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Número 187

Serie XIX

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Jóvenes para la civilización cristiana

ILUSTRACIONES CON RECORTES DE PERIODICOS
Esta vez nuestras ilustraciones con recortes de periódicos van a li­
mitarse a un solo articulo, que publicamos íntegro y sin comentarios.
Apareció

en
I.E MONDE el viernes 9 de mayo de 1980, firmado par
Nicolás Beau.
EN EL CONGRESO DEL «ÚFFICE INTERNATIONAL DES OEUVBES DE
FORMATION CIVIQUE>.
JOVENES PARA LA CIVH,IZACION CRISTIANA
La l)l'esencia de 1.600 jóvenes de menos de treinta aiios sobre
3.500 congresistas del «Office internacional des oeuvres de for­
mation civiqne», que acaba de reunirse en París, no deja de
sorprender. ¿Cómo 1,lD.a organización que defiende las directrices
sociales de la Iglesia definidas a fines del siglo XIX, puede se.
ducir a una juvenrud que se dice que está cada vez más alejada
del cristianismo?
Sin embargo, las posibilidades de una organización nacida
en 1947, lit originalidad de una doctrina alejada del colectivismo
y del liberalismo y el fervor de las intervenciones, parecen ser
capaces de «motivar» a jóvenes en busca de algunas certezas. La
voluntad del «Office internationab de estructurar una red sen­
cilla
de relaciones de amistad sin carnets ni afiliaciones, esta­
blece,
sin embargo, límites a
su inRuencia.
Rehusando ser considerado como un movimiento o un grupo
de
presión, el «Office international», obra de seglares, lleva a
cabo
un combate: el de la restauración de una civilización cris­
tiana definida por el fundador del «Of.fice», Jean Oussn, como
'la civili=acüm del, múterio de Cristo, como un modelo superior
a todos los demás. La gran cruz blanca sobre fondo negro de
la

tribuna
daba testimonio de esta creencia. Esta civilización
cnst1ana se define especialmente por

la
aplicacióri de la doc­
trina social de la Iglesia según el dereeho natural que quiere
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volver a dar un lugar preeminenlle a las comunidades de base (empresa, familia, municipio).
El hecho

de
separarse de
las referencias de derechas e
iz.
quierdas ¿hacen, quizás, que esta organización sea una depen­
dencia de la nueva
derncha?, «No hay nada de ~ --DO!, _respon­
dió· Mme. DlmielJe -M~sibt, '4:agregée» de· leira~ dtirante un
foro-, -por el rechazo ele Dios y el. aspecto prometeko que ins­
pira la nueva derecha y que erige al hombre como un absoluto».
Lá delegación ei:t la base y la descentralización preoonizada_s por
el
«Office» ¿hacén, quizás, a sUS adeptos partidarios de Michel
RoCARD, que"· aparece Como bastante popular entre los jóvene6?
«La búsqueda de responsabüidmles para todo5 -contestan los
dirigentes-
es un aspectJo positivo en M. RoGA.RD~ pf!f"o cohabita
· ' con iit-oontro't · del E~ que recÍ&~>. ·
El retorno a la tradición cristiana, en fin, ¿ permitirá asimilar
a los
~impatizantes. d~ «(_)ff!c;~ con los integristas? La mayoría
se
separ&n en 'este punto de monseñor LEFEBVRE: su deber está
más allá de las «peleas de la mi... énseiió Pío XII, al re8tahlecimienfo del orden social.
La vuelta a una civilización cristiana pasa, según los diri­
gentes del «Office», «p<>T la reuni-On de todas las fruirzcu contra
los
subversionÍes ~ r marxiar.mn,.
No hay más remedio que cons~tat' que la «tercera vía» 8.si
trazada
da

más
importancia a 'la lucha cóntra los colectivismos
que
a la denunciación del liberalismo: «Encontra,n.os -ha de­
clarado Claude CA.LLENs, que dirige en Bélgica la asociación
"Saboir
et Aguir"' -turlños consruilos en el liberalis11iO».
El discurso de clausura de · M. · ScHMITZ · se ha referido esen­
cialménte al peligl'o qúe constituía· desde hace algmÍós años el
avance del Comunismo en el mundo. Por ello, en los-50 cur­
sillos de formación organizados cada año se denuncia
«en prio­
ridad -nos explica Un ariimador--------el peligro d8 la di.ldéctica, que
procede por opo,sicionffl en lugar J.e subrayar las complementa­
riedades y el-necesario pragnuuilmo».
Duranté un fórnrn, ·un sindi-ealista de la C.F.T.C. incitó a
los dirigentes de
empresa a
un
«combate. ideológÚX>» contra
«el advrJrsario común»: los s'indicatos revolucionarios. Varios
participantes, al mismo tiempo que
se alejaban

del
«sindica­
lism<> ·«marilla», denunciaron el ·monopolio de la presentación
en
primera vuelta ·

de las elecciones
prófesionales de
los sindi­
catos
-representativos.
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EL BIEN PUBLICO '
La doctrina sociaL de· la Iglesia, a-los ojos de algunos patro­
nos, parece tener un. ·sentido unilatetal.-«Existe .:....-.explica Henri
EscHBACM,-respollsahle de una empresa de· curtidos én el Franco­
Condado-ima jerarquia natural. que es respo~able frente o
mi /,ejos del jru,gi, demagógi,,o de loo ;J;,,1,,g111Jos reledirigid,,,
desde el, exterior para -desmantelar l:a empresw,. · «Hay que ver
bien,. la diferencia. -'----flfirina por su parte· Jean-Lou.is QUILHOT,
presidente-director general de una· sociedad ·-de transformación
de metales (que emplea 450 personas en Dijón)-entre delega­
ción de re3pon,sabüidsdes y de poderes a contnimaestros sam&
tido, a la sanci6n de loo h~ y la repr.....,,,,,;,¡,. de dele­
gados que no están siometidos 4 nada y que. hacen efectivamente
cualquíer cosa.»
El liberalismo no sale tampoco bien parado por par-te de los
simpatizantes del «Office intemational», a pesar ·de ser 1i.n blanco
secundario. Denuncia~ en efecto, la alienación cultural que
constituye

el éxito de películas
~les como El wtimo tango ~
París o las legislaciones sobre el aborto -y la contracepción, que
van en contra
de la institución familiar,
La propiedad

privad·a no
se impugna, pero debe ser «gravada
por la hipoteca del bien públicu». El empresariado no es im­
pugnado a
condición de que no haga la distinción entre lo eco­
nómico y lo social.
Toda la aeción del
«Office» se dirige a una actividad «ejem­
plar»-de información y de formación para· constituir una clase
dirigente·
que tenga el sentido del interés general.
Esta gestión es más bien elitista, y se encuentran en este con•
greso, más
médicos, industriales o profesores, que empleados:
«Son las minorías más y mejor formadas --se dice en la direc·
ción-que hacen avanzar las cosa.,».
En la práctica, las iniciativas son de naturaleza variadll. Uno,
oficial
de marina, forma doetrinalmente cada semana algunos
jóvenes sobre el tema «aub»'idad y liberl.ad»-: «Existe algo más
-dice-aaemlis del ~ o la dimisión:». Otro, agricultor en
la Somme, ha escogido interesar en los beneficios un asalariado
agrícola que-ha convertido ,en «un directivo y un SOCÜY». Busca,
además, en sus responsabilidades sindicales en la F. N.S. E. A.
«crear la arnwnia social:» y participa en la redacción de una
carta mensual
0.500 ejemplares). Otros, en el nórte, han luchado
para mantener la maternidad católica en
la que fuese posible
bautizar a los
niños en

buenas
condiciones.
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En Marsella, algunos jóvenes organizan reuniones sobre la
política de la vida. «Yo soy -dice uno de ellos, que se pre­
senta como ecologista- hostil a Ul contracepcilm químka, pues
ésto. tran8/orma /,a mujer en. objeto.»
André G1ov ANNI, director de las publicaciones del «Office2>,
considera

insuficientes
estas iniciativas: «Ha ll,egado el, mamen­
;,, - se ha el.aboraiki». En este sentido se han oído en este congreso
llamadas

a
los no creyentes. Se han sustituido con frecuencia
ejemplos concretos a referencias tealógicas y argumentos de
autoridad.
El mayor motivo de esperanza para estos congre8istas es, más
bien, la ,personalidad de Juan Pablo II que a una renovación
de los métodos. Un Papa, presentado por Mme. Jacques TRE­
MOLET DE VILLIERS como «profeta y héroe de la caridad», cons­
tituye,

en efecto,
la encarnación de esta voluntad de presencia
en el mundo para 1hombres y mujeres que carecían, fuera de los
siglos pasados de

cristiandad, de
referencias concretas.
N100LÁs BE.A.u
CULTURA Y REVOLUCION:
( Actas del Congreso de Lau.sanne 19@.)
, · LOS

ITINERARIOS
CULTIJRALES DE

LA REVOLUCION,
por Louis Daujarques.
LAS TRES REVOLUCIONES, por Mercel Clément.
LOS
VALORES PERMANENTES DE LA
CULTIJRA, por
Gustave Thibon.
NUESTRO COMBATE
CULTIJRAL, por /ean Ousset.
80 páginas. 100 pesetas.
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