Índice de contenidos
Número 249-250
Serie XXV
- Textos Pontificios
-
Estudios
-
Las XXV primeras reuniones de amigos de la Ciudad Católica
-
Veinticinco años de Verbo
-
La declaración Dignitatis Humanae sobre la libertad religiosa desde la óptica del Vaticano II
-
¿Qué pasa con la teología de la liberación?
-
La Hispanidad y su proyección político-cultural
-
Chesterton, caballero andante. (Un apunte sobre el «ethos» chestertoniano en el centenario de su muerte)
-
Ángel Ganivet: la tradición e Hispanidad en su obra literaria
-
La familia como transmisora de cultura
-
La voz de la conciencia europea
-
El llamado derecho de autodeterminación de los pueblos
-
El regionalismo de Torras i Bages
-
Una historia de soldados conocidos
-
- Actas
- Información bibliográfica
- Crónicas
- Verbo
Autores
1986
Las XXV primeras reuniones de amigos de la Ciudad Católica
NUESTRAS XXV PRIMERAS REUNIONES DE AMIGOS DE LA CIUDAD CATOLICA
POR
GERMÁN ALVAREZ DE SoToMAYOR
Al acabar estas cuartillas, ha finalizado la XXV Reunión
de amigos de la Ciudad Católica sobre el tema
La doctrina so
cial cat6lica. Con. ella quedan atrás veinticinco años en los que
de forma ininterrumpida se han ido celebrando anualmente unas
jornadas singulares.
Desde la primera, en el Monasterio de Santa
María de El Paular,.en 1961, hasta la última, celebrada en la
Residencia San Pedro Mártir de los RR. PP. Dominicos, en Al
cobendas, durante dos días (de la
l.' a la 4.' y la 6.') y durante
tres
días (en
la
5.' y a partir de la 7.'), un grupo de seglares ha
ido cOnvOCando y reuniendo en torno a ella· a quienes se co:p_si
deran amigos de la Ciudad Católica. Singularidad de las reuniO'
nes
porque
el principio que las ha presidido ha sido la exhorta
ción de San Pío X a los católicos: Instaurar todo en Cristo.
Fieles a esta llamada del Papa, en ellas se ha expuesto
y desarro
llado
la doctrina social de la Iglesia.
La
experiencia suministrada
por las primeras Reuniones
y las
necesidades prácticas, condujeron a que desde la
6.' Reunión
se
adoptara un esquema de trabajo que, con escasas variaciones
ha llegado hasta esta
i1ltima reunión. Los actos religiosos dia
rios, con la Santa Misa
y el llosario y la Exposición y Bendi
ción -con d Santísimo clausurando las Reuniones; las _conferen
cias sobre un tema principal; los foros simultáneos con el sub
siguiente coloquio
y los encuentros dirigidos a una acción prác
tica.
Conferencias
y foros que se han ido publicando en Verbo,
al tiempo que las I primeras fueron reunidas en un volumen, que
1135
Fundaci\363n Speiro
GERMAN ALV AREZ DE SOTOMAYOR
publicado pot Speiro constituyen las actas de •cada una de las
Reuniones ( 1 ). Así, nos hemos ocupado sucesivamente de los temas siguien
tes: Conocer, vivir y difundir la verdad
y Puntos básicos para la
acci6n de los
seglares en
el mundo
(2); Los Cuerpos interine
dios
{3); Los mitos actuales {4); Libertad y autoridad {5); El
municipio en la
organi2;ación de
la sociedad
( 6 ); Cristiandad y
sociedad
pluralista laica {7); Contemplación y acci6n {8); Re
volución, conservadurismo y tradición
{9); Santo Tomás de Aqui
no,
hay (10); La sociedad a la deriva (11); Qué nos enseña la
historia
(12); La familia: sus problemas actuales (13); Armonía
(.1) Las actas de las diversas reuniones, salvo de la X y XVII, han
sido publicadas por Speiro. Pueden_ verse en Verbo las diversas conferen
cias y· foros publicados de todas las reuniones y de la X y XV~I que no
se reunieron en tomo aparte. La XX reunión sobre «Los católicos
y la ac
ción política»-, no
aparecieron en
Verbo, publicándose en un volumen di
rectamente
por Speiro.
(2) Véase
la Crónié:a de la Reunión, por GABIUBL ALFÉREZ, en Verbo,.
núm. 50 (1966), págs. 677-678.
(3)
Crónica por
ANDRÉS _SALGADO, en Verbo, núm. 59 (1967), páginas
689-690.
(4)
Crónica por
Agencia ero, en Verbo, núm. 69 (1968), páginas
655-660,
(5) Crónica por Agencia ero, en Verbo, núm. 80 (1969), páginas
913-918. (6) Cr6nica por Agencia
ero, en Verbo, núm. 89 (1970), páginas
813-816.
(7) Crónica por Agencia ero, en Verbo, núm. 99 (1971), páginas
909-913. (8) Crónica por
Agencia ero, en Verbo, núm. 109-llO (1972), pági
nas 885-911. (9) Crónica por FEDERICO
CANTERO, en Verbo, núm. 121-122 (1974),
págs. 11-27. (10) Crónica por FEDERICO
CANTERO, en Verbo, núm. 130 (1974),
págs.
1.215-1.235.
(11) Cr6nica por
FEDERICO CANTERO, en Verbo, núm. 141-142 (1976),
págs.28-46 ..
(12)
Crónica por
FEDERICO CANTERO,
en
Verbo, núm. 150 (1976), pá
ginas 1.307-1.322.
(13) Crónica en
Verbo, núm. 159-160 (1977), págs. 1.547-1.558.
1136
Fundaci\363n Speiro
XXV PRIMERAS REUNIONES DE LA CIUDAD CATOLICA
y dialéctica ( 14 ); Propiedad, vida humana y libertad. (15); El
principio de subsidiariedad
(16); Los católicos y la ai:ción po-
1/tica (17); ¿Crisis en la democracia?. (18); Crisis y revolución
en la cultura
(19); El cambio (20); La verdadera liberación (21);
La doctrina social católica (22).
Resulta imposible, salvo que repitamos todos y cada uno de
los programas
de las Reuniones, referirse a las diversas confe
rencias y foros, así como a quienes desarrollaron unas y otros.
Por ello, trataremos de resaltar, más que
la participación perso
nal, que puede verse detallada en los programas o en las cróni
cas de las Reuniones publicadas en
Verbo, la sucesiva incorpora
ción y aportación a las Reuniones de amigos de la Ciudad Cató lica de otros
grupos, que
si bien cada uno de ellos
opera según
su
vocación específica, han encontrado en la Ciudad Católica un
marco complementario
de sus actividades.·
Una aportación importante se produce desde la tercera Reunión
con la incorporación _a nuestras reuniones de Rafael Gambra;
Francisco Canals y Gabriel de Armas. La colaboración de ·este
último, hasta su muerte acaecida en· 1975, se caracterizó por su
verbo encendido y brillante con que solía cerrar -ocasional-
(14) Crónica por CARMEN LLORENTE, en Verbo, núm. 171-172 (1979),
págs. 29-40.
(15) Crónica por
MIGUEL AYUSO, en Verbo, núm. 179-180 (1979),
p,lgs. 1.121-1.135.
(16) Crónica por MA1úA. ANGELES 8ADiA, en Verbo, núm. 189-190
(1980), págs. 1.397-1.416.
(17)
Crónica por MARÍA BEGOÑA GARCÍA-CONDE, en Verbo, _núm. 199-
200 (1981), págs. 1.299-1.322.
,
(18) Crónica por MARÍA ANGELES BAnÍA, en Verbo, núm. 209-210
(1982), págs. 943-964.
(19) Crónica por MARÍA BEGOÑA GARCÍA-CONDE, en Verbo, núm. 219-
220 (1983), págs. 1.276-1.292.
(20)
Crónica por PATRICIA MARTÍNEZ, en Verbo; núm. 229-230 (1984),
págs. 1.185-1.206.
(21)
Crónica por AGUSTÍN
LosAIJA, en Verbo, núm. 239-240 (1985),
págs. 1.278-1.293.
(22) Crónica por MARÍA ANGELES BADÍA en este mismo número de
Verbo.
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Fundaci\363n Speiro
GERMAN ALV AREZ DE SOTOMAYOR
mente abrir- nuestras Reuniones, comunicándonos su optimis
mo y su confianza en Dios y en su
Igh:,sia.
Los
lazos ya
. exisentes
con el grupo «Cristiandad» de Bar
celona
-que ha
tenido especial
reflejo en
nuestras II Reunión
en El Tibidabo, que organizó Francisco de Gomis, y en la VII
de
la Balmesiana, de la que fue su alma Manuel de Arque
(e. p. d.)-, se
incrementaron con la colaboración de Canals y con
tinúa desde .entonces aumentando con las posteriores incorpora
ciones de los catedráticos José María Petit y Alsina, entre otras.
Con Rafael Gambra
. se
produce la primera de las incorporaciones
procedentes del tradicionalismo
-en Reuniones
posteriores se
uniría
Francisco Elías
de Tejada y un
grupo de catedráticos de
Filosofía del
Derecho y Derecho natural, y más tarde Javier Na
gore y Alvaro d'Ors-. El fino y penetrante análisis filosófico de
Gambra ha estado- desde entonces presente en numerosas confe
rencias y foros. En la sexta Reunión se produce la incorporación ya mencio
nada de Elías de Tejada. Su colaboración no
cesaría sino
con
· su
muerte acaecida en
.1978. Con
él vino un nutrido
grúpo de
catedráticos, formados en su escuela, que tuvieron ponencias en
· gran número en nuestras Reuniones, como Francisco Puy y Vla-
dimiro Lamsdorff. ·
José
María Gil Moreno de Mora, que colaboró desde el prin
cipio en nuestras Reuriiones, a las que trajo una valiosa Participa
ción tarraconense, culminaría con la organización de las IX y
XII Reuniones,
que ruvieron lugar en Las Masías de Poblet y
en Porta del Mar-Sa!ou, en la provincia de Tarragona.
En la
décima Reunión
acude por vez primera el filósofo ita
0
llano Michele Federico Sciacca, que ya no faltaría a ninguna has
ta su muerte en 197
5. Con él se planearon temas de reuniones y
ponentes para desarrollarlos. Los frutos de esa colaboración aún
se verían
años más tarde, cuando, en 1985, la XXIV Reunión
fue organizada por «Fundación Speiro» en calaboración con
!11
«Societa d' Amici» de Michele· Federico Sciacca, y en la que
desarrollaron sendas conferencias sus discípulos, los catedráticos
italianos María Adelaira Roschini
y Pier Paolo Ottonello.
1138
Fundaci\363n Speiro
XXV PRIMERAS REUNIONES DE LA CWDAD CATOUCA
La valiosísima colaboración de Jerónimo Cerdá Bañuls ---que
con
Teresa, su mujer, fallecería en accidente de camino desde
Valencia a Madrid para acudir a nuestra celebración de la
festi
vidad
de San Fernando en
1982-comenzó en la. XIV Reunión,
en
el Hotel «Rocas Blanéas», de Benidorm, aportó un nutrido
grupo de amigos valencianos, asumiendo la organización de
la
XVI Reunión, en el Vedat_ de Torrente, y de la XX, en Beni
casim.
En la quince Reunión participaron por vez primera los Cru
zados y las Cruzadas de Santa María. Desde la dieciséis la
colabo
ración
se ha ido estrechando con conferencias y foros en las
su,
cesivas
Reuniones y con Abelardo de Armas tomando, en cierto
modo, el relevo a Gabriel de Armas, en numerosos discursos de
clausura, en los que nos ha recordado la vocación a la santidad
de todos
los católicos.
A lo largo de las Reuniones han ido apareciendo diversos
jó
venes
formados en
nuestras células
de la Ciudad Católica. Así, al
primero de ellos, Francisco José Fernández de la Cigoña, le
si
guieron Estanislao Cantero, Andrés Gambra y José Miguel Ga!il
bra.
A partir de
la dieciséis Reunión se incorpora con conferen
cias y foros otro grupo de jóvenes formados en
fa Ciudad
Cató
lica: Javier Urcelay, María Teresa
Morán y Federico Cantero. A
partir de la veinte Reunión
la participación: de todos ellos se hace
más intensa,
con nuevas incorporaciones como la de Miguel Ayu
so
y las de otros, procedentes de Corporación Universitaria o de
los Círculos de Estudio Nuestra Señora de
Vladimir, como
Vi
cente
Fernández Burgueño
y Luis María Sandoval,
fa de Anto
nio Dolz, de la Unión Seglar de Barcelona, o la de Narciso Jua
nofa, de
Nord de Gerona,
La
participación extranjera durante estos veinticinco años
tampoco
ha. sido
pequeña
.. Además
de
la numerosa participación
francesa, sobre todo en las primeras Reuniones, como correspon~
día a nuestro nacimiento, vinculado a la Cité Catholique, luego
Office Internationa/, des Oeuvres de Formation Civique et Ac
tion Culture/le selon le Droit naturel et chretien, puesta de re
lieve por la presencia de Jean Ousset, Michel Creuzet o Míchel
1139
Fundaci\363n Speiro
GERMAN ALVAREZ DE SOTOMAYOR
de Penfentenyo y de Patricio Jubbé Duval, han .acudido a nues
tras Reuniones, interviniendo con conferencias o _foros, Federico
Muggemburg, de Cristianismo, Si!; Galvao de Sousa, de Hora
Presente;
Antonio da Cruz Rodrigues, del Circulo de Studos So
ciais Vector;
Giovanni Cantoni, de Alleanza Cattolica; Hugues
Kerally, de
Itineraires; los catedráticos argentinos Jorge Laban
ca y Enrique Zuleta; el chileno Gonzalo Ibáñez;
· el
portugués
Henrique Barrilaro Ruas;
el mexicano Pedro Punes García o
los franceses Jean Dumont y
Fran,ois V allanfOn.
Por
otra parte, durante todos estos años se ha procurado acu
dir con nuestras Reuniones a diversos lugares · de España para
mayor difusión de nuestra obra, alli donde núcleos de amigos
de la Ciudad Católica lo hacían posible. Así, además de en Ma
drid o sus
altededores, hemos
estado en el Monasterio de Santa
Maria de El
Paular, en
dos ocasiones; en tres en Barcelona; en
dos
en Valencia,
en
las Masías
de Poblet; en Porta del Mar-Sa
lou, en Santa Pola, en Valladolid, en Benicasim. Este breve repaso muestra que
«el proyecto de crear una red
de animación
cultural, conforme al derecho natural y cristiano,
guiado por el Magisterio pontificio ordinario a
través de
la ri
queza doctrinal
de
fas encíclicas»
es una realidad en la que hay
que continuar trabajando. Desde los primeros balbuceos de nues tras primeras Reuniones hasta esta última, el desarrollo de
fas
mismas
muestra que el proyecto se
hizo realidad. La Ciudad
Católica, y sus reuniones de amigos, son buena prueba de ello,
pues no han sido coto cerrado, sino
que han
estado abiertas a
cuantos han querido, sintiéndose atraídos por su tarea, colabo
rar con nosotro.s. La única limitación que ha existido ha sido
la fidelidad a la Verdad. Es decir, al Magisterio de la Iglesia.
En fin, los diversos temas principales elegidos desde la quin
ta Reunión muestran claramente la labor realizada y su finalidad
y· constituyen un amplio desarrollo del pensamiento pontificio.
Desde la tercera de
ellas, que
señaló la necesidad de «conocer,
vivir y difundir la verdad» e indicó los «puntos básicos para la acción de los seglares en el mundo» -que puede decirse que
constituyen los elementos previos para
el desarrollo de las si-
1140
Fundaci\363n Speiro
XXV PRIMERAS REUNIONES DE LA CIUDAD CATOLICA
guientes Reuniones- hasta culminar en ésta con
cial católica», se ha tratado de los cuerpos intermedios, del po
der y la libertad, la historia, la familia, la propiedad, la políti
ca católica, la cultura, los mitos actuales o la verdadera libera
ción, sin contar con los múltiples
y 'variados temas tratados en
los foros. Todo un tratado monumental de doctrina social que
corona la XXV Reunión.
Sin embargo, nada de esto hubiera sido posible sin
la asis
tencia
y colaboración de cuantos con su presencia han permitido
la celebración de las Reuniones y han impulsado a amigos o co
nocidos a asistir, ensanchando así el número de los amigos de
la Ciudad
Católica. Y, sobre todo, nada hubiera sido posible sin
el impulso de Eugenio Vegas y de Juan Vallet, para quienes
estas
líneas
han de ser un merecido homenaje.
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GERMÁN ALVAREZ DE SoToMAYOR
Al acabar estas cuartillas, ha finalizado la XXV Reunión
de amigos de la Ciudad Católica sobre el tema
La doctrina so
cial cat6lica. Con. ella quedan atrás veinticinco años en los que
de forma ininterrumpida se han ido celebrando anualmente unas
jornadas singulares.
Desde la primera, en el Monasterio de Santa
María de El Paular,.en 1961, hasta la última, celebrada en la
Residencia San Pedro Mártir de los RR. PP. Dominicos, en Al
cobendas, durante dos días (de la
l.' a la 4.' y la 6.') y durante
tres
días (en
la
5.' y a partir de la 7.'), un grupo de seglares ha
ido cOnvOCando y reuniendo en torno a ella· a quienes se co:p_si
deran amigos de la Ciudad Católica. Singularidad de las reuniO'
nes
porque
el principio que las ha presidido ha sido la exhorta
ción de San Pío X a los católicos: Instaurar todo en Cristo.
Fieles a esta llamada del Papa, en ellas se ha expuesto
y desarro
llado
la doctrina social de la Iglesia.
La
experiencia suministrada
por las primeras Reuniones
y las
necesidades prácticas, condujeron a que desde la
6.' Reunión
se
adoptara un esquema de trabajo que, con escasas variaciones
ha llegado hasta esta
i1ltima reunión. Los actos religiosos dia
rios, con la Santa Misa
y el llosario y la Exposición y Bendi
ción -con d Santísimo clausurando las Reuniones; las _conferen
cias sobre un tema principal; los foros simultáneos con el sub
siguiente coloquio
y los encuentros dirigidos a una acción prác
tica.
Conferencias
y foros que se han ido publicando en Verbo,
al tiempo que las I primeras fueron reunidas en un volumen, que
1135
Fundaci\363n Speiro
GERMAN ALV AREZ DE SOTOMAYOR
publicado pot Speiro constituyen las actas de •cada una de las
Reuniones ( 1 ). Así, nos hemos ocupado sucesivamente de los temas siguien
tes: Conocer, vivir y difundir la verdad
y Puntos básicos para la
acci6n de los
seglares en
el mundo
(2); Los Cuerpos interine
dios
{3); Los mitos actuales {4); Libertad y autoridad {5); El
municipio en la
organi2;ación de
la sociedad
( 6 ); Cristiandad y
sociedad
pluralista laica {7); Contemplación y acci6n {8); Re
volución, conservadurismo y tradición
{9); Santo Tomás de Aqui
no,
hay (10); La sociedad a la deriva (11); Qué nos enseña la
historia
(12); La familia: sus problemas actuales (13); Armonía
(.1) Las actas de las diversas reuniones, salvo de la X y XVII, han
sido publicadas por Speiro. Pueden_ verse en Verbo las diversas conferen
cias y· foros publicados de todas las reuniones y de la X y XV~I que no
se reunieron en tomo aparte. La XX reunión sobre «Los católicos
y la ac
ción política»-, no
aparecieron en
Verbo, publicándose en un volumen di
rectamente
por Speiro.
(2) Véase
la Crónié:a de la Reunión, por GABIUBL ALFÉREZ, en Verbo,.
núm. 50 (1966), págs. 677-678.
(3)
Crónica por
ANDRÉS _SALGADO, en Verbo, núm. 59 (1967), páginas
689-690.
(4)
Crónica por
Agencia ero, en Verbo, núm. 69 (1968), páginas
655-660,
(5) Crónica por Agencia ero, en Verbo, núm. 80 (1969), páginas
913-918. (6) Cr6nica por Agencia
ero, en Verbo, núm. 89 (1970), páginas
813-816.
(7) Crónica por Agencia ero, en Verbo, núm. 99 (1971), páginas
909-913. (8) Crónica por
Agencia ero, en Verbo, núm. 109-llO (1972), pági
nas 885-911. (9) Crónica por FEDERICO
CANTERO, en Verbo, núm. 121-122 (1974),
págs. 11-27. (10) Crónica por FEDERICO
CANTERO, en Verbo, núm. 130 (1974),
págs.
1.215-1.235.
(11) Cr6nica por
FEDERICO CANTERO, en Verbo, núm. 141-142 (1976),
págs.28-46 ..
(12)
Crónica por
FEDERICO CANTERO,
en
Verbo, núm. 150 (1976), pá
ginas 1.307-1.322.
(13) Crónica en
Verbo, núm. 159-160 (1977), págs. 1.547-1.558.
1136
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XXV PRIMERAS REUNIONES DE LA CIUDAD CATOLICA
y dialéctica ( 14 ); Propiedad, vida humana y libertad. (15); El
principio de subsidiariedad
(16); Los católicos y la ai:ción po-
1/tica (17); ¿Crisis en la democracia?. (18); Crisis y revolución
en la cultura
(19); El cambio (20); La verdadera liberación (21);
La doctrina social católica (22).
Resulta imposible, salvo que repitamos todos y cada uno de
los programas
de las Reuniones, referirse a las diversas confe
rencias y foros, así como a quienes desarrollaron unas y otros.
Por ello, trataremos de resaltar, más que
la participación perso
nal, que puede verse detallada en los programas o en las cróni
cas de las Reuniones publicadas en
Verbo, la sucesiva incorpora
ción y aportación a las Reuniones de amigos de la Ciudad Cató lica de otros
grupos, que
si bien cada uno de ellos
opera según
su
vocación específica, han encontrado en la Ciudad Católica un
marco complementario
de sus actividades.·
Una aportación importante se produce desde la tercera Reunión
con la incorporación _a nuestras reuniones de Rafael Gambra;
Francisco Canals y Gabriel de Armas. La colaboración de ·este
último, hasta su muerte acaecida en· 1975, se caracterizó por su
verbo encendido y brillante con que solía cerrar -ocasional-
(14) Crónica por CARMEN LLORENTE, en Verbo, núm. 171-172 (1979),
págs. 29-40.
(15) Crónica por
MIGUEL AYUSO, en Verbo, núm. 179-180 (1979),
p,lgs. 1.121-1.135.
(16) Crónica por MA1úA. ANGELES 8ADiA, en Verbo, núm. 189-190
(1980), págs. 1.397-1.416.
(17)
Crónica por MARÍA BEGOÑA GARCÍA-CONDE, en Verbo, _núm. 199-
200 (1981), págs. 1.299-1.322.
,
(18) Crónica por MARÍA ANGELES BAnÍA, en Verbo, núm. 209-210
(1982), págs. 943-964.
(19) Crónica por MARÍA BEGOÑA GARCÍA-CONDE, en Verbo, núm. 219-
220 (1983), págs. 1.276-1.292.
(20)
Crónica por PATRICIA MARTÍNEZ, en Verbo; núm. 229-230 (1984),
págs. 1.185-1.206.
(21)
Crónica por AGUSTÍN
LosAIJA, en Verbo, núm. 239-240 (1985),
págs. 1.278-1.293.
(22) Crónica por MARÍA ANGELES BADÍA en este mismo número de
Verbo.
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mente abrir- nuestras Reuniones, comunicándonos su optimis
mo y su confianza en Dios y en su
Igh:,sia.
Los
lazos ya
. exisentes
con el grupo «Cristiandad» de Bar
celona
-que ha
tenido especial
reflejo en
nuestras II Reunión
en El Tibidabo, que organizó Francisco de Gomis, y en la VII
de
la Balmesiana, de la que fue su alma Manuel de Arque
(e. p. d.)-, se
incrementaron con la colaboración de Canals y con
tinúa desde .entonces aumentando con las posteriores incorpora
ciones de los catedráticos José María Petit y Alsina, entre otras.
Con Rafael Gambra
. se
produce la primera de las incorporaciones
procedentes del tradicionalismo
-en Reuniones
posteriores se
uniría
Francisco Elías
de Tejada y un
grupo de catedráticos de
Filosofía del
Derecho y Derecho natural, y más tarde Javier Na
gore y Alvaro d'Ors-. El fino y penetrante análisis filosófico de
Gambra ha estado- desde entonces presente en numerosas confe
rencias y foros. En la sexta Reunión se produce la incorporación ya mencio
nada de Elías de Tejada. Su colaboración no
cesaría sino
con
· su
muerte acaecida en
.1978. Con
él vino un nutrido
grúpo de
catedráticos, formados en su escuela, que tuvieron ponencias en
· gran número en nuestras Reuniones, como Francisco Puy y Vla-
dimiro Lamsdorff. ·
José
María Gil Moreno de Mora, que colaboró desde el prin
cipio en nuestras Reuriiones, a las que trajo una valiosa Participa
ción tarraconense, culminaría con la organización de las IX y
XII Reuniones,
que ruvieron lugar en Las Masías de Poblet y
en Porta del Mar-Sa!ou, en la provincia de Tarragona.
En la
décima Reunión
acude por vez primera el filósofo ita
0
llano Michele Federico Sciacca, que ya no faltaría a ninguna has
ta su muerte en 197
5. Con él se planearon temas de reuniones y
ponentes para desarrollarlos. Los frutos de esa colaboración aún
se verían
años más tarde, cuando, en 1985, la XXIV Reunión
fue organizada por «Fundación Speiro» en calaboración con
!11
«Societa d' Amici» de Michele· Federico Sciacca, y en la que
desarrollaron sendas conferencias sus discípulos, los catedráticos
italianos María Adelaira Roschini
y Pier Paolo Ottonello.
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XXV PRIMERAS REUNIONES DE LA CWDAD CATOUCA
La valiosísima colaboración de Jerónimo Cerdá Bañuls ---que
con
Teresa, su mujer, fallecería en accidente de camino desde
Valencia a Madrid para acudir a nuestra celebración de la
festi
vidad
de San Fernando en
1982-comenzó en la. XIV Reunión,
en
el Hotel «Rocas Blanéas», de Benidorm, aportó un nutrido
grupo de amigos valencianos, asumiendo la organización de
la
XVI Reunión, en el Vedat_ de Torrente, y de la XX, en Beni
casim.
En la quince Reunión participaron por vez primera los Cru
zados y las Cruzadas de Santa María. Desde la dieciséis la
colabo
ración
se ha ido estrechando con conferencias y foros en las
su,
cesivas
Reuniones y con Abelardo de Armas tomando, en cierto
modo, el relevo a Gabriel de Armas, en numerosos discursos de
clausura, en los que nos ha recordado la vocación a la santidad
de todos
los católicos.
A lo largo de las Reuniones han ido apareciendo diversos
jó
venes
formados en
nuestras células
de la Ciudad Católica. Así, al
primero de ellos, Francisco José Fernández de la Cigoña, le
si
guieron Estanislao Cantero, Andrés Gambra y José Miguel Ga!il
bra.
A partir de
la dieciséis Reunión se incorpora con conferen
cias y foros otro grupo de jóvenes formados en
fa Ciudad
Cató
lica: Javier Urcelay, María Teresa
Morán y Federico Cantero. A
partir de la veinte Reunión
la participación: de todos ellos se hace
más intensa,
con nuevas incorporaciones como la de Miguel Ayu
so
y las de otros, procedentes de Corporación Universitaria o de
los Círculos de Estudio Nuestra Señora de
Vladimir, como
Vi
cente
Fernández Burgueño
y Luis María Sandoval,
fa de Anto
nio Dolz, de la Unión Seglar de Barcelona, o la de Narciso Jua
nofa, de
Nord de Gerona,
La
participación extranjera durante estos veinticinco años
tampoco
ha. sido
pequeña
.. Además
de
la numerosa participación
francesa, sobre todo en las primeras Reuniones, como correspon~
día a nuestro nacimiento, vinculado a la Cité Catholique, luego
Office Internationa/, des Oeuvres de Formation Civique et Ac
tion Culture/le selon le Droit naturel et chretien, puesta de re
lieve por la presencia de Jean Ousset, Michel Creuzet o Míchel
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GERMAN ALVAREZ DE SOTOMAYOR
de Penfentenyo y de Patricio Jubbé Duval, han .acudido a nues
tras Reuniones, interviniendo con conferencias o _foros, Federico
Muggemburg, de Cristianismo, Si!; Galvao de Sousa, de Hora
Presente;
Antonio da Cruz Rodrigues, del Circulo de Studos So
ciais Vector;
Giovanni Cantoni, de Alleanza Cattolica; Hugues
Kerally, de
Itineraires; los catedráticos argentinos Jorge Laban
ca y Enrique Zuleta; el chileno Gonzalo Ibáñez;
· el
portugués
Henrique Barrilaro Ruas;
el mexicano Pedro Punes García o
los franceses Jean Dumont y
Fran,ois V allanfOn.
Por
otra parte, durante todos estos años se ha procurado acu
dir con nuestras Reuniones a diversos lugares · de España para
mayor difusión de nuestra obra, alli donde núcleos de amigos
de la Ciudad Católica lo hacían posible. Así, además de en Ma
drid o sus
altededores, hemos
estado en el Monasterio de Santa
Maria de El
Paular, en
dos ocasiones; en tres en Barcelona; en
dos
en Valencia,
en
las Masías
de Poblet; en Porta del Mar-Sa
lou, en Santa Pola, en Valladolid, en Benicasim. Este breve repaso muestra que
«el proyecto de crear una red
de animación
cultural, conforme al derecho natural y cristiano,
guiado por el Magisterio pontificio ordinario a
través de
la ri
queza doctrinal
de
fas encíclicas»
es una realidad en la que hay
que continuar trabajando. Desde los primeros balbuceos de nues tras primeras Reuniones hasta esta última, el desarrollo de
fas
mismas
muestra que el proyecto se
hizo realidad. La Ciudad
Católica, y sus reuniones de amigos, son buena prueba de ello,
pues no han sido coto cerrado, sino
que han
estado abiertas a
cuantos han querido, sintiéndose atraídos por su tarea, colabo
rar con nosotro.s. La única limitación que ha existido ha sido
la fidelidad a la Verdad. Es decir, al Magisterio de la Iglesia.
En fin, los diversos temas principales elegidos desde la quin
ta Reunión muestran claramente la labor realizada y su finalidad
y· constituyen un amplio desarrollo del pensamiento pontificio.
Desde la tercera de
ellas, que
señaló la necesidad de «conocer,
vivir y difundir la verdad» e indicó los «puntos básicos para la acción de los seglares en el mundo» -que puede decirse que
constituyen los elementos previos para
el desarrollo de las si-
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Fundaci\363n Speiro
XXV PRIMERAS REUNIONES DE LA CIUDAD CATOLICA
guientes Reuniones- hasta culminar en ésta con
der y la libertad, la historia, la familia, la propiedad, la políti
ca católica, la cultura, los mitos actuales o la verdadera libera
ción, sin contar con los múltiples
y 'variados temas tratados en
los foros. Todo un tratado monumental de doctrina social que
corona la XXV Reunión.
Sin embargo, nada de esto hubiera sido posible sin
la asis
tencia
y colaboración de cuantos con su presencia han permitido
la celebración de las Reuniones y han impulsado a amigos o co
nocidos a asistir, ensanchando así el número de los amigos de
la Ciudad
Católica. Y, sobre todo, nada hubiera sido posible sin
el impulso de Eugenio Vegas y de Juan Vallet, para quienes
estas
líneas
han de ser un merecido homenaje.
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