo que hoy se llama el consenso de aquellos partidos que
juntos puedan imponerse mayoritariamente en el Parlamento. No es un
hecho nuevo.
El
prufesor Luis Legaz y Lacambra lo habfa hecho notar
en 1933 en su artículo BL-EsTADO DE DERECHO, publicado en la REVISTA
GENERAL DE LEGISLACION Y JURISPRUDENCIA, al que recien
temente ha aludido
Vallet de Goytisolo, en su citado comentario al an
teproyecto de Constitución:
< ... En las democracias ----escribía Legaz-el partido domi
nante tiene ":un progama indiscutible, ya que va a imponerse,
no
a
discutirse, en el Parlamento" ¡yi, en éste, "fos diputados son
mandatarios
de los partidos y no de la noción''. Cuando ningún
partido puede impon:er\90 por sí só1o, u¿ :Estado ,ae convierte en
un
Pll'ro co,m:promi~ en una transaooión", entre [os partidos
masa que junto.B alcanzan la Dl81Yoría parlamentaria, que ya n:o
discuten nuon&, sino que tan sólo buscan fórmulas. de arreglo;
y, ento~ iJa dictadunlt .. reeaei sobre los demás". Por el otro la•
,do, es de notar que "la dicta-dura requiere ewmdo menos el apo
yo ,de amplio masas ... " A.sí, tanto las 1demoora1eias
rouss:eaunianaB
como las ·dictaduras modernas, se convierten en este siglo en re
gímenes :tecnooráticos quo gobiernan totalitariamente sociedades
que .progresivamen11e se van masificando. Este es el nudo gordia,.
no 1en que n0$ hallamos, eegún -en sos últimos días confeeó Geor
ges Pompidon no sin angos.tia.>
TMndese así a la formadón de unas oligarquías polfticas que ya
conoció el régimen parlamentario español en el siglo pasado. En su ar
tículo Los DE NUNCA Y LOS DB AHORA, publicada en EL ALCAZAR, del 11
de marzo.de 1978,
Juan Vallet de Goytisolo trae a colación a este respecto
unos
pdrrafos del
libro del que fue Obispo de
Vich, J osep Torras y Ba
ges, LA TRADICIÓ CATALANA, publicado en 1892, en los que dice:
1426
«EQ<,ne, en ellos, !la experiencia por él adquirida en loe años
de Gobierno parlamentario, "sistrema· ----dice
él en cata!~ que le
Fundaci\363n Speiro
traduzeo-artilie.ioso y de gran vanidad bajo el brillante en
gafio de
mi.as elecciones ciep e WlllConsci:entee, -tf-undadas en la
mat.erialidad ,de número de vol'o8". Bajo este aistema -----esCl'ibe,
"ha ido formándose una verdadera oligarquía, que ha consegui
do tener la nación en swr ma:nps, o mejor ha-jo sus pies, que ya
no els Gobierno repros.entativo, ni eiqu.ien1 ¡parlamentario, pues nin
guna correspondencia existe '6111l'e los legialadores y el país que
representan";
y así "unos cuanl'os, fonnando una sociedad para
la explotación del país en su provecho, bajo la denominación
de tal <> cual portido, han llegado a hacerse con el gobierno de
la nación, y, por turno pacífico o por la violencia, quieren
gozar de lu ventajas del poder".
>En contr-aposició~ observa que '1os ciudadanot1 más vir•
to.osos y rectos están :alejado& de b. vühl polítrea." y es "':regla
genera:l,
que JNLturalmente tendrá loables exoopciones, que la
mayoría
de quienes se meten en -ella es pan pescar, ha.ciondo
de la política un oficio ¡y un modus 'Vivendi de-'11D enjambre
de
homb~ que en su mayoría timen P®a significación en
la
.propiedad, en el comercio, en la indmd:ria, en el trabajo o
ien ta ci1en.cia IIIIIOi.onal".
»De ahí w temor de que estuviéramos condenados a tener
gohiierno,s olligárquicoe, '"porque no exista nin-gana aristocracia",
·pues "1-a oligarquía es una a-ristocracia butarda y, po-r tanto,
desastrada".
» V em.OJ expuesta aquí una imagen expresiva de la contra
posición entre
el llamado país legal y el país real, representa
dos
po,;r hombres distin~ a -consecuencla de los sistemas poli•
tieos que
producen esta distorsión. El mismo Tol'l18s y Bages
]a expresaba cuando, refiriéndose. a las elecciones municipa
les, destacó, como un hecho notorio, que, "por regla general, el
principal mérito para ser elegido coneejal no consiste en ser
un patricio benemérito, ~ inteligente y honrado para el mane
jo de los asuntos comunes, o bien, hombre de repreeentación
por
su
pa·trimonio e industria, no; el principial mérito es per
tenecer
a
la
cofradía de quienes gobiernan, y
sobre todo poseer
la
habilidad de saber hacer las elecciones, o sea, de asegurar
al
Gobierno
un diputado
que se avenga dócilmenre en el servu:m
pecus de la mayoría parlamentaria">.
Los diputados no s6lo no quedan ligad09 a sua electores por man
dato
imperativo alguno,_
sino que
realmente dejan de ser mandatarios
suyos en cuanto llegan al Parlamento
y se convierten en "mandados"
imperativamente por su partido polftico.
1427
Fundaci\363n Speiro
·La paradoja de esa alienación de · la soberania inalienable ha sido
erplicada por Máxim.01 al contemplar, reciln concluidas las pasadas
elecciones,
a
los triunfadores
·en ellas ·(¡qué podrla decir ahora pasado
ya
tilgo más de un año!), tratándolo humoristicamente en la sección
CuADBRNO INTERIOR, de BLANCO Y NEGRO del 10 de ;unio de 1977,
con el titulo D6NDE MB NOMBRAN PUEBLO SOBERANO.
1428
e;... y~. me pregunto _&i -,ato! protagonistas son loe mismos
que nos
dijeron
que el protagonismo era de todoe; yo em•
piezo a temer haber !rido. manipulado una vez más por unos
señoree que sólo se propusieron ser ministros de algo y están
a punto !de coneegnirlo; yo me pregunto si ~ febriles y ru
tilantes actores se aeuerdan aún de aqueillaa almas cándidas de
l~ mítines, de &Cl1:1ellos votentes mafianeros de un quince de
junio cuy<> esprendor declina en despellejadas tapia&.>
"'··· Exeepcióo hooha de algonoo líderes, residuoe y delfines,
hemos elegido la bruma y el montón, en la eoniianza de que
cada mocbuelo será fjel a s~ olivo y a la espera de que el
rodar
parlamentario n1"!1 desvele quién es quién y qué es qué.
El pueblo .1JOberaoo, en S1ll'.ll8, ha dado cheques en blanco, che
ques en gris ••. >
«Por de pronto, ~ ~benmía popular alícuota_ ensomm-ece
,so. -entrecejo con un mediterráneo descubrimiento: ~toy inerme
ante. mis, representantes. Mie representantes· son irresponsahles an
te mí. I>uran-te cuatro teóricos años, ni ell~ están obligados a
rendirme cueo.ta, ni yo les puedo revocar el mandato. La sobe
ranía popular. no puede ejercer el voto de censura más que en
·el instante electaral. Lisa, y llanamente:-he- vendido mi sobera
nía por un--plato de papeletas: durante Clllatro años mi sobe·
·ratúa -inaliemble,. según Ro.usseau-estará alienada y bien
alienada; durantle este tiempo mi& deberres de súbdito prima
rán sobre mis derechos de ciudadano.
>Mis deberes de súbditD (acatar ry cumplir las leyes) no son
delegahles ni ·de día ni de · noclie. Sí eon· delegables mis dere
elws de ciudo,J,mo (participar en la elaboración de las leyes)
y no otra cosa que delegJH esta función en lo que he hecho, lo
qne hemos hecho todo·s -los votantes, al elegir -delegados en el
Co;ngreso, en el Sena-do, para la próxima legislatura.>
!(La · sobeNlnía po,PUlm-, en ila dem.ooraei:ai que conocemos,
apenillS
si es algo más que una ilusión bisiesto.: una especie de
pequeño
po-ema hermético, aún no enfieientemente descifrado
por
los
hermeneutas de la teoría política.>
Fundaci\363n Speiro
Y _la cosa resulta mucho peor con el sistema electoral que nos ha
sido impuesto,
por Reales
Decretos-leyes, de acÚerdo con
el
consenso
establecido entre el Gobierno y loS partidos opuestos al anterior régimen.
Este sistemq lo comentó, en ABC del 12 de febrero de 1977, José Ma
ría Ruiz Gallardón, ~n su apunte politico. Ul_ü. PREGUNTA INOCENTE,
«¿Qué es la demoomcia? Fa fJS la pregunta inocente que se
hacen muchos ciudadanos.
Pu.es, es claro, ~ si vamos a ella,
oonvielre saber qué es.
>Querido lector: la demoeracia hacia la que nos encaminan
consiste· en que
usted va a tener derecho, a votar, cadJa. equis
años, no lo que usted quiera, ni al candid·ato que usted elija.
De ninguna manera. Usted podrá elegir, pero con muchas li
mirtaciom,s. O, como ee .decía 'antes, "'"deio;lro de un ol'lden", que
ahora será un "o.rden democrático".
>Me expliclari. Supongamos que mted, leetof', está inscrito
,;m el censo electoral de Madrid, Sevilla o Zaragoza . Y que a
eaas pro'Vlncias les corresponden treinta, quince o diez dipu·
tados en el próximo Congreso. ¿ Cree usted que tendrá facul
tades pará confeccionar su· lista de ~ quince o veinte can·
di.datos, a su Pto, y tms sopesar los méritos de los que se
presenten? ¡De ninguna manera! A usted nadie le con.fi.ere ese
derecho. Usted tendrá que votar "una" lista. PerQ no, la que
usted haga. Sólo podrá escoger aquella que le guste más de
entre las que Ie ofrezcan los diversos -partidOS. Y ni siquiera
podrá variar
el orden de los eandidato&, ni -tiacliar a ninguno, de
ellos.
Usted vota una
lista "ud cual", o no· vota. O su 'to to será
nulo.
Pero de confeccionarla - o modificarla, nada de nada. En
el sistema de escrntinio pro!l)OO"Cional 8!l que vamos, quienes
imponen isn ley son los pertidos y al ciudadano no le queda
más opeioo:t: que la de
votar
la lista completa o no hacerlo. Pa·
ra
eso
lo candidaturas estarán, oonio se dioo en d. argot al uso,
"bloqueadas y cerradas".
:>¿Que a usted le gustaría, por ejemplo, mezclar en su op
ci6n
para
su
provincia a unoé eandidatoe de "Alianza Popular"
con
otros del ""Centro Democrático,"? Bueno; pues no lo podrá
hacer, Usted a votar lo que le pongan, y chitón. Sus cacarea·
doe derechos democrátreos no dan pua más.>
No es eso s6lo, pues un efecto inevitable de la omnipotencia de la
mayoría es
el llamado
'"voto al revés"~ producto de los
criterios
"razona
bles"
del "mal menor" o de evitar "el voto inútif', que azuzan a la con-
1429
Fundaci\363n Speiro
ciencia de cada cual. J. G~ en el editorial DEL CAMBIO, 7 de agosto de
1976,
en EL ALCAZAR, lo subrayó:
«En lo político, 111Sistimo& -a algo asombroso que es la ver
dadera inversión de la democracia: el voto al revés; ese voto
que en Francia ha recibido. Gisdard no-por adhesión a sus ideas,,
8:ÍDo por -op'Omón al ·e:omuniSIJiO, y de modo análogo en Italia
~ menguado triunfo ,dre la Democracia Cristiana. Voto 811 revés,
qne es voto de miedo y no de convicción.
.»!Por otra parte, 1as polf.ticas diiri~ pese a l8l1 autopropa
ganda,
se desacreditan. eon resultados desalentadores y demos
trando la imposibilidad de verdadero juego político eon mon•
,taje desde arriba, mientras se presentan, como opción única
contraria, ·unos· régímenes democráticos de ietiqu~ pero donde
el
Estado tiende a
un
iota-litarismo absoluto.>
Por otra parte, si la democracia es presidencialista o está dotada de
un ejecutivo
fuerte, o bien en todo aquello que
escapa a la vigilancia o
a
la perspicacia de
109 partidos, surge otro-peligro seme;ante al que pade
cen
los regúnenes autoritarios o dictatoriales. , Ese riesgo lo advierte
un convencido
demócrata, el
doctor
J acques Ruffié, en su ENTRETIEN
con Pierre Drouin: IL LA CRIBE -DE LA DEMOCRATIE, publicado en LE
MONDE del 21 de diciembre de 1977:
1430
«En los ·tiempos ¡resentes, el totalitarismo no s-iempre re
viste la forma de un golpe de F.stado. Puede tomar una acti
tud más insidiosa que tiende a incrementar el papel icada vez
mayor en orden .a los asta1tos estatales qu,e juega una a·dminis
tración orientada hacia la tecnocracia. En los -regímenes demo
cráticos
el pueblo designa,-eligiéndolos, a los _ encargados de
decidir en !lliO'Jllhre myo. Las :medas :de la Adlrninistración deben
ejeeutar, sin ~ estas decisiones. Sin embargo, a conseeuencia
do la complejidad
de la gestión
'.la Administración se ha convertido en una potencia anónima y
tf'mible que . tiende a constituir un Estado dentro del Estado.
Los elegidos .. no son omniscientes. El número y la especializ•
ción de los problema& abordados son tailes quo l'08 mxt:ots vo
tados po-r las asambleas _ parlamentarias hacen ca&i siempre el
plfpe! de leyes de bases, deliniend<, loo principios generales,
pero sus modalidades de 1&1Plicación son confiadas al ejecutivo.
Y éste, " veces, comraria la vuluntad d"1 legi,lador. La realidad
dél poder escapa de las manos ·de los políticos para pasar a la
de los tecnócratas. La utilización de los nuevos medios de in-
Fundaci\363n Speiro
formación y de intercambios, mass-media, informática, teleco
municaciones, confiere
a
los
administrativos un
poder exorbi
tante, y se con-e el riesgo de que no reste al ,ciudadano sino
una libermd formal>
IV. LA PROPAGANDA, LA. EXCITACIÓN DB LOS SENTIMIENrOS Y LA SIEMBRA
DE IJTOPÚ.S
Estos fenómenos van completamente ligados a la democracia mo
derna.
Forman parte del complejo electoral. Cuanto menos escrúpulos
se siente en su
hábil utilización, mayores posibilidades de _ éxito se tie
nen dentro del juego del sistema democrático en una sociedad de masas.
A ello, con referencia especifica a las últim~ elecciones aquí cele
bradas, alude, con el tono ingenuo de un Juan Español cualquiera, Má
ximo en su citado CuADERNO INTBRIOR de BLANCO Y NEGRO.
«Y a todo esto, ¿qué es del pueblo soberano? ¿Por dónde
trisca y
bala y
a qué se dedican sus pastores?
>Nos dijeron, nos prometi'eron, nos. ttajeron, nos llevaron ...
¿Y ahon?
»La
romería es un vasto Bileneio y un vertedero de pasqui
nes. Hace días que no recibo carta. Mis rept'.esentantes, esos
señores a quienes yo nombré, no me han dado, ~ gracias.
»¿Fui yo el nombrador o fueron ellos los que me nombra
ron a mí para que les nombrase? En realidad,, yo no he hecho
sino leer los periódi:cos y seguir los dietad" del mando. /El
mando me di.jo una mañana que ya éramos demócratas y que
ya me arviaaria en su momento para que pudiese-votar. El man·
do me comunicó otro día . que la devolución de la soberanía
popular a gentes desamparadas como yo era ya un hecho. y
que
pronto podría
de1egarla en legítimos representantes. El
man
do no paró quieto desde tales promesas y ordenó y mandó que
se cumpliesen en breve. CoJÚ'eclcionó laa li&tu, pegó los carte
l~ distribuyó las siglas, contrató las cabinas, imprimió las pa·
~ me sentó ante el televisor y me llevó a la urna. Fue
todo tan vertiginoso que apenas pude preguntar quiénes eran
aquellos seis mil fulanos de las [is.tas, y por qué no podía ele
gir a mi amigo Lucas en vez de al número equis de l,a relación,
individuo
absolutamente :incógnito para mUI ®J"tas luces.
»Una
vez
cumplido 'aquel dierec:ho y aquel deber, heme aquí
de nuevo sentado a la puertai .da mi tienda esperando que cruce
:el desierto la eahalgata alee-ta-para saber cómo es.
143(
Fundaci\363n Speiro
> Yo he pagado mi entrada y espero que el espectáculo co
mience.>
En su articulo citado de EL PAIS de 18 de agosto de 1977, Vallet de
Goytisolo hizo observar que cuando Joaq_uin Costa y Alexia de Toc
queville habian escrito los juicios que más atrás hemos transcrito del
propio
articulo •••
1432
« ... aún no habían sido introducidas las técnicas propagan
habían aplicado a Ja políti,ca.
>Oímos t"epetir a loa "~os" en propaganda que los
partidos que más votos han obtenido fuero,n los que mejor
propaganda electoral hicieron.
>"Soejaliamo es lribertad'', decían millares de -carteles. Mien,.
trae en Alemania Oooiidental un eslogan ~ectora1 eficaz había
sido e:l que planteaba este dilem.a: "So·ei:ali81'.DO o libertad" ¿Es
que los alemanes tienen un concepto-distinto de libertad o de
socialism.o? O, ¿ acaso 'ti.ene razón el profesor Tierno Galván
y la mayor parte de quienes han votado al_ partido de Felipe
González uo saben lo qúe es el socialismo?
»"El centro: lo bueno de la derecha y lo bueno. de la iz
quierda", repetían también miles de carteles; y ¿por qué no
lo malo de las doe? La primera vez que fo leí, este eslogan me
hizo recordar, por asociación· de ideas, aquella anécdota de Ber
n-ard Shaw, -cuando una W,S actriz fl'aneesa le propuso que so
easaran.
A~ sus hij0& reunirían el talento de él y 1a hermosura
de ella. Oferta que el escritor ·irlandés no se atrevió a aceptar
porque ... ¿y si sueediese lo Contrario?
»Más ,earteleS iban_ informándonos, día tras día: •tEI Centto
es la democracia", y ('V-otar Üe:ntro es votar Suárez". Es decir:
tSnárez es la democracia! Entonces, ¿para qué las elecciones?
>¡Esta fue la buena propaganda electoral ..• ! Y todavía los
triunfadores ,qoi.eren ha.cea.-creer al pueblo que ]as l~s: que
ellos hagan serán la expresión de la vollllltad de é8le. ¡Espe
ramos que no hagan decir a los médicos que las reglas de la
medicina aon "la expresión de la voiluntad del pueblo", ni a
los
ingenieros qo.e las leyes de la mecánica son 1e1a expresión
de la voluntad del puehl0"!
»Y, sin embMgo, un pueblo lih-118' como recordaba Costa,
po,día legislar en forma de costumbre. Pero, paradójicamente,
el dogma de la soberanía de la ley no soporta la ,competencia
de
las costumbres.
La volonté gé~rale rousseauniia-na va unida a la
al,iénatitm totale, incompan"ble ron la facultad popular de es.
Fundaci\363n Speiro
tatuir en forma de coBt1Iml,reo, que requiere un pueblo libre,
que
no-se aliene a sus elegidos..
>Tiene razón De Cor.te. Bajo un r,ousse1umiani&mo de derecho,
que traduce los grandes valores de Iihertad, de igualdad y de
fraternidad,
so disimula en política un maquiavelismo de hecho
que utiliza su influencia hipnótica en favor de la voluntad de
poder de los políticos profesionalea. Rousseau viste de ee:e mo·
do a Maquiavelo con una capa de buena eo-nciencla y de buena
:Ee; y, así euhierto, le dice al pueblo que la expresión de su
voluntad soberana es esa ley que eua elegidos fabrican.)
El mismo Vallet de Goytisolo, en su articulo LEY Y ORDENANZA,
aparecido en EL ALCAZAR del 26 de enero de 1978, ha advertido de
nuevo:
«La volruntad popular -pero no la del verdadero pueblo
con Sl16 eatrnctaras orgánicas, sino de la mayoría de la mua
amoria
de inclividuoo v~ _...,..da, en referédum, o por
medio de 8118 representantes en las C~ garantiza que la OT·
danama es ley. Si en esto la mayori-a sustituye a sabios, exper
tOB, ancianos: y prudentes, esperemos que a no tardar mucho
811Stituirá también a sabios, expertos y prudentes en medicina
para
determinar las dosis de unos nuevos específicos univer
salea, y a loa sah:i.., expertos y prodenteo en ingeniería para de
terminH la cantidad do hierro y de cemento que deberá colo
caNe -en todos 108 puentes conforme a su libérrima y soberana
,•oluntad.
>Sin embargo, en una columna titulada "Planetario" de uno de
]os rotativos de· may-or tirada de la capital,-en dos días sucesivo&
hem()jl leído, acerca de la televiisión y la publicidad, lo "ca
rieimos" que son esos "brevísimos" "spota" publicitarios que
sin duda serán . eficaces pro-moviendo comprN del p?Qdueto
anunciado, cuando tanto $6 paga por ellos. Se puede decir que
entre los :instrumeotos de comunicación se trata de: ""el más
popular, el más eficaz, el más alienante d·e nuestro tiempo, rien
do de hooho un monopolio del Estado" y que "están, según
1ale tablas de audiencia, !los propmas etilturaíles entre los eeti•
madoe como peores, y los de Dl8lló9 entidad, como_ mejor~ O,
po,r lo meno~ oomo loe de mi, amplio auditorio"... "que
estan colonizando nuestros sentimientos, nuestras pan'lb de apre
ciación, nuestros oomportamientois popula-res".
>6 Tiene algo que ver que la ley ·sea considerada como Ja
expresión de la voluntad ·soberana del pueblo eon el hecho de
1433
Fundaci\363n Speiro
que éste se lhailLe '"eolomiQ,C]o" pO!l' el más "alienante" medio
de comunicación en· sus "sentimieD'tOB" y con qoo ese puebfo
prefier~ "'&'egún las· tablas de audiencia", "loe programas de
menos entidad"? ¿ Seri por '080 que la :televisión ha sido tan
empleada antes de loe .referendos para promO!V'er su aceptación?
Entonces,. ¿ quién es el soberano? ¿ Qui-én se aliena contemplan,.
do la "tele"? ¿ Y quién fa maneja?
>Si en los regímenes totalitarios la televisión es el mejor
medio de alienación, mamfiCBción y manipu1ación del pueblo
¡por el Gobierno -un medio que a éstte le remita barato o
gratis por el precio de los anuncios que pagan quienes resultan
recompensedOs ,con bs vientas de· sus proda.ctois, acrecentadas
por la exhibición en la tie'le de una señorita, o -señora, ligera
de ropa o, de un caricato que hace y dice hilarantes bobada&-,
¿ creen loe gobiem.os de los trlst:emas demO'Cráticos que la voluntad
de ese mismo pueblo, alienado y mBmpulado, expresa lo que
es ley, o, bien piensan seguir ali,enándol.o. y manipulando paira
qne acepte como ley lo que el propio Gobierno quiera?"
El aapecto emociona( de la politica y su explotaci6n electoral en
las democracias lo
·vemos ref-erido por Juan Luis Calleja en ABC del
14 de junio de 1977:
1434 «Alta'Voce1i
verbeneros
irrumpen en la ea.lle con
la ordinariez
aguardentosa do las tómbolas. Consignas y canciones hieren los
oídos
desde allá abajo. Nos asomamos. Son iae: furgonetas de
unos propagandistas eilect0i1'8les que despillarran bandadas de
ilctavillas.
»Si1ogismo al canto: ese partido político· es defensor de un
programa para arregllll" democráticamente el país. Es así que
el defensoi--del programa lo anuncia como una rila; luego. eee
partido político ve el arreglo -democrático del país como una
· rifa. A lo mejor, no se equivoca.
»En la poHtiéa, en casi todo, las frases convencen más que
la lógica y 1ae razones cuentan menos que las emociones, para
Iu
masas y· entre fos diri'gentes. J Cnántos arreglos políticos,
cuántas rupturas y euánt!as dimisiones emoeiona'les -orgullo
herido, incompatibilidad, rabietas-se disimolan con argumen
tos y ~icaéioo.es! Los móviles políticos se componen de un
diez por ciento de razón y un noventa de emoción: attiba y
ahajo.
>Por eso se tolera tanta incongruencia en la ·política .•. >
« .... El o~ día, en los Fata.dos Unidos, -alguiffl excusó pú-
Fundaci\363n Speiro
blicamente una declaración del. presidente Carter diciendo que
"está aprendiendo ahora e'l oficio";
lo
que no es raro en un eo·
sechero de cacahuete&, dicho sea
con la debida consideración.
Pero esto hacE7 sospechar, de nuevo, que &Ólo por móviles
emocionales
pudo
elegirse un respetable especialista en lmros
secos para el cargo más poderoso del mundo occidental. En laa
Memorias
de Alea[á Za.mon se ridiculiza a Lerroux por
que bahía ~probado "'una carrera fingida en una sola convo
catoria
en
la
Universidad ca,nari:a" y era "una esfinge atentí
sima
y muda"
en lllS reunion~ actitud comprensible en "el
hombre
más falto de
preparación para ios problemas de gobier
no".
La ellloción política
que
Lerroux supo despertar en sus
seguidores le llevó
al banco azul del Parlamento. Y por mó
viles
émoeionales -por ser Llerroux repuhl.ieano, según con
fiesia Akalá--<, él, el propio don NiicetO, le encargó de formar
precisamente Gobierno, de ser el jefe de
los
pro-Memas para
los
que le sabia impreparado. Y lo hizo más de una
ez.
»si um,d, por ejemplo, fuese editor, ¿pediría un libro· de
poemas a un dpo s6lo porque fue diputado por Lug~? ¿ Con
trataría un chófer porque el caodidato para e1 puesto -sacó ma
trícula de honor en Derecho constitneional? Pues bien: en las
candidaturas qo:e votaremos mañana hay taxistas, poetas, ayu
dantes
sanitarios, piorores, luw,ta héroes del montañismo. Aun
en el 'C8.lso de IJ.os alpini~ ~ s¡ptimd aseeruri.onal no debe
relacio.uanie oon legítimas . preocupaciones politicas, es difícil
razonar la posible aplicación de esa& y otras honorables pro
tesiones
al trabajo legislativo. No vamos a suponer que se abri
ga el culto designio de legislar en. verso Di Podemo,s pensar, en
serio, que se ha previsto la utilidad, en casos ,de-Ull'géneia, -de
un padre ·de la patria y taxista, siempre a mano en el seno
parlamentario. Es mucho más probable que esos hombres hon·
r.ados y modiestos, esos artistas, esas celrebr.iidades, figuren en Lm
candidaturas para explotar la emoción, la simpatía, la fama que
pueden movilizar el voto de quienes sienit'en -como ellos por su
edad, sus afieciones o su parecida sito:aci.ón social>
De ta utilización de las utopías para hacer evadir de la realidad y
para arrastrar a los-quE:, así,, dejan de tocar de pies a tierra, beneficián
dose con ella de sus votos, ha escrito J. Gil en su antes citado articulo
Et.CAMBIO:
las eorn,sion-es básicas provienen de la instalación
de un virus ,qu:e ,es el "non-senee'" ·de los ingleses, el abe.urdo,
ol alejamiento de la realidad.>
1435
Fundaci\363n Speiro
«Por desgracia, ese ''noo-sense", este alejamiento de la rea
lidad, no es ·siemprie fácil dé ver y menos de demo-strar en una
época dominada por "slógaits" o posturas · mentales apriorísticas
y consideradas indiscutibles •• .>
«Por páradoja, resulta más fácil infundir en las imaginacio
nee la estampa de lo irra1 que mOIBitrar a -estas· mentes de jui,.
rio preconcebido que la realidad eo evidencia, porque en el
hombre el entendimiento, es duefto de la ll'az6n, pero tiene como
hermana gemela una voluntad capaz de desviarlo, antes de que
empiece a trabajar, cuando ciertas conveniencias obnubilan el
ó.eeeo con la concupiscencia.
>No
-cabe ni la duda ~ que en todas las, utopías existe en
origen una u otra COJleUPiscen.cia capaz de excitar el deseo
antes que el entendimiento. Siempre que esto sucede, la razón
es_
desviada, y como -queda
un subconsciente culpable, se pro
duce una em-a.ña reaooión que, in1'mtO!ldo jw,tifí,carse, abnnda
precisamente en argumentos mcionales, escondiendo sutilmen
te los puntos
sofísticos y
dando finalmente lugar a unos
racio
nalismos dementes
que pretenden ser los más, ndicales partida
rios
de un
realismo cruel y fatalist.a.»
Lo peor es que, hoy, se pretende hacer realidad dé las utopfas. El
prqfesor -Carlos Valverde, en su artículo UTOPÍA. Y ·RoMANTICISMO, publi
cado
en
ABC del 1 de octubre de 1978, nos explica que
14~6
~-.. en la Historia reciento de los pueMoo .. ha repetido in
oisreotemento el -empeño po< hacer realidad lo utópico. La
natora[[eza y lo rMI, que son llllEI poderosos que todos los en
suell.., han aeabado por someter y desarticular las utopías. P,,ro
lo doloroso .. qne el intento de batcer realidad lo qne """ su,mo
utópico ha costado rios de Mnlffl _ y dolores infinitos a la Hu
manidad.
En ans de tas utopías del hombre naturailment.e bu.en.o
y de la soberanía !POl'll'lm-fueron gillotinad01> 14.000 frauoooes
durante
la Gran Revc>lución, La utopía del superhombre de la
raza aria acarreó al mundo ]¡a, última guerra mundial. ·La utopía
marxista de la· sociedad sin propiedad privada y sin el.-creó
el A,clrlpieL,go Gulag, del! que queda,n hoy m,rehas islao por
toldos lo.s pi8ÍS08 marxistas,. ete. -
>En nnMlt'Os días, Emot Blocl,, nn filósofo judío alemán, ha
revalorizado la """'goria de lo utópico. Partiendo del. análisio de
la revdlución religiosa de Tomás Münzer, ha 'Creido · q1re las uto-
Fundaci\363n Speiro
pías engendran en el -hombre la espemnza, _y .co-mo -el hombre
es un "ser de lejanías",. sólo cuando v.ive de la esperanza se rea,.
liza como hombre ... >
Y advierte:
« ... Lo mallo es cu.ando -la utopía- ·deja dé -ser· contemplada
,oomo
utopía creado,ra de esperanza, como
meta
inalcanzable, pero
estimulante. Lo malo es cuando noiS empeñamos en hacer realidad
lo que es ,sól9: utopía, porque la realidud no perdona nunca lo
que
queremos hacer sin contat" con
ella.
Sobrevienen entonces
las contradicciones e,.. incluso, las 'Catástrofes:. Por- eso es bueno
que los que dirigen lua sociedades no pierdan, en su gfArtión
polílÍ'ca~ el sentido, de la n,ali,ded, seducidos y Í88Cinados por la
utopía, porque entonces pueden desencadenar ~agédia-s.
» Viniendo ya a los hechos eoncn,t'os que ahora vivimos los
:españoles, iSlelrÍa bueno· que los dirigentes de ho:y-se preguntueo,
por
poner algunos
-ejemplos:
».si no ee. utópico prO'Cilamatr derechos y deberes de verdad
sin apoiymllos en Dios;
»si no es utopía ia sobera-nía popular;
»si no es utópico querer una: nación eD'sambfada de muchas
naciones;
»si
no
'OSI utópico amenazar y ho.stigar al ca¡pital y pretender
que éste invierta y cree puestos die trahaj,o;
»si no -es utópico querer una ,sociiedi¡:-d en orden lffÍn eoacti
vidad
· efici:ente y
sin
sanciones justas;
»si
no
es 'utópico ~ que un sistema de concesiones nos
nevará a la armonía;
»si no es Utópico querer une, &00iedad e&tiahilizada y humana
y
admitir
el divorcio
y
la porno·grafía ... >
En nuestras últimas ·elecciones, que han résultado constituyentes
sin anunciarlo, ha
;uiado además
el
disimulo, como noS recordaba Juan
Luis Calleja, en su articulo de tercera plqna de ABC del 1 de ;ulio de
1977, EL PAPEL DEL CENTRO.
«Después de una campa:ña donde (salvo en los mítines que
muy pocos vierou) los ma-rxi8tae hablaron en tono conservado-r,
callando la naturaleza de
su ideología, sin pronunciar
siquiera
una vez la palabra "marxista" en las intervenciones televisadas
que
podían escuchar todos los espa:ñol~ hay que preguntarse
po_r
qué se han portado así. Parece indudable que, por alguna
14~7
Fundaci\363n Speiro
tazón, la que fuese, les convenía. Y de ahí deduzco que los
marxistas han, conquistado -a gente que prefiere no oír la pa·
labra -"marxista" ni tonos revolucionarios. Entonces nos pre
guntamos también: los que votaron al P. S. O. E., ¿saben lo
que han hecho? Tierno Galván ha contestado que la mayoría
ignora lo
que significan el socialismo y el inarxismo.
>El bloque mantista, pues,
se
compone
probablemente de
marxistas conscientes y de conservadores inconscientes ... )
V. LA DEMOCRACIA LIB1;-RAL EN EL MUNDO DE HOY
Pierre Drouin, en su citado ENTRETIEN con J acques Ruffié en LE
MÜNDE del 21 de diciembre de 1977, hacía notar a éste que:
«Entre los aproximadamente ciento cincuenta :Estados miem
bros
de
las Naciones Unidas, una veintena a lo más pueden ser
alineados éntre las demoern:cias liberal.es.»
· En MONDE ET VIE del 27 de mayo de 1977, el profesor de los Uni
versidades de Nueva York
y Long-lsland, nuestro amigo Thomas Mol
nar, en su artículo CHANTAGE DEMOCRATIQUE, expuso analíticamente el pa
norama. de
esa situación minoritaria, en el mundo de
hoy, de las demo
cracias liberales;
y la cuenta le salía aún menor:
«... la democracia no es sino un refugio más entre los mi
llones de personas desplazadas; no 'CS practicada sino en unos
espacios reducidos del planeta .. ,.»
«Tenemos la Europa del Noroestie (ya que denominar "de
mocracia," a Italia, Turquía y Portugal ya es forzar los límites
1le la palabra) y la América del_ Norte, e~ceptuado México, na
turalmente.
fa1 resumen, quedan una buena decena de países
democráticos,
tal vez una docen'a', J pero entonces habrá que
añadir Liechtenstein a la lista de honor! En Jo concerniente al
resto del mundo, solamente el Jápón puede inscribí~ pero
~as. la India, donde mañana un émulo .de la señora Gandhi
(¿m hijo?) podría rehaee,r el golpe de llevarse "la democracia
más
numerosa
de la tierra",
como gusta decir, de la lista in
cierta y fluctuante.>
_Sin_ embargo:
1438
«La democracia estuvo· de moda hacia· fines del siglo XIX
y se ha oonvertldo en el XX en· una especie de religión, más
.aún, en
un
fetiche. Lae cruzadas piara introducir~ garantizar,
Fundaci\363n Speiro
eilraer, instalar, establecer la democracia, han sido. mantenidas
con tanto fanatismo- eomo cualquier otra rabia político-ideoló
gica,
y el término "democracia" ha venido a sigoiíieaa' "honne
te ib.omme", "hienfacteurs de I'humanité'~; "bon apátre" y "sage
su~me".>
Las democracias liberales h
por
fuerza,?) a los países soc¡alistas, a
los que oficialmente cubren con
el nombre de democracias materiales o democracias
sociaJ.istas, aun
que otras _ veces
acusen a sus regímenes de
totalitarios. También admiten
en el juego democrático a los
partidos comunistas.
En cambio,
cualquier
otro régimen o
partido- es rechazado -enérgicamente por antidemo
crático. Molnar tambiéP. lo ,ubra¡a:
«... en nombre de la dem.O'CI'"aicia .-agonizante-, los países
aún democráticos
hacen u,chantage" a aquallos pueblos
que
b11&
can otras vías. .aunque no sean. vías totalitarias, sino simplem.en•
te vías que 1-ed-permitan eSiabi'lizar 811& in&titu.cion.ea y apartar
tanto al inarxismo destructor· como al liheralumlo disolvente.
La democracia jamás. se ha aclimatado. realmente en los países
meridionales Y a-las orillas del Mediterráneo, ni en América
del Sur. Pero eso no importa, es Pl"eciso obligarles bajo pena
de "boyeotearles", bajo la amenaza del ostracismo y de una
avalancha
de den.Wlciaa ry eondienlas. Es notable observar eómo
los hombres de Estado- serios _ ¡y patriotas de las naciones en
euestión responden al "chantage'': "democracia. o muerte", con
contorsiones .intelectuales, eo lugar -de decir que la chmioeracia
es, en ciertas condicione&, un régimen nefasto.>
VI. A DÓNDE HA LLEGADO LA DEMOCRACIA LIBERAL, HACIA DÓNDE VA
Y _ A DÓNDE PUEDE LLEGAR
Un modelo "democrático" es para muchos el de la social-democra
cia
sueca. Christian Brossio, en ASPECTS DE LA F.RANCE, al publicar
una entrevista con
Tage Lindhom, reproducida por EL PENSAMIENTO
NAVARRO del 6 de junio de 1978, ,lo ha-planteado como ·introducción.
•ocia!.
»El "'li.benilismo avanzado", tan qti:erido a M. Gisc-ard d~s
tain& ¿no se-inspira en este modelo!' Sin embargo, desde ya
1439
Fundaci\363n Speiro
haee años, algunos testimonios vienen a nublar este unánime
concierto de alabanzas. Suecia, a pesar de su confort material,
es presa de una crisis moral a la que la -soci-al.tdiemooracia se
DIUelU'a incapu de doJDÍD,llr. Uno de esoe testigos, M. Tage
Lindhom,
amiguo director de
la
Biblioteca Socialista de Esto
colmo,
ha escrito un libro ~La cizaña y el buen. grano-
que e008lituye una acusación imp1acah!le contra la social.demo
cracia. M. Tage Lindb.om, :vetoraDo soc-íalista, tras madura il"C
fiexi.ó14 llega a acusar dei fracaso a la. ideo!lo-gia -democrática, de
lo
cual él ve un ejemplo claro en el régimen sueco. M. Tage
Lindhom ha -tenido la amahid.idad de ooncedem0;& esta 'Cfflrevis
ta en su reciento viaj-e de paso por París.>
Pero, veamos las principales respuestas de T age Lindham:
1440
« ... Suecia es, en efecto, un modelo de democracia; es por
ello
.que
1a situación -
en
que ella se desenvuelve actualmente
pone en evidencia los peligroa de la democracia cuando los
Principios son
.aplicados hasta sus últimas consecuencias.>
«En sí misma, :la_ democracia intenta hacer una síntesis con
dos principios contradieto-rios: la libert:ad que presupone y se
hasa en lo cualitativo y ta igualdad que se refiere a lo euan
titativo.
>Ahora bien, la libertad en la -democracia DO: es en realidad
más que un in.s-trumento gracias -al cual se han destruido las
comunidades rnatutales· para imponer la igualdad entre los ciu•
d,,.danos
eon detrimento de· las 'libertades reales. Se puede ob
servar este feri6meno en Suecia mucho mejor que en ·cualquier
otra
parte de Europa. Lo que ae ha llamado ''socialismo sueco",
de hecho, no es más que
el último estado
de la evolución de
la demo.cracla.>
«Proclamando la igualdad política de los ciudadanos, la
Revolución Francesa aseguraba lai soberanía del hombre. Des
¡més,
la Revolución sov:iétiea de
1917 baria
depender al horo•
bre
de · 1a materia. Actualmente, conocemos la tercera parte de
esa Revolución, de la ,cuaJ. Suecia tiene el trism privilegio de
'Bel' el mo.delo, que· es el triunfo de la igualdad sobre los ca
racteres de la creación. Así, con esa igualdad es como se aten
ta. 'COntra la -identidad interior dé los-seres. y contra la integri
dad de_ eu· alma, así oomo _ también contra l'as relaciones afec
tivas humanas por destrucción de los lazos naturales de paren,
teseo y_· de fraternidad. Es_ también así -có.mo se decide la igual
dad entre hombre y mujer, entre padres-e hijos; ere.· Y es así
Fundaci\363n Speiro
cómo el F.st.ado ejerce entonces su acción nefasta sobre todo el
cuerpo social, hasta tal punto que no queden ciudadanos respon
sables sino Ull8 ma&a dócil y maleable.>
Cómo se ha llegado a este nuevo totalitarismo democrático, lo.
explica en sus respuest~ el mismo Lindhom.
<. .. el Estado se hace cargo do! individoo deede el naci
miento hasta la muerte. Prácticamente esto se traduce por una
política antifamiliar y por 1lillB presión fiscal de la que es muy
dificil hacerse bien UD.a idea. La destrucción de ia fa-milia es
capital
pmra la social-democracia sueca: los niño_s son retira
do& de la familia des® la edad de dos &¡Óos y llevados a la es
cuela matemd; de ea.ta fo~ lw mujer queda obligada mo,nd
mente a .trabaja,: por el hecho de su emancipación. Más tarde,
los nifios, a lo largo de su educación escolar, y luego los ado
lescentes, son formados ame to·do, pare diluirse en la gran co·
lectividad y para !8-{!lguir los bllletloS consejos dados por el Es
tado a través de los v.ario,s medios de d-ifusión. Se trata de
iguafl_ar los caracteres y las persooal:idaOOS, a fin de eliminar
t0:da veleidad individualista. La autoridad paterna queda supri•
mida; ila ·propaganda. oñeial persuade a las concien.e:i88 de la no
necesidad de las jerarquías naturales. Y ocurre por otra part~
y con frecuencia, qne loe padres son invitados a seguir deter-
minados cursos del modo de educar a sns hijos.>
Así, sigue respondiendo Lindhom.
«
... no. hay revueltas ·porque la política de la social-demo
cracia sueca 'es la de un Estaido pr.ovidencia ("Welfare State"),
como di-cen los americanos. Ello significa que el Estado está
detrás de cada individuo para asiegm.•arle su seguridad y su
confort material, haciéndoio de tal forma qne queda un poco
Jo.rada su servidumbre. No hay que olvidar que el nivel de
vida en Sueci.a es el más alto de Europa. Para permitirse este
lujo,
la social-democracia ha teniido fa habilid·ad de dejal' la
economía en manos de'l sector privado. Ello
no
ie impide ejer
cer de una forma muy sutil un control sobre empresas• siendo
a su vez su "va.ea lechera... Es por lo demás habitual entre los
jefes de
empresas &necos el
pedir confiadamente
subsidios al
Estado, que por su parte se si,ente eon ello autorizad.o a
vigilar
la gestión y la producción de las empresas.
»Pero volviendo a la actitad de 1oe ciudadanos suecos, éstos
1441
Fundaci\363n Speiro
no piell8llll en cuestionar d Eetaido8 p,rov;idencia qu~ por otra
parte, les
ha inducido: a desinteresarse de la cosa pública. Es
inconcebible entre los suecos el apartarse un centímetr-0 del ca·
mino y normas trazadas ¡por la social-0.00loc,ra-eia. Mi país es,
sin
dU.da, -:e'l más -conformi&ta de -Emopa:. Ptto ese conformimno
no engendra alegría. Mis ~triotas . son tristes, y -el alcoho
lismo, la droga y la delincuencia juvenil hacen entre ellos ver·
da:der0'8 eatragoa. Los euicidio.s se multiplican~ --.&í es cómo se
ha ail-eanzado- ya la perfecci.6n totalitaria: los que-no se amoi
dan convenientemente en la gran masa colectivista, acaban eli
minándose por sí mismos. No hay necesidad de campos de
exterminación como en Rusia.>
Paralelamente a este "dirigismo" totalitaT'io del régimen social-de
mócrata sueco,
tenemos el
!lrrdstre de la "liberación'; · de todo principio
y toda moral que se está· produciendo por doquier en toda democracia
liberal.
Juan Luis Calleja lo _comentó en tercera plana de ABC del 11 de
febrero de 1977
·en su
artículo
EL SEXO Y LA POLÍTICA.
1442
«A nuestr9 admirado "Cándido" le parecía contradictorio
. que. ~a_ democracia viole el primero de los derechos del hom
hre, _ el derecho .a l_a vlda-, legaliz-ando ·el aborto, y encima sin
·1os vo:tos d~ los interesados. Pero- la democracia _no da la razón
al que le tiene,
sino a la
D1Byoría, y es claro que
los que van
a
nacer serán siempre minoría.
Ya hay
"derecho" a cortar mi•
llones de esu vidas, en varias dcmocraci"as. Pero no so ve la
con_tradie:ción donde el _sufr_agio mayoritari~ es
la fuente
supre
ma
del
nas, si anula la~ divinas y hasta suprime a Dios?- Lo t~rrih-le de
"la voluntad general", aacala de la mayoría, es que sólo donde
dure algún tiempo la moral natural y crietiana. puede. esperarse
que fos ParlameJ1tos. no. caigan en la ahermción. El Gran Silen
cioso, que -sabe mue!ho más por_ :viejo que por lo otro, no ha
sugerido a los
políticos que prediquen el crimen, d. engafío ni
el libertinaje.-F.s mucho más a&tuto .convencerles de que en
nue$ro
voto reside el pod.eil' .sa,grado de legitimar lo que :les
yarezc, arbitrio· que escamotea: .eT. libertinaje,. el engaño y el
crime~
>Legitimar el aborto, el divorcio, la pomografí&1 y etcétera
es autorizar
los
delitos prohibidos ·por el "sexto" ·y -por todo el
Decálogo, que -reaulta así dinamitado con lo.a valores tradieio•
Fundaci\363n Speiro
nales que sustenta-. Pues el Decálogo no es una lista de orde
mmzas desarticuladas. Cada una de ellas obliga por sí misma y
en virtud de las de:má&)
Por ese camino, ¿á dónde puede llegarse, en creciente progresión?
El mismo Juan Luis Calleja lo había comentado en EL ALCAZAR del 30
de noviembre· de 1976, en .su artículo. titulado ¿DURARÁ ti. DEMOCRACIA
LIBERAL?
garramiento: "Tserbrejen". Y eSQ signifiea: Romper, de&tromr,
-haeer nizas.
Ea el ~~ho que usa Ma'l"X cuando ex¡pLica a· Kü
g~ qué ha de hacer ]a revolución con la máquina mHitar
y h~ocrática del Estado. "No se trata .sólo de hacerla pasar a
otras manos, sino de romperla". Marx subraya romperla., "zer
brechen".
»Por su parte, Lenin afiade que, para pnlverizarla, lo mejor
es
que haya
república democrática, "el camino más eort0¡ a la
dictadura :de'l proletariado", poft[1,1e ea la foona "más Ubre de
lucha ·de clases y de.opre;ión de clases•.
»¿Por qué?
Nos
lo
aclaran otros
dos
revolucionarios. Engels
y
S0;re1: por su sistema de ·partidos y la .huelga. "No1rotro.s, los
rev0Jucionari09y progresamos mucho más en la le~idad que
por los medios ilegales -explica Engels-. Los partidos de
c.,-rden, como ellos se llaman, per~ por el catado legal que
ellos mismos crean, mientras _que nosotros, con esa legalidad,
hacemos
músculo y respiramos a pleno pnlmón" .-"La huelga
--añade
Sorel-es el motor de la moral revolucionaria en la
lucha para conseguir :la ruina t-otal -de iaa -insti.Wci,ones y de
las costumbres". "Gra,cill6 ta ia hu'eilga, las :tlentati:va:s de paz
so'cial parecen infantilee, la& deserciones ,de los camaradas abur
guesados, en vez de desalentar , a. las ~ lq excitan más a
la revuelta Y, en una pa:labra, la escisión ---precisamente en dos
bandos-jamás corre peligro de desaparecer". (Si el lector no
quÍflt'e repasar el prólogo a Las luchas de clases en Fnzncia.
las Reflexiones sobre f.a violencia y El Estailo y la Revolu,.
ción, compruebe estas citas en los Textos Políticos de Cha
volier),
»El lobo, pues, deflne fa presa, recuenta garras y colmillos
y
ni siquiera ha de molestarse en mgerir a la oveja la convi
vencia paeífiea, porque ,ella milsma la propone. Sólo las eeono~
mlas riquísimas, con sociedadeis itún influidas par -Iai vie-ja mo-
144'1
Fundaci\363n Speiro
ral, aguantarán algún ti""'JIO los partidos, la d"81nonilización
y
la huelga.
>Los que hallan sollución demoorática eamhi-ando _los ,datos
del prolJlema plagan sos n.zonamientos de condicionales: "Si
eprendemos a dialogar ... , Si respetamos las elecciones ... Si man.
tenemos educación diemo:erátiea:... Si arreglamos lo eco:nómico ...
Si arreglamos lo político ... ¡Ah-!, ento~ nuestro futuro de
mocrático aerá un ejem.pilo de positivos entendimientos y de
fecunda plura!Mad euro-. En otras plr!abraa: hay que traer
la ,democracl:a: liberal, porque si pudiésemos tener democracia
liberal t.endrí
»En un Parlamento no hay otro límite al disparate que las
ideas y el seD.tido monl de la mwyoria·. La mayo.ria puedle lega
lizar la ,inexistencia de· Dios,, iy; por eupuesto, el aborto, la roca
Tarpeya, cualquier crimen y la desmembración nacional>
Pero aún se puede llegar más allá. Hency Laserre, en unos párrafos
publicados en el volumen II de
ACCION ESPAl-lOLA, núm. 11, del 16
de mayo de_ 1932,
lanzó esta
profecía patética:
1444
«La hora llegrará en que las clases ignor~tes serán lu úni•
cas representadas en eil poder. Todas ias demás serán excluidas
sistemáticamente y serán minoría en todas partes.
>¿Qné oCOITirá ewmdo ol desarrollo lógico del en!ragio unl•
versal, tal eomo está orgamz'ado, haya producido esos resulta
.dos inevitables?-
El
mundo
so:ciall será derribado bruscamente
y por igual. Aquellos que tienen neeesidad de ser gobern·ados,
go1"'rnuán y gobernarán solo,¡ ...
:.El impuesto sobre la propiedad ,será votado, con exclusión
&, los propietarios, por gentle& que no tienen nllda. La trans
misión ·de las herenei'as y la vuelta de la riqueza a la comu
nidad social quedarán regrdadaS por illdividu09 sin patrhno
nio. Las leyes sobre la instruceión y la educación serlin hechas
por hombr-es sin instrucción y filD. educación... Lo que es ilegí
timo será legal, lo que ffll antísocial estará a fa cabeza de la so•
ciedad. Los ,enemigo_s -del orden público mandarán a if.a fuerza
púMica. Los bandidos ocuparán el Ministerio de Justicia y
nombrarán a la magistratura. Los ladrones tendrán bajo m& ór
,denes a la gen.darnnia ... , así razonen o desvaríen; así obrarán
10s bárbaros que están· ahora a nuestras puertas. iy que ocupa
rán m.ailana, si no- se toman medidas desde hay, todas las puer.
tas de la ciudad ...
»Sin duda, UD. estado tan violento no podrá perpétuaree, largo
tiempo;
sin duda, después de haber acumulado ruinas sobre
Fundaci\363n Speiro
ruinas, esos comunistas y eso& radiieo:les, esos loe.os ry esos imbé
ciles, esos perversos y esos desgraciados, esos monómano.s y esos
malvados se devorarán entre ellos. Pero cuando esto OClll'n½ Fran
ci-a habrá perecido en las convulsiones y caerá en la podre
dumbre.>
VII. ¿UNA PUERTA ENTREABIERTA PARA ESCAPAR DE LA DEMOCRACIA ROUS
SEAUNIANA Y DE LOS REGÍMENES DICTATORIALES Y DE SUS TOTALI
TARISMOS
RESPECTIVOS?
Vallet de Goytisolo, en su articulo antes citado, Los DE NUNCA Y LOS
DE
AHORA, advierte:
«Frente a los notables naturales del país real, los políticos,
mpoyados en el empleo de la demaigo,gia; los tecnócratas y buró
eratas9
agarrad.Os 8 las palancas de mamlo
9 apmrecen como·
frutos
que, alternativamente _ o a la vez, nos ofrecen hoy tanto los re
gímenes democráti_cos como
los autoritarios.
>Hay que abrir los ojos a la realidad, para reconocer que
sólo puede ser verdaderamente representativo un régimen ha•
ndo
en '.las comunidades intermedias, presidido por el princi,
pio de subsidiariedad 1y apoiyado en las élites naturalm. Estas
siempre_ resultan apartadas de la política, tanto en fas democracias
como
en
las
dedocracias de masas. Necesariamente quedan
margi
n-adas en una'8 eleooion.es "guiadas" por
una propaganda
que exci-
1:fl los sentimientos, atiza lais pasiones y t,eledirige las mentes con
frases hechas,_ lugares eo;mtÍnes y ''.slogans., 9 que seducen sin en
señar, arr'al9tran sin orientar y empujan sin guiar.
>Es inevitable que el pueblo, cuando esté reducido a masa
smorfa, se aliene,
con su voto, dándose
así
periódicamente un
amo individual o colectivo._ Y. para no alienarse es un prero•
pu.esto indispensable
que el pueblo -siga siendo pueblo,; es de
cir9 que conserve su estru.tura soci.114 con sus órganos y jerar
quíaB
naturales., y w vida propia. De no aer así, carente de
forma, es encerrado en loe moldes qll'e la tecnocracia le fahrica-9
y hacia los que 'le atraen los cantos de sirena de cualquier de
magogia.
Estos cantos
forman un inmenso eco, que
los
repite
con
tanta
mayor convicción
cuanto
más grande
es la ignorancia
de quienes suman sus voces.»
En Francia se busca afanosamente la puerta de salida del laberinto
en que
nos hallamos,
que
,w sea la que lleve a la anarqufa ni la que
conduzca el totalitarismo. Para
ello, tendria que
dar
paso a
la tradicio
nal
soluct6n de
los cuerpos intermedios.
144)
Fundaci\363n Speiro
El dem6cra.ta Jacques Ruffié, en s1:1, ci-tado ENTRETIEN en LE MONDE,
ante la amenaza totalitaria que vislumbra por la vía tecnocrática de la
administración
en los regímenes democráticos,
propone:
«Para poder ejercerse ,en forma democrática, el poder debe
descentralizarse ampliamente, y ejercerse en todo lo referente a
la vida cotidiana de lo.s ciudadanos, al nivel de las colectivi
dades locales: el municipio_ y la región. Es el único medio de
hacerlos participar en la gestión de sus propios negocios. E.sta
participación es eonform:e a IJ:a n-aturaleza misma del ho,mhre:
eer COD&Cien~ libr~ reaponsable. Es condici6n de to.do pro·
greso. El municipio de dimensión reducida es la única unidad
administrativa a escala humana. El único eonjunt~ donde todas
las gentes, o Casi tÓ-dB~ se·· COlloeen, dOnde caída cual sabe a
quien diri~-l'Se para resolver fos problemas cotidianos. Es un
medio que
ofreee seguridades.>
«Por' encima de.l
municipio, la regióll debería recibir am
p!lios poderes administrativos y resolver los -problemas demasia
do8 generales
para corresponder al
marco
municipal. La región
t.onstitnye un conjunto natural, a la vez hi·stórico, geográfico y
frecuentemente ·eeonómit». Pero, iprinclpalmeñ.te es un conjun
to
cultural, integrado por perso,11as que-tienen en común una
cierta
manera de sentir y de pensar. Es un · lugar preferente de
jntetcambiOS. La may~r parte de quienes la componen se co
munican entl"e sí con bastante más facilidad que con los demás.
Dos corsos, dot bretones, dos occitanos, se recon.Men entre sí
pronto.
FA ~epartamento creado como instrumento _ de eji,cu•
ción Por el Estado centralizador debe desaparecer. Sin duda, ha
_ rendido servicios en los tiempos en que la nación, eompneeta
de ~ejas provincias mal integr&J~ su.fria la amrenaza ·oo fuer.
zais centrífugas. En un, rpaís como el nuestro, en eJl cual d nivdl.
de-la ~6n y de la consciencia no puede ponerse en duda,
!a estructura prefectund constituye un freno al progreso, y, tal
vez, 1in obstáculo al désairrollo de la Yerdadera demoeraeia.>
TambiAn nuestros amigos franceses del S. l. C. L. E. R., en LE LETR.E
D'ENTENTE FRANCAISE, se· ocupan de este tema. Contemplan cómo
las
ideologfas políticas,
la división
-de izquierdas y derechas que producen,
dividen el
pals en dos grandes bloques, cada vez más incompatibles. Para
romper ese planteamiento, propugnan la sustitución de
la dialéctica
ideológica
de
los
partidos pollticos por
la puesta a nivel de cada comu
nidad,
-en especial al nivel del municipio, de los problemas reales que
les atañen y
que se hallan dentro de
su competencia.
1446
Fundaci\363n Speiro
Esas observaciones nos traen sobre la mesa otro párrafo de J. Gil
en su citado artículo DEL CAMBIO.
«Dereclias e izquierdas ya _ no significan opo~uc1ones funda
mentale~ -habiendo sido suh~tuidas la~ primeras por un libera
lismo ca,pihdista . y fas seguµ,das por capitailismols de-Estado, que
resultan fobos de fa. misma camadas•
Pues bien, en el primer número de este año, LE LETRE D'ENTENTE
FRANCAISE ha publicado un editorial, LBS MUNICIP ALITÉS, BASES DE L'EN~
TENTB' FRANi;AISE, al que corresponden los párrafos que a continuación
publicamos:
-«Se trata de cambiar el terreno de la competición.
»Se trata de llevar la competición sobre las cuestiones rea
les del Municipio y no sobre abstracciones Meo'1Qgicas ni sobre
intereses de partido.
>Se trata de promover en toda Francia los verdaderos re
presentantes de la vida local e, impedir el acceso de la.s .. jerar·
~(UÍas pan.lelas" irresponsables y anónimas, en los asuntos de
la ciudad.
>Se trata, en fin y sobre todo, de favorece_r los :6aetores
de solidaridad real,
y de hacer fracasar a los factores de lucha
soelal.>
« ... Los partidos tienen por finalidad la conquista del po
der central, Jnrentras que los municipios tienen por finalidad,
en
primer
lugar,
el equilibrio :local, ell porvenir
_
de los niños,
1a seguridad de las familias, la salvagua·rdia de la naturaleza,
la particlpaeión de todos en
la
-comunidad en una
trama de
activtidades lOIC'll!'eS -complementarias.
»Hay que proteger, por lo tanto, :loe espacios vitales de la
democracia locat contra las cabalgadas de la carr-era hacia el
poder· central.
>A
todas estas razones se añade una última, que resultó
particularmente grave en las proximidades de. los sucesos del
78 y del 81...
>La lógica de las batallas electorales ha conducido estos úl
timos
años la democracia francesa hasta su última etapa;-la nen
tmiza!ci6n de los ""pequeños partidos" -por los "dos grandes"
aniquila prácticamente todo signiñeado del sistema de repre
senuroión real. La carrera hada ael-poder se impone desde hace
muchos
años· en Francia sobre la libre ,representación de las
tendencias del país. Ahora BOn doe bloques que están cara a
1447
Fundaci\363n Speiro
cara, La·s Voluntades de poder han llegado a un grado en el
cual son
posiblea las peores aventura&..
>La democracia francesa
está llegando, puee, prácticamente
al régimen del "partido único".
»i\ihora bien, la instilación del "partido únieo" es la muer
te, sin énfasis, de la armonía viva entre el Estado y lá. nación.
& di Estado mscrooional. Es el Estado total. Es el Estado rodea
do
de una red de tecnócratas anónimos, irresponsables, imper·
sonales.>
Hay que tratar de hallar, por lo tanto, otra perspectiva política.
1448
«Hay que salvar, se dice, un mínimo de espacios verdes en
las grandes -ciudades modernas. Es exactamente lo mismo en la
trama social.
Hay
-desarrolle el civismo en su& aplicaciones concretas, de concor-
dia, ,de participación real. Hay que rehacer la función dl.orofí
lica
de fa vida modéma, sin ita cual la asfixia y la revuelta la
arrastrarán.
>Pues bien, en Franoia no queda pl'áctieamente nada más
que el municipio donde sea ,posible realizar la verdadera par
ticipación
de los ciudadanos en los 8811llto& públieos, iya que la
autoci·dad en el munieipi
>Esta integración de
los ciudadanos en la vida real del mu
nicipio ha llegado hoy en Francia a ser una necesidad de salud
pública.
>Las explosiones contestatarias que sacuden periódicamente
Fn.n:cia a partir de mayo ·del 68, deis.de Jas ttni'Vffllslidades hasta
las fábrieas y los eánrpós, no tienen otras causas. Los franeeses
sutiren por no ser escuchados. Sufren también por no tener
prácticamente ninguna po,sihiilidad de ej61'Cer en ninguna parte
de un poder real de participación.
»No fue une casu:afülad que en mayo del 68 la principal
reivindicación
fuese la de la "participación".
>El malestar es
general y profundo: iLa centralización exce
siva del Estado, de la Univeraidad, de la vida económica y ar·
tística; 1a reducción ,siempre creciente de lM márgenes de las
:Libertades locales. y provinciales, la injerencia universal del Es
tado y [a deseducación ,fflviea eonsecutente dejan a los ciu
dadanos franceses sin participación real en los cuerpos eo·ciales,
y les hacen sufrir po,r 881ltir8e frustrados en sus libertades rea·
101
y con.cretas en el ámbito en el cual tienen competencia ,y
posibilidades para ejerced.a.
Fundaci\363n Speiro
>Se ha creído eocontrar un renredi:o a la asfixia cívica de
loe franceses multiplicando desde 1%8
las "instancias de partí·
cipación". Esa fue la gran idea de la ley de Orientación (de
1a Univen»dad). Esa misma idea fue la que dio vida a la ley
sobre la-& seeclones sindicales en las empresas. Se han organizado
un poco por todas partes los "comités de gestión", los "Con·
sejos popo.lare&" ...
»Eso ha sido un fracaso casi generai porqufl todas esas ''irur
tanelas" -o easi todas-fueron organizadas sobre el ámbito
de lu luchas de clases y de partidos. No se ha hecho más que
multipliear
los terrenos de lucha y de contestación.
>Loe profesionales de la guerra social no se equivocan».
En esa perspectiva, descubrimos una falsa participación dialéctica,
contrapuesta a la verdadera participación, que ha de ser armoniosa.
«Así, pues, se enfrentan dos ideas de "participación". U11a
significa
•iparticipación en las fochas 1socia'les bajo la ,dirección
de los def'ensores de una soci:edaid revolucionaria". Otra signi
fica "'partici·pación" en las. responsabilidades reales y concretas.
>-El municipio puede jug&l' aquí un papel único, pues es el
lugar má·s adecuado para la colaboración y armOJli,a entre los
franceses de to1das clal!ffl ry de todae las tendencias.
>Ha llegado la hora -de dar a esa segunda: idea todas sus
posibilidades.
>Corresponde manilestarse a los verdaderos notables del país:
están en todos IOB medios y en todas las clases: arteeanos y
profesores, obreros y comerciantes, notarios.. profesionales libe
rales, directivos de einprem, agricultores-.••
>Deataean ,por su honradez, su sentido ·del interés general, su
hOITor innato a las ,di_visi.onies que dmgreguen familias y ciu
dades.
»Saben muy bien que Francia está enferma por sus antago
nismos. Soben que Francia está estropeada por la demagogia
y que nuestras eiudades sufren por falta de dirección.
»Son hoy lt-gión quienes desean termitiar con los juegos de
susados de las ,eompeticioll'e6 de partidos y d'e ideologías. Esos
juegos regocijaron en el si~o XIX y· han -eneaJng¡rentadO el si
glo XX. Saben que ha llegado la hora de terminar con ellos.
>La presente "Entente íraru;aise"
se
dirige a quienes
así
piensan. Les propone un cambio de alternativa eleetoral: termi
nar con las divisiones arbitrarias de_ la "derecha" y de la "iz
quierda", abandonar sistemáticamente los antagonismos abstrae•
1449
Fundaci\363n Speiro
tos· en todos los encuelitroB electorales. Proponen a los francesea volver a encontr8il"Se sobre el ver:dadero tel'reno local. Descubrirán, -entonces, que
entre
ellos -hay muchos más bienes comunes en los que basar su -aenerdo ·que divisiones rea1les para provocar· sus. luehás.>
Hay que procurar, prosigue la llamada de entendimiento,
« .•• la promoción para: los AiynntamientoS de las verdaderas
capacidades locales. Cuanto -más
'\;e politizan las eleéc.iones locales, más se repliegan esos" hombres eó. su vida· privada ... " Hay
que ayudarles a comprometerse y
·a
organizar su concertación.>
Y, a la vez, es preciso ·e indispensable .-Conseguir:
irrespo-nnbles
de loe partidos y de, los grupos de presión. Clubs de jóvenes, comisiones culturales, -agrup&Ciones· familiar86 y
pro•
fesionales acaban -eritonces -·par ser subyugadas por las redes de agitación subversiva.
»Es esencial neutml.izair las jet'81,qD.Ías par-áilelas .para vollver a dar_ vi~ fuerza y dirutmi81D.o-a la verdadera vida lócal.>
Al mismo tiempo, no debe olvidarse esta tarea, a saber:
1450
«La acci6n ·sistemática de reintegración de los ~marginadoi' Esos "marginados" &on los desarraiga-dos de la. vida -moderna. He.y de todas clases.>
«Si no reintegramos a esos marginados en la trama bioló
gica de ia ciudad, los marginados desintegrarán la ciudád.
>Para lograrlo ea-imprescindible· ofrecer
a esós· margina-dos
rentros de interés,
de ·cooperación, oonpaci.on~ ocas.iones de
sacrificio, puntes
de aplicación·· a sw posibles responsabilidades.
»ªSi quieres que se ab-orrezcan, échales grano; pero si les
haces eonstrnir juntos una torre, les convertirás en
hermanos",
decía-el esc,ritor Saint Exupéry>.
Fundaci\363n Speiro
LA DEMOCRACIA, HOY
J. L\. DEMOCRACIA ROUSSEAUNIANA
Con ~u lucidez mental y con la transparencia expositiva que le ca
racteriza,
lean Madiran, en su reciente libro (publicado por Nouvelles
Editions Latines,
Paris, 1977) LES DEUX
DEMOCRATIES, ha reiterado la
la distinci6nt por él formulada hace más de veinte años, entre demo
cracia
clásica o natural y democracia moderna o totalitaria.
La clásica no era sino un modo de designación de los gobernantes.
Era considerada como uno de los tres
regfmenes, combinables
entre sí,
que podían
resultar más o menos
adecuados, según las -circunstancias,
en
un
pais y tiempo dadps. No se pretendia, pues, que monopolizara
excluyentemente la justicia
política, es decir,
que en todo tiempo y lu
gar fuera el único régimen justo,
digno y aceptable.
La · democracia moderna se· autoestima el único régimen justo y
considera inmorales
e
ilegítimos los regímenes
no calificados de demo
cráticos,· no se circunscribe a la designaci6n de
los gobernantes,
sino
qué de
por
sf decide lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, de un
modo
inmanente,_ y, por lo tanto, con un poder ilimitado, que se dice
dimanante del pueblo. Este poder la convierte en totalitaria
--como con
secuencia
de
su inmanencia y de su ilimitaci6n-y, de hecho,. no lo asu
me el pueblo, sino los gobernantes elegidos.
Precisamente el
2 de julio de 1978 se cumpli6 el bicentenario de
Rousseau, que
propuso
las bases ideológicas de la democracia moderna.
Así lo recordó, en ABC del 8
de julio de 1978,
José María Valls,
en su
artú:ulo LA PARADOJA DE LA LIBERTAD.
«Aquel 2 de julio· de 1778, hace doscientos años,. dejaba este
mundo
uno
de los mú polémicos escrirtores de su tiempo: Juan
Jaeobo Rousseau. De origen ginebrino, filósofo, escritor, peda
go,go y músico, no se resignó a pasar inadvertido para la His
toria y -dejó a la Humanidad un legado Weológico que aún per
dura. Su vida apasionada quedó fielmente reflejada en .su obra,
que ofrece a menudo pamdójkaA afirmaciones en una misma
página
y aun en un mfomo pá,rrafo.»
1413
Fundaci\363n Speiro
El mismo articulo ahonda brevemente en las paradojas de Rousseau
y
de
sus tesis,
en los
párrafos que
a continuaci6n reproducimos:
1414
«A la hora de analizar sus proposiciones políticas hay que
too.er muy
en
cuenta la observación de Julián Marias que di&
tingue, en Ronsseau, dos, :ideas parecidas, pero radicalmente dis
.tin~ y que responden a los nombres -de ''voilonté générale" y
"volonté de to,uts". Esta sería la voluntad de cada individuo su
mada
a la
de los demás; aquélla, en cambio, al corresponder a
la voluntad de. la -mayoría, sería la voluntad-800ttal de toda la
sociedad. Estm voluntad general ~ según Rousseau, la que
marca la pauta de actuación de 1:mant0& forman pane de la so
ciedad; es la liniea regla válida de conducta y Ja única garan
tía
de
lihedMI individual.
»Esta idea de Rousseau, además de aportar a la so.ciedad
moderna
el meeanismo electoral del sufragio univ-ersal y direc-
10, ha traído de la man·o la "paradl)ja de la libertad". Para
Roussea:~ aquel que. se desvía de la voluntad general,. se · desvía
de la libertad y por ello la sociodad puede obligarlo a conser•
var m libertad obedeciendo a la mayoría. La coaeció~ así, de
jaría de ser coacción y las dictaduras pasarían a ser el paraíso
de la libertad. ¿ Cómo armonizaba Rousaeau. esta afirmación con
la que airve ,de 'COlllienzo ai "Emilio", y que dice que todo
lr.ombrWt nace libre? La conjunción no está muy clara y por
eeo aparece la paradoja. Sin embargo, hay ·algunas notas en su
o,bra que pnederi dar luz al tema. Parai RoUSBeau, el hombre al
canza w máximo grado de libertad en su condición de ciudada
no~
no siendo realmente hombre hasta que no ee plenamente
tiudadano. ¿Entra es1:0 en contradicción con su famosa teoria
del hombre natural? Puede ser., pero esto es tan normal en la
vida de Rousseau que no merecería ma¡yor atención si no fuera
por la
impodaneia intrínseca del tema. Ro:osseau era calvinista
y poeeía, por tanto, un llCUSBdo sentido de oondeoación etuna.
Al enfrentar su vida con esta condenación, encontró la salida
de enlparr a la sociedad .para tranqulliZM' 811 conciencia. Este
descubrimiento de Ro118B8au, utilizado conio táctica, es uno de
los principioe básicos materialistas a la hora de eliminar el
sentido de responsabilidad individual.
:>La salida de esta maraña lia intuyó Tomás de Aquino mu
chos siglos antes. La libertad no es una eonce&ión social, sino
un valor intrínseco
de1 la naturaleza humana, ligado estrecha
mente: con la nzón. Cuanto más racionalmente se actúa, más
libre se ee. La lógica de los sentidos, o vida instintiva, tiene
Fundaci\363n Speiro
poeo de libre. El ho,mbre, como ser socia:l, v,era stempre recor
tada su libertad '0D detalles ci.reunsmn:ciailies, como salvagu:ard-ia
de la li.bortad ajena. Esto no puede eJCtnlñar a nadie, a no ser
que se pretenda que, el mundo es, como diría Hobbes, la lucha
de todos contra todos. La sociedad, en principio, no debe es
clavizar si está bien e&tructurada. El desarrollo human.o se con
suma en sociedad y ésta debe apoyarlo y fomentarlo. La solu
ción a la paradoja no, es patrimonio de ninguna ideología con
creta, siempre que se respete -ail hombre como lo que realmen
te es.>
En YA del 6 de enero de 1977, Gregorio de Yurre, en un artículo
titulado
Dos DEMOCRACIAS, refiriéndose a las de Locke y de Rousseau,
señala c6mo
ésta
puede conducir,
con absoluta
lógi.ca institucional, al
totalitarismo:
«Existen dos importantes escritores europeoa que colaboraron
eficazmente a
la formulación
de una filosofía política demo·
eráti.ca: Locke y Rousseau. Son, &in embargo, democracias di
ferentes.
:.Toda la teoría del filósofo ginebrino se orienta a combatir
el absolutismo de Versalles. Pero su teoría pasa de un extr-emo
a
otro, y después de condenar el poder absoluto del monarca,
afirma
ei absolutismo de la voluntad general. .. >
«Esto conduce a la proclamación de la voluntad genenl
no sólo como norma del orden político, sino también como
norma único: y suprema. La soberanía radica en esa voluntad y
es soberanía absoluta, sin límite. Este aheolutismo encierra gér·
menes
dictatoriales y totalitarios que no
podemos admitir. Hi.t~
ler ordenó el exterminio de los enfermos incurables i;y de la
raza judía; tal mandato es criminal, pero no sólo porque es
orden de
un dictador, sino, sobre todo_. porque. es -Ia denegación
al hombre del derecho natural a la vida. Si tal orden la hubiera
aprobado !la vollElltad ~ no eamhiaria ele natomlleza; seria
igualmente criminal.
»Tales eon también los principios que encontramos en la
democracia jacobina. El concepto de derecho natural, mane
ja:do
en la épo_ea de lai Revolución francesa, tenia un sentido pu
ramente hedooista e individuelista y se orientó a respetar el
despliegue
de 1'a ac'ción e incluso pasión -de los individuos. Pero
nunca tuvo carácter socid.; queremos ,decir que no reeon:oeió
el dereeho de 1a soeied8.d y, por tanto, de los grupos en los
que está organizado eil pueblo: el det"echo natural de la fami-
1415
Fundaci\363n Speiro
1416
lía. Las entidades looiiles y regional$, de la& proifesiones, iglesias-,
clases y grupos humanos más neeesitados .... >
«Del reconocimiento tan -sólo del individuo y de sus-puio
nes individuales se pasa fácilmente al absolutismo revoluciona
rio del Fisrado. Con razón escribe a este pro-pósito Hen.ri Brug
mans: 'Todos estimaban que el individualismo, que había ins
pirado a loa, jacobinos, conducía lógicamente hacia una atomi·
zación de la Sociedad, la cwd. a su vez -suscitaba el Esta.d.o ab
soluto como oontrapartida
de
la atomización: con la polvareda
de fos individuos se Jmce el cemento de ios Estados to.talitarios"
(Ro;ogemont).
»Todos, en fin, estimaban que el "compromiso" cívico se
hacía cada vez más ,difícil a medo.da que -el Fismdo se centrali
zaba y absorbía "las comunidaides intermedias, territoriales,
funcionales o profesionales, inelmo la célula primera de la so
ciedad que es la familia" (L'ldée européenn.e, Brujas, 1965,
¡,ág. 62).
»El F.stado absoluto es eentralizador y
dictador. Nada tiene
de extraño qué trate de centralizar en sus- manos tocla la ense
fianza
y d. sist!ema de educación y pretenda dietar a todos los
ciudadanos del país una de.terminada ideología. En la dictadura
mental y e&piritwil coineide el Estado jacobino con el Estado
totalitario. ,Se -dice que el Estado es, en razón de su naturaleza,
una
entidad laica qo,e nada tiene que ver con la re1ligi.ón. Si
por laico se entiende un Estado servidor de !la cultora, eonfmme
a las _exitiencias de: las _familias sobre las que recae el deber y
el derecho de educar a sus hijos, la expresión e1 admisible:
designaría
w, F.stado ideo/ógicamente neutral, destinado al -·
'"icio de todo e,] pueblo, y de los diversos entes en los que está
_crganizado.
»Si por laico se entiende un Estado at,eo-, vinecdado por ello
a
una ideología que -trata
de
imponer a todos. l:oe ciudadanos,
entonces rechazamos de plano tal F.dádo, que tiene más de dic
tador
que de democrático. En tal hipótesis se oomete un atro
pello con los dereehos natorailes de la familia creyente. El pue
blo creyente
es también miembro del
Estado y paga los
corres
pondientes impuest-os para que· el Estado lo~ '.invierta en el sis
tema escolar
-y
educativo, pero
tales impuestos sirven única•
mente para atender a la 'f.Bcuela ofi~ que es adversa a la
enseñanza y educación religiosa. Tales familiaa han de orga
nizar por
su
-cuenta el sistema escolar de sus prefereneiait, pero
para -ello han de realizar un nuevo desembolso. Ello quiere
Fundaci\363n Speiro
decir que tales familias son infraciudadanas, ya que el Estado
adopta una: postura de clara discriminación.>
Esa sociedad de individuos que por mayoría elige a sus gobernantes,
es
difícil que mayoritariamente no acabe por preferir a quienes dema
gógicamente ofrezcan a los
más igualarse
con
las élites. Se trata de un
proceso
ya previsto por Tocqueville, en su libro DB LA DEMOCRACIA EN
AMÉRICA; en esos Estados Unidos a los cuales se -refiere Willi.am Man
chester en su reciente artículo, publicado en el NEW YORK TIMES del 15
de julio de 1978, con el título UNA LEY DE INVERSIÓN: LA NIVELACIÓN DE
LA SOCIEDAD AMERICANA. De él se ha hecho eco Julián Marías, en EL
PAIS del 10 de agosto de 1978, en su articulo DEMOCRACIA -POLIT1CA Y
DEMOCRACIA MORBOSA.
«Para Manchester, se ha Uegado ·a una sociedad "apasionada
mente igualitaria" ; la "nivelación" se. ha convertido en una re
ligión 8e'C11lar, una fe intolerante. Se hon-an o envaguecen ilas
distinciones entr'e :las clases, [as gencracione6, l:oai :sexoe, sacrifi
.eaidas
al ltótem de la absoluta igualdad. Da una lsrga lista de
ejemplos, algunos has.tente cómicos; C'a'Si todo&s en el fondo, es
peluznantes. Desapareoen todas las marcas de distinción, se
sus
tituyen por ''una extraña, falsa humildad". Manchester llama a
esto, ci.tando a oitro escritor, "la ,consecuencia social de la demo·
cracia".
Y afiad.e por su icuenta: "Uli democracia, escríbase en
grandes
letras, es una :forma de gobierno qu_e es aeeptabfo pon¡ue
lu alternatiTil:8 no lo son. Debería confinars:e a las eleccionee" .
.»Y concluye con algu.nais fórmulas felices. Por ejemplo: "Los
nifios bien dotados no. tienen derecho a una atención especial,
aunque ioe niños rotrasados sí lo· tienen; como-están p:9r debajo
del nivel gener8il, hay que ielffl"arlos hasta él." "En una palabra,
se ~a de nosotros que miremos: de lllrt'iba a abajo. a los que
están poc encima de nosotrols, y de ahajo ·a arriba a los que están
por debajo." La Bupleciorid:ad es, en ,sí misma, sospechosa, y ,todo
dl mundo intenta parecer, hahlu y eer como todos los demás,
y
así, se eliminan todoe los atributos que en 0:tro tiempo dis
tinguían a 1lllil6 ipel'SOOOS de otras. Manehester piensa que esto
coll511-ela a los que tienen ~ barrunto (ueu.almente justificado)
de qne son 1:'eial.mente ~s.
»La consecuencia es que "J.as almas extraordinui-818" quedan
en desventaja,
y
no
son: ellas, sino ''la ese.orla, de b -sociedad"
quien determinará [·a
ro.ta.»
14n
Fundaci\363n Speiro
Julián Marias, hoy, como Ortega y Gasset ayer -recordemos su "No
es esto, no es esto"--, se afe"a. a su utópica concewión de
la
democra
cia política, sin
aceptar
lo8 efectoa sociales que, más o menos a la larga,
produce inevitablemente por su propia 16gica. Asi escribe:
i«:La democracia il:e parece a Ortega ,.......,como hoy a Mancli.es
ter----exiccl.ente: "Al amparo dle esta noble idea se ha deslizado
en la eoneiJemcla pública la perversa afirmación die todo il.o bajo
y ruin." Y lo aclara en segulida "La dem.o1C1'9cia,, oomo-: democra
cia, es decir, estricta y excl:nsivam.ento -como nonna del Derecho
político-, parece una cosa óiptima. Pero la :democracia e:,wsperada
y fuera ·de eí, la ~ en 1'1 pensamiento y en :el gesto, la
demooracla en ·el corazón iy ien ia costumbre es el más ,peligroso
morbo que puede pad,,oor una sociedad".>
A su juicio, sin embargo:
1418
i«. ••• no se puede ser "sólo .demócrata". El amigo de la jlllsticia
quiere igual.dad ,de dereohos para todo lo q,re en [os hombres
hay de igual.dad; ¡pero siente la mh,ma urgeocia por legitimar lo
que Juey de desigual entre J.,. hombres. Y ooncluye: "Quien ..
irrita .al ff!I' tratados desigualmente a lOB iguales, pero no se in
muta al ver tratados igua1mente a IIO!sl ,desi·gwdea., no es demó
ocat:a, es plebeyo."
>La razón
de
esta
actitud es el ll"e9eDti:mi.eto (Ortega se r&
fiere a Nietzsche y alude 13., SdheJ..er, en 1917, no. se olvide).
>El hombre que se siente infurior se afirma negando la-s cua
lidades de que earecei; &, la inversión de los valores; io. wperlor
ele supedi~o a lo inferior, que triun&t. "Vivimos --diae Ortega-
rodeados de gen.tes que no· ee estiman a sí mismas, y casi siempre
'Con
razón
... Cuando se
quedan solas, les llega diel pro¡pio corazón
bo011119das de desdén para sí mismas. Es inútil que po.r medio de
astucias inferiores ,co,nsigan haoor papeles visto80'S en ia: sociedad.
El aparente triunfo $Oclal enrenena más su interi:or, 'l"e'V'elán!doles
el doi,eqoilibrio inestable de su: vi~ a toda: hora amenazada de
un justiciero derrumbamiento." Y iconcl.uía Omga:: ''Peri.o.distas,
profesores y ::políticos sin t:a:lento componen, por tal razón, el
Estado Mayor .de la en.vid.is, que, oomo dice Quevedo, va tan
flaca· y amarilla lpotque muerde y no eome. Lo que hoy llama
m'Os 'Opinión póblica' I)"" 'demooracia' no es en gran parte sino
la purulenta sooreción de esas ahnas rencorosa&">
Fundaci\363n Speiro
También es verdad lo que el mismo Julián Marias dice respecto de
la
democracia política y de la democracia material, que él califica de
morbosa:
i«... Es -sabido ,-...a,UJllque no generalDl'ellllte reconocido--que
la democracia política no florece más que en partes reducidaa
del mundo.. Si se examina la lieta de miemhnni, idie las Naciones
Uni~
la
,domoeraci.a
política im.pem en muy pocas, y la de
mocracl.a morb"OA ,triunfa ,especialmenre (no-exclusivamente) don
de la política falta. :.Así ha ocmriOO en España durante los últimos
deceni:ols, mucho más que cuando, durante una etapa, de -demo.
cr®ia polítiea, Or11ega eacrihía el artículo
que he comentado.»
Precisamente el democratismo mate~ básico de casi todos los re
gimenes totalitarios,
babia penetrado~ en especial, en la propaganda,
dentro del sistema franquista,
y esa
penetración ha facilitado su
actual
explosión
en
la
nueva democracia politica. No olvidemos que en ésta
gobiernan muchos
poltticos del periodo anterior, -durante el cual bastantes
de
ellos estuvieron
situados en importantes ministerios, donde trataron
siempre de promover e imponer un igualitarismo prórimo al
caracterís
tico
de las llamadas
democracias materiales.
H.oy se produce un verdadero alud de igualitarismo morboso, con el
paso fáctico de
la soberanía al partido representante de una mayoría
desde
bastante tiempo atrás empapada -por
la propaganda
polttica
y
por
el progresivismo religioso- de un igualitarismo social
en una socie
dad
que venia siendo
desjerarquizada --desde la
familia y la empresa
a todos los demás
cue,.pos intermedios-y en la que fueron sustitu
yéndose
las estructuras sociales por el monolitismo del aparato politico
que hoy perdura monoPolizado por
el
consenso del partido en el poder
con socialistas
y comunistas.
II. ¿Bx:ISTE VERDADERAMENTE, Y EN QUÉ SE TRADUCE, LA SOBERANÍA PO
PULAR?
Juan Valle! de Goytisolo, en EL ALCAZAR de 23 de mayo de 1978,
comentando
el entonces Anteproyecto de Constitución, señalaba desde otro
ángulo~ c6mo Rousseau
conjuga el concepto
bodiniano de
soberanía
con
el, propio
suyo, de la
aliénation totale de todos los individuos en
la
mayo,ta:
«SubrayelD06 ante todo que, a través de Rousseau, se re
coge de Bodino el concepto de soberanía. Elfos de Tejada
-que
Dwa llevó consigo euando, bajo la perspectiva de nu.es-
1419
Fundaci\363n Speiro
tros ojoo humanos, más falta parecía hacernos-, en su último
Mbro sobre el Franco-Condado Hü,páni
las Españas., respecto de la teorizada por el francés Jean Bodin:
ºCuando el ara~ Gaepar de Añastro e Izunza vierte al cais
tellllllo Las Repúblicas de Bodin,, -holicamente emnendmlas,
pone entre sus correcciones la de que los hispánicos no pueden
aceptar la noción de la soberanía, debiendo sustituirla por la, de
la suprema ~ dado que la, soberanía es poder-ilimitado
por
micima de los cuerpos social~ mientras que la suprema
auctoritas implica que cada cuerpo político, incluidas las potes
tades del monarca, está encerrado dentro de unos límites. Por lo
eual, los hispanos, incluidos los juristas del Franco-Condado Hi&
pánico, eran hostiles a la souverainreté hodiniana y luchaban por
sus
fmn,chises peculi_arísimas
...
" Es
el
mismo criterio que observó
en el
hispánieo jurista de Ná:i;toles Ant1;mio Lanario, cuando sen~
taba que pote,ta., . absol,uta """ po,est dare ¡,. Repulilka política,
et benie o:rdinata. Y es idéntico al expresado, en eil siglo XIV, por
el menmet gerundense 'Y obisJl'O de Valencia, Fnmcesch Eixime·
nis, cuando, al explicar. '° pacto político~ destauha que "jamás
las
,comunidades. ·dieron la pote8tad absolutamente a nadie sobre
sí mismas. sino _con ciertoe pactos, iy leyes", y que las ease·s, al
pactar las comunidades, :para sn mejor bienestar, ceno se privaron
de la libertad, pues .la libertad es una de las principales excelen
cias de hombres libres''.
>La wutieramdé_ bodiimma se [a atribuye Rousseau al pueblo,
en el arbitrio de cuya mayoría todos y cada uno de sus indivi
duos collqlOnentes alienan totalmente todos sus derechos ... >
Esa aliénation totale, por la cual la mayoría relativa de electores se
impone
a todos
los electores y a "las no electores, inviste a los elegidos del
poder absoluto
dlmanatite de ellá. Eso también lo recordó Vallet de Goy
tisolo, en EL PAIS del 18 de agosto de 1977, en su artículo LA LEY, ¿Ex
P~IÓN D_E LA VOLUNTAD DEL PUEBLO?
1420
«El insigile polígrafo Joaquín Costa comentaba, hace unos cieÍl
año.~
que ''el doctrinarismo francés que impera despóticamente
en inuestras escuelas y ante todo& nuestros pani.dos· políticoe":
'\,1-a'ica los miembros
del F,stad'o. en dos grnpoa, se:parado:s uno
de otro pór rió. verd.adera1 'abismo:· de un lado; ·1a autoridad, el
Gobiemo, los depositarios del poder, el país-legal; de otro, los
sóbditós,
el :pai-s 1eleetor, -J.a. trtaisa cáótica, · -cuya misión se cifra en
teramente en obedecer a aquellos a quienes ha constituido en
Fundaci\363n Speiro
órganos suyos, despojándose de su soberanía". La volonté géné-
1a/,e, ¡concl:o¡ye en la aliénat,i,on, torale ... !
»Y, hablando de los liberales españoles de su época,. proseguía
Costa: "Piensan que el pueblJ.o· es ya rey y .sioherano, porque hain
puesto en sus mano-s la papeleta electoral: no lo creáis, mientras
no ae reconozca, además, al individuo y a la familia la libertad
civiJ., y al. ·conjunto de individuos y de familias, el derecho com
plementario de e&tatuir en forma de costumbres, aquella soberanía
es un sarcasmo; representa el derecho de darse periódiieamente
un amo que le dicte la ley, que le imponga su vobmtad; la pa·
peleta electonl es
el harapo de púrpura y el cetro de caña con
el que se disfmzó a Cristo de rey en el pretorio de Matos".
>La lihertad civil la sacrifican hoy no sólo todos los sociaJ.is..
mos, sino también las social-democracias que consienten un li
bertinaje en las costumbres ·y someten al ¡mehlo a un intervencio
n:ismo siempl'e creciente, Toeqo.eville,, en
'SU obra De la J.emocr11¡,
cia -en Amé~ lo había ya intuido: "Loe pueblos demOICl'áti.cos,
que han introducido la :libertad en la esfera política, al mismo
tiempo que -han ac:reirentado el despotismo en la esfera adminis,.
trati.va, han sido -oonducidos u singolar!idades bien extraiías. Cuan
do se trata de manejar los pequieños negocios, donde el simple
buen sentido puede bastar, se estima que loe ciudadanos son in
capaces; si se trata de gobernar el E!at.aido, ee ~nfían a estos eiu~
daidanos inmensas prerrogativa&; se les hac·e altemativament.e los
juguetes del soberano y eUB amos; más que rey,es y menos qua
hombros."
Pero, ,proseguía, uesi difícil de ooncebir cómo hombres
que han renunciado enteramente al hábito de dirigirse a si mis
mos ,podrán oo,nsegoir eiegir bien a quienes deben conducirles".
>¡Soberanos teóricamente en lo que no entendemos; y, prác
ticamente, en perpetua menor edad en lo que constituye nuestra
respectiva esfera!>
Recientemente Carlos Valverde, en TRIBUNA P'ÚBLICA, de ABC del 9
de noviembre de
1978, se
ocupa de esta pretendida
soberanía del pueblo,
bajo el título PlraBLO, CONSTITUCIÓN, Dms, y hace, entre otras, las ob
servaciones que a continuaci6n recortamos:
«Presenta obvias y serias dificultades tal teorí·a (utopía) cuando
se
quiere lleva;r a la práctica. Se 1e dioe al Ptteblo con halagüe
ñas
palabras que
él es d soberano, pero en realidad va a sega:ir
.siendo
el súbdito. Lo ·que va a hacer con su suíil'agio es ratificar,
decir sí o no a algo1 que le -dan hecho,. a una Constitución o .a
unas leyes que ni él ha Jwcho -ni está capacitado para compren-
142!
Fundaci\363n Speiro
der y para valor-ar. Va a; tener que decir sí o no en el caso de
la
Constitución o de ·ottas letyes que ,se ie propongan y que, en
cua-lquier ICBSo, serán muy pocas, a mi montóri -de a:rtíeulos si
mnltánearnente, sim.
poder diseemir, ni opinar, ni discutir, ni
distinguir, ni
matizar. Ya
sé que a -esto se responde que es im
,posible qne opine,
que discuta y
que
legisle un
soberano
formado
por todos fos españoles mayores de dieciocho año~
qoe-eso es
"el pnehllo", y que para eso están los partidos políticos. Pero
entonces
la soberanía pasa del .pueblo a los partid06 polítieos, o
mejor
a llos diri,gentee de los partidos poHticos. Entonces, el
pueblo ya no es d so!bierano. Es verdad que los ,representantes
de
los
partidos poilí1li.cos fueron
elegidos por el pueblo, pero
todos
sabemos que el pueblo di.ge esos representantes sin cono
cerlos, sin 'COnocer con wridád y exaetitud sus programes, sin atis
bar ,sm ocultas intenciones, sino únicamente por una remo·ta y
afectiva, inés que miciorntl, aproximación a lo que creen ser sus
preferencias.>
«... Además, después de elegidos los representantes de los
partidos políticos, prá:cticamente
se aeahan casi
por
eompleto las
'funcione& de ese pueblo al
que
la Constitución llama soberano-.
Empiezan a ser soberanos 1-egisla!dores los representantes de los
parti:dos mayoritarios. Es decir, que lo de ia soberanía popular
es una mentira y un engafio.
»Probablemente es mejor que
el pueblo, no sea el soberano.
Si de v.erdad el pueblo fueSe el ,so/berano, tendríamos un soberano
muy ignorante, muy incuilto, mury violento, MUIY imprudente, ah
,soluta-mente inepto y,
además, sin súbditos. _Ee un principio ge
neral de Derecho que -el legislador-no puede oWgarse a sí mismo.
Padr:ía suceder 1o que sucedió en la Francia del terror de 1789
a 1799,
en que el puebl~ 'O· fuerza de escuchar que éll era el so
berano, procuró sedo. Pero entonces, ¿por qué y para qué ese
sofisma -de la soberanía popul·ar si luego :los partidos -ilos diri
gentes de lo-s partido.s---. dicen y van a decir: los soberanos somos
nosotr~ y vosotros, el pueblo, sois los súbditos y ten-éis qne
obedecer?»
fil.
LA PARTITOCRACIA Y EL TOTALITARISMO OUGÁRQUICO
Un ulterior desarrollo de la democracia moderna, en el intento de
que la orientación de
1~ masas sea pluralista,
ha
dado· lugar
a que los
partidos políticos
se· hayan
considerado como piezas fundamentales de
1422
Fundaci\363n Speiro
ella. Con esto se ha llegado a LA PARTITOCRACIA, que es precisamente el
titulo de
una obra de
Gonzalo Femández de la Mora (Madrid, Instituto
de
Estudios Políticos, 1977), que nuestro amigo Francisco José Femán
dez de la Cigoña ha comentado en EL ALCAZAR del 29 de abril del mis
mo año con el título
LA. GRAN MENTIRA..
De ese comentario son los recortes que siguen.
Asf:
«Gonzalo Fernández de la Mora acaba de publicar un libro
ifofiniti.vo sobre
uno de
loe más importantes temas de la ciencia
política,
en primer plano- en d. hoy de nuestra patria: !los parti
dos (La partit,ocrada; Inatitrllo. de Estudios P<>lítioos, Madrid.
1977). Desde 1.1111? :perspectiva aséptica, sin juicios de valor ni doc,.
trinarismos, Femández de la Mora examina la realidad de 1~
partidos, recogiendo las opiniones de loe principales especialistas
en
la
:maJteria. El resnltado
es
abrumador para el sarampión de
moliheral que hoy parecen sufrir gran pa·rte de nuestros po·
líticos.
:>Concluida ls lectura, apenas nada queda en pie del edificio
políti,co del liberalismo, hoy tan admirado por los turistas de iLa
política como los otros pueden extasiarse ante una catedral de la
Edad
Media·. Poco más que un sietema. arhitrari0; que hay que
juzgar SOilamente por aos resultados, que suel'611 ser ,en. gleneral
matl.ois.
La v,olluntad general es un
mito;
d. gobierno por d pue
blo, una e"l)resión pnnmrente r-etóri·~ !Y' iel mandato del puehlJ.o,
unai
ficción juridiea ... >
«Resulta de todo -ello que el pretendido gobierno democrá
tico no es más que una oligarquía en ia que los dirigentes-de
los partidos crean, manipulan y usufrtJ:ctúan una :misa voluntad
popular que ilegitima un poder autocrático y dirigido no al bien
comú~ sino al del partido qu~ ID8ftU.ralmente, coincide ·con el
suyo propio. Es la versión política del viejo cuento de Juan
Palomo.
>La exposición de los sistemas electorales resulta demoledora
pára todo .aquel ~ .trascenldiendo ,el mero 'Cllrácter instnn:nen
tal de la lll'IUli, pretenda ver en ella un sancta $lll&Ctorllm de, la
democracia. Las iarbitrariededes del sistema, de cualquiera de ellos,
el sometimi·ento de 1oe diputados a laa consignas del partid'o aun
en
.contra de las propias convicciones y de los intereses reales
de ila ¡Patria, la de8i.gna.ción de candidatos, la fijación de cirC'llllS•
cripcio.nes, las
propagandas eleotorales, las zancadillas y golpes
1423
Fundaci\363n Speiro
hajoe, ---cuánto de ello ito estamos conociendo ya en E&pa
.ña baatante iaot-es de abrirse la -eampaiía electoral-DOS CO•
locan anre un tinglado de farsa que no -la más mf.
Dima adhesión intelectual. No queda ante ello otra postura
que la ,del más radical pragmatismo: vale, si el resultado es
bueno.; no vale si es malo. Pero nada de ,derechos del hombre,
dignidad de !,, persona, soberanía mwional, voluntad popular,
ole, -Esas preoondidas legit:imMioru,o que hoy llenan la boca de
tantos de nuestros políticos -y a cualquier con s:e llama poli~
tieo en muchas ~casiones--, o SO'll mitos y ficciones o, cuando
tienen verdadero valor, como por ejemplo la dignidad del hom
bre, se mueven en -otra galaxia, distante añQI& luz de 1a, preten
dida dem,,craciil»
.:,, , Dada la pluraLidad 1100ial, el mu!lti_,;di8'Do parece más
conforme con las -teorías de la representatividad. Sin -embargo,
conduce
'el país a la ama,rqu:ía Y como reacción, a la dictadwa.
La concl.ueión no es menos de.sesperaozadora para los ideólogos
del demolibemlismo: "como gobernar ee más ineludible que re
presentar, la d.ena:®raeia inorgánica prefiere mutilarse en vez
de morir". Eu resumen, falsear la de-mocracla.>
El propio Fraga Iribame, en tercera plana de ABC del 18 de octubre
de 1978. con el título
LAs PARADOJAS DEL CONSTITUCIONALISMO ACTUAL,
reconoce esta realidad:
1424
!
dadea ,de ¡.., gobermmtea en e!I ejercicio. del Poder. Pnes bien, la
reailidad 00 las cosas -va,. en 181 ptáctica, en una dirección com
pL,,omen"' ,di&tin1'1. La& Comltitucio-actualeo, cada "'" más
extensas iy omni..eomprensivas, han ampUado de modo increíble
las fundo,... y los poderee .i..l E8tlodo y .., eonsidera un o,-gullo
de
sos autores el que euiallqu:ier programa político pueidia reali
zarse dentro dé 811 marco; cuando j-nstamente el papel de la
ConstituciOO· es ovi.tar que uadie pueda ir más allá de unos límites
bien trazados por .t<,i(os.
>'Las bases de ~ omnipotencia 'COOStkucionail eon muy senci-
1.1:as. En primer lugar,--la diccla:ración de la -soberanía popular.
Es obviio· qué el pueblo., cómo tal, no gobierna; pero loa que
gobiernan, aetruu>do en BU nombr.., pueden hocer cualquier coaa.
Al pueblo se le repreeenta; se pro:cuN que no pueda ocurrirsele
reclamar ,,le ou. represontllllleo, d>luyeodo la reopo,nsal,ili,d,ul, eo
las -1'8.l'gas liM:as de-b. representación -propoteiomd; y· eludiendo
Fundaci\363n Speiro
cUJidadoeamente, o-limittmdo mucho, las i.miltitu.eio~ de dJemo,.
CN1CJia tEiem.idn-eeta, tailiee tttmo la iniciativa popular, el referén
dum y ia rffi'OCIIICión do 10!:3 malos representantes.
»La segunda vía ea la partitocraci'a. Los partidoi!i políticos van
monopolizando tteclentemODte el _proceso, polideo. Las Cámaras
no ,debaten·, una vez que Las solucioD!eS están dadas ,de antem:am>.;
no -eontroilan al Gobierno, l:mlo que éSl'e es el que eo-ntrol:a a las
Cámaras. Montesquieu. ee.peraha que separando-los poderes legi&
lativo, ejeeati.vo y judicial se evitaría el abuso dd Poder; hoy
los partidos controlan a 1a '\"eZ a los dos primeros y han iniciado
el asalto a la independenei:a judicial. Y obsérvese qne euando ee
escribió El espí,ritu. de Zas leyes no -exi&tían· otros dos po,deres
mái!i: d administrlm.vo ly' el de la inio.rmación. Hoy un parti.'00,
o une. -eoalilción de partidos, controlando los cinco poderes, ma
neja un ,capital político que jamás tuvieron los Reyes absolutos
del Antiguo Régimen.
>-El tereer punto es -Ia expansión de la función fogislativa.
Cada vez
,se legisla más; [as n1ll1ler0sals l,eyes se pr;olJ.ongan en
innUJDel'11lbles decretos ·(leyes motorizadas) y órdenes ministeriales
(decretos aerotransportados). Las ConstitucioDlelS aetnaJ:ee, C'Omo
el rey Midas, que cuanto tO;Caha lo coD\'lertía en oro, lo han
convertido
todo en materia 1.egislahle. 1m tituios relativos a de
ireehos humanos,. llhertm:Ies públli~ princi'()i.'08 recto~ etc., son
interm.in!ablles. El Estado asome fines ilimitados, como d. de
prQmover !la igu;ai].da:d efectiva: lo que es utópico, como, lo de
muestra la histMia de f.as sooiedades, comenzando por las eo
muniMas; en las cuales, ·oo:mo es sabido~ todos son iguales,
pero unos s~
más iguales que otros.
»como resultado de todo ello, el eonstitucicmalismo aetn.al se
ha 'OODVer.tido,, tmucho más que en un límite al ej-eroicio del
Poder, en un instrumento para Is.U mpansíón ilimitada.»
Efectos y causas son interdependtentes y recíprocos. Asf, unos facill~
tan
la producción de los
otros. que resultan contradictorios,
aberrantes
y corruptores:
14:... La inflación del Derecho produce su de~ción; y la
'80ciedad, sometida la constan:t,es -ampiliaci:ones de lo legislado-, lo
administrado,
los impuestos, etc., tiende a producir una serie_ de
lineas de fnlctm-a del Et!lado.
>Frente a 1-a creciente inrervención de éste en Ja vida social
se produce uru11 rreaooión mrtura-1. Los grupos de prelsión: Sindi
eatoe, consumidm-e~ usu.arioe, em¡resarioe, se organizan pa,ra
142S
Fundaci\363n Speiro
..-gu;,-qw, el Estado o,m,ipo"'n"' sirva ... pmpios fines.
Entomes se ¡produce un !eírctilo vicioso:: plal'a conquistar los su
fragios que ies acerqu,,n a!. Poder, dos partidos politieÓo .. de,.
di.can
a una subasm '~ ofterta:s a esos grupo . .!J, lo que lleva con
sigo una tendenima: general ·,a la inflación, el Gf'8D cán:cer que
con-oe a las socledaldee aJOtua!lies. Por otm parte, la proliferación
de normas y actuia.ciOllllels admimlJtrativas lleva a la tendeirofa a
ineum¡>lirlas o resistidas ... >
En el llgimen de partidos. o se impone el partido mayoritario, o
bien se !,usca lo que hoy se llama el consenso de aquellos partidos que
juntos puedan imponerse mayoritariamente en el Parlamento. No es un
hecho nuevo.
El
prufesor Luis Legaz y Lacambra lo habfa hecho notar
en 1933 en su artículo BL-EsTADO DE DERECHO, publicado en la REVISTA
GENERAL DE LEGISLACION Y JURISPRUDENCIA, al que recien
temente ha aludido
Vallet de Goytisolo, en su citado comentario al an
teproyecto de Constitución:
< ... En las democracias ----escribía Legaz-el partido domi
nante tiene ":un progama indiscutible, ya que va a imponerse,
no
a
discutirse, en el Parlamento" ¡yi, en éste, "fos diputados son
mandatarios
de los partidos y no de la noción''. Cuando ningún
partido puede impon:er\90 por sí só1o, u¿ :Estado ,ae convierte en
un
Pll'ro co,m:promi~ en una transaooión", entre [os partidos
masa que junto.B alcanzan la Dl81Yoría parlamentaria, que ya n:o
discuten nuon&, sino que tan sólo buscan fórmulas. de arreglo;
y, ento~ iJa dictadunlt .. reeaei sobre los demás". Por el otro la•
,do, es de notar que "la dicta-dura requiere ewmdo menos el apo
yo ,de amplio masas ... " A.sí, tanto las 1demoora1eias
rouss:eaunianaB
como las ·dictaduras modernas, se convierten en este siglo en re
gímenes :tecnooráticos quo gobiernan totalitariamente sociedades
que .progresivamen11e se van masificando. Este es el nudo gordia,.
no 1en que n0$ hallamos, eegún -en sos últimos días confeeó Geor
ges Pompidon no sin angos.tia.>
TMndese así a la formadón de unas oligarquías polfticas que ya
conoció el régimen parlamentario español en el siglo pasado. En su ar
tículo Los DE NUNCA Y LOS DB AHORA, publicada en EL ALCAZAR, del 11
de marzo.de 1978,
Juan Vallet de Goytisolo trae a colación a este respecto
unos
pdrrafos del
libro del que fue Obispo de
Vich, J osep Torras y Ba
ges, LA TRADICIÓ CATALANA, publicado en 1892, en los que dice:
1426
«EQ<,ne, en ellos, !la experiencia por él adquirida en loe años
de Gobierno parlamentario, "sistrema· ----dice
él en cata!~ que le
Fundaci\363n Speiro
traduzeo-artilie.ioso y de gran vanidad bajo el brillante en
gafio de
mi.as elecciones ciep e WlllConsci:entee, -tf-undadas en la
mat.erialidad ,de número de vol'o8". Bajo este aistema -----esCl'ibe,
"ha ido formándose una verdadera oligarquía, que ha consegui
do tener la nación en swr ma:nps, o mejor ha-jo sus pies, que ya
no els Gobierno repros.entativo, ni eiqu.ien1 ¡parlamentario, pues nin
guna correspondencia existe '6111l'e los legialadores y el país que
representan";
y así "unos cuanl'os, fonnando una sociedad para
la explotación del país en su provecho, bajo la denominación
de tal <> cual portido, han llegado a hacerse con el gobierno de
la nación, y, por turno pacífico o por la violencia, quieren
gozar de lu ventajas del poder".
>En contr-aposició~ observa que '1os ciudadanot1 más vir•
to.osos y rectos están :alejado& de b. vühl polítrea." y es "':regla
genera:l,
que JNLturalmente tendrá loables exoopciones, que la
mayoría
de quienes se meten en -ella es pan pescar, ha.ciondo
de la política un oficio ¡y un modus 'Vivendi de-'11D enjambre
de
homb~ que en su mayoría timen P®a significación en
la
.propiedad, en el comercio, en la indmd:ria, en el trabajo o
ien ta ci1en.cia IIIIIOi.onal".
»De ahí w temor de que estuviéramos condenados a tener
gohiierno,s olligárquicoe, '"porque no exista nin-gana aristocracia",
·pues "1-a oligarquía es una a-ristocracia butarda y, po-r tanto,
desastrada".
» V em.OJ expuesta aquí una imagen expresiva de la contra
posición entre
el llamado país legal y el país real, representa
dos
po,;r hombres distin~ a -consecuencla de los sistemas poli•
tieos que
producen esta distorsión. El mismo Tol'l18s y Bages
]a expresaba cuando, refiriéndose. a las elecciones municipa
les, destacó, como un hecho notorio, que, "por regla general, el
principal mérito para ser elegido coneejal no consiste en ser
un patricio benemérito, ~ inteligente y honrado para el mane
jo de los asuntos comunes, o bien, hombre de repreeentación
por
su
pa·trimonio e industria, no; el principial mérito es per
tenecer
a
la
cofradía de quienes gobiernan, y
sobre todo poseer
la
habilidad de saber hacer las elecciones, o sea, de asegurar
al
Gobierno
un diputado
que se avenga dócilmenre en el servu:m
pecus de la mayoría parlamentaria">.
Los diputados no s6lo no quedan ligad09 a sua electores por man
dato
imperativo alguno,_
sino que
realmente dejan de ser mandatarios
suyos en cuanto llegan al Parlamento
y se convierten en "mandados"
imperativamente por su partido polftico.
1427
Fundaci\363n Speiro
·La paradoja de esa alienación de · la soberania inalienable ha sido
erplicada por Máxim.01 al contemplar, reciln concluidas las pasadas
elecciones,
a
los triunfadores
·en ellas ·(¡qué podrla decir ahora pasado
ya
tilgo más de un año!), tratándolo humoristicamente en la sección
CuADBRNO INTERIOR, de BLANCO Y NEGRO del 10 de ;unio de 1977,
con el titulo D6NDE MB NOMBRAN PUEBLO SOBERANO.
1428
e;... y~. me pregunto _&i -,ato! protagonistas son loe mismos
que nos
dijeron
que el protagonismo era de todoe; yo em•
piezo a temer haber !rido. manipulado una vez más por unos
señoree que sólo se propusieron ser ministros de algo y están
a punto !de coneegnirlo; yo me pregunto si ~ febriles y ru
tilantes actores se aeuerdan aún de aqueillaa almas cándidas de
l~ mítines, de &Cl1:1ellos votentes mafianeros de un quince de
junio cuy<> esprendor declina en despellejadas tapia&.>
"'··· Exeepcióo hooha de algonoo líderes, residuoe y delfines,
hemos elegido la bruma y el montón, en la eoniianza de que
cada mocbuelo será fjel a s~ olivo y a la espera de que el
rodar
parlamentario n1"!1 desvele quién es quién y qué es qué.
El pueblo .1JOberaoo, en S1ll'.ll8, ha dado cheques en blanco, che
ques en gris ••. >
«Por de pronto, ~ ~benmía popular alícuota_ ensomm-ece
,so. -entrecejo con un mediterráneo descubrimiento: ~toy inerme
ante. mis, representantes. Mie representantes· son irresponsahles an
te mí. I>uran-te cuatro teóricos años, ni ell~ están obligados a
rendirme cueo.ta, ni yo les puedo revocar el mandato. La sobe
ranía popular. no puede ejercer el voto de censura más que en
·el instante electaral. Lisa, y llanamente:-he- vendido mi sobera
nía por un--plato de papeletas: durante Clllatro años mi sobe·
·ratúa -inaliemble,. según Ro.usseau-estará alienada y bien
alienada; durantle este tiempo mi& deberres de súbdito prima
rán sobre mis derechos de ciudadano.
>Mis deberes de súbditD (acatar ry cumplir las leyes) no son
delegahles ni ·de día ni de · noclie. Sí eon· delegables mis dere
elws de ciudo,J,mo (participar en la elaboración de las leyes)
y no otra cosa que delegJH esta función en lo que he hecho, lo
qne hemos hecho todo·s -los votantes, al elegir -delegados en el
Co;ngreso, en el Sena-do, para la próxima legislatura.>
!(La · sobeNlnía po,PUlm-, en ila dem.ooraei:ai que conocemos,
apenillS
si es algo más que una ilusión bisiesto.: una especie de
pequeño
po-ema hermético, aún no enfieientemente descifrado
por
los
hermeneutas de la teoría política.>
Fundaci\363n Speiro
Y _la cosa resulta mucho peor con el sistema electoral que nos ha
sido impuesto,
por Reales
Decretos-leyes, de acÚerdo con
el
consenso
establecido entre el Gobierno y loS partidos opuestos al anterior régimen.
Este sistemq lo comentó, en ABC del 12 de febrero de 1977, José Ma
ría Ruiz Gallardón, ~n su apunte politico. Ul_ü. PREGUNTA INOCENTE,
«¿Qué es la demoomcia? Fa fJS la pregunta inocente que se
hacen muchos ciudadanos.
Pu.es, es claro, ~ si vamos a ella,
oonvielre saber qué es.
>Querido lector: la demoeracia hacia la que nos encaminan
consiste· en que
usted va a tener derecho, a votar, cadJa. equis
años, no lo que usted quiera, ni al candid·ato que usted elija.
De ninguna manera. Usted podrá elegir, pero con muchas li
mirtaciom,s. O, como ee .decía 'antes, "'"deio;lro de un ol'lden", que
ahora será un "o.rden democrático".
>Me expliclari. Supongamos que mted, leetof', está inscrito
,;m el censo electoral de Madrid, Sevilla o Zaragoza . Y que a
eaas pro'Vlncias les corresponden treinta, quince o diez dipu·
tados en el próximo Congreso. ¿ Cree usted que tendrá facul
tades pará confeccionar su· lista de ~ quince o veinte can·
di.datos, a su Pto, y tms sopesar los méritos de los que se
presenten? ¡De ninguna manera! A usted nadie le con.fi.ere ese
derecho. Usted tendrá que votar "una" lista. PerQ no, la que
usted haga. Sólo podrá escoger aquella que le guste más de
entre las que Ie ofrezcan los diversos -partidOS. Y ni siquiera
podrá variar
el orden de los eandidato&, ni -tiacliar a ninguno, de
ellos.
Usted vota una
lista "ud cual", o no· vota. O su 'to to será
nulo.
Pero de confeccionarla - o modificarla, nada de nada. En
el sistema de escrntinio pro!l)OO"Cional 8!l que vamos, quienes
imponen isn ley son los pertidos y al ciudadano no le queda
más opeioo:t: que la de
votar
la lista completa o no hacerlo. Pa·
ra
eso
lo candidaturas estarán, oonio se dioo en d. argot al uso,
"bloqueadas y cerradas".
:>¿Que a usted le gustaría, por ejemplo, mezclar en su op
ci6n
para
su
provincia a unoé eandidatoe de "Alianza Popular"
con
otros del ""Centro Democrático,"? Bueno; pues no lo podrá
hacer, Usted a votar lo que le pongan, y chitón. Sus cacarea·
doe derechos democrátreos no dan pua más.>
No es eso s6lo, pues un efecto inevitable de la omnipotencia de la
mayoría es
el llamado
'"voto al revés"~ producto de los
criterios
"razona
bles"
del "mal menor" o de evitar "el voto inútif', que azuzan a la con-
1429
Fundaci\363n Speiro
ciencia de cada cual. J. G~ en el editorial DEL CAMBIO, 7 de agosto de
1976,
en EL ALCAZAR, lo subrayó:
«En lo político, 111Sistimo& -a algo asombroso que es la ver
dadera inversión de la democracia: el voto al revés; ese voto
que en Francia ha recibido. Gisdard no-por adhesión a sus ideas,,
8:ÍDo por -op'Omón al ·e:omuniSIJiO, y de modo análogo en Italia
~ menguado triunfo ,dre la Democracia Cristiana. Voto 811 revés,
qne es voto de miedo y no de convicción.
.»!Por otra parte, 1as polf.ticas diiri~ pese a l8l1 autopropa
ganda,
se desacreditan. eon resultados desalentadores y demos
trando la imposibilidad de verdadero juego político eon mon•
,taje desde arriba, mientras se presentan, como opción única
contraria, ·unos· régímenes democráticos de ietiqu~ pero donde
el
Estado tiende a
un
iota-litarismo absoluto.>
Por otra parte, si la democracia es presidencialista o está dotada de
un ejecutivo
fuerte, o bien en todo aquello que
escapa a la vigilancia o
a
la perspicacia de
109 partidos, surge otro-peligro seme;ante al que pade
cen
los regúnenes autoritarios o dictatoriales. , Ese riesgo lo advierte
un convencido
demócrata, el
doctor
J acques Ruffié, en su ENTRETIEN
con Pierre Drouin: IL LA CRIBE -DE LA DEMOCRATIE, publicado en LE
MONDE del 21 de diciembre de 1977:
1430
«En los ·tiempos ¡resentes, el totalitarismo no s-iempre re
viste la forma de un golpe de F.stado. Puede tomar una acti
tud más insidiosa que tiende a incrementar el papel icada vez
mayor en orden .a los asta1tos estatales qu,e juega una a·dminis
tración orientada hacia la tecnocracia. En los -regímenes demo
cráticos
el pueblo designa,-eligiéndolos, a los _ encargados de
decidir en !lliO'Jllhre myo. Las :medas :de la Adlrninistración deben
ejeeutar, sin ~ estas decisiones. Sin embargo, a conseeuencia
do la complejidad
de la gestión
tf'mible que . tiende a constituir un Estado dentro del Estado.
Los elegidos .. no son omniscientes. El número y la especializ•
ción de los problema& abordados son tailes quo l'08 mxt:ots vo
tados po-r las asambleas _ parlamentarias hacen ca&i siempre el
plfpe! de leyes de bases, deliniend<, loo principios generales,
pero sus modalidades de 1&1Plicación son confiadas al ejecutivo.
Y éste, " veces, comraria la vuluntad d"1 legi,lador. La realidad
dél poder escapa de las manos ·de los políticos para pasar a la
de los tecnócratas. La utilización de los nuevos medios de in-
Fundaci\363n Speiro
formación y de intercambios, mass-media, informática, teleco
municaciones, confiere
a
los
administrativos un
poder exorbi
tante, y se con-e el riesgo de que no reste al ,ciudadano sino
una libermd formal>
IV. LA PROPAGANDA, LA. EXCITACIÓN DB LOS SENTIMIENrOS Y LA SIEMBRA
DE IJTOPÚ.S
Estos fenómenos van completamente ligados a la democracia mo
derna.
Forman parte del complejo electoral. Cuanto menos escrúpulos
se siente en su
hábil utilización, mayores posibilidades de _ éxito se tie
nen dentro del juego del sistema democrático en una sociedad de masas.
A ello, con referencia especifica a las últim~ elecciones aquí cele
bradas, alude, con el tono ingenuo de un Juan Español cualquiera, Má
ximo en su citado CuADERNO INTBRIOR de BLANCO Y NEGRO.
«Y a todo esto, ¿qué es del pueblo soberano? ¿Por dónde
trisca y
bala y
a qué se dedican sus pastores?
>Nos dijeron, nos prometi'eron, nos. ttajeron, nos llevaron ...
¿Y ahon?
»La
romería es un vasto Bileneio y un vertedero de pasqui
nes. Hace días que no recibo carta. Mis rept'.esentantes, esos
señores a quienes yo nombré, no me han dado, ~ gracias.
»¿Fui yo el nombrador o fueron ellos los que me nombra
ron a mí para que les nombrase? En realidad,, yo no he hecho
sino leer los periódi:cos y seguir los dietad" del mando. /El
mando me di.jo una mañana que ya éramos demócratas y que
ya me arviaaria en su momento para que pudiese-votar. El man·
do me comunicó otro día . que la devolución de la soberanía
popular a gentes desamparadas como yo era ya un hecho. y
que
pronto podría
de1egarla en legítimos representantes. El
man
do no paró quieto desde tales promesas y ordenó y mandó que
se cumpliesen en breve. CoJÚ'eclcionó laa li&tu, pegó los carte
l~ distribuyó las siglas, contrató las cabinas, imprimió las pa·
~ me sentó ante el televisor y me llevó a la urna. Fue
todo tan vertiginoso que apenas pude preguntar quiénes eran
aquellos seis mil fulanos de las [is.tas, y por qué no podía ele
gir a mi amigo Lucas en vez de al número equis de l,a relación,
individuo
absolutamente :incógnito para mUI ®J"tas luces.
»Una
vez
cumplido 'aquel dierec:ho y aquel deber, heme aquí
de nuevo sentado a la puertai .da mi tienda esperando que cruce
:el desierto la eahalgata alee-ta-para saber cómo es.
143(
Fundaci\363n Speiro
> Yo he pagado mi entrada y espero que el espectáculo co
mience.>
En su articulo citado de EL PAIS de 18 de agosto de 1977, Vallet de
Goytisolo hizo observar que cuando Joaq_uin Costa y Alexia de Toc
queville habian escrito los juicios que más atrás hemos transcrito del
propio
articulo •••
1432
« ... aún no habían sido introducidas las técnicas propagan
>Oímos t"epetir a loa "~os" en propaganda que los
partidos que más votos han obtenido fuero,n los que mejor
propaganda electoral hicieron.
>"Soejaliamo es lribertad'', decían millares de -carteles. Mien,.
trae en Alemania Oooiidental un eslogan ~ectora1 eficaz había
sido e:l que planteaba este dilem.a: "So·ei:ali81'.DO o libertad" ¿Es
que los alemanes tienen un concepto-distinto de libertad o de
socialism.o? O, ¿ acaso 'ti.ene razón el profesor Tierno Galván
y la mayor parte de quienes han votado al_ partido de Felipe
González uo saben lo qúe es el socialismo?
»"El centro: lo bueno de la derecha y lo bueno. de la iz
quierda", repetían también miles de carteles; y ¿por qué no
lo malo de las doe? La primera vez que fo leí, este eslogan me
hizo recordar, por asociación· de ideas, aquella anécdota de Ber
n-ard Shaw, -cuando una W,S actriz fl'aneesa le propuso que so
easaran.
A~ sus hij0& reunirían el talento de él y 1a hermosura
de ella. Oferta que el escritor ·irlandés no se atrevió a aceptar
porque ... ¿y si sueediese lo Contrario?
»Más ,earteleS iban_ informándonos, día tras día: •tEI Centto
es la democracia", y ('V-otar Üe:ntro es votar Suárez". Es decir:
tSnárez es la democracia! Entonces, ¿para qué las elecciones?
>¡Esta fue la buena propaganda electoral ..• ! Y todavía los
triunfadores ,qoi.eren ha.cea.-creer al pueblo que ]as l~s: que
ellos hagan serán la expresión de la vollllltad de é8le. ¡Espe
ramos que no hagan decir a los médicos que las reglas de la
medicina aon "la expresión de la voiluntad del pueblo", ni a
los
ingenieros qo.e las leyes de la mecánica son 1e1a expresión
de la voluntad del puehl0"!
»Y, sin embMgo, un pueblo lih-118' como recordaba Costa,
po,día legislar en forma de costumbre. Pero, paradójicamente,
el dogma de la soberanía de la ley no soporta la ,competencia
de
las costumbres.
La volonté gé~rale rousseauniia-na va unida a la
al,iénatitm totale, incompan"ble ron la facultad popular de es.
Fundaci\363n Speiro
tatuir en forma de coBt1Iml,reo, que requiere un pueblo libre,
que
no-se aliene a sus elegidos..
>Tiene razón De Cor.te. Bajo un r,ousse1umiani&mo de derecho,
que traduce los grandes valores de Iihertad, de igualdad y de
fraternidad,
so disimula en política un maquiavelismo de hecho
que utiliza su influencia hipnótica en favor de la voluntad de
poder de los políticos profesionalea. Rousseau viste de ee:e mo·
do a Maquiavelo con una capa de buena eo-nciencla y de buena
:Ee; y, así euhierto, le dice al pueblo que la expresión de su
voluntad soberana es esa ley que eua elegidos fabrican.)
El mismo Vallet de Goytisolo, en su articulo LEY Y ORDENANZA,
aparecido en EL ALCAZAR del 26 de enero de 1978, ha advertido de
nuevo:
«La volruntad popular -pero no la del verdadero pueblo
con Sl16 eatrnctaras orgánicas, sino de la mayoría de la mua
amoria
de inclividuoo v~ _...,..da, en referédum, o por
medio de 8118 representantes en las C~ garantiza que la OT·
danama es ley. Si en esto la mayori-a sustituye a sabios, exper
tOB, ancianos: y prudentes, esperemos que a no tardar mucho
811Stituirá también a sabios, expertos y prudentes en medicina
para
determinar las dosis de unos nuevos específicos univer
salea, y a loa sah:i.., expertos y prodenteo en ingeniería para de
terminH la cantidad do hierro y de cemento que deberá colo
caNe -en todos 108 puentes conforme a su libérrima y soberana
,•oluntad.
>Sin embargo, en una columna titulada "Planetario" de uno de
]os rotativos de· may-or tirada de la capital,-en dos días sucesivo&
hem()jl leído, acerca de la televiisión y la publicidad, lo "ca
rieimos" que son esos "brevísimos" "spota" publicitarios que
sin duda serán . eficaces pro-moviendo comprN del p?Qdueto
anunciado, cuando tanto $6 paga por ellos. Se puede decir que
entre los :instrumeotos de comunicación se trata de: ""el más
popular, el más eficaz, el más alienante d·e nuestro tiempo, rien
do de hooho un monopolio del Estado" y que "están, según
1ale tablas de audiencia, !los propmas etilturaíles entre los eeti•
madoe como peores, y los de Dl8lló9 entidad, como_ mejor~ O,
po,r lo meno~ oomo loe de mi, amplio auditorio"... "que
estan colonizando nuestros sentimientos, nuestras pan'lb de apre
ciación, nuestros oomportamientois popula-res".
>6 Tiene algo que ver que la ley ·sea considerada como Ja
expresión de la voluntad ·soberana del pueblo eon el hecho de
1433
Fundaci\363n Speiro
que éste se lhailLe '"eolomiQ,C]o" pO!l' el más "alienante" medio
de comunicación en· sus "sentimieD'tOB" y con qoo ese puebfo
prefier~ "'&'egún las· tablas de audiencia", "loe programas de
menos entidad"? ¿ Seri por '080 que la :televisión ha sido tan
empleada antes de loe .referendos para promO!V'er su aceptación?
Entonces,. ¿ quién es el soberano? ¿ Qui-én se aliena contemplan,.
do la "tele"? ¿ Y quién fa maneja?
>Si en los regímenes totalitarios la televisión es el mejor
medio de alienación, mamfiCBción y manipu1ación del pueblo
¡por el Gobierno -un medio que a éstte le remita barato o
gratis por el precio de los anuncios que pagan quienes resultan
recompensedOs ,con bs vientas de· sus proda.ctois, acrecentadas
por la exhibición en la tie'le de una señorita, o -señora, ligera
de ropa o, de un caricato que hace y dice hilarantes bobada&-,
¿ creen loe gobiem.os de los trlst:emas demO'Cráticos que la voluntad
de ese mismo pueblo, alienado y mBmpulado, expresa lo que
es ley, o, bien piensan seguir ali,enándol.o. y manipulando paira
qne acepte como ley lo que el propio Gobierno quiera?"
El aapecto emociona( de la politica y su explotaci6n electoral en
las democracias lo
·vemos ref-erido por Juan Luis Calleja en ABC del
14 de junio de 1977:
1434 «Alta'Voce1i
verbeneros
irrumpen en la ea.lle con
la ordinariez
aguardentosa do las tómbolas. Consignas y canciones hieren los
oídos
desde allá abajo. Nos asomamos. Son iae: furgonetas de
unos propagandistas eilect0i1'8les que despillarran bandadas de
ilctavillas.
»Si1ogismo al canto: ese partido político· es defensor de un
programa para arregllll" democráticamente el país. Es así que
el defensoi--del programa lo anuncia como una rila; luego. eee
partido político ve el arreglo -democrático del país como una
· rifa. A lo mejor, no se equivoca.
»En la poHtiéa, en casi todo, las frases convencen más que
la lógica y 1ae razones cuentan menos que las emociones, para
Iu
masas y· entre fos diri'gentes. J Cnántos arreglos políticos,
cuántas rupturas y euánt!as dimisiones emoeiona'les -orgullo
herido, incompatibilidad, rabietas-se disimolan con argumen
tos y ~icaéioo.es! Los móviles políticos se componen de un
diez por ciento de razón y un noventa de emoción: attiba y
ahajo.
>Por eso se tolera tanta incongruencia en la ·política .•. >
« .... El o~ día, en los Fata.dos Unidos, -alguiffl excusó pú-
Fundaci\363n Speiro
blicamente una declaración del. presidente Carter diciendo que
"está aprendiendo ahora e'l oficio";
lo
que no es raro en un eo·
sechero de cacahuete&, dicho sea
con la debida consideración.
Pero esto hacE7 sospechar, de nuevo, que &Ólo por móviles
emocionales
pudo
elegirse un respetable especialista en lmros
secos para el cargo más poderoso del mundo occidental. En laa
Memorias
de Alea[á Za.mon se ridiculiza a Lerroux por
que bahía ~probado "'una carrera fingida en una sola convo
catoria
en
la
Universidad ca,nari:a" y era "una esfinge atentí
sima
y muda"
en lllS reunion~ actitud comprensible en "el
hombre
más falto de
preparación para ios problemas de gobier
no".
La ellloción política
que
Lerroux supo despertar en sus
seguidores le llevó
al banco azul del Parlamento. Y por mó
viles
émoeionales -por ser Llerroux repuhl.ieano, según con
fiesia Akalá--<, él, el propio don NiicetO, le encargó de formar
precisamente Gobierno, de ser el jefe de
los
pro-Memas para
los
que le sabia impreparado. Y lo hizo más de una
ez.
»si um,d, por ejemplo, fuese editor, ¿pediría un libro· de
poemas a un dpo s6lo porque fue diputado por Lug~? ¿ Con
trataría un chófer porque el caodidato para e1 puesto -sacó ma
trícula de honor en Derecho constitneional? Pues bien: en las
candidaturas qo:e votaremos mañana hay taxistas, poetas, ayu
dantes
sanitarios, piorores, luw,ta héroes del montañismo. Aun
en el 'C8.lso de IJ.os alpini~ ~ s¡ptimd aseeruri.onal no debe
relacio.uanie oon legítimas . preocupaciones politicas, es difícil
razonar la posible aplicación de esa& y otras honorables pro
tesiones
al trabajo legislativo. No vamos a suponer que se abri
ga el culto designio de legislar en. verso Di Podemo,s pensar, en
serio, que se ha previsto la utilidad, en casos ,de-Ull'géneia, -de
un padre ·de la patria y taxista, siempre a mano en el seno
parlamentario. Es mucho más probable que esos hombres hon·
r.ados y modiestos, esos artistas, esas celrebr.iidades, figuren en Lm
candidaturas para explotar la emoción, la simpatía, la fama que
pueden movilizar el voto de quienes sienit'en -como ellos por su
edad, sus afieciones o su parecida sito:aci.ón social>
De ta utilización de las utopías para hacer evadir de la realidad y
para arrastrar a los-quE:, así,, dejan de tocar de pies a tierra, beneficián
dose con ella de sus votos, ha escrito J. Gil en su antes citado articulo
Et.CAMBIO:
de un virus ,qu:e ,es el "non-senee'" ·de los ingleses, el abe.urdo,
ol alejamiento de la realidad.>
1435
Fundaci\363n Speiro
«Por desgracia, ese ''noo-sense", este alejamiento de la rea
lidad, no es ·siemprie fácil dé ver y menos de demo-strar en una
época dominada por "slógaits" o posturas · mentales apriorísticas
y consideradas indiscutibles •• .>
«Por páradoja, resulta más fácil infundir en las imaginacio
nee la estampa de lo irra1 que mOIBitrar a -estas· mentes de jui,.
rio preconcebido que la realidad eo evidencia, porque en el
hombre el entendimiento, es duefto de la ll'az6n, pero tiene como
hermana gemela una voluntad capaz de desviarlo, antes de que
empiece a trabajar, cuando ciertas conveniencias obnubilan el
ó.eeeo con la concupiscencia.
>No
-cabe ni la duda ~ que en todas las, utopías existe en
origen una u otra COJleUPiscen.cia capaz de excitar el deseo
antes que el entendimiento. Siempre que esto sucede, la razón
es_
desviada, y como -queda
un subconsciente culpable, se pro
duce una em-a.ña reaooión que, in1'mtO!ldo jw,tifí,carse, abnnda
precisamente en argumentos mcionales, escondiendo sutilmen
te los puntos
sofísticos y
dando finalmente lugar a unos
racio
nalismos dementes
que pretenden ser los más, ndicales partida
rios
de un
realismo cruel y fatalist.a.»
Lo peor es que, hoy, se pretende hacer realidad dé las utopfas. El
prqfesor -Carlos Valverde, en su artículo UTOPÍA. Y ·RoMANTICISMO, publi
cado
en
ABC del 1 de octubre de 1978, nos explica que
14~6
~-.. en la Historia reciento de los pueMoo .. ha repetido in
oisreotemento el -empeño po< hacer realidad lo utópico. La
natora[[eza y lo rMI, que son llllEI poderosos que todos los en
suell.., han aeabado por someter y desarticular las utopías. P,,ro
lo doloroso .. qne el intento de batcer realidad lo qne """ su,mo
utópico ha costado rios de Mnlffl _ y dolores infinitos a la Hu
manidad.
En ans de tas utopías del hombre naturailment.e bu.en.o
y de la soberanía !POl'll'lm-fueron gillotinad01> 14.000 frauoooes
durante
la Gran Revc>lución, La utopía del superhombre de la
raza aria acarreó al mundo ]¡a, última guerra mundial. ·La utopía
marxista de la· sociedad sin propiedad privada y sin el.-creó
el A,clrlpieL,go Gulag, del! que queda,n hoy m,rehas islao por
toldos lo.s pi8ÍS08 marxistas,. ete. -
>En nnMlt'Os días, Emot Blocl,, nn filósofo judío alemán, ha
revalorizado la """'goria de lo utópico. Partiendo del. análisio de
la revdlución religiosa de Tomás Münzer, ha 'Creido · q1re las uto-
Fundaci\363n Speiro
pías engendran en el -hombre la espemnza, _y .co-mo -el hombre
es un "ser de lejanías",. sólo cuando v.ive de la esperanza se rea,.
liza como hombre ... >
Y advierte:
« ... Lo mallo es cu.ando -la utopía- ·deja dé -ser· contemplada
,oomo
utopía creado,ra de esperanza, como
meta
inalcanzable, pero
estimulante. Lo malo es cuando noiS empeñamos en hacer realidad
lo que es ,sól9: utopía, porque la realidud no perdona nunca lo
que
queremos hacer sin contat" con
ella.
Sobrevienen entonces
las contradicciones e,.. incluso, las 'Catástrofes:. Por- eso es bueno
que los que dirigen lua sociedades no pierdan, en su gfArtión
polílÍ'ca~ el sentido, de la n,ali,ded, seducidos y Í88Cinados por la
utopía, porque entonces pueden desencadenar ~agédia-s.
» Viniendo ya a los hechos eoncn,t'os que ahora vivimos los
:españoles, iSlelrÍa bueno· que los dirigentes de ho:y-se preguntueo,
por
poner algunos
-ejemplos:
».si no ee. utópico prO'Cilamatr derechos y deberes de verdad
sin apoiymllos en Dios;
»si no es utopía ia sobera-nía popular;
»si no es utópico querer una: nación eD'sambfada de muchas
naciones;
»si
no
'OSI utópico amenazar y ho.stigar al ca¡pital y pretender
que éste invierta y cree puestos die trahaj,o;
»si no -es utópico querer una ,sociiedi¡:-d en orden lffÍn eoacti
vidad
· efici:ente y
sin
sanciones justas;
»si
no
es 'utópico ~ que un sistema de concesiones nos
nevará a la armonía;
»si no es Utópico querer une, &00iedad e&tiahilizada y humana
y
admitir
el divorcio
y
la porno·grafía ... >
En nuestras últimas ·elecciones, que han résultado constituyentes
sin anunciarlo, ha
;uiado además
el
disimulo, como noS recordaba Juan
Luis Calleja, en su articulo de tercera plqna de ABC del 1 de ;ulio de
1977, EL PAPEL DEL CENTRO.
«Después de una campa:ña donde (salvo en los mítines que
muy pocos vierou) los ma-rxi8tae hablaron en tono conservado-r,
callando la naturaleza de
su ideología, sin pronunciar
siquiera
una vez la palabra "marxista" en las intervenciones televisadas
que
podían escuchar todos los espa:ñol~ hay que preguntarse
po_r
qué se han portado así. Parece indudable que, por alguna
14~7
Fundaci\363n Speiro
tazón, la que fuese, les convenía. Y de ahí deduzco que los
marxistas han, conquistado -a gente que prefiere no oír la pa·
labra -"marxista" ni tonos revolucionarios. Entonces nos pre
guntamos también: los que votaron al P. S. O. E., ¿saben lo
que han hecho? Tierno Galván ha contestado que la mayoría
ignora lo
que significan el socialismo y el inarxismo.
>El bloque mantista, pues,
se
compone
probablemente de
marxistas conscientes y de conservadores inconscientes ... )
V. LA DEMOCRACIA LIB1;-RAL EN EL MUNDO DE HOY
Pierre Drouin, en su citado ENTRETIEN con J acques Ruffié en LE
MÜNDE del 21 de diciembre de 1977, hacía notar a éste que:
«Entre los aproximadamente ciento cincuenta :Estados miem
bros
de
las Naciones Unidas, una veintena a lo más pueden ser
alineados éntre las demoern:cias liberal.es.»
· En MONDE ET VIE del 27 de mayo de 1977, el profesor de los Uni
versidades de Nueva York
y Long-lsland, nuestro amigo Thomas Mol
nar, en su artículo CHANTAGE DEMOCRATIQUE, expuso analíticamente el pa
norama. de
esa situación minoritaria, en el mundo de
hoy, de las demo
cracias liberales;
y la cuenta le salía aún menor:
«... la democracia no es sino un refugio más entre los mi
llones de personas desplazadas; no 'CS practicada sino en unos
espacios reducidos del planeta .. ,.»
«Tenemos la Europa del Noroestie (ya que denominar "de
mocracia," a Italia, Turquía y Portugal ya es forzar los límites
1le la palabra) y la América del_ Norte, e~ceptuado México, na
turalmente.
fa1 resumen, quedan una buena decena de países
democráticos,
tal vez una docen'a', J pero entonces habrá que
añadir Liechtenstein a la lista de honor! En Jo concerniente al
resto del mundo, solamente el Jápón puede inscribí~ pero
~as. la India, donde mañana un émulo .de la señora Gandhi
(¿m hijo?) podría rehaee,r el golpe de llevarse "la democracia
más
numerosa
de la tierra",
como gusta decir, de la lista in
cierta y fluctuante.>
_Sin_ embargo:
1438
«La democracia estuvo· de moda hacia· fines del siglo XIX
y se ha oonvertldo en el XX en· una especie de religión, más
.aún, en
un
fetiche. Lae cruzadas piara introducir~ garantizar,
Fundaci\363n Speiro
eilraer, instalar, establecer la democracia, han sido. mantenidas
con tanto fanatismo- eomo cualquier otra rabia político-ideoló
gica,
y el término "democracia" ha venido a sigoiíieaa' "honne
te ib.omme", "hienfacteurs de I'humanité'~; "bon apátre" y "sage
su~me".>
Las democracias liberales h
fuerza,?) a los países soc¡alistas, a
los que oficialmente cubren con
el nombre de democracias materiales o democracias
sociaJ.istas, aun
que otras _ veces
acusen a sus regímenes de
totalitarios. También admiten
en el juego democrático a los
partidos comunistas.
En cambio,
cualquier
otro régimen o
partido- es rechazado -enérgicamente por antidemo
crático. Molnar tambiéP. lo ,ubra¡a:
«... en nombre de la dem.O'CI'"aicia .-agonizante-, los países
aún democráticos
hacen u,chantage" a aquallos pueblos
que
b11&
can otras vías. .aunque no sean. vías totalitarias, sino simplem.en•
te vías que 1-ed-permitan eSiabi'lizar 811& in&titu.cion.ea y apartar
tanto al inarxismo destructor· como al liheralumlo disolvente.
La democracia jamás. se ha aclimatado. realmente en los países
meridionales Y a-las orillas del Mediterráneo, ni en América
del Sur. Pero eso no importa, es Pl"eciso obligarles bajo pena
de "boyeotearles", bajo la amenaza del ostracismo y de una
avalancha
de den.Wlciaa ry eondienlas. Es notable observar eómo
los hombres de Estado- serios _ ¡y patriotas de las naciones en
euestión responden al "chantage'': "democracia. o muerte", con
contorsiones .intelectuales, eo lugar -de decir que la chmioeracia
es, en ciertas condicione&, un régimen nefasto.>
VI. A DÓNDE HA LLEGADO LA DEMOCRACIA LIBERAL, HACIA DÓNDE VA
Y _ A DÓNDE PUEDE LLEGAR
Un modelo "democrático" es para muchos el de la social-democra
cia
sueca. Christian Brossio, en ASPECTS DE LA F.RANCE, al publicar
una entrevista con
Tage Lindhom, reproducida por EL PENSAMIENTO
NAVARRO del 6 de junio de 1978, ,lo ha-planteado como ·introducción.
»El "'li.benilismo avanzado", tan qti:erido a M. Gisc-ard d~s
tain& ¿no se-inspira en este modelo!' Sin embargo, desde ya
1439
Fundaci\363n Speiro
haee años, algunos testimonios vienen a nublar este unánime
concierto de alabanzas. Suecia, a pesar de su confort material,
es presa de una crisis moral a la que la -soci-al.tdiemooracia se
DIUelU'a incapu de doJDÍD,llr. Uno de esoe testigos, M. Tage
Lindhom,
amiguo director de
la
Biblioteca Socialista de Esto
colmo,
ha escrito un libro ~La cizaña y el buen. grano-
que e008lituye una acusación imp1acah!le contra la social.demo
cracia. M. Tage Lindb.om, :vetoraDo soc-íalista, tras madura il"C
fiexi.ó14 llega a acusar dei fracaso a la. ideo!lo-gia -democrática, de
lo
cual él ve un ejemplo claro en el régimen sueco. M. Tage
Lindhom ha -tenido la amahid.idad de ooncedem0;& esta 'Cfflrevis
ta en su reciento viaj-e de paso por París.>
Pero, veamos las principales respuestas de T age Lindham:
1440
« ... Suecia es, en efecto, un modelo de democracia; es por
ello
.que
1a situación -
en
que ella se desenvuelve actualmente
pone en evidencia los peligroa de la democracia cuando los
Principios son
.aplicados hasta sus últimas consecuencias.>
«En sí misma, :la_ democracia intenta hacer una síntesis con
dos principios contradieto-rios: la libert:ad que presupone y se
hasa en lo cualitativo y ta igualdad que se refiere a lo euan
titativo.
>Ahora bien, la libertad en la -democracia DO: es en realidad
más que un in.s-trumento gracias -al cual se han destruido las
comunidades rnatutales· para imponer la igualdad entre los ciu•
d,,.danos
eon detrimento de· las 'libertades reales. Se puede ob
servar este feri6meno en Suecia mucho mejor que en ·cualquier
otra
parte de Europa. Lo que ae ha llamado ''socialismo sueco",
de hecho, no es más que
el último estado
de la evolución de
la demo.cracla.>
«Proclamando la igualdad política de los ciudadanos, la
Revolución Francesa aseguraba lai soberanía del hombre. Des
¡més,
la Revolución sov:iétiea de
1917 baria
depender al horo•
bre
de · 1a materia. Actualmente, conocemos la tercera parte de
esa Revolución, de la ,cuaJ. Suecia tiene el trism privilegio de
'Bel' el mo.delo, que· es el triunfo de la igualdad sobre los ca
racteres de la creación. Así, con esa igualdad es como se aten
ta. 'COntra la -identidad interior dé los-seres. y contra la integri
dad de_ eu· alma, así oomo _ también contra l'as relaciones afec
tivas humanas por destrucción de los lazos naturales de paren,
teseo y_· de fraternidad. Es_ también así -có.mo se decide la igual
dad entre hombre y mujer, entre padres-e hijos; ere.· Y es así
Fundaci\363n Speiro
cómo el F.st.ado ejerce entonces su acción nefasta sobre todo el
cuerpo social, hasta tal punto que no queden ciudadanos respon
sables sino Ull8 ma&a dócil y maleable.>
Cómo se ha llegado a este nuevo totalitarismo democrático, lo.
explica en sus respuest~ el mismo Lindhom.
<. .. el Estado se hace cargo do! individoo deede el naci
miento hasta la muerte. Prácticamente esto se traduce por una
política antifamiliar y por 1lillB presión fiscal de la que es muy
dificil hacerse bien UD.a idea. La destrucción de ia fa-milia es
capital
pmra la social-democracia sueca: los niño_s son retira
do& de la familia des® la edad de dos &¡Óos y llevados a la es
cuela matemd; de ea.ta fo~ lw mujer queda obligada mo,nd
mente a .trabaja,: por el hecho de su emancipación. Más tarde,
los nifios, a lo largo de su educación escolar, y luego los ado
lescentes, son formados ame to·do, pare diluirse en la gran co·
lectividad y para !8-{!lguir los bllletloS consejos dados por el Es
tado a través de los v.ario,s medios de d-ifusión. Se trata de
iguafl_ar los caracteres y las persooal:idaOOS, a fin de eliminar
t0:da veleidad individualista. La autoridad paterna queda supri•
mida; ila ·propaganda. oñeial persuade a las concien.e:i88 de la no
necesidad de las jerarquías naturales. Y ocurre por otra part~
y con frecuencia, qne loe padres son invitados a seguir deter-
minados cursos del modo de educar a sns hijos.>
Así, sigue respondiendo Lindhom.
«
... no. hay revueltas ·porque la política de la social-demo
cracia sueca 'es la de un Estaido pr.ovidencia ("Welfare State"),
como di-cen los americanos. Ello significa que el Estado está
detrás de cada individuo para asiegm.•arle su seguridad y su
confort material, haciéndoio de tal forma qne queda un poco
Jo.rada su servidumbre. No hay que olvidar que el nivel de
vida en Sueci.a es el más alto de Europa. Para permitirse este
lujo,
la social-democracia ha teniido fa habilid·ad de dejal' la
economía en manos de'l sector privado. Ello
no
ie impide ejer
cer de una forma muy sutil un control sobre empresas• siendo
a su vez su "va.ea lechera... Es por lo demás habitual entre los
jefes de
empresas &necos el
pedir confiadamente
subsidios al
Estado, que por su parte se si,ente eon ello autorizad.o a
vigilar
la gestión y la producción de las empresas.
»Pero volviendo a la actitad de 1oe ciudadanos suecos, éstos
1441
Fundaci\363n Speiro
no piell8llll en cuestionar d Eetaido8 p,rov;idencia qu~ por otra
parte, les
ha inducido: a desinteresarse de la cosa pública. Es
inconcebible entre los suecos el apartarse un centímetr-0 del ca·
mino y normas trazadas ¡por la social-0.00loc,ra-eia. Mi país es,
sin
dU.da, -:e'l más -conformi&ta de -Emopa:. Ptto ese conformimno
no engendra alegría. Mis ~triotas . son tristes, y -el alcoho
lismo, la droga y la delincuencia juvenil hacen entre ellos ver·
da:der0'8 eatragoa. Los euicidio.s se multiplican~ --.&í es cómo se
ha ail-eanzado- ya la perfecci.6n totalitaria: los que-no se amoi
dan convenientemente en la gran masa colectivista, acaban eli
minándose por sí mismos. No hay necesidad de campos de
exterminación como en Rusia.>
Paralelamente a este "dirigismo" totalitaT'io del régimen social-de
mócrata sueco,
tenemos el
!lrrdstre de la "liberación'; · de todo principio
y toda moral que se está· produciendo por doquier en toda democracia
liberal.
Juan Luis Calleja lo _comentó en tercera plana de ABC del 11 de
febrero de 1977
·en su
artículo
EL SEXO Y LA POLÍTICA.
1442
«A nuestr9 admirado "Cándido" le parecía contradictorio
. que. ~a_ democracia viole el primero de los derechos del hom
hre, _ el derecho .a l_a vlda-, legaliz-ando ·el aborto, y encima sin
·1os vo:tos d~ los interesados. Pero- la democracia _no da la razón
al que le tiene,
sino a la
D1Byoría, y es claro que
los que van
a
nacer serán siempre minoría.
Ya hay
"derecho" a cortar mi•
llones de esu vidas, en varias dcmocraci"as. Pero no so ve la
con_tradie:ción donde el _sufr_agio mayoritari~ es
la fuente
supre
ma
del
"la voluntad general", aacala de la mayoría, es que sólo donde
dure algún tiempo la moral natural y crietiana. puede. esperarse
que fos ParlameJ1tos. no. caigan en la ahermción. El Gran Silen
cioso, que -sabe mue!ho más por_ :viejo que por lo otro, no ha
sugerido a los
políticos que prediquen el crimen, d. engafío ni
el libertinaje.-F.s mucho más a&tuto .convencerles de que en
nue$ro
voto reside el pod.eil' .sa,grado de legitimar lo que :les
yarezc, arbitrio· que escamotea: .eT. libertinaje,. el engaño y el
crime~
>Legitimar el aborto, el divorcio, la pomografí&1 y etcétera
es autorizar
los
delitos prohibidos ·por el "sexto" ·y -por todo el
Decálogo, que -reaulta así dinamitado con lo.a valores tradieio•
Fundaci\363n Speiro
nales que sustenta-. Pues el Decálogo no es una lista de orde
mmzas desarticuladas. Cada una de ellas obliga por sí misma y
en virtud de las de:má&)
Por ese camino, ¿á dónde puede llegarse, en creciente progresión?
El mismo Juan Luis Calleja lo había comentado en EL ALCAZAR del 30
de noviembre· de 1976, en .su artículo. titulado ¿DURARÁ ti. DEMOCRACIA
LIBERAL?
-haeer nizas.
Ea el ~~ho que usa Ma'l"X cuando ex¡pLica a· Kü
g~ qué ha de hacer ]a revolución con la máquina mHitar
y h~ocrática del Estado. "No se trata .sólo de hacerla pasar a
otras manos, sino de romperla". Marx subraya romperla., "zer
brechen".
»Por su parte, Lenin afiade que, para pnlverizarla, lo mejor
es
que haya
república democrática, "el camino más eort0¡ a la
dictadura :de'l proletariado", poft[1,1e ea la foona "más Ubre de
lucha ·de clases y de.opre;ión de clases•.
»¿Por qué?
Nos
lo
aclaran otros
dos
revolucionarios. Engels
y
S0;re1: por su sistema de ·partidos y la .huelga. "No1rotro.s, los
rev0Jucionari09y progresamos mucho más en la le~idad que
por los medios ilegales -explica Engels-. Los partidos de
c.,-rden, como ellos se llaman, per~ por el catado legal que
ellos mismos crean, mientras _que nosotros, con esa legalidad,
hacemos
músculo y respiramos a pleno pnlmón" .-"La huelga
--añade
Sorel-es el motor de la moral revolucionaria en la
lucha para conseguir :la ruina t-otal -de iaa -insti.Wci,ones y de
las costumbres". "Gra,cill6 ta ia hu'eilga, las :tlentati:va:s de paz
so'cial parecen infantilee, la& deserciones ,de los camaradas abur
guesados, en vez de desalentar , a. las ~ lq excitan más a
la revuelta Y, en una pa:labra, la escisión ---precisamente en dos
bandos-jamás corre peligro de desaparecer". (Si el lector no
quÍflt'e repasar el prólogo a Las luchas de clases en Fnzncia.
las Reflexiones sobre f.a violencia y El Estailo y la Revolu,.
ción, compruebe estas citas en los Textos Políticos de Cha
volier),
»El lobo, pues, deflne fa presa, recuenta garras y colmillos
y
ni siquiera ha de molestarse en mgerir a la oveja la convi
vencia paeífiea, porque ,ella milsma la propone. Sólo las eeono~
mlas riquísimas, con sociedadeis itún influidas par -Iai vie-ja mo-
144'1
Fundaci\363n Speiro
ral, aguantarán algún ti""'JIO los partidos, la d"81nonilización
y
la huelga.
>Los que hallan sollución demoorática eamhi-ando _los ,datos
del prolJlema plagan sos n.zonamientos de condicionales: "Si
eprendemos a dialogar ... , Si respetamos las elecciones ... Si man.
tenemos educación diemo:erátiea:... Si arreglamos lo eco:nómico ...
Si arreglamos lo político ... ¡Ah-!, ento~ nuestro futuro de
mocrático aerá un ejem.pilo de positivos entendimientos y de
fecunda plura!Mad euro-. En otras plr!abraa: hay que traer
la ,democracl:a: liberal, porque si pudiésemos tener democracia
liberal t.endrí
ideas y el seD.tido monl de la mwyoria·. La mayo.ria puedle lega
lizar la ,inexistencia de· Dios,, iy; por eupuesto, el aborto, la roca
Tarpeya, cualquier crimen y la desmembración nacional>
Pero aún se puede llegar más allá. Hency Laserre, en unos párrafos
publicados en el volumen II de
ACCION ESPAl-lOLA, núm. 11, del 16
de mayo de_ 1932,
lanzó esta
profecía patética:
1444
«La hora llegrará en que las clases ignor~tes serán lu úni•
cas representadas en eil poder. Todas ias demás serán excluidas
sistemáticamente y serán minoría en todas partes.
>¿Qné oCOITirá ewmdo ol desarrollo lógico del en!ragio unl•
versal, tal eomo está orgamz'ado, haya producido esos resulta
.dos inevitables?-
El
mundo
so:ciall será derribado bruscamente
y por igual. Aquellos que tienen neeesidad de ser gobern·ados,
go1"'rnuán y gobernarán solo,¡ ...
:.El impuesto sobre la propiedad ,será votado, con exclusión
&, los propietarios, por gentle& que no tienen nllda. La trans
misión ·de las herenei'as y la vuelta de la riqueza a la comu
nidad social quedarán regrdadaS por illdividu09 sin patrhno
nio. Las leyes sobre la instruceión y la educación serlin hechas
por hombr-es sin instrucción y filD. educación... Lo que es ilegí
timo será legal, lo que ffll antísocial estará a fa cabeza de la so•
ciedad. Los ,enemigo_s -del orden público mandarán a if.a fuerza
púMica. Los bandidos ocuparán el Ministerio de Justicia y
nombrarán a la magistratura. Los ladrones tendrán bajo m& ór
,denes a la gen.darnnia ... , así razonen o desvaríen; así obrarán
10s bárbaros que están· ahora a nuestras puertas. iy que ocupa
rán m.ailana, si no- se toman medidas desde hay, todas las puer.
tas de la ciudad ...
»Sin duda, UD. estado tan violento no podrá perpétuaree, largo
tiempo;
sin duda, después de haber acumulado ruinas sobre
Fundaci\363n Speiro
ruinas, esos comunistas y eso& radiieo:les, esos loe.os ry esos imbé
ciles, esos perversos y esos desgraciados, esos monómano.s y esos
malvados se devorarán entre ellos. Pero cuando esto OClll'n½ Fran
ci-a habrá perecido en las convulsiones y caerá en la podre
dumbre.>
VII. ¿UNA PUERTA ENTREABIERTA PARA ESCAPAR DE LA DEMOCRACIA ROUS
SEAUNIANA Y DE LOS REGÍMENES DICTATORIALES Y DE SUS TOTALI
TARISMOS
RESPECTIVOS?
Vallet de Goytisolo, en su articulo antes citado, Los DE NUNCA Y LOS
DE
AHORA, advierte:
«Frente a los notables naturales del país real, los políticos,
mpoyados en el empleo de la demaigo,gia; los tecnócratas y buró
eratas9
agarrad.Os 8 las palancas de mamlo
9 apmrecen como·
frutos
que, alternativamente _ o a la vez, nos ofrecen hoy tanto los re
gímenes democráti_cos como
los autoritarios.
>Hay que abrir los ojos a la realidad, para reconocer que
sólo puede ser verdaderamente representativo un régimen ha•
ndo
en '.las comunidades intermedias, presidido por el princi,
pio de subsidiariedad 1y apoiyado en las élites naturalm. Estas
siempre_ resultan apartadas de la política, tanto en fas democracias
como
en
las
dedocracias de masas. Necesariamente quedan
margi
n-adas en una'8 eleooion.es "guiadas" por
una propaganda
que exci-
1:fl los sentimientos, atiza lais pasiones y t,eledirige las mentes con
frases hechas,_ lugares eo;mtÍnes y ''.slogans., 9 que seducen sin en
señar, arr'al9tran sin orientar y empujan sin guiar.
>Es inevitable que el pueblo, cuando esté reducido a masa
smorfa, se aliene,
con su voto, dándose
así
periódicamente un
amo individual o colectivo._ Y. para no alienarse es un prero•
pu.esto indispensable
que el pueblo -siga siendo pueblo,; es de
cir9 que conserve su estru.tura soci.114 con sus órganos y jerar
quíaB
naturales., y w vida propia. De no aer así, carente de
forma, es encerrado en loe moldes qll'e la tecnocracia le fahrica-9
y hacia los que 'le atraen los cantos de sirena de cualquier de
magogia.
Estos cantos
forman un inmenso eco, que
los
repite
con
tanta
mayor convicción
cuanto
más grande
es la ignorancia
de quienes suman sus voces.»
En Francia se busca afanosamente la puerta de salida del laberinto
en que
nos hallamos,
que
,w sea la que lleve a la anarqufa ni la que
conduzca el totalitarismo. Para
ello, tendria que
dar
paso a
la tradicio
nal
soluct6n de
los cuerpos intermedios.
144)
Fundaci\363n Speiro
El dem6cra.ta Jacques Ruffié, en s1:1, ci-tado ENTRETIEN en LE MONDE,
ante la amenaza totalitaria que vislumbra por la vía tecnocrática de la
administración
en los regímenes democráticos,
propone:
«Para poder ejercerse ,en forma democrática, el poder debe
descentralizarse ampliamente, y ejercerse en todo lo referente a
la vida cotidiana de lo.s ciudadanos, al nivel de las colectivi
dades locales: el municipio_ y la región. Es el único medio de
hacerlos participar en la gestión de sus propios negocios. E.sta
participación es eonform:e a IJ:a n-aturaleza misma del ho,mhre:
eer COD&Cien~ libr~ reaponsable. Es condici6n de to.do pro·
greso. El municipio de dimensión reducida es la única unidad
administrativa a escala humana. El único eonjunt~ donde todas
las gentes, o Casi tÓ-dB~ se·· COlloeen, dOnde caída cual sabe a
quien diri~-l'Se para resolver fos problemas cotidianos. Es un
medio que
ofreee seguridades.>
«Por' encima de.l
municipio, la regióll debería recibir am
p!lios poderes administrativos y resolver los -problemas demasia
do8 generales
para corresponder al
marco
municipal. La región
t.onstitnye un conjunto natural, a la vez hi·stórico, geográfico y
frecuentemente ·eeonómit». Pero, iprinclpalmeñ.te es un conjun
to
cultural, integrado por perso,11as que-tienen en común una
cierta
manera de sentir y de pensar. Es un · lugar preferente de
jntetcambiOS. La may~r parte de quienes la componen se co
munican entl"e sí con bastante más facilidad que con los demás.
Dos corsos, dot bretones, dos occitanos, se recon.Men entre sí
pronto.
FA ~epartamento creado como instrumento _ de eji,cu•
ción Por el Estado centralizador debe desaparecer. Sin duda, ha
_ rendido servicios en los tiempos en que la nación, eompneeta
de ~ejas provincias mal integr&J~ su.fria la amrenaza ·oo fuer.
zais centrífugas. En un, rpaís como el nuestro, en eJl cual d nivdl.
de-la ~6n y de la consciencia no puede ponerse en duda,
!a estructura prefectund constituye un freno al progreso, y, tal
vez, 1in obstáculo al désairrollo de la Yerdadera demoeraeia.>
TambiAn nuestros amigos franceses del S. l. C. L. E. R., en LE LETR.E
D'ENTENTE FRANCAISE, se· ocupan de este tema. Contemplan cómo
las
ideologfas políticas,
la división
-de izquierdas y derechas que producen,
dividen el
pals en dos grandes bloques, cada vez más incompatibles. Para
romper ese planteamiento, propugnan la sustitución de
la dialéctica
ideológica
de
los
partidos pollticos por
la puesta a nivel de cada comu
nidad,
-en especial al nivel del municipio, de los problemas reales que
les atañen y
que se hallan dentro de
su competencia.
1446
Fundaci\363n Speiro
Esas observaciones nos traen sobre la mesa otro párrafo de J. Gil
en su citado artículo DEL CAMBIO.
«Dereclias e izquierdas ya _ no significan opo~uc1ones funda
mentale~ -habiendo sido suh~tuidas la~ primeras por un libera
lismo ca,pihdista . y fas seguµ,das por capitailismols de-Estado, que
resultan fobos de fa. misma camadas•
Pues bien, en el primer número de este año, LE LETRE D'ENTENTE
FRANCAISE ha publicado un editorial, LBS MUNICIP ALITÉS, BASES DE L'EN~
TENTB' FRANi;AISE, al que corresponden los párrafos que a continuación
publicamos:
-«Se trata de cambiar el terreno de la competición.
»Se trata de llevar la competición sobre las cuestiones rea
les del Municipio y no sobre abstracciones Meo'1Qgicas ni sobre
intereses de partido.
>Se trata de promover en toda Francia los verdaderos re
presentantes de la vida local e, impedir el acceso de la.s .. jerar·
~(UÍas pan.lelas" irresponsables y anónimas, en los asuntos de
la ciudad.
>Se trata, en fin y sobre todo, de favorece_r los :6aetores
de solidaridad real,
y de hacer fracasar a los factores de lucha
soelal.>
« ... Los partidos tienen por finalidad la conquista del po
der central, Jnrentras que los municipios tienen por finalidad,
en
primer
lugar,
el equilibrio :local, ell porvenir
_
de los niños,
1a seguridad de las familias, la salvagua·rdia de la naturaleza,
la particlpaeión de todos en
la
-comunidad en una
trama de
activtidades lOIC'll!'eS -complementarias.
»Hay que proteger, por lo tanto, :loe espacios vitales de la
democracia locat contra las cabalgadas de la carr-era hacia el
poder· central.
>A
todas estas razones se añade una última, que resultó
particularmente grave en las proximidades de. los sucesos del
78 y del 81...
>La lógica de las batallas electorales ha conducido estos úl
timos
años la democracia francesa hasta su última etapa;-la nen
tmiza!ci6n de los ""pequeños partidos" -por los "dos grandes"
aniquila prácticamente todo signiñeado del sistema de repre
senuroión real. La carrera hada ael-poder se impone desde hace
muchos
años· en Francia sobre la libre ,representación de las
tendencias del país. Ahora BOn doe bloques que están cara a
1447
Fundaci\363n Speiro
cara, La·s Voluntades de poder han llegado a un grado en el
cual son
posiblea las peores aventura&..
>La democracia francesa
está llegando, puee, prácticamente
al régimen del "partido único".
»i\ihora bien, la instilación del "partido únieo" es la muer
te, sin énfasis, de la armonía viva entre el Estado y lá. nación.
& di Estado mscrooional. Es el Estado total. Es el Estado rodea
do
de una red de tecnócratas anónimos, irresponsables, imper·
sonales.>
Hay que tratar de hallar, por lo tanto, otra perspectiva política.
1448
«Hay que salvar, se dice, un mínimo de espacios verdes en
las grandes -ciudades modernas. Es exactamente lo mismo en la
trama social.
Hay
dia, ,de participación real. Hay que rehacer la función dl.orofí
lica
de fa vida modéma, sin ita cual la asfixia y la revuelta la
arrastrarán.
>Pues bien, en Franoia no queda pl'áctieamente nada más
que el municipio donde sea ,posible realizar la verdadera par
ticipación
de los ciudadanos en los 8811llto& públieos, iya que la
autoci·dad en el munieipi
los ciudadanos en la vida real del mu
nicipio ha llegado hoy en Francia a ser una necesidad de salud
pública.
>Las explosiones contestatarias que sacuden periódicamente
Fn.n:cia a partir de mayo ·del 68, deis.de Jas ttni'Vffllslidades hasta
las fábrieas y los eánrpós, no tienen otras causas. Los franeeses
sutiren por no ser escuchados. Sufren también por no tener
prácticamente ninguna po,sihiilidad de ej61'Cer en ninguna parte
de un poder real de participación.
»No fue une casu:afülad que en mayo del 68 la principal
reivindicación
fuese la de la "participación".
>El malestar es
general y profundo: iLa centralización exce
siva del Estado, de la Univeraidad, de la vida económica y ar·
tística; 1a reducción ,siempre creciente de lM márgenes de las
:Libertades locales. y provinciales, la injerencia universal del Es
tado y [a deseducación ,fflviea eonsecutente dejan a los ciu
dadanos franceses sin participación real en los cuerpos eo·ciales,
y les hacen sufrir po,r 881ltir8e frustrados en sus libertades rea·
101
y con.cretas en el ámbito en el cual tienen competencia ,y
posibilidades para ejerced.a.
Fundaci\363n Speiro
>Se ha creído eocontrar un renredi:o a la asfixia cívica de
loe franceses multiplicando desde 1%8
las "instancias de partí·
cipación". Esa fue la gran idea de la ley de Orientación (de
1a Univen»dad). Esa misma idea fue la que dio vida a la ley
sobre la-& seeclones sindicales en las empresas. Se han organizado
un poco por todas partes los "comités de gestión", los "Con·
sejos popo.lare&" ...
»Eso ha sido un fracaso casi generai porqufl todas esas ''irur
tanelas" -o easi todas-fueron organizadas sobre el ámbito
de lu luchas de clases y de partidos. No se ha hecho más que
multipliear
los terrenos de lucha y de contestación.
>Loe profesionales de la guerra social no se equivocan».
En esa perspectiva, descubrimos una falsa participación dialéctica,
contrapuesta a la verdadera participación, que ha de ser armoniosa.
«Así, pues, se enfrentan dos ideas de "participación". U11a
significa
•iparticipación en las fochas 1socia'les bajo la ,dirección
de los def'ensores de una soci:edaid revolucionaria". Otra signi
fica "'partici·pación" en las. responsabilidades reales y concretas.
>-El municipio puede jug&l' aquí un papel único, pues es el
lugar má·s adecuado para la colaboración y armOJli,a entre los
franceses de to1das clal!ffl ry de todae las tendencias.
>Ha llegado la hora -de dar a esa segunda: idea todas sus
posibilidades.
>Corresponde manilestarse a los verdaderos notables del país:
están en todos IOB medios y en todas las clases: arteeanos y
profesores, obreros y comerciantes, notarios.. profesionales libe
rales, directivos de einprem, agricultores-.••
>Deataean ,por su honradez, su sentido ·del interés general, su
hOITor innato a las ,di_visi.onies que dmgreguen familias y ciu
dades.
»Saben muy bien que Francia está enferma por sus antago
nismos. Soben que Francia está estropeada por la demagogia
y que nuestras eiudades sufren por falta de dirección.
»Son hoy lt-gión quienes desean termitiar con los juegos de
susados de las ,eompeticioll'e6 de partidos y d'e ideologías. Esos
juegos regocijaron en el si~o XIX y· han -eneaJng¡rentadO el si
glo XX. Saben que ha llegado la hora de terminar con ellos.
>La presente "Entente íraru;aise"
se
dirige a quienes
así
piensan. Les propone un cambio de alternativa eleetoral: termi
nar con las divisiones arbitrarias de_ la "derecha" y de la "iz
quierda", abandonar sistemáticamente los antagonismos abstrae•
1449
Fundaci\363n Speiro
tos· en todos los encuelitroB electorales. Proponen a los francesea volver a encontr8il"Se sobre el ver:dadero tel'reno local. Descubrirán, -entonces, que
entre
ellos -hay muchos más bienes comunes en los que basar su -aenerdo ·que divisiones rea1les para provocar· sus. luehás.>
Hay que procurar, prosigue la llamada de entendimiento,
« .•• la promoción para: los AiynntamientoS de las verdaderas
capacidades locales. Cuanto -más
'\;e politizan las eleéc.iones locales, más se repliegan esos" hombres eó. su vida· privada ... " Hay
que ayudarles a comprometerse y
·a
organizar su concertación.>
Y, a la vez, es preciso ·e indispensable .-Conseguir:
de loe partidos y de, los grupos de presión. Clubs de jóvenes, comisiones culturales, -agrup&Ciones· familiar86 y
pro•
fesionales acaban -eritonces -·par ser subyugadas por las redes de agitación subversiva.
»Es esencial neutml.izair las jet'81,qD.Ías par-áilelas .para vollver a dar_ vi~ fuerza y dirutmi81D.o-a la verdadera vida lócal.>
Al mismo tiempo, no debe olvidarse esta tarea, a saber:
1450
«La acci6n ·sistemática de reintegración de los ~marginadoi' Esos "marginados" &on los desarraiga-dos de la. vida -moderna. He.y de todas clases.>
«Si no reintegramos a esos marginados en la trama bioló
gica de ia ciudad, los marginados desintegrarán la ciudád.
>Para lograrlo ea-imprescindible· ofrecer
a esós· margina-dos
rentros de interés,
de ·cooperación, oonpaci.on~ ocas.iones de
sacrificio, puntes
de aplicación·· a sw posibles responsabilidades.
»ªSi quieres que se ab-orrezcan, échales grano; pero si les
haces eonstrnir juntos una torre, les convertirás en
hermanos",
decía-el esc,ritor Saint Exupéry>.
Fundaci\363n Speiro