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Número 173-174

Serie XVIII

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Los socialismos (Continuación)

ILUSTRACIONIES CON RJF.COR'l'ES DE :PERIODICOS
LOS SOCIALISMOS (continuación)
En el primer epígrafe de· los _recortes, que desde el anterior número
de
VERBO Venimos dedicando al socialismo, hemos visto que, a pesar
de ser
su se'ñúelo, la igú'aldad no és lograda por niTlgún sdcialismo, y
menos· aúh por el mattista.
Ahora, tin estos otróS ·r"ec01'tes, .veremos cÓnfrontado el marxismo con
la UBBRTAD y fa FRA"mRNIDAD.
Con su peculiar agudeza; Gustave Thibon, en su articulo "LA LIBER­
TAD Y LAS CIENcas lÍUMANAs", pitbllcado en LA ACTUALIDAD ECO­
NOMICA; núm. 953, de/''22.de funió ·~e 1976, hizb e~ta ob"servaci6n:
nuestro siglo. el ·ver fiOreeer, en Ia.s mi.9mas corrientes di:, opinión
y entre los mismos hoíttbres, d~ nn lado-, una ·filosofía materia­
lista que reposa sobre la nega-eión de la libertad, y, de otro, eil
rechazo de to-da· diseiplina· y·una llamada permanente á lit 'rebelión
no-sólo contra el Orden establecido, ·smo también contra las hases
mi8Dl8s de 1a condición humana. El marxismo, el izquiei-dismo,
por ejemplo, nos ensefían que la realidad económica condiciona
a.
todos
nuestros contemporáne
y
simultáneamente predi.can una
"liberación", una emancipación; ·que traeti'ocan todas lae· leyes de
la economía, de las que la primera ·es que· no se puede ·consumir
más, que lo que ,se pr_oduee. ¿No .ha osado Marx· predecir, como
realizable, una sociedad donde tódos los hombres trabajarían se-­
gún-sus -fuerzas y consumirian según sus necesidades?>
Pero, ¿c6mo se compaginan en el ma-rxismo la necesidad y la liber­
tad? Jorge· Uscat.escu, en . la desaparecida sección de ABC "VENTANA
ABIERTA", el 11 de enero de 1976, con _el ,título '-'EPIDEMIA DE LA LI­
BERTAD", lo comentó:
«Primero fue la necesidad. Luego -los hombres descubrieron la
481
Fundaci\363n Speiro

libertad. Más t&roe, Marx, sobre, las huellas -de Hegel,, redescubrió
la:
necesidad.

Hizo
más que esto: la puso a!l nivel de la libertad ...
:,Ahora,, P~ fiel una vez siquiera a su nombre, no& espeta
a su vez para que sólo los rematadamente eet6pidos se llamen
a engaño: "Rusia no se ~ejari invadir_ por la ~idemia de la li­
-
hertad"' ·; .. >
«Con Stalin. có-nvielle Domena~ el poder violenta la historia;
lo
trágico, que se creía expul.sado de la historia, vuelve a apode­
rarse de ella. Es le historia .del pod~r. Es la historia de Maohetb.
Macbeth es el hécoe de Shakespeare con más ensanchada presen­
cia -~ el siglo. P-oder, demencia convertida en Ero~ Stalin es su
encarnación
simbólica.
Libertad, ¿para qué? Epidemia de la Ji.
hertad. El

poder,
e:l Esta~, quiere racionalizar la vida social. Más
de un político, inocentemente, lo proclama. Ha llegado la hora,
oímos
decir de

cuando en
cuaJ;tdo, de que

el
Estado organice

la
so·
~iedad ¿Organizarla? ¿Cómo? R~cionalmente, desde-iu~gQ.>
«La necesidad,
brazo armado de la suspición, desplaza de raíz
la Iib~d. No para imponer la dictadura del . proletariado. Sino
una dictadura

fabricante
del proletariado. Una

dictadura que fa­
brique
una nueva clase, 1:818 ca!Jla, un nuevo espíritu burgués, un
nuevo despotismo
asiático, mH veces más _cruel del que Marx
denunciara
en
la hora germinal.>
. En ABC del 24 de mayo de 1978, el profesor Angel González Alva­
rez. ha-profundizado en esta cuestión, . con el título "'MARXISMO Y u­
BBRTAD'~:
482
« .. .-No se da la libertad en los animales ni en los astros. Estos
se ven constreñidos a ejecutar .sus movimientós sin apartarse lo
más mínimo de la órbita impuesta por -el determinismo físico·· y
cumplir· dé esta manera la 1ey de -su: naturaleza. El despliegue
existencial 'de un animal
es la ·Í-epetieí6n -ex-aeta de la curva vital
que
corresponde :a 1:U: ·especie.· Hay ·en él crecimiento -y, si se
quiere,
evO'lución, pero

-siempre en obediencia a las
leyes-del
determinismo
biológico.
>El· hombre supera infinitamente· esta situación. Con la exiS­
teneiá recibe la :inisión de realizarla. Sri. pape¡ en la escena de
la vida no es el de un mero ejecutante de una melodía vital. Cada
hombre que viene a este mwido se verá obligado a componer
la
melodía· de

su propia·
existencia. Quiéralo

o no,
habrá de ser
Fundaci\363n Speiro

responsah'le del drama· de su vivir sobre ia tierra y en el tiempo.
Para ello, precisamente, dispone de libertad. ·Lo que la hace po·
sible es aquello ·de que carece el ariima!l: ·el conocimiento inte­
lectual.
·La: libertad se· inscribe en él ámbito de la razón y vive
de su propia sustancia.
»Nada hay en lo que llevamos' dicho q'Ue no pudiera ser-sus­
crito por Carlos Marx. Reconocería, ine1usi~, 18. validez de esta
propo'sición:
la razón ry la libertad son· los dos gnw.,des atributos
del
espíritu. humano. Pero algo

comienza a variar esencialmente.
La libertad, la razón y el espíritu mismo, si es que en alguna
parte -se encontram· semejante mozo, han de ser buscado& en la
univeraa:lidad y no en lo individual. Fue una imposición del gran
emperador del pensamiento que se llamó -Hegel.-Y Marx, situado
en la izquierda hegeliana, de&preeiará la realidad del espíritu.
pero colocará a la lihetta~ y a la razón en. lo universal y, en
consecuencia, fos apartará de los individuos.
»Para
Marx, el hombre como · ~ndividuo tiene el mismo origen
que cualquier-otro animal. Es a-impleniente el últimó grado a que
ha llegado la evo-lución de la materia. El espíritu, la razón y la
libertad
deben ser conquistados. Y el hombre, en cuanto: hombre,
tiene que cumplir la misma Jey ... ·Cuando la conquista haya tenido
lugar, la libertad aparece como una estructorá de la sociedad.
No e~ pues, patrimonio· ~dividua!, sino com111lión. dé todos:. El
sujeto primario de -la libertad haY · 4ue ponedó en lo ·que Marx
llama comunidad

real o sociedad
Comunistá. Por eso se encuentra
en la meta de llegada y no en e'l punto de partida.
;t:,,E} proceso de 1e· inversión de la praxis faculta_ a Marx para
decir quei la vinculaeióñ. del individuo ,· 1a: soCiedad es e1 funda-
mento
de la ·na:1 libtn-tad del hombre. -
>La libertad es atribúio de la esenci&. humana· que se encuentra
réalizada en

la
eonilinidad Y no eh los Ílldividu~s •. Estos logran
sti libertad en el mismo proceso ·de asociación por el que se
cons~e la

sociedad
real y 88 ptoduce su real humanización. El
individuo
e~ el marxismo es·~ elemento transitorio· de la· especie
permanente·. E1 sentido de la: vida consiste en le incorporación
al movimiento de

la
especie que ha

puesto proa a
l& sociedad co­
munista.
La ética marxista exige de los individuos la generosidad
Sin límite y el heroí8Dl0 sin inedida'. · Tienen qÚe hacer frente al
1tilonadamiento eo~pleto de sll ser. Porque:. cuandO el hombre
muera, muere eón muerte total-Y, muerto, todo·es-para· él como
si jamás hubiera existido. La e'Spe·cie no reco·ge el ú1.ti~o sus-·
piro de ninguno de sus singulares. Semejante heroísmo no ha·
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Fundaci\363n Speiro

nacido del amor, sino del. desprecio. En el fondo e& el exceso
contrar,io
del her-0iS1119-. Sn nondM,-e, es_ bestialidad.
>Porque. ¿ d6nde encontrar-esa comunidad· anterior y transcen­
dente

a los
individuos cuyas.; vidas han dé_ serle ofrecidas en holo­
causto? No. La sociedad humana es de orden. espiritual y debe
en dignidad a

la
unión interpersonal de sus miembros en un valor
euperior a
~os y trascendente.a la.comunidad. La.comunidad es­
piritual

no
puede: realiZBTBe por la

absorción
de los
individuos
en el seno del todo.>
«El
utópico reino. -de la libertad, prediC8do de la sociedad co­
mun-ista,. puede dejar a loe individuos sometidos a un calculado
sistema

de
opresión;. Para

que ello
no suceda es preciBO que

en
semejante. reino . se· -dé una previa supresión de todas las neeesi,.
dades,
la destrucción de los poderes extraños y la abolición de
las
alienaciones de los hombres. ·Hay .que comenzar por eliminar
a Dios y a cuant'o su ·'SOio nombre significa para los hombres.
»Se ve ahora ·eon claridad .que el marxismo, al no poner la
libertad .en la e8intctura interior -de la .persona, se evade del ám­
. bito de la profunda libertad del hombre para dirigir,e al campo
de· la liberación humana,. objeto peculiar de las preocupaciones
.de fos marxistas .actualeo, Para que la Humanidad pueda saltar
del reine _ dt) la neeesida4, al· nin o de la_ libertad e -inaug-u.nir la·
história, es preciso abolir · tantaí cosas que bien podemos decir
que la ..Uda ,le la prehiotoria queda oplaz•da rin,,. die,
>Desde los .tiempos de--Marx hasta los nuestros no ,parece haber
avanzado
gnm cosa bt librer.a,eión de· los hombres -en los países que
han llevado la_-doctrina .mar,ci,rta al ·ámbito .. de 8118 construcciones
políticas

o
al programé.· de· un_ partido. ¿Cuándo se conv-encérá el
mundo de
que. sobre Ja negación de _la libertad personal no se
puéde edificar
UJ:1_ orden político que merezca el calificativo de
justo? Le corresponderfa mejor el de inhumano. La negación de
la libertad :(N:lrsona:l -lleva ,pare-jada la privación de los derechos
del ·hombre, fórmula que equi~-e a la. deshumanización de la
personL, Dígase
si se prefiere despenonalir1;ación o deüicaclón del
ho~ eit decir, su caíd'a en el mundo _homogéneo de las cosas.>
Respecto de la :f'RATERNID,AD, -tenemos sobre la mesa un_ breve ar­
ticulo de
Thicrry Maulnier, de _ la Academia Francesa, publicado en
LE FIGARO del 7 de. julio de 1978, con el tftuk, "LE SOCIALISME N'EST
PAS TOUJOURS LA FRATERNITÉ' Traducido, lo reproducimos fntegra­
mente:
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Fundaci\363n Speiro

d.A ~ANZA ~oeilllista. h.¡¡ podido extenderse en , el mundo
porque
llevaba conligq algunas grand"8 _promesas: el final de

la
eqlotación del hombre··po~ el Lo~ la desaparición del Estadof
imtrumei1to
do la dommación do clase, la libertad, la fraternidad
. universal. F.n
1o-concerniente • loa trea primeros punto~ -sabemos
lo-

que
es: él trabajo forzado el goulag, el poder estatal llevado
n;uí.e allá .de todo límite, la .dictadura ·QUÍI aplastante.
>En
lo concerniente ·al

último
.punto, -e'I resultado· Do es menos
paradójico.
>Menos
de cuarenta aiios despuéa: de, la Segunda Guerra Mun.
dial, el mundo -está repleto· de rumor de las armas. ·Pero ánte
lo que teiiemos más dereclio -·a asombrarnos es de que . las ten~
siones guerreru no se t1-itúan en las fronteraá de las· ·uacione& oc­
cidentales, que se -habían desga!rrado entre sf durante siglos; ni
las· ambiciones terrltariale&, ni· las · rivalidades . económicas, Di ]a
competición
imperialista, pare:cen sustéptibles -de proVÓcar, en

un
futuro próximo, un confiicto armado entre Francia e Inglaterra
y España, entre Francia y lAlemania Federal o, incluso, entre -es-tas
naciones 00a1.igadas ¡y: los Estádos Unidos. La única contienda: que
presenta algún peligro es-el -· cotúlicto greco-turco, Los países
no

socialistas
han hecho grandes progresos en el iam.ino de la
paz. Son
los paí'SeS. soCialistü ilos ·que· se haeen 1a guerra o ame,.
--nazan con hacérsela.
»Hay
conflicto atmado eñtre.Vietn.am y Camboya. Hay ·conflicto
annitdo
entre Etiopía y Somál-ía:; entte Etiopía y -Eritrea, que
qui-eré. oh.tener su·· 1~penden.cia. Hay umi' peligrosa ·agravación
de las diwrgencias entre Vietnam y China. Hay quetellas de li·
mite&· y arreglo& de Cllentá8 tribales ·en ·no: sé cuantos-pal.ses afri.
canos. ~,
en f~ y -sobre todo; Un: antagO-llismo que se hace cada
día
más virulento eritre , los dos gigililtes socialistas: China y

la
URSS, iá:n próximas a llegat a la& · manos·, 'que bU8clin, una

y
otra, aliados en
el" mundo ·capimlist.á éontra · el sociulimio adverso.
Es la. pro-pia China la que, para denunciar e infligir al imperialis­
mo de la potencia sociali&ta rival, ha· -creado -el tét'mino social.
imperialismo.
>-Ás~ uno de· Io.s dogmas fnndamen:tales del marxismo. se halla
en entredicho por la evidencia de-lof hechos. O el imperialismo
sociallllta
no es· un vicio

propio · del capitalismo, o las naciones
que se declaran socialistas no

·
son realmente socialistas, o

bien
ambas pro-posiciones son.vetdader.as, túta y otra, a la v&. La verdad
es que el imperialismo no puede ser definido únicamente como
una
búsqueda: del provficho -1:m el sentido· cap{táli9ta de lit palabra.
485
Fundaci\363n Speiro

Es interesante para los paÍ9e8 socialistas, como· para los· capitalist~
buscar mercados, asegurar·
las fuentes de laa materias primas,. o
privar

de
.ellas· a un rival. La presión y la depresión demográfica,
los
resentimientos heredados de la · historia,. la tendencia funda­
mental -de una· potencia superior a ex.tender Su dominio en detri­
inento de las
potencias vocinas, constituyen factores de confficto,
que las afinidades ideológi:cas no resultan suficientes para abo­
lirlas -suponiendo que,, incluso, no las aviv-en---o.>
La realidad es que el marxismo ,w es sino una UTOPÍA, tanto en
lo referente al logro de la igualdad como de la libertad y de la fra­
ternidad, o respecto de la

conquista de
Un mundo_ feliz..
Gustave Thibon lo coment6 con el título de "SoclALI~ ET UTOPm",
en uno de sus Billets, e1i ITINERAIRES, núm. 203, que traducido al
castellano reprodujo EL· PENSAMIENTO NAVARRO del 21 de agosto
de 1976, de donde recortamos:
486
«"Nada nuevo-bajo el-sor•, dice la Santa Escritura. He encon­
trado, una vez más, la confirmación de esta máxima al leer una
obra
escrita en 1864 por

-nn
tal Loui Reybaud, cnyo nombre ig.
lloraba. Este autor reivindica· -el privilegio de haber inventado,
veinte año1t antes, la palabra "socialismo" para designar 1a palabra
opuesta al "individualismo". Después de lo cual nos advierte que
no
quiere oír decir esta palahn porque toma en la boca de los
revolucionarios,
que; se dicen socialistas, el significado siguiente:
"el ai:te de improvinr una sociedad irresponsable".
>Este
estado

de-
-espíritu se
desarrolla
desde hace cien

años.
LO'S ,marxistas nos prometen, al final de la lucha de clases, una
&Ociedad ain -defecto, y · los--estudiantes sublevados anunciaban en
el mes de mayo último la llegada de. la justicia y de la felicidad
idtsolutas.
~1Y o decreto la felicidad permanente"; decía una ins­
cripción

que leí sobre
los muros
de
la· Sorbonne
...
> Volvamos

a
la fórmula de Re¡ybaud, que resume, con una pre.
cisión genial,
la 'Utopía -revo1ueionaria.
»Existe al

principio la palabra "mejorar",··: que expresa la
pretensión de reconstruir
.la sociedad a partir

de una concepción
mental
simplista,._ sin tener

en cuenta la naturaleza
-humana, ni
las

costumbres o
estructuras existentes
-·("hagamos tabla rasa del
~Sadp"\,.canta el

himno
re-Volueionario), en
una palabra, de
re­
en,at
Ia

ciudad en todos,
Los trozos, a imitación de DiOS, que ha
sacado el mundo de la .nada. Primera iiusión, porque· nada posi­
,
tivo se puede

improvisar
·aquí abajo.
Fundaci\363n Speiro

»Todo se telaciona con un pasado~ e8 decir, con unos elemen­
tos ya constituidos y con UD.os hábitos adquiridosj
prochable",
porque, a pesar de lo que se haga, tal sociedad no
podrá existir nunca.
»En· ef-eéto,
toda sociedaa está compuesta ·de individuos de los
que ninguno es absolutamente irreprochablé.
»¿ Cómo sacar, pueS, 1Ín conjunto perfecto de una suma de ele­
mentos

imperfectos?
»La exp~éneia nos demuestra que hay disensiones én las !a­
miliaa más unfdas y en las empresa& más, sanas. Y si, según el
sueño del socialismo· integral., se suprime la autoridad paterna y
la propiedad privada para conliar al Estado la educación de Jos
hijos y la
gestión de law empresas, ¿será auficiente·esto para crear
educadores impecables
y trabajadores sin

reproche?
¿No será
de
temer
que, en

este
clima de anonimato y de irresi;tonsahilidad, se
multiplique la neglig'.eneia y el parasitismo? El fracaso-de todas
las tentativas hechas en este sentido justifica. sobreabundantemente
esta deeconfianza-,
y convergentes, están abiertos en esta
dirección: el de la reforma interior, que nos lleva a dominar nues­
tro egoísmo, y,-"COmo jamás podrá-Bei' extirpado completamente
del
corazón· del ·hombre,
subsidiariamente· se
abre
-el
de la re­
forma
social, es-decir,

la instauración
dé un
réginien de
compe­
tencia libre_ y organizada que permita hacer. coincidir al máximo
el interés personal y el deber hacia· la comunidad.
>Si no, se deatruye en vez de construir. Es necesario uná gran
reserva
de
materiales y

una -
competencia muy elaborada

para edi­
ficar y pa-nli ámueblar una casa, pero basta frotar una cerilla para
improvisar un magnífico incendio~
>A

esto conduce la impaciencia
revolucionaria·: en
vez de la
perfección consumada,

se
siembr-a la ruina y el caos, el castigo
normal de los

que
quieren rca:lizar lo ábaoluto y -se rompen contra
lo imposible.>
El marxismo y la utopía,-.se entrelazan. por Una· fe· que tiene· su orto­
doxia · definida

por el poder político ·que se
z'mpone . en

los ·
regímenes
marxistas.
Constituye, a.si, una religi6n llena de ·sectas que, como com­
probaremos- en
-el epígrafe siguiente, ·se acusan unas· a otras de utilizar
falsas promesas o de' caer en el
utopismo. Ese aspecto· ·Teligiosó, aunque
487
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1e trate de una _religión laica y materialista, ha sido subrayado pot
Gonzalo Femández de la Moxa, en .tercera plana de ABC . del 12 de
~os_to de 1978, c~n e_,l tftulo "¿QuÉ MARXISMO?' donde pregunta y
responde:
«¿Dónde se encuentra, pu~ la· ortodoxia doctrinal? Sólo junto
al po~e,r político. F,n la URSS el inicial titular_ de la ortodoxia
es Lenin, luego Stalin, y despuée swi antagonistas suceao-res. Salvo
el prhu.ero, todos brillan. por ~ mediocridad especulativa. Insu­
frible. La posterior dispersión de los polos· de soberanía complica
el problema. El cism.a wugoill•vo_y, .sobre todo, el de Pekín, añaden
al neoeetalinism~ _ actual otras _dos ortodoxias vigentes, la titista:
y la maoísta, con sus. eorr.espon_dientes antipapas.>
«Los hechos cónfirman-que el marxismo; más que una ciencia,
ea una

-
~ y por eso está sujeto a -las · leyes sociológicas de
los dogmas. El dilema, se reduce -a repetir y ser premiado, o a
pensar y ser .excomulgado. De abí que, salvo. las escolásticas ofi­
ciales
de rturno;,:!a. historia del pensamiénto marxista sea una su­
cesión de heterodoxias. Y ei la ideología· no :-Jtlét'a la bandera de
.poderosos &ta-dos y_ un activo detergente mental para cierto& es­
tratos sociales,. no figurarla en--las ·historias-de la filosofí~ y ape­
nas
oc~paria unas líne.as rec:ordatorils en IU ·cJe la sociología y la
economÍ'd·. El poosainient~--de Marx y_ de Engels, fecundo en su
dié, apebas tiene ya otro 'ffllor ~culativó, que-el histórico.
>Si·.del plano teórico ae desciende -al práeiico, las contradiccio­
nes d:el marxismO etmereto no ¡OD menores. · Solo en 11a URSS,
por citar úniCáDle'dte los ihi.ros de ·una dimensión específica, se
pasa del ·colectivismo ·total 'Bll lihera1izante NEP :Y, más tarde,
al peendo'capitalista plan lJberman, tres ·modelo& económicos con·
·tradictorios entre·
sí, y él :íil.timo in.éonciliable -con los postulados
de
Marx. Pero,

a
cscalá internacional; las heterodoxias · son

mo­
numentales, como lw acreditan Jas sentencias de excomunión dic­
tadas contra Belgrado~ COritra-P-ekín, contl'a Praga.-~-funcionó
la guillotina---·y~ úhimam.eDte, · contta los llariiaaos euroeomunis·
mos.. Y

cuando son
factibles._. se ejecutan las· ·coDdenas, -como en el
caso de Austria y Grecia, donde las directrices del partido fueron
purgada1 -deade Moscú. A ,escala nacional se suceden ortodoxias
diferentes, y a escala internacional el pluralismo es riotorio. La
,ortodoxia marxista es $a noción ca-mbiante en el -interior, con­
tradictoria· en -el exterior y siempre·.vinculada a un acto de poder.
Apenas.hay tesis báeicas c1e·Marx y Engels qn8-no sean controver~
Fundaci\363n Speiro

tidu de&de dentro. Ese-marxiamo que los catecismos, como el de
Bujarin, definen con rotundo ·

monolitismo
y que -el vulgo ae itna­
gina
estable y coherente, Do existe. En· el' tnarDSDlo sólo hay innu­
merables sectas.., unas m&(Yores que otras; es una creencia protes­
tantizada.>
III. El, SOClALISNO M.UXISTA VISTO. :POR.· araos SQCIALISTAS, POR DISI­
DENTES Y POR LOS NUEVOS FILÓSOFOS.
a) La "TBNTACIÓN TOTALITARIA", ·denunciada por Jean Fran~is
Revel.
Una interesante reseña, con un comentario critico de este ·libro, apa­
reció
en UNIVERSfl'E LIBRE, núm. 41, de 1976, debido a la pluma de
Arnaud Bodin, al que corresponden los párrafos que siguen:
«Periodista en la revista L'Express, director d·e la ·eolecc;ión en la
Editorial
Laffont, autor de una Carta abierta a la derecha, pu­
blicada én la Editorial AiJhin Mkhet, y de otra diversas obras
literarias o
filosóficas, entre

ellas una
BiJsroria -de la filosofía oc­
cidental, el señor Revel había, ante lodo, destacado por su ensayo
Ni Marx ni Jesús, cuya edición euperó los 100.000 ejemplares. El
título de este ensayo, por 9Í mismo; sitúa bastante-bien el pen­
samiento de Revel en el mundo de las ideas. Sé autodefino, por
otra parte,, en diversas ocasiones, en sus obras; COmo un hombi-e
de
izquierdas, reformista, más bien hostil a las grandes pertur­
baciones d~l "todo o nada"; considera que ol cristi.1U1ismo y el
marxismo son, dogmatismos

·del
pasado~ que-
no
corresponden ya
a la reailidad actual

No
oculta· su simpatía' hacia la sóeialdemo­
cracia dél
tipo sueco, danés o germánico, y $0&tlene, -deeidida­
men~ que
los Estad.os Unidos representan el contrató sociail más
revolucionario del mundo. Ante todo, el ho-mbre se de-claNl opuesto
a

los
dogmas preestablecidos, cualesquiera que sean.>
«En
so. 'nuevo libro, Revel se oriental a buscar las cáusas del
creciente avance de los regímenes tot'alitarios. Su título, La tmi­
taoión · tolalitaria, forma una aleación de palabras basrante afortu­
nada.
Los regímenes totalitarios· de ·que habla Revd,· y de los que
afirma que ejercen una atracción ma,lsana, masoquista, sobre Iu
multitudes occidentales, ·no son aqnellos .que estigmatiza la prensa
en general, es decir, no son lo'a del ·general Franco, foa de :Pinochet
O los de cualquier· junta de c.oronele& ... Se' refiere· a la Uni6n
Soviética doe Brejnev, a la China de Mao, a la Cuba ·de Fidel
489
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490
Castro, etc. El escritor, incluso, se atreve a establecer un paralelo
entre
,el s.entido de _la denominación "Conductor", .con que la
fadio. rumana saluda 'al camarada Ceaucescu._, y el de "Duce", con
qµe &e designaba, en otros tiempo~ a Mnssolinb
«"El principal obstáculo para el sociallismo no es ya el capita­
lismo, sino el comunismo», afirma, como un cafíonazo, en la segun­
da
línea. del primer capíkilo •. Se comprende, naturalmente, la acogi­
da inversa reservada.a los lectores de la derecha liherail o del con­
servadurismo, cuando leen en ella, por ejemplo, que el comunismo
·~somete
a los. trabaj~ores de manera mucho más _rigurosa que el
dominio capitalista, permitiendo la explotación por vín más di~
rectas y más autoritarias .... Entusiasmo que embaraza, ciertamente,
a Revel, cuyo objetivo

es
aITastrar al socilUismo en
la vía del
reformismo,_ lejos

de las
av~turas violentas.»
«Frases breves e impresionantes ilustran l"B explicación, · frases
construidas para graha_rse en la memoria de quien las lee: "En
1900, la agricultura americana era menos poderosa qp.e la agri­
cultura _rusa. Observad el nivel y las condiciones de vida respecw
ti.vas de' ~tos· trabajadores •(agrícolas), ihoy ... " Maneja la ironía
con
mm mordiente finalidad y, sin justificar al capita'lismo, lo
declara, sin dificultad, más eficaz, económica y socidmente, que
al
comunismo. Hay una serie de pá~ económicas cuya lectura
es
extremadamente estricta, y a las que es práctiCllmente impo­
sible replicar si se razona. en términos de desarrollo y de nivel
de
vida.
»sin embargo, no es éste el objetivo del libro, y no constituye
lo
más interes.ante. Lo_ más importante. es la manera eomo Revel
se dedica a denunci.ar el terrorism0: ideológico, instaurado en Oe­
eident~ no contentándose .~on indignarse. (como se limitan a hacer
gran -número de publicaciones de derechas), sino demostrándolo
con ayuda-
de una serie de CHOS que expon~ en repertorio, con
citas de las actitudes de tal o cual gobierno, de tal o cual diario
occidental ... ., y ac118'8 a sus contemporáneo~ y más ~peeialmente
·a los hombres de la izquierda. no eomunista, de cobardía frente
al totalitarismo. de vergonzosa sumisión, de docilidad suicida ...
>¿Po.r qué

el totalitarismo
marxista ejerce esta atracción mór­
bida sobre d. hombre occidental? 6 Es que acaso existe en nosotros
un
deseo de $et" gobernados al estilo totalitario? Así comienza el
capítulo segundo, titulado ~El deseo de totalitarismo". Revel sólo
aporta respuestas insuficientes: cobardía ante

la
f~za, habilidad
comunista~ mejor organización política

de los
partidos stalinianos,
Fundaci\363n Speiro

información proeedente del Este filtrada con cuidado, ete., valiendo
esto para ~ci!fente: :Pot:..fo .que_,ooncieme al Tercer·Mundo, afia.de
la pobreza, el nacionalismo, la _ignorancia l,üstópca _ de la demo­
cracia, todo apoyado por la injer~cia: efieaz_. de la URSS o de
~bina (ejemplo; Cuba, cuya econ_om,ía sobrevive únicamente por
la
razón
de que los rusos pagan al tesoro público un nilllón de
dólares_ dia-rios).»
Amaud Bodin, por su cuenta, comenta a su vez:
«Estos ejemplos ·dan motivos _ reales., naturalment~ pero no
explican
verdaderamente el porqué de
la
inclinación occidental
hacia

una forma política· cuyo primer efecto
es la destrucción de
la
independencia individual y del bi-enestar ~terial.-Revel pasa
totalmente en -silencio el disgusto creciente de .las-generaciones
jóvenes
frente a la sociedad de

consumo, disgusto
qu~ sobre todo,
ti,en-e un origen moral y metofíaico, Como tantos otros represen·
tantes
del -estrato demográfico comprendido entre los cuarenta ~
los cincuenta años, que actnalm.ente nos. gobierna, se empeña en
dar

un tratamiento
materi'alista y
no
c~mprende que
la crisis que
conmueve a
Occidente es una

crisis de
haBtío~ una c,isis de náusea
vomitoria,

no una rebeldía debida a
la explotación del hombre
por
el hombre. Lo que no80tros IOB jóvenes sentimos no es una
rebelión
conf.ra una injusticia social, que visiblemente decrece
cada
año,

sino el enorme
cansancio ante unos

objetivos a ras de
tierra,
que la sociedad nos propone; la repulsa frente a un mundo
que no piensa en otra con que en goZar, en Ull'D.: especie de or­
- gasmo·
eterno ...

Lo que
Occidente busca; confusamente, no es un
incremento

ilimitado
de'l niVel de vida, como parece creer Revel,
sino
otra dimensión, una dimensión en la· que

las
p8'lahras ''bien"
y "mal" ·tengan un senti'do que se integre en el orden universal
y

no sean
estúpidameme reducidas
a
"esto me gusta'" o· "'esto no
me
gusta".
Nos-oponemos

a
las gentes que nos dirigen,

por
ofre­
cemos

el
plaeer en

vez de la felicidad_
y ,po~ presentá·r ant.e nos­
otros el "absurdo" como horiZOnte.
»Porque
la
razón del
mal qÍle enervá nuestras 8-'0cicedades, -la
razón del secreto momento que exaspera a nuestros contemporá­
neos, está ahí, _ell el grito de

una
1'Celina", en [a ñ:iterrogación de
un Saint•Exupery: "¿Qué es P,reeiso -decir-~ 10$ homhrC'S?" Revel,
co~o
tantos_ otros, po ha oído este grito. del siglo -XXy y no ve, por
lo tanto, que nuestras sociedades,: ci>n ·. ~ nervios t.ensos,, están
491
Fundaci\363n Speiro

madu,ni.11 para el totalitariamo y, como ·hipnotizadas por los alu­
-cinantm proyectos planetarios., para erear el "hombre nuevo .. .».
c:Se pregunta1, a veces,. si eil materialismo ácaSO 00 entrafie, en
el homb!:e, el empabreeimiento do la lógica, la atrofia do la inteli­
genei'Bi. En fin, después · de haber reconocido claramente que el
conflicto que opone una fe y un proyeeto puramente material se
resuelve siempre en 1'1 -fracaso de este último, Revel no extrae
conclusión ni tampoco propone ,c09& alguna. ¿Será; .-~c11,so,, incapaz?
¿Estará ·también, acaso, neurótico y se sentirá impotente para
adaptarse. a lo. real·par.-:. a~der las lecciones, lo cual consti~e,
self.Úll él, el síntom,a ~e la neurosis?
>El .liht:o de lleve-1 es._una demostración magnífi~ una de las
mejores
demostr.-cioneg de -su gñnero, que se aproxima al estilo
de-
Pauwels en

.
su Cárta, abierta ~ úu -gentes fe/,Íce$. Sólo que se
trata

de
una demostración -é,ruelmente incompleta, Revel ha com­
probado,
espléndidamen~· que el totalitarismo no es fuerte por
-..sí mismo, sino por-la· debilidad liberal. ¿Qrié pasa entonces? ¡Qué
diablo!, ¿por qué o·o· decir 1las corisecuencias? Si la ciencia po­
lítica es ciencia-de comportamieri.tos, ¿por qué no se sabe desci­
frar, en el:·soa.o de los comportamientos humano5y el fallo de los
sistemas liberales
que, según "Thibon, no ofrecen ·otra cosa que
unos
bienes cúya falta creó· la rebelión, Y cuya abundancia pro­
voca: ei hastío?>
~,l.Ja& lamentiaeion·es d~ Revel po,r la defensa y la ibutración
deJ a~oralismo social d"1'.lloerático y del Hbe-ralismo "ayanzado"
no son el punto fuerte del libro. Es· difidl dejarse convencer. Es
,uticiente ·mirar . a ~uestras soci-edades con los ,nervios tenso5y a
sus juventudes 'desorientadas. Los

jóvenes
de hoy
no
se $8.tisfarán
ya Con el eientifismo pequefio-b~guéa -~ las achieving MK:ieiies
al estilo americaÍlo.
>El Estado liberal otjginario pretendía no imponer m,oral al­
gnna. Poro ha heclio des.,,.gnñadoa, freaks, dcao,perados, y también
caueurs; y el F.srado liberal de hoy se inquieta por el avance
-de las violencias terrestres o contestatarias. Apela a sus CRS y
se' oiyen
sonar toa golpes sobre l,OS cráneos inteligentes. Ha tomado,
sin
enibargo, a su cargo la form&cióÍl. casi ,integral de esas jóvenea
g-en·eraciones, que y& no eoiioce. ¿No ha llegado, en el inedio de
m. ·educaci6n · 'SeX.mrl laica y obligatoria, basta preocuparse de
"liberar• s1i sexnalidad?>'
Fundaci\363n Speiro

Arnaud Bod.in-sigue comentando de. MJurice. Rcvel: _
Así:
«Al titular otra·de su.s-obruNi-Mars_niJesús,.se ha dejado
.,.....trar por la dialéctica at'lificial do su filoso,fia histórica. El
cristianismo y el marxismo no son dos-g•ndea dogma& semejantes
y to~itariOS; talea como se_ aCO&hlml;,ra a oponerlos al· liberalismo
"no dogmático", sino, respectivimieote, .UDSt iexplicación- gl.obal del
universo.

Su
caricatura, desespiritualizada,. el-liberalismo,:-frente

a
eU" no es_ otra cosa que. la etapa histórica, muy breve, occidentai,
entre el primero y el segundo; es decir, una tramñción inestima­
ble, pero· nada más que -esto.
»Revol,
por

su
parte, ~ proclama resneltamenie socialista.»
«Revel
prodama, desde el_ prlnC1p10, qúe el socialismo no es
una realidad existente; sino una . perfección· -idea4 y no pretende
dar

una definición, por
la razón de que, según dice. "definiciones
del socialismo las 'hay hasta la .aacieda'.d, y ea. de realizaciones
de
lo qlle carecemos". Y añade-que si se experimonta lá necesidad
de

determinarlo "es
que, no se tiene la· -inteneiOD de ponerlo en
práctica".
»La cuestión espinosa queda, así, expuesta · en algiIDas frases
hábiles,
pero tampoco
puede ignorarse

que se
trata de una pi­
rueta. El_ libro de Reveil ti~e como objetivo denunci_ar el peligro
totalitario

(de
acuerdo), no d_e exponer~ programa político. Pero
lo
que sucede: ·-en este ~so es que es demáSiado c~odo comenzar
una obra par esta afbmación: · "El mundo modemo _evoluciona
hacia el socialismo", para añadir unas líneas Diá& adelant-e, ante
la ·dificultad·.de probar un aserto S:éIJ)E,jante, .dech,rando que la
ecuación
~tá ya resuelta ... _ Revel se 'alcanza J sí _mismo, feliz­
mente, en la página 14, al escribir que únicam~nte ia idea socia­
lista es la
que progres8' pero no la realidad. En_ la págin&1 15 afir­
Dia: "Se puede definir como- un-progreso _hacia el socialismo, y
como
una prueba de BOei-alismo, eualquier-evolución, cualquier
reforma
o revolución que t-enga cqlllo consecuencia hacer trabajar
un poco más a. la economía en_ heneficio del hombre ¡y-un poco
menos d hombre en -beneficio de .la economía, de hacerla funcio­
nar
en beneitcio de un mayor nÚJ;lle.ro _. de hombre& y

un poco
menos bajo su control.
»En fin, en la página 17 re.,haza_ 6l delier.miniSJII.Q histórico
heredado de Hegel y~ Marx,.-~ ha ,COI1Jducldo a muchos espí-
493
Fundaci\363n Speiro

ritus, añad13;· ii UD fatalismo yeimo por comPleto de ihisio:ri.e&.-Ea
un placer escuchar, de la boca de un hombre de izquierdas, que la
pÓlítica es acció~: y nO. ÍU.Dii ·sUcesi.ótt de etapas aseguradas de ante­
mano.-El famoso, sentido-de la historia, caballo de batalla marxista,
resulta
atacado
de un .solo golpe. No ·podemos más que felicitarle.
»Planteado_ -esto, ]8 ·-n:t,,ción · de socialismo queda, a pesar de
todo, ~dainente vaga. ·Sin-saber·qué· pasa con la democracia
electoral, que

no
es· marxismo; que ·recusa la dictadura del pro­
letariado,
qob es hostil a la ·destrucción -brutal de la libre empresa,
se
'aprende· que el · comünis-mo y el Estado-nación constituyen los
principales
obstáculos que impiden la· realización· del soeiaiismo.
Y se adivina su radicación Sobre lina planificación pmdente de
las
necesidades de la economía, a fin de controlarla en servicio
del hombre.
,-Bien; en cuanto a los medios, nada hay más preciso. El respeto
de iJ.as libertades democráticas es un punto en el que se encierra
todo. Es loable desear -qu-e · la economía se ponga al servicio del
hombre, y no seremos nosotro$ quienes criticaremos en esto a
Reveh P~ ... Ahí.· coinciden· las pretensiones de todos los par·
ti dos políticos, y así ,-se -observa desde todos los-·ángul08. ¿ Serán
acaso todos -soeialistas?i.
Y prosigue Amaud Bodin:
>Es. preciso, verdadél'am:ente, tener una fe. -sólidamente enrai­
zb.da"para' in1aginar "t¡ue la creación de un poder político adaptado
· a lá g,és1Íón global deJ. ·mttndo pódría conduc·ir, según la fórmula
empleada en la página 20 por el autor, a una ·civilización "deses­
tatifiiéada".. Es preciso, verdaderamente, ser de una ingenuidad
"inundialista" inquebrailtable 'pa·ra: creer que el organistno indis­
pensable para la· gestión de un --mundo tan inmenso y tan com­
plejo podría· apoyatse en' las· técnicas hasta ahora Utilizadas por
todos los Estados-del mundo, es ·decir, ·apoyarse en una burocracia
centralizada, una · politía' ·univel'Sal poderosa, una· politización

de
los
problemas m'8 · simples éonv.erllidos,' en adelátite, en adminis­
trativbs
por su adición numéFica ... ; en· una palabra, ·es preciso
tener: la credibilidad de' los constructores de la torre de Babel
para pensar que basta· mié torre paraJ 'álcanzar el cielo.
»¿Qué diee la lógica en esta materia,-qué dice "la experiencia
histórica? Cuan.tu más amplias son · las nentidades políticas",
tnás extensas resnltan SUS co:nípeteneias y cada· vez en mayor me­
dida convierten en ·ióhutnaoo· él pÓder "central, que adopta la for-
Fundaci\363n Speiro

ma ·de invasor tot:8!litario. Tanto más se parecen, entonces, al famoso "monstruo frío" .•. Porqq·e no e$ una 'sociedad· desestatizada la que tendríamos, sino lo

contrario,
la sociedad · más elStatifica:da jamás concebida hasta nuestros días, ·aquella sociedad en-la cual todos
los
·poderes- quedarían· aumentados a

-la
escala plan-etaria y

en
la que los= oponentes político& y· las minorías ideológicas se

verían
privados de cualquier
refugio, de cualquier' -asilo, frente al Estado omnipotente.
>¿•Por qué e&pecie de milagl'o. el :Estado podrím desaparecer
de la superficie de la ·tierra en el momento en ·que seria más útll que
nunca ante la

inmensidad de los
problemas de gestión? l;e,jos
de nosotros el pensamiento-de. defender· el imperialismo,. la volun­
tad de potcnci.a exacerbada que ha marcado la explotación del
nacionaliSIXlo en -el siglo- xx. Revel fustigai,;. previamente; esta con­cepción desacertada Y· egoísta del Estado-nación. Pero no porque
ol poder político cese de identificarse con un nacionalismo agre­
sivo podría perderse -su Voluntad

de
dom.in'lleión. Corresponde,
por el -contrario, a

la
natnraleza del Estado querer dominar

sin
que nadie participe-de su
poder. Cuando este Estado se encuentra dirigido pot hombres que j>ertelllecen a tina -entidad nacional pre­
cisa, el respeto que estos ·hombres. puedan experimentar hacia su
propia
cultura,-el culto que puedan rendir a

un
pasado ·histórico común, les conduce más bien

a
proteger lo . que ha creado la ori­ginalidad de SU pueblo Y·· su cirilización. Pero cuando

el
Estado no Juese ya la expresión política de ·una cohesión

nacional histó­
rica,, sino una. 'aimple administración- anónima, .por· encima de las
culturas y-de !las _·e~-- nada Po'dria fren.úlo · en ·1a vía de la
unilormizaci6n y

la
nivelación., Un Estado semejante, por -su na­
turaleza,
no podría sec Otra cosa que una enorme "potencia to­talitaria''. ¿Acaso el señor Revel puede ser,--ta-mb-ién, ví_ctima de la "tentación' totalitaria"?»
b) "EL·MONJio, EN PELIGRO DE TOTALIZACIÓN''. denunciado por el cien­tífico disidente. soviético Yuri Otlov.
El articulo fue reproducido ·en castellano por LA ACTUALIDAD ESPAAOIA del 13-19 de diciembre de 1976, de donde recortamos los
párrafos que siguen.
Veamos, primero, su denuncia del SOClJ\LISMO· cmNTÍPico:
« Una gran parte-de la consolidación del prestigio de la idea SOciaU-sta totalitaria se debe
a
J,a difusión de 1in mito -que corre desde la época de Marx: qué la, organización "científi~a" de la
495
Fundaci\363n Speiro

496
sociedad necesita, como condición preliminar de las más esencia­
le~ l'Hi transferencia
de

todos
lps._mooios de
producción.a.las manos
del Estado, pan · permitir la -organización de una planificación
-"'científica" o Esta et una de la& bues de la f.e "científica" de los
comuni&tas soviéticos y

d_e
8118 simpatizantes en el extranjero.
>En primer lugar, se manifiesta aquí un malentendido en cuan­
to a :la naturaleza. de la ciencia. La ciencia mism~ "según sus pro­
pios principioe,
no se presta a

la
planificación científica,
ya que
sus descubrimientos fundamentales, susceptibles de

modificar pro­
fundamente
el aspecto de hi sociedad, ·sea cual sea su estructura
social, no son previsibles-~ 'En el seno de la sociedad socialista la
•esfera ·de la ciencia sigue perteneciendo a la iniciativa -personal.
Do_ hecho, el F..stado 8!3calista ·está obligado a luchar contra esta
supervivencia
de· las libertades. _burguesas,, y aquí, en ltusia, somos
testigos de semejante lucha. Bajo Stalin, todas las corrientes cien•
tíficas.

importantes que
no venf'an. directamente de

la planificación
"~tífica" han

sido
objeto de
una
cruel persecución. Esas co­
rrienties han sido rehabilitadas únicamente cuando en

Occidente
. se ha delllostrado eómO · dichas corrientes transforman esas mismas
fuerza'S de producción;-que de no haber. ·sido "científicamente"
planificadas
hubieran-debido hundil'Se 'ell la incoherencia. La mis­
ma planüicación de la investigación -en la. URSS parecr, ser mu­
chas
-veces

una
· plaµificación del retraso 'científico. Por supuesto,
la imagen total de 1'88 relaciones entre el Esta'do y la ciencia es
mucho más compleja, y, revela, además, .un elemento (lue la "cien­
cia" marxista no había ,808peehad0..: el -hecho de qúe el campo de
-actividad del prOpiémrio estatal_~ ·igualment~. su campo de ini­
ciativa
personal En la 'inedida · en qúe la ub1-idad de las nuevas
ideas científicas le .parece ·evidente .....-¡y sólo en esa ·medida­
puede dar-su visto bueno patronal.a dichas ideas~·PerO, entonces,
esas ideas ya tienen la vía libre· asegurada. Lo triste ·es que, para
pereibi-r esta utilidad, incluso el especialista necesita ver ante sí
las
variantes de •aplicaéión ·ya preparadas por alguien. Es-ta es la
razón
--6 grandes rasgOS--de la ca-rrera por alcanzar á otros · en
fas ciencias fundamentdles, lo mismo que en otros campos -cien­
tíficos.
»El segun·do y principal error de este mito- "ciéntífico" es .que
toda
planificación 'Sllpoll6 que previamente se fomlulen -unoS ob­
jetivos y unoe métodos para realizarlos, en conformidad con los
principios morales'. admitidos.

Sin
embargo, ni

los objetivos, ni
· los 'métodos, ni Jia-·moral, se .prestan a: una argumentación cientí­
Jica,
Sino q1le se sitúan totalmente fuera de la ci-encia. ¿Acaso una
Fundaci\363n Speiro

má.yórla popular puede detennin8r, a través de un eserutinio, los
objetivos
y
los métodos? Pues· entone~ ¿dónde vemos aquí el
"socialismo científico"?. ¡Esto no es más que una democracia
burguesa! '
>Lo .que ocurre· es que precisamente la centralización de la
ecoqomía, con el fin de planificu-la "científieam~te", se metamor­
fosea, en primer ilugar, en una fonnidahle eoncetraeión de posibi­
lidad'es
.ele la arbitrariedad total. Una sociedad tal, en principio,
es mucho más voluntarista que la sociedad bauda en la iniciativa
descentralizada y
pluridireee~~ en la cual actúa --aunque sólo
sea parcialmente-el equilibrio. de fg.erz_as. Y con todo, la idea
"científica'' del usocis.liismo científico" o-del "co.muniemo cien­
tífico"
hipnotiza a
millon~ de personas. A_ demasj·ada gente en
el mundo

le
parece que la única _ alternativa a la propiedad pri­
vada
es su transferencia wl Estado.>
Sigue otra denuncia,· la del PELIGRO TOTALITARIO:
«Considero_ que el mundo se aeerca peligroSIU'.Dente a un punto
de
t~talitarización ·

completa.
Este punto de vista está motivado
por una
multiplicida~. -de signos y de caUSB'S profundas.
>Ante to~o, las _ exigencias_ morales frente a las coacci4;,nes .im­
puesta~ a la vida. eepiritoal son. muy débiles en la mavoria aplas­
tante de los puebloa: ~ mun<;fo, ,Y esas ~gencUl'&-son fácilmente
suplantadas
por
otros intereses. ~ero justamente

en
esa c:oacción
impuesta
•a

toda la vida espiritual hasta en
SU'S expresiones más
ínfimas .se encuentra el signo distintivo del ~eialismo totalitario.
Hoy
en día, para la mayoría de la gente, el totalita-rismo, en cuanto
tal, no suscita unas protesl'aB .muy serias, _a condición. de que &a·
tisfaga un _cierto número ·de neeesidades (que-ademáf! son eontra­
dietorieJ&).
>Por otra parte,
la

aspiración
de-cambiar,

en particular en
el
sentido

de
ir haieia el socialismo, se· ha convertido literalmente en
la enñmnedad del -&iglo. Por supo.es.to, esae aspiraciones e81:án
fundadas mue'has veces en . unos, sentimiffll.tóJ legítimos con res­
pecto
a la ~lotación capitalista y al egoísmo de las clases ricas.
PerO
si ,dej'8.m08· aparte eI· aspecto em.ociónal, estas aspiraciones
descansan también· sobre la' idea, .generálinente -

admitida, pero
falsa,- de que los
homhr-es pueden resolver todO:S sus problemas
gracias
a las refonnae &ociales,, -Y wbre la :idea ·o mito a:ñn más
falaz del ~socialismo científico". Con esto no quiero decir que
497
Fundaci\363n Speiro

en ningún sitit;t, hagan falta las reformas. sociales; por -el contrario,
hay que, r~zar. éstas 8:· tiempo.»·
. . ' « .... estay convencido. de que para un nivel dado .de cultura
,y de moral existe uu nivel 6ptimo

de
reformas sociales que, una
vez
sobrepuado, lo único que hace es deteriorar rápidamente la
felicidad huOlBna.»
cLa caden:a: sin
fin de las reformruf sociales puede precipitar al
Occidente en ·a abismo 'del soeialism~· tot.alititrfo. Ad~ el Oc­
cidente no ·es,.·plénamente consciente del ·peligro· que· eniána de la
extensión ,del cerco 'socialista tohilltái-io. ·Todavía P,:evaleee la
opinión
de
qtie 'el totalitar&no n:o ·es más'·qú.e"Ullal envóliura tem­
poral -del socialiemo-, uri cuerpo q1ie ·Ii.O-le es-própio j' del que
podrá
deshacerse a medida que· avance "Su ·propio -desarrollo. Habrá
que

admitir que no
se comprende

que el socialismo, en la forma
que
podríam;os }lamar_.eo~Ieta,.se_,e~par:~ª ~µ el _totalitatjsmo
como

el zapato
izquierdo con

el derecho.»
e) EL FENÓMENO· s0Cuí.1STA~ visto por e1 mateiriatico ruso lgor Ros­
tislavovitch Chafarevitch.
Se trata -de ~n · librli de· 250 "págirias; coinpues·to :de tres plli'tes: "EL
SÓCIALISMO CHILIÁSTICO (MII..ENARISTA)' ·"Los ··EsTADÓS'' SOCIALISTAS", Y
".ANÁUSIS DEL FENÓMENO SOCIALISTA~·. En·ITINERAIRES de diciembre de
1977,
Lóuis Salle-ron ha comentado este .libro? y de· su comentario tra­
ducimos

los fragmentos
sfguien'tes:·
dgor Rostislavovitcb Cha.fáreviteh DB.ció en 1923. :& ·un mate­
mático de reputación · mundial· Miembro cortesp:Dndiei:tte de la
Academia de Ciencias y · mielllbi1;-de orden de.· la -Academia de
Ciencias Ameri'eana. EIJt'á. galardonado· eon·
el premio Lenin.
»Es.to es, po-r lo menos, de lo que informa la cnbiertá-del libro
que
·acaba· de-ser publicado en Ediciones ,sEUIL: Le· phen&mene.
sociaU.ste:, tntdueido del nuo · pór JBC(lues MichauL
>Soljenitsyn, al pl'flíSentar· el libro~ 88Crihe: "'Y como se ha
escrito,· precisamente, en mi púa en el que. ,deJde :la r-évolueión
de oet:uhre, todo lo que lléva el, hombre de lanmanisroo es siBte­
~ticamente- ahogado,
-ei&tei ·libro no . es ,la,-obra -de un litérato, sino
de un matemátieó: de renombre mundial; ·pues los-representantes
de -las cienciaa-es:aetas.SO-n·:los que .reemplazan en' adelante, en el
mllDdo co:mw:rlst:a, a·BUS hern>.aiio.s diezmados. Esta aituaeión tiene,
por·
lo·
-menos, -la rarii ventaja de hacetnós descubrir el análisis
Fundaci\363n Speiro

teórico Y. ~~tico _de. ~-emin(lnt;e ~spíritq matemjtic9,. hahituado
, _desde hace m~o tiempo • UJE! ~genci'B& ded métod9 científico
Oo que da tanto más peso, por ejeiµplo, al juicio que emite sobre
el marxi.ijmo, estimándolo. 4eBpro:~iato,_ de. t9:do -espí.,itu cientí­
fieo)".,
..
«En la segunda parte .de su obra, lgor Chafarevitch pasa revista
a los Estados -socialistas históricamente más célebres: Imperio de
los
Incas, Paraguay de loe jesuitas, Mesopotanüti., antiguo Egipto
y .antigua
China. Todos es-t9i, Esta despótico es~mo, pof -Ja. b~~acia más minuciosa, y por el
cuJto_ a-
la p~onaij.~ (~~tada, pJineipalmente, por

el em­
balsamamiento. .d_e_los

jefes
de lo&_ ~dos),. Sin _insi&tir, Chafare­
vitch se.adhi~.ml juicio~ _:F, Heic:lh!'lcheµn._: 'ºNo hay duda al­
gwr,a de qne .la econ,omía 1™lllµi,~.d9:_y_-~l ~l~vii:W]Q actual lle­
va~
.inco~ente~ de .nne.v~,_ a. la._hUD:Ulnidad, a 11¡1. época del
antiguo Oriente,. y es-U) s1,1~ed,;?1 ~-vez_ ~e -tr~tamos de suprimir
o de modificat', las fq~s ind.~'tjduales,-y liberales de la. sociedad,
que han caracteri,&Jtdo _la edad .4el, hierro d~aA.t~ lo$ rtres últimos
gloriosos
m~enioij de nuestra_ *top&"-~ ~des po~cias ac­
t.u:d.es no~-dan c:o.enta de)o _ce.rea que eis~-de lo-s-impecios de
la Edad ~ Cobre o del Bro:n~ '?-.de fo:rma,s de gobierno análogas,
pero
más tardías, salidas direcl'a o. _indirectam~_te de los. modelos
del
-Orienl'e. Me~o-Ca.d-.9:

vez
_qu~ Jl-U~tros países _ tr~ de favo­
recer el
control. generaliza~o, en_ det_rim;ento dt:'. _la-libertad indi­
vidual,
se acercan. a
I~s. regímen~ lfe M~potan;ifa y. de

Asia
Menor,
del Egipto de los far~~nes ~ de l~s soberanos de la India
primitiva. Los.
lazos espiri~ que ll,gaban -el siglo XJX al des-­
arroÍlo _clásico • farael, de __ Grecia _y· de RoDl81. han cedido su
puesto a un tetom(t a ]u° fuenles del ~riente Sntiguo (páginas
219-220).>
De sus comentarios a, la terce.ra _parte recortamos:
«Se sabe_ que,. pa_r.a los ma~~s, el socia_lismo, _c_omq organi­
za~ión
del Estado, repr~enta_ una fase_ d,etenninada 9e1 desarrollo
histórico . de la humanidad, que, -inel'Vitablemente su-cede al capita­
lismo. Absurdo,. ~ _ Cbatfarevitch. 'fo~ la historia desmiente
categóricamente este punt~ de vlB;ta, (pág. 232)~
»Muchas doctrina& socialista'S, entre ellas el ma·rxismo, se pre­
sentan
como. teorías ci~tíficmt-Principel.nJente, casi toda,s las pre­
diecionos del marxism~ han. resultado (aloas. !\i . el. éxito del mar-
499
Fundaci\363n Speiro

500
xismo -eó el siglo XIX y -eil la primera mitad ·del siglo ·XX es in­
negable; esto no es·una prueba de su justeza como teoria cientí­
fica. El lalam, que en su· .tiempo· obravo un éxito tan grande, ja­
más pretendió ser una ciencia·. Karl Jaspers está probablemente
mucho más cerea de la verdad cuando ve en el marxismo no una
ciencia,. sino una e&pecie de mito fundado-sobre ciertas repre­
sentaciones _mágicas:
e& la creencia en el nacimiento de un hombre
nuevo,
,surgido de las ruinas del mwido antiguo (pág. 242).>
« ... Si, u: través de las utopías y de las realizaciones concretas
que jalonan la h·istoria del socialismo, desde Platón, se quiere
reconstituir
el ~modelo de una sociedad socialista ideal",

se en­
cuentran: -
"uniformidad de,· vestido, se,mejanza de r0:stros, vida
en
éasas-euartel, trabajo militarizado, comidas y diversiones en
común, desplazamientos regulad~ relaciones sexuales controladas
por médicos y funcionari0&, obedeciendo -inicialmente a dos ob­
jetivos:·
la satisfacción de las nec.esidades fisiológicas y la repro­
ducción;
hijos' educados por el Eetado, arte y filosofía politizados
y
respondiendo a las exigencias del sistema" (pág. 306).
»Reflexionando
sobre todas estas características del socialismo,
y

principalmente
sobre la' destrnccióii. de la fiamilia, la educación
de
-los· hijos por· el· Estado, la privación de vida es¡)if"itual y re­
ligiosa, Chafarevitch se pregunta · si la a&fixia d6 la personalidad
no
conduce

a
'la asfixia· de ~1a vida misma. A esta tesis es a la
que
·finalmente se ádhiere. La plena oonstruccióll del sociaiismo
es el perecimiento ile la Humanidad entera.-Va más lejos.. Escribe:
La
"1UBrle de la Humanidad "" .. solamente el resultado eon,,e.
bible ·del triún.fo del Sficialimw, ·eonstituye (!],· ob}etivO' del socia­
. Usmo (pág. 323). Un11 Ólezcla de pUD'tos de vista filosóficos y cien­
tífico&, apoyados 80bre-· numerosos textos, da cuenta de esta idea
extrema. Intenta, por otro lado, subrayar que "esta idea de muerte
de la Humanidad

se opone a la concepción del
•fin del mundo',
tal como
lo presentan ciertas religiones cómo· el cri&tiani,smo. La
idea religiosa del tfin del mundo• presupone, en cuanto al fondo,
o
sea, -al paso a otro' estado, una fe en --que la historia humana
habrá alcanzado
SU · objetivo. La ideología lkiciali&ta impone, ante
· todo, la idea· an:iquiladon :de. la Humanidad, un aniquilamiento
cuya
. causa es externa~ lo qne priva -así a la historia de todo au
,entido" (págs. 3111-320).>
d) · "LEs oRn.LES ou TEMPS''·, 'con el "goxiste" · Comelius · Castoriadis.
En-LE MONDE del J3 de diciembre de· 1977 puede leerse un BNTRE-
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TIBN de B. A. El Malem:-con, el propio Comelius Castoriadis, ·qúien nos
presenta:
nido ~ considerable trabajo de reflexión eríti~ sobre la revo­
lución en el mundo ID.oderno, Refi-exión original, con plena inde­
pendencia
respecto ·de cualquier ortodoxia~ Comelius C«3t.oriadis~
cofundador de esa revista y su animador, desde el principio hasta
el _fin, ha sido también ,el autor de los principales, textos defini­
dores de e-u orientación ...
>Ignorado durante mu~ ti~po por el gran público,

este
trabajo no ha dejado, sin embargo., de ejercer influencia entre los
actores de "M'ftlYo 1968" de París. PIJ,ed~ medir-se mejor el impacto
producido, al_ reencontrar .en esos escritos, formulados hace más
de veinte afíos, la mayor parte de lu ideas sobre las que hoy se
discute
-desde la autogestión a la crítica de la tecnología mo­
derna-, del bolchevismo o de Marx ... >
De las respuestas de Castoriadis recortamos algunos páirtlf-os.-
c ... el proceso_ de .burocratización es universal Concierne a
la
sociedad contemporánea _en :Su conjunto ..

El régimen
social de
todos los
países es el capitaliemo b~o~rático: fragm_entado on
Occid~te, y total en los p~ del :Este. Primera constatación
sorprendente (frappante): la buro~ aparece como clase ex­
plotadora
-y dominante sin eompartir_ con nadie su poder, primero
en _Rusi~ después de 1917, y, paradójicamente,_ como producto
d·e lo que se ha llamado la degradación · de una revolución socia­
lista.
»se ha p~dido explicar la preponderancia de· la burocracia
en Rusia, por factores locales .y accidentales:. atraso de población,
guerra civil,

aislamiento de
la· revolución.
Tal
era la tesis de
Trotsli, de la que hoy -aún, una fue de· la Historia---- historia­
dores

del P.
C. de Francia suministran depauperadas reha:bilita­
cioilee. Pero
esta repris,e no es, en absoluto, accidental. En todo
caso, se

trata
de evacuar las pregDlltas· formuladas sobre el des­
tino de la Revolución· ·rusa, - la ,pregunta sobre el contenido del
socialismo-y la pregunta sobi'e--el papel del partido ·Comunista­
leninista 'y de· su· aparato

comó
núcleo, agente,-instrumento y be­
neficiario de la instauración de nue?atl · relacione& de dominación
y expectación.>
sor
Fundaci\363n Speiro

Costotia4is na. ~tima vdlidar es.,f!,f ~plicaciones.
«Esas explicaciones están fu.el"& de la cuestión, pues no explican
lo que hay que ~licar. El atraso, el aie-lamiento, etc., habrían
podido coÍlducir fácilm~te· a 1a· resnmrae-ióll del _.~pitalismo pri­
vado. Pero,-¿por qué alá blltoctaeia? La 'explicación· d"e que ha
.sido por degradación ~e · da i~ara esquivar esta cuestión crucial.
De todas· f~ las· discusión en ·estos términos es totalmente
anacrónica.
>Rusia se-ha industrializado y no· está' en absoluto 'ai&lada. Los
regímenes burocráticos escl.avizan, hoY, a mil trescientos millones
d8 individuos. Todo estO-·-no ha servido, en absoluto, para producir
la
desaparición o la atenuáción d,el -podér de la buróCl"acia. Y
ésta ha -accedido al dominio -en Alemania-d~ este y en Checos­
lovaquia; países· de ningún modo 11traM.dos.»
. Hof,larulo .de-Partido ,comúnista, prQ_sigue:
« ... este -partido, con Lenin y Trotski a la cabeza, no hace
~ que una . cosa, independientemente de lo que él pueda decir:
r0C0iistruye · nn i()&rai:o eBtatal .ffldo de J.a sócie!daci" Y sólo
sometido a su propio autocontroL
>COn este aparato· -estatal, el Partido ·domestica a los soviets, a
los sindicatos, a todas Jag or"ganizaciones colectivas; trabaja para
subordinar .todas las actiTidadea sociales 8 sus ·propias normas y
·8' su propio 'punto de· vista. Y logró el éxito.
»Este periodo se -acaba definitivamen:ie con el aplastamiento,
por Lenin y Trotski, de 'la comuna de Crómatadt (1921). Dei!de
entonces, ·di Partido hoilc-hevique constituye el grupo social domi­
nante en Rusia,. y solamente una revolución social, revolución del
pueblo entero, podría arrojarlo del poder ~omo, sin duda, algún
día ocurrirá-.
>Esta Ndegradación" es en vordad .un liecho, un alumbramien·
to, un dé&pliegue, una revelación. y realización ·de la narn.raleza
hurocrátieá totalitaria del: tipo de organización crea.da -pqr Lenin.
>Una vez en
el poder, el Partido restaura o instaura .por todas
partes la jerarquía . que definió su _propia organización y ag)o­
·mera, alrededor de sí, los estamentos burocráticos de gestión de
la producción, -de· la . economía, del Estado, de la cultura. Así se
eonstihJ.ye
una clase dominante y explotadora: la: buroCl'.aeia, que,
~ la .. fon;na_ jurídica._ de_ la "nacionalización", dispooe plena·
men~. de. -l~s '8ed~oi, y d~. los '. reeo:lta,dos de la produc;:ció~ del
tiempo
de las gen~ de su vi-da misma.>
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A su juicio:
<... esta· interpretaCión "inarxiana" es insuficiente e incom­
pleta.· La buroenttizac.ión,' ·en. los países capitalistas occidentales,
encuentra también otra fuente en la enorme . extensión .del papel
y de fas funciones del-.Estado, independiente de toda -estatización
de los medios de producción (como muestra el easo de Estados
Unidos) y qu,e sobrepasa en J11Ucho 1_a simple regulación de la
economía. ~ Estado tiende a dirigir, Nglamentar, controlar, cada
vez· más, todos 1~ a~t que lleva -emparejada la ptolifetación-de.· una burocracia e&tatal
y política,
«En · fin, el mi1tmo movimiento -obrero · ha -sido, -desde· hace
ochenta año"9 wta fuente poderosa de hurocratización. ·En el seno
de
las organizaciones obreras,·. siodicailes y politiC8s, se ha éoUS­
titnido una burocracia que ha expropiado a los partieipa,ntes de
sus capacidades y de sus personales funci0:ncs de control de aque­
llas organizaciones a las cuale~ est_af organizacion~ ohr~~as domi­
nan. Esto ~q_uivale a decir que e~ movimiento ohrei:-o ~ adoptado
un modelo de organización.-(lUe es,; el m-;tdelo ,capibµista, con los
atributos y significados capitalistas:, .jerarquí_a, especialización, di­
visión
_entre dirigentes y ejecutores~
Habiándo del pToceso universai d~ burocratizaci6n, observa:
« ... Hay, indiscutihlemente,..una cierta. unjdad .. o uniformidad
del mundo moderno. Es por lo que yo hablo de· "capitalismo
burocrático". Hay, al mismo tiempot y , desde vario,s puntos de
vista
importantes., diferencias e-ntre eL -capitalismo burocrático,
que
está_ fragmentado, de 106 países occidentales,, y eLeapitalismo
burocrático, que es to~ en los países_ del este.> ~
El fracaso de los esquemas de "erplicaci6n" determinista alcanza,
a juicio de. Castoriadi$, a la propia concepción de Man::·
< ... el marxismo se ha CQnvertido en Ía ideología -o mejor-,
la "religión laica" . oficial de estadoe ·que d~minan, explotan y
oprimen a un tercio de la: pobla_eión ~ planeta.
>Surge, entonces,
-ésta bru,tal e inmen,s,ai pregunta_: ¿ Cómo un-a
teoría que se pretende ,r-evoJ.ucj.oharia y SOeialist;a .bi;t. podido con­
vertirse .enJa cobertur:a ideológica

de
tel.es-regi~-en1es?,Si resulta
superficial y ris_ihl_e. de.eir, ·como_.,prett;nde. la rno~ actual, que
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el Goulag está en Man, también ha de parecem.0& superficial y
risible eil preseotar oomo totalmente ajenas e independientes entre
sí una teoría social _y política y la práctica histórica. efectiva del
sistema
que
en aqué~ se inspira y se justifica. De heelio, existe
un
lazo sólido entre el pensamiento de Marx y aquello en lo que
se ha convertido O ha llegado a, ser el IIUITxi.smo.>
Asi, Castoriadis regresa a ·un nuevo socialismo ut6pico, ante el fra­
caso,
que denuricia, del socialismo que · se afirma cientifico.
_ e,) "LE.s NOUVEAUX , PHILOSOPHES CONTRE LES ESCRITURES MARXIS­
TES" es el título de un comentario acerca de la actitud de _ese abiga­
rrado
grupo. de
los
"nouveaux · philosophes", escrito por Edmond Beau­
jon, y publicado en LE JOURNAL DE GENEVE del 10 de diciembre
de 1976, que,. traducido, reproducimos casi totalmente.
504
cSi ·se pregunta -a.terca de los rwuveaux phil,osophes, movi­
miento parisiense de vanguardia, és porque el destino -del hombre
occidental, sú tiberr.ad o

su
sumisión a
servidumbre
se hallan
orgánicamente ligados· ·a -la filosofía como actitud crítiCa, y tal
poder ·de abrir ál individuo 1as· vías· de la tdtalidad, es decir, de
la conquista de sí mismo en 111la justa reláeión con· el universo.
Encerrado

en
un ,sistema de pensamiento totalitario, donde se
ha tomado páttidó por el todo, el. hombre está condenado a la
reducción a que le someten racionalmente el Estado centralizado
Y los imperativos · técni~onómicoS.
» "Los filósofos no han heeho sin O-interpretar el mundo de
diversas maneras; ,Jo que, ahora importa es transformarlo." Esta
famosa·tesis de·Marx·abolía, en suma~ la filosofia·eomo disciplina
atitónoma, Sustituyéndols por la' praxis y la revolución "socia­
lista". M-arx no entretiene jam·ás ·

su
·pensainiento para
hacer
una
interpretación
del mundo: el marxismo se autoimpone como la
úni.eá.· verdad acerca del hombre" y acere~ de-la historia; y esta
verdad es "cien-tífiC&"; absolutamente constrietivá por su preten­
dida adecuación perfecta a lo real. Gluek-smann ve cómo el Gou­
lag
se inscribe en esta: · petspectivm.
»Los nuevos filósofos se justifican, ante todo, cOmo refnta­
dores
de ta tesis de Man:; en buena lógica, juzgan que el mania­
mo no es --sino una -,interpretación del mundo, y, además, una in­
terpretación periclitada, incompleta, sobrepasada, en -relación a los
problemas actuales, y a · la cual sería una =locura sacrificar al
hombre y a S1ll 6bertades. Al mismo tiempo, reaccionan· con sano
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vigor contra la alineación de la intelligentsi,a francesa en torno
de las
escrituras de Marx-Lenin.
»solivianiados por lás revelacion~ de So-ljenitayn, estos jóve­
nes intelectuales deducen las conclusiones necesarias y denuncian
qu.o la "barbarie con rostro. humano" es la consecuencia de la
transformación de la filosofía en sistema ·científico autoritarió
(Glucksmann). Ciertament~ ee les acusa de ser hombres de dere­
chas, cuando son,. ant.e todo, hombres simplemente, es decir, tes­
tigos de lae conciencias horrorizadas, de seres condenados al pe­
simismo por nuestra époea y sus monstruosidades en orden a la
potencia
destrueton de la constricción policial.
»Lo que les fal~ al menos por el momento, é8 una· segunda
razón -de ser, la de críticos y de inspiradores _de ese mundo libre
que está eumergido en la inconsciencia y la vulgaridad. Para ápo,­
yar au acción en el mismo _corazón de la aietoalid8d, los · fil Mofo&
de

hoy
deberían, además, ejereer su crítica res..,«to de las de­
mocracias occidentales, esclarecerlas acerca _de-los_ errores que no
deben cometer si no quieren transformarse, a su vez, en Estados
totallitarios. Baria falta elevar el nivel de la& coD.cieilcias, y no
&olamente el nivél de vida. Seria preciso abrir nuevas pe~ectivas
y no únicamente cerrar la ~-speétivá marxista. Pero eetO aún
no /lo hacen.
>-Denuncian al F.etadi> racional, nacionali9;ta y tecnoctáticO, lo
que está muy bien, pero ·el Estado racional no tiene necesidad de
organizar el Goulag para ser ,pernicioso y condenable ...
>Unida o dividida la izquierda, éomo la¡ derecha, se ha con~
vertido

al culto
del Estad y Potencia energética al máximo, sea cual fu.ere sú impacto ~obre
la naturaileza
·

y
cual pueda ser 1a influenci~ di:' las nuevas téc­
nica sobre
las estructuras de la democracia.
»ta misión-de los nuevos 'ffil.ósofos eonsi.stiría en "de8fflitificar
el Estado racional, constituido como un poder científico y sobe­
rano,
y
retornar
'81 origen de todas nuestras eippresa: el ·alma
humana, con sus pasio~ su orgullo, su ceguera o su clarivi­
dencia ... >
l?l peligro, después de haber desenmascarado las utopfas que pasaban
por cient'ificas; estd en Caer en otras núevas utopfas.
505
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