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Número 299-300

Serie XXX

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Seminario «Los derechos humanos y la genética»

SEMINARIO
"WS DERECHOS HUMANOS Y LA GENETICA"
Los días 25 a 30 de septiembre de los corrientes, visitó México
nuestro amigo el doctor José Miguel Serrano a fin de participar
en el seminario «Los derechos humanos y la genética». Dicho se­
minario fue organizado por la Comisión Nacional de Derechos Hu­
manos,
por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
y por el Centro de Investigación sobre Ingeniería Genética de la
misma Universidad Autónoma de México. La sede del misfuo fue
este último
centro en Cuernavaca. El profesor de. la Coniplutense
había
sido invitado a través del Instituto de Investigaciones Jurí­
dicas de la UNAM en su calidad
de reconocido experto en mate­
ria de bioética, tal como acredita en su calidad de autor del libro
Cuestiones de Biaética recientemente publicado poi la editorial
Speiro.
Su aportación era considerada fundamental en cuanto se
trató
del único bioético en sentido estricto invitado a un seminaricJ cu­
yos objetivos primordiales eran «difundir los conceptos científicos
más recientes sobre
la genética hnmana, su uso, abuso o no uso y
aquellos riesgos de violación de · los derechos hnmanos» e «iné:te-­
mentar el conocimiento en la comunidad científica sobre el dere­
cho a la información; a la confidencialidad y la no discriminación
en el uso de la metodología científica», tal como los describió d
doctor Francisco Bolívar Zapata, director del Centro anfitrión y
reciente premio Príncipe de Asturias de las Ciencias.
En su primera intervención, sobre el tema «Aspectos jurídi­
cos de
la Bioética», el profesor Serrano se centró en la necesidad
de diferenciar dentro del ámbito bioético entre el aspecto estricta­
mente jurídico, ético
y político. El objetivo no era sólo liberar al
aspecto jurídico de indebidas intromisiones desde otros campos,
sino también excluir el aspecto moral de la dictadura de
la acción
de los comités éticos estatales,
tal como había señalado el comité
de ciencia y vida del reciente encuentro
de Cracovia.
En su segunda intervención, en la mesa redonda «La inter­
vención genética, ¿propiedad privada?», el profesor Serrano tuvo
ocasión, con su habitual ironía, de puntualizar algunas de las afir-
Verbo, núm. 299-300 (1991), 1379-1380
1379
Fundaci\363n Speiro

mociones que se habían realizado durante el seminario tendentes
a justificar el aborto eugenésico. Así, frente al pretendido derecho
de nacer sano, esgrimido en el colmo del cinismo como justifica­
ción de la abominable práctica aludida, el profesor Serrano
seña­
ló que «no parece posible concebir un derecho de un sujeto que
consiste en que éste pueda ser eliminado por un tercero sin
con­
tar siquiera con su consentimiento». En idéntica línea insistió en
que la información genética, que no es propiedad privada, sino
parte de la intimidad de
la persona, no debe ser utilizada en nin­
gún caso en perjuicio del paciente, quedando los médicos sujetos
en este tema como en tantos otros al secreto profesional derivado
desde el juramento hipocrático.
Constituyó para nosotros una gran alegría que el profesor
Se­
rrano, gracias a la invitación del doctor José Luis Soheranes, pu­
diera poner una pica en uno de los centros del pensamiento lai­
cista mexicano, demosttando la superioridad de nuestros argumen­
tos en
un debate cordial, pero muy sincero. El profesor Serrano
tuvo
ocasión de reiterar sus argumentos ante las cámaras de la
televisión mexicana, que le entrevistó ante el interés despertado
por su intervención. De esta forma, sus argumentos pudieron
al­
canzar una audiencia más popular que la científica del Instituto.
A pesar de su breve estancia en nuestro país, el profesor
Se­
rrano tuvo ocasión de intervenir con sendas conferencias en la
Universidad Iberoamericana y en la Universidad Autónoma Beni­
td Juárez, de Oaxaca, donde volvió a ser entrevistado por la tele­
visión local y donde pudo disfrutar de la tradicional hospitalidad
de esta tierra, que si
es patria chica del Presidente de las leyes de
reforma, también
lo~· de José de Vasconcelos. El día 30 despedi­
mos
al profesor Serrano recordando sus palabras: «hay que venir
aquí para comprender
por qué Vasconcelos osó decir: "Por mi
raza hablará el Espíritu .Santo"».
CARMELINA BARAHONA
1380
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