Índice de contenidos

Número 307-308

Serie XXXI

Volver
  • Índice

Gorbachov y el terrorismo internacional

GORBACHOV Y . EL TERRORISMO INTERNACIONAL
POR
ANGEL MAESTRO :M.ARTÍNEZ
Ha causado asombro -generalmente siempre entre los mis­
mos-la salida a la luz de tan s6lo una parte de los documentos
secretos del
P..;,tido Comunista de la URSS. El hecho de que el
inefable «Gorby» prestase su
apoyo a grupos revolucionarios ·y
terroristas como ETA o IRA, por citar sólo dos casos mucho más
interesantes, sobre todo el
primero, para nuestros lectores que la
ayuda prestada a
terroristas somalíes, etíopes, malgaches, etc.
¿ C6mo es posible, se preguntan los tontos útiles de siempre,
tal cosa? Sin duda, debe haber algún error, alguna exageración.
Mijail Gorbachov, el hombre recibido eón tal entusiasmo en Es­
paña, y que en
cuantas o2asiones 'se ilecesitasé conde11aba la furia
ciega
de los asesinos terroristas. El político· que quería olvidar
los crímenes de
las: URSS como impulsora de la represión más
feroz
de la historia. El nuevo lider que traía la faz de un socia­
lismo democrático y
de rostro humano, antítesis de uri estalinismo
feroz. El premio Nobel
de la páz. El dirigente acogido con cariño,
cuando
no con casi histeria en 'la decadente España de los 90.
No puede ser, tal
lider político, tal figura amante de la paz,
y de la humanidad, nd podía cometer semejante abeiraci6n,. a la
vez que manifestaba abiertamente su talante liberal y democráti­
co; no podíá alentar y sostener a los impulsores del atentado y
del crimen.
·
Por eso, porque rio puede ser, y porque la mentalidad espa­
ñola, actual, plenamente sumergida en el sistema de alienación total
que vuelve
la espalda a la realidad cuando ésta no es acorde con
el pensamiento del momento,
la noticia hir tenido sólo algún re-
lieve en 'los medios informativos. · ·
Verbo, núm. 307-308 (1992), 907-912
907
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO MARTINEZ
Desde luego en los afines totalmente al sistema, no ya bol­
chevique, perd si marxistas, casi ninguna repercusión. Es natural,
tal prueba que
no afirmación, sólo sería útil para mentes reaccio­
narias, cuando
«fasc:istas». Pero incluso en medios no totalmente
a~ordes con la ideoÍogía sociaÍista, sino propiedad' de empresarios
y financieros burgueses, la noticia ha tenido un relieve, no míni­
mo desde luego, pero poco acorde con la importancia de
la misma.
Si la mayoría de
los comentaristas políticos no marxistas, pero
si alienados por el sistema liberal
partitdcrático, hubiesen leído
siquiera algo sobre. Lenin, su vida, su obra y sobre marxismo-le­
ninismo desde octubre.
de 1917 hasta nuestros días; si hubiesen
mínimamente tan siquiera,
no ya estudiado, ni le!do, sino sólo
ojeado
Id que era el marxismo-leninismo, verían con claridad ní­
tida, que cuando Míjail Serguievich Gorbachov, cual nuevo Jano,
por un lado
alababa la democracia occidental, la paz, la condena
al
terrorismo,y con la otra apoyaba a los movimientos terroris­
tas,
no hacía más que lo que debía y sabia hacer.
El bueno de «Gorby», y así lo he manifestado en
Verbo en
cuantas ocasiones he tenido,.y
.en cuantos foros intelectuales, pe­
riodísticos, divulgativos ha habido ocasión, era
un genuino pro­
ducto marxista-leninista.
Ahora, la realidad de los hechos da por Id menos la triste y
magra satisfacción al. comentarista, de saber que aun contra la
opinión conformada pór el sistema y dominada por el mismo, el
estudio desapasionado,
y la aplicación de la fría lógica y de la ra­
zón iban encaminadas hacia la verdad objetiva.
Existen testimonios abrumadores en la vida y obra de Lenin,
de su practicismo a ultranza,
de· su acoplamiento a la realidad y
las circunstancias. Todo para Lenin, y después para sus discípulos,
era instrumento
. de lucha. Lo que servía para sus intereses era
bueno.
De no ser así era malo. Tan simple, tan c!nico, tan des­
provisto de toda moral. Claro que se trataba de
la «moral bur­
guesa». Al igual que Lenin en los albores de la revolución prometió
a
los campesinos todo 16 que estos querían oli, y de esta forma
consiguió el poder, para con
el mismd, hacer lo que el quería,
908
Fundaci\363n Speiro

GORBACHOV Y EL TE.1_1..,JtORl~ll(O _INTE_RNACIONAL
Mijail Gorbachov, como perfecto Jeoioista. dijo .a)os, occidenta­
les toclo lo que los mismos querían oír,
Los
ddcumentos secretos del partido comunista de la URSS,
sólo en parte abiertos todavía, demuestran la política de la falacia,
del engaño gorbachoviano, por tanto, leninista.
De dichos docu­
mentos se deduce como el «Gorhy» pacifista tan querido a ios po­
líticos y
a
los medios occidentales, logró prolongar la guerra de
Afganistán durante
cinco años, o sea, tres años más de lo que
los pretendidds
expertos comentaristas de prensa decían.
Prolongó la guerra vendiendo a
lós capitalistas 200 .toneladas
de oro, diamantes y metales preciosos, para financiar
las matan­
zas de poblaciones civiles en Afganistán.
En 1990
todavía, facilitaba material militar al gobiertÍo tite~
de Kabul, mientras en los foros internacionales afirmaba su vo­
luntad de pacifismo y de búsqueda de soluciones negociadas.
A principios de 1991, bajo
la autorización directa de Gorba­
chov, el Comité para la Seguridad del Estado, KGB, en algún
lugar del Atlántico, entregaba dinero, armamento y materiales
se­
cretos por barco, a responsables de ETA y del IRA. El KGB,
necesitaba para ello, así
como para la financiación de otras ero'
presas
terroristas, la autorización del Po1itbutó, y, por tanto eil:·
presa, del mismo Gorbachov.
«Gorby»,
criatura formada baj9 )os. a¡¡spicips . de . Andropov,
desarrolló hasta límites aún
más perfeccionádos la intoxicación, en
la que este
era maestro incliscutible. Esos políticos y comentaris­
tas occidentales de increíbles tragaderas, continúan
más empeci­
nados si cabe en su error.
Olvidando, incluso ante las pruebas que los dirigentes rusos
les están presentando, que les ha engañado y mentido de forma
continua y sistemática como lo que es y ·ha sido siempre: un
aventajado leninista.
Ahora, en junio de 1992, sus adlátares
extranjeros, que no
rusos quienes le conocen y

a quienes
no engalió, le nombran. en
Río de
J aneiro presidente de la Cruz Verde, símbofo de la pro­
tección de la naturaleza·
en la tierra.
909
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO MARTINEZ
¡A Gorbachov! Al hombre que acelerando la obra de sus ,an­
tecesores Jruschov, Breznev, Andropov, Chemenko, ha destruido
y atacado
la hoy en Occidente casi sagrada ec;ología, destruyendo
en proporciones inimaginables
los ríos y los, lagos de la URSS,
desecando el mar de Aral, destruyendo los bosques siberianos,
aniquilando la fauna y las especies vegetales, alterando la natu­
raleza en proporciones
desconocidas, lX>Ostruyendo las en Occi­
dente odiadas por los progresistas, centrales nucleares .. Pero sin
la seguridad de las mismas en Occidente, sino fruto de la in,pro­
visación y ]a reducción de gastos de seguridad que llevaron a
desastres como el de ChernobyL Cuando según confesión de
las
autoridades rusas existen no sólo en la ex-URSS, sino en los an­
tiguos países socialistas más de. cincuenta centrales semejantes
con sus · defectos estructurales gravíslm0$.
Los seis años de pod.,;, de Gorbachov:, ,unido. a sus do.ce años
de pertenencia al Politburó priniero de Breznev y luego de An­
dropov, han hecho que un tercio de la ex-URSS y satélites, su&a
los efectos gravlsinios de su desprecio y de su mofa de la política
de polución nuclear así como de las aguas. El fracaso y .el desfon­
darniento . del movinúento comunista mundial inspirado y alentado
por
la URSS, ~e ha producido a pesar y en co;.tra de Gorbachov.
Hasta el
últhno momento mientras «Gorby» sonreía a los occi­
dentales, fo=taba el terrorisl)lo en' España, en hlanda, en. Nica­
ragua, en El sj¡¡vaclor, en Angola, en Perú .. ,.
Gorbachov incluso en una . maniobra que pone una vez más
de relieve su perfecta hipocresía, su . practic;ismo leninista a ul­
tranza, se ha desligado de los que fueron sus subordinados y
amigos ayer.
Con ,desfachatez increíble, en otros, peto lógica en un verda­
dero marxista-leninista,
el antiguo subordinado de Gorbachov,
Valetin Kuptsov, antiguo secretario del Comité Central PéUS,
protesta contra la disolución por Y eltsin
-antiguo apa;atchik
ta!Dbién, no lo olvidemos--del partido CO!Dunista, acusa a los
dirigentes rusos con estas' palabras· monumento a 'la desfachatez
en un
comunista: «Una formidable desinformación asalta hoy la
sociedad ... No solamente un terror moral, sino un terror físico
910
Fundaci\363n Speiro

GORBACHOV Y EL TERRORISMO INTERNACIONAL
se práctica hOy contra los comunistas de base». Los comunistas
reunidos casi clandestinamente arrojan la responsabilidad del
de­
sastre sobre el antiguo Comité Central.
«Gorby»
se aparta como apestoso de los antiguos compañeros
y subordinados
y habla en sus visitas internacionales en los foros
norteamericanos y europeos, en sus conferencias y ·viajes esplén­
didamente retribuidos de los errores del comunismo y de su des­
viación de la sociedad. No se sabe que es más asombroso si su
hipocresía y cinismo, o fa estupidez congénita de «intelectuales»,
politólogos
y periodistas occidentales.
Los «tontos útiles» -según la frase atribuida a Lenin-han
pagado a Gorbachov cinco millones de dólares en su visita a los
Estados Unidos, para que les dijese aquello que querían oír. De
un
personáje que siempre mintió a Occidente tal Io hicieron sus
antecesores, desde Lenin. Pronto se sabrá, cuando se puedan pu­
blicar algunos, solamente algunos,. de los documentos secretos del
KGB
y del PCUS, que los golpistas de agosto de 1991, contaban
con Gorbachov pata su triunfo. También que, en el momento del
golpe,
cientos de cuentas secretas fueron situadas en instituciones
financieras de Suiza, de Alemania, de Gran Bretaña, de
los Estados
Unidos. Cifras que suponen cientos
.de millones de dólares, sólo
en
ord y platino, fueron situadas fuera de Rusia, procedentes de
los fondos del partido comunista ·y del gobierno, en esos días.
De
tanto repetir con marcado carácter irónico la frase de «oro
de Moscú», llegó a constituir sinónimo de
rettógados, nostálgi­
cos fascistas, para los que defendían que el origen y la financia­
ción de los
pattidos comunistas occidentales, estaba en el PCUS
y, por consiguiente, el control de lo~ mismos. .
·
Después del desfondamiento del comunismo . en la ex-URSS
se multiplican las revelaciones y los datos de las ayudas financie,
ras cuantiosísimas que los· comunistas soviéticos proporcionaban
a sus homólogos occidentales. Y no sólo la URSS, sino la modesta
Bulgaria, en el cumplimiento del papel asignado por Moscú, entre­
gaba cientos de millones de dólares a la causa de la subversión
mundial. Según los datos que ahora
se conocen bajo las órdenes
de Gorbachov
se ayudaba a 98 pattidos comunistas pertenecien-
911
Fundaci\363n Speiro

ANGEL MAESTRO 'MARTINEZ
tes a. 80 países. Los principales benefidarips eran el PC {rancés,
el de los Estados. UnidC!s y lél.s de. Finlandia. e Israel. En España
el PCUS ayuda tanto al Partido cOll;lunista de los pueblos de Es­
paña, como el PC «ortodoxo». Así, basculando su ayuda en de­
terminada·
dirección, podía amenazar .al PC oficial si se desviaba
de·la líne4 prescrita .. Según los .últimos datos, una de.las últimas
ayudas, entregada
por Zagladin a Ignacio Gallego, fue valorada
en unos 100.000 dólares.
Los proveedores de fondos, pertenecientes al KGB, recibían
una maleta que contenía
la subvención acordada en dinero líqui­
do, según Mijail Llubimov, · que fue encargado de transportar
estos fondos.
Mientras.
tanto Gorbachov 11egaba una vez y otra, que · la
URSS
apoyase a ni11gún político económicamente. Y para los que
no querían oír, a pesar de que lo estaban oyendo, decía en una
conferencia de prensa, en compañía de Miterrand:
« ... Si se piensa
que· vamos a renunciar al socialismo, que renunciaremos al poder
popular,
se equivocan. Hace falta que todo el mundo lo compren,
da
... · Queremos dinamizar el socialismo ... ».
Perfectamente
por sus heéhos pocÍrá repetir Gorbachov, la
frase de Len.in: « ... Pensad en lahurguesía o en la democracia,
si lo preferís. Está condenada
.. Si la destruimos no hacemos otra
cosa
que realizar un inevitable proceso histórico».
Ahora
el demócrata liberal «Gorby», ha recaudado s6lo en
unos días 5 millones de dólares en los Estados Unidos, eo su gira
como conferenciante.
Si se le intenta procesar en la actual Rusia,
por su pasado,
por sus obras. y por sus hechos, no hay duda de,
que gran parte de· los políticos y · los «medios» . occidentales pon­
drán el grito en .el cielo, pidi~ndo por ese «gran homhre». A no
ser que ocurra algo inédito podrá estar tranquilo Mijail
Serguievich
de que .sobre él no planeará la sombra de un· nuevo Nüremberg.
912
Fundaci\363n Speiro