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Número 217-218

Serie XXII

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Cultura y «mass media»

ILUSTRACIONES CON RECORTES DE PERIODICOS
CULTURA Y "MASS MEDIA"
El tema de nuestra XXII Reuni6n CRISIS Y REVOLUCIÓN EN LA CUL~
TURA nos ha estimulado para recortar unos artículos relacionadO's con el
pr,oblema enunciado. T

enemas
la fúndada preocupacián de

que masificar
la culturo e'iS' como buscar lo cuadratura del circulo; pero, oigamos otras
opiniones:
l. ¿QUÉ ES LA CULTURA?
Julián Marías, en tercera plana de ABC del 17 de abril d~ 1983, lo
explica en su articulo LA POSESIÓN DE LA CULTURA.
cUna cultura es una configuración que permite organizar la
realidad en una figura
de mundo. Reténgase la aparente repe­
tición:
configuración, figura.

La cultura es un instrumento para
que la realidad, que no está "dada"'~ que es en principio ilimi­
tada, cuyos elementos o ingredientes van ''entr~do en escena",
al hacerlo ingresen en una estructura -credencial, conceptual.
estimativa, proyectiva- donde ocupen· su lugar, de manera que
el hombre pueda así orientan~ saber a qué atenerse, ser el que
pretende ser, y,
más aún,

el que tiene
que ser.>
y añmk:
«No se· piense en nada demasiado "intelectual". El campesino
analfabeto de los siglos pasados tenía
una manera sobre todo
credencial, inmemorial, narrativa, de formas de vida, de usos
y fiestas y juegos, de poseer la cultura de sn país, que de hecho
era mucho más amplia
y en algunas dimensiones abarcaba toda
la extensión de la cristiandad con toda
su herencia. Los que
conocían de manera conceptual esa misma cultura, los '1etrados",
participaban de las formas populares, que no
lies eran

ajenas
-y qu~ si eran intéligentes, no desdeñaban-, y eran los en­
cargados de estimularla, dilatarla, hacerla
innovar,>
Poco más de un mes después el P. Gabriel del Esta!, en "Tribuna
Abierta" de
ABC del 25 de mayo, erxplicaba el significado de las pala­
bras CULTURA, CIVILIZACIÓN Y TÉCNICA. Releamos:
1006
cNo es lo mismo cultura que civilización, Protagonista o actor
principal de la cultura es el hombre. Protagonista o actor prin­
cipal de la civilización
no es

el hombre, sino los pueblos, el
Estado, la civitas, de donde
la palabra misma civilización eti­
mológicamente nace. Cultura y civilización coinciden_ en el triun­
fo de la razón sobre
la naturaleza. En su domesticación por la
racionalidad del hombre ...
»
cTampoeo son lo mismo cultura y erudición. Cultura es
síntesis, o la solera del
saber. En .;,lla hay un pasado hecho
proyección
hacia
el futuro. Es

tiempo e historia vivos. Erudi­
ción
es análisis, pero

sin escrutinio
y sin contraste de reflexión
Fundaci\363n Speiro

sobre datos Y. hechos, sino memoria retentiva: o una enciclope­
dia. El pasado huele
aquí a necrópoliSI. Es tiempo e historia
muertos.>
Ahondando en la primera distinción, preciS(l:
c:La cul,tura antecede a la civüización, en la misma medida
en que
el hombre es anterior a la sociedad. Pero la sobrepasa
después.
La cultura tiene siempre acento vivo. La civilización
pasa pronto a arqueología, Spengler interpreta la historia hu­
mana como
creadora de

culturas.
Toynhee, como
creadora de
civilizaciones. El idealismo alemán y_ el pragmatismo
inglés están
representados

por esas dos ópticas. Con una visión paralela, los
filósofos griegos
y romanos razonan y hablan sobre plan03 de
cultura.
Los emditos franceses del siglo xvm razonan y
hablan
sobre

plano
de ci-vüisation. Es justameú.te aquí cuando nace esta
última
palahr~ por

obra de los enciclopedistas burgueses, que
comienzan a deshumanizar
al hombre. La proclamación solemne
de los derechos humanos y_ de las libertades civiles, decretada eon olor a pueblo por la-
revolución del tercer esta.il9 en 1789,
refleja este espejismo
histórico.»
En mma:
«Un hombre culto es critico, responsable, creador. Un hom­
bre
civilizado es convivencial, abierto a los otros, a las conexio­
nes sociales.»
Cómo encajan los 8{N}·eres científicos y técnicos en la cultura y en la
civiliz:,acián, lo expone seguidamente:
«La instrumentación progresiva así de las culturas como de
las civilizaciones desemboca ·en los saberes técnicos.
Cultura,
civilización y técnica son cronológicamente principio, medio y
fin. El proceso creador y cognoscitivo de las culturas se
enfa­
tiza

en
la ciencia. El proceso sistematizador y operacional de
las civilizaciones se enfatiza en la técnica. Una y otra
se dis­
tinguen.
»Ciencia, desde Aristóteles~ es el conocimiento de las cosas
por sus causas. Su contenido formal es la Idea pura. Idea en sí
es toda representación mental de
un objeto,

de una cosa, sin
límites de

tiempo y circunstancias individualizantes, elevada ca­
tegóricamente a arquetipo universal
de-valor absoluto. Se expresa
como pensamiento.
Técnica es el arte o modo de plasmar una
idea en forma real, dentro de un tiempo y
una circunstancia
de•
terminados, con
apertura posible

a la creación de múltiples tipos
singulares de

valor concreto. Su contenido práctico es el
ser­
-vicio útil .. ->
Il. Lo QUE NO ES CULTURA
L(JS ideolagias, y entre ellas la tecnocracia, constituyen desviaciones
de la ciencia y de la técnica qu~ atentan contra el desarrollo cultuml y
1007
Fundaci\363n Speiro

ponen-en peligro la civilización. Oigamos erplicarlo tJl P.' Gabriel del
Estal,
en su mismo artículo citado:
cDistinta asimismó tanto de la ciencia como de la técnica,
y por supuesto distinta de la idea -más aún, es la ideología. Esta
no pasa de ser un sistema coherente de ideas, aplicado a un
tiempo
y un espacio históricos, sin ascender a categori~aciones
absolutas

y sin concretarse en tipologías cerradas, con elevación
a pauta dominativa de
comportamientos para

la sociedad.
Se
expresa como norma, en movimiento inestable de coyuntura. Fi­
nalmente y distinta de las tres anteriores -idea, ideología y
técn.ieá,--. aparece la tecnocracia. Es en rigor una ideología sin­
gular, determinante de una época definida, gobernada en el
or·
den social, polítioo y

económico no por
humanistas, sino
por
técnicos.
Se expresa como acción de mando profesionalizado.
Por
la esclavitud mecanizada de su culto la sociedad padece
hoy un empacho técnico, tanto en
estructuras como
en geren­
cias y servicios. Bajo
, el

yugo de esta esclavitud,
el-hombre
así
m_eeanizado se

deshumaniza. No es un ser libre. Es una
máquina.!>
Es un grave riesgo actual:
cNos bailamos hoy, especialmente los occidentales, ante unos
augurios
y unos manifiestos deshumanizadores. Son los augurios
y los manüiestos ya tangibles sobre
el hombre esclavizado por
las máquinas,
que rohotizan

su libertad. Se
trata de
unas pre­
visiones y unas experiencias de infelicidad

tecnológica. Son las
experiencias
y manifiestos, las previsiones y augurios hechos
por
George Orwell
con vista al año que se avecina, sacados a
luz en la novela
que lleva justamente este título: 1984.»
Y explica:
cCultura, civilización y técnica constituyen el terreno abo­
nado
y los eslabones históricos del progreso. La historia de
aquellas tres
es la
historia de
este útimo.
Progreso
es libertad.
Su

actor
es el
hombre. Tanto la historia de la cultura, de la
civilización y de la técnica como la historia del progreso son
la historia de la libertad, de
los valores

humanos puros, del
hombre libre como primer valor.
»El saber científico se valora

en su razón real como huma­
nística. Su sujeto propio y
ú;nico es

el hombre. Cultura, civili­
zación y técnica son su campo vital ...
»
En cambio:
1008
c... Los ideólogos _ formalizan ese saber. Los tecnócratas lo
gobiernan. Los eruditos ponen en su solapa una flor, sólo un
perfume. El conocer simplemente erudito no profundiza en los
posos de la cultura
ni en la raíz de las civilizaciones, Es un
deslumbramiento, una ofuscación
efímera.»
Fundaci\363n Speiro

Julián Marias, P!J' su parte, ejemplifica el actual retroceso cultural,
provocado

por la
discuntinuidad que produce la actual pérdida de

la
perspectiva histórica.
c... Casi todo lo que se ha edificado desde la antigüedad
hasta mediados del siglo
XIX nos parece hermoso, atractivo, ar­
monioso, desde la casa de adobes hasta las iglesias románica~
los

castillos, las catedrales góticas, los grandes edificios rena­
centistas,
barrocos o neoclásicos, y todavía las casas burguesas
del

siglo pasado. Y las ciudades o porciones
de ciudades
anti­
guas nos encantan invariablemente con su belleza. No podemos
ver una pintura o un grabado antiguo en que aparezca una
ciudad sin que nos sobrecoja un estremecimiento de placer es­
tético. Desde el último
tercio· del

siglo
XIX, y de manera pro­
gresiva, ocurre lo
contrario. No

es que hayan desaparecido
las
construcciones o las formas urbanas con belleza; las hay, sin
duda; pero son
excepciones, improbables, y con la mayor fre­
cuencia son agresiones a nuestra
,sensibilidad.
:.¿¡?or
qué ha ocurrido así? No me atrevería a improvisar
una respuesta; pero se puede ver que se trata de una
falta de
estüo, de una inadecuación con las formas de la vida, muchas
veces de una violencia, ejercida "por principios", contra el
gusto ...
>
Y aclara:
« ... eso que he llamado el estilo es la forma de la vid~ pre­
cisamente esa configuración en que la cultura consiste. Se
ha
roto, se ha fragmentado, se poseen piezas dispersas, se vive se­
ducido por la exigencia de "novedad", de "originalidad", lo que
engendra la discontinuidad, la incoherencia con el contorno y
con el pasado. Y esto es precisamente lo que
impide innopar:
esto sólo puede hacerse apoyándose en el pretérito conocido,
que nos lleva hasta hoy; y, como la vida se hace hacia adelante,
~os empuja

inexorablemente hacia el mañana.
Cuando el
pa­
sado es ignorado o confundido, no se hace más que recaer en
él y se entroniza el arcaísmo.
»En los
últimos decenios
se ha perdido la
secuencia del tiem­
po. Salvo mu.y
pocos, los

hombres de hoy no conocen la
arti­
culación de la historia, no saben qué está antes ni · qué está
después,

ni a
qu¡é distancia de nosotros. Llenos de datos y no­
ticias, no saben dónde ponerlos
ni qué _ hacer con ell~s. Por eso
no
poseen esa cultura, de la cual están "informados", tal vez
más que nunca, pero en la
cu.al no están instalados, en la cu.al
no

pueden hacer pie
paÍ:'a ·brincar hacia

. lo nuevo ...
»
He ahi los resultado.f:
c:La consecuencia inevitable es el primitivismo que aflora
por todas partes, en medio del refinamiento técnico. Y .no se olvide que éste ha
sido posible porque en ese eampo particular
. 1-009
Fundaci\363n Speiro

no· ~ poeible. J.a. ruptura de la continuidad, porque nadie puede
.
.- trabaiar en ·esas cuestiones- presciiidiendo. de

lo que
anteS se
ha

hecho,
y que está depositado en la doble-forina-de·. téciiicás
operativas y resultados conseguidos.
>Hay ád~más otrá:
razón.

-Todos
esián lnteresadó~ en

lo que
asegura el

bienestar materiaÍ, ciertas destrezas
y, so.bre · todo, la
eonservaCión de la salud. En cambio, el lado más humano de
la cultura, el
qo.e sé refiere a la personalidad. de hombres y
mujet"es, interesa menos, · En ocasiones -sieinprC que se des­
liza el. espíritu totalitario de cualquier génCro o color- se va
directániente contra
él, pórque la

cultura intrínseca a la per­
sona, la
· que" hace

que
al@:uien .sea
con
cl8rividel'.l.cia quien es
(y no "cualquiera"), es ~l ·obstáculo más grande a la manipu­
l_ación,
la· garantía máyor de la. libertad.»
El efecto es grave:
cLa váriación reciente· de los sistemas de enseñanza en mu­
e~os
países
-en alguna
medida, en
todos- ha ido destruyendo
progresivamente la posibilidad' de poseer
una cultura. No hace
· demasiad()· tiempo, los hombres de cierto· nivel de educ~ción
estaban instalados en su cultura propia y con grao: frecuencia
poseían
el
torso de

algnna
más -en Europa e Hispanoamérica,
por ejemplo,
de la francesa-. Hoy no sólo esto · no ocurre, sino
que la posesión de
la cnltura francesa como tal, globalmente,
en su corporeidad total,
es pre_caria hasta para los franceses.>
Tanto más grave, po1que~
c... una cultura no poseída como _figura no es transitable;
swi piezas sueltas, ·sus Jra,gm.entoS, no ·permiten móverse libre
y ordenadamente dentro de ella; engendra confusión, primero,
y una especie de prisión, después. El hombre de nuestro tiempo,
si no hace
un esfuerzo denodado~ vive enredado entre saberes
sin figura, (Jlle 'lo paralizan y ·no· le pér.uiiten reaccionar lúcida.
mente
ante

la realidad
que lo rodea. Y eso es precisamente la
cultura: el instrumento general para que el hoinhre pueda ser
hombre~ alguien

libre y
rio una Cosa: inflrte.>
ill. L" DENOMINADA CULTURA DE MASAS NO ES CULTURA.
· El 27 de rriayo publicaba ABC, en tercera plana, un artículo de Fran­
cisco Nieva, con el titulo No BS CULTORA, que explicaba:
cUn nÓble propósito del socialismo ha sido el de informar
cnlturalmente al pueblo, un poco menos que el de distraerlo.
Pero ha sido un prop6sito anterior a la aparición e implanta­
ción de lo que ahora
se llama "cultura de -masas'',>
La8 caracteris~tu de la cultura de-masas son, a-su juicio, las dima­
nantes
de. su difusi6n · fJ01' ·los modernos medio.J .Je comunicación y de
estar orientada desde el. poder:
1010
Fundaci\363n Speiro

_«Yo creo que la cultura de masas es, obviamente, -la que de­
fieitden y explotan los modernos medios de coólllliicación en
, compromiso

espontáneo con
la demanda del público. Digo com­
promiso
porque puede ser u.na demanda no del todo satisfecha.
La cultura de masas es, también obviamente, orientada por el
poder.»
Su diferencia de Já verdadera cultura la estima esel'lcia!. En pn'mer
término, advierte de

que no
puede constituir un paso hacia ,ella.
c... Es, sin embargo, un error pensar qU.e, en general, la cul­
tufa de masas es un estadio desde el que se puede saltar fá­
cilmente

a la especialización y la creación incontrolada y reac­
tiva,
-E~ta última forma,

la
más esencial
para el efectivo pro­
gre_so; no sólo no· es admitida por la
cultura de masas, sino
que

ha surgido
-una clara
oposición a ella
y se la combate y
vence con el pesado arsenal con que la cultura de masas opera
hoy en el mundo.
>Lo peor (Jne nos

podría suceder-
es qtle u.nos supuestos

in­
telectuales, desde las más acreditadas tribunas,
exalten la

cultura
en general escondiendo el distingo entre una
y otra forma de
cultura. Y peor cuando vemos que, para -la mayoría,
la única que
cuenta

efectivamente es la primera. No
sólo piensan, racional

y
políticamente, que sus objetivos son más claros, sino
que, acep­
tando

sus condiciones, es más fácil distinguirse en ella, triunfar
y dom.ill8l'I, U:rí "best seller'' se' puede

·calcular, como
:r:i.O es po­
sible calcular La divina comedia o -Una teniporada en el in­
fierno, de Rimbaud. La cultura de masas posee el, ttara mi,
despreciable secreto
dei, prever y concitar el éxitO por mediO
de

una serie de- cálculos
Sociológicos sobre
el medio;
'la sensi­
bilidad

y el alcance intelectual de
un.a -mayoría. Una forma
científica de causar
placer.»
Las consecuenc,ias van dim(/flando de ahi:
.«Pero aquí dene lo grave: ofreciendo. con seguridad un
producto

que
,·causa· placer, éste-se

presta
··mucho :-a la

persua­
sión dentro de una determinada ideología, que conviene asentar
para que se
siga recibiendo placer de -lo que· se ha calculado.
Es--necesario que no se produzcan cambios desorientadores, que
conozcamos bien el mundo sobre el que pretendemos'
influir.»
De esto deriva su exlotación corhercial y políticá.
cLa moderna cultura de masas. se asienta sobre· objetivos co­
merciales y políticos,
que a la hora; de· hoy ru1:die · ·debiera ig­
norar. El objetivo intrínseco del
poder no
tiene nada que ver
-Con la cultura en sí, pel"o,- in.odel'D.8mente, sí-· qlle p~ed~ Y tiene
que contar con la cultura de masas y los nuevos mediOs · a.;·'-~
municación.-La forma de ·creáción ineontrola:da Y "?eactiva" pue­
de,,
ocasionalmente,·

ser
·un · problellla, --chbcar fl'ontalinente con
-los objetivos -y pUvisi-Ones det poder. · Este-drama'.' -yii, lo pro-
1001
Fundaci\363n Speiro

fetizó angustiosamente-Nietzsche. Todo cuanto estoy diciendo
parece elemental
y sobradamente sabido y repetido en los úl­
timos tiempos, pero no parece causar una gran desazón. Contra
esa cultura de
la creación espontánea que más atrevidamente
eruiancha los

límites
del conocimiento
se alza el mastodonte del
poder y la cultura de masas para someterlo a examen y depu­
ración. Sería estúpido no pensar que, en ese examen y depura·
ció~ el

poder -por sus_ objetivos de control-
y la cultura de
masas -por 8118 objetivos económicos- tienen que tender a
defender
808 intereses. Nunca como ahora esta forma de cultora
primigenia ha sido tan mortalmente humillada, y es necesario
Vivir en

centros
y ambientes donde estas minorías todavía se
defienden y prosperan. Determinadas ciudades y
Universidades
en detenninados países del mundo.

Se piensa,
cas4 en
la extin­
ción
de una

especie
y en la muerte de la inteligencia libre de
trabas.,
La démocracia no es a;ena a la realización de este fen6mena de la
cultura der maros.
cLas democracias de todo el mundo defienden la libertad de
pensamiento,
sus menos trabas posibles; pero

su oferta
de li­
bertad es
más ambigua de lo que paree~ El poder democrático
siempre defenderá sus posiciones, con el apoyo y resistencia de
la cultura de
masas, ante

lo que turbe su concepto de la vida
y el orden desde la detentación del poder. Fatalmente, en las democracias
también, la

influencia de un individuo singular
sobre los
demás tiene

que pasar por
un examen y

depuración.
¿Qué nos revela
ese individuo

singular, qué aplicación darle en
la evolución de nuestros
conocimientos? Mas hoy,

entre el in­
dividuo y los otros se alza un intermedio
exigente: la cultura
de masas
y sus limitaciones preceptivas. Nada tiene verdadera
düusión si no

es
masivan1:ente y, en una cultora de masas fie­
ramente
segura de

sí misma, cuanto más masivamente,
mejor.>
cSos
formas .y sus ideas están dándole al mundo entero, a
toda la civilización, una mentalidad. Yo diría una mentalidad democrática pero
ambigua. La

democrática
cultura de
masas
todo
lo acepta porque todo lo digiere a su modo y todo lo trans­
forma

a
su conveniencia.

Tiene el poder de arrollar a las
mi­
norías engulléndolas con lJD8 beatífica expresión.>
cComo

la cultora de masas no jerarquiza por su propia en­
traña·
democrática todo es cultiu-a, lo

más y
lo menos.>
Los intelectuales deben darse cuenta de esa mixtificación. Nieva les
advierte:
1012
portancia y
el triunfo atenador de la cultura de masas, hablen
de la eqltora tle modo ta-n general, sin advertir ·a las masas de
Fundaci\363n Speiro

que no es cultura todo lo que se ve como -tal. Todo lo qá.e se
ve como cultura cuando sólo es un negocio de la euhura de
masas, ante el que un 4ombre inteligente y libre Íiene que
reaccionar

con aversión. O
con desprecio.
Pero cuántos
saben
que
su

aversión o su desprecio,
ni aun expresados libremente.
servirán de nada.
Se sentirán confundidos moralmente por la
necesidad de una tolerancia universai que todo es aceptable ...
>
Es precl,$0 distinguir la vewl.adém cultura y la llamada cultura de
masas. que no es cultura. Se confunde en cuanto se ...
c... abraza tan idealmente el concepto general de cult~ sin
enterarse todavía de
que con ello engloba a ~ .. cultura de
masas en donde el Poder y. el dinero
se burlan

de
su tolerancia
estética.>
JV. Los MEDIOS DE COMUNICACIÓN DB MASAS Y LA INCULTUR.ACIÓN
Este problema, referido en concreto al efe"Cto de los medios audiavi­
suales, habia siddi_ tratado
por Arturo Uslar Pietri, en su articulo TELE­
VISIÓN Y CULTURA, en la tercera. plana de ABC de 17 del mismo mes
d't: mayo.
«Daedalus, el excelente periódico de la Academia Americana
dt, Artes y Ciencias _de Estados Unidos, ha publicado, en su
edición

del otoño de 1982, un número
monográfico consagrado
a

la debatida
cuestión del

antagonismo o la eomplementariedad
de lo
que llama

la
cú1.tura UD.presa y

la cultura del video.
:.Es
bastante más

que un debate académico y está en el
centro mismo de las preocupaciones de los hombres de pensa·
miento de nuestro tiempo ...
>
Lo cue.Jtión habfa sido planteada por McLuhan.
«Muchos advirtieron y denunci_aron los poderosos cambios
que esta revolución de las comunicaciones iba a producir en
la vida social y en la
mentalidád del
hombre. Hace un cu.arto
de
siglo Marshall McLuhan, con

tono
profétj.oo y . extraordinaria
novedad

de análisis,
señal~ las inmensas consecuencias de

todo
tipo que los nuevos
medios de comunicaci6n habían

comenzado
a producir en la
sociedad moderna

y
que iban a transformarla
radicalmente en

todos
sus aspectos.>
Ahoro:
cEn la edición de Daedalus-, en un conjunto de artículos es­
critos
por calificados especialistas, se examinan loe principales
aspectos de esta
vitlll cuestión.

Los alcances y
efectos de
la
nueva ·tecnología, las posibilidades de
la nueva impresión elec­
trónica, la formación de nuevos mitos colectivos, el destino de
la
cultura impresa, el surgimiento de una nueva y crecient:e clase
de
iletrados, la aparición
de nuevas formas del arte narrativo,
los nuevos convencionalismos
do la noli~ el revelador ea.so
de

''Vietnam, la guerra
televisada"->
1013
Fundaci\363n Speiro

··-, Sin dudtff!n.' eLasper;to cuantitativo, .[a.-denomiiiada.culturaj del video
logra -dimenirtonés inco,nparahlemente. mayores ,-de· las antes alcanzadas
por la.-cálificaila d,e-cultura iri'lpresary· sigue superándolQ a pesar del in­
c.r-eínento .editolial de.-.ésta.
::. ¡ ' i ,· ' . ' .-• -· .. - ' , _., _._, ,4:la~. tµi_siglo, ~n plena época vict~riana, toda la cultura era
·-'"_.impresa_· y .era uña culi:urB. de. minoría8. No sÍ>lo había enorme11
m·asá~ ~~b~ta~,
sino un:a · ~yol'Ía, aun en los países máe
·avanzado&;'
de gente ·que leíá:,muy-poco, que.-'.e8taba··reallllente
fuera

del .mundo de la
literatura-y: que. -~penas iban más allá
de leer: el diario y ello -de_, WJa ~a. :111:~Y __ ~perficial y limi­
,. -tada.,_ CJ.ettaui_ente, ,h(IY:: i,e,lee ¡nái¡ en e,l mundo entero. No sólo
88 h, -iu,~o inÍff!DB&meJite ... CO_ntfa-_ ~l allBliailietis~o, sino que
se
leen máS libros qa~ en · ning~ otra ép0;ca anterior. Sin
embargo, el problema existe
y se plantea en oÍra dirección. El
L P9~ff. ~e, _ alca_~~e., y _-. ~~etrat;i_ón de la TV no . lo ha tenid~
nunca y no lo tendrá nunca la cultura imi;:»resa. Una inmensa
pat"le del' grah púbÍi~ de·

hoy, que hubiera
Permanecido prác­
'·-Íi-cátll-énie fuer~··. o· eD el m"ÚB ·e~tre'eho y remoto margen de la
· ~ultu'i:~---ifup~~a;~n~· Sólo' no tielle ·otra· fuente de infóntlacióil
y de cultura distinta de los medios audiovisuales, sino · que es
g:i'aCias· excl.ñsiv~ente
á -eso8 níedios (fUe se ha _-asomado a una
vieii~ ) del ~undo ·y de· la cultura. ·La TV no se los ha arreha­
·tadc{
al libro, aun sin ella hubÍerari leído muy poco o na~
pero:
al mismo" tiemPO él libro·

no
podrá (JDitá~selos a

la
TV.
,: Perteneceii. literalllleD.te a otro mlllldo, que se "está convirtiendo
· fatal:rítenté en

el
-~~do '.dominante. Lá cult~a -

de masas de
~uestr~ ·ti~mpo, rio --pue,de ser · sino un;; criltura de

video.
,En el

mundo entero
::.centé-DareS '-de:·:mm~~es de

personas
participan
y .entran a. través de .. la TV. eb. in.meneas participacio­
nes
y. mensaj~s cul\urales. Hal>ría qne pen,sar .. en fa mentalidad,
los
valona Y .. la vÍ~ión del ID.un do t¡11e .. programas que logran
p?,sar _~o·da~ -)~.'s ::f~nt~~~ .. li~~jsti_cai! _y _c~turaICs. tien~n en la
h-~nid~d. iJ~ hoy. --~ñ.ies de ·10&, cinco eontinent_ei ccmviven y
-participan de los valores _y prejuicios .. de los_ personajes de al-
-~s ..
grandes s~ies de TV ll'_ansnacionaleu .
Pero· ,ío ·Se' thit~ · rle ia cantidiiJ;·si~ó-··tJe Já 'calidad ·d"el_ cOntenido del
mensaje. -~ . . -.(,
«El problema cierto no es que la cultura de video' Jáya a
"m.ittar-1·ycsü:bstittñr-a: la culiu:h dél.-librO,: Slno!:qlle una inmensa
' ~ay'oria-' ,d~ ! 'la: hnmlnidad/ ·4fne nllllca·. ·-hiib.J:era·,fl:egadri-' ·a la cnl­
:·tnra": ·dld "libro,···,va'·-a: qtÍ'edar· deñriitivtimenle ·élitrega·da a la
" )Lo -mis gl'ave ,.no =sería que· huhléra · doS 1nundOe" sometidos
a" 'd·os sistemas· dé .:eoínmi.iCSeión· -distintos, sin() ,que .el ·-éOntenido
de ese ~n:i~n·saje· cldtural ''qui re"hlban · lleg'áriL i, ser : taii distinro
COmo :pnedéii s~-;Dallai',y ·L·a ··C-ue-r+a.· y-· lrt-,Pa:z:, O· Dinaitía y El
Quijote.
Fundaci\363n Speiro

>Si-de-lo,:. qo.e :.se .Jmtar~ ~ta . .simpl.~e:1de.· .. nnil utiliza­
cióu. Prefer,eneiál ·de 1,11edios;· el riesgo ~a.·.mucl!e ~lior, pero
el peligro verdadero. y :.,graµde está en:'. el -.coní:e.tiióo. mismo del
J:Ue:o_aaje .cultural Ya desde-~ 'MarshalL.Mcl,uhan .,Saheinos que el
medio no ee
indiferente •. En múchw Iqás,_:.de .un: l!8ntido .iel medio
es el mensaje.>
.Lai masificación de Jo, cultura, sea así difundid(J por letra impresa o
por medios
audiovisuales, i1Jcluso pruvoc_a una

desinformación o malin­
formación de
los_ ad_ informados, y derformq a los hom,bres. de cultura.
Así
lo explica el_ P .. J. L. ·Martín Descalzo, en su articulo ,-ME Acuso,
PADRE ••• , public"rido Cl 8 d~_ilfJio.de _j.9.8.3,, (amb_iélJ.. e~:-Íe~~ra .. plana de
ABC, q~e inici~ con e!ta preg,un:fa::
C¿No estaremos, me prégÚto, contribuyendo decisivamente los
peri O distas :.a ensuciar y , ennégrecer el-mwido? -Piaó- · 81 lector
·que·
D.o creá

que· aludo
a la· Pré:0.sa pornográfica o ·1a misma
sensacionalista
(aunque en ambas· -ese ennegr"eciinientó-" se

mul­
tiplique).
BahlO de -los pel'Íódicos Y-periodistaS·:qo.e llamamos
"normales",

que por
exigencias de su

profesión, para
cumP.lir
lo

que
su.· p~ofe~ón ~ea \exige, ~enden.· ~ -diario . a agredir_· los
nervios de la
Humanidad.» -
Y, ante, ella, refleiio_na -en voz ciltCJ:
c ... resulta que rios--hemos_- .cónvertido en invasores,. como aca­
paramos, al menos, el · ochenta . por ciento de lós conocimientos
que el hombre. medio tiene
~e vive mucho más
de nosotros,
que de loe libros
_(). de: sus propios .pensamiento.a--: 'bellos aquí
convertidos' en: filtros.-de··permanellté amargura, eri destiladores
de tensión en las almas,. en deformadores sistemático e _ de la
visión que del mundo tienen nuestros coritempóráneos.»
«Me temo que estemos pasando de mí· "mundo informado"
a un "mundo superarchirrequeteinformado". Decimos a veces
que somos el
cuarto ·poder :y ·es ~robable que no "lo s"eamos en
la
política
o en"' la e·conomia,: pero en las conciencias somos el
primero.
» Y el problema se agrava dadas las circunstancias de nuestro
irahájo, Porque

resulta- que los periódicos
son . in u cho peores
que los periodistas

y que
nosótros·. volcainoe caéi siempre
en
nuestros artículos lo peor de nosotros
mismos, al

juntarse
en
nuestras plumás · esos dQé monstruos que so~ 'las prisas y la
necesidad de triunfar.>
,cVivimolí"~en- una prénea
·que tiene Ja ·competenci• eomo pri•
in.era norina. No
importa en ella

hacer
buenos periódicos; im·
porta hacer diarios que la gente lea y discuta. No se valora
demasiado
· el· escribir· bien,
lo·
qué sirve es escrihi~, agresiva­
mente. En un periodista ·de :hoy· eu,e.»,tan ,;nndio-más .. los espo-
10!~
Fundaci\363n Speiro

Iones que la pluma. Hay que llamar la atención a toda costa.
Hay
que conseguir

-ser distintos y no
buenos,. llamativos
y no
hondos·; hemos renunciado ya a
pasar a las páginas

de la
his­
toria

literaria; consigamos,
al menos, entrar en el libro urgente
de la actualidad y de los chismorreos.
» Y detrás viene la prisa. Si los lectores supieran en qué
condiciones escribimos, nadie nos leería.
Hace tiempo que apren­
dí en los periódicos que; aquí lo importante no es tener muchas
cosas que decir,
ni siquiera el decirlas bien. Lo único que
cuenta ·
es decirlas antes que
los demás, ganar
al contrincante
por
la mano, opinar hoy sobre lo divino y lo humano, aunque
nada sepamos de
lo uno ni lo otro.>
cCuanto

más hondo es lo_ que tienes que contar, menos
tiem­
po

tienes para reflexionar. La gente debería leernos con
sete­
cientas

lupas, desconfiando de cada uno
de nuestros adjetivos.
Y, asombrosame~te, todos hablan mal de los periódicos y de la
televisión. Pero todos
se alimentan de los unos y la otra.»
He ahf, en fin, el riesgo para {a., mismos intelectuales:
c... Hace siglo y medio intuyó todo esto con palabras pro­
féticas
Kierkegaard al asegurar que
"los periódicos
son el so­
fisma más funesto
que haya

aparecido", porque
veía que
en el
futuro · iban a concede.-se los altavoces del mundo a quienes
menos los merecían. Contaba él, que era como si en
una nave
hubiera
un solo megáfono y de él se hubiera apoderado el
pinche de cocina. La conclusión es
que todos los altísimos pen­
samientos del pinche de cocina ("pon manteca a las
espinacas";
"hoy

hace buen tiempo"; "quién sabe si algo anda
mal por
allí") se

oirían por
toda la ~ve, mientras que el pobre capitán
gritaría inútilmente,
aunque -
tu.viera cosas mucho más
impor­
tantes qúe decir. Al final el mismo capitán tendría que men­
digarle al Pinche de cocina que transmitiera sus instrucciones,
pero

aún éstas
se transmitirían
alteradas por
la estupidez del
mozo. Al final
el pinche de cocina se apoderaría de la dirección
de la nave.
»Terrible profecía

que vemos a diario realizada: hasta los
grandes escritores
y filóirofos mendigan hoy un sitio en nuestras
páginas si

quieren
existir; hasta

se rebajan al
"lenguaje perio­
dístico"

y tratan de
"llamaÍ-la

atención" como vicetiples.
»Henos pues

aquí, reyes de lo superficial y lo ácido,
diri~
·
giendo

un mundo que desconocemos,. contagiando a los humanos
' nuestro culrn a ló raro, obli"gáitdOles a cféerqtte el-mundo abun­
da

en hombres que muerden a sus
perros, ayudándoles
a levantar
los puños contra un cielo que babda creado mal las cosas y consiguiendo que el
'hombre no

vea jamás
los ríos de amor y
de
ternura que cruzan

por el
mundo.>
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