Índice de contenidos
Número 185-186
Serie XIX
- Textos Pontificios
- Crónicas
- Estudios
- Actas
- Información bibliográfica
- Ilustraciones con recortes de periódicos
Autores
1980
La Iglesia frente a la religión universal del siglo XX
LA IGLESIA FRENTE A LA RIELIGION UNIWlRSAL
DEL SIGLO XX (~) .
POR
LoUIS SALLBB.ON
La. Iglesia, la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, se enfrenta,
por primera vez en su historia, a una religión universal: la demo
cracia. Todas las religiones, se nos dh:á, son universales o preten
den
la universalidad. Segón y como; pe.ro la democracia es una re
ligión
sin
pa.r, porque, no solamente pretende la universalidad, sino
que
es, de hecho, universal, desde el final de la última guerra. Es,
verdaderamente, la. religión · nnmdial de. ·.la segunda mitad del si
glo XX.
Se
nos objetará
que
la democtacia no es . una religión, sino un
régimen político. Error: ante todo,
es una religión, porque lo que
caracteriza una religión es el dogma y el rito. Y la democracia
tiene un dogma, que es
la fe en el hombre. (fe que prima o contra
dice cualquier otra
fe) y tiene un tiro, que es la ellección, conside
rada
ya no como un medio, entre otros, de
designar a
los
repre
sentantes
del
poder, sino
nomo
la fuente de
legitimidad del
poder,
c;onsistiendo
esa legitimidad en
la conformidad .al dogma.
Se
objetará, aún,
que
la democracia no es la religión universal
de
este fin
de siglo.
¿Verdaderamente? ¿Qué países la rechazan?
Si se encuentran algunos, pueden contarse con los dedos de una sola
mano. ¿Se piensa que los regímenes comunistas o en aquéllos, no
comunistas, que son dictaduras? .Pero todos pretenden s_er demo
cráticos y son rea;,>nocidos como tales por la ONU, ·que constituye
la instancia suprema de la democracia y juzga sobre la democracia
de
los países del mundo entero.
(*) Publicado en fraoces en Iline,-ttire~, 236, septiembre-octubre de 1979.
579
Fundaci\363n Speiro
LOUIS SALLER.ON
· En los países llamados liberales, el comunismo es sospechoso
de heterodoxia, pero el comunismo afirma, que es democrático
y,
como tal, está reconocido por la ONU. La dictadura, la tiranía y el
genocidio no son, en sí mismos, la contradicción de la democracia.
Son simples excesos, incidentes o accidentes de
camino.
Es, por Jo tantO, incontestable que la democracia es la religión
universal de
estas tiempos.
La democracia se opone, directamente, a la Religión Católica,
en tanto en
cuanta ésta funda lá verdad sobre la Revelación Di
vina, mientras que,
para la
democracia, la verdad es
i~ente al
Hombre,
que únicamente la descubre en su totalidad por el camino
de la razón. Todos !Os principios que dirigen la vida individual y
social de los hombres tienen c:omo alfa y oinega a Dios revelado,
en
la Iglesia Católica, y al Hoinbré en la democracia. ·
Existe,
así,
una oposición·
radical, · de taíz, entre la Iglesia Ca
tólics y la "Iglesia" demoerática; Hay, también, por otra parte,
contradicción
parcial o tota.l en
la aplicación
c:oncreta de
los prin
cipios
abstractas pmclaroados por
una
y por otra. El hombre, siendo
un ser dotado de
razón, puede experimentar en sí una convergencia,
hasta cierto
punto, entre las reglas que
prec:onlia el cstólicismo y
las que preconiza la democracia, en la vida corriente del individuo
y de
la sociedad. Pero hay divergencia en las últimas consecuencias
que
se deducen lógicamente de una u · ótra de las dos religiones. Las
palabras clave que ex¡,resan la ética fundamental de las dos religio
nes-pueden ser, en ciertos casos, las mismas, siendo' entonces equf.:.
vocss, referidas a un credo religioso opuesto (por ejemplo, justicia
o libertad).
Constituyen la
fuente de una confusión
permlioenre.
Cristo
dijo: "Dad al César lo que es del César y ~ Dios lo que
es de Dios".
Se podría concluir que todos los problemas quedan, así,
resueltas. Pero
ahí no hay
otra c:osa que
una indicación sobre la di
ferencia esencial que
mste entre el ruden temporal
del mundo v
el Reino de
Dios. Él buen uso de esta diferencia es difícil de de
terminar, ya
que,
en las actividades humanas, todo está mezclado
y
todo influye en todo.
A .este respecta, si bien los principios ca
tólicos son inmutables, su aplicación varía según los tiempos, según
los lugares y según
las _circunstancias.
580
Fundaci\363n Speiro
LA. IGLESIA FRENTE A LA. RBUGION UNIVERSAL
. La histo.ia ilustra . estas observaciones. De manera ultra.esque
mática,
se puede
«scompo,:ier et1 4 periodos: .fil. primer período
va
del
nacimiemo del Cristianismo a . Ú>IIStantino. F.s el tiempo del
puro
"Dad
al César ... y a Dios ... ". El número cada vez .creciente
de cristianos desembocó en la CQ(lq\Ústa del poder temporal, y el
segundo período· se extiende de Constantino a 4i Revolución fran•
cesa.
Fue el tiempo de la Cristiandad, con · múltiples ava1;ares. El
ter~er = p~ríodo se instauró, en primer lugar, en Francia, después ea
casi todas partes, con un poder desligado . de la Iglesia, anticatálico
en su esencia. Pero la sociedad .sigµió siendo. católica, en :su con~
junto, de lo cual se derivaron permanentes COl)Í.lictos. En fin, el
cuarto período comenzó a finales de la última guerra y provocó el
Concilio Vaticano JI, que se fij6 como objetivo reios.taurar la Igle
sia en el mundo moderno, un mundo enteramente . laico, bajo la
bandera de la democracia. La Iglesia debe hacer frente, en adelante,
a 'una nueva religión U(liversaf de
intención
y de hechq.
La presente situación de la Iglesia es una situación sin prece
dentes.
En ciertos
aspectos,-se
parece a
la de los dos primeros siglos,
puesto que fa Iglesia, se encuentra, de nuevo, extraña al poder
político. Pero,
heredera de
largos siglos de Cristiandad,
conserva
una
autoridad espirirual que
no puede
ser considerada inexistente
por
el poder político.
Más importantes
son las
siguientes diferencias.
La Cristiandad se ha confundido, largo tiempo, con Europa y
la civifuaci6n qu~ · ésta_ proyectó sobre el .resto del mundo. Ahora,
Europa nó tiene peso frente a· América, ni frente a Asia. En tér
minos
económicos y · demográficos, está · sustituida por los Estados
Unidos y por la URSS. Su civilización propia ha engendrado las
dos
civilizaciónes que
ahora la
sumergen y las desgarran: La civi
lización capitalista y liberal de Ocddetite, y la: civilización comu
nista y totalitaria del Este.
El teísmo sincretista· de 'uria y··e1 ateísmo
581
Fundaci\363n Speiro
LOUIS SALLBRON
totalitario de la otra van penetrándola. profundamente. Bl Tetcet
Mundo. busca
su lugar bajo esta doble infl~
La, Iglesia Católica, con 600 ó 700 millones de fieles, apenas
representa .más de la sexta o la séptima parte de la población del
globo y su autoridad únicamente está frágilmente
sostenida por
una estructura diplomática
heredera del
congreso de Viena. Si ma
ñana Roma
cayera bajo
el
golpe de
la
batbarie, se encontrada de
nuevo
en los
pañales· del Evangelio, con
la
única memoria añadida
de
dos milenios de historia.
Como el liberalismo americano y el comunismo soviético son
las dos grandes 'herejías cristianas que dominan el planeta, sirven y
dañan al catolicismo, por las verdades que conservan y los errores
que proclaman.
Las verdades del liberalismo americano son las del judeo-cris
rianismo,
que constituye
el núcleo de su religi6n. Se nutren de los
valores de
libertad, de
propiedad, de actividad
y de responsabilidad
próximos de la doctrina social de la Iglesia. Sus
,errores son los de
la filosofía liberal, que da a la libertad
primacía sobre la
verdad.
La religión se disuelve en indiferentismo. La actividad económica
conduce a un materialismo de
hecho.
los errores del comunismo soviético se resumen en un ateísmo
que es, ex:actamente, la inversión de fas verdades cristianas. Son, es
piritual
y políticamente, 1o contrario de la redención de los humil
des, como dijo Pío XI. De donde la
tiranía totalitar.ia del
Estado,
el sometimiento de los individuos, la persecuci6n de los creyentes
y la orientación de la CC!>Dornía a la industria pesada y al. arma
mento. Pero, por su naturaleza misma, estos errores revelan las
verdades que niegan y despiertan entre los mejores -la nostalgia
de
una
Iglesia de la caridad, de la
verdad, de
la justicia
y de la li
bertad. Soljenitsyn, es el profeta de esta Iglesia de
. las catacumbas.
Liberalismo
y comunismo se teCOOO!=On mutuamente en la de
mocracia, religión, en la una de la pseudo trascendencia, que es in~
manencia pura, y religión, en: l:,a. otra· de la transcendencia invertida,
que es el infierno sobre la tierra.
,a2
Fundaci\363n Speiro
LA IGLBSIA FRENTE A LA RELIGION UNIVBRS4
Culto común del hom~, del pueblo, del número. Imagen espe
cular -de Dios en el primer caso, imagen especular borrosa del dia
blo,
en el segundo.
. . -.
A la religión universa! de la democracia, todas. las religiones
del planeta le
dan su
adhesión,
porque encuentran, en ella, el me
dio de afirmar su na.cionaíism.o o su racismo. Eil catdlicimro, se. in
terroga.
En 1864, Pío IX trazó el catálogo de todos los errores moder
nos.
La última proposición del Syllabus condena a quienes preten
den que
la Iglesia debería reconciliarse y componerse con el pro
greso, el liberalismo
y la civilizaci6n moderna.
Fue la última manifestación not'1ble de la oposición de la Igle
sia al mundo.
El triunfo de la democracia universal, después de la última
guerra, condujo a la Iglesia a modificar su actitud,
Considerando
la doctrina como adquirí&, el Vaticano II ha pretendido ser un
concilio pastoral,
es decir, más sensible a . las verdades parciales de
la
democracia· que a
sus errores, que rehúsa condenar.
Esta revolución de la actitud .tradicional de la Iglesia tiene las
consecuencias que todos conocemos. El · Episcopado, el sacerdocio,
los intelectuales
católicos, en
su conjunto, han girado hacia el lado
del
liberalismo sincretista o
hacia el
lado
del comunismo
ateo.
La
naturaleza de los planteamientos varía hasta el infinito, según los
medios sociales o los
temperamentos. En total, el balance muestra
una quiebra.
De esta
situación, se puede, según
la fe o según la imaginación,
extraer todas las consecuencias que se quieran, en relación con
el porvenir de la
IglesiO: Pero se puede también tratar de apreciar
mejor
el estado del mundo, en .su realidad globaa, sin dejarse cegar
por
tal o cual de sus aspectos.
_
Desde
este punto de vista, puede
_ hacerse una
constatación
fun
damental.. La constatación de que, si la religión católica ha sido
profundamente conmovida, no menos lo
ha sido la religión demo-
Fundaci\363n Speiro
wuis SÁUÍJRON
crática. Y esta conmoción es más grave ·pári,· ésta que pe.ra aquélla,
porque
el éxito tempoml es el único criterio 'de sus v,ilotes religio·
sos y un fracaso podría set, para ella, más caracterlstico y más grave
ea consecuencias.
El liberalisµio americano
haoe
aguas por
todas
pu.tes y el comunismo soviético se ha revelado como un coloso
con los pies de barro. La pro¡;noción dcl hombre desemboca, por
las
dos vías, en ~u aplastaJlliento. La ~;., si llegara a estallar,
entre· las, dos ideologías 'rívales, solainenre conduciría a una gigan
tesca matanza y comportaría el retorno a la barbarie de loo SU·
pervivientes. Esta perspectiva, perfectamente verosímil, da todo su
valor a
'las condenas fotÍnu!adas en el Syllabus.
Si se ha VUelto wia pá,gina de la hiistoria de la Iglesia, se abre
una
nueva página en 1a qne la Ig!lesía debe poder oontinuar inscri
biendo,
a la vez,
las verdades, inmutables de :la revelación y su va
lot de eÍlC!li!nación en un mundo que can:jl,ia. Ningún dominio está
cerrado a
este esfuerzo, que es la
vida misma de la Iglesia. La era
de la revelación está cerrada, pero la era de su
pt"Ofundización
continúa.
Los dos últimos siglos han pt"ociamado los dogmas de la
Inmaculada Concepción, ele la ,infalibilidad pontificia y de la Asun
ción~ Son · proba]:jles y posibl:,. nuevoo dogmas, acompañados de
corrientes de espiritualidad
que Íos
preceden
y loo siguen, en los que
se
reniteva la vida de
la
Igléslá. · En
,
el torbellino actual, son percep
tibles
algunas
y la abundan<'ia de las operaciones, de las revelacio
nes privad~ y de los , n:iikgros, desde hace decenios, no puede
dejar de
reoer nrt sentido. Una vi<;la mística muy profunda y autén
tica
se discierne, sin gran esfuerzo, 'mé2Jdlada a la oleada de las i'lu
siones
y de !as ~travagancíai Resultarán nuevas formas de vida
contemplativa y activa, como siempre, ha su-cedido, en el airso de
la historia de la Iglesia. Es, pór otra párte, una ley de la física,
social,
válida para la Iglesia lo mismo que pe.ta las sociedades po-
1fricas,
que ia reformit · se. cumple más fácilmente con· nuevas crea
dones que con la· correCción dé ·anriguiis estru~:
El .desastre posoconciliar , no. debe interpretarse romo la opor
tunidad' de uná
tabla rasa, sino como algo que acaso' pueda ofrecer
posll,ilidades impreyistas. de
acción,
indluso aunque
nos resulten
invisibles. Desde et origen ',el conocimiento de la Iglesia se ha pro-
584
Fundaci\363n Speiro
LA IGLESIA FRENTE A LA RJ3LIGION UNIVERSAL
ducido a través de innumerables inronvenientes. El despilfarro es
también
una ley de li¡ vida, En la 1~ se denomina herejía, cis
ma, división, corrupción de costu!ID.bres. No es, necesariamente, acu
mulativo. ¿Quién habría creído en el siglo X de la prodigiooa eclo
sión
de los siglos XI y Xll?
El punto más misterioso de .la. :.;tuación actual es el hombre
mismo. La religión democrática es una religión del hombre. Peto
la religión católica ·es la religión del Verbo encamado. El hombre
no cambia, pero la humanidad cambia, en _ su contexto social, prin
ci~ente determin~do por e'! progreso ~ológico. Entre ei cuer
po extendido de la humanidad y el cuerpo mlstico de Cristo, la
relación
teológica no cambia,
peto fa . expresión de esta relación
puede adquirir nuevos , desarrollos,
ai mismo tiempo que pueden
crearst nuevas relaciones institucional.es.
Estamos aquí en el corazón del problema planteado a la Iglesia
por el mundo moderno.
Tellbard
había creído
aportar
la solúción mediante su identifi
cación de cosmogénesis,
de antrop,;génesis y de cti$!0génesis, identi
ficación que no pretendía ser sino la transcripci6n, en términos
evolutivos, de la tradición de la Iglesia. Su visión, como él la lla
niaha, no era, . en realidad, ótra co.sa _que ·una gnosis que la ciencia
misma ya no siente.
Tos teólogOs pós,ltonciliares han abandonado á Tellhard, pero
para ir todavía más lejos.- Su cristillogíá no es otra cosá que la
vincula1::ión al mundo,
bajo
1as • diversas especies de· la democracia.
El proMema
está
planteado. Cada
·uno ptrede cooperar a su
so
lución, en la medida de sus medios, los cuales son, en esencia, los
de
la santidad
Qo cual invita a la modestia). El resto es fantasía del
espíritu.
"Mis pensamientos no son vuestrOS pensamientos y vues
tros Ql'JD.inos rto son los míos".
585
Fundaci\363n Speiro
DEL SIGLO XX (~) .
POR
LoUIS SALLBB.ON
La. Iglesia, la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, se enfrenta,
por primera vez en su historia, a una religión universal: la demo
cracia. Todas las religiones, se nos dh:á, son universales o preten
den
la universalidad. Segón y como; pe.ro la democracia es una re
ligión
sin
pa.r, porque, no solamente pretende la universalidad, sino
que
es, de hecho, universal, desde el final de la última guerra. Es,
verdaderamente, la. religión · nnmdial de. ·.la segunda mitad del si
glo XX.
Se
nos objetará
que
la democtacia no es . una religión, sino un
régimen político. Error: ante todo,
es una religión, porque lo que
caracteriza una religión es el dogma y el rito. Y la democracia
tiene un dogma, que es
la fe en el hombre. (fe que prima o contra
dice cualquier otra
fe) y tiene un tiro, que es la ellección, conside
rada
ya no como un medio, entre otros, de
designar a
los
repre
sentantes
del
poder, sino
nomo
la fuente de
legitimidad del
poder,
c;onsistiendo
esa legitimidad en
la conformidad .al dogma.
Se
objetará, aún,
que
la democracia no es la religión universal
de
este fin
de siglo.
¿Verdaderamente? ¿Qué países la rechazan?
Si se encuentran algunos, pueden contarse con los dedos de una sola
mano. ¿Se piensa que los regímenes comunistas o en aquéllos, no
comunistas, que son dictaduras? .Pero todos pretenden s_er demo
cráticos y son rea;,>nocidos como tales por la ONU, ·que constituye
la instancia suprema de la democracia y juzga sobre la democracia
de
los países del mundo entero.
(*) Publicado en fraoces en Iline,-ttire~, 236, septiembre-octubre de 1979.
579
Fundaci\363n Speiro
LOUIS SALLER.ON
· En los países llamados liberales, el comunismo es sospechoso
de heterodoxia, pero el comunismo afirma, que es democrático
y,
como tal, está reconocido por la ONU. La dictadura, la tiranía y el
genocidio no son, en sí mismos, la contradicción de la democracia.
Son simples excesos, incidentes o accidentes de
camino.
Es, por Jo tantO, incontestable que la democracia es la religión
universal de
estas tiempos.
La democracia se opone, directamente, a la Religión Católica,
en tanto en
cuanta ésta funda lá verdad sobre la Revelación Di
vina, mientras que,
para la
democracia, la verdad es
i~ente al
Hombre,
que únicamente la descubre en su totalidad por el camino
de la razón. Todos !Os principios que dirigen la vida individual y
social de los hombres tienen c:omo alfa y oinega a Dios revelado,
en
la Iglesia Católica, y al Hoinbré en la democracia. ·
Existe,
así,
una oposición·
radical, · de taíz, entre la Iglesia Ca
tólics y la "Iglesia" demoerática; Hay, también, por otra parte,
contradicción
parcial o tota.l en
la aplicación
c:oncreta de
los prin
cipios
abstractas pmclaroados por
una
y por otra. El hombre, siendo
un ser dotado de
razón, puede experimentar en sí una convergencia,
hasta cierto
punto, entre las reglas que
prec:onlia el cstólicismo y
las que preconiza la democracia, en la vida corriente del individuo
y de
la sociedad. Pero hay divergencia en las últimas consecuencias
que
se deducen lógicamente de una u · ótra de las dos religiones. Las
palabras clave que ex¡,resan la ética fundamental de las dos religio
nes-pueden ser, en ciertos casos, las mismas, siendo' entonces equf.:.
vocss, referidas a un credo religioso opuesto (por ejemplo, justicia
o libertad).
Constituyen la
fuente de una confusión
permlioenre.
Cristo
dijo: "Dad al César lo que es del César y ~ Dios lo que
es de Dios".
Se podría concluir que todos los problemas quedan, así,
resueltas. Pero
ahí no hay
otra c:osa que
una indicación sobre la di
ferencia esencial que
mste entre el ruden temporal
del mundo v
el Reino de
Dios. Él buen uso de esta diferencia es difícil de de
terminar, ya
que,
en las actividades humanas, todo está mezclado
y
todo influye en todo.
A .este respecta, si bien los principios ca
tólicos son inmutables, su aplicación varía según los tiempos, según
los lugares y según
las _circunstancias.
580
Fundaci\363n Speiro
LA. IGLESIA FRENTE A LA. RBUGION UNIVERSAL
. La histo.ia ilustra . estas observaciones. De manera ultra.esque
mática,
se puede
«scompo,:ier et1 4 periodos: .fil. primer período
va
del
nacimiemo del Cristianismo a . Ú>IIStantino. F.s el tiempo del
puro
"Dad
al César ... y a Dios ... ". El número cada vez .creciente
de cristianos desembocó en la CQ(lq\Ústa del poder temporal, y el
segundo período· se extiende de Constantino a 4i Revolución fran•
cesa.
Fue el tiempo de la Cristiandad, con · múltiples ava1;ares. El
ter~er = p~ríodo se instauró, en primer lugar, en Francia, después ea
casi todas partes, con un poder desligado . de la Iglesia, anticatálico
en su esencia. Pero la sociedad .sigµió siendo. católica, en :su con~
junto, de lo cual se derivaron permanentes COl)Í.lictos. En fin, el
cuarto período comenzó a finales de la última guerra y provocó el
Concilio Vaticano JI, que se fij6 como objetivo reios.taurar la Igle
sia en el mundo moderno, un mundo enteramente . laico, bajo la
bandera de la democracia. La Iglesia debe hacer frente, en adelante,
a 'una nueva religión U(liversaf de
intención
y de hechq.
La presente situación de la Iglesia es una situación sin prece
dentes.
En ciertos
aspectos,-se
parece a
la de los dos primeros siglos,
puesto que fa Iglesia, se encuentra, de nuevo, extraña al poder
político. Pero,
heredera de
largos siglos de Cristiandad,
conserva
una
autoridad espirirual que
no puede
ser considerada inexistente
por
el poder político.
Más importantes
son las
siguientes diferencias.
La Cristiandad se ha confundido, largo tiempo, con Europa y
la civifuaci6n qu~ · ésta_ proyectó sobre el .resto del mundo. Ahora,
Europa nó tiene peso frente a· América, ni frente a Asia. En tér
minos
económicos y · demográficos, está · sustituida por los Estados
Unidos y por la URSS. Su civilización propia ha engendrado las
dos
civilizaciónes que
ahora la
sumergen y las desgarran: La civi
lización capitalista y liberal de Ocddetite, y la: civilización comu
nista y totalitaria del Este.
El teísmo sincretista· de 'uria y··e1 ateísmo
581
Fundaci\363n Speiro
LOUIS SALLBRON
totalitario de la otra van penetrándola. profundamente. Bl Tetcet
Mundo. busca
su lugar bajo esta doble infl~
La, Iglesia Católica, con 600 ó 700 millones de fieles, apenas
representa .más de la sexta o la séptima parte de la población del
globo y su autoridad únicamente está frágilmente
sostenida por
una estructura diplomática
heredera del
congreso de Viena. Si ma
ñana Roma
cayera bajo
el
golpe de
la
batbarie, se encontrada de
nuevo
en los
pañales· del Evangelio, con
la
única memoria añadida
de
dos milenios de historia.
Como el liberalismo americano y el comunismo soviético son
las dos grandes 'herejías cristianas que dominan el planeta, sirven y
dañan al catolicismo, por las verdades que conservan y los errores
que proclaman.
Las verdades del liberalismo americano son las del judeo-cris
rianismo,
que constituye
el núcleo de su religi6n. Se nutren de los
valores de
libertad, de
propiedad, de actividad
y de responsabilidad
próximos de la doctrina social de la Iglesia. Sus
,errores son los de
la filosofía liberal, que da a la libertad
primacía sobre la
verdad.
La religión se disuelve en indiferentismo. La actividad económica
conduce a un materialismo de
hecho.
los errores del comunismo soviético se resumen en un ateísmo
que es, ex:actamente, la inversión de fas verdades cristianas. Son, es
piritual
y políticamente, 1o contrario de la redención de los humil
des, como dijo Pío XI. De donde la
tiranía totalitar.ia del
Estado,
el sometimiento de los individuos, la persecuci6n de los creyentes
y la orientación de la CC!>Dornía a la industria pesada y al. arma
mento. Pero, por su naturaleza misma, estos errores revelan las
verdades que niegan y despiertan entre los mejores -la nostalgia
de
una
Iglesia de la caridad, de la
verdad, de
la justicia
y de la li
bertad. Soljenitsyn, es el profeta de esta Iglesia de
. las catacumbas.
Liberalismo
y comunismo se teCOOO!=On mutuamente en la de
mocracia, religión, en la una de la pseudo trascendencia, que es in~
manencia pura, y religión, en: l:,a. otra· de la transcendencia invertida,
que es el infierno sobre la tierra.
,a2
Fundaci\363n Speiro
LA IGLBSIA FRENTE A LA RELIGION UNIVBRS4
Culto común del hom~, del pueblo, del número. Imagen espe
cular -de Dios en el primer caso, imagen especular borrosa del dia
blo,
en el segundo.
. . -.
A la religión universa! de la democracia, todas. las religiones
del planeta le
dan su
adhesión,
porque encuentran, en ella, el me
dio de afirmar su na.cionaíism.o o su racismo. Eil catdlicimro, se. in
terroga.
En 1864, Pío IX trazó el catálogo de todos los errores moder
nos.
La última proposición del Syllabus condena a quienes preten
den que
la Iglesia debería reconciliarse y componerse con el pro
greso, el liberalismo
y la civilizaci6n moderna.
Fue la última manifestación not'1ble de la oposición de la Igle
sia al mundo.
El triunfo de la democracia universal, después de la última
guerra, condujo a la Iglesia a modificar su actitud,
Considerando
la doctrina como adquirí&, el Vaticano II ha pretendido ser un
concilio pastoral,
es decir, más sensible a . las verdades parciales de
la
democracia· que a
sus errores, que rehúsa condenar.
Esta revolución de la actitud .tradicional de la Iglesia tiene las
consecuencias que todos conocemos. El · Episcopado, el sacerdocio,
los intelectuales
católicos, en
su conjunto, han girado hacia el lado
del
liberalismo sincretista o
hacia el
lado
del comunismo
ateo.
La
naturaleza de los planteamientos varía hasta el infinito, según los
medios sociales o los
temperamentos. En total, el balance muestra
una quiebra.
De esta
situación, se puede, según
la fe o según la imaginación,
extraer todas las consecuencias que se quieran, en relación con
el porvenir de la
IglesiO: Pero se puede también tratar de apreciar
mejor
el estado del mundo, en .su realidad globaa, sin dejarse cegar
por
tal o cual de sus aspectos.
_
Desde
este punto de vista, puede
_ hacerse una
constatación
fun
damental.. La constatación de que, si la religión católica ha sido
profundamente conmovida, no menos lo
ha sido la religión demo-
Fundaci\363n Speiro
wuis SÁUÍJRON
crática. Y esta conmoción es más grave ·pári,· ésta que pe.ra aquélla,
porque
el éxito tempoml es el único criterio 'de sus v,ilotes religio·
sos y un fracaso podría set, para ella, más caracterlstico y más grave
ea consecuencias.
El liberalisµio americano
haoe
aguas por
todas
pu.tes y el comunismo soviético se ha revelado como un coloso
con los pies de barro. La pro¡;noción dcl hombre desemboca, por
las
dos vías, en ~u aplastaJlliento. La ~;., si llegara a estallar,
entre· las, dos ideologías 'rívales, solainenre conduciría a una gigan
tesca matanza y comportaría el retorno a la barbarie de loo SU·
pervivientes. Esta perspectiva, perfectamente verosímil, da todo su
valor a
'las condenas fotÍnu!adas en el Syllabus.
Si se ha VUelto wia pá,gina de la hiistoria de la Iglesia, se abre
una
nueva página en 1a qne la Ig!lesía debe poder oontinuar inscri
biendo,
a la vez,
las verdades, inmutables de :la revelación y su va
lot de eÍlC!li!nación en un mundo que can:jl,ia. Ningún dominio está
cerrado a
este esfuerzo, que es la
vida misma de la Iglesia. La era
de la revelación está cerrada, pero la era de su
pt"Ofundización
continúa.
Los dos últimos siglos han pt"ociamado los dogmas de la
Inmaculada Concepción, ele la ,infalibilidad pontificia y de la Asun
ción~ Son · proba]:jles y posibl:,. nuevoo dogmas, acompañados de
corrientes de espiritualidad
que Íos
preceden
y loo siguen, en los que
se
reniteva la vida de
la
Igléslá. · En
,
el torbellino actual, son percep
tibles
algunas
y la abundan<'ia de las operaciones, de las revelacio
nes privad~ y de los , n:iikgros, desde hace decenios, no puede
dejar de
reoer nrt sentido. Una vi<;la mística muy profunda y autén
tica
se discierne, sin gran esfuerzo, 'mé2Jdlada a la oleada de las i'lu
siones
y de !as ~travagancíai Resultarán nuevas formas de vida
contemplativa y activa, como siempre, ha su-cedido, en el airso de
la historia de la Iglesia. Es, pór otra párte, una ley de la física,
social,
válida para la Iglesia lo mismo que pe.ta las sociedades po-
1fricas,
que ia reformit · se. cumple más fácilmente con· nuevas crea
dones que con la· correCción dé ·anriguiis estru~:
El .desastre posoconciliar , no. debe interpretarse romo la opor
tunidad' de uná
tabla rasa, sino como algo que acaso' pueda ofrecer
posll,ilidades impreyistas. de
acción,
indluso aunque
nos resulten
invisibles. Desde et origen ',el conocimiento de la Iglesia se ha pro-
584
Fundaci\363n Speiro
LA IGLESIA FRENTE A LA RJ3LIGION UNIVERSAL
ducido a través de innumerables inronvenientes. El despilfarro es
también
una ley de li¡ vida, En la 1~ se denomina herejía, cis
ma, división, corrupción de costu!ID.bres. No es, necesariamente, acu
mulativo. ¿Quién habría creído en el siglo X de la prodigiooa eclo
sión
de los siglos XI y Xll?
El punto más misterioso de .la. :.;tuación actual es el hombre
mismo. La religión democrática es una religión del hombre. Peto
la religión católica ·es la religión del Verbo encamado. El hombre
no cambia, pero la humanidad cambia, en _ su contexto social, prin
ci~ente determin~do por e'! progreso ~ológico. Entre ei cuer
po extendido de la humanidad y el cuerpo mlstico de Cristo, la
relación
teológica no cambia,
peto fa . expresión de esta relación
puede adquirir nuevos , desarrollos,
ai mismo tiempo que pueden
crearst nuevas relaciones institucional.es.
Estamos aquí en el corazón del problema planteado a la Iglesia
por el mundo moderno.
Tellbard
había creído
aportar
la solúción mediante su identifi
cación de cosmogénesis,
de antrop,;génesis y de cti$!0génesis, identi
ficación que no pretendía ser sino la transcripci6n, en términos
evolutivos, de la tradición de la Iglesia. Su visión, como él la lla
niaha, no era, . en realidad, ótra co.sa _que ·una gnosis que la ciencia
misma ya no siente.
Tos teólogOs pós,ltonciliares han abandonado á Tellhard, pero
para ir todavía más lejos.- Su cristillogíá no es otra cosá que la
vincula1::ión al mundo,
bajo
1as • diversas especies de· la democracia.
El proMema
está
planteado. Cada
·uno ptrede cooperar a su
so
lución, en la medida de sus medios, los cuales son, en esencia, los
de
la santidad
Qo cual invita a la modestia). El resto es fantasía del
espíritu.
"Mis pensamientos no son vuestrOS pensamientos y vues
tros Ql'JD.inos rto son los míos".
585
Fundaci\363n Speiro