Índice de contenidos
Número 331-332
Serie XXXIV
- Textos Pontificios
-
Estudios
-
Quas primas (Meditación de un filósofo)
-
En torno a la «cuestión democristiana»
-
Cuestión católica y cuestión democristiana
-
La Democracia Cristiana italiana y el aborto: una verdadera traición
-
La incógnita rusa
-
El nuevo orden mundial
-
El fracaso de los derechos humanos y su protección en el ordenamiento jurídico español: el paradigma del aborto
-
Un luminoso ejemplo de filosofía de la historia aplicado a Hispanoamérica. José Vasconcelos: ¿Por qué perdimos?
-
La polémica Ramière-Canga-Argüelles en torno a la Unión Católica
-
La familia: diecisiete años después
-
-
Actas
-
La familia. Crónica de la XXXIII Reunión de amigos de la Ciudad Católica
-
Homilía del P. Agustín Arredondo [XXXIII Reunión de amigos de la Ciudad Católica]
-
Homilía del P. Manuel Martínez Cano [XXXIII Reunión de amigos de la Ciudad Católica]
-
Palabras del P. Victorino Rodríguez, O. P. en el acto litúrgico final [XXXIII Reunión de amigos de la Ciudad Católica]
-
- Crónicas
-
Información bibliográfica
-
AA.VV.: Franquismo y transición democrática. Lecciones de historia reciente de España
-
Francisco José Fernández de la Cigoña y Estanislao Cantero Núñez: Antonio de Capmany (1742-1813). Pensamiento, obra histórica, política y jurídica
-
Miguel Ayuso Torres: La filosofía jurídica y política de Francisco Elías de Tejada
-
Juan A. Casaubón: Historia de la filosofía
-
Alberto Boixadós: El nuevo orden mundial y el movimiento de la New Age o humanismo cósmico
-
Patricio H. Randle (ed.): Ante el colapso de la educación
-
Luis María Sandoval Pinillos: La catequesis política de la Iglesia
-
Autores
1995
Francisco José Fernández de la Cigoña y Estanislao Cantero Núñez: Antonio de Capmany (1742-1813). Pensamiento, obra histórica, política y jurídica
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
Francisco José Fernández de la Cigoña y Estanislao Cantero
Núñez: ANTONIO DE CAPMANY (1742-1813).
PENSAMIENTO,
OBRA IDSTORICA, POLITICA
Y JURIDICA
(*)
Esta obra está llena de contenidos sugerentes. Dice mucho y
de ella hay mucho que decir. Lo mismo que sus autores sobre
Antonio
de· Capmany. 'No en vano, pata todo historiador y cien
tífico de los saberes humanísticos, para cualquier persona inquieta
por el pasado y por los valores e ideas vividos y planteados en
el ayer, el. tránsito del siglo XVIII al XIX en España y Europa es
una etapa apasionante
y llena de contenidos. Son años de crisis
y eiicrµcijada, de herencia y posesi6n de lo vivido, de un nuevd
estilo y. talante, .de replanteamientos· y reformas, de obras y re
flexión,
El lector fácilmente advierte cómo don Antonio de Capmany
vivió la ctisis del llamado
.c...a posteriori-«Antiguo Régimen».
Sabemos que
Ulla de las fases de esta ctisis concidió con la trá
gica guerra
porla Independenpa que tanta huella dejó en la mo
narquía, en todo el pueblo español; En estas circunstancias de
máxima
tensió~, cada español, .fuese ilustrado, o no, perteneciese
a
uno u otro sector social, fuese. de una u otra tendencia política
e ideológica, se propuso
dar, en la medida de sus fuerzas y sabe
res, lo mejor de sí mismo. Uno de estos.españoles fue Capmany.
Lógicamente,
este dar' subjetivamente Jo Jnejor de sí mismo agu
dizó la
.. tensión establecida entte las diferentes concepciones reli
giosas, del hombre y de la sociedad, aunque sea necesario recono
cer que
:la . mayoría del pueblo español· era católico y monárquico
de
. ver<;lad. Como . bien señalan nuestros autores, la mayoría de
la
poblaciqn sentía al estilo tradicional español.
Desde 1759 hasta 1839 los diferentes aspectos de la vida
fueron adquiriendo, por adición o susttacci6n, nuevos significa
dos y
perfiles; muchas veces inadvertidos para sus protagonistas,
pero siempre importantes
para identificar v expresar posterior
mente esta época con coherencia.
De esta manera, la vida de
Capmany (1742-1813) se injerta en
el seno de una época prepa
ratoria y prelitninar de grandes acontecimientos desarrollados
en
tre 1808 y· 1840, fecha esta última que marcará el triunfo del
liberalismo en el Estado y en ciertas élites y sectores sociales.
La Fundación Francisco Ellas de Tejada y Erasmo Percopo
(*) Madrid, Ed. Fundación Francisco Elfas de Tejada y Erasmo Pér-
copo, 1993, 446 págs. ·
184
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION-BIBLIOG.RAFIOA
ha tenido el· mecenazgo de editat e;,te importante trabajo que
presentamos.
Su relevancia· se debe al e;,tudio de Capmany ,más
por lo que significa que por sí . mismo. Significa y refleja. una
época· cuya entidad
-reside,-.principalmente, en ser receptáculo de
un destacado ayer y
preparaci6n de la tierra donde germinatán,
posteriormente, importantes
acontecimientos que tendrán una
trascendencia en un futuro
pr6ximo.
Los autore;s¡ Fernández de la Cigoña y Estanislao Cantero,
han
dirigido muy bien sus esfuerzos dehido a la óptima elección
de su biografiado. Porque
Ant<>ni.O de Capmany fue una persona
sobresaliente en su tiempo, así
como el ilustrado peor compren
dido
Y· más denostado por sus enemigos coetáneos o posteriores
a
él. Puede decirse que, por esto último, Capmany fue una de
las
· excepciones en el variopinto sector intelectual al que perte
nócía.
Nuestros autores han reflejado muy hien cómo la· historia de
un
hombre se expresa en su obra investigadora y publicística, a
través de sus circunstancias, y en sus actuacione;,: Así -pues, Cap
many; a través de su vida y obra, fue un receptáculo de las vi
vencias y tendencias recibidas y originadas en su tiempo. Porque
no se trata de una época cnalquiera, sino de aquella que, iµientr~s
el pueblo saboreaba el pose, de la propia historia -eada vez más
lejana debido a las modas absolutistas del siglo dieciochü'--y
mientras éste· mantenía
parte . de·· la transmisión · de generaciones
hechas vida,
se mostraba inconformista y crítica ~innovadora
o bien renovadora-para agitarse de;,pués, por· diversos moti
vos,
hasta •eL extremo, Si en siglos anteriores había una íntima
compenetración entre el pueblo en. su amplio sentido
y sus élites
diferenciadas,. ahora
.se inicia una separación que se agudizará
después. Capmany perteneció a las élites y a varias de las diferen
tes tendencias que encatnaron el variopinto y complejo talante
que perfila la actuación de
los españoles· en una importante en-
crucijada de sn historia.· · · ·
El presente libro•
podía titularse, Antonio de Capmany y su
tiempo.
Afanándose por su personaje, Fernández de la· Cigoña y
Estanislao Cantero
han
· examinado cuidadosamente gran ·parte de
la historiografía. que
hace referencia a la petsona de .Capmany y su
épdca;·Ambos autores muestran claramente que, debido a·la com
plejidad y riqueza de la realidad; las etiqnetas o simplificaciones
son poco consistentes. No es de
extrañar que el estudiei en pro
fundidad de
la petsonalidad y la obra de éualquíer biografiado
~ nuestro caso Capníany-, sobrepase toda ronsiderací6n sim-
plificádora.
· <'
18$
Fundaci\363n Speiro
lNFORMA.CION BIBLIOGRA..FICA.
Nuestros autores han optado por el rigor. También han que
rido evitar sintentizar más que analizar debido a que, cualquier
síntesis, por bien efectuada que esté, sacrifica necesariamente lo
más vital y profundo de la realidad humana y social. En nuestros
trabajos de historia sobran síntesis brillantes y faltan, en relaci6n
con la época de
la Ilustraci6n, análisis concienzudos: Donde no
hay un análisis profundo
-que no quiere decir exahustivo-no
puede hablarse de un trabajo de investigaci6n en pleuitud, sobre
todo en un tema como
el de la Ilustraci6n --o ilustraciones-en
el que ha habido no pocas simplificaciones, malentendidos, e in
terpretaciones
-subjetivas siempre-- tendenciosas.
Este libro demuestra
la incorrecci6n. científica de los esteteo
tipos. Historiográficamente sigue la línea investigadora renova
dora de no pocos autores como Corona Baratech,
Suárez V et
deguer, Comellas, etc., y tantos
ottds investigadores más j6-
venes, y supera el monopolio literario, académico, publicista, y
editorial efectuado por ciertos sectores ideol6gicos.
La precisi6n
del· dato y la importancia otorgada a las fuentes documentales
primarias,
la relaci6n documental inserta en el texto que permite
al lector leet y casi escuchar -en una palabra, saborear-las
afirmaciones de Antonio de Capmany,
la gran erudici6n de la
obra,
el conocimiento de la. historiografía ... , todo ello otorga al
líbro que presentamos
el debido rigor y profundidad, gracias a
las fuentes documentales utilizadas y a la debida crítica documen
t,µ, sea hist6rica o bien historiográfica.
Todo ello permite a los autores .efectuar una riquísima
expo
sid6n, donde la objetividad es una verdadera preocupaci6n y un
reto, y donde todo
texto y afirmaci6n tiene su funci6n específica
en el conjunto de la obra. Dicha objetividad no esta reñida con
el hecho de que, con ocasi6n de la radicalidad de los temas y
planteamientos
expuestOs por Capmany, nuestros autores, en cuan
to que hombres, presenten su interpretaci6n -subjetiva en cuanto
tal-o aportación extrahistórica. En varias ocasiones expresan
su juicio sobre · 1os hechos hist6ricos · críticamente expuestos y
,comprendidos, y en donde, además de nd· ocultar o distorsionar
dichos hechos,
se difetencia perfectamente los aspectos objetivos
de la investigaci6n y los subjetivos o intetpretativos de ciertos
momentos
expositivOs. Por otra parte, antes de efectuar una crí
tica, los áutores se han esforzado, sin duda alguna, por compren
der en profundidad a su personaje, cuya petsonalidad es suma
mefite compleja debido a su dedicaci6n investigadora, a su erudi
ci6n y · a su categoría de ,pensaddr político; cuya evoluci6n y
circunstancias le han hecho
-11demás-no poco enigmático.
186
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INFORMACION BlBLIOGRA.FICA
A medida que transcurre el libro se observa que una pregunta
es el hilo conductor del trabajo: ¿cómo se define el enigma de
Capmany?, ¿quién fue realmente
Capmany?
Antonio de Capmany vivió intensamente una época de desa
rrollo económico y despertar intelectual. Epoca también de con
traste establecido, en el pensamiento y espíritu de ciertas élites,
entre el ayer y las novedades españolas y europeas del momento
histórico, así como de estudio sobre las posibilidades del presen
te. En la
época de Capmany la sociedad española vivía en una
tranquila y secular
pOsesión de realidades, instituciones y valo
res, simultánea a todo tipo de novedades. El pasado no se cerraba
al futuro sino todo lo contrario, debido a la evolución natural de
las comunidades humanas. Entre dichas
nOvedades las había acor
des con el espíritu hispánico y Otras propuestas por ciertos mi
nistros y élites, denominadas «pensahtes», que todo lo ponían a
prueba y cribaban con la
crítica -<> hipercrítica-de su razón.
La Ilustración no
sólo fue teorética sino principalmente prác
tica, y sobre todo plural y diversa. Entre los dos polos
opuillff'9s
de la Ilustración se encuentran los tradicionales menos activos y
menos reformistas por un lado,
y los ruptúristas por otro. En
unas circunstancias tales las personas
más cultas y activas en la
sociedad comenzaban tímida o abiertamente a tomar concienció
de
la nueva etapa, y a optar y decidir, social, espiritual y políti
camente, por aquellas diferentes tendencias ~nservadora, re
formista, o bien innOvadora~ que paulatinamente vertebrarán
la sociedad y
la Monarquía.
Hubo una Ilustración de élites
-intelectuales de muy diver
sa categoría, desde el maestro de gramática de una escuela mu
nicipal hasta Jovellanos o Capmany, ministros, protectores y me
cenas,
clédgos y nobles, etc.-y otra más popular como lo eran,
por ejemplo, los cabildos municipales. En general las reformas
las ideaban y ponían en práctica los que sabían
y podían. Hubo
reformas de todo tipo, unas admitidas fácilmente por cualquier
persona,
y otras sólo por una parte de las . élites o bien por una
minoría social en relación con la generalidad· del pueblo, refor
mas que además contrariában el denominado espíritu nacional.
En las diferentes partes del estudio de Fernández de la Cigoña
y Estanislao Cantero se advierte ·que la eJ
Capmany
lle~aba en su seno y reflejaba lo específico de una épo
ca que, en algunas de sus élites, se mostraba contradictoria. En
un primer momento, nuestro personaje fue el típico ilustrado in
novador que, como tal, tuvo sus preferencias por lo foráneo,
aunque· «sin el anticatolicismo militante· de los· fílásofos de allende
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INFORMACION BIBLIOGRAFICA
los Pirineos» .(pág. 80). Luego fue ferviente tradicionalista aun
que, ciertamente, mantuviese la defensa
.de los gremios durante
toda su vida.
Este cambio no fue accidental, pues «nadie se ha
impugnado tan fieramente a sí mismo» como Capmany (pág.
384 ).
Será ce! quien .ensalce ·al pueblo «ignorante» en cuanto que ello
le
inmunil!ó al contagi<;> de las ideas afrancesadas y así pudo opo
nerse con energía
y entereza ai. emperador, el ladrón de Monar
quías y de Europa. En estos momentos Capmany será un expo
nente del pensamiento tradicional y de
la revalorización de las
realidades presentes y seculares,
por ejemplo l9s gremios.
Sin embargo, Antonio de Capmany también
será un expositor
del liberalismo gaditano. Así, ya hombre
de edad avanzada, en
las Cortes de
Cádiz se mostrará como un liberal muy peculiar,
que
no satisfÍZj) ni a los tradicionalistas ni al sector liberal,. éste
bien ·coordinado y
otganizadd en torno a Argüelles, Toreno, Quin
'tana, etc. A pesar de todo, incluso en esta etapa liberal, Capmany
será· tradicionalista en ciertos asuntos temporales, y liberal en
materia de
soberanía naciQllill y de otras que de alguna manera
afectaban
a la .dimensión religiosa (libertad de imprenta, abolí,
ción
.del santo Oficio, etc.). Desde el estudio del pasado, y tam
bién en las Cortes de
Cádiz, el Capmany liberal aportó, paradó
jicamente,
la defensa de los gremios y de aquello que el centralismo
liorb6nico había
abcilii:lo en la Cataluña de .1714. También aportó
la·
explicación · de las bases -tradicionales-de la monarquía es
pañola. Según todo esto, ¿hay dos Capmany ,simultáneos en las
Cortes de
Cádiz? El conflicto de una época compleja, que arranca
de
.la segunda mitad del siglo llV!iI, queda .resumido en la forma
de
pensar, sentir y hacer aúpico, original, 'complejo y difícil de
encuadrar de nuestro Capmany.
La evolución o bien· la aparición de dichas facetas en Capma
ny se
efectuó en un breve. espacio de tiempo, entre la redacción
de, la Memoria o . l nforme. -que tanto influirá en el renovador
o ,tradicionalista Manifiesto de los., persas-, redactado en Sevilla
en 1809 y presentado a la Comisión de. Cortes de·la Junta Cen
tral, hasta 1812 en
que se reunieron las Cortes gaditanas. ¿Qué
ocurrió en este
breve espacio de tiempo? ¿Qué significado, íntimo
y personal, tu.vo la postura liberal de Capmany? Todó el libro de
Fernández
de· la Cigoña y' Estanislao Cantero es una gran sem
blanza del· personaje, una profunda exposición y comentario de
lás investigaciones y pensamiento de Capmany, y una constante
preparación' pata· el último .capítulo o. conclusión titulado: «El
enigma de Capmany» {págs, 397-421). ·
Una personalidad así bien merecía un estudio profundo y•ex·
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INFOR'MACION HlBLIOGRAFICA
tenso como el efectuado por nuestros autores. Sus desvelos in,
vestigadores, amantes de la verdad, tanto por. sí misma como por
lo que enseña -'-al estilo Capmany-, así como su dedicación,
merecen el agredecimiento de todos .los.historiadores y de los inte·
res ad
os por las realidades del ayer, proyectadas siempre y de forma
ineludible en el
futuro. Y ·cuando dichas realidades. son profundas;
y se muestran en momentos =de poso .histórico, crisis y encrucijada,
el investigador se convierte de alguna manera en el primer seriri.0
dor de la comunidad humana a la que pertenece. ·
Es en base al contenido humano y vital encarnado por Anto
nio de Capmany
cómo se pueden comprender científicamente tér
minos, sólo
aparentemente contradictorios, como tradición y pro•
greso, renovación .y tradición, tradicionalismo e ilustración, auto
ridad y libertad .... ,
o bien sinónimos
aparentes como revolución
y cambio, persona e individuo, sociedad y comunidad, poder .y
autoridad, progreso y revolución, tradición y absolutismo, etc.
Cada uno de estos términos adqúiere una diversidad de sentidos,
una pluralidad de
significados y matices, que debe ser clarificada
con la realidad histórica y no en base a categorías. filosóficas e
ideológicas construidas fuera
de la realidad. Para ell<:> no son su
ficientes las síntesis, sino que son necesarios los análisis detalla
dos, como d que presentamos.
En el estudio de Cantero. y Fernández de la Cigoña pueden
observarse varias ilustraciones,
.la existencia de una ilustración
tradicional, diversos reformismos,
la naturaleza reformista de la
tradición española,
una pluralidad de cambios, y tendencias, etc.,
de modo
que. ninguno de los citados términos se aplica de. una
manera unívoca.
Asimismo, la explicación de estos últimos exclu·
ye, como categoría «a priori», las interpretaciones terminológica&
efectuadas por la tendencia liberal, la identificación entre encielo,
pedista e ilustrado, ilustrado y liberal, reformista y liberal, liberal
y antiabsolutista y enemigo del despotismo ilustrado, libertad y
liberal, etc. Aunque
muchas veces sea difícil identificar e incluso
encuadrar a los ilustrados, políticos, y
niilitares de la época, sí es
posible hacerlo. Ellos tnismos lo hicieron aunque sus móviles in
ternos pudieron ser de índole muy diversa, Este libro es el inten
to de realizar justificadamente una mínima y abierta clasifica
ción sobre Capmany.
Aunque
se han efectuado grandes síntesis para estudiar la
Ilustración e ilustrados españoles
-síntesis que por necesidades
de método sacrifican lo
más vital y complejo de la realidad, lo
cual
es un hándicap para el debido conócimiento 'de esta etapa-,
pocas veces como en este libro se ha analizado tan pormenoriza•
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INFORMACION BIBLIOGRÁFICA
de ilustraciones, encarnados estos, precisamente -y además, en el
mismo personaje. Asimismo, pocas veces como en esta ocasión los
autores hau desarrollado tan detenidamente tanto el pensamiento
típicamente hispánico o tradicional expresado científicamente en
la crisis del siglo
XVIII, esto es, en momentos en que las modas
temáticas y de interpretación de ciertas élites iban
por otros de
rrotetos, como el funcion.....iento, los problemas, y las divetsas
tendencias manifestadas en las Cortes gaditanas.
Este libro
es casi tan polifacético como lo fue la obra de
Capmany, pues sólo quedan fueta de su estudio las «importantes
contribuciones en el campo de la litetatura y la filología» (pág.
7)
efectuadas por el biografiado. Se ha profundizado sobre el autor,
su obra y su época. Así, para enmarcar al protagonista se efectúan
varias interesantes digresiones. Tal
es la explicación sobre Olavi
de, lo que
se justifica porque «bajo su dirección colaboró Capma
ny
en el intento colonizador de Sietra Morena» (págs. 16 y sigs.);
la tendencia política y a veces la biografía de los difetentes dipu
tados tradicionales y liberales en las Cortes gaditanas (págs. 109-
114) ; la actuación en las Cortes del Obispo de Orense don Pedro
de Quevedo y Quintano (págs. 114-124, 192-195), etc.
La obra de Cantero y Fetnández de la Cigoña se divide en
tres grandes partes. La primera explica «El hombre y la historia»
en 8 capítulos (más de la mitad del libro), donde
se desarrolla la
vida
y petsonalidad del protagonista, su faceta histórica (renova
dora
y critica), sus explicaciones sobre la antigua Barcelona, su
investigación sobre los gremios catalanes, su actividad
patriota
antifrancesa, su prolija y detallada labor en las Cortes de Cádiz
(págs.
93 a 242), su agria polémica con el libetal Quintana, el
poeta, y su muette. La importancia otorgada al desarrollo de di
chas Cortes
es comprensible ya que Capmany fue «una de las
grándes figuras de las Cortes» gaditanas, en las que, a pesar de
las actuaciones en sentido tradicional,
nuestro biografiado se ma
nifestó principalmente liberal.
La etudición y abundancia de textos convierten el primer cen
tenar de páginas en un complejo peto obligado preámbulo a la
deliciosa y vibrante exposición sobre la labor de Capmany en las
Cortes gaditanas, plasmada en
41 sustanciosos epígrafes. En todos
ellos se incluyen íntegramente las largas declaraciones del tribuno
Capmany ante
la Cámara, que, según la Constitución de 1812,
eta
el titular esencial de fa soberanía. Así, a lo largo del centenar
y medio de páginas desfilan los diputados a Cortes, las diversas
tendencias políticas,
se escucha la cadencia de los discursos, se
190
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llVFORMACION BIBLIOGRAFICA
saborea la entereza del obispo de Orense ... y se patentiza la ra
dicalidad, las contradicciones, y las ideas liberales
-y también
tradicionales-del liberal y contradictorio Capmany.
La segunda
parte resulta necesaria para dibujar todos los per
files de la personalidad de Capmany.
En ella se desarrollan sus
ideas políticas, económicas y jurídicas
el). cuatro capítulos ( caps. IX
a XII, págs. 273-350), Id que completa el pensamiento tradicio
nal de Capmany expuesto anteriormente, en vivo contraste con
su final actuación liberal en las Cortes. También se exponen las
ideas políticas de Capmany, su influencia
en el Manifiesto de los
Persas, y sus ideas económiéas y jurídicas.
La tercera y última parte desarrolla las distintas interpreta
ciones sobre Capmany,
es decir, lo que la historiografía ha dicho
sobre
el biografiado. No se trata de una mera recopilación de
textos
de 58 escritores e historiadores de todas. las tendencias
sobre un personaje controvertido, sino que también incluye un
examen crítico de sus afirmaciones (págs.
357-396), níuchas veces
muy jugoso. La conclusión ( cap.
XIV) desarrolla con maestría
El enigma de
Capmany (págs. 397-421 ).
El libro termina con una relación de las 23 obras de Capma
ny, sin incluir sus intervenciones en las Cortes, seguida de 269
obras de
la historidgrafía, y un índice onomástico de 948 personas.
En suma, este libro es una important,¡, aportación historiográ
fica y documental a la historia de la Ilustración en España, de
obligada consulta
y agradable lectura. También adquiere .maestría
en
el planteamiento y desarrollo de ]o\; principales acontecimien
tos ocurridos en esa grave encrucijada que fue el cambio del
si
glo XVIII al XIX. Supone una profunda investigación sobre el pensa
miento, valores
y planteamientos de un hombre y de una época,
necesaria para comprender los diferentes acontecimientos político
jurídicos tanto de aquel momento como posteriores.
.·
No es de extrañar que esta obra haya sido gálardonada el
30 de' junio de 1992 con el Premio Elías de Teiada convocado
por
la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Nuestro
agradecimiento a los autores por sus desvelos investigadores, y
al esfuerzo editorial de la Fundación Franciscd Elías de Tejada y
Erasmo
Percopo por esta obra madura y definitiva sobre Antonio
de Capmany. De Capmany había mucho que decir, y
se ha dicho.
Josíi FERMÍN GARRALDk ARIZCUN.
°191
Fundaci\363n Speiro
Francisco José Fernández de la Cigoña y Estanislao Cantero
Núñez: ANTONIO DE CAPMANY (1742-1813).
PENSAMIENTO,
OBRA IDSTORICA, POLITICA
Y JURIDICA
(*)
Esta obra está llena de contenidos sugerentes. Dice mucho y
de ella hay mucho que decir. Lo mismo que sus autores sobre
Antonio
de· Capmany. 'No en vano, pata todo historiador y cien
tífico de los saberes humanísticos, para cualquier persona inquieta
por el pasado y por los valores e ideas vividos y planteados en
el ayer, el. tránsito del siglo XVIII al XIX en España y Europa es
una etapa apasionante
y llena de contenidos. Son años de crisis
y eiicrµcijada, de herencia y posesi6n de lo vivido, de un nuevd
estilo y. talante, .de replanteamientos· y reformas, de obras y re
flexión,
El lector fácilmente advierte cómo don Antonio de Capmany
vivió la ctisis del llamado
.c...a posteriori-«Antiguo Régimen».
Sabemos que
Ulla de las fases de esta ctisis concidió con la trá
gica guerra
porla Independenpa que tanta huella dejó en la mo
narquía, en todo el pueblo español; En estas circunstancias de
máxima
tensió~, cada español, .fuese ilustrado, o no, perteneciese
a
uno u otro sector social, fuese. de una u otra tendencia política
e ideológica, se propuso
dar, en la medida de sus fuerzas y sabe
res, lo mejor de sí mismo. Uno de estos.españoles fue Capmany.
Lógicamente,
este dar' subjetivamente Jo Jnejor de sí mismo agu
dizó la
.. tensión establecida entte las diferentes concepciones reli
giosas, del hombre y de la sociedad, aunque sea necesario recono
cer que
:la . mayoría del pueblo español· era católico y monárquico
de
. ver<;lad. Como . bien señalan nuestros autores, la mayoría de
la
poblaciqn sentía al estilo tradicional español.
Desde 1759 hasta 1839 los diferentes aspectos de la vida
fueron adquiriendo, por adición o susttacci6n, nuevos significa
dos y
perfiles; muchas veces inadvertidos para sus protagonistas,
pero siempre importantes
para identificar v expresar posterior
mente esta época con coherencia.
De esta manera, la vida de
Capmany (1742-1813) se injerta en
el seno de una época prepa
ratoria y prelitninar de grandes acontecimientos desarrollados
en
tre 1808 y· 1840, fecha esta última que marcará el triunfo del
liberalismo en el Estado y en ciertas élites y sectores sociales.
La Fundación Francisco Ellas de Tejada y Erasmo Percopo
(*) Madrid, Ed. Fundación Francisco Elfas de Tejada y Erasmo Pér-
copo, 1993, 446 págs. ·
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ha tenido el· mecenazgo de editat e;,te importante trabajo que
presentamos.
Su relevancia· se debe al e;,tudio de Capmany ,más
por lo que significa que por sí . mismo. Significa y refleja. una
época· cuya entidad
-reside,-.principalmente, en ser receptáculo de
un destacado ayer y
preparaci6n de la tierra donde germinatán,
posteriormente, importantes
acontecimientos que tendrán una
trascendencia en un futuro
pr6ximo.
Los autore;s¡ Fernández de la Cigoña y Estanislao Cantero,
han
dirigido muy bien sus esfuerzos dehido a la óptima elección
de su biografiado. Porque
Ant<>ni.O de Capmany fue una persona
sobresaliente en su tiempo, así
como el ilustrado peor compren
dido
Y· más denostado por sus enemigos coetáneos o posteriores
a
él. Puede decirse que, por esto último, Capmany fue una de
las
· excepciones en el variopinto sector intelectual al que perte
nócía.
Nuestros autores han reflejado muy hien cómo la· historia de
un
hombre se expresa en su obra investigadora y publicística, a
través de sus circunstancias, y en sus actuacione;,: Así -pues, Cap
many; a través de su vida y obra, fue un receptáculo de las vi
vencias y tendencias recibidas y originadas en su tiempo. Porque
no se trata de una época cnalquiera, sino de aquella que, iµientr~s
el pueblo saboreaba el pose, de la propia historia -eada vez más
lejana debido a las modas absolutistas del siglo dieciochü'--y
mientras éste· mantenía
parte . de·· la transmisión · de generaciones
hechas vida,
se mostraba inconformista y crítica ~innovadora
o bien renovadora-para agitarse de;,pués, por· diversos moti
vos,
hasta •eL extremo, Si en siglos anteriores había una íntima
compenetración entre el pueblo en. su amplio sentido
y sus élites
diferenciadas,. ahora
.se inicia una separación que se agudizará
después. Capmany perteneció a las élites y a varias de las diferen
tes tendencias que encatnaron el variopinto y complejo talante
que perfila la actuación de
los españoles· en una importante en-
crucijada de sn historia.· · · ·
El presente libro•
podía titularse, Antonio de Capmany y su
tiempo.
Afanándose por su personaje, Fernández de la· Cigoña y
Estanislao Cantero
han
· examinado cuidadosamente gran ·parte de
la historiografía. que
hace referencia a la petsona de .Capmany y su
épdca;·Ambos autores muestran claramente que, debido a·la com
plejidad y riqueza de la realidad; las etiqnetas o simplificaciones
son poco consistentes. No es de
extrañar que el estudiei en pro
fundidad de
la petsonalidad y la obra de éualquíer biografiado
~ nuestro caso Capníany-, sobrepase toda ronsiderací6n sim-
plificádora.
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lNFORMA.CION BIBLIOGRA..FICA.
Nuestros autores han optado por el rigor. También han que
rido evitar sintentizar más que analizar debido a que, cualquier
síntesis, por bien efectuada que esté, sacrifica necesariamente lo
más vital y profundo de la realidad humana y social. En nuestros
trabajos de historia sobran síntesis brillantes y faltan, en relaci6n
con la época de
la Ilustraci6n, análisis concienzudos: Donde no
hay un análisis profundo
-que no quiere decir exahustivo-no
puede hablarse de un trabajo de investigaci6n en pleuitud, sobre
todo en un tema como
el de la Ilustraci6n --o ilustraciones-en
el que ha habido no pocas simplificaciones, malentendidos, e in
terpretaciones
-subjetivas siempre-- tendenciosas.
Este libro demuestra
la incorrecci6n. científica de los esteteo
tipos. Historiográficamente sigue la línea investigadora renova
dora de no pocos autores como Corona Baratech,
Suárez V et
deguer, Comellas, etc., y tantos
ottds investigadores más j6-
venes, y supera el monopolio literario, académico, publicista, y
editorial efectuado por ciertos sectores ideol6gicos.
La precisi6n
del· dato y la importancia otorgada a las fuentes documentales
primarias,
la relaci6n documental inserta en el texto que permite
al lector leet y casi escuchar -en una palabra, saborear-las
afirmaciones de Antonio de Capmany,
la gran erudici6n de la
obra,
el conocimiento de la. historiografía ... , todo ello otorga al
líbro que presentamos
el debido rigor y profundidad, gracias a
las fuentes documentales utilizadas y a la debida crítica documen
t,µ, sea hist6rica o bien historiográfica.
Todo ello permite a los autores .efectuar una riquísima
expo
sid6n, donde la objetividad es una verdadera preocupaci6n y un
reto, y donde todo
texto y afirmaci6n tiene su funci6n específica
en el conjunto de la obra. Dicha objetividad no esta reñida con
el hecho de que, con ocasi6n de la radicalidad de los temas y
planteamientos
expuestOs por Capmany, nuestros autores, en cuan
to que hombres, presenten su interpretaci6n -subjetiva en cuanto
tal-o aportación extrahistórica. En varias ocasiones expresan
su juicio sobre · 1os hechos hist6ricos · críticamente expuestos y
,comprendidos, y en donde, además de nd· ocultar o distorsionar
dichos hechos,
se difetencia perfectamente los aspectos objetivos
de la investigaci6n y los subjetivos o intetpretativos de ciertos
momentos
expositivOs. Por otra parte, antes de efectuar una crí
tica, los áutores se han esforzado, sin duda alguna, por compren
der en profundidad a su personaje, cuya petsonalidad es suma
mefite compleja debido a su dedicaci6n investigadora, a su erudi
ci6n y · a su categoría de ,pensaddr político; cuya evoluci6n y
circunstancias le han hecho
-11demás-no poco enigmático.
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INFORMACION BlBLIOGRA.FICA
A medida que transcurre el libro se observa que una pregunta
es el hilo conductor del trabajo: ¿cómo se define el enigma de
Capmany?, ¿quién fue realmente
Capmany?
Antonio de Capmany vivió intensamente una época de desa
rrollo económico y despertar intelectual. Epoca también de con
traste establecido, en el pensamiento y espíritu de ciertas élites,
entre el ayer y las novedades españolas y europeas del momento
histórico, así como de estudio sobre las posibilidades del presen
te. En la
época de Capmany la sociedad española vivía en una
tranquila y secular
pOsesión de realidades, instituciones y valo
res, simultánea a todo tipo de novedades. El pasado no se cerraba
al futuro sino todo lo contrario, debido a la evolución natural de
las comunidades humanas. Entre dichas
nOvedades las había acor
des con el espíritu hispánico y Otras propuestas por ciertos mi
nistros y élites, denominadas «pensahtes», que todo lo ponían a
prueba y cribaban con la
crítica -<> hipercrítica-de su razón.
La Ilustración no
sólo fue teorética sino principalmente prác
tica, y sobre todo plural y diversa. Entre los dos polos
opuillff'9s
de la Ilustración se encuentran los tradicionales menos activos y
menos reformistas por un lado,
y los ruptúristas por otro. En
unas circunstancias tales las personas
más cultas y activas en la
sociedad comenzaban tímida o abiertamente a tomar concienció
de
la nueva etapa, y a optar y decidir, social, espiritual y políti
camente, por aquellas diferentes tendencias ~nservadora, re
formista, o bien innOvadora~ que paulatinamente vertebrarán
la sociedad y
la Monarquía.
Hubo una Ilustración de élites
-intelectuales de muy diver
sa categoría, desde el maestro de gramática de una escuela mu
nicipal hasta Jovellanos o Capmany, ministros, protectores y me
cenas,
clédgos y nobles, etc.-y otra más popular como lo eran,
por ejemplo, los cabildos municipales. En general las reformas
las ideaban y ponían en práctica los que sabían
y podían. Hubo
reformas de todo tipo, unas admitidas fácilmente por cualquier
persona,
y otras sólo por una parte de las . élites o bien por una
minoría social en relación con la generalidad· del pueblo, refor
mas que además contrariában el denominado espíritu nacional.
En las diferentes partes del estudio de Fernández de la Cigoña
y Estanislao Cantero se advierte ·que la eJ
lle~aba en su seno y reflejaba lo específico de una épo
ca que, en algunas de sus élites, se mostraba contradictoria. En
un primer momento, nuestro personaje fue el típico ilustrado in
novador que, como tal, tuvo sus preferencias por lo foráneo,
aunque· «sin el anticatolicismo militante· de los· fílásofos de allende
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INFORMACION BIBLIOGRAFICA
los Pirineos» .(pág. 80). Luego fue ferviente tradicionalista aun
que, ciertamente, mantuviese la defensa
.de los gremios durante
toda su vida.
Este cambio no fue accidental, pues «nadie se ha
impugnado tan fieramente a sí mismo» como Capmany (pág.
384 ).
Será ce! quien .ensalce ·al pueblo «ignorante» en cuanto que ello
le
inmunil!ó al contagi<;> de las ideas afrancesadas y así pudo opo
nerse con energía
y entereza ai. emperador, el ladrón de Monar
quías y de Europa. En estos momentos Capmany será un expo
nente del pensamiento tradicional y de
la revalorización de las
realidades presentes y seculares,
por ejemplo l9s gremios.
Sin embargo, Antonio de Capmany también
será un expositor
del liberalismo gaditano. Así, ya hombre
de edad avanzada, en
las Cortes de
Cádiz se mostrará como un liberal muy peculiar,
que
no satisfÍZj) ni a los tradicionalistas ni al sector liberal,. éste
bien ·coordinado y
otganizadd en torno a Argüelles, Toreno, Quin
'tana, etc. A pesar de todo, incluso en esta etapa liberal, Capmany
será· tradicionalista en ciertos asuntos temporales, y liberal en
materia de
soberanía naciQllill y de otras que de alguna manera
afectaban
a la .dimensión religiosa (libertad de imprenta, abolí,
ción
.del santo Oficio, etc.). Desde el estudio del pasado, y tam
bién en las Cortes de
Cádiz, el Capmany liberal aportó, paradó
jicamente,
la defensa de los gremios y de aquello que el centralismo
liorb6nico había
abcilii:lo en la Cataluña de .1714. También aportó
la·
explicación · de las bases -tradicionales-de la monarquía es
pañola. Según todo esto, ¿hay dos Capmany ,simultáneos en las
Cortes de
Cádiz? El conflicto de una época compleja, que arranca
de
.la segunda mitad del siglo llV!iI, queda .resumido en la forma
de
pensar, sentir y hacer aúpico, original, 'complejo y difícil de
encuadrar de nuestro Capmany.
La evolución o bien· la aparición de dichas facetas en Capma
ny se
efectuó en un breve. espacio de tiempo, entre la redacción
de, la Memoria o . l nforme. -que tanto influirá en el renovador
o ,tradicionalista Manifiesto de los., persas-, redactado en Sevilla
en 1809 y presentado a la Comisión de. Cortes de·la Junta Cen
tral, hasta 1812 en
que se reunieron las Cortes gaditanas. ¿Qué
ocurrió en este
breve espacio de tiempo? ¿Qué significado, íntimo
y personal, tu.vo la postura liberal de Capmany? Todó el libro de
Fernández
de· la Cigoña y' Estanislao Cantero es una gran sem
blanza del· personaje, una profunda exposición y comentario de
lás investigaciones y pensamiento de Capmany, y una constante
preparación' pata· el último .capítulo o. conclusión titulado: «El
enigma de Capmany» {págs, 397-421). ·
Una personalidad así bien merecía un estudio profundo y•ex·
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INFOR'MACION HlBLIOGRAFICA
tenso como el efectuado por nuestros autores. Sus desvelos in,
vestigadores, amantes de la verdad, tanto por. sí misma como por
lo que enseña -'-al estilo Capmany-, así como su dedicación,
merecen el agredecimiento de todos .los.historiadores y de los inte·
res ad
os por las realidades del ayer, proyectadas siempre y de forma
ineludible en el
futuro. Y ·cuando dichas realidades. son profundas;
y se muestran en momentos =de poso .histórico, crisis y encrucijada,
el investigador se convierte de alguna manera en el primer seriri.0
dor de la comunidad humana a la que pertenece. ·
Es en base al contenido humano y vital encarnado por Anto
nio de Capmany
cómo se pueden comprender científicamente tér
minos, sólo
aparentemente contradictorios, como tradición y pro•
greso, renovación .y tradición, tradicionalismo e ilustración, auto
ridad y libertad .... ,
o bien sinónimos
aparentes como revolución
y cambio, persona e individuo, sociedad y comunidad, poder .y
autoridad, progreso y revolución, tradición y absolutismo, etc.
Cada uno de estos términos adqúiere una diversidad de sentidos,
una pluralidad de
significados y matices, que debe ser clarificada
con la realidad histórica y no en base a categorías. filosóficas e
ideológicas construidas fuera
de la realidad. Para ell<:> no son su
ficientes las síntesis, sino que son necesarios los análisis detalla
dos, como d que presentamos.
En el estudio de Cantero. y Fernández de la Cigoña pueden
observarse varias ilustraciones,
.la existencia de una ilustración
tradicional, diversos reformismos,
la naturaleza reformista de la
tradición española,
una pluralidad de cambios, y tendencias, etc.,
de modo
que. ninguno de los citados términos se aplica de. una
manera unívoca.
Asimismo, la explicación de estos últimos exclu·
ye, como categoría «a priori», las interpretaciones terminológica&
efectuadas por la tendencia liberal, la identificación entre encielo,
pedista e ilustrado, ilustrado y liberal, reformista y liberal, liberal
y antiabsolutista y enemigo del despotismo ilustrado, libertad y
liberal, etc. Aunque
muchas veces sea difícil identificar e incluso
encuadrar a los ilustrados, políticos, y
niilitares de la época, sí es
posible hacerlo. Ellos tnismos lo hicieron aunque sus móviles in
ternos pudieron ser de índole muy diversa, Este libro es el inten
to de realizar justificadamente una mínima y abierta clasifica
ción sobre Capmany.
Aunque
se han efectuado grandes síntesis para estudiar la
Ilustración e ilustrados españoles
-síntesis que por necesidades
de método sacrifican lo
más vital y complejo de la realidad, lo
cual
es un hándicap para el debido conócimiento 'de esta etapa-,
pocas veces como en este libro se ha analizado tan pormenoriza•
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INFORMACION BIBLIOGRÁFICA
mismo personaje. Asimismo, pocas veces como en esta ocasión los
autores hau desarrollado tan detenidamente tanto el pensamiento
típicamente hispánico o tradicional expresado científicamente en
la crisis del siglo
XVIII, esto es, en momentos en que las modas
temáticas y de interpretación de ciertas élites iban
por otros de
rrotetos, como el funcion.....iento, los problemas, y las divetsas
tendencias manifestadas en las Cortes gaditanas.
Este libro
es casi tan polifacético como lo fue la obra de
Capmany, pues sólo quedan fueta de su estudio las «importantes
contribuciones en el campo de la litetatura y la filología» (pág.
7)
efectuadas por el biografiado. Se ha profundizado sobre el autor,
su obra y su época. Así, para enmarcar al protagonista se efectúan
varias interesantes digresiones. Tal
es la explicación sobre Olavi
de, lo que
se justifica porque «bajo su dirección colaboró Capma
ny
en el intento colonizador de Sietra Morena» (págs. 16 y sigs.);
la tendencia política y a veces la biografía de los difetentes dipu
tados tradicionales y liberales en las Cortes gaditanas (págs. 109-
114) ; la actuación en las Cortes del Obispo de Orense don Pedro
de Quevedo y Quintano (págs. 114-124, 192-195), etc.
La obra de Cantero y Fetnández de la Cigoña se divide en
tres grandes partes. La primera explica «El hombre y la historia»
en 8 capítulos (más de la mitad del libro), donde
se desarrolla la
vida
y petsonalidad del protagonista, su faceta histórica (renova
dora
y critica), sus explicaciones sobre la antigua Barcelona, su
investigación sobre los gremios catalanes, su actividad
patriota
antifrancesa, su prolija y detallada labor en las Cortes de Cádiz
(págs.
93 a 242), su agria polémica con el libetal Quintana, el
poeta, y su muette. La importancia otorgada al desarrollo de di
chas Cortes
es comprensible ya que Capmany fue «una de las
grándes figuras de las Cortes» gaditanas, en las que, a pesar de
las actuaciones en sentido tradicional,
nuestro biografiado se ma
nifestó principalmente liberal.
La etudición y abundancia de textos convierten el primer cen
tenar de páginas en un complejo peto obligado preámbulo a la
deliciosa y vibrante exposición sobre la labor de Capmany en las
Cortes gaditanas, plasmada en
41 sustanciosos epígrafes. En todos
ellos se incluyen íntegramente las largas declaraciones del tribuno
Capmany ante
la Cámara, que, según la Constitución de 1812,
eta
el titular esencial de fa soberanía. Así, a lo largo del centenar
y medio de páginas desfilan los diputados a Cortes, las diversas
tendencias políticas,
se escucha la cadencia de los discursos, se
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llVFORMACION BIBLIOGRAFICA
saborea la entereza del obispo de Orense ... y se patentiza la ra
dicalidad, las contradicciones, y las ideas liberales
-y también
tradicionales-del liberal y contradictorio Capmany.
La segunda
parte resulta necesaria para dibujar todos los per
files de la personalidad de Capmany.
En ella se desarrollan sus
ideas políticas, económicas y jurídicas
el). cuatro capítulos ( caps. IX
a XII, págs. 273-350), Id que completa el pensamiento tradicio
nal de Capmany expuesto anteriormente, en vivo contraste con
su final actuación liberal en las Cortes. También se exponen las
ideas políticas de Capmany, su influencia
en el Manifiesto de los
Persas, y sus ideas económiéas y jurídicas.
La tercera y última parte desarrolla las distintas interpreta
ciones sobre Capmany,
es decir, lo que la historiografía ha dicho
sobre
el biografiado. No se trata de una mera recopilación de
textos
de 58 escritores e historiadores de todas. las tendencias
sobre un personaje controvertido, sino que también incluye un
examen crítico de sus afirmaciones (págs.
357-396), níuchas veces
muy jugoso. La conclusión ( cap.
XIV) desarrolla con maestría
El enigma de
Capmany (págs. 397-421 ).
El libro termina con una relación de las 23 obras de Capma
ny, sin incluir sus intervenciones en las Cortes, seguida de 269
obras de
la historidgrafía, y un índice onomástico de 948 personas.
En suma, este libro es una important,¡, aportación historiográ
fica y documental a la historia de la Ilustración en España, de
obligada consulta
y agradable lectura. También adquiere .maestría
en
el planteamiento y desarrollo de ]o\; principales acontecimien
tos ocurridos en esa grave encrucijada que fue el cambio del
si
glo XVIII al XIX. Supone una profunda investigación sobre el pensa
miento, valores
y planteamientos de un hombre y de una época,
necesaria para comprender los diferentes acontecimientos político
jurídicos tanto de aquel momento como posteriores.
.·
No es de extrañar que esta obra haya sido gálardonada el
30 de' junio de 1992 con el Premio Elías de Teiada convocado
por
la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Nuestro
agradecimiento a los autores por sus desvelos investigadores, y
al esfuerzo editorial de la Fundación Franciscd Elías de Tejada y
Erasmo
Percopo por esta obra madura y definitiva sobre Antonio
de Capmany. De Capmany había mucho que decir, y
se ha dicho.
Josíi FERMÍN GARRALDk ARIZCUN.
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