Índice de contenidos
Número 241-242
Serie XXV
- Textos Pontificios
- Aniversarios
-
Estudios
-
La metafísica del ser y la noción de Creación en el pensamiento de Sciacca
-
El catolicismo americano
-
Las nuevas formas de reproducción humana ante el Derecho Natural
-
«La teología de la revolución» de Karl Marx (II)
-
Contenido ideológico del liberalismo
-
El «correcto canonista». (A propósito de los «Escritos reunidos» de Hans Barion)
-
- Actas
-
Información bibliográfica
-
Jean Dumont: La revolution française ou les prodiges du sacrilège
-
Guillaume Maury: L'Eglise et la subversion. Le C.C.F.D.
-
Santo Tomás de Aquino: Comentario al «Libro del alma»
-
Carlos Alvear Acevedo: Medio milenio de evangelización
-
Giovanni Gozzer: Estado, Educación y Sociedad: el mundo de la «escuela libre»
-
Fernando Mota Martínez: El fracaso del Estado mexicano
-
Autores
1986
Precisiones en torno de la libertad
PRECISIONES EN TORNO DE LA LIBERTAD
La
libertad se subordina éticamente al amor y tieue su ple
nitud en la caridad
«San Pablo escribe en la Carta a los Gálatas: "Vosotros,
"hermanos, habéis sido llamados a la libertad; pero cuidado con
"tomar la libertad por pretexto para servir a la carne; antes "servios unos
a otros
por la caridad.
Porque toda
la ley se re
"sume en este solo precepto: Amarás a tu pr6jimo como a ti
"mismo" (Gál 5, 13-14).
"
»Podria parecer que Pablo contraponga solamente la liber
"tad a la ley y
ia ley
a la libertad. Sin embargo, un análisis
"profundo del texto
demuestra-que San
Pablo, en la Carta a los
"Gálatas, subraya,
ante todo,
la subordinación ética de la liber
"tad a ese elemento en el que se cumple toda la ley, o sea, al
"amor, que
es el contenido del mandamiento más grande del
"Evangelio "Cristo nos ha liberada para que seamos libres",
"precisamente en el sentido en que El nos ha manifestado la su
"bordinación
ética (y teológica) de la libertad a la caridad y que
"ha unido la libertad con d mandamiento del amor.
" . . . . . . . .
»Pablo nos pone en guardia contra la posibilidad de hacer
"mal uso
de la libertad, un uso que contraste con
ia liberación
"del
espíritu humano
realizada por Cristo y
que contradiga
a
"esa
libertad con la que "Cristo nos ha liberado". En efecto,
"Cristo ha
realizado y
manifestado la
libertad que
encuentra la
"plenitud en la caridad, la libertad, gracias a la cual estamos
"los unos al servicio de los otrosn; en otras palabras: la liber
"tad que· se convierte en fuente de nobras" nuevas y de "vida"
"según el Espíritu. La antítesis y, de algún modo, la negación
"de este
uso de la libertad tiene lugar cuando se convierte para
"el hombre en "un pretexto para vivir según la carnen».
JuAN PABLO 11: Catequesis en la audiencia
general del miércoles 14 de enero de 1981.
L'Osservatore Romano, edición semana:! en len~
· gua espafiola, afio XIII, núm. 3 (629), domin
go 18 de enero de 1981.
3
Fundaci\363n Speiro
La libertad a nivel espiritual.
«A nivel del esp!ritu, la libertad puede seguir sufriendo ma
"nipulaciones de muchos tipos. Por
ejempjo, cuando
los medios
"de comunicación
social abusan de su poder sin preocuparse de
"la objetividad
rigurosa. Por ejemplo, también,
cuando se
apli
"can procedimientos
sicológicos sin tener en cuenta la dignidad
"de la
persona».
}UAN PABLO 11: Mensaje con motivo de ce
lebrarse la «Jornada .Mundial de la Paz» d 1
de enero
-de 1981. L'Osservatore
Romano,
edi
ci6n semanal en lengua española, año XII, nú
mero 52 ( 626 ), domingo 28 de diciembre de
1980.
La libertad _a nivel personal es básica para que .la haya a ni
,
vel
social.
«A nivel social, difícilmente puede calificarse de verdade
"ramente libres a hombres y mujeres que no tienen la garantía
1 ' de un empleo honesto y remunerado o. que, en tantos pueblos
"rurales, siguen estando sometidos a servidumbres deplorables,
"que son a veces la herencia de un pasado de dependencia o de
"una mentalidad colonial. Tampoco existe ya suficiente libertad
"para aquellos y aquellas que, tras un desarrollo industrial, ur
,, bano
o burocrático _ incontrolado, se ven
envueltos por un gi
,, gantesco engranafe, por
un conjunto de mecanismos no queri
" dos
o no dominados que no dejan ya
el espacio necesario para
"un
desarrollo
social digno
del hombre.
La libertad queda en
"primer lugar
reducida, más de lo que
parece, en
una sociedad
"que se deja guiar por el dogma del crecimiento material inde
"finido, por la carrera a la posesión o por la
carrera a
los ar
"mamentos.
La crisis económica actual que alcanza a ·todas las
"sociedades corre el riesgo de provocar, si no ha sido confron-
·
"tada
con
postulados de otro orden, medidas que restringirán
"todavla más el
espacio de libertad del que la
paz tiene
necesi
,, dad
para brotar y florecer».
4
JuAN PABLO
II: Mensaje con motivo de ce
lebrarse la «Jornada Mundial de
la Paz» el 1
de enero de 1981. L'Osservatore Romano, edi
ción semanal en lengua española, año XII,
nú
mero 52 (626), domingo 28 de diciembre de
1980.
Fundaci\363n Speiro
La libertad como deber.
«Pero la libertad no es sólo un derecho que se reclama para
"uno mismo: es un deber que se asume carp. a los otros. Para
"servir verdaderamente a la paz, la libertad de cada ser huma
"no ry de cada comunidad humana debe respetar las libertades
"y los derechos de los demás, individuales o colectivos. Ella
"encuentra en este respeto su líntite, pero además su lógica y
"su dignidad, porque el hombre es por naturaleza un ser social».
JuAN PABLO 11: Mensaje con motivo de ce
lebrarse la «Jornada Mundial de la Paz» el 1
de enero de 1981. L'Osservatore Romano, edi
ción semanal
en lengua española, año
XII, nú
mero
52 (626), domingo 28 de diciembre de
1980.
Es la libertad como liberación de la ambición e inquietud
terrenas.
«La libertad de Francisco nacia de su pobreza voluntaria,
"por la
que se liberó de
toda ambición
e inquietud terrena, de
"modo que llegó a ser uno de aquellos hombres que según el
"Apóstol "nada '"tienen y todo lo poseen"»
JuAN PABLO 11: Carta a los ministros genera
les de las Ordenes Franciscanas. L'Osservatore
Romano, edición semanal en lengua española,
año XIV, núm. 40 (718), domingo 3 de octubre
de 1982.
La práctica fiel de los consejos evangélicos no sofoca la libertad.
«Habéis tratado de aumentar y fortalecer esta libertad reci
"bida en el bautismo) aceptando generosamente la llamada a se
"guir de cerca a Jesús en la pobreza, castidad y obediencia.
})Cualquier cosa que digan otros) o crea el mundo) vuestras pro
umesas
de
poner en práctica
los conseios
evangélicos no han
"sofocado vuestra libertad: no sois menos libres por ser obedien
,ites/ y el celibato nó os vuelve menos capaces de amar. Al
"contrario.
La práctica fiel de los consejos ev~ngélicos acentúa
"la dignidad del hombre, libera al corazón y hace arder el es
"pírftu en amor total a Cristo y a sus herma'IJOS en el mundo
"(cf. Perfectae caritatis, 1, 12).
5
Fundaci\363n Speiro
»Pero esta libertad de coraz6n (cf. l Cor 7, 32-35) se man
"tiene con
la vigilancia continua
y la .oraci6n ferviente. Si os
"unís continuamente a Cristo en la oración, siempre seréis libres 11y siempre estaréis más prontos a participar en su misión».
Ju.IN PABLO II: Alocución a los religiosos en
la
Iglesia de San Pedro del ella 4 de octubre
de 1979. L'Osserv(Jtore Romano, edición sema
nal en lengua española, año XI, núm. 43 (565),
domingo 28 de octubre de 1979.
Responsabilidad de mantener la libertad y purificarla de
toda manipulación de
la opinilin pública, de abuso de
autoridad o poder u omisión de vigilancia.
«Igual que tantas otras cosas de gran valor, la libertad es
"frágil. San Pedro lo
admiti6 cuando di¡o a
los cristianos que
"nunca utilizaran la libertad "cual cobertura
de maldad"
(1 Pe
"2, 16). Toda distorsi6n de la verdad o siembra de no-verdad,
"es ofensa
contra la libertad; toda manipulaci6n de la
opini6n
"pública,
todo abuso de autoridad o poder
y, de otro lado, in
"cluso
la omisi6n de
vigilancia, ponen en peligro la herencia de
"un pueblo libre. Pero
hay
algo aún
más importante: toda con
"tribución a promover la
verdad en la
caridad consolida
la liber
"tad y edifica la paz. Cuando .todos aceptan de verdad compar
"tir la responsal:rüidad de
la
líbertad, una fuerza grande y nueva
"se pone a actuar al
servicio de la humanidad».
Ju.IN PABLO II: Alocución a la colonia nor
teamericana de Roma. L'Osservatore RollNflO,
edición semanal en lengua española, año ·xn,
núm. 27 (601), domingo 6 de julio de 1980.
El pecado y la responsabilidad moral, propia y personal de
cada uno, drama de la libertad
humana.
«Es acertado que hoy se preste mayor atenci6n a la dimen
"sí6n social del pecado. Pero sería peligroso que el concepto
"de "pecado
colectivo" llegara a ofuscar la responsabilidad mo
"ral, propia y personal de cada uno de nosotros.
»De hecho, cada uno podemos
"frustrar" el
designio salvífica
· "de Dios
sobre nosotros mismos;
no el designio divino en Dios
"mismo, pero sí puede malograrlo el hombre para sí. Puede
6
Fundaci\363n Speiro
"frustrarlo en esta dimensión. En esto consite la grandeza y el
"drama de la libertad humana.
»Dios consiente que el hombre malogre su desginio salvífi·
"co, ya que
ha
creado al
hombre libre y
respeta su libre al
"bedrío,..
JUAN PABLO II: Homilía duraote la Misa ce
lebrada en la basllica de San Pedro para los
estudiantes universitarios y los hombres de la
cultura, el 15 de diciembre. L'Osseroatore Ro
mano, edición semanal en 1eguna española, año
XV, núm. 52 (782), domingo 25 de diciembre
de 1983.
La libertad requiere que las conciencias no queden a merced
de ciertos "imperativos" de la civilización moderna que
alejen
d.e los valores verdaderos.
«Tal libertad respeta la libertad de las conciencias, pero sin
"de;arlas a
merced de ciertos
·,,imperativos" de
la
civilización
"moderna
que
pretenden contribuir al progreso humano, pero
"de hecho
lo
ale¡an del
respeto a
'la vida, de la dignidad de un
"amor que
abraza a las personas y de la búsqueda de los valo-
"res verdaderos
de la humanidad».
·
JUAN PABLO II: Homilía durante la Misa ce
lebrada en el estadio de la Universidad Lava!,
9 de septiembre. L'Osservatore Romano, edición
semanal en lengua española, año XVI, núm. 38
(820), domingo 16 de septiembre de 1984.
Los abusos y falsüicaciones de la libertad.
«Ciertas formas de "libertad" no merecen verdaderamente
"este
nombre, y es necesario
vigilar para
defender la libertad
"contra las falsificaciones
de diversos tipos. Por
e;emplo, la so
" de dad
de
consumo
--ese exceso
de bienes no necesarios al
"hombre- puede constituir, en cierto sentido, un abuso de la
"libertad, cuando la
búsqueda cada
vez más insaciable
de bienes
"no está
sometida a la ley de la
;usticia y
del amor social.
,,
»Se podrla incluso decir que en el interior de los paises ri
"cos, la búsqueda incontrolada
.de bienes
materiales y de ser
"vidos de
todo género ofrece solamente en
aparienda más liber-
7
Fundaci\363n Speiro
"tad a los que se benefician de ello, porque propone como valor 11humano fundamental la posesión de cosas, en lugar de apuntar
"a un cierto bienestar material como condición y medio ·de pl,e
"no desarrollo de los talentos del hombre en colaboración y ar
'~monía con sus semejantes».
JuAN PABLO II: Mensaje_ con motivo de ce
lébrarse la «Jornada Mundial de la Paz» el 1
de enero de 1981. L'Osservatore Romano, edi
ción semanal en lengua Española, año XII, nú
mero 52 ( 626 ), domingo 28 de diciembre de
1980.
Las actuales amenazas a la libertad cristiana.
· «¿Cuáles son las amenazas actuales a 1a libertad cristiana?
"Los errores.de hoy y de siempre, esto-es, la visión atea, agnós
"tica o sólo iluminista de la vida inducen, a veces por motivos
"inconfesados de poder, a hacer desaparecer en las varias insti
"tuciones del conjunto social los vafores trascendentes, fundtl
'mento de la libertad y de la dignidad humana. En una palabra,
"una visión
arreligiosa del hombre y de la historia lleva a la
"a la violación de la ley divina, y,· por tanto, al uso erróneo de
"la libertad».
JuAN í>ÁBLO IÍ: Homilía durante la Misa ce
lebrada .para los fieles de San Marino, el 29 de
agosto, _XXII domingo
del tiempo ordinario.
L'Osservatore .Romano, edición semanal en len
gua esi,añola; año XIV, núm. 36 (714), domin
go 5 de septiembre de 1982.
Un falso concepto de libertad, raíces de la crisis actual del
matrimonio
y la· familia,.
«El matrimonio y la familia se encuentran hoy en peligro.
"Muchas personas _s_ufren las consecuencias del mismo: los cón
"yuges
y, · más aún, sus hiioi;_ pero en último término también
"sufre esas consecuencias la misma sociedad. Apoyado en la ex
"periencia de los obispos de todo el mundo caractericé hace
"dos años la crisis de la familia en los siguientes términos:
Bay
"signos
de preocupante degradación
de· algunos
valores funda
"mentales:
una equivocadá
concepción ... de la independencia de
"los
· cónyuges entre
sí; las graves ambigiiedades acerca de la
8
Fundaci\363n Speiro
"relaci6n de autoridad entre padres e hijos; las dzficultades con
" cretas que con frecuencia encuentra la familia en la transmi
''misión de
los valores; el número cada
vez mayor
de divorcios;
"la plaga del aborto" (Carta Apostólica Familiaris consortio, 6).
"U na plaga para cuyo encauzamiento no hemos encontrado aún
"el camino
justo
y de cuyo carácter espantoso son conscientes
"aún muy
pocos hombres.
»Las raíces de esa crisis parecen encontrarse ante todo en
"un concepto falso de libertad. Una libertad "que no es canee
" bida
como la capacidad de realizar la verdad del proyecto de
"Dios sobre el matrimonio y la familia, sino como una fuerza
"autónoma de autoafirmación, no raramente contra los demás,
"en orden
al propio bienestar
egoísta'~ (íb.). Esta evolución ne
n gatíva se ve además favorecida por una opinión pública que
"cues.tíona la
institución del matrimonio y la familia e intenta
";ustificar otras
formas de vida en común._ A
pe~ar de
que
mu
"chos
continúan afirmado que la familia es importantísima para
"la sociedad,
se toman muy pocas iniciativas para
protef!,erla
"realmente.
Pero
yo creo
qu'e la razón decisiva
de
esa crisis
es
"más profunda. El matrimonio y la familia están en peligro por
" que
la fe
01 el sentido religioso han muerto en muchas d'e ellaS;
"porque
los
propios cónyuges
y, como
consecuencia, también sus
"hiios se
han hecho indiferentes frente a Dios».
JuAN PABLO II: Homilía durante la Misa COn
celebiada en el Parque del Danubio, en Viena,
el domingo 11 de septiembre. L'Osservatore Ro
mano,
edición semanal en lengua española, año
XV,
núm. 38,
domingo 18 de septiembre de 1983. ·-
La libertad de investigación.
«La investigaci6n de la verdad es la tarea de la ciencia fun
,, damental.
El
invesligador que se
mueve en esta
primefa ver
"tiente
de la ciencia siente toda la fascinaci6n de las palabras de
"San Agustin:
Intellectum valde ama (Epist. 120, 3, 13; PL 33,
"459), "ama mucho la inteligencia"
y la funci6n de conocer la
"verdad que les es propia.
La ciencia pura es un bien digno de
"gran estima
pues es
conocimiento y, por tanto, perfección del
"hombre en
su inteligencia. Ya antes
rJe las
aplicaciones técnicas
"se la
debe honrar por
sí misma, como
parte integrante de la
"cultura. La ciencia fundamental es un bien universal que todo
9
Fundaci\363n Speiro
"pueblo debe tener posibilidad de cultivar con plena libertad res
"pecto de toda forma de servidumbre internacional o colonialis
"tito intelectual. ,,
"»La investigación fundamental debe ser libre ante los pode
!'res politico y económico, que ban de cooperar a su desarrollo
"sin entorpecer su creatividad o manipularla para sus propios
"fines. Pues al igual que
todas
las demás
verdades, la verdad cien
"tífica no tiene efectivamente que rendir cuentas más que a sí
"misma y a la Verdad suprema que es Dios, creador del hombre
"y de todas las cosas».
JuAN PABLO 11: Alocución con motivo de ce
lebrar la Pontificia Academia de las Ciencias
el I centenario del nacimiento de Albert Einstein,
el sábado 10
de noviembre de 1979. L'Osserva
tore Romano1 edición semanal en lengua espa
ñola, año
XI, núm. 48 (570), domingo 2 de di
ciembre
de 1979.
La libertad entre las naciones.
« ¿Cuál puede ser la libertad de unas naciones cuya existencia,
"aspiraciones y reacciones están condicionadas por el miedo en
"vez de confianza mutua, por la opresión en vez de la libre bús
"ijlleda del
bien común? La libertad es herida, cuando las re/a
,, ciones
entre los pueblos se fundan no sobre el respeto de la
"dignidad igual
de cada uno, sino sobre
el derecho del más fuer
"te, sobre
la actitud de bloques dominantes
y sobre
imperialis
"mos militares o
pollticos. La 'libertad de las naciones es herida
"cuando se
obliga a
las pequeñas naciones a alinearse con las
"grandes para ver asegurado su derecho a la existencia
autóno
"ma
o su supervivencia.
La libertád es herida, cuando el diálogo
"entre compañeros iguales no es posible a causa de las domina
"ciones económicas o financieras e;ercidas por las naciones pri-
"vilegiadas y fuertes». · ·
10
JUAN, PABLO II: Mensajé con motivo de ce
lebrarse la «Jornada Mundial de la Paz» el 1
de enero de
198L L'Osservatore Romano, edi
ción
semanal en lengua española, año XII mi
mero 52 (626), domingo 28 de diciembre de
1980.
Fundaci\363n Speiro
La
libertad se subordina éticamente al amor y tieue su ple
nitud en la caridad
«San Pablo escribe en la Carta a los Gálatas: "Vosotros,
"hermanos, habéis sido llamados a la libertad; pero cuidado con
"tomar la libertad por pretexto para servir a la carne; antes "servios unos
a otros
por la caridad.
Porque toda
la ley se re
"sume en este solo precepto: Amarás a tu pr6jimo como a ti
"mismo" (Gál 5, 13-14).
"
»Podria parecer que Pablo contraponga solamente la liber
"tad a la ley y
ia ley
a la libertad. Sin embargo, un análisis
"profundo del texto
demuestra-que San
Pablo, en la Carta a los
"Gálatas, subraya,
ante todo,
la subordinación ética de la liber
"tad a ese elemento en el que se cumple toda la ley, o sea, al
"amor, que
es el contenido del mandamiento más grande del
"Evangelio "Cristo nos ha liberada para que seamos libres",
"precisamente en el sentido en que El nos ha manifestado la su
"bordinación
ética (y teológica) de la libertad a la caridad y que
"ha unido la libertad con d mandamiento del amor.
" . . . . . . . .
»Pablo nos pone en guardia contra la posibilidad de hacer
"mal uso
de la libertad, un uso que contraste con
ia liberación
"del
espíritu humano
realizada por Cristo y
que contradiga
a
"esa
libertad con la que "Cristo nos ha liberado". En efecto,
"Cristo ha
realizado y
manifestado la
libertad que
encuentra la
"plenitud en la caridad, la libertad, gracias a la cual estamos
"los unos al servicio de los otrosn; en otras palabras: la liber
"tad que· se convierte en fuente de nobras" nuevas y de "vida"
"según el Espíritu. La antítesis y, de algún modo, la negación
"de este
uso de la libertad tiene lugar cuando se convierte para
"el hombre en "un pretexto para vivir según la carnen».
JuAN PABLO 11: Catequesis en la audiencia
general del miércoles 14 de enero de 1981.
L'Osservatore Romano, edición semana:! en len~
· gua espafiola, afio XIII, núm. 3 (629), domin
go 18 de enero de 1981.
3
Fundaci\363n Speiro
La libertad a nivel espiritual.
«A nivel del esp!ritu, la libertad puede seguir sufriendo ma
"nipulaciones de muchos tipos. Por
ejempjo, cuando
los medios
"de comunicación
social abusan de su poder sin preocuparse de
"la objetividad
rigurosa. Por ejemplo, también,
cuando se
apli
"can procedimientos
sicológicos sin tener en cuenta la dignidad
"de la
persona».
}UAN PABLO 11: Mensaje con motivo de ce
lebrarse la «Jornada .Mundial de la Paz» d 1
de enero
-de 1981. L'Osservatore
Romano,
edi
ci6n semanal en lengua española, año XII, nú
mero 52 ( 626 ), domingo 28 de diciembre de
1980.
La libertad _a nivel personal es básica para que .la haya a ni
,
vel
social.
«A nivel social, difícilmente puede calificarse de verdade
"ramente libres a hombres y mujeres que no tienen la garantía
1 ' de un empleo honesto y remunerado o. que, en tantos pueblos
"rurales, siguen estando sometidos a servidumbres deplorables,
"que son a veces la herencia de un pasado de dependencia o de
"una mentalidad colonial. Tampoco existe ya suficiente libertad
"para aquellos y aquellas que, tras un desarrollo industrial, ur
,, bano
o burocrático _ incontrolado, se ven
envueltos por un gi
,, gantesco engranafe, por
un conjunto de mecanismos no queri
" dos
o no dominados que no dejan ya
el espacio necesario para
"un
desarrollo
social digno
del hombre.
La libertad queda en
"primer lugar
reducida, más de lo que
parece, en
una sociedad
"que se deja guiar por el dogma del crecimiento material inde
"finido, por la carrera a la posesión o por la
carrera a
los ar
"mamentos.
La crisis económica actual que alcanza a ·todas las
"sociedades corre el riesgo de provocar, si no ha sido confron-
·
"tada
con
postulados de otro orden, medidas que restringirán
"todavla más el
espacio de libertad del que la
paz tiene
necesi
,, dad
para brotar y florecer».
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JuAN PABLO
II: Mensaje con motivo de ce
lebrarse la «Jornada Mundial de
la Paz» el 1
de enero de 1981. L'Osservatore Romano, edi
ción semanal en lengua española, año XII,
nú
mero 52 (626), domingo 28 de diciembre de
1980.
Fundaci\363n Speiro
La libertad como deber.
«Pero la libertad no es sólo un derecho que se reclama para
"uno mismo: es un deber que se asume carp. a los otros. Para
"servir verdaderamente a la paz, la libertad de cada ser huma
"no ry de cada comunidad humana debe respetar las libertades
"y los derechos de los demás, individuales o colectivos. Ella
"encuentra en este respeto su líntite, pero además su lógica y
"su dignidad, porque el hombre es por naturaleza un ser social».
JuAN PABLO 11: Mensaje con motivo de ce
lebrarse la «Jornada Mundial de la Paz» el 1
de enero de 1981. L'Osservatore Romano, edi
ción semanal
en lengua española, año
XII, nú
mero
52 (626), domingo 28 de diciembre de
1980.
Es la libertad como liberación de la ambición e inquietud
terrenas.
«La libertad de Francisco nacia de su pobreza voluntaria,
"por la
que se liberó de
toda ambición
e inquietud terrena, de
"modo que llegó a ser uno de aquellos hombres que según el
"Apóstol "nada '"tienen y todo lo poseen"»
JuAN PABLO 11: Carta a los ministros genera
les de las Ordenes Franciscanas. L'Osservatore
Romano, edición semanal en lengua española,
año XIV, núm. 40 (718), domingo 3 de octubre
de 1982.
La práctica fiel de los consejos evangélicos no sofoca la libertad.
«Habéis tratado de aumentar y fortalecer esta libertad reci
"bida en el bautismo) aceptando generosamente la llamada a se
"guir de cerca a Jesús en la pobreza, castidad y obediencia.
})Cualquier cosa que digan otros) o crea el mundo) vuestras pro
umesas
de
poner en práctica
los conseios
evangélicos no han
"sofocado vuestra libertad: no sois menos libres por ser obedien
,ites/ y el celibato nó os vuelve menos capaces de amar. Al
"contrario.
La práctica fiel de los consejos ev~ngélicos acentúa
"la dignidad del hombre, libera al corazón y hace arder el es
"pírftu en amor total a Cristo y a sus herma'IJOS en el mundo
"(cf. Perfectae caritatis, 1, 12).
5
Fundaci\363n Speiro
»Pero esta libertad de coraz6n (cf. l Cor 7, 32-35) se man
"tiene con
la vigilancia continua
y la .oraci6n ferviente. Si os
"unís continuamente a Cristo en la oración, siempre seréis libres 11y siempre estaréis más prontos a participar en su misión».
Ju.IN PABLO II: Alocución a los religiosos en
la
Iglesia de San Pedro del ella 4 de octubre
de 1979. L'Osserv(Jtore Romano, edición sema
nal en lengua española, año XI, núm. 43 (565),
domingo 28 de octubre de 1979.
Responsabilidad de mantener la libertad y purificarla de
toda manipulación de
la opinilin pública, de abuso de
autoridad o poder u omisión de vigilancia.
«Igual que tantas otras cosas de gran valor, la libertad es
"frágil. San Pedro lo
admiti6 cuando di¡o a
los cristianos que
"nunca utilizaran la libertad "cual cobertura
de maldad"
(1 Pe
"2, 16). Toda distorsi6n de la verdad o siembra de no-verdad,
"es ofensa
contra la libertad; toda manipulaci6n de la
opini6n
"pública,
todo abuso de autoridad o poder
y, de otro lado, in
"cluso
la omisi6n de
vigilancia, ponen en peligro la herencia de
"un pueblo libre. Pero
hay
algo aún
más importante: toda con
"tribución a promover la
verdad en la
caridad consolida
la liber
"tad y edifica la paz. Cuando .todos aceptan de verdad compar
"tir la responsal:rüidad de
la
líbertad, una fuerza grande y nueva
"se pone a actuar al
servicio de la humanidad».
Ju.IN PABLO II: Alocución a la colonia nor
teamericana de Roma. L'Osservatore RollNflO,
edición semanal en lengua española, año ·xn,
núm. 27 (601), domingo 6 de julio de 1980.
El pecado y la responsabilidad moral, propia y personal de
cada uno, drama de la libertad
humana.
«Es acertado que hoy se preste mayor atenci6n a la dimen
"sí6n social del pecado. Pero sería peligroso que el concepto
"de "pecado
colectivo" llegara a ofuscar la responsabilidad mo
"ral, propia y personal de cada uno de nosotros.
»De hecho, cada uno podemos
"frustrar" el
designio salvífica
· "de Dios
sobre nosotros mismos;
no el designio divino en Dios
"mismo, pero sí puede malograrlo el hombre para sí. Puede
6
Fundaci\363n Speiro
"frustrarlo en esta dimensión. En esto consite la grandeza y el
"drama de la libertad humana.
»Dios consiente que el hombre malogre su desginio salvífi·
"co, ya que
ha
creado al
hombre libre y
respeta su libre al
"bedrío,..
JUAN PABLO II: Homilía duraote la Misa ce
lebrada en la basllica de San Pedro para los
estudiantes universitarios y los hombres de la
cultura, el 15 de diciembre. L'Osseroatore Ro
mano, edición semanal en 1eguna española, año
XV, núm. 52 (782), domingo 25 de diciembre
de 1983.
La libertad requiere que las conciencias no queden a merced
de ciertos "imperativos" de la civilización moderna que
alejen
d.e los valores verdaderos.
«Tal libertad respeta la libertad de las conciencias, pero sin
"de;arlas a
merced de ciertos
·,,imperativos" de
la
civilización
"moderna
que
pretenden contribuir al progreso humano, pero
"de hecho
lo
ale¡an del
respeto a
'la vida, de la dignidad de un
"amor que
abraza a las personas y de la búsqueda de los valo-
"res verdaderos
de la humanidad».
·
JUAN PABLO II: Homilía durante la Misa ce
lebrada en el estadio de la Universidad Lava!,
9 de septiembre. L'Osservatore Romano, edición
semanal en lengua española, año XVI, núm. 38
(820), domingo 16 de septiembre de 1984.
Los abusos y falsüicaciones de la libertad.
«Ciertas formas de "libertad" no merecen verdaderamente
"este
nombre, y es necesario
vigilar para
defender la libertad
"contra las falsificaciones
de diversos tipos. Por
e;emplo, la so
" de dad
de
consumo
--ese exceso
de bienes no necesarios al
"hombre- puede constituir, en cierto sentido, un abuso de la
"libertad, cuando la
búsqueda cada
vez más insaciable
de bienes
"no está
sometida a la ley de la
;usticia y
del amor social.
,,
»Se podrla incluso decir que en el interior de los paises ri
"cos, la búsqueda incontrolada
.de bienes
materiales y de ser
"vidos de
todo género ofrece solamente en
aparienda más liber-
7
Fundaci\363n Speiro
"tad a los que se benefician de ello, porque propone como valor 11humano fundamental la posesión de cosas, en lugar de apuntar
"a un cierto bienestar material como condición y medio ·de pl,e
"no desarrollo de los talentos del hombre en colaboración y ar
'~monía con sus semejantes».
JuAN PABLO II: Mensaje_ con motivo de ce
lébrarse la «Jornada Mundial de la Paz» el 1
de enero de 1981. L'Osservatore Romano, edi
ción semanal en lengua Española, año XII, nú
mero 52 ( 626 ), domingo 28 de diciembre de
1980.
Las actuales amenazas a la libertad cristiana.
· «¿Cuáles son las amenazas actuales a 1a libertad cristiana?
"Los errores.de hoy y de siempre, esto-es, la visión atea, agnós
"tica o sólo iluminista de la vida inducen, a veces por motivos
"inconfesados de poder, a hacer desaparecer en las varias insti
"tuciones del conjunto social los vafores trascendentes, fundtl
'mento de la libertad y de la dignidad humana. En una palabra,
"una visión
arreligiosa del hombre y de la historia lleva a la
"a la violación de la ley divina, y,· por tanto, al uso erróneo de
"la libertad».
JuAN í>ÁBLO IÍ: Homilía durante la Misa ce
lebrada .para los fieles de San Marino, el 29 de
agosto, _XXII domingo
del tiempo ordinario.
L'Osservatore .Romano, edición semanal en len
gua esi,añola; año XIV, núm. 36 (714), domin
go 5 de septiembre de 1982.
Un falso concepto de libertad, raíces de la crisis actual del
matrimonio
y la· familia,.
«El matrimonio y la familia se encuentran hoy en peligro.
"Muchas personas _s_ufren las consecuencias del mismo: los cón
"yuges
y, · más aún, sus hiioi;_ pero en último término también
"sufre esas consecuencias la misma sociedad. Apoyado en la ex
"periencia de los obispos de todo el mundo caractericé hace
"dos años la crisis de la familia en los siguientes términos:
Bay
"signos
de preocupante degradación
de· algunos
valores funda
"mentales:
una equivocadá
concepción ... de la independencia de
"los
· cónyuges entre
sí; las graves ambigiiedades acerca de la
8
Fundaci\363n Speiro
"relaci6n de autoridad entre padres e hijos; las dzficultades con
" cretas que con frecuencia encuentra la familia en la transmi
''misión de
los valores; el número cada
vez mayor
de divorcios;
"la plaga del aborto" (Carta Apostólica Familiaris consortio, 6).
"U na plaga para cuyo encauzamiento no hemos encontrado aún
"el camino
justo
y de cuyo carácter espantoso son conscientes
"aún muy
pocos hombres.
»Las raíces de esa crisis parecen encontrarse ante todo en
"un concepto falso de libertad. Una libertad "que no es canee
" bida
como la capacidad de realizar la verdad del proyecto de
"Dios sobre el matrimonio y la familia, sino como una fuerza
"autónoma de autoafirmación, no raramente contra los demás,
"en orden
al propio bienestar
egoísta'~ (íb.). Esta evolución ne
n gatíva se ve además favorecida por una opinión pública que
"cues.tíona la
institución del matrimonio y la familia e intenta
";ustificar otras
formas de vida en común._ A
pe~ar de
que
mu
"chos
continúan afirmado que la familia es importantísima para
"la sociedad,
se toman muy pocas iniciativas para
protef!,erla
"realmente.
Pero
yo creo
qu'e la razón decisiva
de
esa crisis
es
"más profunda. El matrimonio y la familia están en peligro por
" que
la fe
01 el sentido religioso han muerto en muchas d'e ellaS;
"porque
los
propios cónyuges
y, como
consecuencia, también sus
"hiios se
han hecho indiferentes frente a Dios».
JuAN PABLO II: Homilía durante la Misa COn
celebiada en el Parque del Danubio, en Viena,
el domingo 11 de septiembre. L'Osservatore Ro
mano,
edición semanal en lengua española, año
XV,
núm. 38,
domingo 18 de septiembre de 1983. ·-
La libertad de investigación.
«La investigaci6n de la verdad es la tarea de la ciencia fun
,, damental.
El
invesligador que se
mueve en esta
primefa ver
"tiente
de la ciencia siente toda la fascinaci6n de las palabras de
"San Agustin:
Intellectum valde ama (Epist. 120, 3, 13; PL 33,
"459), "ama mucho la inteligencia"
y la funci6n de conocer la
"verdad que les es propia.
La ciencia pura es un bien digno de
"gran estima
pues es
conocimiento y, por tanto, perfección del
"hombre en
su inteligencia. Ya antes
rJe las
aplicaciones técnicas
"se la
debe honrar por
sí misma, como
parte integrante de la
"cultura. La ciencia fundamental es un bien universal que todo
9
Fundaci\363n Speiro
"pueblo debe tener posibilidad de cultivar con plena libertad res
"pecto de toda forma de servidumbre internacional o colonialis
"tito intelectual. ,,
"»La investigación fundamental debe ser libre ante los pode
!'res politico y económico, que ban de cooperar a su desarrollo
"sin entorpecer su creatividad o manipularla para sus propios
"fines. Pues al igual que
todas
las demás
verdades, la verdad cien
"tífica no tiene efectivamente que rendir cuentas más que a sí
"misma y a la Verdad suprema que es Dios, creador del hombre
"y de todas las cosas».
JuAN PABLO 11: Alocución con motivo de ce
lebrar la Pontificia Academia de las Ciencias
el I centenario del nacimiento de Albert Einstein,
el sábado 10
de noviembre de 1979. L'Osserva
tore Romano1 edición semanal en lengua espa
ñola, año
XI, núm. 48 (570), domingo 2 de di
ciembre
de 1979.
La libertad entre las naciones.
« ¿Cuál puede ser la libertad de unas naciones cuya existencia,
"aspiraciones y reacciones están condicionadas por el miedo en
"vez de confianza mutua, por la opresión en vez de la libre bús
"ijlleda del
bien común? La libertad es herida, cuando las re/a
,, ciones
entre los pueblos se fundan no sobre el respeto de la
"dignidad igual
de cada uno, sino sobre
el derecho del más fuer
"te, sobre
la actitud de bloques dominantes
y sobre
imperialis
"mos militares o
pollticos. La 'libertad de las naciones es herida
"cuando se
obliga a
las pequeñas naciones a alinearse con las
"grandes para ver asegurado su derecho a la existencia
autóno
"ma
o su supervivencia.
La libertád es herida, cuando el diálogo
"entre compañeros iguales no es posible a causa de las domina
"ciones económicas o financieras e;ercidas por las naciones pri-
"vilegiadas y fuertes». · ·
10
JUAN, PABLO II: Mensajé con motivo de ce
lebrarse la «Jornada Mundial de la Paz» el 1
de enero de
198L L'Osservatore Romano, edi
ción
semanal en lengua española, año XII mi
mero 52 (626), domingo 28 de diciembre de
1980.
Fundaci\363n Speiro