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Número 305-306

Serie XXXI

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Discurso de Julián Gil de Sagredo [San Fernando 1992]

FESTIVIDAD DE SAN FERNAND.O 1992
No obstante, la nuestra es una lucha en la que la 'Dictarla final está
decantada desde el principio, pues como católico no
me cabe la menor
duda de
q_ue .al final de los tiempos será -Cristo .quien venza. No obs~
tante, esta realidad no legitima . posturas superficiales o de falta de
compromiso; de nada
siroe quedarse impasibles ante lo que acontece
confiando en que
Cristo triunfante vendrá a hacer nuestro trabajo.
Po, mi juventud y mi inexperiencia, no soy el más apropiado para
dat consejos a nadie y mucho menos a tan selecto auditorio, pero creo
que resulta e'Oidente que nuestro trabajo y estudio es fundamental para
conseguir 'dia a día que Et reine. No cabe duda de que hemos twan.;
zado bastante: entre los moti'Oos de 'Oerdade,a alegria a que hacia
referencia hace
un rato tenemos entre otros el de haber celebrado
este año ni más
ni menos que la XXX Reunión de amigos de la Ciudad
Católica. Treinta años de trabajo
y de ilusiones. Treinta años en tos
que por
nuestro lado han pasado muchos de los grandes maestros y
pensadores de quienes todos hemos aprendido algo. Treinta años de
una
re'Dista que. sin duda. es una de las m6s serias y ricas de todo el
panorama intelectual español
y también internacional. Pero no basta
con
eso, sino que realmente hace· falta mucho más, que nos formemos
y
ayudemos a los demás a formarse, que prosigamos con entusiasmo
en nuestra labor aunque 'Vayamos contra corriente· y sobre todo que
no
ol'Didemos nuestra misión en este mundo y el sentido que deb·e
tener todo lo que hagamos. Se suele decir que en una empresa to· más
dificil
es comenzar, ya que luego viene todo rodado; en nuestra
particular empresa de lograr el Reinado del Sagrado Corazón de Jesús
no cabe esta reflexión, pues lo difícil
es permanece, fieles a un ideal
sin decaer en et empeño
por ad'Dersas que sean las condiciones a las
que haya que enfrentarse. Creo que
es este et único camino para logra1
lo que nos hemos propuesto: por
un lado el traba;o constante que,
callado en muchas ocasiones pero con
'DOZ fi,me y contundente en
otras
1 abone la sociedad, desde ta· familia y el ámbito de influencia
de cada uno, para que en ella germine ta Pataba que Otro sembró.
Por otro _ ta oración y et perfeccionamiento indi'Diduat que hagan de
nosotros dignos representantes de aquello en lo · que creemos.
Ya
te,mino. Sólo espero de corazón que estas palabras os animen
a continuar con esta
labor que nos hemos trazado y a la que en buena
medida hemos consagrado
nuestra fJida, pues es nuestro deber como
católicos y españoles. Que San Femando nos ayude y que Dios Nuestro
Señor nos lo premie.
DISCURSO DE JULIAN GIL DE SAGREDO
Queridos amigos:
Aunque la figura de San Fernando es polifacética, ya que fue gue~
rrero, conquistador, gobernante, fundador, etc., creo que sobre todos
esos
titulas resalta su condición de político, por cuanto el bien común,
objeto de la política, es el que tuvo presente San Fernando en sus
guerras, en sus conquistas
1 en _sus fundaciones y en su gobierno en
general. Y como la
f'irtud piapia det político es la prudencia, os 'DOY
a hablar esquemáticamente -sobre ta prudencia en abstracto desde el
punto de
'Dista doctrinal y sobre ta prudencia en el caso concreto de
San Fernando desde el punto de 'Dista pragmático.
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FESTIVIDAD DE SAN FERNANDO 1992
Entre las cuatro 'Dirtudes ca·ráinates, prudencia, justi'cia, ,fortalesa y
templanza, ta prudencia es como ta reina, bajo cuya dirección actúan
tas otras tres: ta justicia legalista adquiere el eq·uitibriv de la equidad,
la fortaleza se ejerce en tiempo y forma debida y ta templanza se
mantiene dentro de sus propios limites sin i1Scurrir en excesos ni en
defectos.
Santo Tomás dedica al
trCltado de la prudencia nue'Oe cuestiones
en ta
Summa Theologica, 11·11'". Recogiendo ta quintaesencia de· su
doctrina en los aspectos que
hoy especialmente nos interesan, podemos
. adelantar que la sindéresis ·
y la prudencia son dos formas de coffoci·
miento referido a la acción humana: pero mientras la sindéresis--oers'a
sobre los principios remotos que deben inspira, nuestra conducta; la
prudencia se ocupa en
sacar de esos priiicipios conclusiones prácticas,
aplicables ti cada caso concreto. La sindéresis promu.tga la ley natu1'al
en nuestro co,azón, la prudencia ajusta Y amolda esa · 1ey natural · a
las
di La prudencia es, pués, una forma de conociniiento referido a·._ ta
acción humana, que se
cara'cteriza por extraer conclusiones prácticas
de los principios remotos morales que ·enseña la sindéresi~.
Prudencia política, la más perfecta er,tr;e las di'Versas espt:cies de
prudencia (S. T. II-Il"•.S0.2), será entonces la que tiene por ob;eto .ta
acción. potitica, .es decir, la acción conduce1',té ·a promo't).er et bien co­
mún de la sociedad.
En la prudencia política, at combinar la acción .de dos facultades,
la intelectual y la-'O.oliti'Va, podemos considerar sus cualidades en ·,a­
.zón de las tres dimensiones que debe abarcar: la dimensión del pasado
exigirá memoria como punto de referencia para 'Oalorar el poroenir:
la dimensión del presente exigirá agüidad mental para captar con ra­
pidez los pros y los contras de las circunstancias concu"entes _ y cir­
cunspección para
ponderarlas en su· fusta medida; y

. .
la dimensión · del
futuro exigirá cautela para eoitar los obstáculos y . prooidencia· para
pre'Der et futuro y ordenar tos medios hacia el fin o meta que s~ per­
sigue.
La prudencia politica, ornamentada: con tales atributos _cognosciti­
'DOS y fJoliti'OOS, se halla en condicion_es de atender y p,omooer con
eficacia el bien común de la sociedad, bien común
que -radica en et
binomio
AUIORIDAD-LIBERTAD. Para que haya Autoridad, tiene qu.e haber
orden, ferarquia
y, por tanto, un Principio de unidad; y para que haya
libertad,
tiene que haber posibilidad de opciones distintas, es decir,
pluralismo
y 'Dariedad y, por tanto, un Principio de multiplicidad. En
último término, pues, el problema de ·AUTORIDAD-LIBERTAD, se desdobla
en el problema de lo uno
y to múltiple, de ta unidad que exige et or­
den social y de la multiplicidad que exige· ta sociedad. En ese equili­
brio entre Autoridad y Libertad, que elude tos dos extremos, lil· tiranía
por exceso de autoridad y la anarquía por exceso de libertad, radica,
como os
decía anteriormente, ta salud potitica de la «ci'Vitas».
Vemos, pues, c6mo el bien común es ante todo el bonum morale,
el bien moral del cuerpo social, su armonia, su sentido de solidaridad,
la concordia entre sus miembros, la estabilidad, ta seguridad en tas
relaciones sociales, de que habla ta
enciclica reciente Centesimu.s
annus. Sobte la base y fundamento de ese bonum IIiorale se podrá
después edifica, la prosperidad material, et
desarro-tlo, et progreso, etc.,
es
decir, el bonum. phisicum.
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FESTIVJDAD DB. SA!'[ FBRN,ANP.O. 1992.
La pruden,:;i:a politi_ca,, co_m_o _'Dirtud. cardinal,. promo'Derá _et bien co­
mún ._de., _mane,á ,Pr.4enada. qter,diendo .en .prlmel' .lu&ar, a Ja unió~,
cofJf;ord-ia _y armonfa .del · cµerpo_ s_ociat, .es det;if~-at b9num morale, y
en segund.9· lug4J.X, al _des"ar_rotlo_ Y. p,:Ogii?sO. ~al.erial, a! bo1;111?1 phsicum,
áerl'oación -normal del. orden_ moral. _ .
Frente a la prudencia política verdadera ·surge su contrafiguTfl,-la
falfa _pr,udencit;z, qu_e .. actúa; tot'cidamente al serotcio de intereses _pa,...
ti-culares . opuesto$_ al pien · co_inún y re~e el nombre de a~_tué:fa. S~
t;le'Oan:,,o_~ ta astucip a no,:m(!-de gobierno y lfi ;u_stificamo_s como doc­
trina poli(ica,: hallaremos en _El .Príncipe de:. Mq.quia'Delo su prototipo
i-ttmortal. _Desde 'IJ.aquiavelo, . ta ¡iotítica, despro'Dista ~ fundamento
moral,_ .se_ considera caTnO _una tééflic·a, éom_o ·un ' arte. 'Datorabtr en_ ex­
c/f#Í'Oa
__ ., pOr _ta utilidad o provecho qt{-e pu~áe reportar. Considerada,
entánces,· la politica_ como categoría· de lo ftá~tiblé, _se 'Dalorará no por
su,-bondad i"ntrfns.eca _y moral,_ sino por sus resulttt4os externos_)' por
los exitos técnicos ori~ntados exclusi'Damente_ (lacia et bonum phiSicum.
Deja
de. ser. en:s agi:t,ile par~ transforniar!e en ens factibile, deia de
ser ·producto de ta p_rudencia paTa cón'Deftirse en producto -de .·ta· astu­
cia. Sus atributos ser¡;ín _ la sagacidad, la perfidta, la tnarrulterla; ta
treta,
la .artimaña, la Zorrería.
Vot'Oamos
ah_ora la vistá a Sa11, Fernando para contemplar tealízada
en lá práctica la prudencia _ poUtica que Os he presentado como doc­
trina: En la trayectoria histórica de nu'estro santo Rey, podemos dis­
tinguir
unos episodios de carácter_ d'Oil y otros de caTácter miUtar.
Entre
los primeros sob_resalen la futidación de la Uni'Oetsidad de Sala­
manca1 las _catéi:trates de Burgos y Tóledo cuya: construcción inició, ta
_traducción
al romance del ·Fuéro_ · Juzgo que ordenó y la· unificación
de la Legislacfón que proyectó y· __ (Jue llevó a término su hi;o Alfonso X
et Sabio en-Las Pártidas. Esas· -realizaciones de carácter ci'Dil demues­
tran ta -j,ffldencia ·politica ·en· SU faceta ·pf()f}idencialista, pre'Disora del
futuro, que orientó hada la cultura en ta Uni'Dersidad, hacia el culto
a
Dto's en templos dignos de tan alta Mafestad, _ y hacia la base de la
comJivenéia social en las Leyes y et Derecho, Cultura, .-Religión y De".'
recho, tales fueron los fundamentos de su reinado y los fundamentós
en ·que: quiso cimentar ·et-reinado ·de sus sucesores. Hay otros episodios
en ta ·'Oida de San Fernande de0 ,cafácter militar,-tales como la gf:1-erra
sostenida contra· su padre-Alfonso --IX de: León -y tas conqui"stas de los
reinos de Se'Villa, Córdoba . ,r· Jaén .. En· ellos la,, prudencia .se rev-istió
de· justicia, o me;or. dicho, la prudencia. fue justiciq,: en la -guerra con­
tra su padre para-e'Ditar.ta,usu,pación-del reino.d·e.-Castilla que per­
tenecía. a .-su madre: doña Berenguela y en tas guerras contra tos ·árabes
par'! -recuperar .los territorios
que ellos habían usurpado y detentado
durante siglos -contra -todo Derecho".
Coma· podemos comp1ob.ar, tanto en paz como en guerra, quedó
plasmada .en San
Femando .Rey la 'Verdadera prudenda política, 'Dir­
tud cardinal,, guía y di-rectriz de las otras tres 'Virtudes cardi',zales;
justicia
en· su gobierno, fortaleza· en_ sus empresas gue"eras. y tem­
planza en todos sus actos, tanto -de orden ci'Dil como militar. Y el ori­
gen .de esa -prudencia politi-(:a,. su C(!usa efit;iente> el principio que la
'DitaUzó, la "forma que. la esp,~cific4, perfecci"onó y _e1e'D6, fue la-santid.adi
Femando 111 et-_ Prudente, el gran militar, el gran conq_uistado,,, et gran
fundador, el gran
.gobernante,-el gran. politico, et_ "gran Rey,_ fue ante
todo y sobre todo· el GRAN SANJO.
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