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Número 259-260

Serie XXVI

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Rafael Domingo: Teoría de la «auctoritas»

INFORMACION BIBUOGRAFICA
La garra de la descripción de las consecuencias económicas
de esta situación mueve a la solidaridad con sus planteamientos. Es una descripción que nos lleva a compartir
su· defensa

de
la actitud de «pelear contra
el hambre», y de la «auténtica liber­
tad
y democracia genuina» que ,afirman existe en este mundo
«informal». El apoyo teórico de su alegato en favor de la persona y de
lo que, para entendernos, podríamos llamar cuerpos intermedios,
(aunque,
naturalmente, este

concepto no aparezca en el libro),
se basa en el rechazo de un mercantilismo que se supone here-
dado de

España.
.
Olvidan

así otras «herencias» más próximas, en el tiempo y
en el espacio (isleño o continental):
·
En

cuanto a
·su crítica del «Estado-Gobierno» y

del oligo­
polio con ropaje democrático, queda
ahí, lo que no es poco, perp
no
se

atreve
. a

llegar más allá.
En ambos casos, y, sobre todo, se omiten los fundamentos
del Derecho natural que avalan este formidable alegato en favor del Tercer Mundo
y su derecho a una vida digna, lo que revela
una filiación positivista de los autores que limita el alcance de
su aportación.
J. A. SANTOS. ·
Rafael Domingo: TEORIA DE LA AUCTORIT AS (*)
Rafael Domingo, adjunto a la Cátedra de Derecho romano
en la Universidad de Navarra, recoge en este libro no sólo las
aplicaciones concretas, sino el amb_icioso intento de abstraer, ·para
una aplicación general en el campo del conocimiento jurídico,
social. y político, de la fecundísima distinción entre «auctoritas» y «potestas», debida a Alvaro d'Ors
y ppr él desenvuelta a lo
largo de muchos años en más de un centenar de escritos, hasta
llegar a la conocida definición:
«la autoridad es el saber social­
mente reconocido y la
potestad es el poder especialmente reco­
nocido», El autor del libro recoge en éste, sistematizándolas
muy bien
la
experiencia, procedente

del Derecho romano, entre ambos tér­
minos, así com.o-lqs estudios én sus aplicaciones para_Jas fuentes
del Derecho; más adelante las que el, propio d'Ors analizó, par­ tiendo de brillantes intuiciones
y sugerencias, en los campos del
derecho político, del procesal
y del canónico.
(*) Ediciones Universidad de· Navarra, Pamplona, 1987, 324 págs.
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Fundaci\363n Speiro

INFORMACION BIBLIOGRAFICA
Muchos de. esos análisis están publicados en esta Revista que,
sobre todo en estos últimos años, canaliza los ensayos y trabajos
magistrales
de d'Ors. Así, entre otros números, el lector puede
consultar, por ejemplo, los números de
Verbo, 223-224 de 1984
( «Objetividad y verdad en Historia»); 231-232, de 1985 ( «Cam­
bio y Tradición»);
235,236, del

mismo año ( «Potestad y autori­
dad en
la organización de la Iglesia») y 245-246, de 1986 ( «Las
sugerencias
dél Sínodo

de 1985» ).
Igualmente en
su último ·tra­
bajo sobre
«La violencia

y
el orden», glosado por Miguel Ayuso
en el último número de
Verbo.
Como conclusión general, pudiera significarse, como lo hace
el profesor Domingo, que «a
la proposición consignada en el
aforismo pregunta
el que puede y re"POnde el que sabe» -afo­
rismo de Alvaro· d'Ors en
el cual se sintetiza el contenido de sus
trabajos en tomo a
la fecunda

distinción «autoridad» y «potes­
tad»-, a tal proposición, digo, habrá de responderse que en la
pregunta de
la potestad y en la respuesta de la autoridad han
de jugar
la prudencia de la primera (saber preguntar para gober­
nar eficazmente), y también
la prudencia de la segunda, de la
autoridad (saber responder a las preguntas sabiamente), Y esta
prudencia en ambas
---11utoridad y potestad-lleva
a
concluir
que

no es bueno un gobierno directo de
la potestad sín pregun­
tar a la autoridad ya que, en tal caso, se corrompe la necesaria
relación entre ellas, relación que, precisamente, es la que garan­
tiza el orden social. Por eso, la prudencia política, más que en
saber, consiste en elegir los consejos de los especialistas para luegc
ponerlos en práctica. Y esto -ahora más que nunca-exige una
diferenciaci6n entre poder y saber. Hoy,
el problema más inme­
diato y grave en la vida política estriba en que no se quiere re-·
conocer la
necesaria escisión
entre la prudencia de la potestad
y de la autoridad.
·
No

es posible, sín dañar la
unidad temática
del libro del
profesor Domingo, que sigue las líneas directrices de la dicotomía
ya famosa, alumbrada por
d'Ora, síntetízar

más el contenido del
trabajo
aquí recensionado.

El libro -pulcramente editado por
«Eunsa»- fínalíza con tres trabajos inéditos, referentes
tambi~n
a

la misma materia, del propio d'Ors ( «Autoridad y libertad»,
«Cuarenta años después» y «El profesor») que señalan perfecta­
mente la evolución de su pensamiento sobre
la distinción anali­
zada y -diríamo por
el profesor Domingo.
JAVIER NAGORÉ YÁRNOZ.
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Fundaci\363n Speiro