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Número 235-236

Serie XXIV

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Rigoberto López Valdivia, un pensador católico

RIG0BERTO L0PEZ VALDIVIA,, UN PENSADOR CAT0LIC0
POR
NEMESIO. RODRÍGUEZ Lms
« Una figura de las que necesita la Santa Iglesia hoy. Un
cristiano ejemplar muerto cuando su obra prometía los mejqres
frutos». De

esta manera, Fray Santiago Rodríguez, O. P. re­
trató de cuerpo entero la figura de don Rigoberto López V al­
divia, quien había fallecido el
20 de marzo de 1984 y por cuyo
eterno descanso el buen fraile dominico celebraba una piadosa
misa en el bello convento de Santo Domingo de la ciudad de
México.
El

mundo se mueve según las ideas de sus
. iutelectuales,
razón

por la cual el pensamiento de nuestros mejores hombres
es digno no sólo de analizarse sino también de tomarse en
cuenta.
Rigoberto L6pez Valdivia fue un intelectual católico de nues­
tros días, un hombre que tenía plena. conciencia de que los
dones que el Altísimo le había conferido no eran
para su luci­
miento

personal sino
par.a hacerlos
fructificar al ciento por uno.
Pero antes de
seguir adelante

preciso será recordar
.cómo
son

tres los factores
que, de
modo indeleble,
marcan: el carác­
ter

de una persona:
La. herencia, el medio ambiente y la vo­
luntad. El cargamento genético, las circunstanciás. que nos rodean
y una férrea decisión por salir adelante son los golpes de cincel
que hacen que del
mármol bruto
surja
una espléndida
obra
de arte.
·
Y,

una vez que el
carácter ha
sido móldeado, la persona
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NEMESIO RODRIGUEZ LOIS
posee ya una cosmovisión, o sea, un modo constante de reaccio­
nar que habrá de plasmar en formas políticas, religiosas o filo­
sóficas.
La
persona tendrá ya su cosmovisión determinada, o sea,
si, muy

peculiar visi6n del
mundo que le rodea, y será entonces
cuando se pretenda explicar esa realidad, elaborando un sistema
filosófico.
En

esta ocasi6n analizaremos brevemente
la obra de un pen­
sador
católico en

quien elementos decisivos de su personalidad
fueron, precisamente,
la herencia; el medio ambiente y la vo­
luntad.
Analizaremos brevemente la obra y
cosinovis.i6n de
don
Ri­
goberto L6pez V aldivia.
Nuestro
hombre naci6 en el coraz6n mismo de los Altos
de
Jalisco, concretamente

de Arandas, en el mismo
día en
que
el santoral cat6lico festeja a San Luis Gonzaga, o sea, un 21
de junio de 1920.
Arandas, ¡cuánto nos dice ese nombre! Nos recuerda Aranda
y Peñaranda de Duero, en la provincia de Burgos; y nos recuer­
da también Pefiaranda de Bracamonte y Pefiarandilla, en la pro­
vincia de
Salrunanca.
Arandas,

nombre de pura raigambre castellana.
Y es que Arandas -importante centro agrícola y ganadero
del Estado de J
olisco-. está

enclavada en una regi6n netamente
hispánica, en una regi6n donde sus actuales habitantes, los al­
teños,
.son descendientes

directos de los españoles, debido a que
no llevan ni una. sola gota de sangre
.india en sus venas.
Nos cuentan viejas
crónicas c6mo

los indios que habitaban
aquella zona eran. indómitos en grado sumo, razón por la cual,
al no poder atraerlos a la vida civilizada, los conquistadores op­
taron por eliminarlos o ahuyentarlos, lo cual produjo que la
regi6n quedase deshabitada.
Bue,¡as tiertas

son aquellas, motivo por el cual el vacío fue
pronto ocupado por colonos españoles, cuyos descendientes di­
rectos son los alteños de nuestros días. Esa es la explicación
por.
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RIGOBBRTO LOPBZ V AWIVIA, PBNS4J]OR CATOUCQ
la cual en aquella región del Occidente de México encontramos
rancheros de piel blanca, cabellos rubios
y ojos azules.
Una zona en
la cual no hubo mestizaje y a la cual los. es­
pañoles

llevaron sus costumbres
y religión .. Esa es la explica·
ción por la cual los bravíos alteños se sienten descendientes
directos de los conquistadores
y misioneros españoles.
Tenemos, pues, el primer factor. que habría .de ser decisivo
en la formación del carácter de López
Valdivia:. Desciende

en
línea directa

de los-.españoles del siglo
'.XVI y en más de una
ocasión llegó a decirle a quien esto·escribe que
él era un_ espa­
ñol

nacido en México.
Pero los ·Altos de Jalisco son también
~y por

lo mismo-­
una región en
la cilal la fe de Cristo caló tan profundamente
que, en
la segunda década de este siglo, se va a convertir en
el
escenario principal. de
la Guerra
Cristera,
· o
sea,
dé la gran
epopeya por medio de
la cual el pueblo mexicanó. se levantó
en
arruas sin

·otro anhelo
que el
de defender su Santa Religión.
Cuando la Cristlada está
al rojo vivo, el pequeño Rigoberto
es apenas un niño de escasos siete años, un
nino al cual le toca
ver cómo los esbirros· de·1a· masonería asesinaii. s.acerdotes, violan
monjas, profanan templos y :fusilan ·cristeros ..
Por:
razones
·' de seguridad personal,· la· familia del

pequeño
se ve obligada
a desplazarse hacia' la , ce'rcana ciudad de León
en

donde Rigoberto va a
cursar los': ·pr!niefus estudios •.
Tenemos
aquí

el segundo factor decisivo en
. el
carácter de
López· Valdivia: El medio ambiente que le rodeó durante sus
primeros años fue un ambiente
no· sólo
hostil, sino de
mateada
persecuciíSn
contra

la Iglesia Católica, a
.la cual el· pequeño Ri,
goberto,

al igual que muchos niños alteños de
su eélad, veía
como

una·· segunda madre.
·
· Pero nadie mejor que el

joven
y brillante -abogádo Agustín
López

Padilla, hijo de
nuestro personaje/ para

comentar
esté
momento

que habría de
ser decisivo
en
la vida
de su
ilustie
padre,
«A partir de

ese momento la -mentalidad
-y
la vida futura
del licenciado
López Valdivia, sus convicciones, sus amores, -sus
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NEMESIO RODJUGUEZ LOIS
odios, sus pasiones, sus objetivos y su mentalidad prefilosófica
quedaron definitivamente orientados: él iba a dedicar toda su
vida a defender a Cristo y a su Iglesia; porque toda su vida se
ha sentido 'cristero',-J,;j<,'1e 'cristeros'.
Y su vida la Tiedicaría
a
odiar

todo lo que se llamara 'Revoluci6n'.
Revolución con
R mayúscula. Revolución en sentido peyorativo. Revolución como trastorno del orden cristiano, tanto del
orden espiritual

como
del orden temporal»
(1 ).
Llevando en su alma dos grandes amores -La España ca­
tólica, evangelizadora de veinte naciones, y la fe de Cisto­
fue como se moldeó
el recio ~arácter de López V aldivia.
Durante su etapa estudiantil, Rigoberto no fue uno de tantos,
sino un estudiante distinguido que obtuvo
el más alto promedio
de calificaciones en su generación· de
prepararoriano y
que ya
en aquellos años destacó por sus dotes de líder estudiantil.
En su vida universitaria, en la UNAM, se distinguió por su
labor dentro de la
« Unión Nacional de Estudiantes Católicos»
que, en la Facultad de Derecho, integró el Centro de Cuba 88,
de donde
surgirían con el paso del tiempo hombres que supie­
ron mantener en alto los más sanos principios. Pasan los años y el joven Rigoberto se convierte en abogado;
pero no en un litigante cualquiera, de esos que se venden al
me­
jor

postor, sino en todo
'un jurista
de altos vuelos que lo mismo
diserta con profundidad sobre el Derecho natural, que
utiliza su
ciencia
jurldica para

hacer triunfar una causa justa en los
tribu­
nales. Sus

profundas conviociones católicas hacen que vea en el
De­
recho natural a la auténtica Ley de Dios impresa en el coraz611
de
todo hombre.
Por eso es que
López V aldivia ahonda en el tema y demues­
tra cómo el Derecho natural tiene un sólido fundamento
filos6-
fico.

Duro golpe a
los' ertores
de Kant que divorcian al
«Ser»
del

«Deber Ser». Fruto de este anhelo es su primer libro:
E/
(1) Trabajo presentaclc, el 19 de noviembre de 1973, por Agustín
López Padilla, en la clase ele Filosofía del Derecho de la Universidad
Iberoat;nericana.
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RIGOBERTO LOPEZ V ALDJVJA, PENSADOR CATOLICO
fundamento filosófico del Derecho natural que fuera prologado
por el insigne jurista don Luis Recaséns Siches. Pero López Valdivia no se queda en meras especulaciones,
sino que va
más allá al comprender que de nada sirven los rec­
tos
nrdenamientos jurídicos
si éstos no se aplican en la realidad.
Es necesaria una coherencia.
Y buscando esa coherencia fue c6mo López V aldivia lleg6 a
la conclusi6n de que los males que afligen a México se originan
en lo
err6neo de
un sistema que ha fracasado en todos los 6rdenes.
Fue esa la
raz6n por la, cual analiz6 a fondo la realidad socio­
política de México y fruto de tan serio análisis es
la que quizás
sea su mejor obra:
La quiebra de la revolución mexicanµ, un
libro que deberían de leer todos· aquellos que se preocupen por
conocer
la verdadera causa de las desgracias que se han abatido
sobre México. Al llegar a este punto preferimos citar textualmente
algu­
nos párrafos medulares de dicha obra:
«Yo no creo que la corrupci6n de los funcionarios públicos
pueda reprimirse a base de leyes
· de carácter penal,

porque la
corrupci6n tiene sus raíces en
la pésima educaci6n que' recibe el
pueblo, educaci6n laica que ignora a Dtos, y el que no tiene te­
mor de Dios muy difícilmente puede temer las leyes de los hom­
bres; pero algo se lograría si esta ley de responsabilidades se
aplicara. La verdad de las cosas es que el gobierno no tiene vo­
luntad de aplicarla porque el día que se aplicara real y efectiva­
mente, sin contemplaciones, -se resquebrajaría el sistema político
que impera en el país, ya que la revoluci6n mexicana (hija na­
tural de la Revolución Mundial) en el fondo es eso: una 'robo­
lución', es el arte de robar desde el gobierno. En el siglo pasado
la revolución juarista robó los bienes de la Iglesia. Nada tiene
de raro, pues, que la revolución mexicana del siglo
XX se haya
robado los bienes de los hacendados y ahora trate de robarse
los bienes de los propietarios urbanos» (2).
{2} La quiebra de la revolución mexicana, Editorial Tradici6n, pri­
mera edíci6n, México, 1982, pág. 131.
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NEMESIO RODRIGUEZ WIS
Pero no vaya a pensarse que López Valdivia es .. un simple
crítico del sistema que condena por el simple,
aíán morboso de.
condenar. Nada de· eso; nuestro .hombre,
,al examinat , los fallos
del sistema, propone la. que. sería solución
,a todos nuestros, males:
«La salvación
de, México

no se
obtendrá ·nunca
por
· el ejerci­
cio de
la democracia electorera ni mucho menos exigiendo la
plena vigencia de nuestra Constitución, que es .completamente
negativa,
sino mediante la reimplantación en el país de los va­
lores
que dieron origen a nuestra nacionalidad, o sea, la religi6r,
católica, que sociológicamente es el lazo de unión entre los me­
xicanos,
la cultura española, sin desconocer los elementos valio,
sos

que haya en
la cultura indígena, !J la formación de grupos
directores,
valiosos por su preparación intelectual y moral» (3).
Una vez sefíalados los

valores cuya reimplantación. habrá de
regenerar el alma nacional,·
López Valvidia

da un paso más;
si­
tuándose en el terreno de la praxis, al pedir intelectuales no sólo
valiosos sino también valerosos: «Lo que
México necesita

ahora .es la formación
de élites in­
telectuales
que profesen la verdad; Joda la verdad y .mida más que
la
verdad, liberándose

de los
mitós del mundo moderno y de los
mitos de la Revolución mexicana
y que sean capaces de ofréndar
su. vida} si es neéesario, en·defensa·de esas verdades; no leS· pido­
que se dejen arrastrar · al foso de los leones · o al sacrificio de. los
primeros cristianos·
en· el
circo romano.
Sera bastante'
con que
tuvieran
el valor de decir la verdad, aunque tt1vieran•qu'e perder
sus

posiciones pol!ticas
y sociales» ( 4 ).
Peto, aparte de jurisfa y sociólogo, L6pez V aldivfa fue tam­
bién teólogo, y resultado de sus preocupaciones en esta !hatería
son 'su_s libros: Notas sobre socialismo y progresismi, religioso y
La ciencia-ficción de T eílhard dé Chardin.
, En estas dos obras, el autor desentraña los verdaderos orí­
genes de la herejía progresista,· madre de los teólogos de
1a 1i­
beraci6n, quienes, a su vez, .. son los que han inspirado ·3 · esa
(3) [bid., pág. 153.
(4)
[bid., pág. 166.
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RIGOBERTO LOPEZ V ALDNIA, PENSADOR CATOUCO
plaga de curas guerrilleros que tantos hogares han enlutado en
Hispanoamérica. ,
En su

ensayo acerca de Teilhard de Chardin, López Valdivia
desenmascara al hereje más peligroso
de· los· tiempos

modernos y
demuestra con sólidos argumentos cómo las conclusiones del
autor de El fen6meno humano necesariamente nos llevan al
ateísmo~
En efecto, los errores de Teilhard de Chardin bien podrían
resumirse de la siguiente manera,
al decir de López V aldivia:
a) Niega la Creación desde el momento en que plantea la
llamada Metafísica de la Unión, que está en abierta con­
tradicción con la Metafísica del Ser
. que

defiende
Santo
Tomás

de Aquino.
h) Niega el Pecado Original y su transmisión.
e) Niega la existencia de Adán para, en cambio, sostener
una absurda tesis poligenista.
d) Habla de una evolución continua segón la cual el Bien
y el Mal convergen hacia el Cosmos para encontrarse en
el llamado Punto Omega.
e) Sostiene que Dios creó una humanidad pecadora,_ la cual
es una tesis horrenda, pues implica que Dios es un· ente
perverso que puede ser causa directa del Mal.
f) Y, como colofón, afirma que no tiene sentido la Re­
dención.
·
En suma, las conclusiones de· este seudoteólOgo no sólo nos
llevan al panteísmo, sioo que nos colocan en el ateísmo. A este
respecto nos dice López V aldivia:
«El ateísmo actual no es de gentes que hayan llegado a la
convicción de que Dios no
existe por la vía de la especulación
filosófica o científica,
·sino que

.son bribones
a quienes
no les
conviene creer que
hay un

Dios que los va a juzgar. El problema
actual consiste
más bien

en que se tiene una idea
caricaturizada
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-
NEMESIO RODRJGUEZ LOIS
de Dios. El Dios en que creen muchas gentes, porque así se lo
han enseñado los curas progresistas,
es un Dios bonachón; más
que manso, menso; que no castiga a nadie y que todo lo perdona;
lo que, además, ha traído como consecuencia que el mundo mo­
derno haya perdído la noci6n del pecado» (5).
En la obra citada, el autor analiza también el proceso revolu­
cionario que ha llevado a la humanidad a su triste situación ac­
tual, y,

al hacerlo, lo resume de la siguiente
manera.:
«La

humanidad ha venido retrocediendo en un sentido
tegre­
sivo

hacia la barbarie, desde
d siglo XIII hasta la fecha. El siglo
XIII fue el siglo del apogeo del Sacro Imperio Romano-Germánico
(la mejor estructura política que ha conocido la historia) y del
· Papado; fue el siglo de las Universidades y
del apogeo

de la Es­
colástica (el siglo de Santo Tomás de Aquino: el más privilegiado
cerebro que Dios ha regalado a su Iglesia, como dijera Salvador
Abascal); el siglo de los fueros provinciales que limitaban el ab­
solutismo de los reyes; el siglo de las cruzadas, que son la más
alta epopeya y aventura guerrera
de todos los tiempos (no hay
nirgún episodio

en
la historia universal en que se haya derrocha­
do tanto heroísmo y tanta fe como en las cruzadas, independien­
temente de que los resultados políticos no hayan sido duraderos);
el siglo de los gremios de artesanos, que son la mejor forma de
organización profesional que ha conocido
lá historia.
»De

entonces para acá
la humanidad viene retrocediendo, y
me temo que no parará hasta que llegue a la
gran apostasía
den­
tro de la cual reinará
el Anticristo, a quien Cristo Nuestro Señor
destruirá "con
el aliento de su boca". La humanidad ha progre­
sado sólo en sentido tecnológico, si es que se le puede llamar
progreso a una forma de tecnología que ha conducido a la fabri­
cación de armas de guerra capaces de destruir a toda
la huma­
nidad en unas ruan tas horas.
»Después del siglo XIII se inició la decadencia con los negado­
res de Santo Tomás, como Duns Escoto, y los nominalistas. Lue-
(5) La ciencia-ficción de T eilhard 'de Chardin, Editorial Tradición,
primera edici6n, México, 1981, pág. 149.
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RIGOBERTO LOPEZ V ALDIVIA, PENSADOR CATOLICO
go vino d Renacimento, que puso al hombre en d lugar de Dios,
y que, por
lo tanto, fue un retroceso hacia d paganismo. Luego. d
desgarramiento

protestante ( que actualmente inficiona profunda­
mente a
la Iglesia Católica); siguió d desatre, así le llama Llorca,
''.el desastre de la Revolución Francesa", con todo su acompaña­
miento de iniquidades y de mitos, entre ellos el mito estúpido de
la democracia atomista, en la cual cree Teilhard, y, por fin, la
tremenda aberración marxista, doctrina de idólatras del Estado,
que también inficiona profundamente el cuerpo de la Iglesia;
marxismo
dd que

Chardin era gran simpatizante, y por eso los
marxistas del mundo entero se han encargado de proyectar su
figura y sus escritos mediante una perfecta orquestación de todos
los medios masivos de comunicación, para enredar incautos» ( 6 ). Profundo en sus conceptos
d maestro

López Valdivia. Un
intelectual de altos vuelos, un verdadero filósofo de la Historia
que, con su interpretación, permite que desentrañe:rp.os rectamente
el acontecer humano al iluminarlo con d faro de la Teología.
Pero no se crea que López V aldivia fue un hombre de gabi­
nete, esto es, un sabio que se pasaba el día entero aislado
dd
mundo

y rodeado de polvorientos volúmenes. Juzgar así a don
Riguberto sería un craso error. Don Rigoberto López V aldivia fue ciertamente un hombre
valioso en el campo intdectual, fuese jurídico,
socioeconómico,
filosófico

o teológico.
Pero nuestro hombre, aparte de valioso, fue también váleroso,
y prueba de su valentía -sello característico de las nobles gentes
de los Altos de Jalisco- fue la serie de valientes desplegados
que publicó en la prensa nacional para protestar contra
las. ten­
dencias

socialistas de los presidentes Luis Echeverría
y José L6-
pez Portillo.
Pero, aparte de intdectual valioso y valeroso, López Valdivia
fue también generoso, y prueba de su
generosidad lo

constituye
la desinteresada ayuda que siempre dio a quienes luchaban en de­
fensa de la libre empresa. López V
aldivia ayudaba

a quienes la
(6) Ibld., págs. 147 y 148. 719
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NEMESIO RODRIGUEZ LOIS
defendían porque .sabía muy bien que estaba defendiendo .la basi:
sobre la cual de!;Clll)san todas· nuestras demás. libertades .
. t«Nos9tros .no creemos en las v~tajas ·del Estado empresario»,
nos dice en uno de sus libros, «No es función del Estado meterse
a comerciante, industrial o agricultor, ni mucho menos a ban­
quero, El

capitalismo monopólico de Estado o apropiación
por
el E1;tado de. todos lós instrumentos de producción de bienes
o
servicios ha resultado un
fracaso en todas partes del mundo,
como
Jo hemos

dicho muchas veces»
(7).
Prueba de su · inagotable

generosidad fue también el apoyo
que dio a
la difusión de la cultura católica, especialmente a la
Editorial Tradición, pues
sabía que
la
raiz de
nuestros proble­
mas se

encuentra en
la incultura que aflige al pueblo mexicano.
«Quienes tuvimos

la oportunidad de conocerlo y tratarlo»,
diría Juan

de
la Borbolla con motivo. de su deceso, «recordare­
mos siempre su
hombría de
bien
y su
claridad sin tapujos que
a muchos comprometía
· y

molestaba, pero que todos debemos
agradecer, ya que con don Rigoberto no
había, no

podía haber
hipocresías o engaños, en su -corazón no existían recovecos; todo
él era amplio y abierto, quizá por eso mismo fue por lo que ese
gran corazón prefirió en un momento dado dejar de latir antes
que perder alguno

de esos atributos específicos que tuvo durante
toda la vida»
(8).
Don

Rigoberto, casado con doña Silvia Padilla: de López Val­
divia, fue

también esposo
y padre
ejemplar de numerosa familia,
Hombre coherente que
vivía como pensaba porque en su cora­
z6n anidó

siempre
el temór de Dios, ese santo temor que le
hacía tomar plena conciencia de que todos nosotros tenemos en
este mundo
una misión

pendiente de ser cumplida, que llegará
el día en que Dios Todopoderoso
no.s llamará

a cuentas
y que
en
el renglón en que el Altísimo se pondrá más severo será
quizás en

los llamados pecados de omisión,
.
«El

comunismo es otra forma de religión», nos
dice López
(7) La quiebra de la revoluci6n mexicana, págs, 301 y 302.
(8) El Heraldo de México, martes 27 de marzo de 1984,
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RIGOBERTO LOPEZ V ALDIVIA, PENSADOR CATOUCO
V aldivia, «Esta es la peor forma de despotismo que . ha habido
en

la historia de la humanidad,
y tenemos obligación de comba­
tirlo, porque ya dijo Dante que las llamas más ardientes del in­
fierno
son para aquellos que en las horas de las grandes crisis
permanecen neutrales» (
9 ).
Estas frases nos pintan a López V aldivia tal como era, ya que
nos lo presentan como un católico militante, que consideraba
un estricto deber de conciencia salir al campo de batalla en de­fensa
de su Santa Religión, de su Patria y de la Civilización
Occidental. También con motivo de su deceso, Alejandro Gutiérrez Balboa
comentó lo· siguietite:
«Rigoberto López V aldivia representa un eslabón en la larga
cadena de hombres que han tenido y tienen una visión clara de
lo que es México, la Nación signada por lá Proviedncia que tiene
un destino
histórico por

cumplir a
pes~r de

los obstáculos aparen­
temente infranqueables. «Su vida fue el testimonio vivo de
· un

católico militante y
esto
ha signado todos sus quehaceres» (10).
Don Rigoberto López V aldivia se fue de entre nosotros el
martes 20 de marzo de 1984, en el último día de invierno del
Año Santo de
la Redención, y al irse en .esa fecha tan significa­
tiva podemos decir que -entró en un niundo mejor, justo cuando
la ·primavera se inicia. -
Un hombre noble y valiente que siempre sometió· sus accio­
nes

ante el sabio, justo e inapelable juicio de Dios.
Un intelectual de altos vuelos que falleció en el seno de
la
Iglesia Católica en la que él quiso vivir y militó con su pluma
y con su vida. Un católico militante a quien México tanto le debe.
Rigoberto López Valdivia ¡Misión cumplida! ¡Descanse
en
paz!
(9) !bid., pág. 189.
(10) E!
Heraldo de Mlxico, miércoles 4 de abril de 1984.
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