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Número 193-194

Serie XX

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José Francisco de Isla: Anatomía del informe de Campomanes

INFORMACION BIBLIOGRAFICA
la participación de las masas en el ·poc1er, y sólo una miopía exrrema
oo permite ver
las límites histórkos de ese engaño realizado". La
realidad de las purgas de 1938, y la muerte del propio Bujarin, así
como
el afianzamiento de la Nomenldatura, ha sost.enidas
por tontos i%quierdistas de hoy, no sean más que unas ron"
side,:,aciones
especulativas, ya que en la Unión Soviética oo se ha pro­
ducido ni se producirá la base del socialismo, ni la gente adquirirá
la madurez política, eia>nómica y arlturail. Por lo que el futuro de
las
sociedades comunistas hace que

esa
nueva élite, la Nomenklanua,
sea una realidad inaHenable, y

que
el defecto del sistema sea parte
intrínseca
del mismo y

no atribuible a
las diferentes personas o gru­
pos de intereses que se suceden

en el
ejercicio del poder.
ANGEL MAES1RO.
P. /osé Francisco de Jsl,a: ANATOMIA DEL INFORME
DE CAMiPOMANES(*)
Al cabo de más de doscientos años se imprime el manuscrito del
pa<)re
Isla,

en que refuta al informe del
Fiscal del
Consejo Extra­
ordinario de

Castilla,
cion Pedro

Rodríguez Campomanes,
sobre la
respuesta

al Breve del Papa en protesta contra la expulsión de los
jesuitas de
España.
El valor histórico, jurídico y literario de este documento, redac­
tado
por el

autor .del Fray Gerundio de
Campazas, salta a la
vista
con sólo
leerlo.
El

siglo
XVID, «el más perverso y amotinado contra Di06 que hay
en la
historia» (

1)
según Menéndez Pela

yo ( aún no
había nacido
el monstruoso odio comunista a Dio~, trijo la expulsión de 1a Com~
paíil!a de Jesús de Portugal (1759), Francia (1764), España (1767),
Nápoles (1767) y Parma (1768), como
pasos preparatorios
de
la
extinción de la Compañía (1773 ), el mayor crimen de la humanidad
después del deicidio, en frase del mismo polígrafo.
.
De la expulsión de España, en coneción con las otras expulsio­
nes,
y

de
sus antecedentes más o menos próximos, trata el libro que
reseñamos, tanto en el tmo · del padre Isla como en la introducción
(*) Prólogo y notas del P. Conrado Pére2, S. J. Edición, Institución
«Fray Bemardino de Sahagún» de la. Excma. Diputación Provincial (C.S.I.C.),
León, 1979, XXXVII, 236 págs.
(1) Hi.rtoria de Jo.r Heterodoxos E.rpaRoles. Lib. 6.1:t. Discurso prelimi~
nar.

BAC, vol. 151,
pág. 378.
499
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INFORMACION BIBLIOGRAFICA
y .notas del padre Conrado, 346 al texto y 37 a la introducción, ver­
daderamente admirables
por su amplísima cultura y su asombrosa
penetración. Desfilan
en ellas con precisión, brevedad y detalle los
principales representantes del
jansenismo y del enciclopedismo fran­
cés, así como de sus satélites de Portugal, España e
Italia (2).
De los españoles asombra la andacia y rapidez con que actuaron.
El 23 de marzo de 1766 ocurrió el motín de Esquilache o «de las
capas y sombreros», cuya culpa se quería achacar a la Compañía, Era
entonces Presidente del Consejo de Castilla, al que competían las
materias de gobierno, Estado, gracia y justicia, y de cuyo consejo se
servía el rey para
todas las decisiones

de importancia, don Diego
de Rojas, obispo de
.. Cartagena

( el
11 de abril le sustituye el Conde
de Aranda).
El 18 de abril sale desterrado a Medina del Campo el
Marqués de
la Ensenada, el gran ministro de Femando VI y amigo
de los
jesuitas. El 21 del mismo mes, por decreto real, se constituye
con enemigos de los jesuitas el Consejo Extraordinario para
realizar
una

pesquisa
secreta sobre dicho motín. Así, el Conse.jo de Castil.la,
cuyas dos terceras partes eran adictós a la Compañía, no examinaría
esta causa como le tocaba: El s· de junio se dán al Consejo Extraor­
dinario
facultades especiales para resolver por sí y ante sí todos. los
asúntos
relacionados con el motin de
Esquilache y
con los jesuitas.
Aunque se había instituido
para realizar una pesquisa secreta sobre
dicho motín, como
no.

resultaba
riada contra

la Compañía, se amplía
su finalidad tranquilamente.
Ese mismo día, en consulta elevada por
Campomanes, se disculpaba al

vecindario de Madrid de los excesos
cometidos
en . el motín, y se atribuía todo «a las malas ideas espar­
cidas ... por los eclesiásticos».
Y el 11 de septiembre, en nueva con­
sulta, se
veía en

todo
«la mano

de un cuerpo religioso que no cesa
de inspirar aversión general al Gobierno y ... que intenta
en. todas
partes
sojuzgar al

trono». El
20 de octubre sale para Galicia, acon­
sejado por Aranda, el padre Isidro López, amigo y confidente de
Ensenada.
·
El

29 de enero de
1767 redacta Campomanes la consulta del
Consejo Extraordinario, donde recoge todas
las acusaciones y calum­
nias,
que a través de dos siglos se habían lanzado contra la Compa-
' .. (2) Gran confirmación de la certera visión_ de Menéndez Pelayo. Para
«explicar

aquella lucha feroz,
ordenada, regular
e
impla.ca.ble.,., contra
la
Iglesia en
5U _cabeza y en sus mierµbros» de tantos, tan diversos, en tantas
~es a

ia
vez, con

el , mismo método y
tanta igualdad en la ejecución, hay
que «ver en todo el continente- un sOio movimiento cuyo impulso inicial está
en Francia, y del cual son dóciles adeptos y servidores, cual si o_bedeciesen
a una
secreta consigna, :todos

esos consejeros,
reyes-, ministros, y basta obis.
pos». (A"tologla Ger1eral de Me"éndez Pe/aya, BAC, vol. 151, núm. 1.604:)
,oo
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INFOR.MACION BIBLIOGR.AFICA
l\11', y pide que, procediendo contra ellos no con jurisdicción co11c­
tenciosa,
sino con
la tuitiva y económica, es decir, sin juicio alguno,
expulse el rey a todos
los jesuitas, más de 5.000, por razones reser­
vadas en su
real ánimo,

de todos
sus dominios, F.spaña, América y
Filipinas. Tras otros ignominiosos forcejeos para arrancar la ·-deci­
sión real, el 27 de febrero decretó el rey el extrañamiento de todos
los jesuitas, como se le había propuesto. Se señaló el 2 de abril para
su ejecución. Llegaría a América en julio.
Así, en menos

de· un año,
se concibió y ejecutó la expulsión de la Compañía de
las Españas.
Dos días antes de la ejecución del decreto,
el 31 de marzo, el
rey· católico tuvo 1a atención de· comunicárselo a su Santidad, Cle­
mente XIII, por medio de una carta, en la que le anunciaba al mismo
tiempo el envío de todos
los jesuitas

a sus Estados Pontificios,
sin
haber

contado de antemano con su aprobación. Para no caer «en la
inconsideración de agravar con esto la
Cámara Apostólica,

si la
obli­
gase

a gastar con el mantenimiento de estos padres jesuitas, que
tu·
vieron

la suerte de nacer mis vasallos» les
señalaba el
rey una
pen­
sión vitalicia.
El Papa Clemente XIII, que venía resistiendo animosamente a la
guerra de las corres católicas contra la Iglesia y la Compañía, y había
publicado hacía dos años
la Bula: Apostolicum ptMcmdi m111111s en
defensa
y alabanza de la Compañía, quedó profundamente apenado
y sorprendido, y, en el acto, el 16 de abril, contestó al rey con un
sentidísimo Breve, que empieza: «Entre los
muchos y
acerbísimos
golpes que
han descargado sobre Nos en estos infelicísimoo años de
nuestro

pontificado,
el más sensible a nuestro· paternal Corazón ha
sido cierta:mente éste ...
T« q11oq11e fiti mi. /Tú también, hijo mío?»
Y después, ton
el corazón

en
la ma.rto, va ·exponiendo con amor y
dolor una serie· de· razones fortísimas y conmovedoras para que el
rey
«se digne revocar, o

al menos suspender,
la orden dada» hasta
que se oiga a los proscritos, derecho

que no se· niega ni a los
:más
grandes malhechores.
Todo

fue inútil. Con la misma asombrosa: audacia
y rapidez se
contesta al Papa. El
29 de abril llega a Madrid el Breve pontificio.
Ese mismo día
se lo

pasa Roda, ministro de Gracia
y Justicia, al
Conde de Arandá, Presidente del
Consejo Extraordinario,
quien con­
voca una
reúnión ·de dicho

Consejo para el día siguiente, 30 de abril.
Ese mismo día 30 se presenta al rey el Informe de Campomanes en
respuesta
al Breve del Papa, aprobado ya por el Consejo extraordi­
nario, más otios tres· eclesiásticos, ·llama.dos sin duda para dat · más
solemnidad al informe. Y el 2 de mayo contesta el rey al Papa sin
dar explicaciones ni razones de ninguna clase; como había aconsejado
Campomanes. Asunto zanjado.
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INFORMACION BIBLIOGRAFICA
La Anatomía a este informe de Campomanes con las valiosas
notas del padre Conrado,
que ahora
se publican, las
juzgo de
un
valor inestimable para la historia del sectarismo español y universal
!mora que tantos espíritus generosos. .anhelan construir la Nueva
Cristiandad,· conviene conocer las fuerzas demoledoras de la Antigua.
Suelen

señalarse, como hace Marce! Clément con su acostumbrado
acierto, lAs Tres Revoluciones: renacimiento, reforma, revolución,
que es
también triple: la francesa, revolución política; la rusa, re­
volución social ; la china, revolución cultural ( 3). Pero no debemos
olvidar al jansenismo
y enciclopedismo, que prepararon la revolu­
ción

francesa, cuya impiedad y mala fe quedan patentes en esta obra.
J. GoNZÁLEZ-QuEVEDO MONFORT, S. J.
Carlos Etayo Elizondo: ¡VIVA NAVARRA 193ó!
VIGENCIA DE SU ESPJiRITU EN 1980
El viejo Reino de Navarra, modelo y ejemplo hasta bien entrada
nuestra Edad
Contemporánea de
la vieja concepción
medieval de
las

libertades concretas, abanderada integérrima de la causa
de los
Fueros que las Espá.ñas misioneras mantuvieron y sostuvieron contra
el mundo, vive hoy horas de agitación revolucionaria, sufre en sus
carnes el desgarro del terror rojo. Y la máquina de la Revolución, exacerbada y acelerada, desplie­
ga su actividad combinando las dos velocidades o marchas que ha
señalado Plinio Correa de Oliveira.
De un lado, la marcha rápida,
el ariete subversivo y el pnñal asesino trabajan incansables
para in­
corporar Navarra a esa
supuesta entidad

brotada del cerebro deli­
rante de Sabinó
Arana y que, sin ningún arraigo en la historia, ha
nacido bañada
en sangre. De otro,
la velocidad lenta, el gas letal
que va progresivamente disolviendo las instituciones navarras, que
va minando toda resistencia al proceso y que bajo la etiqueta de
«democratización de
las instituciones

forales» coadyuva decisivamen-
te
a los propósitm más

brutales.
·
Mientras
que la magnitud de la primera se mide en esquelas y
condecoraciones póstumas, la segunda escapa con demasiada frecuen­
cia
a los
observadores
más sagaces. Y, sin embargo, son inseparables
eri sus objetivos iíltimos. ·
Mas

frente a la situación presente se alza imborrable la Navarra
(3) «Las Tres Revoluciones», ·en Verbo, núm. 80, diciembre 1969~
páginas 935-954.
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