Índice de contenidos
Número 243-244
Serie XXV
- Textos Pontificios
-
Estudios
-
Los católicos y la vocación política
-
La crisis del derecho penal
-
Agonía y esperanza de la Iglesia en México
-
El orden en la ciudad y el urbanismo
-
A propósito de una obra sobre la religión de Shiva
-
El pensamiento occidental cristiano
-
Joseph de Maistre y sus «Consideraciones sobre Francia»
-
La tenaz leyenda de un Tito «nacionalista»
-
Democracia orgánica, viabilidad del modelo político y utopía en Eugenio Vegas Latapié. I. Puntualizaciones sobre Eugenio Vegas
-
Democracia orgánica, viabilidad del modelo político y utopía en Eugenio Vegas Latapié. II. Respuesta a Gonzalo Fernández de la Mora
-
- Actas
- Información bibliográfica
- Crónicas

Autores
1986
Agonía y esperanza de la Iglesia en México
AGONIA Y ESPERANZA DE LA IGLESIA EN MEXICO
POR
NEMESIO RODRÍGUEZ LOIS
·«No sería cosa de maravillarse el ver a un león jugar con un
ratoncillo
y matarlo sólo por el placer de su retozo salvaje; pero
sí sería fuente de asombro ver esa situación invertida
y que el
ratón jugase con el león hasta dejado muerto. Algo tan extraor
dinario como eso muestra
la historia de México a quienquiera
que esté dispuesto a cerrar sus oídos a sandeces y falsedades y
quiera asomarse
al fondo de los hechos ocurridos. Una insigni
ficante minoría
ha venido dando muerte lenta a una nación en
tera» (*).
Las frases anteriores, salidas de la pluma de un insigne bis,
toriador
norteamericano que conoce como nadie
la historia de
México, pintan 'de cuerpo entero la situación no sólo del pueblo
sino de
la Iglesia católica en este país.
Porque,
en efecto, a pesar de que la Iglesia
ha sido· la gran
benefactora
del pueblo
y . a pesar de que los mexicanos se de
claran católicos en más de un noventa por ciento, la realidad es
que la Iglesia vive en
México una
situación precaria.
Por lo pronto es el Estado quien impone sus leyes en ma
, teria
de culto religioso, dándose el caso de que
el Congreso
pue
da
emitir decretos estableciendo o prohibiendo cualquier reli
gión. Así de simple.
La Iglesia no tiene ninguna personalidad jurídica, los sa
cerdotes son considerados simples profesionales, y
la legislatura
( •) F'RANcrs CLEMENT KELLEY: MéxiCo, el pais de los altares ensanR
grentados (Traducción de Guxu,ERM'.o PRmToRYEME). Editorial «Polis~,
l.' edición, México, 1939, p
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Fundaci\363n Speiro
NEMESIO RODRIGUEZ LOIS
de cada estado, en un momento dado, puede detetminar el nú
mero máximo
de sacerdotes, quienes para poder ejereet su mi
nisterio en México deberán ser ·mexicanos· de nacimiento.
Los .sacerdotes y religiosos están completameute discrimina
dos, pues no
pueden. votar eu las
elecciones,
ui tampoco as
pirar
a cargos de eleccióu popular. Asimismo les está prohibi
do, de modo tajante, criticar -hien sea en público, bien sea en
privado- leyes o actos de gobierno. Según el artículo 130 cons
titucional
-que dispone
todas estas aberraciones- los sacerdo
tes o religiosos no podrán heredar ni
por si
ni por interpósita
persona.
Dicho de. un modo simple y crudo a Ja vez: Aquí en México
. tiene más derechos.
un contrabandista, un
criminal, una
prostituta
o un traficante de drogas que
un humilde cura párraco.
Una serie de preceptos constitucionales han sido redactados
con radical
odium fidei; la. mayoría se encuentran en suspenso,
lo cual constituye una auténtica espada de Damocles que, en
un momento trágico, pudiera caer sobre la Iglesia causando, de
paso, una
vetdadeta tragedia nacional.
A lo largo
de la historia ha habido momentos en · que la
Iglesia aquí en México ha entrado casi en fase de extinción,
pero, con el paso del tiempo; se le ha visto -1 igual que ál
Ave Fénix-resurgir
de su propias cenizas.
Es por eso que podemos, con toda .exactitud, hablar de la
agonía y espetanza de la Iglesia en
México.
Entendemos
la
palabra agonia en su significado etimológico
de lucha, puesto
que esa ha sido su vocaeióu en esta bendita
tierra desde fines del siglo
XVIIL Y decimos que existe una es
peranza porque una serie de hechos acaecidos en los .últimos
años nos hacen vislumbrar_ -un lutIµnoso·_ resurgir.
Para entender la cuestión será preciso dar unos cuantos an
tecedentes.
La persecución contra la Iglesia católica se inicia en México
al mismo tiempo que
en. el resto del Mundo Hispánico, o sea
a raíz del bárbaro decreto de Carlos III por medio del cual todos
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AGONIA Y ESPERANZA. DE LA IGLESIA EN MEXICO
los religiosos de la Compañía de Jesús fueron expulsados de sus
dominios. Era el año de 1767.
Las consecuencias de dicha decisión fueron fatales ya que las
misiones del norte
del país quedaron abandonadas y, al . mismo
tiempo,
se produjo
la total deshispanización de vastas regiones
que hoy son los estados
de Nuevo
México, Texas,
Arizona, Ne
vada
y la Alta California desde donde tuvieron que venir los
francisi;:anos para cubrir
los huecos que en Durango, Coahuila
y la Baja California dejaban los jesuitas.
En lo sucesivo fue muy sencilla la penetración angloprotes
tante
y fue así madurando un proceso separatista que culminó
ochenta años después cuando, en 1847,
México perdió
la mitad
de su territorio.
Otra consecuencia nefasta del decreto real fue que los ctiollos
novohispanos se quedaron sin educadores
y a merced de las per
versas doctrinas que brotaban de una ·Francia convulsionada por
.1:, Revolución.
Esos jóvenes criollos -adinerados
y llenos de . soberbia
quedaron
sin la orientación de maestros santos y sabios; fueron
influidos por los tesis democr~ticas de un RouSseau, un Voltaire,
o un Montesquieu,
y muy pronto se cqnvirtieron en los núcleos
intelectuales de. donde habrían de surgir los movimentos sepa
ratistas.
Eso explica la causa de que los principales caudillos de 1a
revolución de independencia en Hispanoamérica -Hidalgo, Bo
Hvar, San
Martín, etc.- fuesen todos criollos, muchos afiliados
a la mesonería
y con la idea fija de implantar regímenes al es
tilo del que se impuso en Francia después de la calda
y muerte
de
Luis
XVI.
·
Pasan
los años, México consuma su independencia el 27 de
septiembre de 1821
y, a raíz del fusilamiento del libertador;
Agustín de Iturbide, se
suc_eden una
serie de peripecias en las
cuales liberales
y conservadores se disputan el poder.
Es entonces cu,ando ~concretamente en_ 1833- entra en
escena el liberalismo, el cual, representado por . V aletín Gómez
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NEMESIO RODRIGUEZ WIS
. Parias, de la, primeras leyes persecutorias· en contra de la Iglesia católica.
·
Es Gómez Parias
quien inicia una reforma
educativa de
corte
netamente masónico, es
·él quien
clausura la Real y Pontificia
Universidad
y es él quien empieza a despojar a la Iglesia de una
serie de recursos materiales que tan necesarios
le .eran
para man
tener con decoro su obra apostólica.
Difíciles tiempos son aquellos de asonadas militares, golpes
de estado, invasiones extranjeras, rebeliones, dictadµras persona
listas y -<:amo lo peor de las desgracias-la pérdida de más
de
la mitad del territorio nacional a raíz de la guerra sostenida
en 1847 contra los invasores norteamericanos.
En 1854 el plan de Ayuda lleva a los liberales al poder,
quienes, acaudillados
por Benito
Juárez, se
proponen no sólo
exterminar a la Iglesia sino cambiar el modo de pensar de todo
un pueblo. Es la época de las expulsiones de obispos, de la demolición
de conventos, del saqueo de tesoros eclesiásticos, de
la exclaus
tración de
religiosos.
Es la época del gran despojo en contra de
los bienes de la Iglesia.
Años antes, España
había sufrido,
con
la desamortización de
Juan Alvarez Mendizábal, algo similar a lo que después sufriría
México.
Júárez fue
para México lo que Mendizábal para España.
No Qbstante todo lo anterior, si hubiera necesidad de cla
sificar la magnitud del daño causado por
Juár~ y
sus incondi
cionales a la Iglesia, pondríamos en primer lugar el laicismo
e:
inmediatamente
después, la pérdida de los bienes eclesiásticos.
Al mismo tiempo que
Juárez despojaba
a la Iglesia, implan
taba también el laicismo oficial por medio
. del
cual se dio
tul
gran paso tendente a cambiar el alma de todo un pueblo: Acta
de nacimiento, en lugar de la
fe de bautismo, el contrato civil
·del matrimonio,
en
sustitución del
sacramento,
la secularización
de los cementerios, que pasaron a ser simples panteones al estilo
pagano, etc.
Fue su Santidad Pío IX quien, al definir al liberalismo, dijo
de éste que era la más perversa de las doctrinas; y ciertamente
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AGONIA Y ESPERANZA DE LA IGLESIA EN MEXICO
que lo es, puesto que, halagando la concupiscencia y bajos instintos del hombre, todo lo petmite. Pues bien, Juárez fue quien
implantó, por medio del laicismo, el credo liberal en el alma de
México.
-
Con el laicismo libetal, Juárez se conviritió en un auténtico
revolucionario anticristiano, al estilo
dél Calvino,
de Luteto o
de Enrique VIII. Incluso no
-deja-de
set curioso
-que la
guetra
que los libetales mexicanos sostuvieron contra la Iglesia se lla
mase Guerra de Reforma.
Sí, una refotrna
,e11 las
costumbres, transfotrnando por com
pleto el
alma de todo un· pueblo, fue lo que -Juárez hizo en Mé
xico
en el siglo
XIX. Una reforma como la de los protestantes
en la_ Europa del siglo xvr.
Volviendo al punto del despojo de los bienes de la Iglesia,
diremos que, desde el momento en
qu~ la
Iglesia
-es
despojada,
ha quedado a merced de la caridad pública que los fieles
te11gan
a
bien darle y, por tanto, toda obra de
beneficio social
se ve
notablemente restringida.
Esa era la finalidad
de los_
perseguidores: Que la Iglesia no
:contase con
los medios
'suficientes no
s6lo para poder educar,
catequizar al pueblo o
fundar misiones en las abandonadas co
munidades indígenas. La finalidad -netamente diobólica- era que también desaparecieran los asilos, orfelinatos, hospitales y
demás obras pías donde los religiosos daban consuelo a quienes sufrían.
Vienen después, con el dictador Porfirio
Díaz (1876-1911)
tres
décadas de calma relativa, en las cuales, si bien no existió
un clima de abietta hostilidad
contra la
Iglesia, se ve
cómo el
positivismo
de Gabino Barreda envenenó toda una
generación
de
mexicanos. Entretanto la Iglesia, despojada de sus bienes y
·de sus
de
rechos civiles, poco
podía hacet,
excepto mantener unas cuantas
escuelas o
fundar algunos hospitales. Y todo ello con -suma
cautela,
procurando no irritar al dictador ya que al menor pro
blema se
volvería a los amargos tiempos de antaño.
Porfirio
Díaz es
derrocado
· a
principios
de siglo y los diféren-
393
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NEMESIO RODRIGUEZ LOIS ·
tes caudillos revolucionarios se distinguen por un feroz anticle
ricalismo que los. lleva a profanar templos y a promulgar una
Constituci6n de. cotte netamente anticatólico.
En la. Constitución de 1917 son famosos los artículos 3, 5,
24; 27 y 130 por medio de los cuales se quitan a la Iglesia todos los derechos,
se la coloca bajo el capricho del más insig
nificante cacique local y, por ende, a
un nivel inferior al de
asesinoS, homosexuales, prostitutas o ladrónes, quienes sí son
protegidos por la leyes.
En 1926
el presidente Plutarco Eiias Calles pretende pisar
a fondo
el acelerador en lo que se refiere a
la cuestión religiosa
y eso provoca la Guerra Cristera, en que todo el pueblo se le
vantó en armas para defender su religión, y en
el curso de la
cual se escribieron hazañas dignas de ser
narradas en
los can
tares de gesta.
Es de tal. magnitud
la rebelión contra la tiranía masónica
que los cristeros estuvieron a punto de tomar Guadalajara,
la
segunda _ciudad. del país.
Fue entonces cuando el gobierno prefirió ceder un poco ante
·el temor de perderlo todo. Esta es la explicación de que, en 1929,
se celebrasen entre el presidente
Emilio Portes
Gil, de una par
te, y los obispos Leopoldo Ruiz y
Flpres y
Pascual Díaz Barreta,
por. la
otra, los
famosos
· «arreglos» que
pusieron
fin al conflicto
armado. Según
los «Arreglos del 29», los católicos dejarían las armas,
los templos volverían a abrirse al culto y -a cambio-- la Igle
sia recibió
la promesa verbal de. que las leyes anticatólicas no
serían
aplicadas.
Se
mantendría vigente la legislación persecutoria de la Igle
sia, como. una espada de Damocles dispuesta a caer en el mo
mento en que el gobierno lo considerase más oportuno. Fue así como se llegó a una curiosa situación de
paz pre
caria
sin reconciliación, mediante la cual se toleró a la Iglesia
de un modo limitado y vergonzante. Un
débil status
que bien
-podría romperse
en cualquier momento, razón por
la cµal -para
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Fundaci\363n Speiro
AGONIA Y ESPERANZA DE LA IGLESIA EN MEXICO
no perder lo poco que habían recuperado--- los obispos adop
taron una
actitud cautelosa en grado extremo.
Todo lo anterior -fruto de una
encarnizada persecuci6n
de
más de siglo y medio- nos explica
a la
perfección el hecho de
que
la· Iglesia haya desempeñado en México un triste papel en
-los
últimos
años, y decimos triste papel porque, más
. que
acti
tud prudente, da la impresión
de tratarse de una acriutd tibia
y cobarde. Llegamos así al inicio de
la década de los años 60, durante
la · cual una serie de acontecimientos· van a dar una fisonomía
muy peculiar a la Iglesia en México.
A principios de 1960 todo hacía pensar que un florecer
vo
cacional adornaría muy pronto el
campo eclesiástioo. A
fin de
cuentas, los años de calma relativa habían permitido a la jerar
quía reconstruir
parte
de lo que había sido destruido en las per
secuciones anteriores-.
Aún recordamos cómo, en 1962, se celebró, con indescripti
ble júbilo popular, el centenario de la
canonización del protomár
tir mexicano San
Felipe de Jesús.
Eran también los años en que entre los católicos y sus obis
pos
existía una
clara conciencia de lo que
representabá el co
muni.smo que
pocos años atrás había convertido a Cuba en el
primer satélite soviérico de América
Es entonces cuando el Papa
J¡,_an XXIII
convoca el Con
cilio Vaticano II, el cual se lleva a cabo entre 1962 y 1965.
A
raíz del
Concilio
. se
produce el
mismo impacto
que un
cañonazo que espanta y hace volar en mil distintas direcciones
a los patos que se encontraban tranquilamente asentados sobre
las quietas aguas de una laguna.
Vienen las
malas interpretaciones del
Concili¡, y
es aquí don
de se hace preciso distinguir lo que en la Magna Asamblea
Episcopál dijeron tipos
exhibicionistas; lo
que del
Concilio dije
ron
periodistas tendenciosos que no
er~n más que simples
in
filtrados;
y, por último, lo ·que en .vetdad aprobó el Concilio
y que se encuentra en los Docomentos Conciliares.
Sin
· embargo, y como siempre ha ocurrido a lo largo de la
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Fundaci\363n Speiro
NEMESIO RODRIGUEZ LOIS
historia, los primeros tiempos son de una confusi6n que causa
desconcierto. Y para
colino de
males
el progresismo religioso, alimentado
por el Movimiento PAZ que surgi6 en Polonia, contribuye en
gran medida para que, a
río revuelto,
los pescadores obtengan
pingües ganancias. Es entonces cuando en México brota el progresismo con una
virulencia espectacular. Es
la época dorada de Monseñor Sergio
Méndez Arceo, obispo de Cuernavaca; del Abate Gregario Le mercier; de lván Illich y del Movimiento Familiar Cristiano
que preside José Alvarez lcaza.
Y va a ser precisamente en Cuernavaca
-a ochenta y cinco
kil6metros al sur de la ciudad de México- en donde se funda
un centro de preparaci6n para los misioneros, al frente del cual
estaba Iván Illich. Allí, en el CIDOC (Centro Intercultural de
Documentaci6n) se daban esquemas hegelianos y marxistas.
En siete años pasaron por allí siete mil sacerdotes y reli
giosos que fueron sensibilizados.
De allí, de Cuernavaca, sale J osef Comblin para ser nom
brado secretario del episcapdo chileno. Poster.iormeute, este tal
Josef Comblin funda en Recife un Centro de reflexi6n teológi
ca; había sido llevado a
Btasil por
el arzobispo don Helder
. Cámara.
Aproximadamente de los .370 obispos brasileños que existen
en la actualidad, se considera que 120 de ellos son ex-alumnos
del CIDOC, razón por
la cual el progresismo tiene un gran peso
en el Brasil.
Cuernavaca, bajo la batuta de Méndez Arceo, lván Illich
y
Gregario Lemercier, se convirtió en un -centro religioso y cul
tural del
cual
habrían de salir
las personalidades clave del
pro
gresismo
en Hispanoamérica.
Dentro
de la
diócesis de Cuernavaca fue famoso
el Monas
terio benedictino que, bajo
la dirección del prior Gregario Le
mercier,
.realizó una
experiencia de psicoanálisis para los reli
giosos.
Lemercier y Méndez Arceo presentan esta esperiencia
_a
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AGONIA Y ESPERANZA DE LA IGLESIA EN MEXICO
Roma para que sea aprobada. Se trata de la posible utilización
del psicoanálisis para el normal desenvolvimiento vocacional re
gioso. Los resultados no pudieron
ser más
lamentables:
La ma
yoría de los ·clérigos que se sometieron al experimento acabaron
perdiendo la vocación y decidieron, al poco tiempo, abandónar
los seminarios. El Vaticano prohibió la continuación de
la experiencia.
Dentro de los movimientos progresistas· que se dieron aquí
en México
en· 1os difíciles
años postconciliares,
_hay que -añadir
también el Secretariado Social Mexicano -primer antecedente de
la Teología de la Liberación~; Ja Universidada Iberoamericana
..:..dirigida por
los
jesuitas-que,
principalmente entre 1964
y 1966, frustró
el proyecto de una Universidad Católica en Mé
xico;
y el CENCOS ( Centro de Comunicaciones Sociales) que
-se dedic6 a manipular, en favor del progresismo, los comunica
dos de prensa emitidos por el venerable episcapado mexicano.
A lo largo de su pontificado, Méndez Arcea se ha declarado
abiertamente marxista, tanto así que, segón él, Cuba es
el'· mo
delo
de sociedad cristiana.
Tendenciosa afirmación que rebatimós por medio de las si
guientes estadísticas que nos dicen c6mo ha ido disminuyendo
el catolicismo en Cuba a
raíz de
que Fidel
Castro llegó
al poder:
En 1955
había 6
millones de habitantes y el 90
% eran
católicos.
En 1959 había .6 millones de habitantes y el 91 % eran
católicos.
En 1960 había 6 millones de habitantes y el 89
% eran
católicos.
En 1967
había 6
millones de habitantes y el 87
% eran
católicos.
E;n 1974 el 52 % eran católicos.
En 1978
había 9
millones de habitantes y el 44
% eran
católicos.
397
•
Fundaci\363n Speiro
NEMESJO·RODR[GUEZ WIS
Según un . artículo publicado en la revista soviética Ciencia
y Religi6n, en el número correspondiente a enero de 1984, el
número de sacerdote_s en Cuba, en 1959, era de 700, mientras que los religiosos llegaban a 300
y las religiosas a 2.400. En la
actualidad, los
sa.cerdotes son
116, las religiosas 105
y los reli
gio_sos
218.
El
autor del articulo es el profesor Juan Montero_ Jiménez,
catedrático de Filosofía en
la Universidad de la_ provincia oc
cidental
de. Cuba,
quien también nos dice cómo en 1970 el nú
mero de bautizados fue de 83. 7 31 mientras que en 197 6 hubo
solamente 29.397 según consta por
los registros. -
Por
todo lo anterior a este paso se calcula que para 1992
-año del medio Milenio del catolicismo en América-la re
ligión católica habrá desaparecido en la antaño Perla de las
Antillas.
¿Es éste el modelo de sociedad cristiana. que propone Mon
señor Sergio
Méndez Arceo?
En
cambio en Polonia, país_ también comunista, el número
de católicos aumenta
día por día, y se dice que todo joven que
tiene vocación de héroe pide ser admitido en
un seminario.
En
1972
Méndez Arceo
viajó al Chile _de Salvador Allende
·
para
participar en
el· «Movimiento Cristianos por el· Socialismo»
que
se estaba celebrando en la misma
fecha en
que se realizaba
la III UNCTAD. Fue el único obispo asistente. A su regreso
a México, en el aeropuerto, fue bañado con tinta roja por unos
jóvenes.
Este es
Méndez Arceo,
un obispo para quien el calificativo
de marxista no es una
afrenta sino
ocasión de orgullo.
Entretanto, los demás obispos mexicanos,
por elemental pru
dencia,
-prefiéren éallar ante
los excesos de su hermano en el
episcopado
y a quien muchos cónsideraban uu simple innovador
pero _sin mayor trascendencia.
En el momento en que alguien censura la actitud de este
elemento se ve cómo la mayoría de los obispos se solidarizan
con
él, quedando en el peor de los, ridículos quien se atreva a
acusarlo de enemigo de la Iglesia.
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AGONIA Y ESPERANZA DE LA IGLESIA EN MEXICO
Llegamos así al año 1968 en que se producen violentos dis,
turbios
estudiantiles, ocasionados por
agitaclores comunistas.
En
aquella ocasi6n Monseñor Méndez Arcea apoya a los
lí
deres estudiantiles rojos y censura al gobierno liberal y antimar
xista del presidente Gustavo
Díaz Ordaz .. ·
Y
ocurre que la mayoría de los obispos
. mexicanos
se soli
darizan con don
Setgio.
Por
todo ello, en aquel año trágico de 1968, el episcapado
mexicano dio más que nunca la imagen de ser un grupo com
pacto de elementos progresistas que deseaban -rápidamente y
por cualquier
medi
cambio de estructuras de corte neta
mente marxista.
Tristes momentos aquellos en que los cat61icos mexicanos
suírieton en carne propia los rigores tanto, de la amenaza mar
xista como de la apatía de sus pastores. Es cosa bien sabida c6mo para los curas progresistas el único
pecado que existe es el llamado «pecado social», o sea
la omi
si6n al no luchar
por el
cambio de estructuras;
para los
progre
sistas el robo, el adulterio, el
abort~, el
homicidio o incluso el
comulgar sacrílegamente no tiene mayor relevancia.
Es· tal
su
apasionamiento que, en ocasiones, ·este tipo d~-curas consideran
que esas graves faltas llegan a ser fuente de méritos si ayudan
al triunfo del socialismo.
· · ·
Debido
a todos estos factores se
logra que, poco a poco, se
pietda
la conciencia de pecado en
vastos sectores
del campo
católico. Un panorama gris
y bastante desolador es el que presentaba
la Iglesia en México en 1970. Y si
hemos señalado
esa fecha es
porque precisamente a finales de ese año toma el
poder Luis
Echeverría
bajo cuyo sexenio
--como más
adelante veremos
empeora aún más la situación. -
Una vez Echeverría se consolida en el poder · empieza il ha-
. cer
gala
de sus tendencias tetcermundistas de corté netamente
socialista. Esa es la explicaci6n por la cual viaja sin cesat a
través del
mundo, pues pretende
formar un
bloque de naciones
que
se. contrapongan
a los Estados Unidos y que, al mismo
399
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NEMESIO RODRIGUEZ LOIS
tiempo, sirvan de penetración al marxismo en tierras de Améri
ca, de Asia y de Africa. Dentro de los planes de Echeverria está
el aprovechar el
progresismo religioso que ha infiltrado vastos sectores eclesiás
ticos. Los prop6sitos de este gobernante no son otros que los
de manipular
" la
Iglesia y transformarla en un agente de
pe
netración del marxismo. Y, para ello, le vienen muy bien obispos como
Méndez
Arceo,
los cuales van a gozar de todo el apoyo y simpatía del
sector oficial. Por principio de cuentas Echeverría pretendió arrancarle a
la Iglesia una declaración por medio de la cual se apoyase la im
plantación del socialismo.
Esto ocurría
a fines de 197 3, justo
a
las. pocas
semanas del derrocamiento· y
· muerte
del presidente
chileno Salvador Allende. Pues bien, elementos progresistas dentro del Episcopado me
xicano vieron con simpatía esta postura
y, por ello, elaboraron
un documento en tal sentido.
· Sin embargo,
una reacci6n dentro del mismo episcopado
frustró la maniobra y fue así cómo
el documento oficial, titulado
El compromiso cristiano entre las opciones sociáles y políticas,
reprobó la violencia a la v.,,; que conden6 tanto. al marxismo
como a cualquier ideología materialista. La
· fecha
del documen
to es del 18
de octubre'
de 1973.
Y, para reafirmar aún más esta postura, al
día siguiente
el
episcopado emitió otra declaración en la cual analizó la .situa
ción de violencia
-que padecía el pa(s .~la guerrilla urbana había
asesinác;IQ a
los
. empresarios
Eugenio Garza Sada y
Fernando
Aranguren-,
condenó dichos crímenes
. y
terminó con
uná ex
hortación
para que todos los sectores se viesen
unidos con
un
amor de hermanos.
Con
.esto se
itnpidió que
tant.o el
gobierno de Echeverr!a
como los grupos guerrilleros inst.rumentalizaron a
la Iglesia en
el terreno de las opciones sociales y políticas.
Pocos meses después
Echeverria vuelve
a la carga y sus miras
400
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AGONIA Y ESPERANZA DE LA IGLESIA EN MEXICO
ahora son las de presionar a la Iglesia · para que respalde al go
bierno en su campaña de controL natal. Y a algo había ayudado el ingeniero José Alvarez !caza, con
su Movimiento
Familiar Cristiano,
el cual había hecho una pro
clamación
. pública
en favor del programa de planeación familiar
puesto en marcha por Echeverría.
Esto despertó la desconfianza entre varios obispos, quienes
de inmediato se
dieron cuenta
de
la maniobra y ligaron al Mo
vimiento Familiar Cristiano con las ideas progresistas. Como resultado se vio cómo
el Cardenal Miguel Darío Mi
randa, arzobispo primado de México, le retiró su apoyo al grupo
de Alvarez !caza.
Sin embargo,
las presiones de Echeverría
eran cada
vez ma
yores y, como respuesta a las mismas, el 2 de abril de 1974,
un comunicado de prensa del episcopado recordó la posición de la Iglesia ante la limitación
· de
la natalidad y deploró la cam
paña de control natal hecha en México.
·
Un par de meses ~espués, Echeverría emitió una serie de
declaraciones tendenciosas tergiversando el sentido de la Hu
manae vitae y afirmando hipócritamente que la Iglesia católica
apoyaba el control natal.
Como popularmente se dice, «no tuvo que
ir a Roma a por
la respuesta» ya que pocos
días después,
el 29 de junio de 1974,
el episcopado emitió una enérgica declaración desmintiendo a
Echeverría.
Pero el mandatario mexicano volvió a insistir · en sus pro
yectos de poner a la Iglesia a su servicio y ahora sus planes
iban en el sentido de que la jerarquía respaldara
los nuevos
libros
de texto que eran materialistas, promarxistas e inmorales.
Aquí Echeverría contaba con poderosos aliados ya que den
tro de la Comisión Episcopal de Educación y Cultura existían
elementos que veían con abierta simpatía el contenido de dichos
textos.
Y, por otra parte, el temor del episcopado ante la posible
indignación del gobierno y que se fuese a
aplic;ar al
pie de la
401
Fundaci\363n Speiro
NEMESIO RODRJGUEZ LOIS
letra el artículo 130 constitucional, hizo que varios obispos pre
firiesen hacerse los desentendidos. Fue
entonces cuando
la Providencia divina permitió que
-ante
el furor de un gobierno socialista y la explicable timi
dez de un episcopado-- el pueblo saliese a las calles . en de
fensa de la recta educación de sus hijos.
Se produjo un tremendo descontento popular con manifes
taciones multitudinarias de padres
de familia -Ejemplo: Más
de cincuenta mil
.. en la. ciudad de :León-y esto alarma al epis
copado
el cual el 7 .de febrero de 1975 emite una declaración
haciendo que los textos contienen afirmaciones y manifiestan ideologías inaceptables para
la conciencia cristiana.
Una vez más le falla a Echeverría su intentona por mani
pular a
la Iglesia.
Sin embargo,
el presidente mexicano persistía y ahora sus
tiros iban dirigidos hacia otro
bl'anco: En
vista de que
el arzo
bispo primado de México, Cardenal Miguel
Darío Miranda,
había
sobrepasado con mucho los 75 años de edad,
límite que
se es
tablece a un prelado para presentar su dimisión, se pretendía
ahora que la sede metropolitana fuese ocupada por un obispo
afín al régimen.
Pablo VI
captó el
fondo de la jugada y esa fue la
razón
por
la cual le
pidió al
anciano Cardenal Miranda que continuara
al frente de
la archidiócesis por algún tiempo más.
Por otra parte, la abierta simpatía de Echeverría hacia
el
Obispo Méndez Arceo influyó también para que la Santa Sede
-deseando evitar mayores problemas, entre ellos un cisma no destituyera al Obispo
de Cuernavaca.
Una vez que el sexenio de Echeverría hubo concluido y al
ver
cómo el régimen del nuevo presidente José L6pez Portillo
seguía una política rectificadora en algunos aspectos, la Santa
Sede ya
no se sintió tan
presionada.
Y fue así
cómo el 29 de de septiembre de 1977 se dio a co
nocer públicamente
el nombre del nuevo arzobispo de México:
El elegido fue monseñor Ernesto Corripio Ahumada, hombre equilibrado, alejado de cualquier extremismo y que tenía en su
402
Fundaci\363n Speiro
AGONIA Y ESPERANZA DE LA IGLESIA EN MEXICO
haber un brillante «éutriculum», puesto que había fungid~· como
presidente de la
Conf•ncia Episcopal
Mexicana en dos ocasio
nes, a la vez que había estado al frente de las archidiócesis de
Oaxaca y de Puebla.
.
Esta
feliz designación del Papa Pablo
VI se notó muy pron
to en la nueva
políúca a
seguir ya que la orientación que ·adoptó
el nuevo jefe de la Iglesia mexicana fue conciliadora y, poco a
poco -de un modo discreto pero eficaz--, se fue retirando de
los puestos clave a los progresistas más recalcitrantes. Terminaba un largo período de «vacaúo sedis» ya que, du
rante los
úlúnios años
del Cardenal Miranda, debido a su avan
zada edad,
de
hecho ya
no gobernaba la archidiócesis, razón por
la
cual los progresistas que lo rodeaban hacían y deshácían a su
antojo. Pero al no estar ya Echeverrla en el poder, Roma tuvo las
manos libres para corregir dicha anomanía, designando a un pre
lado de sanas tendencias, relaúvamente joven y todo sin pro
vocar un enfrentamiento suicida con el sistema político.
Al mismo tiempo se ve muy pronto cómo la estrella de
Méndez Arceo empieza a declinar.
·y decimos esto· porque, poco a poco, lo~ obispos ffiexicanos
se van dando cuenta de la verdadera personalidad del obispo
de Cuernavaca, razón por la cual empiezan a censurarlo de un
modo público y oficial. El primero en hacerlo fue Monseñor Emilio Abascal
y Sal
merón, por aquel entonces arzobispo de Jalapa, quien dijo pú
blicamente que el hermano Sergio
había equivocado
el camino.
· En
febrero de 1978,
Méndez Arceo
viaja a Cuba y
allí se
entrevista con Fidel Castro. A su regreso a
México, tanto·
en
una entrevista de prensa (Periódico
UNOMASúNO, el 1.3 de
febrero)
como en una homilía (19 de febrero) plantea
la ne
cesidad de apoyar y defender a Cuba del imperialismo circundan
te, así como de incrementar el diálogo para el encuentro entre
cristianos y marxistas.
Esto provoca que
el episcopado mexicano -por primera vez
en su historia- censurase públicamente a uno de sus miembros,
403
Fundaci\363n Speiro
NEMESIO RODRIGUEZ LOIS
en este caso al obispo de Cuernavaca. Era el 9 de marzo de 1978, día histórico en la vida de la
Igji,6ia en México.
En su declaración, el episcopado mexicano sostiene que el
Evangelio del Señor no está ligado a ninguna ideología o sis
tema socioeconómico. Y, fuialmente, postula cómo. el marxismo
es incompatible con la fe cristiana.
La declaración se distribuyó como volante el Domingo de
Ramos en los templos del Distrito Federal, de Cuernavaca y de
Chihuahua con un encabezado
que decía: Méndez Arceo des
autorizado por
el episcopado mexicano.
Marxi~mo y fe cristiana
incompatibles.
Al mes siguiente el Papa Pablo VI, por vía del Cardenal
Sebastiano Baggio, felicitó a los obispos mexicanos por haber
adoptado tan valiente postura. Y en ese mismo mes de abril de 1978, en la ciudad de Mé
rida, el Cardenal José Salazar López, arzobispo de Guadalajara
y presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana, hace unas
declaraciones tronanteS contra el marxismo, contra el Progresis
mo y con ello se ratifica en todos sus puntos la declaración
episcopal del mes anterior.
Pocos meses después, en
.vísperas de
la inauguración de la
III CELAM, el
mundo católico
ve morir a dos papas en menos
de un par de meses -Pablo VI
y Juan Pablo I- y subir al
trono de San Pedro a un varón venido desde un país lejano:
El Cardenal Karol Wojtyla, quien toma el
noq,bre de
Juan Pa
blo
n.
Ante la tremenda confusión surgida a raíz del postconcilio
y fomentada por el progresismo, una vez más se vio
cómo Cristo
le daba a su Iglesia al hombre necesario para sacarla de la crisis
en que se hallaba.
Juan Pablo
II viaja a México, el pueblo entero se pone en
pie para recibirle
y de rodillas para venerarle, el mismo sistema
político se ve obligado a ceder ante la opinión popular y es el
propio presidente López Portillo quien, el 26 de enero de 1979,
recibe al Papa en
el aeropuerto,
En aquellos días se produce algo sin precedentes en la his-
404
Fundaci\363n Speiro
AGONIA Y ESPERANZA DE LA IGLESIA EN MEXICO
toria de Méxko ya que los católicos salen a la calle y la ganan.
Se
calcula que
el Papa fue vitoreado por _más de dieciocho millo
nes de personas.
Se pierden los falsos respetos humanos y se opera el milagro
de que
el católico mexicano profese abiertamente su fe. Todo
hace pensar cómo el catolicismo vergonzante es algo
ya propio
del
pasado.
El mismo López Portillo comentó con amargura cómo a él
le gustaría tener ese apoyo.
También se
da la circunstancia de que, después de muchos
años, los católicos logran salir a los medios de difusión y desde
ellos influir decisivamente en la op:inión pública.
En Puebla, Juan Pablo II rechaza las tesis de la teología de
la
liberación y
le señala a los obispos la linea que deberán adop
tar.
Con; esto logra evitarse un cisma a nivel continental.
Por otra parte, dentro
· del
episcopado mexicano se ve cómo
las divisiones desaparacen, y cómo obispos del estilo de Méndez
Arcea, Samuel Ruiz o Arturo Lona quedan aislados.
Antes de seguir adelante conviene hablar brevemente de
estos dQs nuevos elementos~
Monseñor Samuél Ruiz es el Obispo de San Cristóbal las
Casas (Chiapas) y se ha distinguido no sólo por sus francas ten
dencias progresistas, sino por su apoyo a los elementos subver sivos que, desde Centroamérica, cruzan la frontera con·
el° fin
de
crear en
el sureste mexicano un núcleo guerrillero. La diócesis
de este prelado está justo en el límite con Guatemala, o sea que,
en un momento dado, puede ser
la puerta -a todos los guerri
lleros marxistas que vengan desde
el sur.
Y en lo que respecta a Monseñor Arturo Lona Reyes dire
mos que es obispo de T ehuantepec ( Oaxaca) y al
igual que
el
anterior se caracteriza por sus tesis en favor de la teología de la
liberación y del régimen sandinista.
Estas dos diócesis, Tehuantepec y San Cristóbal las Casas,
se encuentran en zonas paupérrimas, en donde los indígenas son
explotados por caciques
.sin escrúpulos
y en donde el clero tiene
un gran ascendiente. En un momento dado, todo el resentimien-
405
Fundaci\363n Speiro
.NEMESIO RODRIGUEZ LOIS
to que pudiera haber contra· el sistema político podría ser en
cauzado por los progresistas, quienes bien podrían manipular a comunidades indígenas para
· inducirlas
a
unirse a
grupos marxis-
. tas
o guerrilleros. Y, por otra parte -repetimos--, ambas dióce
sis se encuentran a un paso
de Centroamérica, lo cual
bien puede
complicar
la situación.
El 28 de octubre de 1982
Méndez Arceo
presenta la dimi
si6n a
la diócesis de Cuernavaca debido
a. su avanzada edad.
En su lugar, el Papa Juan Pablo II designa a Monseñor Juan
Jesús Posadas Ocampo, un hombre recto, de sano criterio
y
ferviente guadalupano. A quienes deseen· conocer más a fondo la personalidad de
· este
personaje les sugerimos leer la entrevista
que
él mismo nos concedió y que fue publicada en la revista
Iglesia-Mundo (Segunda quincena de mayo de 1985, núm. 299).
Con esta
designación
el progresismo sufre en Hispanoamé
rica una de las derrotas más significativas ya que Cuemavaca
ha dejado de ser un núcleo generador de te6logos de la libera
ción,
. así como
una auténtica madriguera donde los guerrilleros
marxistas hallaban refugio e impunidad.
Dura es la tarea que le espera a Monseñor Posadas Ocampo;
sin embargo, en los casi
tres años
que lleva al frente de dicha
diócesis se han visto ya resultados positivos.
Por
lo pronto
es un hecho que varios sacerdotes afines
ideológicamente al obispo anterior han abandonado Cuernavaca
buscando obispos que sean más tolerantes para con
ellos, No se
descarta la posibilidad de que muchos de
estos clérigos
pasen
a incardinarse en las diócesis de T ehuantepec o de San Cristó
bal las Casas.
Otro acontecitoien
to digno de mención por ser de trascen
dencia histórica es la declaración que
el Cardenal Ernesto Co
rripio Ahumada hizo el 16 de noviembre de 1982 en
el sentido
ele que
la Iglesia en
México sufría una
situación vergonzante y
que era necesario salir del estrecho rincón
jurídico en
que la
habían colacaclo
fos gobernantes mexicanos.
Por considerarlo de especialísimo interés, citamos a conti
nuación unos párrafos medulares de aquel discurso que el Car-
406
Fundaci\363n Speiro
AGONIA Y ESPERANZA DE LA IGLESIA EN MEXICO
denal Primado de México pronunció con motivo de la apertura
de la XXX Asamblea de la Conferencia Episcopal Mexicana:
«Sabemos que el profeta no debe guardar silencio ante el
Pueblo de Dios cuando es perseguido en alguna
forma, cuando·
el hombre es privado del goce de sus derechos fundamentales y
cuando se dan pasos que puedan poner en peligro las institucio
nes democráticas que puedan existir».
«¿Qué hemos
hecho de nuestro pasado? Si somos también
nosotros una comunidad de amplias dimensiones, tan grande
casi como la propia nación, no podemos quedar fuera del dere
cho, fuera de las categorías jurídicas. Y pensaba: No hemos
sabido salir del estrecho rincón jurídico en que nos encerraron
porque hemos dicho: No vayamos a perder
lo que tenemos, hay
que ir poco a poco, el Estado ha sido tolerante,
l.a Iglesia
y
el
Estado tienen buenas relaciones, etc. Yo no querría ofender a
nadie, ni a nú mismo, perci la Iglesia lleva en México una vida
· vergonzante, que no he~os podido salir de ella y, para no salir,
hemos inventado fórmulas de pretexto para no tener actuaciones
más vitales y exigentes, más osadas y evangélicas». La valentía de que hizo gala
el Cardenal Corripio al descri
bir la actual situación de México
y al pedir que se le reconozca
personalidad jurídica a
la Iglesia católica es de una gran · tras
cendencia, puesto que significa, lisa y llanamente, que el llamado
«sta.tus del
29» queda abolido
y, por lo tanto, en lo sucesivo
la jerarquía eclesiástica ya no obrará
mn temor
reverencial en
el momento de reclamar sus derechos o de pedir a los gober
nantes que actúen con honradez y respeto a la dignidad de un
pueblo que es abrumadoramente católico.
Por todo lo anterior, en los últimos dos años se
ha obser
vado un florecimiento dentro
de los
movimientos
seglares,
Es
así cómo
ha resurgido la ACJM (Acción Católica de la
Juventud Mexicana), cómo los encuentros conyugales des ar.rollan
una gran labor orientando matrimonios; cómo «Familia educa dora en
la fe» ayuda a los cónyuges en la difícil misión de educar
a sus hijos; cómo el Comité Nacional pro-vida ha logrado
im-
407
Fundaci\363n Speiro
NEMESIO RODRIGUEZ LOIS
pedir la legalización. del aborto y lucha ahora para que los pro
gramas
de control natal sean arrojados al cesto de la basura.
Asimismo y, dirigido por Monseñor Ricardo Watty Urquidi,
· obispo auxiliar de México, la pastoral
'juvenil se
encarga de
en,
cauzar
rectamente a quienes se encuentran en
la dificil tarea de
la adolescencia. Dentro de la comisión episcopal de educación y cultura te
nemos a Monseñor Luis Reynoso Cervantes, obispo de ciudad
Obregón (Sonora), quien ha realizado una gran
Iabor.
Y,
ya que hablamos del campo educativo, no podemos dejar
de mencionar a
la Confederación Nacional de escuelas particu
lares que, precisamente, es el padre Andrés Delgado a quien
mucho se debe que el Estado no haya ac.abado por decreto con
los colegios católicos.
Asimismo, asesorados
por el
episcopado mexicano, destacan
también
la Unión Nacional de padres de familia y la .Asociación
de directores
y propietarios de escuelas.
Los obispos mexicanos han comprendido
cómo uno
de
los
objetivos
de todo gobierno totalitario de tendencias socialistas
es, precisamente, el de controlar
la educación de la niñez. Esa es
la razón por la cual la Iglesia en México ha tomado como ban
dera que los padres tienen que
educar' a
sus hijos
Dentro del campo
fa.titllíar destaca
Monséñor Antonio López
Aviña, arzobispo de Durango, quien es presidente del departa
mento de la familia del episcopado,
y quien, con vigor y valentía,
hace oír su voz en contra del aborto, de
la pornografía, del con
trol natal, del marxismo
y de todo aquello que mine a los ho
gares católicos.
Otro fenómeno esperanzador de la Iglesia en México es la
serie de designaciones episcopales hechas en los últimos años y
en las cuales vemos a u.tia serie -de, obispos jóvenes, pero a "la
vez ortodoxos eri materia doctrinal, y valientes en el momento
de difundir las enseñanzas de la Iglesia.
. /
Entre e.stos jóvenes prelados -auténtica esperanza de la
Iglesia en México- destacan Monseñor Rafael Bello, arzobispo
de Acapulco; Monseñor Rafael Muñoz, obispo de
Aguascalien,
408
Fundaci\363n Speiro
AGONIA Y ESPERANZA DE LA IGLESIA EN MEXICO
tes; Monseñor José de Jesús Castillo Rentería, obispo de Tux
tepec; Monseñor Hilario Chávez Joya, obispo de Nuevo Casas
Grandes; Monseñor
Miguel Patiño
Vázquez, obispo de Apatzin
gán; Monseñor
Luis Miguel Cantón
Marín, Obispo de
Tapachula;
Monseñor Emilio Berlié Belaunzarán, obispo de Tijuana; Mon
señor José Esaúl Robles, obispo de Zamora; Monseñor Carlos Quintero, arzobispo de Hermosillo y Monseñor José
Trinidad
Sepúlveda
y Monseñor Felipe Aguirre Franco,. obispos residen
cial y auxiliar de Tuxtla Gutiérrez, respectivamente.
Unos con su entrega abnegada a los indígenas de la serra
nía, otros con sus valientes declaráciones, otros con sus sabias
orientaciones pastorales y algunos por su labor en periódicos o
radiodifusoras, todos ellos contribuyen con su granito de arena
para que el catolicismo mexicano experimente una renovación
que habrá de ser vital en los
añps venideros.
Afortunadamente
va quedando atrás una
<ÍPOCH • gris en la
cual la característica dominante era una timidez general de la
cual supieron aprovecharse elementos progresistas.
Por todo ello, y como conclusión a lo anterior, deseamos ex
presar el optimismo que nos produce el contemplar la situación actual de
la Iglesia en México.
La época
. mala
va quedando atrás, gracias a
la valentía de
unos obispos que se decidieron a seguir fielmente las directri
ces que, desde· Roma, les traza Juan Pablo II; por todo ello
es necesario
que en
todos los pueblos del mundo católico fieles
y obispos se pongan en la línea del Papa ya que ese es el único
remedio contra todos
los enemigos
que desde siempre han acecha
do a
la Iglesia.
Asimismo son de gran importancia los movimientos de se
glares, los cuales -inspirados en el Magisterio de la Iglesia y
apoyados
por sus
obispos- habrán de ser
la levadura que ser
virá de
fermento a la masa del pueblo de Dios.
Como conclusión a todo lo anterior podemos decir que la
Iglesia en México contiene hoy en día la necesaria reserva es
piritual que habrá de manifestarse en un no lejano porvenir
dentro de todos los pueblos de la Hispanidad.
409
Fundaci\363n Speiro
POR
NEMESIO RODRÍGUEZ LOIS
·«No sería cosa de maravillarse el ver a un león jugar con un
ratoncillo
y matarlo sólo por el placer de su retozo salvaje; pero
sí sería fuente de asombro ver esa situación invertida
y que el
ratón jugase con el león hasta dejado muerto. Algo tan extraor
dinario como eso muestra
la historia de México a quienquiera
que esté dispuesto a cerrar sus oídos a sandeces y falsedades y
quiera asomarse
al fondo de los hechos ocurridos. Una insigni
ficante minoría
ha venido dando muerte lenta a una nación en
tera» (*).
Las frases anteriores, salidas de la pluma de un insigne bis,
toriador
norteamericano que conoce como nadie
la historia de
México, pintan 'de cuerpo entero la situación no sólo del pueblo
sino de
la Iglesia católica en este país.
Porque,
en efecto, a pesar de que la Iglesia
ha sido· la gran
benefactora
del pueblo
y . a pesar de que los mexicanos se de
claran católicos en más de un noventa por ciento, la realidad es
que la Iglesia vive en
México una
situación precaria.
Por lo pronto es el Estado quien impone sus leyes en ma
, teria
de culto religioso, dándose el caso de que
el Congreso
pue
da
emitir decretos estableciendo o prohibiendo cualquier reli
gión. Así de simple.
La Iglesia no tiene ninguna personalidad jurídica, los sa
cerdotes son considerados simples profesionales, y
la legislatura
( •) F'RANcrs CLEMENT KELLEY: MéxiCo, el pais de los altares ensanR
grentados (Traducción de Guxu,ERM'.o PRmToRYEME). Editorial «Polis~,
l.' edición, México, 1939, p
Fundaci\363n Speiro
NEMESIO RODRIGUEZ LOIS
de cada estado, en un momento dado, puede detetminar el nú
mero máximo
de sacerdotes, quienes para poder ejereet su mi
nisterio en México deberán ser ·mexicanos· de nacimiento.
Los .sacerdotes y religiosos están completameute discrimina
dos, pues no
pueden. votar eu las
elecciones,
ui tampoco as
pirar
a cargos de eleccióu popular. Asimismo les está prohibi
do, de modo tajante, criticar -hien sea en público, bien sea en
privado- leyes o actos de gobierno. Según el artículo 130 cons
titucional
-que dispone
todas estas aberraciones- los sacerdo
tes o religiosos no podrán heredar ni
por si
ni por interpósita
persona.
Dicho de. un modo simple y crudo a Ja vez: Aquí en México
. tiene más derechos.
un contrabandista, un
criminal, una
prostituta
o un traficante de drogas que
un humilde cura párraco.
Una serie de preceptos constitucionales han sido redactados
con radical
odium fidei; la. mayoría se encuentran en suspenso,
lo cual constituye una auténtica espada de Damocles que, en
un momento trágico, pudiera caer sobre la Iglesia causando, de
paso, una
vetdadeta tragedia nacional.
A lo largo
de la historia ha habido momentos en · que la
Iglesia aquí en México ha entrado casi en fase de extinción,
pero, con el paso del tiempo; se le ha visto -1 igual que ál
Ave Fénix-resurgir
de su propias cenizas.
Es por eso que podemos, con toda .exactitud, hablar de la
agonía y espetanza de la Iglesia en
México.
Entendemos
la
palabra agonia en su significado etimológico
de lucha, puesto
que esa ha sido su vocaeióu en esta bendita
tierra desde fines del siglo
XVIIL Y decimos que existe una es
peranza porque una serie de hechos acaecidos en los .últimos
años nos hacen vislumbrar_ -un lutIµnoso·_ resurgir.
Para entender la cuestión será preciso dar unos cuantos an
tecedentes.
La persecución contra la Iglesia católica se inicia en México
al mismo tiempo que
en. el resto del Mundo Hispánico, o sea
a raíz del bárbaro decreto de Carlos III por medio del cual todos
390
Fundaci\363n Speiro
AGONIA Y ESPERANZA. DE LA IGLESIA EN MEXICO
los religiosos de la Compañía de Jesús fueron expulsados de sus
dominios. Era el año de 1767.
Las consecuencias de dicha decisión fueron fatales ya que las
misiones del norte
del país quedaron abandonadas y, al . mismo
tiempo,
se produjo
la total deshispanización de vastas regiones
que hoy son los estados
de Nuevo
México, Texas,
Arizona, Ne
vada
y la Alta California desde donde tuvieron que venir los
francisi;:anos para cubrir
los huecos que en Durango, Coahuila
y la Baja California dejaban los jesuitas.
En lo sucesivo fue muy sencilla la penetración angloprotes
tante
y fue así madurando un proceso separatista que culminó
ochenta años después cuando, en 1847,
México perdió
la mitad
de su territorio.
Otra consecuencia nefasta del decreto real fue que los ctiollos
novohispanos se quedaron sin educadores
y a merced de las per
versas doctrinas que brotaban de una ·Francia convulsionada por
.1:, Revolución.
Esos jóvenes criollos -adinerados
y llenos de . soberbia
quedaron
sin la orientación de maestros santos y sabios; fueron
influidos por los tesis democr~ticas de un RouSseau, un Voltaire,
o un Montesquieu,
y muy pronto se cqnvirtieron en los núcleos
intelectuales de. donde habrían de surgir los movimentos sepa
ratistas.
Eso explica la causa de que los principales caudillos de 1a
revolución de independencia en Hispanoamérica -Hidalgo, Bo
Hvar, San
Martín, etc.- fuesen todos criollos, muchos afiliados
a la mesonería
y con la idea fija de implantar regímenes al es
tilo del que se impuso en Francia después de la calda
y muerte
de
Luis
XVI.
·
Pasan
los años, México consuma su independencia el 27 de
septiembre de 1821
y, a raíz del fusilamiento del libertador;
Agustín de Iturbide, se
suc_eden una
serie de peripecias en las
cuales liberales
y conservadores se disputan el poder.
Es entonces cu,ando ~concretamente en_ 1833- entra en
escena el liberalismo, el cual, representado por . V aletín Gómez
391
Fundaci\363n Speiro
NEMESIO RODRIGUEZ WIS
. Parias, de la, primeras leyes persecutorias· en contra de la Iglesia católica.
·
Es Gómez Parias
quien inicia una reforma
educativa de
corte
netamente masónico, es
·él quien
clausura la Real y Pontificia
Universidad
y es él quien empieza a despojar a la Iglesia de una
serie de recursos materiales que tan necesarios
le .eran
para man
tener con decoro su obra apostólica.
Difíciles tiempos son aquellos de asonadas militares, golpes
de estado, invasiones extranjeras, rebeliones, dictadµras persona
listas y -<:amo lo peor de las desgracias-la pérdida de más
de
la mitad del territorio nacional a raíz de la guerra sostenida
en 1847 contra los invasores norteamericanos.
En 1854 el plan de Ayuda lleva a los liberales al poder,
quienes, acaudillados
por Benito
Juárez, se
proponen no sólo
exterminar a la Iglesia sino cambiar el modo de pensar de todo
un pueblo. Es la época de las expulsiones de obispos, de la demolición
de conventos, del saqueo de tesoros eclesiásticos, de
la exclaus
tración de
religiosos.
Es la época del gran despojo en contra de
los bienes de la Iglesia.
Años antes, España
había sufrido,
con
la desamortización de
Juan Alvarez Mendizábal, algo similar a lo que después sufriría
México.
Júárez fue
para México lo que Mendizábal para España.
No Qbstante todo lo anterior, si hubiera necesidad de cla
sificar la magnitud del daño causado por
Juár~ y
sus incondi
cionales a la Iglesia, pondríamos en primer lugar el laicismo
e:
inmediatamente
después, la pérdida de los bienes eclesiásticos.
Al mismo tiempo que
Juárez despojaba
a la Iglesia, implan
taba también el laicismo oficial por medio
. del
cual se dio
tul
gran paso tendente a cambiar el alma de todo un pueblo: Acta
de nacimiento, en lugar de la
fe de bautismo, el contrato civil
·del matrimonio,
en
sustitución del
sacramento,
la secularización
de los cementerios, que pasaron a ser simples panteones al estilo
pagano, etc.
Fue su Santidad Pío IX quien, al definir al liberalismo, dijo
de éste que era la más perversa de las doctrinas; y ciertamente
392
Fundaci\363n Speiro
AGONIA Y ESPERANZA DE LA IGLESIA EN MEXICO
que lo es, puesto que, halagando la concupiscencia y bajos instintos del hombre, todo lo petmite. Pues bien, Juárez fue quien
implantó, por medio del laicismo, el credo liberal en el alma de
México.
-
Con el laicismo libetal, Juárez se conviritió en un auténtico
revolucionario anticristiano, al estilo
dél Calvino,
de Luteto o
de Enrique VIII. Incluso no
-deja-de
set curioso
-que la
guetra
que los libetales mexicanos sostuvieron contra la Iglesia se lla
mase Guerra de Reforma.
Sí, una refotrna
,e11 las
costumbres, transfotrnando por com
pleto el
alma de todo un· pueblo, fue lo que -Juárez hizo en Mé
xico
en el siglo
XIX. Una reforma como la de los protestantes
en la_ Europa del siglo xvr.
Volviendo al punto del despojo de los bienes de la Iglesia,
diremos que, desde el momento en
qu~ la
Iglesia
-es
despojada,
ha quedado a merced de la caridad pública que los fieles
te11gan
a
bien darle y, por tanto, toda obra de
beneficio social
se ve
notablemente restringida.
Esa era la finalidad
de los_
perseguidores: Que la Iglesia no
:contase con
los medios
'suficientes no
s6lo para poder educar,
catequizar al pueblo o
fundar misiones en las abandonadas co
munidades indígenas. La finalidad -netamente diobólica- era que también desaparecieran los asilos, orfelinatos, hospitales y
demás obras pías donde los religiosos daban consuelo a quienes sufrían.
Vienen después, con el dictador Porfirio
Díaz (1876-1911)
tres
décadas de calma relativa, en las cuales, si bien no existió
un clima de abietta hostilidad
contra la
Iglesia, se ve
cómo el
positivismo
de Gabino Barreda envenenó toda una
generación
de
mexicanos. Entretanto la Iglesia, despojada de sus bienes y
·de sus
de
rechos civiles, poco
podía hacet,
excepto mantener unas cuantas
escuelas o
fundar algunos hospitales. Y todo ello con -suma
cautela,
procurando no irritar al dictador ya que al menor pro
blema se
volvería a los amargos tiempos de antaño.
Porfirio
Díaz es
derrocado
· a
principios
de siglo y los diféren-
393
Fundaci\363n Speiro
NEMESIO RODRIGUEZ LOIS ·
tes caudillos revolucionarios se distinguen por un feroz anticle
ricalismo que los. lleva a profanar templos y a promulgar una
Constituci6n de. cotte netamente anticatólico.
En la. Constitución de 1917 son famosos los artículos 3, 5,
24; 27 y 130 por medio de los cuales se quitan a la Iglesia todos los derechos,
se la coloca bajo el capricho del más insig
nificante cacique local y, por ende, a
un nivel inferior al de
asesinoS, homosexuales, prostitutas o ladrónes, quienes sí son
protegidos por la leyes.
En 1926
el presidente Plutarco Eiias Calles pretende pisar
a fondo
el acelerador en lo que se refiere a
la cuestión religiosa
y eso provoca la Guerra Cristera, en que todo el pueblo se le
vantó en armas para defender su religión, y en
el curso de la
cual se escribieron hazañas dignas de ser
narradas en
los can
tares de gesta.
Es de tal. magnitud
la rebelión contra la tiranía masónica
que los cristeros estuvieron a punto de tomar Guadalajara,
la
segunda _ciudad. del país.
Fue entonces cuando el gobierno prefirió ceder un poco ante
·el temor de perderlo todo. Esta es la explicación de que, en 1929,
se celebrasen entre el presidente
Emilio Portes
Gil, de una par
te, y los obispos Leopoldo Ruiz y
Flpres y
Pascual Díaz Barreta,
por. la
otra, los
famosos
· «arreglos» que
pusieron
fin al conflicto
armado. Según
los «Arreglos del 29», los católicos dejarían las armas,
los templos volverían a abrirse al culto y -a cambio-- la Igle
sia recibió
la promesa verbal de. que las leyes anticatólicas no
serían
aplicadas.
Se
mantendría vigente la legislación persecutoria de la Igle
sia, como. una espada de Damocles dispuesta a caer en el mo
mento en que el gobierno lo considerase más oportuno. Fue así como se llegó a una curiosa situación de
paz pre
caria
sin reconciliación, mediante la cual se toleró a la Iglesia
de un modo limitado y vergonzante. Un
débil status
que bien
-podría romperse
en cualquier momento, razón por
la cµal -para
394
Fundaci\363n Speiro
AGONIA Y ESPERANZA DE LA IGLESIA EN MEXICO
no perder lo poco que habían recuperado--- los obispos adop
taron una
actitud cautelosa en grado extremo.
Todo lo anterior -fruto de una
encarnizada persecuci6n
de
más de siglo y medio- nos explica
a la
perfección el hecho de
que
la· Iglesia haya desempeñado en México un triste papel en
-los
últimos
años, y decimos triste papel porque, más
. que
acti
tud prudente, da la impresión
de tratarse de una acriutd tibia
y cobarde. Llegamos así al inicio de
la década de los años 60, durante
la · cual una serie de acontecimientos· van a dar una fisonomía
muy peculiar a la Iglesia en México.
A principios de 1960 todo hacía pensar que un florecer
vo
cacional adornaría muy pronto el
campo eclesiástioo. A
fin de
cuentas, los años de calma relativa habían permitido a la jerar
quía reconstruir
parte
de lo que había sido destruido en las per
secuciones anteriores-.
Aún recordamos cómo, en 1962, se celebró, con indescripti
ble júbilo popular, el centenario de la
canonización del protomár
tir mexicano San
Felipe de Jesús.
Eran también los años en que entre los católicos y sus obis
pos
existía una
clara conciencia de lo que
representabá el co
muni.smo que
pocos años atrás había convertido a Cuba en el
primer satélite soviérico de América
Es entonces cuando el Papa
J¡,_an XXIII
convoca el Con
cilio Vaticano II, el cual se lleva a cabo entre 1962 y 1965.
A
raíz del
Concilio
. se
produce el
mismo impacto
que un
cañonazo que espanta y hace volar en mil distintas direcciones
a los patos que se encontraban tranquilamente asentados sobre
las quietas aguas de una laguna.
Vienen las
malas interpretaciones del
Concili¡, y
es aquí don
de se hace preciso distinguir lo que en la Magna Asamblea
Episcopál dijeron tipos
exhibicionistas; lo
que del
Concilio dije
ron
periodistas tendenciosos que no
er~n más que simples
in
filtrados;
y, por último, lo ·que en .vetdad aprobó el Concilio
y que se encuentra en los Docomentos Conciliares.
Sin
· embargo, y como siempre ha ocurrido a lo largo de la
395
Fundaci\363n Speiro
NEMESIO RODRIGUEZ LOIS
historia, los primeros tiempos son de una confusi6n que causa
desconcierto. Y para
colino de
males
el progresismo religioso, alimentado
por el Movimiento PAZ que surgi6 en Polonia, contribuye en
gran medida para que, a
río revuelto,
los pescadores obtengan
pingües ganancias. Es entonces cuando en México brota el progresismo con una
virulencia espectacular. Es
la época dorada de Monseñor Sergio
Méndez Arceo, obispo de Cuernavaca; del Abate Gregario Le mercier; de lván Illich y del Movimiento Familiar Cristiano
que preside José Alvarez lcaza.
Y va a ser precisamente en Cuernavaca
-a ochenta y cinco
kil6metros al sur de la ciudad de México- en donde se funda
un centro de preparaci6n para los misioneros, al frente del cual
estaba Iván Illich. Allí, en el CIDOC (Centro Intercultural de
Documentaci6n) se daban esquemas hegelianos y marxistas.
En siete años pasaron por allí siete mil sacerdotes y reli
giosos que fueron sensibilizados.
De allí, de Cuernavaca, sale J osef Comblin para ser nom
brado secretario del episcapdo chileno. Poster.iormeute, este tal
Josef Comblin funda en Recife un Centro de reflexi6n teológi
ca; había sido llevado a
Btasil por
el arzobispo don Helder
. Cámara.
Aproximadamente de los .370 obispos brasileños que existen
en la actualidad, se considera que 120 de ellos son ex-alumnos
del CIDOC, razón por
la cual el progresismo tiene un gran peso
en el Brasil.
Cuernavaca, bajo la batuta de Méndez Arceo, lván Illich
y
Gregario Lemercier, se convirtió en un -centro religioso y cul
tural del
cual
habrían de salir
las personalidades clave del
pro
gresismo
en Hispanoamérica.
Dentro
de la
diócesis de Cuernavaca fue famoso
el Monas
terio benedictino que, bajo
la dirección del prior Gregario Le
mercier,
.realizó una
experiencia de psicoanálisis para los reli
giosos.
Lemercier y Méndez Arceo presentan esta esperiencia
_a
396
Fundaci\363n Speiro
AGONIA Y ESPERANZA DE LA IGLESIA EN MEXICO
Roma para que sea aprobada. Se trata de la posible utilización
del psicoanálisis para el normal desenvolvimiento vocacional re
gioso. Los resultados no pudieron
ser más
lamentables:
La ma
yoría de los ·clérigos que se sometieron al experimento acabaron
perdiendo la vocación y decidieron, al poco tiempo, abandónar
los seminarios. El Vaticano prohibió la continuación de
la experiencia.
Dentro de los movimientos progresistas· que se dieron aquí
en México
en· 1os difíciles
años postconciliares,
_hay que -añadir
también el Secretariado Social Mexicano -primer antecedente de
la Teología de la Liberación~; Ja Universidada Iberoamericana
..:..dirigida por
los
jesuitas-que,
principalmente entre 1964
y 1966, frustró
el proyecto de una Universidad Católica en Mé
xico;
y el CENCOS ( Centro de Comunicaciones Sociales) que
-se dedic6 a manipular, en favor del progresismo, los comunica
dos de prensa emitidos por el venerable episcapado mexicano.
A lo largo de su pontificado, Méndez Arcea se ha declarado
abiertamente marxista, tanto así que, segón él, Cuba es
el'· mo
delo
de sociedad cristiana.
Tendenciosa afirmación que rebatimós por medio de las si
guientes estadísticas que nos dicen c6mo ha ido disminuyendo
el catolicismo en Cuba a
raíz de
que Fidel
Castro llegó
al poder:
En 1955
había 6
millones de habitantes y el 90
% eran
católicos.
En 1959 había .6 millones de habitantes y el 91 % eran
católicos.
En 1960 había 6 millones de habitantes y el 89
% eran
católicos.
En 1967
había 6
millones de habitantes y el 87
% eran
católicos.
E;n 1974 el 52 % eran católicos.
En 1978
había 9
millones de habitantes y el 44
% eran
católicos.
397
•
Fundaci\363n Speiro
NEMESJO·RODR[GUEZ WIS
Según un . artículo publicado en la revista soviética Ciencia
y Religi6n, en el número correspondiente a enero de 1984, el
número de sacerdote_s en Cuba, en 1959, era de 700, mientras que los religiosos llegaban a 300
y las religiosas a 2.400. En la
actualidad, los
sa.cerdotes son
116, las religiosas 105
y los reli
gio_sos
218.
El
autor del articulo es el profesor Juan Montero_ Jiménez,
catedrático de Filosofía en
la Universidad de la_ provincia oc
cidental
de. Cuba,
quien también nos dice cómo en 1970 el nú
mero de bautizados fue de 83. 7 31 mientras que en 197 6 hubo
solamente 29.397 según consta por
los registros. -
Por
todo lo anterior a este paso se calcula que para 1992
-año del medio Milenio del catolicismo en América-la re
ligión católica habrá desaparecido en la antaño Perla de las
Antillas.
¿Es éste el modelo de sociedad cristiana. que propone Mon
señor Sergio
Méndez Arceo?
En
cambio en Polonia, país_ también comunista, el número
de católicos aumenta
día por día, y se dice que todo joven que
tiene vocación de héroe pide ser admitido en
un seminario.
En
1972
Méndez Arceo
viajó al Chile _de Salvador Allende
·
para
participar en
el· «Movimiento Cristianos por el· Socialismo»
que
se estaba celebrando en la misma
fecha en
que se realizaba
la III UNCTAD. Fue el único obispo asistente. A su regreso
a México, en el aeropuerto, fue bañado con tinta roja por unos
jóvenes.
Este es
Méndez Arceo,
un obispo para quien el calificativo
de marxista no es una
afrenta sino
ocasión de orgullo.
Entretanto, los demás obispos mexicanos,
por elemental pru
dencia,
-prefiéren éallar ante
los excesos de su hermano en el
episcopado
y a quien muchos cónsideraban uu simple innovador
pero _sin mayor trascendencia.
En el momento en que alguien censura la actitud de este
elemento se ve cómo la mayoría de los obispos se solidarizan
con
él, quedando en el peor de los, ridículos quien se atreva a
acusarlo de enemigo de la Iglesia.
398
Fundaci\363n Speiro
AGONIA Y ESPERANZA DE LA IGLESIA EN MEXICO
Llegamos así al año 1968 en que se producen violentos dis,
turbios
estudiantiles, ocasionados por
agitaclores comunistas.
En
aquella ocasi6n Monseñor Méndez Arcea apoya a los
lí
deres estudiantiles rojos y censura al gobierno liberal y antimar
xista del presidente Gustavo
Díaz Ordaz .. ·
Y
ocurre que la mayoría de los obispos
. mexicanos
se soli
darizan con don
Setgio.
Por
todo ello, en aquel año trágico de 1968, el episcapado
mexicano dio más que nunca la imagen de ser un grupo com
pacto de elementos progresistas que deseaban -rápidamente y
por cualquier
medi
cambio de estructuras de corte neta
mente marxista.
Tristes momentos aquellos en que los cat61icos mexicanos
suírieton en carne propia los rigores tanto, de la amenaza mar
xista como de la apatía de sus pastores. Es cosa bien sabida c6mo para los curas progresistas el único
pecado que existe es el llamado «pecado social», o sea
la omi
si6n al no luchar
por el
cambio de estructuras;
para los
progre
sistas el robo, el adulterio, el
abort~, el
homicidio o incluso el
comulgar sacrílegamente no tiene mayor relevancia.
Es· tal
su
apasionamiento que, en ocasiones, ·este tipo d~-curas consideran
que esas graves faltas llegan a ser fuente de méritos si ayudan
al triunfo del socialismo.
· · ·
Debido
a todos estos factores se
logra que, poco a poco, se
pietda
la conciencia de pecado en
vastos sectores
del campo
católico. Un panorama gris
y bastante desolador es el que presentaba
la Iglesia en México en 1970. Y si
hemos señalado
esa fecha es
porque precisamente a finales de ese año toma el
poder Luis
Echeverría
bajo cuyo sexenio
--como más
adelante veremos
empeora aún más la situación. -
Una vez Echeverría se consolida en el poder · empieza il ha-
. cer
gala
de sus tendencias tetcermundistas de corté netamente
socialista. Esa es la explicaci6n por la cual viaja sin cesat a
través del
mundo, pues pretende
formar un
bloque de naciones
que
se. contrapongan
a los Estados Unidos y que, al mismo
399
Fundaci\363n Speiro
NEMESIO RODRIGUEZ LOIS
tiempo, sirvan de penetración al marxismo en tierras de Améri
ca, de Asia y de Africa. Dentro de los planes de Echeverria está
el aprovechar el
progresismo religioso que ha infiltrado vastos sectores eclesiás
ticos. Los prop6sitos de este gobernante no son otros que los
de manipular
" la
Iglesia y transformarla en un agente de
pe
netración del marxismo. Y, para ello, le vienen muy bien obispos como
Méndez
Arceo,
los cuales van a gozar de todo el apoyo y simpatía del
sector oficial. Por principio de cuentas Echeverría pretendió arrancarle a
la Iglesia una declaración por medio de la cual se apoyase la im
plantación del socialismo.
Esto ocurría
a fines de 197 3, justo
a
las. pocas
semanas del derrocamiento· y
· muerte
del presidente
chileno Salvador Allende. Pues bien, elementos progresistas dentro del Episcopado me
xicano vieron con simpatía esta postura
y, por ello, elaboraron
un documento en tal sentido.
· Sin embargo,
una reacci6n dentro del mismo episcopado
frustró la maniobra y fue así cómo
el documento oficial, titulado
El compromiso cristiano entre las opciones sociáles y políticas,
reprobó la violencia a la v.,,; que conden6 tanto. al marxismo
como a cualquier ideología materialista. La
· fecha
del documen
to es del 18
de octubre'
de 1973.
Y, para reafirmar aún más esta postura, al
día siguiente
el
episcopado emitió otra declaración en la cual analizó la .situa
ción de violencia
-que padecía el pa(s .~la guerrilla urbana había
asesinác;IQ a
los
. empresarios
Eugenio Garza Sada y
Fernando
Aranguren-,
condenó dichos crímenes
. y
terminó con
uná ex
hortación
para que todos los sectores se viesen
unidos con
un
amor de hermanos.
Con
.esto se
itnpidió que
tant.o el
gobierno de Echeverr!a
como los grupos guerrilleros inst.rumentalizaron a
la Iglesia en
el terreno de las opciones sociales y políticas.
Pocos meses después
Echeverria vuelve
a la carga y sus miras
400
Fundaci\363n Speiro
AGONIA Y ESPERANZA DE LA IGLESIA EN MEXICO
ahora son las de presionar a la Iglesia · para que respalde al go
bierno en su campaña de controL natal. Y a algo había ayudado el ingeniero José Alvarez !caza, con
su Movimiento
Familiar Cristiano,
el cual había hecho una pro
clamación
. pública
en favor del programa de planeación familiar
puesto en marcha por Echeverría.
Esto despertó la desconfianza entre varios obispos, quienes
de inmediato se
dieron cuenta
de
la maniobra y ligaron al Mo
vimiento Familiar Cristiano con las ideas progresistas. Como resultado se vio cómo
el Cardenal Miguel Darío Mi
randa, arzobispo primado de México, le retiró su apoyo al grupo
de Alvarez !caza.
Sin embargo,
las presiones de Echeverría
eran cada
vez ma
yores y, como respuesta a las mismas, el 2 de abril de 1974,
un comunicado de prensa del episcopado recordó la posición de la Iglesia ante la limitación
· de
la natalidad y deploró la cam
paña de control natal hecha en México.
·
Un par de meses ~espués, Echeverría emitió una serie de
declaraciones tendenciosas tergiversando el sentido de la Hu
manae vitae y afirmando hipócritamente que la Iglesia católica
apoyaba el control natal.
Como popularmente se dice, «no tuvo que
ir a Roma a por
la respuesta» ya que pocos
días después,
el 29 de junio de 1974,
el episcopado emitió una enérgica declaración desmintiendo a
Echeverría.
Pero el mandatario mexicano volvió a insistir · en sus pro
yectos de poner a la Iglesia a su servicio y ahora sus planes
iban en el sentido de que la jerarquía respaldara
los nuevos
libros
de texto que eran materialistas, promarxistas e inmorales.
Aquí Echeverría contaba con poderosos aliados ya que den
tro de la Comisión Episcopal de Educación y Cultura existían
elementos que veían con abierta simpatía el contenido de dichos
textos.
Y, por otra parte, el temor del episcopado ante la posible
indignación del gobierno y que se fuese a
aplic;ar al
pie de la
401
Fundaci\363n Speiro
NEMESIO RODRJGUEZ LOIS
letra el artículo 130 constitucional, hizo que varios obispos pre
firiesen hacerse los desentendidos. Fue
entonces cuando
la Providencia divina permitió que
-ante
el furor de un gobierno socialista y la explicable timi
dez de un episcopado-- el pueblo saliese a las calles . en de
fensa de la recta educación de sus hijos.
Se produjo un tremendo descontento popular con manifes
taciones multitudinarias de padres
de familia -Ejemplo: Más
de cincuenta mil
.. en la. ciudad de :León-y esto alarma al epis
copado
el cual el 7 .de febrero de 1975 emite una declaración
haciendo que los textos contienen afirmaciones y manifiestan ideologías inaceptables para
la conciencia cristiana.
Una vez más le falla a Echeverría su intentona por mani
pular a
la Iglesia.
Sin embargo,
el presidente mexicano persistía y ahora sus
tiros iban dirigidos hacia otro
bl'anco: En
vista de que
el arzo
bispo primado de México, Cardenal Miguel
Darío Miranda,
había
sobrepasado con mucho los 75 años de edad,
límite que
se es
tablece a un prelado para presentar su dimisión, se pretendía
ahora que la sede metropolitana fuese ocupada por un obispo
afín al régimen.
Pablo VI
captó el
fondo de la jugada y esa fue la
razón
por
la cual le
pidió al
anciano Cardenal Miranda que continuara
al frente de
la archidiócesis por algún tiempo más.
Por otra parte, la abierta simpatía de Echeverría hacia
el
Obispo Méndez Arceo influyó también para que la Santa Sede
-deseando evitar mayores problemas, entre ellos un cisma no destituyera al Obispo
de Cuernavaca.
Una vez que el sexenio de Echeverría hubo concluido y al
ver
cómo el régimen del nuevo presidente José L6pez Portillo
seguía una política rectificadora en algunos aspectos, la Santa
Sede ya
no se sintió tan
presionada.
Y fue así
cómo el 29 de de septiembre de 1977 se dio a co
nocer públicamente
el nombre del nuevo arzobispo de México:
El elegido fue monseñor Ernesto Corripio Ahumada, hombre equilibrado, alejado de cualquier extremismo y que tenía en su
402
Fundaci\363n Speiro
AGONIA Y ESPERANZA DE LA IGLESIA EN MEXICO
haber un brillante «éutriculum», puesto que había fungid~· como
presidente de la
Conf•ncia Episcopal
Mexicana en dos ocasio
nes, a la vez que había estado al frente de las archidiócesis de
Oaxaca y de Puebla.
.
Esta
feliz designación del Papa Pablo
VI se notó muy pron
to en la nueva
políúca a
seguir ya que la orientación que ·adoptó
el nuevo jefe de la Iglesia mexicana fue conciliadora y, poco a
poco -de un modo discreto pero eficaz--, se fue retirando de
los puestos clave a los progresistas más recalcitrantes. Terminaba un largo período de «vacaúo sedis» ya que, du
rante los
úlúnios años
del Cardenal Miranda, debido a su avan
zada edad,
de
hecho ya
no gobernaba la archidiócesis, razón por
la
cual los progresistas que lo rodeaban hacían y deshácían a su
antojo. Pero al no estar ya Echeverrla en el poder, Roma tuvo las
manos libres para corregir dicha anomanía, designando a un pre
lado de sanas tendencias, relaúvamente joven y todo sin pro
vocar un enfrentamiento suicida con el sistema político.
Al mismo tiempo se ve muy pronto cómo la estrella de
Méndez Arceo empieza a declinar.
·y decimos esto· porque, poco a poco, lo~ obispos ffiexicanos
se van dando cuenta de la verdadera personalidad del obispo
de Cuernavaca, razón por la cual empiezan a censurarlo de un
modo público y oficial. El primero en hacerlo fue Monseñor Emilio Abascal
y Sal
merón, por aquel entonces arzobispo de Jalapa, quien dijo pú
blicamente que el hermano Sergio
había equivocado
el camino.
· En
febrero de 1978,
Méndez Arceo
viaja a Cuba y
allí se
entrevista con Fidel Castro. A su regreso a
México, tanto·
en
una entrevista de prensa (Periódico
UNOMASúNO, el 1.3 de
febrero)
como en una homilía (19 de febrero) plantea
la ne
cesidad de apoyar y defender a Cuba del imperialismo circundan
te, así como de incrementar el diálogo para el encuentro entre
cristianos y marxistas.
Esto provoca que
el episcopado mexicano -por primera vez
en su historia- censurase públicamente a uno de sus miembros,
403
Fundaci\363n Speiro
NEMESIO RODRIGUEZ LOIS
en este caso al obispo de Cuernavaca. Era el 9 de marzo de 1978, día histórico en la vida de la
Igji,6ia en México.
En su declaración, el episcopado mexicano sostiene que el
Evangelio del Señor no está ligado a ninguna ideología o sis
tema socioeconómico. Y, fuialmente, postula cómo. el marxismo
es incompatible con la fe cristiana.
La declaración se distribuyó como volante el Domingo de
Ramos en los templos del Distrito Federal, de Cuernavaca y de
Chihuahua con un encabezado
que decía: Méndez Arceo des
autorizado por
el episcopado mexicano.
Marxi~mo y fe cristiana
incompatibles.
Al mes siguiente el Papa Pablo VI, por vía del Cardenal
Sebastiano Baggio, felicitó a los obispos mexicanos por haber
adoptado tan valiente postura. Y en ese mismo mes de abril de 1978, en la ciudad de Mé
rida, el Cardenal José Salazar López, arzobispo de Guadalajara
y presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana, hace unas
declaraciones tronanteS contra el marxismo, contra el Progresis
mo y con ello se ratifica en todos sus puntos la declaración
episcopal del mes anterior.
Pocos meses después, en
.vísperas de
la inauguración de la
III CELAM, el
mundo católico
ve morir a dos papas en menos
de un par de meses -Pablo VI
y Juan Pablo I- y subir al
trono de San Pedro a un varón venido desde un país lejano:
El Cardenal Karol Wojtyla, quien toma el
noq,bre de
Juan Pa
blo
n.
Ante la tremenda confusión surgida a raíz del postconcilio
y fomentada por el progresismo, una vez más se vio
cómo Cristo
le daba a su Iglesia al hombre necesario para sacarla de la crisis
en que se hallaba.
Juan Pablo
II viaja a México, el pueblo entero se pone en
pie para recibirle
y de rodillas para venerarle, el mismo sistema
político se ve obligado a ceder ante la opinión popular y es el
propio presidente López Portillo quien, el 26 de enero de 1979,
recibe al Papa en
el aeropuerto,
En aquellos días se produce algo sin precedentes en la his-
404
Fundaci\363n Speiro
AGONIA Y ESPERANZA DE LA IGLESIA EN MEXICO
toria de Méxko ya que los católicos salen a la calle y la ganan.
Se
calcula que
el Papa fue vitoreado por _más de dieciocho millo
nes de personas.
Se pierden los falsos respetos humanos y se opera el milagro
de que
el católico mexicano profese abiertamente su fe. Todo
hace pensar cómo el catolicismo vergonzante es algo
ya propio
del
pasado.
El mismo López Portillo comentó con amargura cómo a él
le gustaría tener ese apoyo.
También se
da la circunstancia de que, después de muchos
años, los católicos logran salir a los medios de difusión y desde
ellos influir decisivamente en la op:inión pública.
En Puebla, Juan Pablo II rechaza las tesis de la teología de
la
liberación y
le señala a los obispos la linea que deberán adop
tar.
Con; esto logra evitarse un cisma a nivel continental.
Por otra parte, dentro
· del
episcopado mexicano se ve cómo
las divisiones desaparacen, y cómo obispos del estilo de Méndez
Arcea, Samuel Ruiz o Arturo Lona quedan aislados.
Antes de seguir adelante conviene hablar brevemente de
estos dQs nuevos elementos~
Monseñor Samuél Ruiz es el Obispo de San Cristóbal las
Casas (Chiapas) y se ha distinguido no sólo por sus francas ten
dencias progresistas, sino por su apoyo a los elementos subver sivos que, desde Centroamérica, cruzan la frontera con·
el° fin
de
crear en
el sureste mexicano un núcleo guerrillero. La diócesis
de este prelado está justo en el límite con Guatemala, o sea que,
en un momento dado, puede ser
la puerta -a todos los guerri
lleros marxistas que vengan desde
el sur.
Y en lo que respecta a Monseñor Arturo Lona Reyes dire
mos que es obispo de T ehuantepec ( Oaxaca) y al
igual que
el
anterior se caracteriza por sus tesis en favor de la teología de la
liberación y del régimen sandinista.
Estas dos diócesis, Tehuantepec y San Cristóbal las Casas,
se encuentran en zonas paupérrimas, en donde los indígenas son
explotados por caciques
.sin escrúpulos
y en donde el clero tiene
un gran ascendiente. En un momento dado, todo el resentimien-
405
Fundaci\363n Speiro
.NEMESIO RODRIGUEZ LOIS
to que pudiera haber contra· el sistema político podría ser en
cauzado por los progresistas, quienes bien podrían manipular a comunidades indígenas para
· inducirlas
a
unirse a
grupos marxis-
. tas
o guerrilleros. Y, por otra parte -repetimos--, ambas dióce
sis se encuentran a un paso
de Centroamérica, lo cual
bien puede
complicar
la situación.
El 28 de octubre de 1982
Méndez Arceo
presenta la dimi
si6n a
la diócesis de Cuernavaca debido
a. su avanzada edad.
En su lugar, el Papa Juan Pablo II designa a Monseñor Juan
Jesús Posadas Ocampo, un hombre recto, de sano criterio
y
ferviente guadalupano. A quienes deseen· conocer más a fondo la personalidad de
· este
personaje les sugerimos leer la entrevista
que
él mismo nos concedió y que fue publicada en la revista
Iglesia-Mundo (Segunda quincena de mayo de 1985, núm. 299).
Con esta
designación
el progresismo sufre en Hispanoamé
rica una de las derrotas más significativas ya que Cuemavaca
ha dejado de ser un núcleo generador de te6logos de la libera
ción,
. así como
una auténtica madriguera donde los guerrilleros
marxistas hallaban refugio e impunidad.
Dura es la tarea que le espera a Monseñor Posadas Ocampo;
sin embargo, en los casi
tres años
que lleva al frente de dicha
diócesis se han visto ya resultados positivos.
Por
lo pronto
es un hecho que varios sacerdotes afines
ideológicamente al obispo anterior han abandonado Cuernavaca
buscando obispos que sean más tolerantes para con
ellos, No se
descarta la posibilidad de que muchos de
estos clérigos
pasen
a incardinarse en las diócesis de T ehuantepec o de San Cristó
bal las Casas.
Otro acontecitoien
to digno de mención por ser de trascen
dencia histórica es la declaración que
el Cardenal Ernesto Co
rripio Ahumada hizo el 16 de noviembre de 1982 en
el sentido
ele que
la Iglesia en
México sufría una
situación vergonzante y
que era necesario salir del estrecho rincón
jurídico en
que la
habían colacaclo
fos gobernantes mexicanos.
Por considerarlo de especialísimo interés, citamos a conti
nuación unos párrafos medulares de aquel discurso que el Car-
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denal Primado de México pronunció con motivo de la apertura
de la XXX Asamblea de la Conferencia Episcopal Mexicana:
«Sabemos que el profeta no debe guardar silencio ante el
Pueblo de Dios cuando es perseguido en alguna
forma, cuando·
el hombre es privado del goce de sus derechos fundamentales y
cuando se dan pasos que puedan poner en peligro las institucio
nes democráticas que puedan existir».
«¿Qué hemos
hecho de nuestro pasado? Si somos también
nosotros una comunidad de amplias dimensiones, tan grande
casi como la propia nación, no podemos quedar fuera del dere
cho, fuera de las categorías jurídicas. Y pensaba: No hemos
sabido salir del estrecho rincón jurídico en que nos encerraron
porque hemos dicho: No vayamos a perder
lo que tenemos, hay
que ir poco a poco, el Estado ha sido tolerante,
l.a Iglesia
y
el
Estado tienen buenas relaciones, etc. Yo no querría ofender a
nadie, ni a nú mismo, perci la Iglesia lleva en México una vida
· vergonzante, que no he~os podido salir de ella y, para no salir,
hemos inventado fórmulas de pretexto para no tener actuaciones
más vitales y exigentes, más osadas y evangélicas». La valentía de que hizo gala
el Cardenal Corripio al descri
bir la actual situación de México
y al pedir que se le reconozca
personalidad jurídica a
la Iglesia católica es de una gran · tras
cendencia, puesto que significa, lisa y llanamente, que el llamado
«sta.tus del
29» queda abolido
y, por lo tanto, en lo sucesivo
la jerarquía eclesiástica ya no obrará
mn temor
reverencial en
el momento de reclamar sus derechos o de pedir a los gober
nantes que actúen con honradez y respeto a la dignidad de un
pueblo que es abrumadoramente católico.
Por todo lo anterior, en los últimos dos años se
ha obser
vado un florecimiento dentro
de los
movimientos
seglares,
Es
así cómo
ha resurgido la ACJM (Acción Católica de la
Juventud Mexicana), cómo los encuentros conyugales des ar.rollan
una gran labor orientando matrimonios; cómo «Familia educa dora en
la fe» ayuda a los cónyuges en la difícil misión de educar
a sus hijos; cómo el Comité Nacional pro-vida ha logrado
im-
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NEMESIO RODRIGUEZ LOIS
pedir la legalización. del aborto y lucha ahora para que los pro
gramas
de control natal sean arrojados al cesto de la basura.
Asimismo y, dirigido por Monseñor Ricardo Watty Urquidi,
· obispo auxiliar de México, la pastoral
'juvenil se
encarga de
en,
cauzar
rectamente a quienes se encuentran en
la dificil tarea de
la adolescencia. Dentro de la comisión episcopal de educación y cultura te
nemos a Monseñor Luis Reynoso Cervantes, obispo de ciudad
Obregón (Sonora), quien ha realizado una gran
Iabor.
Y,
ya que hablamos del campo educativo, no podemos dejar
de mencionar a
la Confederación Nacional de escuelas particu
lares que, precisamente, es el padre Andrés Delgado a quien
mucho se debe que el Estado no haya ac.abado por decreto con
los colegios católicos.
Asimismo, asesorados
por el
episcopado mexicano, destacan
también
la Unión Nacional de padres de familia y la .Asociación
de directores
y propietarios de escuelas.
Los obispos mexicanos han comprendido
cómo uno
de
los
objetivos
de todo gobierno totalitario de tendencias socialistas
es, precisamente, el de controlar
la educación de la niñez. Esa es
la razón por la cual la Iglesia en México ha tomado como ban
dera que los padres tienen que
educar' a
sus hijos
Dentro del campo
fa.titllíar destaca
Monséñor Antonio López
Aviña, arzobispo de Durango, quien es presidente del departa
mento de la familia del episcopado,
y quien, con vigor y valentía,
hace oír su voz en contra del aborto, de
la pornografía, del con
trol natal, del marxismo
y de todo aquello que mine a los ho
gares católicos.
Otro fenómeno esperanzador de la Iglesia en México es la
serie de designaciones episcopales hechas en los últimos años y
en las cuales vemos a u.tia serie -de, obispos jóvenes, pero a "la
vez ortodoxos eri materia doctrinal, y valientes en el momento
de difundir las enseñanzas de la Iglesia.
. /
Entre e.stos jóvenes prelados -auténtica esperanza de la
Iglesia en México- destacan Monseñor Rafael Bello, arzobispo
de Acapulco; Monseñor Rafael Muñoz, obispo de
Aguascalien,
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tes; Monseñor José de Jesús Castillo Rentería, obispo de Tux
tepec; Monseñor Hilario Chávez Joya, obispo de Nuevo Casas
Grandes; Monseñor
Miguel Patiño
Vázquez, obispo de Apatzin
gán; Monseñor
Luis Miguel Cantón
Marín, Obispo de
Tapachula;
Monseñor Emilio Berlié Belaunzarán, obispo de Tijuana; Mon
señor José Esaúl Robles, obispo de Zamora; Monseñor Carlos Quintero, arzobispo de Hermosillo y Monseñor José
Trinidad
Sepúlveda
y Monseñor Felipe Aguirre Franco,. obispos residen
cial y auxiliar de Tuxtla Gutiérrez, respectivamente.
Unos con su entrega abnegada a los indígenas de la serra
nía, otros con sus valientes declaráciones, otros con sus sabias
orientaciones pastorales y algunos por su labor en periódicos o
radiodifusoras, todos ellos contribuyen con su granito de arena
para que el catolicismo mexicano experimente una renovación
que habrá de ser vital en los
añps venideros.
Afortunadamente
va quedando atrás una
<ÍPOCH • gris en la
cual la característica dominante era una timidez general de la
cual supieron aprovecharse elementos progresistas.
Por todo ello, y como conclusión a lo anterior, deseamos ex
presar el optimismo que nos produce el contemplar la situación actual de
la Iglesia en México.
La época
. mala
va quedando atrás, gracias a
la valentía de
unos obispos que se decidieron a seguir fielmente las directri
ces que, desde· Roma, les traza Juan Pablo II; por todo ello
es necesario
que en
todos los pueblos del mundo católico fieles
y obispos se pongan en la línea del Papa ya que ese es el único
remedio contra todos
los enemigos
que desde siempre han acecha
do a
la Iglesia.
Asimismo son de gran importancia los movimientos de se
glares, los cuales -inspirados en el Magisterio de la Iglesia y
apoyados
por sus
obispos- habrán de ser
la levadura que ser
virá de
fermento a la masa del pueblo de Dios.
Como conclusión a todo lo anterior podemos decir que la
Iglesia en México contiene hoy en día la necesaria reserva es
piritual que habrá de manifestarse en un no lejano porvenir
dentro de todos los pueblos de la Hispanidad.
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