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Número 171-172

Serie XVIII

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En memoria de Francisco Elías de Tejada

EN MIEMORIA DE FRANCISCO ELIAS DE TEJADA
POll
ENRIQUE ZUI.ETA PUCBlllO
PALABRAS PRONUNCIADAS EN LA JORNADA DE CLAUSURA DE LA
XVII REUNION DE AMIGOS DE LA CWDAD CATOLICA. ALCOBENDAS
(MADRID), 10 DE DICIEMBRE DE 1978.
Mi presencia en esta jornada de clausura de la XVII Reunión
de Amigos de la Ciudad Católia, coafigum un dob1:e motivo de
honor y iresponsabilidad: en primer lu,¡¡ar, por la distinción de que,
una vez más, me bace dbjeto nuestro amigo Juan Vailet de Goyti­
Sdlo;
en

segundo
lugar, porque ocu,po el lugar que hubiera corres­
pon:dido a un quecido amigo y maest¡:o de oodos llO\SOt1'0S.
Fallecido, en el momento de su má:s plena llll!durez intclect:ual y
perwnail, cuando afrontaba los perfiles definitivos de una ohm in­
telecrwtl prodigiosa, Francisco Ellas de Tejada nos deja no sólo el
•legado de un pensamiento verdiideramente único en rigor, origina­
lidad y amplitud de miiras, sino el ejemplo de una vida dedicad,,
al combate generoso y ~on,,do por E.spaña. y por !a fe. A través
de

!os
casi 250 títullos que publiCllfa y de una prédica académica y
pollcica de. más de tireinta y cinco años, Ellas de Tejada no dejó tema
moderno o contemporáneo por afrootaz. Su análil!ii., siempre original,
rico en matices y perspectivas nu~ recorrió ámbitos tan diversos
como la filosofía del Derecho, la ciencia palltica, la lbistoria de las
ideas, la antropOlogía culrural, la sociología, la fiilosofía o la reorfa de
la cu,lrura. Desde una raíz profundamen1!e e.pairola, anclada en la so­
lidez de fos clásiccts, se proyectó hada una uo;versa!Jida,d sin lími­
tes: desde sn m,,gna investigación sobre "Las llspañas" hasta sns
ensayos sobre
el pensamienro inglés, ahnán, irlandés, indoohino o
tailandés; desde fos problemas de !a onrologla jurldica hasta la
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ENRIQUE ZULl!T A PUCEIRO
cu'itu.m Vll8Ca o cataWla; desde las ideas políticas de la Baja Edad
Media inglesa basta fas más modernas a>trientes de la filosofh
actual.
En el recién aparecido volumen XIX del Anuario de Filo,ofí~
del Derecho
nos sórprende hoy su ensa:yo sobre "lll futuro del Dere­
d,o bantú", "1arde de erudición y a la vez de sensibilidad para con los
fenómenos antropológicos
y culturnles más lejanos de nuestra ex­
perienci:a inmedia11a. Toda la obra y la v'i precisamente, modelo de una cada = · menos frecuente síntesis
er.tre rigor intelectuai e inquietud vital; entre erudidión e iusobor·
nable responsabilidad inteleclluai, ligadas a una iotuidión siempre
atenta d mensaje secreto de 1!l,s COSalS. Su fervor no oonoció causas
imposibles
ni desmayos. Sus empresas fueron múiltiples, y siempre
valcadas
a la defensa de la vit:alidall perenne de la tradición espa·
ñola y católica. Su pensamiento se agigallltÓ en el debate, sin que
la carga polémica llegara a turbar la grandeza de los fines.
Si
linera menester rescatat una

divisa o un principio de fondo
en
sus esfuerzos, habría que decir, oon p"1abras suyas: "reatar el
hilo roro con la rraclición perdida, postu'lando la herencia oomún
que impera d retorno al Derecho natural católioo, tal oomo fuera
formulado por los dlásiros de las Españas". Frenre a los que renie·
gan
de

la
tradición oomún, Ellas de 11ejada elaboró la más vasta
demostmción
de las posibilidades y V!irrualidades de la misma, fren­
te a los problemas
que agitan al mundo de hoy. Wvió y pensó lo
universail como español y d"8cle la tradición 'hispánica. Loo dos ro­
mos
de su desgmciadamente inconcluso Tratado de Filosofía del
Derecho
son ejemplo acabado de este empeño inltelecrual: todos y
cada uno de loo problemas contemporáneos son enfocados allí des­
de la óptica

de
la tradición,
revelando, así,
luces y sombras

hasta
hoy inadvercida.s. Tenemos fundados motivos para creer que ésta
era la obra de su vida; la síntesis madura de un esfuerro ingente
que lo llevó a 111'allSitat todos los iriner,,rljos dd1 espfoiru moderno
tras el hilo por momentos invisible de la t!ra Vivió

su
misión intelectual oon el !l!!llor de una cruzada, oon
la d.cisión del te.rimonio militante. Formó roda una escuda de en­
sayistas y profesores universitarios, volcada ail cultivo del Derel:bo
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EN MEMOlUA DE FRANCISCO ELlAS DE TEJADA
natural hispánk:o, de la que cabe esperar aún sus mejores frutos.
Su

magisterio,
nunca. m veces a Hispanoamérica, y hoy, en Santiago, Bumos Aires, Méxiro
o Sao Paulo, generaciones de jóvenlES profesores o pdlítia>s demues­
tran en la ao::ión la vitalidad de un pensamiento alimentado en sus
obrnls.
En Ellas de Tejala se ÍOIIUfÓ la geniadidad y el vigor de la
ra2a, la universalidad de la miz hispánica, el sentido profundo de
un combate. Creo que esta dimensión hispanoamericana de la obra y
la enseñanza de Ellas de Tejada es una de las más importantes de su
multifacética personalidad. No solamente porque su prédica sobre las
Españas
caló 11lllf hondo entre nosotros, sino porque su visión esen­
cial de

las Españas, con
sus tradiciones comuru:s y singularizadas,
aguarda

aún
una proyección al mundo

americano.
Las ideas verdaderas perpetúan a los hombres, el espíritu tras­
ciende las batteras del tiempo y de la mu&tre. Unidos en la g¡tati­
tud, rendimos hoy nuestro homenaje ail r""""'1o de Francisco Ellas
de Tejada, maestro entrañable y espíritu indomable, de una Hispa­
nidad jamás resignada.
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