Propiedad, vida humana y libertad, tema principal de la XVIII Reunión de amigos de la Ciudad Católica

PROPIEDAD, VIDA HUMANA Y LIBERTAD
TEMA PRINCIPAL DE LA XVIII REUNIÓN DE AmGos DE LA CIUI>AD
CATÓLICA.
V al/adalid, Seminario M.ayor Ditxesmo, 12, 13 y 14 de octubre
de 1979.
Cuando este
nómero 178

de
VERBO aparezca, estará a punto de
comenzar la XVIII Reunión de los amigos de la Ciudad Católica.
Su tema principal: Prap,edad, v«ltl h,,,,,_ y libertad, es de
gran actualidad en este momento história, en que por doquier po,
lufan y proliferan ideas colectivistas o a,lectivizantes, socialistas o
socializantes, sin echar arentas de a dónde pueden l.leVl!mos, del
mismo modo que en Rusia han conducido al arcltipiélago GuLAG
y en otros países a la más negra miseria.
Y es que propiedad, vida humana y libertad, palabras que ex­
presan cl tema que debemos ronsiderar, están íntimamente entre­
ligadas, como trataremos de estudiar.
Vivimos, en el llamado mundo occidental, una época en la que,
después de mooelado cl concepto de verdad a>mo adaequatio reí
et intelectus, sustituyéndolo por la adecuación de la actitud de uno
mismo a su propio pensamiento, romo fruto del cogito cartesiano
y del giro copemicano de 10nt, enmarcados en la denominada ga,.
laxia Gutenberg, empieza a considerarse como única "verdad" la
adecuación de cada uno a sus sueños o a sueños imperantes, o a
la utopía en dirección a Ia cual se asegura que nos lleva la historia
en un espejismo
al que no es ajena 1a nueva gdlaxi.a audiovisual.
En es, vorágine, dedicaremos esos tres días a pensar, contem­
plando
Ia realidad de las cosas '-'Y a orar a Dios y a su Santísima
Madre para que

nos ayuden a ver claro,
dándonos algo
de
su luz-al
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PROPIEDAD, VIDA HUMANA Y UBERTAD
tratar, en conferencias y foros, un tema tan funda.mental en los ór­
denes político, social y económiro, con repe=iones en la educa­
ción, la infonnlaci6n, el "11Je, la salud y, en suma, a la dirección de
la
vida social entera.
Como
,en nuestra XI

Reunión, que
dedicamos al rema Contem­
plación y Acción, nos decía nuestro maestto Sciacca, es preciso, de
vez en cuando, a to largo de nuestro camino, "pararse para ver",
a fin de no perder la diJ,eoción buena, es decir, entte las posibles, la
más adecuada a los fines que Dios ,nos señala en ese tránsito tem­
poral,

que es nuestra
vida, por

ese· mundo en el que estamos de paso,
pero en el que somos eslabones de generación a generación, con
graves
obligaciones con
las que nos
sigum, que
son las de nues­
tros hijos y de nuestros nietos.
Y, para cumplirlas, debemos ttatar
de ver claro, considerando
fa cosa. en sí misma y en relación a las conseaiencias dimanantes
de
como
ella se estructure, atendiendo
a
la experiencia que la his­
totia y los avatares actuales de ottos países pueden ofrecernos.
Quiera Dios

que
el fruto que obteng¡unos en esta reunión sea
óptimo
'y abundante, y que ttascienda a toda la actividad social de
nuestta patria
y de todo nuestro mundo, que están sumidos hoy en
tanta confusión y consiguiente desorden.
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