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Número 193-194

Serie XX

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El socialismo, un cadáver que el mundo no se atreve a enterrar

ILUSTRACIONES CON RECORTES DE PERIOOICOS
El. SOCIAI.ISMO, UN CADAVER QUE El. MUNDO NO SE ATREVE
A ENTERRAR
II. EL FRACASO, CONSUMADO O PRÓXIMO, DB TODOS LOS SOCIALISMOS
Y SOCIAL-DEMOCRACIAS
El fracaso económico es si'empre grave, pero no es el peor fracaso.
El
peor de todos es el fracaso humano en la esfera cualitativa del hombre
mismo: en su libertad, en su respon.rabilidad, en su inidativa, en su
generosidad, en su espíritu más.elevado. En suma, se debe insistir en e'sta
pregunta:
Á) ¿Es EL SOCIALISMO UN CADÁVER SIN ENTERRAR?
El libro "L' APREs sOCIALISMB", del socióloga francés de izquierdas
Alain Touraine
-hoy socialista de línea próxima a la de Michel Rocard,
y
editorialista de LB MATIN de Paris-, se explica por los inevitables
y sucesivos desencantos sufri_dos por el autor, como portentos izquier­
'distas de buena fe, en estas últimas décadas.
Los periódicos han repetido las primeraa palabras del libro que lleva
este subtítulo: Liberar la izquierda de las ideologías muertas:
«"El socialismo ha muerto". La palabra figura en todas par­
tes: en

los
programas electorales, en el nombre de los partidos
e incluso en el de los Estados,. pero, está vacía de sentido. Ex­
cepto cuando designa :a una va&ta familia de Estados autoritarios.
¿Tenemos que con,.servar piadosamente esa palabra in8trum-en­
talizada
y pervertida en recuerdo de las luchas y es-peranzas que
desde hace un siglo la han elegido como bandera?.»
El

16 de septiembre de 1980,
en ABC, José Luis Carrascosa, baja el
título EL SOCIALISMO HA MUERTO, comenta, tras estas frases, el libro
de Touraine:
507
Fundaci\363n Speiro

«En L'aprés socitdisme, Touraine se limita a subrayar lo evi­
dente: la izquierda ha dejado de ser "lo nuevo", desatiende los
nuevos movimientos sociales
y se limita a ser instrumento que
refuerza el

poder
del Esttado.»
«-Los soei,a,listas
·

se
presentan cada

día más como una alter­
nativa
de burócratas

recelosos de cualquier movimiento que
recorte el terreno de ese Moloch económico estatal que esperan
heredar:
Dentro del propio socialismo se plantea con más intensidad cada
día un dilema que afecta a su mismo ser.
«El potencial elector socialista espera un programa que co­
rrija los
excesos del capitalismo y que cambie, si es preciso, el
modo
de producción, ¿ Qué expectativas puede ofrecerle un par­
tido (fue se

programa a sí
mismo paia apropiarse

del E_stado y
hacerlo aún
más fuerte? El social-estatismo -conduce más rápida­
mente al
comun,ismo que al socialismo.»
NUESTRO TIEMPO, núm. 315, de septiembre de 1980, cun el ti­
tulo EL ÚLTIMO LIBRO DE ALAIN TOURAINE, recoge el resumen que André
Delhalle hace de la polémica suscitada por este libro después de situar
al autor y a su contexto. He aquf algunos de los comentarios:
508
«Pa·ra Touraine el "socialismo fue la ideología del movimien­
to
obrero", pero
éste
ha pasado a la historia a causa ,le las
transformaciones

profundas
de la sociedad industrial.»
«Alain

Touraine no ve el
socialismo del
lado de la social­
democracia y

aun menos del lado del bloque comunista, de ahí
su idea que el socialismo no existe
y si no existe y ha existido
es porque ha

muerto
con la

transformación de la aociedad. En
este terreno
habría mucho que decir sobre la negatiV'B• del hom­
bre
de izquierda en
reconocerse en
los modelos "reales"
de
socialismo. En el caso de Alain Touraine esta negativa es acom­
pañada

de una condena
general de
la intervención del
Estado.
En

concreto, las nacionalizaciones no tendrían ninguna virtud
particular
para cambiar las relaciones dentro de la: empre.aa.
Con

este
sist-ema se
intenta
."purgar" al socialismo de
algunos
de Stis errores más evidentes, sin darse cuenta que, al mismo
tiempo,
se le está vaeiand-o de

su contenido. La
afirma-ción de
Fundaci\363n Speiro

que el socialismo lucha por la j118ticia y por. la libertad, que
clefiende los intereses de los menos favor.ecidos, es -demasiado
general

para constituir un
programa.»
Según -Touraine,
« ... •hemos pasado de la sociedad industrial a lo que él llama
1'a "sociedad programada", una -sociedad dominada. por la infor­
mática
y en la que los verdaderos dueñ.os serán los tecnócratas,
que

no responden a la
imagen de puros -técnicos que acompa­
ña

normalmente
este término.
»Esta "sociedad programada"

no realiza, sin embargo, para
Alain Touraine, pese a su alto nivel de tecnolo-gia. ningún pa­
l'8!iso sobre Ia tierra. Las tensiones no desaparecen en este nuevo
modelo; social es más,
,,, el
conflicto entre los tecnócratas
y el
público opuesto

a la imposición de
un género de vida y de un
modo
de cambio social por los grandes aparatos de gestión, será
tan central y tan
durad6I'a en la sociedad programada

como lo
fue la

lucha obrera en la
80Ciedad industrial".»
Delhalle, concluye con este juicio:
«Touraine tiene el valor -y este valor es más bien raro­
de

decir en
V!Oz alta

una serie de
verdad·es evidentes. ¿ Qué so­
cialista se atreve a escribir. como lo hace Alain Touraille:, uLa
ideología

socialista
·ha muerto y las fu~as políticas que se
reclaman de ella
y emplean todavía su vocabulario se. transfor­
man
ya: en un·a tecnocracia de Estado, impacientes de ocupar
el
lugar de

los hombres de empresa
privados, demasiado débiles.
No

se trata sólo
de terminar con los grandes principios que
ocultan mal las pequeñas maniobras; el
papel del socialismo
real -el del
Este---es,

desde hace tiempo, el de aplastar la
soeiedad en nombre del Estado. Y no. hay ninguna razón para
pensar que

los
permanentes comunistas y los altos funcionarios
socialistas, ~ega·dos al poder, se comporta-rían

de
una forma
diferente

que como un aparato estatal,
subordinando todo
a las
necesidades de un poder aún más peligroso, pues sería iden­
tificado con el
pueblo".».
En ABC del 2 noviembre de 1980, Eduardo Merigó, bajo el título
EL POSTSOCIALISMO, enfoca $U perspectiva del libro de Touraine con este
párrafo del mismo que
transcribe:
509
Fundaci\363n Speiro

«Cesemos de soñar confusamente en el paraíso perdido. Hay
que romper las amarras y reconocer el cambio en la escena his.­
tórica.

El socialismo fue
la ideología del movimiento obrero en
su lucha contra los amos de la industriaUzación. Decir que sa­
limos de
la época socialista significa
que un
personaje histórico
(el

movimiento
obrero-) pierde importancia

al
miamo tiempo
que

su
adversario (el industrializador) y que su campo de ba­
talla Oa sociedad industrial).»
Y añade este comentario:
«En ese post-socialismo que define Touraine, los actores ya
no
son los mismos que
antes. Es una sociedad post-industrial,
dominada

por la
informática, los servicios y
las
grandes organi­
zaciones.

Los
actores no son

patronos
y empleados, sino tecnó­
cratas, burócratas y operadores. En ese 18Speeto, la visión de
futuro de Max Weber, el gran sociólogo tan despreciado por
los
marxistas, fue

muy superior a
la de Marx. Fue Weber quien
predijo
el papel todopoderoso .de las burocracias en los países
llamados socillllistas y de las grandes organizaciones en los países
llamados eapitalistas. ¿ Qué papel juega hoy día ese empresario
individual, único verdadero capitalista, explotador según los unos
y -creador de riqueza según los otros?»
El objetivo,
«...
deberá 1ter uda vez más conseguir que el individuo es­
cape a la dictadura de las oiganizaeiones, entre las cuailes figu­
ran, desde luego, las grandes empresas, pel'o mucho más aún
el todopoderoso aparato del F..stá·do.
«¿No es ridículo vier la obsesión de comunistas y socialistas
en atacar

a
las multi~ionales o

a los grupos
monopolisras, cuan­
do
et Estado es y seri siémpre el mayor, más poderoso y más
ineficiente
monopolista?
>La enorme -capacidad de repres1on de las libertades indivi­
duales qne

tendrán cada vez
más el Estado y fas grandes orga­
nizaciones
han provocado dos tipos de reacciones en el mundo.>
Y señala lar reacciones del neo-liberalismo, de la que después dire­
mos algo, y la de la izquierda:
)10
«La izquierda ha reaccionado abandonando el marxismo en
los países
más desarrollados

y retirándose
hacia una
mezcla poco
Fundaci\363n Speiro

definida y bastante poco imaginativa de socialismo y liberalismo
que se viene a llamar
social-democracia.»
Pero:
«El problema del socialismo democrático es que aunque en
sus objetivos figure prioritariamente la libertad,. su metodolo­
gía es profundamente obsoleta y, en la práctica, contraria a esa
misma libertad por el papel que le sigue confiriendo al Estado.»
Luego volveremos a las social-democracias.
B) EL SOCIALISMO CUBANO
Echemos unas miradas sobre Cuba, cuyo regimen socialista ha sido
tan cacareado y ponderado, y hagámoslo desde la óptica de dos escri­
tores que no es fácil que sean tachados de reaccionarios.
En
EL PAIS del 25 de abril de 1980, Mario Vargas Llosa, con el
título
Los DIEZ MIL CUBANOS, entre otros comentarios, con ocasi6n de
la impresionante invasión de 10.000 refugiados en la Embajada del Perú
de
La Habana, escribió en los siguientes párrafos, que recortamos:
«En términos cuantitativos, nadie -mejor dicho, nadie que
no sea un sectario-p'llede negar que Cuba, gracisa a la revo­
lución,

es la sociedad
DlM igualitaria

de
todai América Latina,
aquella

en la que
es menor 'fa diferencia entre los que tienen
más y los que tienen menos, donde la pobreza y la riqueza
están más repartidas, y, también, aquélla dOnde .. se ha hecho
más

·por
garltlltizar la educación, la
salud y
e1 traba.jo de los
humildes.»
«Y, sin embargo, pese a ello, miles, o cientos de miles y
acaso hasta millones de cubanos preferirían marcharse a Yivir
en

una sociedad
distinta a

la suya.
¿Cómo explicarlo? ¿Cómo
explicar que prefi-eran incluso

irse
a: Perú y a los otros países
latinoamericanos, con terribles problemas
dé desocupación y de
pobren,
donde

las diferencias
económicas son
enormes y donde
los pobres,
la inmensa mayoría, tienen la vida realmente dura?»
«El ideal. igualitario es incompatible con. el, liberl,ari,o. Puede
haber una
sociedad de

hombres libres y una de hombres
iguales,
511
Fundaci\363n Speiro

~12
pero no puede haber una que compagine ambos ideales en dosis
idénticas.
Esta es· una realidad que cuesta aceptar porque se
trat111 de

una realidad
trágica, que desbarata una -tradición de
utopías generosas
en la que aún nos movemos -y sobre todo por­
que coloca al hombre en 1a difícil disyuntiva de tener que ele­
gir entre dos
aspiracioues que tienen la misma fuerza moral y
que parecen: ser inseparables, el anverso y reverso de la idea
de
justicia-. Pero

no, no lo son: la libertad y la igualdad sólo
pueden
hacer un

corto
trecho juntas;

luego, fatalmente, los ca­
minos
de ambas se cruzan y se divergen.
»Cuba
ha optado por el ideal igualitario y no hay duda que
ha dado pasos considerables, e incluso admirables, en esa direc­
ción.

Simultáneamente
ha ido apartándose del otro ideal y con­
virtiéndose en un
Estado donde toda la vida, individual,

fami­
liar,
profesi,onal, cultural,

se
haJ.la regulada, orientada

y caute­
lada
por un mecanismo ~asi impersonal y anónimo, donde se
·han ido
e~ncentrando todos

los poderes.
Los intelectuales pro­
gresistas

explican que
'~la verdadera libertad"

consiste en tener
educ,aclión, empleo,

protección
soci-al, etc., y preguntan si 1'a
'"libertad abstracta" de los reaccionarios les sirve de algo al
campesino analfabeto

de los Andes, al pobre diablo de
las ba­
rriadas

o
ial negro discriminado de los guetos.
»La respuesta
está

en los
10.000 cubanos apretados en esa
casa y ese jardín de La Habana. La libertad no se puede medir
sólo en términos cuanti,t:«ri,vos~ a diferencia de la igualdad social.
Ella es la posibilidad de elegir entre opciones distintas, y no
sólo
"positiws" ---deCretadas así

por la
filosofía y la moral rei•
nantes

o,
simplemente, por el

capricho
de quien detenta el po·
der-, sino también por las "negativas". En una sociedad como
la
cubana, esta posibilidad se ha reducido al mínimo, como
muestra, luminosamente,
la frase de Gramma!: "Quien elige algo
distinto de ·10 que ha pro gramado para él l1a revolución es con­
trarrevolucionario,
es deeir, antisocial y delincuente. La socie•
dad

igualitaria no permite al hombre elegir
la infelicidad:
ello
es delito".
»¿Significa esto que en

las otras sociedades los
hombres son
de veras ulihres", que

en ellas eligen
t'ealmente lo

que quieren
ser y hacer? En la
práctica no,

claro está, pues
·ese poder
de
elección está
mediatiza-do por

las posibilidades económicas,
cul­
turales, sociales y las aptitudes de cada individuo. Pero el hecho
de que
en ellas ha:ya muchas más opciones que elegir -es decir,
de

pensar distinto a los
demás, de eámbiar de
trabajo o domi-
Fundaci\363n Speiro

cilio, de opinar y de criticar y aun de combatir el sistema~ las
hace, al menos, potencialmente más próximas de aquel utópico
paraíso de la libertad, donde cada cual
. tendrá
la vida que
querría.
La Ubertad es '•'siempre"' mayor en estas sociedades
( aun, cuanJ,o sean dictaduras polltica.s). que, en las igualuariaa,
porqu·e
en el,las. el, poder no está con,;en.trado en una sola estruc­
ruro, sino di&persado en varias, que compiten entre sí y recipro­
camente
se neutr'alfuan.. Esa dispersión es la que gamntiza un
margen
-mayor o menor-de autonomía e independencia a
las personas y, al mismo tiemJ)O, es una continúa fuente de
desiguald81d a

todos los
niveles.»
Ocurre que,
«Fidel Castro no puede · establecer la libertad de prensa en
Cuba porque allá todos lo& Órganos de la información. al ~
estatales, no ·puede -opinar ni informar en contra de este ente
omnímodo

y
sofocante.>
En conclusión, opina:
«Que, entendidas en términos extremos, la libertad y l·S! igual·
dad sean opciones alérgicas la una a la otra no puede querer
decir que
estemos condenados a la injusticia-. Sino, más-s-enci­
l1amente,
que hay que renunciar a las UlOpúu, a las opciones
..............
Unos meses antes, en LA VANGUARDIA de Barcelona, con el
título
EL CASTRISMO, ¿FASCISMO DE IZQUIERDAS?, el historiador inglés
Hugh Th.omas, que lo fue en su dia de la guerra de España, y que luego
ha _publicado una muy documentada obra en varios volúmenes sobre Cuba, responde a la pregunta que él mismo formula.
Pasados los

veinte
años de la entrada de Fidel Castro
y sus barbudos a La Habana: ¿En qué
medida
es su

obra
realmente revolucionaria? Y va respondiendo:
«En primer lugar, hay que reconocer que los, rasgos impor­
tantes
de la economÍ'a cubana no 'han eamh-iado desde los años
cincuenta. Ciertamente, como en todos
lo& Estados comunisms,
el

Estado
desempeña un papel determinante
en la economía.
Ahora,
como en 1957, lo que sigue dominando en aquella eco­
nomía
es el azúcar, y si

algo
ha cambiado es más bien en el
sentido de una extensión del monocultivo.»
Fundaci\363n Speiro

SIGUE-LA DEPENDENCIA DEL MONOCULTIVO:
«Al principio de 1'81 historia del regunen se hablaba mucho
de una diversificación de la agricultura, Sin embargo, a partir
de 1918, probablemente bajo la: presión soviética, el azúcar se
beneficia de una atención prioritaria y del grueso de las inver­
siones. A
pesar de todo, no hay un aumento importante de la
prodUcción. Durante estos últimos afios la producción ha sido
del orden de 6 millones-de toneladas,. lo que representa un li­
gero aumento con respecto ·a la producción media de los años
cincuenta. Ahora bien, Cuba producía 7 millones de toneladas
en
195% y 5 millones en 1925-. La tecnología moderna ha hecho
aumentiµ-
el rendimiento del azúcar en el millón doscientas mil
hectáreas que se dedican a la plantación de caña de 9¡zúcar,
tanto ahora como en la década de los cincuenta.
>Una cierta ventaja para la economía ha sido el hecho de
que el régimen h!aya conseguido introducir maquinaria para
cortar
l11r caña. Sin embargo, no hay duda alguna de que l'll re­
volución no sólo ha mantenido la dependencia del país en re­
lación al monocultivo del azúcar, sino que esta dependencia se
ha vuelto mú -acentuada todavía. Por ·esta simple razón, sin
·tener en

cuenta
lés otras muchas,

la política exterior
de Cuba
es· tan dependie~ de los soviéticos como lo_ fuera en otros
tiempos
de los norteamericanos.»
RUSIA ABSORBE EL COMERCIO BXTBRIOR:
514
«En 1977 los cuatro quintos del comercio exterior cubano se
realizaba, con los países del COMECON, y sólo la Unión Sovié­
tica absorbía el 60 por ciento. Aquellos países son los que hoy
abastecen
a los cubanos la casi totalidad de los fertilizantes, del
trigo, del petróleo, así como del resto de las importaciones vi­
tales de la isla. Se calcula ·que la ·ayuda económica a Cuba, sin
contar_ la
~da militar, asciende a 5.000 millones de dólares
desde hace quince

años (cerca de un millón de dólares por día,
cQn valor de dólares de 1970, aproximadamente). Desde 1972
Cuba forma
parte _del COMECON; por tanto, la orientación de
la
economía euhamr está determinada por lo que quiere

el
CO­
MECON~ y no por lo que Cuba o los agricultores cubanos
deseasen
producir en
otras circunstancias.>
Fundaci\363n Speiro

No HA HABIDO INDUSTRIALIZACIÓN:
«Cuba no tiene industria, fuera de la del azúcar. El desa·
rrollo
económico

de la isla
ha sido, desde 1959, el más lento
de todas
las otras

islas
del Caribe. Teniendo presente las difi­
cultades existentes para establecer unas estadísticas precisas, no
parece
que
-el índice de erecimiento cubano haya sobrepasado
una

media
anual del Z,5 por ciento. Probablemente la República
Dominicana ha alcanzado el 6 por ciento, Cierto es que algunas
actividades industrfales nuevas están-siendo activadas, concre­
t!amente
la producción de -acero, cemento y ácido sulfúrico. En
la
actualidad, Cuba es el quinto productor mundial del níquel.
La mitad de su producción es v.endida a los países del COME.
CON. No obstante, el hombre de hoy no puede vivir úniCB­
mente

del acero. Las racione_& alimenticias que el
cubano medio
recibe
en la actualidad han sufrido una reducción, mientl"as que
en
el pasado tenían
una alimeontación mucho más variada.>
MÁS RACIONAMIENTO QUE EN EL ESTB DE EUROPA;
«Evidentemente., el racionamiento sitúa a Cuba muy por
detrás-de

los
países del
Este
europeo que, en

comparación, son
verdaderos
.. países de Jauja". Los paíSleS del Este eon. los pri­
meros en reconocerlo. Uno de ellos
me comentaba --en

los años
sesenta que ir ·de Cuba a Hungria, por ejemplo, -era como pasar
de

un país en
el que .se come como en .los peores momentos de
la segunda guerra mundial a
una sociedad de ahwulancia.
»Pasando

al plano
político no

hay que olvidar que en
el
lugar del régimen de Batista, Fidel Castro fundó un F.staido en
el que él mismo es el
"gran dirigente", probablemente vitalicio.
El nuevo Partido Comunista
cubano poco difiere en su organi­
zación de los partidos de :los otros Estados comunistas, y a
excepción
del propio
Castro, la mayoría de los dirigentes de
este partido

son hombres que
-erQ comunistas antes de 1959.»
Por otra parte, en cuanto al P. C.:
«El Partido Comunista cubano es aún menor, en relación
al porcentaj.e de la población, que en los otros Estados comu­
nistas. Dicho partido abárca ciertas ins-tituciones poco comunes,
por

ejemplo,
los comités de Defensa de la Revolución, empresa
que comenzó como una
especi-e de red

de
espionaje (con
la
función de
verifical" que los que abandonaban

el país remitían
515
Fundaci\363n Speiro

sus biene~ tal como marca la ley, al &tado y no a los amigos)
y
que se ha convertido en el animador de la acción cívica en
favor

del
partido.»
Se trata de UN EsTAOO SUPÉRMILITARISTA:
«... el país fue transformado ''a latigazos" en un ex.tenso
campo

militar.
El elemento militar en la propaganda: del régi­
men,
en la

que
los dirigentes cubanos probablemente creen

a
pie& juntillas, es mucho más 1JOrprendento que en cualquier otro
Estado
comunista. De

ahí
las declaraciones que Castro hiciera
el

19 de
diciembre de

1976:
,,tMientras haya

revolucionarios
con
fusil ninguna ·causa será jamás perdida".
»Con el transetirso de los años, este aspecto militar del ré-­
gimen ee ha reafii:mado más y más.»
«Por -en talla, las fuerzas armadas cubanas son con mucha
diferencia las más importantes de la zona del Oarihe, exceptuan­
do
las fuettzas armadás norteamericanas. De los paí-ses satéHtes
europeos
de

la
Unión Soviética, solamente Polonia

tiene
unas
fuerzas

armadas más numerosas; ahora bien,
su pohlación es
también cuatro veces mayor que la de Cuba. Dictaduras mili­
tares oomo la de Ohile o
de Argentina tienen muchos menos
soldados

que Cuba. Este poderoso ejército es también la ins­
titución
más importante

de la
nación, desempeñando
un papel
clave en la economía, por ejemplo,. al proporcionar mano de
obra
adicional para la recolección de la caña de azúcar.»
Y es dependiente de Rusia:
«El ejército cubano está estrechamente ligado al ejército
rojo
y, a_s-i, J.odc;t el

que _piense que Cuba
dispone de
una cierta
libertad de . ,acción en Africa o en cualquier o-tro lugar, que
tenga
presente este
hecho. Existen buenas razones para
pensar
que

la Unión Soviética ha armado
,al ejército
cubano co.;i
la
idea de utilizarlo, tal y como lo ha hecho.»
C) DEL SOCIALISMO ESTATAL AL AUTOGESTIONARIO
Yves Durrieu, miembro del comité directivo del P. S., secretario de
las· secciones y grupos "SOCialistas del E.-D. G. -D. F. y ·animador del
516
Fundaci\363n Speiro

CERES, ha publicado, en LE MOND,E del 8 de diciembre de 1978, un
artículo titulado CoNTESTATION ET AUTOOESTION, que comienza con esta comprobación:
«A partir de los excesos estatales del régimen &0viético7 se aaiste a una creciente "contestación" del papel del Estado como agente político, eeonómico y cultural.>
A su juicio, el esquema leninista,
«... no pnede aceptara~ habida cuenta de la experiencia &o·
viétiea, conocidos ios sbusos que ocasiona el poder absoluLo del
Estado. F.s, pues, pr-eciso,:
>De
una parte, limitar el poder del Estado, durante la
transición al socialismo, percatándose de que toda extensión de&­
mesu.rada, incluso a título privisional, de hecho se convierte en
definitiva.
»Por otra parte, eliminar la hipótesis de la desaparición
del Estado a largo plazo, en la
medido en
que una sociedad
autogestionaria socialista no será homogénea, presta 1t una ar­
monía universal, sino que en

ella
:baJH,á que

reglar
las contra­
dicciones, los intereses· divergentes

entre
las capas sociale3, las
regiones,.
etc.
»'En fin, se debe tomar constanei,a, del hecho de que el Estado
es
un instrumento indispensable para la
transformación de
la sociedad y que una vez se hallen los socialistas en la cabeza
de
este Estado, es

imposible diluirlo: la
1:1sociedad
civil" no
puede
eclipsar a la .. sociedad política".»
Recoge el autor las criticas prodigadas desde el mes de mayo de-
1968, la
posici6n crítica adopurda por los "nuevos filósofos" y lo an­tiestatal y autogestionaria de ciertos medios de j6venes de izquierda, y comenta:
«.. entrar en este juego y negar el Estado conduce a la de­
magogia y a la ilusión.
Negar _e-1 problema 'Y hacer e1 juego al
centralismo,
justifica el ataque,
Por ello, propone que:
« ... el Estado no ejerza un derecho de propiedad en las em­
presas públicas. De una parte, que no aporte directamente el
517
Fundaci\363n Speiro

capit•l .como propio, sino a través del erédi~o · público obede­
ciendo
para
sµ .atribución a ciertas reglas objetivas

fijadas en
el Plan.»
«De otra :mirte, el Estado no tendrá derecho alguno de ges·
ti_ón
en las empresas, que corresponderá a los u·abajadores en
las empresas públicais, .no .debiendo someterse a otras reglas sino
a

las del Plan y
eventualmente a
las obligaciones del servicio
público ...
»
Adem_ás, propugna:
»Que no haya ninguna asimilación entre el Estado y el
partido ... (único como e-n URSS, ni mayoritario, como en USA).
»Que sea descargado el Estado del máximo posible de frm·
cío,..;· .., provedw de las Colectividades lomles y de las re­
giones ...
»La introducción de ltIJ democracia directa..
» ... de una parte, en las asambleas de trabajadores en sus
empresas y las asambleas de barrio con pod:er delihe'rante; y,
de
otm parte,

la
posibilidad de crear delegaciones
que "contro·
len" a los elegidos y que
aseguren a

todos los niveles el enlace
entre la base y el elegido; 1y, en tercer lugar, Con desarrollo de
asociaciones de todo orden que confieran una autonomía de
iniciativa y

de
expresión incluso
fuera
de las estructuras del
Estado ... »
Esta postura, revisionista, merece especial atención. De una parte, en
lo referente a la
autogesti6n que, en términos generales y con referencia
específica a

Yugoeslavia, veremos en los si.guientes recortes. Y, de
otra,
en

cuanto significa, en cierto modo,- un
intento de

restauración del
PRIN­
CIPIO DE SUBSIDIARIEDAD,
que aq_uf, en España, se quiere enterrar con el
apoyo de la vigente Constitución. Sin embargo, es difícil de mantener el respeto debido a este principio
si queda

sometido a la
soberanía· 'popular
expresada

en el sufragio universal inorgánico
y puesta, por este medio,
d-disposición del partido o de la coalición que detente el poder.
Centrándonos en la
AUTOOBSTI6N, de la que VERBO se ha ocupado
repetidas

veces, la última con el estudio de Louis Salieron: ¿Es
POSIBLE
UNA FÓRMULA
DE AUTOGESTI6N EN LA EMPRESA? (núm. 161-162, enero­
febrero de 1977, págs. 209-247), tenemos a la vista dos recortes.· Uno,
de
ABC del 19 de junio de 1979, titulado LA AUTOGESTIÓN EN YUOOES­
LAVIA,
firmado por el Ingeniero ·de Caminos Gabriel Barceló, que explica
su funcionamiento:
~18
Fundaci\363n Speiro

«En el sistema autogestot hay clara distinción entre órganos
de gobierno
y de administración. La función de gobierno se rea­
liza
por la Asamblea General de Trabajadores, constituida
por
-el conjunto del personal, y en la que se concentran los poderes
soberano~ que elige por votación eecl'Cta el Consejo Central de
Trabajadores (cuyo's miembros pueden ser revo·cados en cual­
quier

momento) que elige
también mediante

votación secreta el
Comité Ejecutivo, compuesto de
3 a 11 miembros, y al que se
le delegan muchos poderes de gestión.
»La función

administrativa se lleva a
ct1bo por
el director
general
y demás mandos, que constitu'Yen los funcionarios, con
organización
vertical y ascensos por riguroso . eseailafón. El di­
rector, elegido pOr Wl período de cuatro años, se con~idera ele­
mento
ext"mo a

la empresa;
resl)Onsable · técnico

de la gestión,
ejeeUita la política que le marca el Comité, donde sólo puede
hacer
sugerencias. No

puede nombrar
-ni despedir- a ninguno
de
e,us cohthoradores, que

son
de&ignados por_ el Consejo, al
que ;no pertenece. Como casi todo en Yugoslavia, la contrata­
ción
del director está minuciosamente regulada por la ley; no
así sus

funciones
y responsabilidades. Por eso se decía jo-cosa­
mente

que la diferencia entre un
oso y
un director general es
que el oso está protegido por la ley; el director, no.
»La toma de decisiones en las empresas autogestionarias es
lenta y complicada. Cualquier iniciativa
debe pasar numerosos
"filtros". Primero el Comité del Partido Comunista y el secre­
tario del Sindicato
e_studian y
discuten la
propuesta,; después
se

presenta al "Collegium", luego
al "Collegium en .pleno", pos­
teriormente a la
"Politikal Aktive",
organismo qne
abare.a tres
"ramas"

del
sistema. ~spués se

acude a la colectividad para
la "difusión del
mensaje": cada

miembro del
"Politik.al Aktive"
somete el

tema
a su grupo para

que
lo discuta; los fwiciona­
rios del Partido reúnen

a los
mierilh-ros de su Comité
Central
para estudiar las
posibles repercusiones

de la
propuesta; luego
se

convocan reuniones en cada unidad económica para respon·
der a

preguntas.
Finalmente, _la pro,puesta, una vez aprobada
por el Comité de Trabajadores,
se somete
al Consejo.
»La compleja autogestión yugoslava funciona porque el par­
tido único
-La Liga Comunista'----ejerce gran influencia, tanto
directamente como

a
travéa de sus organiy¿aciones de masas: la
Alianza Socialista
del Pueblo

Trabajador, la Confederación de
Sindicotos y las Brigadas Juveniles. Los directores y altos fnn­
cionarios de las graiid·es empresas; que en su niayoría pertenecen
519
Fundaci\363n Speiro

)20
al Partido, son responsables ante él, en especial de la adhesión
a
las resoluciones de los C.;mgresos del Partido. Su promoción
y reelección dependen much'? del apoyo del Partido, pues, por
ejemplo, las
listas de candidatos . al Congreso se presentan por
la
Liga Comunista o por 9llS-organizaciones de masas, cada un·a
de las culiles tienen en cada empresa sus órganos de decisión.
:,,,Para precisar conceptos transcribimos palabras de D. Pe­
trovi·c, presidente del Consejo de la Confederación de Sindi­
catos:
"El sistema socio-político basado en la autogestión es, de
hecho, una forma contemporánea de la dictadura del proleta­
riado, una dictadura ~e democrátiaz y humanis~ pu~
como Len-in puntualiza, socialismo es -democracia para la ma­
yoría
de
la población,
para todos los
que trabajan" (Autogestión
.,. Yugoslm,ia, Londres, 1977, pág. 9). Lo Liga Comunista, a la
que sólo pertenece alrededor del 15 por 100 de la población,
representa y

defiende los intereses de la sociedad en general; es
~ sector consciente de la clase trabajadora", sin la cual seria
imposible asegurar -el mando-o la dictadura de la clase traba­
jador&. Asimismo, el

Sindicato
--organización voluntaria
a la
que pertenecen todos
los empleados de la empresa-es "la
fuerza organizada"
de la cl11Se trabajadora; junto con el Partido
inspiran y ponen en movimiento
la autogestiÓn.
)'En resumen,
para

que el sistema autogestionario no deg&­
nere en

un
cantonalismo anárquico de intereses divergentes, el
Partido, con
sus organizaciones de masas, es Je fuerza de cohe­
sión que coordina y aglutina los diferentes entes autoges.tio­
nados por encima de los intereses particulares

de los diversos
grupos de trabajadores; como

el
sistema nervioso llega

a todas
partea., vigile y

controla
desde -e~ eerehro y

es
a la
vez árbitro,
fiscal y

juez de todo el
proceso económico-social.>
En suma, dice el articulista que Yugoslavia
«... es una sociedad marxista que mantiene acusadas carac­
terísticas
del sistema soviético: intervención del Estado, partido
único, burocracia
sindical y
de los Ayuntamientos,
etc.»
Por otra parte, recuerda
«...
los ·problemas de I_a autogestión de empresas en sus vein­
tinueve
años de existoneia con los que se ha enfrentado el país:
huelgas, "incongruencia salarial", debido a las grandes diferen-
Fundaci\363n Speiro

cias de un.as a otras empresas, emigrac1on de trabaj,ardore~ in-.
Ilación

que ha llegado
al 30 por 100 y el paró al 15 .por 100, exceso de reuniones y pérdida& de tiempo, dificultades para repartir el excedente

de
explotación entre salvio~ inversión
a
corto plazo y
reservas, e inconvenientes para crear nuevas em­
presas; en resumen, falta de eficacia comparada con la eeonomilf de mercado, como ha puesto de manifiesto recientemente el economista H. Lepage .
.>Nos limitamos a preguntar
si 108 que gritan y piden la
autogestión piden también e1 partido único y la dictadura del proletariado.>
En la reunión de la Mont Pelerin Society, celebrada en Madrid en
septiembre de 1979, el economista
yugoeslavo, profesor Svetozar Peyo­vich, hoy residente en U. S. A., se ocup6 de la cogesti6n obrera. De fu cr6nica de la reunión, aparecida ·en ABC del día 6 de dicho mes, recor­tamos esta referencia:
«En su ponencia sobre "La cogestión obrera", el profesor
yugoslavo, que es un especialista en. materia de cooperativismo
yugoslavo,
puso de relieve que

la critica
. más dura

contra la
cogestión reside precisamente en _ que la participación obrera. en
la dirección de la empresa está siendo impuesta en Occidente
por
la fue1i2;a estatal o la coacción sindical.
>Al contrario de otras muchas estructuras de la organización
de la vida económica que han emergido espontáneamente del
proceso sochd, ,como es la sociedad anónima,, por ejemplo, la cogestión no ha surgido de manera natural por acuerdos con­
tractuales
libremente pactados,
-subrayó el
profesor Peyovich.
El
especialista yugoslavo

resaltó que la cogestión y la
cooperación,
impuestas

por motivos
ideológicos en
Yugoslavia, ha sido in·
capaz
de dar una organización ·eficaz en este país al sistema
productivo. De
hecho, ·ha sido modificada por acuerdos de mer·
cado negro

que
acercan al sistema yugoslavo al sistema capi­
talista.>
D) LAS SOOIALDEMOCRACIAS
Después de recordar loa artículos de Vallet de Goytisolo: DE LA DEMOCRACIA POLfrICA A LA SOCIALDEMOCRACIA y ¿ADóNDE LLEVAN LAS SO­CIÁLDEMOCllACIAS'!, recogidos en .. MÁS SOBRE TEMAS DE HOY'' (págs. 320-331), sacamos de nuestra carpeta tres recortes.
521
Fundaci\363n Speiro

El más viejo es de ~ t;lel 24 de abril de 1979, y corresponde al
comentario
SUECIA, PARAÍSO PARA CONFORMISTAS, de Antonio Alférez, quien
explica cómo alU el relevo de los socialistas a los liberales en el go­
bierno no ha
originado_ más

cambios que los motivados por la crisis eco­
nómica, pero

sin modificar ni un ápice toda la
JX)litica fiscal. Esto

cons­
tituye una pesadilla fiscal.
«Los impuestos son el tema por excelencia cuando se con­
versa
con un sueco. El país, con una renta per cápita de 9.030
dólares (el primero del mundo, tres veces superior 1111 de Es.
pafia), configura la sociedad más igualitaria del mundo,- incluido
la China de Mao.
En teoría, entre el sueldo más alto y el más,
bajo no hay diferencia mayor al de tres a uno,. -despué& de de­
ducidos los impuestos. En la práctica, las diferencias son me­
nores aún. Tres ej.emploa;
»Un matrimonio con_ dos hij~_ y unos ingresoa de 100.000
coronas, paga ·al Fisco aproximadamente el 50 por 100 de su
sueldo.
»Un soltero

que
cobre 1111 sueldo bruto de 100, supone que
la
empresa ha' de pagar 140 (40 pata el fisco). De lo_s, cien, el
empleado
recibe sólo 35, c.on lo que· el Fisco percibe 105: 66.
más los 40· (Jue tributó la empresa.
»A un

empleado altámente retribuido · que le suban el suel­
do en
un equivalente

a medio millón· de
pe&etas al -afio, la me­
jora salarial, dedúcldos los

impuestos,· puede
queda·r reducida
a
unas 5.000 pesetas
lllensuales (el

precio de cuatro botellas de
licor).
El Fisco es implacáhle. Pegan · illlpuestos hasta los propieta­
rios

de
los 650.000 perros del

.país
(poco menos dé dos mil pe·
·setas al año), y ahora se diSCU.te si se va a tener que pagar
también por la posesión de un gato~ El sistema impositivo ex­
plica,

por
ejemplo, que · nadie

quiera
hac~ horas extraordina­
rias

(de
eadá treá coronas percibidas por este concepto el Fisco
se queda

con
:2,9Ó, mienttas que ·e1 trabajador sólo recibe 0,10).>
Pesadilla que, como contrapartida, ha traido consigo CONQUISTAS
SOCIALES:
Si los· suecos no ·se han rebelado contra ·esta "tiranía" fiscal
es
porque ht& contraprestaciones que reciben a eambio son ex­
cepcionales. Ningún sis-tema

_como
el .sueco asegura la

vida
del,
ciudadano desde la-,.cuna hllista la eepulton.. Ninguno

vela con
Fundaci\363n Speiro

tanto cuidado por la equiparación entre clases (ya no existen),
entre sexos (la mujer sueca es la
más emancipada del mundo)
y entre
edad.e~ (los derechos de los

niños y de la tercera edad
son OOtl más sagrados que los que se encuentran en "edad de
producir").
»En líneas generales ae puede decir que el sueco se pasa dos
etapas
de su vida "recibiendo" (infancia y vejez) y una "con·
tribuyendo" (desde los veinte a los sesenta y cinco años). Un
20 por 100 de los suecos están jubilado9, entre el.loe un cuarto
de millón que se han retirado del -trabajo prerilat11nl1Dlente por
inadaptación
física o síquica.
»Incluso en la fase "contributiva" del sueco, las condiciones
de vida
son sumamente ventajosas: se paga nueve meses a 1111
madre -o el padre-del· recién nacido para que se quede en
casa;
hay penniso pagado para cuidar hijos enfermos, y en caso
de enfermedad dél trabajador •• paga huta el 90 por 100 del
sueldo.»
Pero, a pesar de ellas, DESILUSIÓN:
«Con todo, Suecia no configura una sociedad perfecta. La­
boralmente,
el desinterés por el trabajo --,que tanto se ha hu­
manizado-registra cotas muy alarmantes y e1. absentismo· Ja ..
boral es el más alto del mundo. A nivel familiar hay que se­
ñalar las frustraciones qµe supone que haya más divorcios que
matrimonios, desde hace añ.oa, y que un tercio de las ; familias
no tengan hijos -Oa 'media en Suecia no llega a ~ hijo por pa­
reja). A nivel individual ahí está el. récord de suieidios. El
igualitarismo ha eliminado muchas injU8ticias en Suecia, pero no
ha heeho felices a sus habitantes. El "em1o de vida suecQ~ sigue
en pie; no hace crisis, ,pero su brillo se ha empañado un tanto
.y ya apenas cautiva.>
El problema de fondo es abwdtldo por .Pedro Schwartz, e,cponiéndolo,
con
el título Soc1ALDEMOCRACIA Y LIBERTAD, en dos artfculos aparecidos
el 9 y el 18 de ;ulio de 1980 en ABC.
En el prime.rq.J.._· apone c6mo tanto los marxistas ortodoxos como
los socialdemócratas,
<... son víetimas de la ilusión marxista de que .. las, libertades
personales y políticas· pU:eden · pervivir cuando -desaparece o se
atenúa
su base económic&9 que es la propiedad privada.>
Fundaci\363n Speiro

Y advíerte,
c... digo que el respeto de la propiedad privada no es una
condición suficiente parat que fos ciudadanos de un ,país gozen
de todos los derechos humanos.
>Sin embargo, en ningún paí~ en el que la ,propiedad pri­
vada
de los medios de producción ha desaparecido, existen Ji. bertades políticas y personales. Los grados de expropiación o
nacionalización son diferentes, mas parece haber una frontera,
traspasada la Cual 'las libertades desaparecen sin esperanza

de
retomo.
>La nacionalización y planificación de la economía son me­
nores en Hungria y POionia que en la URSS o en China.
Sin embargo, en todos loa países de ·este · tipo, que han abolido
e1 principio de respeto a1 derecho de la propiedad privada, los
derechos humanos y políticos son pisoteados diariamente. In· eluso más interesante para mi tesis es que,. cada vez que intentan
restaurar, aunque sea parcialment~ la libertad 'CCOnómica, el incentivo del beneficio, la libre compraventa en mere81dos es­
pontáneos,
se
ven for1z.ados a detener el experimento, porque co­
mienzan a
tambalearse las estructuras de la represión política.>
Su opinión es:
«Sostengo que esa misma contradicción entre propiedad y
libertad empafía los ideailes de los socialdemócratas. Es curioso
nota:r que Marx era en realidad un socialdemócrata, a pesar de
sus planes revolucionarios.>
Ya que,
524
«... Marx concebía la posibiüda·d de que el régimen que
propugnaba se insliaiUrase no por _la fuerza, .eino por los votos
allí donde, como en lnglaierrá, imperase la democracia. Y sobre
todO me

refiero a que
los' programas
políticos
expuestos por
Marx en el Ma,w/ies.t.o de 1848 o,_ en su crítica al_ programa de Goiha en 1875 (que también redactó con Engels) son pr~gramas
socialdemócratas en la acepción presente de esta denominación:
desde la enseñanza estatal hasta la nacionalización del crédito,
pasando por
el control del comercio exteri~r y el impuesto ·pro­
gresivo

sobre la
renta, todo está ahí y nada sobra.
~O no es casuai. Los socialdemócratas de hoy también quie-
Fundaci\363n Speiro

ren construir un mundo feliz por medio de la paulatina supre­
sión de la propiedad privada: precios controlado~ fincas mani­
fiéstamente
mejorables,
empresas
públicas, financiaciones privi-.
legiadas, monopolios legales, control de camhios, nacionalización
de la medicina,
de la enseÜill[lza; he aquí otras tantas maneras
de minar la ·propiedad privada de los medios de producción.>
En el segundo articulo insiste:
«El tipo de sociedad que Marx quería crear con su actividad
política
se parece mucho a la que los socialdemócratas han es­
tablecido en aquellos lugares ·donde han alcanzado el poder.
>Es cierto que hay una diferencia importante entre un mar-­
xista
iy un socialdemócrata: tanto el maestro, como sus discí­
pulos más puros, defendier-on la necesidad de una "dictadura
del proletariado"
para terminar- con el capitalismo; mientras
que los reformistas, o socialdemócratas, como se les llama ahora
(entre · 1os que., por-cierto, habría que contar· a Friedrich En­
gels), siempl'e han deféndido las formas de la democracia po­
lítica occidental.
>!Mi tesis es que, a pesar de los buenos deseos de nuestros
socialdemócnttas
en

materia de
libertades individua1es
y polí­
ticas, el tipo
de sociedad por la que luchan, es decir, la sociedad
igualitaria, es -el tipo -de sociedad dibujado por Marx; y esa
sociedad
igualitaria al. final resulta incomp-arlhle con los der&­
chos
humanos

y -democráticos.
:i-Pero, se me ··dirá, ¿no son los

países socialdemócratas, como
Suecia,
el Reino Unido, Al_emania, Austria, aquellos en los que
más libertades personales y políticas ,hay? Quizá 1ai libertad sólo
sea ·posible

en una sociedad que
busca la seguridad y_ la igual.
da(4 en

vez de consentir el
riesgo a

las
diferencias de
fortuna.
>iE&tos son

los pensamientos
9.ue han llevado a muchos es­
pañoles a considerar el- Estado- de bienestar inglés o sueco como
un modelo para
España. Pareee que una sociedad, en la que el
Estado
providencia se

ocupa
de proteger a los ciudadanos de
la,:, consecuencias
-de sus

equivocaciones y en la que .un impuesto
progresivo
suprime las grandes diferencias de fortuna:, es 4:l
marco ideal para la
experimentación individual -en distintas for­
mas de vida y ·para la plena participación. de todos en las acti­
. ~darles políticas.>
En cuanto a la libertad civil, que el autor denomina libertad indivi­
dual.
señala que
con
los 1egimenes Socialista.r o sóciáldem6cralas,
Fundaci\363n Speiro

4:... el ser hlimano queda mutilado cuando todas las deci­
siones importantes de su vida. las toman las autoridades; en el
Estado de bienestar los cindadanos quedan reducidos. a la con­
dición
ele adolescentes sin responsabilidad.es, a quienes se da
algún dinero .JI.e bolsillo para sus vacaciones y entretenimientos.
>En mi opiniOOy pues, las libertádes personales en el Estado
de bieneetar o bien son aperen tes o bien son efímeras: aparentes
porque se refieren al empíreo de ·las sensaciones solipsistas,;. en
vez

de al mundo de
las obras 'Y de las empresas; o efímeras,
porque la independencia personal ·sobrevive en las socialdemo­
cracias sólo mientras en su
organización perviven

elementos de
ca,pitalismo.»
Respecto de las libertades politicas, recuerda un famoso párrafo de
John Stuart Mili:
«Si todas las carreteras, los ferrocarriles, los Banc~ las
compafi:ía de se-~os, las grandes sociedades a·nónimas, las Uni­
versidades .y la
asist~cia pública fuesen ramas de la administra­
ción... toda
la libertad de Prensa y constitución popular de la
legislatura serían incapaces d~ impe_dir que el país fuese libre
sólo de nombre. 6)e La Libertad, 1854.)>
Y concluye:
4:La extensión del ·¡deai sóci.alista a la fábrica, al Banco o a
la
granja, cuando

ya
impera en el

hospital y
la escuelo, no
aólo
es fatal para
la prosperidad, sino que '1a,ce temer que, tarde
o
tempráno, se reilice la profecía de Stuart Mill.
»Las civiliz_aetones,. salvo catástrofes bélicas irreparables, de­
caen lentamente-. Durante decenas de afios quizá las socialde­
mocracias europeas puedan continuar funcionando como países
libres, mf.~tras lm, ·individuoa Van entregando al Estado par­
celas cada vez mayores de su vi"a personal y de su actividad
económica. Ma~ ~l iin, tendrá que llegar el momento en que,
o · los euro-peOs -se" dan c~enta de que ia socialdelDocracia es un
camino
de
servidumbre, o ~o· serán libres más qile de nombre.>
E) · LIBERTAD B IOUALDÁD
He ahí un dUema sin solución, y de difícil e inestable equilibrio.
"LIBERTAD Y DESIGUALDAD" ·es el titulo de .un libro de Paulina Gara-_
Fundaci\363n Speiro

gorri, que en ABC del 19 de abril de 1979 comentó Pedro Rocamora,
y de cuya comentario recortamos:
«La libertad de creación del individuo, sus posibilidades de
iniciativa capaces de enriquecer el co_ntomo social, el juego de
la
pluralidad de oPortunidades y, sobre todo, esa inesquivable
desigualdad
que e& producto de la ca,pacidad personal de cada
hombre
y del

sello
que en él imprime la cultura.
>La sociedad -concluye Garagorri.--no debe regular.e por
media·DÍ11S, sino respetar la

expansión de los
mejores. De
ahí
que
la desigualdad humana será la consecuencia de lo que loe
individuos hacen de sí mismos, y

de
&US capacidades y propia.:
dades
individuales

en un
"mercado" libre, aúnque regulado de
tal forma que haga imposible la concentración que lo falsifica
·Y anula. La máxima igualdad de oportunidades y la aceptada
des-igualdad
final
en las realizaciones para cada individuo
es,
a. Juicio del autor, la expresión del "libemlismo socialista" de
nuestro tiempo-•.
>El liberalisino, pues, se plantea como forma de perduración
de la idea de libertad, que no puede ser ajena a la sensibiliza­
ción

impuesta
por los nuevo& -~c1hos sociales.
>Un ~vidente
riesgo,

sin embargo, oscurece
el horizonte del
futur0i,
inclinando de un lado. el equilibrio de la balanza. El
E_stado,
prevé Garagorri, facilitará más que nunca la vida fisio­
lógica y

el
acceso del individuo

a los
bienes $.Í&tentes, pero
la

vida humana se 1e va a dar
hecha, prefabricada y. sin contar
con
su propia inclinación. Con esa pel'spectiva se vislumbra una
crisis-
o
,.1 men~s un singular deterioro de la autonomía indi­
vidual. El
E!Íta~o va
a
h81Cer de ''~Providencia' pero.

de una
tr1Providencia" muy ordenancista, que no v.a a permitir "el goce
de
inventar", que es la acción básica de la libertad.
»Gara'goni lo. afi~a t~inantemente. La vida privada, la
vida libre va a
ser progresivamente asf'txiada por

la homogenei­
dad de los
recursos y

situacione,
que. por imperativo

de las cir­
cunstancias
impon.eirá la

decisión del.
Estado.»
El comentarista preguma y piensa en alta voz:
«Mas, ¿ cómo arbitrar de una manera efectiva esa fórmula de
contrapeso
.frente al
Leviathan que
ae avecina? ACMO -piensa
_
Garagorri- la fragmentación
del ejercicio del poder: disminuirá
la
inbmsidad de _su presión so~e e1

individuo. El- liberalismo,
527
Fundaci\363n Speiro

que nació de la revolución francesa, fue centralista e igualador
pol'qll.6 tiÍ convenía al centralismo jacobino. Pero hoy, para
proteger la libertad individual,_ y limitar al F.stado, es preciso
descentralizar los núcleos
de poder y crear una pluralidad de
situaciones. Una sociedad con libertad no ha sido nunca estátic~
s.ino
el resultado de tensiones plurales-. Sólo -aisi podrá consoli­
darse esa nueva

aspiración a que tiende la vida
humana.»
Buena parte del secreto de las mutilaciones que socialismo y social­
democracias producen

en
los hombres y, consecuentemente, en las socie­
dades
que
los sufren,

está en el título del libro de
Jean-Claude Colli:
"LA LIBERTAD ·TIENE IDEAS"-, que comenta Rafael Gómez López Egea
en un reportaje de Europa Press, publicado en EL PENSAMIENTO
NAVARRO del 17 de septiembre de 1980.
Leemos:
«Para Jean-Claude Coll, ser libre supone la pos-ibilidad fác­
tica de elegir una entre vari11s opciones, y e.so en los más di·
versos aspectos que se le plantean diariamente al individuo.
Libertad · para trabajar donde a cada cual le lleve su vocación;
libertad de Gdquirir, libertad de comprar, de vender, de pensar;
libertad para estar de acuerdo o disentir -de la mayoría, libertad
para crear nuevas instituciones, acoger con independencia ideo­
logías políticas u obras de arte. Cuando existe este tipo de li­
bert,ad, la personalidad d-el hombre se desplie~ se desarrolla
y produce frutos perceptibles de progreso. Y es que, como ,se
afirma en el propio título, la "libertad tiene ideas", mientras
que
la, falta de libertad conduce a },a esterilidad y a la inhibi­
ción del hombre ante ]os problemas que le rodean.>
Bajo el subtítulo La libertad es un derecho transparente y quebradim
como el caudal, prosigue el ~omentario:
128
«Sucede, además, que la libertad, el don más precioso del
hombre, que
le permite decidir por sí mismo, supone una, con­
quista ardua,

difícil, de
frágil salud, que

puede quedar
dismi ..
nuida

y hasta llegar a perderse, después de conquistada.
En
definitiva, viene a decir el autor, que la 'libertad resulta muy
düicil de ·conquistar y fácil de perder.->
«Colli nos pone en guardia respecto al peligro qne encierra
defender la '.libertad cuando en las sociedades no existen las
Fundaci\363n Speiro

condiciones que permitirán, su ejoce1c10 real. Este es el proble­
ma que se plantea siempre que ciertos sectores prepotentf:S, al
aocaire de luchar po_r la libertad, imponen su leY a los mú
débiles,
que se ven así imposibilitados para el uso efectivo de.
esa libertad. En tal caso, apunta Jean-Claude Colli, estamos de­
fendiendo
la
libertad del
zorro
en el gallinero: la alimaña lleva
todas las de ganar y acabará devoralldo a las gallinas, una por
una.

Evidentemente,
éina no es la libertad deseable.>
«El
hecho de que la libertad pueda corromperse dentro de
un
régimen liberal
mal planteado, no quiere
decir que
deba
Set anulada. Lo que hará falta es devolverle su plenitud. Mucho más
lógico seria, como expone el autor, mantener el principio, ha­
ciendo
que en esas sociedades de '-'zorros" en gallinero, se in­troduzca un gendarme ca~ de capturar al zorro, retirándolo
a la fuerza del corral, y ~antizando así la vida de las gallinas.
Porque el juego político de-las libertades tiene unas reglas que
deberán respetarse-, puesto que en caso contrario ni habrá juego,
ni, como consecuencia,
taQJ.poco existirá
la
libertad. Utilizando
un

símil conocido,
el hecho de que en los partidos de fútbol
se cometan faltas, no justifica.ría la supresión de este deportt,.
espectáculo. Parece
mejor,

para salvar el juego,
castigar a los
cuilpahles, sancionarles con tales penas que no les resulte ren­
table
hacer trampas,

pero no
es la mejor solución suprimir el
juego,>
En el tema concreto PoLÍTICA-EcoNOMIA:
«Siguiendo el esquema marxista, la libertad' debe entender­
se
como posibilidad del proletariado
de imponer
8118 leyeq po­
líticas
y económicas sobre la .sociedad sin
clases. Cualquier in­tento contrario,

de pensamiento o
acción, que

pueda hacer
pe­ligrar el triunfo de esta idea, no debe perm.itirsei, porque impid·e
la libertad de la mayoria. Como vemos, y con argumentos de
teoría, la
libertad del
individuo como
tal, queda supeditada a
esa hipotética sociedad sin
cla~ que no existe en ningún co­
munista.»
Libertad política y libertad económica:
« ... sin ser la misma cosa, se encuentran estrechamente uni­
das,
Hasta
el punto qu.~ no pued·en vivir la una sin_ la otra.
529
Fundaci\363n Speiro

Como afirma-el autor·: "Tampoco es un azar que no exista en
el mundo un país que habiendo excluido deliberadamente
la
econpmía de· mercado, no haya suprimido, al mismo tiempo, la
libertad
política". Para Jean-Claude Colli, negar la
libertad eco­
nómica y la libertad- polítfoa no son más que "dos formas de
prohibir
la libertad de ex.presión". En este caso no se trata de
una opinión gratuita de Colli, sino de
un hecho que se puede
comprobar pasando revista a

países como Rusia,
Polonia, Ru­
manía, Checoslo'Wl.Quia, Alemania del

Este, Cuba...
En todos
esto,s casos,

una
vez suprimida la libertad económica no hubo
más remedio que suprimir la libertad
política: excluidos
los
disidentes del sistema, sin una oposición moderadora
y con el
poder concentrado
en lu manos del partido. Las consecuencias
de
esta situaci_ón

son dramáticas, y también
perceptiblés, al
con­
siderar cómo el poder único... ºNo está compartido: al encon­
trarse sin. oposición, el partido se instala; al no tener concurren­
cia, dogmatiza; al carecer de sanción, descuida su misión ope­
rativa, los

intereses fundamentales del pueblo.»
Lo evidente es que ...
530
«... el totalitarismo económico -arrastra inevitablemente al
totalitarismo político.
Y esto, no por capricho, sino_ porque son
dos aspectos de 1111 actitud humana centrados en la lihertad, que
no admiten medias tintas, o
se permite entera, o se niega total­
mente. Por lo que
se refiere a la actividad económica, par<1 que
se
produzca de modo naturft4 eficiente y rentable, la libertad
de iniciativa
de· los

individuos es condición indispensable:
"El
mercado es simplemente la -confrontación en el terreno econó­
mico, de las
iniciativas de

los individuos. La definición puede
ser breve, pero el campo. es inmenso. El mercado como emu­
lación, competición
y concurrencia abre posibilidades, obliga al
rigor
y estimula la creación. Como lugar de encuentro, de pro­
puestas
y de comparación, su organización es, al propio tiempo,
su libertad".)'
«... sistema basado en la libre iniciativa de los individuos
que, cuando funciona
sin trabas ni mon·opolios sectoriales, es
el ideal para la creación de
·riqueza. Será
necesario,
co1_1cluye
Jean-Clffl!de
Colli,

vigilar
el proceso de

estos fenómenos,
"de
estas

fuerzas, de
esta dialéctica. De

lo
contrario, como sucede
en la democr"acia: política, no se podrá eri18:r que unos se tomen
sus libertades a expensa!;! de

los
. otros".>
Fundaci\363n Speiro

Los socialistas clásicos, .según Jean Claude. Colli:
«... incurren en serias contradicciones al hablar, por un
lado, de
"libertades democráticas" y, por otro, de .. socialt-iar la
propiedad
privada",
Tal actitud le parece al autor, no sólo
contradictoria,, sino -condenada al

fracaso,
en cuanto un equipo
de· .. gobiemo pretendiera llevarla a l'BI práctica. Fracaso que, si
es

evidente en su
incapacidad para
crear riqueza al
mismo ritmo
de

la economía
de mercado, impediría también el ejercicio de
las
libertades políticas. La eco-nOmí,a se convierte en factor de­
cisivo que

arrastra
a la po-lítica.»
«Negando la libertad ·ningún Problema }}úede Bl'reglarse, por­
que sin ella los hombres se verían privados de la única facultad
que les permite serlo con todos sus riesgos, péro tambiéll · con
toda su belleza.»
El igualitarismo que está destruyendo las bases de la libertad y del
progreso, se funda en la confusión de. ese_ncia y accidentes del hombre
có_mo ente

abstracto
y de cada hombre en cuanto a sus circ_unstancias y
existencia. Isidro Juan Palaci~ en EL _ALCAZAR dominical, bajo el
titulo KONRAD LoRENZ, CONTRA LA TECNoc;:~ACIA PERVERSA, comenta:
«¿ Cómo 1defender la igualdad, cuando son desiguales las
montañas?
La Bü,l,o/Pa -dice Lorenz-ha probado que los hO'm­
bres no stin igudes, i.dénti.cos, parecid,os o cufilquier cosa del.
género, incluso desde el irutante de la concepción (Línea, nú­
mero 4, Roma, 1979). Los etólogos sostienen que el ambiente
socia-! y educativo tiene una influencia secundaria. -El hombre
nace con cualidades
innata~ con una herencia
que
le predispone,
con un campo
que habrá de l,abrar más o menos hie~ enrique­
cer o empobrecer su vida. Ellos dicen que la violencia es una
enfermedad que no cura el pacifismo, sino que
el hombre debe
reconocer su naturaleza combativa y superadora para recuperar
la salud. La
esencia de Lorenz habla de

jerarquía, de autoridad,
del territorio
y, consecuentemente, de la propiedad privada, en
un sentido que se aproodma al tradicional, esto es, a aquel que
nos

recuerda Yukio Mishima cuando escribe:
Volvió a renacer
en él la vieja eoncepción de que lia prapi,edod no tiene razón
de-ser a menos que· 'el objet,o pt»eido .sea tierra (Sed de Amor,
pág. 20; Caralt, 1974).»
531
Fundaci\363n Speiro

Siguiendo con la opinión del Premio Nobel 1973, añade.'.
«Al ser preguntado, Lorenz ha respondido: Los problen-uxa
/""'1mnemales de la H.....,,,.;,Jad ª°" de natu,aleza moral. Creo
que el responsable de la perversidad general, es la tecnocracia,
la
cual derivo direcOamente de la doctrina pseudo.de,riaa-átia,,
cuya desconsiderada ¡,ermi,ividod tiende a desplazar m roda
nuestra cultura el senddo de los. valores de los que depende el.
futuro de la H"""'11idad.... Los hombres pierden el sentido de
la belleza: El arte, lo e Se circundan. de objetJos lécnicos y n,o se ve má$ las maravillas
de l!a Natu:raJ,eza; los hombres no miran más al. cielo; en, las
grandes ciudades tampoco se ve más las estreUas.>
Lo máa grave es que,
«... por desgracia, las relaciones madre-hijo tienden a ser
en esta-sociedad cada vez más distantes y frías; con ello la
capacidad de tener cantacilos humanos que hay en el nifio se
atrofia.
Cuanido la ligaci.6nt viene a menos-, se va ge,tando una
mdiferencia
total y el, ser humano no se interesa más por nadie;
el respeto a todos y a todo desaparece. La mujer no debería
a)>andonar el hogar en nombre de vanas promociones. Hace mal
el feminismo defendiendo estos errores de la confusión y del
igualitarismo democrático

....
Es evidente, pues, que Konrad Lo­
renz busca una salida hacia las posiciones de orden,. las cuales,
como él mismo indica, no están ni ·siguiendo a los jefes del
capitalismo, ni tras los capitanes- del comunismo. La Etología
viene, por tanto, a reforzar instrumentalmente las sanas reac­
ciones de recfificación que poco a poco crecen y crecen.»
F) EL NEO-LIBERALISMO DE LOS LIBERALES PROGRESISTAS
Probablemente llamará la atención que, como acabamos de leer,
apenas se haya notado

en Suecia el relevo de
socialistar por
liberales, y
de
que, como

es notorio, unos
y otroa colaboren en Alemania.
Sin embargo, en las
socialdemocracias, el socialismo en la distribu­
ción, junto al liberalismo en la producción y en el mercado, favorecen al
gran capital finonciero y a las multinacianales, manteniendo --hoy por
hoy,
mañana será

otro
día,....-. un elevado nivel

de consumo y disuadiendo
el
ahorro creador ·y autofinanciador de

las pequeñas y medianas
emp,esas,
532
Fundaci\363n Speiro

a la par que las grandes se ven favorecidas por las medidas generales
intervencionistas del

Estado
----a través de la muneda, el crédito, la mo­
dulación de
la presión fiscal, etc.- aceptadas por los liberales progre­
sistas.
Esto

explica
al.gunas aparentes paradojas, que Louis Salleron nos re­
firió en su artículo COMO SE SOCIALIZA FRANCIA, aparecido en VERBO,
núm.
189-190:
«Giscard d'Es-taing, que se vanaglori_a .de defender la libertad
por su liberalismo avanzado, se halla en realidad dominado
por la ideología igu.alitarria. No oculta que su modelo -es el ré­
gimen
sueco, que combina una producción capitalista con una
distribución socialista.>
A los tecnócratas:
« ... la realidad social se lea escapa. Cuando hacen una "op­
, ción poUti<:a" es de tipo ideológico y no hacen sino cubrir el
particulari&Íno de su ideología tecnocrática. Bajo diferentes eti·
qu~ su pensamiento es el mismo~ Así, al leer los artículos
de Jaeques-Attali y los de Christian Stoffaee, no. po-dreis pre,
cisar
que el primero. es socialista, cowejero de Fran~ois Mit­
terrand, y el otro e& liberal·;»
«... para Christian Stoffaes, liberal, no socialistá,. el objetivo
que debe alcanzarse ea una so.ciedad compuesta únicamente de
asalariados, cuyas rentas y utividades podrían ser, por el hecho
de su condición, integralmente controladas y dirigidas por el
Estado. No se trata ya· de socialismo, se trata de comunismo.
Pero, para él, es la libertad, pues estima que ésta es la sumi­
sión necesaria a la ciencia y a la razón.»
En VERBO, núm. 168, de septiembre-octubre de 1978, publicamru
otro estudio de Louis Salieron: MAÑANA EL CAPITALISMO, que comenta
el libro que
lle"Va este

mismo
titulo, de' André Lepage,. Creemos útil re­
cordar algunos párrafos de este comentario:
«¿ Qué es lo fuerte y lo débil de este ne.o.-liheralismo ame­
ricano? Sencillamente,· lo mismo· que es lo débil y lo fuerte del
liberalismo tradicional.
»¿ Lo fuerte? Evidentemente es la critica del est'8tismo y de
la
btlrocracia. 'Todo el mundo está de acuerdo eJl esO.-El in·di-
Fundaci\363n Speiro

viduo se ahoga entre las complicaciones, las imposiciones y el
upapeleo" que

originan los organismos e -instituciones que
se
dice

tienen por fin el
de prestarle el máximo· de servicios. Existe,
por otra parte,. el sentimiento de que esos servi-cios no solamente
podrían ser mejores, sino

mucho menos costosos
si se dejaran
a la iniciativa y a la competencia de los empresarios.:i-
«Y -cacionel½ 1a seguridad social o de mil otras cosas, el Estado­
P:roVideneia aparece cada vez menos providencial. El consumi­
dor está cada día más convencido de que su ,protección está
muy
mal asegnrada por la red de leyes y reglamentaciones que
sirven de

pretexto a
esta protección.»
«Lo débil se halla en la pobreza o en la inexistencia del
análisis de
cuáles son las causas
de la
socialización creciente
y, más esencialmente, en ·el ettor radical de la filosofía liberal
en cuanto a su concepción del hombre y de la sociedad.
>Si hay en el mundo un país en el cual el capitalismo liberal
haya naeido

y se haya
desarrollado en
un
consenso general,
es
América. ¿Por qué en estas condiciones ee· ha insinuado en él
el socialismo burocrático tanto privado como público?
¿ Y por
qué la
ideología socialista ha conquistado una porción, mino­
ritaria ciertamente, pero

no
deepreciabl~ de
sus mentalidades?
El libro de Henri Lepage no aclara apenas estos puntos.
«Ciertamente,-un capítulo del

libro
se titula '"¿Por qué crece
el Estado?".
Pero

este
eapítulo está consagrado más bien a la
crítiea del crecimiento del Estado y a las formas de contenerlo
que al análisis de sus causas y de sUB procesos.»
Tal vez el secreto de ese crecimiento desmesurado lo haya hallado,
mejor que ningún economista, un filósofo como
es. Marcel de Corte, en
su luminoso estudio LA ECONOMÍA. AL REVÉS, que apareció traducido al
castellano en VBRBO, núm. 91-92, págs. 125-176. José María Carballo,
en su ponencia RIESGO y VENTURA DE LA PROPIEDAD EN LAS ECONOMÍAS
MIXTAS (cfr. VERBO, núm. 185-186, págs. 673 y sigs.), recuerda cómo ...
«Marcel de Corte, en un encantador artículo sobre '"La eco·
nomía

al
retVés", -encontraba como

causa
generatriz del desastre
económico

de nuestro tiempo
el haber invertid.o los términos
del
c-Íelo de

la producción guiada por la
dema11tda, convirtién-
Fundaci\363n Speiro

dolo en una demanda forzada por los agentes productivo¡;¡. He.
mos

de añadir, por nuestra parte, que usando medios no
siempre
confesables,

sutiles
y poco morales, de "marketing''.
·>He aquí, al

respecto, un extraño vaticinio
formulado por
Marx,

en 184 7:
'~La gran industria, fo11zada por

los mismos
ins­
tll'umentos
de

que dispone a producir a una escala cada vez
mayor, no podrá
esperar ya a fa demanda. La pr~ducción· pre­
cederá
al

consumo y
la oferta a la demanda".»
Tal vez todo esto explique hechos y contradicciones que a primera
vista confunden
y
wrecen inexplicables. LE MATIN del 11 de marzo de
1981, en su sección
LETTRES, publica unas REFLEXIONS SUR LBS LIBÉ­
RAUX ET SUR LE LIBERALISME, de Annie Kriegel, que, al comentar el
libro de A.

Revost-Paradol,
LA F'RANCE NOUVELLE SUIVI DE PAGES CHOI·
-sms, comienza con este párrafo explicativo:
«El descrédito de los sistemas socialistas en · sus diversas va­
riantes, después de su alza en los años 1960 y 1970,
retorna la
atención

hacia el liberalismo y los liberales, sobre todo a los del
siglo
XIX. Pero, como oeurrió con el socalismo, la terminología
en materia de liberalismo es confusa
y las nomenclaturas cam·
bian

de
país a

país: El "liberal" americano de hoy está de hecho
próximo a un social.demócrata alemán. Lo
estaría,, tal

vez,
in·
cluso,

a un
"eurocomunista" si

esta última especie existiese de
otra manera que como un caso de figura
teórica.»
Volviendo a Salieron, añadiremos que, en su últimamente citado ar­
ticulo,
cree
que el error
radical, el
error de base del neoliberalismo ame­
ricano, se

encuentra en la misma crítica de
la que ha mostrado su tM­
pecto positivo; pues:
«... de la crítica del crecimiento del Estado resulta la idea,
ciertamente
justa. de que

en la
.. pOllítica" se halla el

origen de
la
degradación de

las libertades económicas y de las
liberta-des
cívicas.

Digamos, en términos sencillos, que
los electores

tienen
siempre la tendencia de
votar -por quienes proponen

proyectos
destinados a corregir mediante la
aiyuda del poder

público, los
abusos o injusticias que
sufren. Con

esto se sale ganando a
corto plazo por las
satisfacciones inme·diatas

que
se obtienen.
Pero

a largo plazo
se sale

perdiendo por
el costo

y el peso de
las
reglamentaciones del Estado-Providencia. Se trata, pues, de
un mal "político", cuyo
reme-dio no

puede ser sino "político".
535
Fundaci\363n Speiro

El postulado democrático aíirma que el voto de la "mayoría"
expresa la
"'v-oluntad general'' y

que ésta es idéntica al· "interés
gen;eral". Doble

salto de
cuyos efectos
puede colegirse si está
o no bien fundado.»
Piensan que ...
«... si el sistema ,político funciona mal es porque ignora al
hombre económico, el
hamo aeoonomicus, y que el día en que
se

reintegrase la política en
la -economía,

cuando se
haya com­
prendido que las leyes
políticas no

son de naturaleza
distinta
que la.s leyes económicas, el crecimiento del Estado se parará.
Los

ciudadanos serán
más ricos y más libres.
»Hay en

esta asimilación de lo
político a
lo económico dos
problemas diferentes

que
deben ser considerados: el de la
burocracia y el de la designación de los dirigentes (sistema elec­
toral). En lo que se refiere a la burocracia, es claramente ex·
cesivo
el enfocar
su
buen funcionamiento
partiendo de las ideas
de la competencia y del interés personal. Una ,administración no
· -es una empresa. Sin embargo, existen analogías y, sobre todo,
las
reglas de
una buena organización del trabajo son práctica­
mente las mismas en
los dos

casos.
tA este respecto, Francia
está muy en retraso respecto a los
Estados Unidos.) En lo que
concierne al régimen_ electoral· no se percibe apenas cómo el
cálculo

económico puede determinar el mejor sistema.»
En suma:
«. . se trata de una filosofía fundamentalmente "materialista",
cuyos grandes temas
son

los mismos de los
siglos xvm
y
XIX:
individualismo, utilitarismo, racionalismo, ipl'.'Ogresismo, cientifis­
mo, etc. El comunismo, a este
respecto, no es sino
la inversión
dialéctica de la misma filosofía. Basta sustitair individuo por
Estado, micro-economía, mercado

por planifi-cación, etc.; la
vi«
sión de un universo económico regido por la eficacia en el do·
minio de la naturaleza
es (anti-)
metafísicamente idéntica.»
Y concluye:
536
«Todo lo que es excesivo resulta insignificante. Los excesos
de1 neoliheraliemo son

desgraciadamente muy "significativos".
Significan el progreso del
"reino de la cantidad", como lo lla­
maba Guénon. Es tanto
más de lamentar que
la misma
economía
Fundaci\363n Speiro

de mercado corra el riesgo de sufrir por ello. La confusión de
lo
espirit~ de lo político y de lo económico perjudica a lo
espiritual,
a lo político y a lo económico. E;I daño económico
es evidentemente el menos grave para el hombre. Pero a través
del totalitarismo -tiene también su importancia. La "lectura eco­
nómicá" del Evangelio, no vale más que su lectura política
(o marxista, o estructuralística, o sicoanalítica, etc.). Se matan
las verdades segundas
y relativas a sectores determinados cuando
se pretenden erigirlas en Verdad universal, englo~ndo al hom­
bre y al cosmos.»
Tenia razón José María Carballo, cuando concluyendo su ponencia de
nuestra XVIII Reunión del año 1978 en
Valladolid, decía
(cfr. VERBO,
núm.
185-186, pág. 679) que ...
«... mucho más importante que los sistemas económicos, o
la forma de propiedad, en sí misma, es, a nuestro juicio, el
sentimiento
ético y moral de cada
nno de los hombres, en
cuanto
al
derecho de

procurar, dispensar ...
y también a.l uso
y comunicación de los bienes.
»Las perspflCtivas socializantes,

que parecen hoy triunfar en
nuestro mundo, tienen, sin
embargo, un futuro lleno de sombras
e incertidumbres.
En el siglo pasado, Herzen escribió estas ex•
trañas
Uneas :
>"El socialismo se desarrollará en todas sus fases, hasta sus
consecuencias extremas, hasta el ah&urdo. Entonces, un grito de
negación se elevará

en el
pecho titánico de

la minoría revolu­
cionaria
y de nuevo comenzará una lurha a muerte, en la cual
el socialismo ocupará el puesto del conservadurismo actual y
será vencldo por una revolución ascendente, para nosotros to­
talmente desconocida."
»¿ Qué wmsa,r de estas palabras?
<» ·~si Y ahvé no edifica la casa, en vano traba.jan los que la
construyen. Si no guarda Yahvé la ciudad, en vano vigilan sus
centinelas",, se

lee en
el Salmo
126
(vers. 1).»
GJ EL PARAÍSO DE LAS UTOPÍAS
El juicio de nuestro maestro Sciacca acerca del mundo moderno, lo
acaba de resumir Vallet de Goytisolo en San Remo, en una conferencía
que
esperamos publicar en
VERBO, bajo el título LAICISMO y UTOPÍA.
537
Fundaci\363n Speiro

Título que mentalmente relacionamos con el del libro de Thomas Molnar:
"LA UTOPÍA, ETBRNA HEREJÍA.". El mismo Molnar, en ITINERAIRES de
marzo
de

1979, ha acotado la cuesti6n, centrándola en torno
al coloquio
celebrado en Cerisy en
1975, con el tema EL RAZONAMIENTO UTÓPICO.
Carlos Etayo, en :EL ffllNSAMIBNTO NAVARRO del 30 de marzo
de 1979,
ha recopilado y traducido esos comentarios de Molnar, y de
esa traducción recortamos:
538
«El gran héroe -de sus discusiones eS el recientemente falle­
cido

filósofo alemán
Ernes:t Bloch: .. Marxista de tendencia: uto­
pista",
según propia
confesión, quien

sostiene un sistema donde
presenta las
frustraciones como

realidades,>
«El principal

argumento empleado en
Cerisy para
alabar a
los pensadores utópicos consiste en repetir que
la especulación
utópica

es condición
si,ne qua n°"' para el progreso.
»Conocidas son las lucubraciones del monje frustrado Cam­
panella, otra de las grandes figuras de Cerisy: Desaparición
de
las iglesias, laicización de la vida monástica; vida en dormito-­
rios

generales para los célibes y habitaciones poco aisladas para
las parejas;
educación colectiva desde la

más tierna
infancia.
control

comunitario de los padres y de
los hijos.
Una
eugénesis
radicalizada,

ya que en la proyectada "Ciudad del sol"
son los
sacerdotes

los que determina:n 1a hora adecuada
para las
rela­
ciones sexuales de
la población. Este mismo control fue impuesto
en China a
las parejas de

las comunas populares durante la dé­
cada del 60 y
en 1975

en Camboya, donde las parejas
debí1lill
reunirse

en momentos muy espaciados para poner fin a pasio­
nes que un régimen utópico no puede tolerar.
> Toda pasión es sospechosa en el país de la utopía, ya que
,escaipa al
control
del Estado.
,»En Cerisy se citó el caso de los hutteritas, secta fundada
en el
siglo xvr

y en la
que las madres que retirahán a sus hijos
de los asilos comunitarios quedaban excluidas automáticamente
de la colectividad. »Entre los hutteritas los jefes gozaban de numerosos peque­
ños privilegios: mejores y más abundantes alimentos, vestidos
menos uniformes, toda
clase de

medicamentos, alojamientos pri­
vados, sirvientes... y estaban dispensados de realizar trabajos
manuales. Como reconoció uno de los conferenciantes de
Cerisy,
tales

jefes
enm los. únicos que

tenían una vida privada en una
sociedad· donde el individuo quedaba absorbido por la coleeti-
Fundaci\363n Speiro

vidad. (¡Maravillosa imaginación 1:ltópica; sin ella el progreso,
verdader&mente, sería inconceb,íhle!)
»Comparemos
a

los hutteritas con
los actuales 'Soviético.a: los
jefes del partido tienen almacenes especiales para su vestido y
alimentación; vivienda
de lujo; dispensa de trabajos manuales
en la
patria

del
proletariado; i;:riados, hospitales especiales,

etc.
»Después de e.stas -comparaciones, ¿qué pensar

de las
sigui-en­
tes

palabras de otro "imaginativo
utópico"?: "Conseguido este
grado
feliz (el d_e la utopía) la criatura razonable --bahrá adqui­
rido
to.da la

bondad y toda la integridad moral. Conduciendo la
revolución a la especie
entera a

un
e&tado constante de

ino­
cencia"
CMorelly)~
Una nueva utopía han intentado realizarla los Khemers rojos en
Camboya, según prosigue el

comentario:
«De visitantes comunistas yugoslavos, de refugiados, de pe­
riodistas
conocedores de Indochina, como
Jean
Larteguy, etc.,
s~ que

los dirigentes de
·Campuchea se han proclamado
siempre marxistas. Estos

dirigentes, bajo in.fluencias roussonia­
nas apréndidas en la
Sor.bon~ han

intentado
llevar a
su pueblo,
costara lo
qué costase,

a una felicidad idílica, en una
éxistencia
pastoral.
~Piaira -ellos, hasta

los cinco sextos de la población de su
patria podría constituir algo
superfluo; un solo millón

de
seres
puros ¡y duros les .bastaría para edificar en Camboya el comu­
nismo ideal.
»Para

alcanzar
esta meta,
durante los
-años 75-78
marcaron
un
paso desconocido hasta para rosos y chinos. El marxismo
soñado y corregido por Rousseau, tiene de particular el que
.cada etapa hacia

el paraíso sin clases
es más horrible que la
precedente ...
»Matanza sistemática,

no solamente
de los 11pa'sionados, sino
también de

los
intelectuales, ya

que la vida del pensamiento
puede
ser tan peligrosa para el Estado como la de las emo­
cio_nes.
»Uniformaeión sistemática para los
supervivient~ que reci.
ben
una

camisa y un par de pantalones al año. (Nada
de cal­
zados; se chapotea. con los pies desnudos por los campos de
arroz.)
»Supervigilancia sistemática de todos los habitantes; se re­
gulan ,hasta los encuentroa de los esposos legítimos... (Las hes-
539
Fundaci\363n Speiro

tías, por lo meno~ pueden cruzarse por los campos, conforme
a sus
instintos y
la
estación.>
Las conclusiones de Molnar son éstas:
.«Si el siglo xx continúa halagando a los pensadores utópicos
considerándolo·s pacíficos
especuladores, tanto
peor para
él.
»sus universos son sombríos, uniformes y brutales. En ellos
se ahogan ·tanto

la
vida interior cOmO la capacidad creadora.
»Aquellos que

proponen a sus
semej·llllltes vivir
en utopía y
que los empujan a vivir la experiencia, se revelan como los
menos aptos para soportar la inhumana uniformidad de su
universo. Recordemos la casta de los jefes hutteritas y sus re­
bafí.os bum.anos.
»Hutteritas, terroristws, comunistas y tantos "bienhechores"
sanguinarios están todos

cortados por el mismo patrón.
-Desgraciado el
siglo en

el
que el utopismo es considerado
como
el vértice de la
S8.hiduría y

en el
que. el primer objetivo
del
.. filósofo" es rehaéer la socied_ad.>
Cuando nos olvidamos del Dios de lo Alto~ del Absoluto, montamos
fetiches
y utopías, a las que nos _alienamos con una nueva fe religiosa,
laica y
horizantal.
540
Fundaci\363n Speiro