Índice de contenidos
Número 267-268
Serie XXVII
- Textos Pontificios
- Noticias
-
Estudios
-
La persecución religiosa en España, antecedente inmediato de la Divini Redemptoris
-
Michele Federico Sciacca: pedagogía y antipedagogía
-
La genealogía de la Revolución en Juan Donoso Cortés
-
En la muerte de Constantin Noica
-
¿Una época nueva?
-
El liberalismo y la Iglesia española. Historia de una persecución. Antecedentes: IV. El reinado de Carlos IV (II)
-
La Iglesia Católica y la masonería
-
La escuela tomista de Barcelona
-
La lección del referéndum antidivorcista en Italia
-
- Actas
- Ilustraciones con recortes de periódicos
-
Información bibliográfica
-
Sociedad Española de Defensa de la Tradición Familia y Propiedad: España anestesiada sin percibirlo, amordazada sin quererlo y extraviada sin saberlo. La obra del PSOE
-
Asociación Patriótica Española de Buenos Aires: Anuario del V Centenario
-
George Uscatescu: Prospettive estetiche europee
-
Fernando Monge: Persona humana y procreación artificial
-
José María Sanjuan Gil: Los requetés riojanos en la guerra de España
-
Autores
1988
Asociación Patriótica Española de Buenos Aires: Anuario del V Centenario
INFORMACION BIBUOGRAFICA
notables en este proceso; a esto se dedica la parte IV del libro,
con brevedad y benevolencia.
Toda esta revolución tiene sus puntos
y flancos débiles: el
atolladero del PSOE está
en la España real, que ha abandonado,
desilusionada, el estadio donde
se exhibe y triunfa el PSOE; sus
gradas están vacías y el PSOE tiene miedo.
Al mostrar esta neorrevolución, este libro pretende que
las
disconformidades latentes se hagan conscientes y que los descon
tentos
se sumen y· hagan renacer con vigor el alma cristiana de
España.
Dr. FELIPE FERNÁNDEZ ARQUEO
Asociación Patriótica Española de Buenos Aires:
ANUAmo DEL V CENTENARIO (*)
«La Asociación Patriótica Española» de Buenos Aires, que
tiene
miis de noventa afíos de existencia, ha organizado en dicha
ciudad la «Exposición Permanente del V Centenario del
descu
brimiento de América», que culminará el 12 de octubre de 1992,
fiesta de la Virgen del Pilar, Patrona de la Hispanidad. Como
contribución a los fines que persigue la exposición, la referida
entidad publicó en agosto de 1987 un conjunto de estudios,
agrupados bajo el título
Anuario del V Centenario.
Constituye dicho anuario una aportación eficaz para esclare
cer con rigor histórico la obra gigantesca de España en América.
Ilustres autores han colaborado
en la confección del anuario,
tales
como Nestor Barrio, Antonio Caponnetto, Arturo S. Gu
tiérrez Carb6, P.
Alfredo. Sáenz, R. Calderón Brouchet, Federico
de Ibarguren, Rafael Gambra, Juan P. Ramos, Francisco
Javier
Vocos, Ing. Mario C. Fuschini Mejía, Pedro Massa, Tomiis Sán
chez de Bustamante, Rafael Breide Obeid, General de División
Gustavo Martínez Zuviría, César Pico
y la inspirada poetisa Su
sana de Aquino y Leguizamón.
Los estudios de estos autores convergen desde planos dife
rentes hacia el mismo tema, el descubrimiento, la conquista y
la evangelización de América. Con el objeto de que el lector
pueda apreciar
su · contenido en una mirada de conjunto, he or
denado y sintetizado aquellos trabajos en los siguientes apartados.
{*) Impreso en Buenos Afres, 1987, R. J. Pellegrini e hijo, Impre
siones. San Blas, 4027.
1150
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBUOGRAFICA
l. España.~abe preguntar c6mo la España del siglo XVI,
menos poblada y menos rica que la de hoy, pudo crear un siglo
de oro tan esplendoroso, con tantos
sabios de renombre univer
.sal, con tantos poetas, tantos héroes y tantos santos. Tal vez
encontremos la explicación en una sociedad que estaba organi
zada según
las normas del Derecho divino natural y positivo.
La Ley de Dios proyectaba su luz sobre la Iglesia y el Estado,
sobre las leyes y las costumbres, sobre la Universidad y el tea
tro, sobre las artes y
las letras. España conservó el espíritu de
la Edad Media,
se preservó de la corrupción protestante, corrigió
la corriente pagana renacentista y liberó el estamento clerical
de la tentación temporalista. Era portadora de un sentido uni
versalista de la vida, no solo por
sus raíces cristianas, sino tam
bién por su lucha secular contra las otras dos religiones univer
sales,
el Islán y el Judaísmo. Con Carlos I asume la tradición
romano--gertnánica, se constituye en Imperio, se convierte en el
brazo armado de la Cristiandad y extiende la luz del Evangelio
por los cinco continentes. Ese Imperio tenía como soporte
hu
mano inigualable al «caballero español», prototipo de la lúdal
gufa, católico por naturaleza si no precisara las aguas bautisma
les para serlo,
de espíritu aventurero, amante del riesgo y del
peligro, menospreciador de la riqueza y de los bienes materiales,
orgulloso de su honor,
patrimonio del alma, que solo se dobla
ante Dios.
2. Hispanoamérica.-De aquel Imperio y de aquella
estirpe
de caballeros nación Hispanoamérica, como comunidad cultural,
étnica y religiosa. La conquista de América quedó informada
del espíritu lúspano, tradicional, católico, guerrero y rural
de la
Edad Media y no del espíritu utilitarista del renacimiento euro
peo. Los intereses religiosos primaban sobre los intereses de
cualquier orden. La conquista española contrasta con la inglesa.
España conquista para Dios, Inglaterra explota en
su exclusivo
beneficio. Para España el fin es Dios, para Inglaterra el
fin es
la economía. España misiona, Inglaterra comercia. España eleva
a los indios al nivel de los españoles, formando con ellos una
sola raza, Inglaterra los persigue, los
acosa, los mata, los reclu
ye en «reservas» como a los animales.
3. La evangelización de América.--Se trata de una obra
ciclópea, producto del milagro y del heroísmo. Los
Reyes Cató
licos piden al Papa Alejandro VI la soberanía de las tierras
descubiertas para evangelizar a los infieles. Tal fue el nervio de
la empresa americana, la idea-fuerza que explica la gesta de la
1151
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
conquista. «Nuestra principal intención -dice la Reina Isabel
en su
testamento-fue procurar e inducir y traer a los pueblos
de las Indias y los convertir a nuestra santa fe católica». Una
monarquía al servicio de una misión tan elevada, un pueblo en
tero volcado a la conquista de las almas para Dios, eso fue la
España del siglo xvr.
La epopeya que narra Bernal Díaz del Castillo en su Historia
verdadera de la conquista de Nueva España, es la más grande e
inverosímil que
han realizado los hombres a través de la Historia.
Un grupo de españoles, menos de 400, desembarcan en
un con
tinente casi desconocido e inutilizan sus embarcaciones para
evitar la tentación de una retirada.
Y sin otra ayuda que la del
cielo, logran
a fuerza de arrojo, ingenio y constancia, apoderarse
de un inmenso imperio
de gentes aguerridas y crueles, imperio
dotado además de un cierto grado de civilización. Epopeyas
si
milares a la mejicana se, dieron simultáneamente en todo el ám
bito de los que nuestros mayores llamaron Indias Occidentales.
La cristianización de América fue rápida y vigorosa, indestruc
tible en el fondo de los
corazones. De la fe y el temple de aque
llos españoles
nacería la colonización más humana e integradora
que
se ha dado en la Historia, amparada por la legislación más
cristiana y protectora que se conoce. Un mestizaje plenamente
'cristianizado y españolizado en la América central y meridional
contrasta
con la clara extirpación de las razas aborígenes en los
países de colonización anglo-sajona. Así se expresa uno de los
autores del anuario, don Rafael Gambra Ciudad.
Con el Evangelio penetraba también
la cultura. En 1.538,
46
años· después del descubrimiento, se fundaba la Universidad
de Santo
Domingo, en 1551 las de Lima y Méjico, en 1573, la
de Santa Fe, en
1613, la de Córdoba en Argentina, etc. La vida
intelectual
floreciente en las Universidades hispano-americanas
alcanzó en los siglos XVI y xvn su apogeo. Los niveles entonces
logrados
no fueron igualados en los siglos posteriores.
España
y su proyeoci6n en América y en Filipinas forman
el gran bloque la Hispanidad, como comunidad de naciones vin
culadas entre
sf por los lazos de una misma cultura, una misma
lengua y una misma religión.
4.
Los enemigos de la Hispanidad.-La Leyenda negra, ca
racterizada por su aversión hacia la catolicidad ,militante de Es
paña, de
rafz protestante, ha renacido nuevamente con la teologfa
de
la liberación; y tanto aquella leyenda como esta teología han
tenido en personalidades eclesiásticas sus patronos y apologistas:
en el siglo xvr a Fray Bartolomé de
las Casas, en el siglo 'XX a
1152
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
Gutiérrez, Leonardo Boff y otros. Quienes ahora difamao a la
Iglesia y a España son los .retoños de quienes en los siglos XVI
y XVII las difamaron. En el fondo no se ataca a España, sino a
la
fe católica, identificada con la España misionera, que dio el
ser a América. Deshispaoizar equivale a descatolizar,
he ahí el
secreto,
el misterio y la explicación última de los ataques contra
España, tanto en la leyenda negra del pasado como
en la teología
de la liberación de la hora presente. Y una de las estratagemas
utilizadas pata disimulat
el objetivo y logratlo con más seguri
dad es
reivindicar lo indigena para enfrentarlo a lo hispánico,
promoviendo un esquema materialista como base del progreso
religioso
y cultural.
La conquista es calificada como invasión capitalista.
Todo se reduce a economía.
Se exalta la cultura afro-india
pata rebajat
la. española. España es el imperialismo y los indios
sus víctimas.
De esta maoera, Marx, hispao6fobo exacerbado por
su odio a la religión católica, promueve la agitación revolucio
naria permaoente y la pugna dialéctica corrosiva «Hispanidad
mala frente a Indianidad
buena», y como subfondo y objetivo
final
e1 rechazo sin rodeos del catolicismo. Lo· que se despresti
gia
y se condena es la fe fundacional de América, su .evaogeliza
ción, su vocación católica.· La incomprendida alma española ha
sido siempre una
piedra de contradicción pata las naciones pre
cisamente por reproducir en
s! misma el escándalo de la cruz
de Cristo. Y como a Cristo, es imposible comprenderla ni expli
carla: basta con sentirla, con amatla, con caotatla.
5.
El proceso de la independencia.-Como dice Maeztu,
«de las incertidumbres hispaooamericaoas del siglo XIX, tiene
la
culpa el escepticismo español del siglo XVIII». El español es
siempre tajaote: o cree
en valores absolutos, o deja de creer to
talmente. Dilema de Dostoiweski: o el valor absoluto o la nada
absoluta.
La expulsión de los jesuitas decretada por Catlos III,
el monatca venerado por los inasones de todos los tiempos, dejó
sin cultura y sin religión a los americanos, vacío que fue relle
nado
por las ideas revolucionatias de la Ilustración y la Enciclo
pedia, atizadas por la masonería desde Fraocia e Inglaterta, con
lo cual se encendió
en los nativos el odio a España y se fomentó
la independencia.
España se avergonzaba de s! misma. Decía Castelat: «No hay
nada más espaotoso, más abominable, que aquel grao Imperio
Español, que era como un sudario que
se extendía por el plane
ta». De España salió, dijo Maeztu, la separación de América.
En los camarotes de los barcos españoles viajaban los libros de
1153
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBUOGRAFICA
la enciclopedia. Para los Borbones las Indias dejaron de ser pro
yecto evangélico o misión para convertitse en codiciable patri
monio.
La ruptura se produjo, no porque fuese odiado el gobier
no español, sino porque el gobierno había dejado
de ser español.
Generaciones sucesivas de españoles
se fueron educando en la
vergüenza de ser español, en la envidia a la Francia revolucio
naria y
en la ignorancia de la gesta americana. En las guerras
de
la independencia los hispano-americanos combatieron por los
principios españoles de los siglos
XVI y XVII. Hoy, los hispano
americanos bastardos solo tienen dos señuelos: la Rusia
Sovié
tica y los Estados Unidos, aquélla para las masas, éstos para los
políticos y los economistas: o el culto a la revolución o el culto
a
la materia y al bienestar. Solo se encontrarán a sí mismos,
cuando retomen a
•us raíces, cuando retornen a la Hispanidad.
Ep!loga.-El Presidente de Argentina Hipólito Irigoyen con
sagró el día de la Raza el 4 de octubre de 1917 por Decreto del
PEN con estas palabras:
. «El descubrimiento de América es el
acontecimiento de
más transcendencia que haya realizado la hu
manidad a través de la Histopa. Se debió al genio hispano
efemérides tan portentosa, cuya obra no quedó circunscrita al
prodigio del descubrimiento, sino que lo consolidó con la
con
quista, empresa ésta tan ardua y ciclópea, que no tiene términos
posibles de comparación
en los anales de todos los pueblos. La
España descubridora y conquistadora volcó sobre
el continente
enigmático y
magn!fico el valor de sus guerreros, el denuedo de
sus exploradores,
la fe de sus sacerdotes, el preceptismo de sus
sabios,
las labores de sus menestrales, y así obró el milagro de
conquistar para
la civilización la inmensa heredad en que hoy
florecen las naciones,
a las cuales ha dado con la levadura de su
sangre y la armonía de su lengua, un herencia inmortal, que
debernos afirmar y mantener con jubiloso reconocimiento».
Así hablan los hijos legítimos de aquella España Imperial,
madre de naciones, patria de patrias.
JuLIÁN GIL nE SAGREDO
Uscatescu, George: PROSPETTIVE ESTETICHE
EUROPEE
(*)
Jorge Uscatescu ha recogido en este libro un conjunto de
ensayos que muy bien pueden definir el sentido y la profundi-
(*) Japadre editore, L'Aguila-Roma, 1987, 227 págs.
1154
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notables en este proceso; a esto se dedica la parte IV del libro,
con brevedad y benevolencia.
Toda esta revolución tiene sus puntos
y flancos débiles: el
atolladero del PSOE está
en la España real, que ha abandonado,
desilusionada, el estadio donde
se exhibe y triunfa el PSOE; sus
gradas están vacías y el PSOE tiene miedo.
Al mostrar esta neorrevolución, este libro pretende que
las
disconformidades latentes se hagan conscientes y que los descon
tentos
se sumen y· hagan renacer con vigor el alma cristiana de
España.
Dr. FELIPE FERNÁNDEZ ARQUEO
Asociación Patriótica Española de Buenos Aires:
ANUAmo DEL V CENTENARIO (*)
«La Asociación Patriótica Española» de Buenos Aires, que
tiene
miis de noventa afíos de existencia, ha organizado en dicha
ciudad la «Exposición Permanente del V Centenario del
descu
brimiento de América», que culminará el 12 de octubre de 1992,
fiesta de la Virgen del Pilar, Patrona de la Hispanidad. Como
contribución a los fines que persigue la exposición, la referida
entidad publicó en agosto de 1987 un conjunto de estudios,
agrupados bajo el título
Anuario del V Centenario.
Constituye dicho anuario una aportación eficaz para esclare
cer con rigor histórico la obra gigantesca de España en América.
Ilustres autores han colaborado
en la confección del anuario,
tales
como Nestor Barrio, Antonio Caponnetto, Arturo S. Gu
tiérrez Carb6, P.
Alfredo. Sáenz, R. Calderón Brouchet, Federico
de Ibarguren, Rafael Gambra, Juan P. Ramos, Francisco
Javier
Vocos, Ing. Mario C. Fuschini Mejía, Pedro Massa, Tomiis Sán
chez de Bustamante, Rafael Breide Obeid, General de División
Gustavo Martínez Zuviría, César Pico
y la inspirada poetisa Su
sana de Aquino y Leguizamón.
Los estudios de estos autores convergen desde planos dife
rentes hacia el mismo tema, el descubrimiento, la conquista y
la evangelización de América. Con el objeto de que el lector
pueda apreciar
su · contenido en una mirada de conjunto, he or
denado y sintetizado aquellos trabajos en los siguientes apartados.
{*) Impreso en Buenos Afres, 1987, R. J. Pellegrini e hijo, Impre
siones. San Blas, 4027.
1150
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INFORMACION BIBUOGRAFICA
l. España.~abe preguntar c6mo la España del siglo XVI,
menos poblada y menos rica que la de hoy, pudo crear un siglo
de oro tan esplendoroso, con tantos
sabios de renombre univer
.sal, con tantos poetas, tantos héroes y tantos santos. Tal vez
encontremos la explicación en una sociedad que estaba organi
zada según
las normas del Derecho divino natural y positivo.
La Ley de Dios proyectaba su luz sobre la Iglesia y el Estado,
sobre las leyes y las costumbres, sobre la Universidad y el tea
tro, sobre las artes y
las letras. España conservó el espíritu de
la Edad Media,
se preservó de la corrupción protestante, corrigió
la corriente pagana renacentista y liberó el estamento clerical
de la tentación temporalista. Era portadora de un sentido uni
versalista de la vida, no solo por
sus raíces cristianas, sino tam
bién por su lucha secular contra las otras dos religiones univer
sales,
el Islán y el Judaísmo. Con Carlos I asume la tradición
romano--gertnánica, se constituye en Imperio, se convierte en el
brazo armado de la Cristiandad y extiende la luz del Evangelio
por los cinco continentes. Ese Imperio tenía como soporte
hu
mano inigualable al «caballero español», prototipo de la lúdal
gufa, católico por naturaleza si no precisara las aguas bautisma
les para serlo,
de espíritu aventurero, amante del riesgo y del
peligro, menospreciador de la riqueza y de los bienes materiales,
orgulloso de su honor,
patrimonio del alma, que solo se dobla
ante Dios.
2. Hispanoamérica.-De aquel Imperio y de aquella
estirpe
de caballeros nación Hispanoamérica, como comunidad cultural,
étnica y religiosa. La conquista de América quedó informada
del espíritu lúspano, tradicional, católico, guerrero y rural
de la
Edad Media y no del espíritu utilitarista del renacimiento euro
peo. Los intereses religiosos primaban sobre los intereses de
cualquier orden. La conquista española contrasta con la inglesa.
España conquista para Dios, Inglaterra explota en
su exclusivo
beneficio. Para España el fin es Dios, para Inglaterra el
fin es
la economía. España misiona, Inglaterra comercia. España eleva
a los indios al nivel de los españoles, formando con ellos una
sola raza, Inglaterra los persigue, los
acosa, los mata, los reclu
ye en «reservas» como a los animales.
3. La evangelización de América.--Se trata de una obra
ciclópea, producto del milagro y del heroísmo. Los
Reyes Cató
licos piden al Papa Alejandro VI la soberanía de las tierras
descubiertas para evangelizar a los infieles. Tal fue el nervio de
la empresa americana, la idea-fuerza que explica la gesta de la
1151
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
conquista. «Nuestra principal intención -dice la Reina Isabel
en su
testamento-fue procurar e inducir y traer a los pueblos
de las Indias y los convertir a nuestra santa fe católica». Una
monarquía al servicio de una misión tan elevada, un pueblo en
tero volcado a la conquista de las almas para Dios, eso fue la
España del siglo xvr.
La epopeya que narra Bernal Díaz del Castillo en su Historia
verdadera de la conquista de Nueva España, es la más grande e
inverosímil que
han realizado los hombres a través de la Historia.
Un grupo de españoles, menos de 400, desembarcan en
un con
tinente casi desconocido e inutilizan sus embarcaciones para
evitar la tentación de una retirada.
Y sin otra ayuda que la del
cielo, logran
a fuerza de arrojo, ingenio y constancia, apoderarse
de un inmenso imperio
de gentes aguerridas y crueles, imperio
dotado además de un cierto grado de civilización. Epopeyas
si
milares a la mejicana se, dieron simultáneamente en todo el ám
bito de los que nuestros mayores llamaron Indias Occidentales.
La cristianización de América fue rápida y vigorosa, indestruc
tible en el fondo de los
corazones. De la fe y el temple de aque
llos españoles
nacería la colonización más humana e integradora
que
se ha dado en la Historia, amparada por la legislación más
cristiana y protectora que se conoce. Un mestizaje plenamente
'cristianizado y españolizado en la América central y meridional
contrasta
con la clara extirpación de las razas aborígenes en los
países de colonización anglo-sajona. Así se expresa uno de los
autores del anuario, don Rafael Gambra Ciudad.
Con el Evangelio penetraba también
la cultura. En 1.538,
46
años· después del descubrimiento, se fundaba la Universidad
de Santo
Domingo, en 1551 las de Lima y Méjico, en 1573, la
de Santa Fe, en
1613, la de Córdoba en Argentina, etc. La vida
intelectual
floreciente en las Universidades hispano-americanas
alcanzó en los siglos XVI y xvn su apogeo. Los niveles entonces
logrados
no fueron igualados en los siglos posteriores.
España
y su proyeoci6n en América y en Filipinas forman
el gran bloque la Hispanidad, como comunidad de naciones vin
culadas entre
sf por los lazos de una misma cultura, una misma
lengua y una misma religión.
4.
Los enemigos de la Hispanidad.-La Leyenda negra, ca
racterizada por su aversión hacia la catolicidad ,militante de Es
paña, de
rafz protestante, ha renacido nuevamente con la teologfa
de
la liberación; y tanto aquella leyenda como esta teología han
tenido en personalidades eclesiásticas sus patronos y apologistas:
en el siglo xvr a Fray Bartolomé de
las Casas, en el siglo 'XX a
1152
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
Gutiérrez, Leonardo Boff y otros. Quienes ahora difamao a la
Iglesia y a España son los .retoños de quienes en los siglos XVI
y XVII las difamaron. En el fondo no se ataca a España, sino a
la
fe católica, identificada con la España misionera, que dio el
ser a América. Deshispaoizar equivale a descatolizar,
he ahí el
secreto,
el misterio y la explicación última de los ataques contra
España, tanto en la leyenda negra del pasado como
en la teología
de la liberación de la hora presente. Y una de las estratagemas
utilizadas pata disimulat
el objetivo y logratlo con más seguri
dad es
reivindicar lo indigena para enfrentarlo a lo hispánico,
promoviendo un esquema materialista como base del progreso
religioso
y cultural.
La conquista es calificada como invasión capitalista.
Todo se reduce a economía.
Se exalta la cultura afro-india
pata rebajat
la. española. España es el imperialismo y los indios
sus víctimas.
De esta maoera, Marx, hispao6fobo exacerbado por
su odio a la religión católica, promueve la agitación revolucio
naria permaoente y la pugna dialéctica corrosiva «Hispanidad
mala frente a Indianidad
buena», y como subfondo y objetivo
final
e1 rechazo sin rodeos del catolicismo. Lo· que se despresti
gia
y se condena es la fe fundacional de América, su .evaogeliza
ción, su vocación católica.· La incomprendida alma española ha
sido siempre una
piedra de contradicción pata las naciones pre
cisamente por reproducir en
s! misma el escándalo de la cruz
de Cristo. Y como a Cristo, es imposible comprenderla ni expli
carla: basta con sentirla, con amatla, con caotatla.
5.
El proceso de la independencia.-Como dice Maeztu,
«de las incertidumbres hispaooamericaoas del siglo XIX, tiene
la
culpa el escepticismo español del siglo XVIII». El español es
siempre tajaote: o cree
en valores absolutos, o deja de creer to
talmente. Dilema de Dostoiweski: o el valor absoluto o la nada
absoluta.
La expulsión de los jesuitas decretada por Catlos III,
el monatca venerado por los inasones de todos los tiempos, dejó
sin cultura y sin religión a los americanos, vacío que fue relle
nado
por las ideas revolucionatias de la Ilustración y la Enciclo
pedia, atizadas por la masonería desde Fraocia e Inglaterta, con
lo cual se encendió
en los nativos el odio a España y se fomentó
la independencia.
España se avergonzaba de s! misma. Decía Castelat: «No hay
nada más espaotoso, más abominable, que aquel grao Imperio
Español, que era como un sudario que
se extendía por el plane
ta». De España salió, dijo Maeztu, la separación de América.
En los camarotes de los barcos españoles viajaban los libros de
1153
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la enciclopedia. Para los Borbones las Indias dejaron de ser pro
yecto evangélico o misión para convertitse en codiciable patri
monio.
La ruptura se produjo, no porque fuese odiado el gobier
no español, sino porque el gobierno había dejado
de ser español.
Generaciones sucesivas de españoles
se fueron educando en la
vergüenza de ser español, en la envidia a la Francia revolucio
naria y
en la ignorancia de la gesta americana. En las guerras
de
la independencia los hispano-americanos combatieron por los
principios españoles de los siglos
XVI y XVII. Hoy, los hispano
americanos bastardos solo tienen dos señuelos: la Rusia
Sovié
tica y los Estados Unidos, aquélla para las masas, éstos para los
políticos y los economistas: o el culto a la revolución o el culto
a
la materia y al bienestar. Solo se encontrarán a sí mismos,
cuando retomen a
•us raíces, cuando retornen a la Hispanidad.
Ep!loga.-El Presidente de Argentina Hipólito Irigoyen con
sagró el día de la Raza el 4 de octubre de 1917 por Decreto del
PEN con estas palabras:
. «El descubrimiento de América es el
acontecimiento de
más transcendencia que haya realizado la hu
manidad a través de la Histopa. Se debió al genio hispano
efemérides tan portentosa, cuya obra no quedó circunscrita al
prodigio del descubrimiento, sino que lo consolidó con la
con
quista, empresa ésta tan ardua y ciclópea, que no tiene términos
posibles de comparación
en los anales de todos los pueblos. La
España descubridora y conquistadora volcó sobre
el continente
enigmático y
magn!fico el valor de sus guerreros, el denuedo de
sus exploradores,
la fe de sus sacerdotes, el preceptismo de sus
sabios,
las labores de sus menestrales, y así obró el milagro de
conquistar para
la civilización la inmensa heredad en que hoy
florecen las naciones,
a las cuales ha dado con la levadura de su
sangre y la armonía de su lengua, un herencia inmortal, que
debernos afirmar y mantener con jubiloso reconocimiento».
Así hablan los hijos legítimos de aquella España Imperial,
madre de naciones, patria de patrias.
JuLIÁN GIL nE SAGREDO
Uscatescu, George: PROSPETTIVE ESTETICHE
EUROPEE
(*)
Jorge Uscatescu ha recogido en este libro un conjunto de
ensayos que muy bien pueden definir el sentido y la profundi-
(*) Japadre editore, L'Aguila-Roma, 1987, 227 págs.
1154
Fundaci\363n Speiro