Índice de contenidos
Número 233-234
Serie XXIV
- Textos Pontificios
- Estudios
- Actas
- Crónicas
- Información bibliográfica
Autores
1985
Martirián Brunsó Verdaguer: España entre la vida y la muerte
' INFORMACJON BIBLIOGRAFICA
Martúián Brunsó Verdaguer, pbro.: ESP~A ENTRE LA
VIDA Y LA MUERTE (*)
«No consiste la tradición en hacer perdurar el pasado, sino
en
superarlo, en hacerlo_ entrar y
vivir en
el presente»: esta frase,
entresacada de sus páginas, resume el pensamiento de este libro
de don Martirián
Bruns6, que
constituye un a modo de catecis
mo, cuidadosamente preparado, enriquecido con citas abundan tes y bien seleccionadas ( de Jean Leclerq, Millán Puelles, Mar
ce! De Corte, Balmes, la Constitución Lumen gentium, etc.)
sobre el concepto
de tradición, hoy tan ignorado y vilipendiado,
su peso en
la historia de . España y su valor como punto de re
ferencia en
la formulacióµ de un juicio crítico sobre la hora pre
sente de nuestra patria. Un libro
escrito en
un estilo
ágil y
di
recto, destinado fundamentalmente a ese público joven, cada vez
más_ abundante,
ávido de
-revisar
los
tópicos vigentes
sobre el
patrimonio histórico y cultural de Espafia
y de renovar su en
tramádo institucional, entendido este concepto en su sentido
más amplio, por caminos que no sean
los del
quietismo o el
nihilismo revolucionario.
El libro consta de tres '\,artes y se cierra con un apéndice,
cuidadosamente elaborado, de mapas
y cuadros sinópticos que
constituye un valioso resumen temático, cronológico y geográ-
fico de la historia española.
·
El
primer capítulo versa_ sobre el concepto general de tradi
ción, su
sentido enraizado en
la vida de los hombres y su dimen
sión de
reto para cada generación, entendiendo por ello la obli
gación inalienable
que cada individuo
y cada colectividad histó-·
rica
co11creta tienen
de recoger el patrimonio de sus antepasados,
de proyectarlo como elemento vivificador sobre su presente y
de ordenarlo, mejorado y decantado, hacia el porvenir. En sus
páginas, densas, se contienen, en sendos apartados, agudas obser
vaciones sobre la dimensión tradicional del ser humano en sus
(•) Editorial Speiro, Madrid, 1984, xxvm + 160 págs.
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Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
vertientes biológica e intelectual. Temas que el autor ilustra con
datos recientes,
extraídos del
campo de
1a genética y de la pa
leontología: «La
etología comparada --observa el pbro. Brun
s6---permite
deducir que
la desapatición de los instintos s6lo
puede realizarse porque venía a compensarla una progresión
pa
ralela de la tradición y de la capacidad inventiva y porque la
sociedad conservaba como un tesoro el saber adquirido por los
·
mejores
de sus hijos».
Planteamiento ambicioso que el autor completa con un aná
lisis de
la naturaleza íntima del quehacer intelectual del hom
bre y de su vocación filosófica, tema éste al que dedica varias
páginas
llenas de
interesantes sugerencias: «tengo para mí caso
cierto --observa- que ninguna idea es innata; lo que llamamos
ideas
y que a lo largo del tiempo hemos creído innatas, son abs
tracciones adquiridas, halladas en los dominios
de la tradición».
Contiene también este primer capítulo un análisis sobre la
confortnación
histórica del
orden institucional, propio de cada
país, que el autor
explica como el fruto de la acumulación de
experiencias
y necesidades de orden material y socio-político,
decantadas a
la luz de la tradición, sobre un fondo de inspiración
de índole religiosa, elementos que se complementan y vigorizan
mutuamente. Y
sobre las relaciones, indisolubles, que median
entre
la autoridad legítima y la tradición: «una autoridad --,ifir
ma
tajante el autor- que no transmita, de siglo en siglo,
normas
de
conducta en beneficio del hombre no merecerá otro adjetivo
que el de arbitraria».
Y, a la hora
de emitir un juicio global sobre la ruptura re
volucionaria de
la modernidad, que ha orientado al hombre hacia
el nihilismo a través de
la disolución gradual de su ser indivi
dual
y colectivo, don Martirián Brunsó insiste en la dimensión
religiosa del problema, capaz de comprometer al hombre en su
totalidad. Proceso aniquilador que se explica, en el fondo, por
un «vaciamiento de
la sustancia sobrenatural del cristianismo»,
por
la eliminación de la armadura eclesial que protege a la so-·
ciedad
contra los ataques del subjetivismo y de la anarquía». Su
pensamiento se identifica en este punto con el del filósofo Mar
ce! De Corte: «la laicización del cristianismo en las costumbres
y en las pseudoínstituciones atomiza la sociedad y destruye la
posibilidad del renacimiento de la tradición, tanto en un sentido
activo como pasivo».
En el capítulo segundo el libro cambia de tono y' el autor nos
propone
un recorrido, breve pero sustancioso, a través de las
etapas principales
de nuestra historia, desde
el Paleolítico · hasta
503
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBUOGRAFICA
Lt modernidad, insistiendo en cada una de ellas en los aspectos
culturales
y sociológicos que · en mayor medida han contribuido
a la
conformación del
patrimonio global de eso que llamamos
España. Muy_ interesantes, por _ejemplo, son sus consideraciones
sobre la maduración de la institución monárquica y la cristiani
zación de las estructuras del primer Estado nacional español, que
se opera
en época
visigótica, merced a las contribuciones suce
sivas de los reyes que van de Leovigildo a Suintila y a las ela
boraciones doctrinales de los obispos
y eclesiásticos que ilustra
ron la época isidoriana; Así se operó, en unas circunstancias ma
teriales especialmente adversas, una síntesis fecunda de tradicio
nes germánicas y romanas, posible sólo gracias al cristianismo y
a su capacidad vivificadora
de un
nuevo orden institucional, ins
pirado en un pasado renovado, decantado y proyectado hacia el futuro.
Y también merecen destacarse los
ePígrafes que
dedica a
la
Edad Media, posterior a la invasión musulmana, en páginas que
ponen de relieve
la originalidad y grandeza de aquel paríodo
multisecolar y fecundo, entramado complejo de tendencias cen trípetas y polarífugas. Ahora, también, la religión católica, la
existencia de una vigorosa comunidad de creencias fue el sns trato que haría posible el triunfo de las tendencias unitarias en
el seno de una sociedad sanamente plural y
diversificada, Fue
el
cristianismo quien proyectó
«luz entre
las miserias
y grandezas
de sus hombres, en lo científico y en lo social, en los estudios y en las costumbres, en las bellas artes. y en el quehacer cotidiano».
Don
Martirián Brunsó
destaca también
la importancia de la idea
reconquistadora, de esa «idea lanzada como saeta que con
in
comparable fuerza recorre la trayectoria de nuestros siglos me
dievales»
de que hablara José A. Maravall: «la lucha de ocho
siglos sostenida por los cristianos españoles para recobrar su tie rra de los musulmanes y arrojarlos definitivamente de
la Penín
sula va creando, a través de su religiosidad,
la conciencia de la
España Una, nuestro tipo étnico con la variedad de caracteres
regionales, cosa muy distinta de los antiguos dualismos: íbero
céltico, heleno-púnico, hispano-romano, latino-gótico e hispano visigodo».
El tercer
y último capítulo, que lleva el sugestivo título de
«La tradición, cuestión
de vida o muerte de nuestra identidad
nacional», constituye un balance de la problemática contemporá
nea de
la historia de España, una especie de recapitulación de
lo anterior desde la perspectiva del presente.
Analiza los
gran
des hitos de nuestra historia contemporánea
y, en especial, la
504
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
· magna reacción nacional, patriótica, monárquica y religiosa que
fue la
Guerra de
la Independencia. Y nos explica, acertadamen
te, que
fueron los
partidos tradicionalistas y foralistas (analiza
con cierto detalle el concepto de
fuero) los
que, en nuestro si
glo
XIX, encatnaron el verdadero espíritu patrio, a la vez reno
vador y fiel a la tradición, frente a la corriente liberal y revolu
cionaria. Y
concluye afirmando las deficiencias institucionales
profundas del pseudo-orden democrático actual: «por aquí nos
hemos
perdido los
españoles, porque en la institucionalización
hemos marginado los valores fundamentales que la tradición ce
losamente nos ha custodiado como base de nuestra fortaleza
y
crecimiento».
ANDRÉS GAMBRA.
Juan Antonio Wídow: EL HOMBRE, ANIMAL
POLITICO
(*)
Juan Antonio Widow es un hombre preocupado, tanto por
la
-educación como por la enseñanza. Profesional de la docencia,
ha trascendido la mera función de acumular conocimientos para
luego transmitir
a sus alumnos
y entrar de lleno en la conduc
ción de las mentes
y las almas por el camino estrecho de la
verdad.
Fiel
a esa .generosa concepción del
magisterio, ha
prestado
su atención muchas veces a temas de
inteligencia. Sus elucida
ciones sobre
la «sabiduría» --«naturaleza de la sabiduría cris
tiana» es uno de sus artículos más interesantes- o sus recien tes
consideraciones sobre
«el problema de
la educación», así lo
acreditan. Pero todo
lo realizado hasta ahora en tal dirección queda
superado y embebido por la obra que hoy tengo el gusto de pre
sentar a nuestos lectores y cuya
ambición es
sólo parangonable
con su acierto. El autor parte de un contraste muchas veces abservado entre
la ligereza que acompaña a tantas tomas de opinión políticas
y morales --«cualquiera se siente con dominio y en estos cam
pos»-- y el respeto beato con que es obsequiada la ciencia y
aun la _técnica. Y hace patente que
la vida del hombre en socie
dad y lo relativo al
fin y al orden propios de cada una de las
(*) Juan Antonio Widow, El hombre~ animal politico (El orden socia/.:
principios e ideologios), Academia. Superior de Ciencias Pedag6gicas, Santia
go de Chile, 1984, 300 págs.
=---·
'º'
Fundaci\363n Speiro
Martúián Brunsó Verdaguer, pbro.: ESP~A ENTRE LA
VIDA Y LA MUERTE (*)
«No consiste la tradición en hacer perdurar el pasado, sino
en
superarlo, en hacerlo_ entrar y
vivir en
el presente»: esta frase,
entresacada de sus páginas, resume el pensamiento de este libro
de don Martirián
Bruns6, que
constituye un a modo de catecis
mo, cuidadosamente preparado, enriquecido con citas abundan tes y bien seleccionadas ( de Jean Leclerq, Millán Puelles, Mar
ce! De Corte, Balmes, la Constitución Lumen gentium, etc.)
sobre el concepto
de tradición, hoy tan ignorado y vilipendiado,
su peso en
la historia de . España y su valor como punto de re
ferencia en
la formulacióµ de un juicio crítico sobre la hora pre
sente de nuestra patria. Un libro
escrito en
un estilo
ágil y
di
recto, destinado fundamentalmente a ese público joven, cada vez
más_ abundante,
ávido de
-revisar
los
tópicos vigentes
sobre el
patrimonio histórico y cultural de Espafia
y de renovar su en
tramádo institucional, entendido este concepto en su sentido
más amplio, por caminos que no sean
los del
quietismo o el
nihilismo revolucionario.
El libro consta de tres '\,artes y se cierra con un apéndice,
cuidadosamente elaborado, de mapas
y cuadros sinópticos que
constituye un valioso resumen temático, cronológico y geográ-
fico de la historia española.
·
El
primer capítulo versa_ sobre el concepto general de tradi
ción, su
sentido enraizado en
la vida de los hombres y su dimen
sión de
reto para cada generación, entendiendo por ello la obli
gación inalienable
que cada individuo
y cada colectividad histó-·
rica
co11creta tienen
de recoger el patrimonio de sus antepasados,
de proyectarlo como elemento vivificador sobre su presente y
de ordenarlo, mejorado y decantado, hacia el porvenir. En sus
páginas, densas, se contienen, en sendos apartados, agudas obser
vaciones sobre la dimensión tradicional del ser humano en sus
(•) Editorial Speiro, Madrid, 1984, xxvm + 160 págs.
502
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
vertientes biológica e intelectual. Temas que el autor ilustra con
datos recientes,
extraídos del
campo de
1a genética y de la pa
leontología: «La
etología comparada --observa el pbro. Brun
s6---permite
deducir que
la desapatición de los instintos s6lo
puede realizarse porque venía a compensarla una progresión
pa
ralela de la tradición y de la capacidad inventiva y porque la
sociedad conservaba como un tesoro el saber adquirido por los
·
mejores
de sus hijos».
Planteamiento ambicioso que el autor completa con un aná
lisis de
la naturaleza íntima del quehacer intelectual del hom
bre y de su vocación filosófica, tema éste al que dedica varias
páginas
llenas de
interesantes sugerencias: «tengo para mí caso
cierto --observa- que ninguna idea es innata; lo que llamamos
ideas
y que a lo largo del tiempo hemos creído innatas, son abs
tracciones adquiridas, halladas en los dominios
de la tradición».
Contiene también este primer capítulo un análisis sobre la
confortnación
histórica del
orden institucional, propio de cada
país, que el autor
explica como el fruto de la acumulación de
experiencias
y necesidades de orden material y socio-político,
decantadas a
la luz de la tradición, sobre un fondo de inspiración
de índole religiosa, elementos que se complementan y vigorizan
mutuamente. Y
sobre las relaciones, indisolubles, que median
entre
la autoridad legítima y la tradición: «una autoridad --,ifir
ma
tajante el autor- que no transmita, de siglo en siglo,
normas
de
conducta en beneficio del hombre no merecerá otro adjetivo
que el de arbitraria».
Y, a la hora
de emitir un juicio global sobre la ruptura re
volucionaria de
la modernidad, que ha orientado al hombre hacia
el nihilismo a través de
la disolución gradual de su ser indivi
dual
y colectivo, don Martirián Brunsó insiste en la dimensión
religiosa del problema, capaz de comprometer al hombre en su
totalidad. Proceso aniquilador que se explica, en el fondo, por
un «vaciamiento de
la sustancia sobrenatural del cristianismo»,
por
la eliminación de la armadura eclesial que protege a la so-·
ciedad
contra los ataques del subjetivismo y de la anarquía». Su
pensamiento se identifica en este punto con el del filósofo Mar
ce! De Corte: «la laicización del cristianismo en las costumbres
y en las pseudoínstituciones atomiza la sociedad y destruye la
posibilidad del renacimiento de la tradición, tanto en un sentido
activo como pasivo».
En el capítulo segundo el libro cambia de tono y' el autor nos
propone
un recorrido, breve pero sustancioso, a través de las
etapas principales
de nuestra historia, desde
el Paleolítico · hasta
503
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBUOGRAFICA
Lt modernidad, insistiendo en cada una de ellas en los aspectos
culturales
y sociológicos que · en mayor medida han contribuido
a la
conformación del
patrimonio global de eso que llamamos
España. Muy_ interesantes, por _ejemplo, son sus consideraciones
sobre la maduración de la institución monárquica y la cristiani
zación de las estructuras del primer Estado nacional español, que
se opera
en época
visigótica, merced a las contribuciones suce
sivas de los reyes que van de Leovigildo a Suintila y a las ela
boraciones doctrinales de los obispos
y eclesiásticos que ilustra
ron la época isidoriana; Así se operó, en unas circunstancias ma
teriales especialmente adversas, una síntesis fecunda de tradicio
nes germánicas y romanas, posible sólo gracias al cristianismo y
a su capacidad vivificadora
de un
nuevo orden institucional, ins
pirado en un pasado renovado, decantado y proyectado hacia el futuro.
Y también merecen destacarse los
ePígrafes que
dedica a
la
Edad Media, posterior a la invasión musulmana, en páginas que
ponen de relieve
la originalidad y grandeza de aquel paríodo
multisecolar y fecundo, entramado complejo de tendencias cen trípetas y polarífugas. Ahora, también, la religión católica, la
existencia de una vigorosa comunidad de creencias fue el sns trato que haría posible el triunfo de las tendencias unitarias en
el seno de una sociedad sanamente plural y
diversificada, Fue
el
cristianismo quien proyectó
«luz entre
las miserias
y grandezas
de sus hombres, en lo científico y en lo social, en los estudios y en las costumbres, en las bellas artes. y en el quehacer cotidiano».
Don
Martirián Brunsó
destaca también
la importancia de la idea
reconquistadora, de esa «idea lanzada como saeta que con
in
comparable fuerza recorre la trayectoria de nuestros siglos me
dievales»
de que hablara José A. Maravall: «la lucha de ocho
siglos sostenida por los cristianos españoles para recobrar su tie rra de los musulmanes y arrojarlos definitivamente de
la Penín
sula va creando, a través de su religiosidad,
la conciencia de la
España Una, nuestro tipo étnico con la variedad de caracteres
regionales, cosa muy distinta de los antiguos dualismos: íbero
céltico, heleno-púnico, hispano-romano, latino-gótico e hispano visigodo».
El tercer
y último capítulo, que lleva el sugestivo título de
«La tradición, cuestión
de vida o muerte de nuestra identidad
nacional», constituye un balance de la problemática contemporá
nea de
la historia de España, una especie de recapitulación de
lo anterior desde la perspectiva del presente.
Analiza los
gran
des hitos de nuestra historia contemporánea
y, en especial, la
504
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
· magna reacción nacional, patriótica, monárquica y religiosa que
fue la
Guerra de
la Independencia. Y nos explica, acertadamen
te, que
fueron los
partidos tradicionalistas y foralistas (analiza
con cierto detalle el concepto de
fuero) los
que, en nuestro si
glo
XIX, encatnaron el verdadero espíritu patrio, a la vez reno
vador y fiel a la tradición, frente a la corriente liberal y revolu
cionaria. Y
concluye afirmando las deficiencias institucionales
profundas del pseudo-orden democrático actual: «por aquí nos
hemos
perdido los
españoles, porque en la institucionalización
hemos marginado los valores fundamentales que la tradición ce
losamente nos ha custodiado como base de nuestra fortaleza
y
crecimiento».
ANDRÉS GAMBRA.
Juan Antonio Wídow: EL HOMBRE, ANIMAL
POLITICO
(*)
Juan Antonio Widow es un hombre preocupado, tanto por
la
-educación como por la enseñanza. Profesional de la docencia,
ha trascendido la mera función de acumular conocimientos para
luego transmitir
a sus alumnos
y entrar de lleno en la conduc
ción de las mentes
y las almas por el camino estrecho de la
verdad.
Fiel
a esa .generosa concepción del
magisterio, ha
prestado
su atención muchas veces a temas de
inteligencia. Sus elucida
ciones sobre
la «sabiduría» --«naturaleza de la sabiduría cris
tiana» es uno de sus artículos más interesantes- o sus recien tes
consideraciones sobre
«el problema de
la educación», así lo
acreditan. Pero todo
lo realizado hasta ahora en tal dirección queda
superado y embebido por la obra que hoy tengo el gusto de pre
sentar a nuestos lectores y cuya
ambición es
sólo parangonable
con su acierto. El autor parte de un contraste muchas veces abservado entre
la ligereza que acompaña a tantas tomas de opinión políticas
y morales --«cualquiera se siente con dominio y en estos cam
pos»-- y el respeto beato con que es obsequiada la ciencia y
aun la _técnica. Y hace patente que
la vida del hombre en socie
dad y lo relativo al
fin y al orden propios de cada una de las
(*) Juan Antonio Widow, El hombre~ animal politico (El orden socia/.:
principios e ideologios), Academia. Superior de Ciencias Pedag6gicas, Santia
go de Chile, 1984, 300 págs.
=---·
'º'
Fundaci\363n Speiro