Rafael Casas de la Vega: El terror: Madrid 1936. Investigación histórica y catálogo de víctimas identificadas

INFORMACION BIBLIOGRAFICA
Barreiro Zorrilla con estas palabras: «En esta concepción los de­
rechos esenciales de las personas no se ven como absolutos e
ilimitados, al modo del individualismo liberal. Ni el postulado de
la libertad ni el de la igualdad pueden reconocerse en todos los
casos como valores absolutos en el ordenamiento jurídico. Para
la
historiografía ideologizada esto merecía la tacha de absolutismo,
lo cual parece una paradoja; sin embargo
la escuela de los esco­
lásticos hispanos defendía la dimensión social de la persona y el
Bien común que incluye los derechos a sus bienes propios».
Espléndido también
el penúltimo capítulo De la efectividad de
las instituciones ¡uridicas y sociales hispanocindianas, que concluye
con unas significativas palabras del Pontífice felizmente reinante,
Juan Pabld
JI.
Ciertamente Barreiro Zorrillo merece lo que reivindica en su
epílogo para los habitantes de aquel inmenso e hispano Continen­
te: ser Españoles de América y Americanos de España.
Por su
magistral libro que estimo una aportación muy importante a
la
Historia del Derecho, a la Historia de América y a la Historia de
España.
FRANCISCO JOSÉ fERNÁNDEZ DE LA CIGOÑA.
Rafael Casas de la Vega: EL TERROR: MADRID 1936.
INVESTIGACION
IITSTORICA Y CATALOGO DE
VICTIMAS IDENTIFICADAS
(*)
Los estudios relativos a los acontecimientos desarrollados en
la retaguardia de la guerra civil española han sido indebidamente
relegados a un segundo plano por la historiografía. A su vez, ha
sufrido un tratamiento que no ha destacado por
_su precisión y
datos objetivos.
En realidad estos temas han quedado preteridos
y desdibujados por el propio conflicto bélico. En este sentido,
el
libro que presentamos ha puesto sin duda fin a estas considera­
ciones, pues desarrolla con todo deralle este interesante aspecto
al que los historiadores en general han prestado una escasa aten­
ción.
Nadie hasta ahora había hecho un estndio tan completo y
sistemático como éste en el tema que trata, inédito además por lo
que
se refiere al recuento de las víctimas civiles -pues el 44 %
son militares (pág. 241)-en ese gran drama que ahogó a la
(*) Madtid, Ed. Fénix, 1')94, 460 págs., 242 X 172 mm.
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ciudad de Madrid y sus alrededores. Un estudio tal. es fruto de
un largo y concienzudo trabajo de búsqueda y análisis de fuentes,
único hasta la fecha, comenzado por
el autor hace muchos años,
y que significa una adecuada respuesta a la desinformación que,
según el autor,
se viene padeciendo sobre este tema (pág. 148).
Ante los indocumentados sólo queda el recuento detallado y lo
más cuidadoso posible de los fallecidos (pág. 172). Y frente a
da­
tos no caben argumentos en un tema -sistemá_ticamente olvidado
e incluso tabú.
Entre otros méritos, esta investigación tiene el de la búsqueda
de la precisión y la exactitud, la consecución de datos objetivos,
el seguimiento detallado de miles de datos y circunstancias par­
ticulares
-complejas todas ellas~, así como el deseo de exahus­
tividad. Esta investigación
es de una estricta contabilidad, aunque
ésta quede superada
al explicar también las circunstancias con­
cretas del terror desarrollado en el Madrid de 1936.
En este sentido, la dedicación investigadora que supone este
trabajo
es ingente en cuanto búsqueda de un elevado número de
presos y otrás fuentes, examen v contraste de cada· una de· ellas,
identificación de personas «puestas un libertad»,
circunstancias,
«paseftos», fechas y lugares.
El autor reconoce que
su trabajo está incompleto, aunque
asegura
la suficiente sef!.uridad de sus datos. Lo primero resulta
comprensible debido a
la dificultad propia de una investigación
con dicho perfil.
Lo segundo se funda en la concreción estadística
y circunstancial de los-sacrificados. La investigación está sustan­
cialmente completa pero no cerrada, sino suieta a revisión.
C6mo
no podía ser menos después de una cuidada investigación, el
autor declara la involuntariedad de cualquier fallo o error (pág.
177), y en varias ocasiones solicita rectificaciones, precisiones, y
cualquier tipo de corrección (pág. 303).
Por mi parte reafirmo los
datos correspondientes a la familia
de don Alejandro Arizcun Moreno
~el padre y los cuatro hijos
(pág.
251)-: no se trata de un error múltiple sino la cruda rea­
lidad. En relación con dicho apellido, el magistrado don Manuel
Arizcun Moreno
(págs. 189 y 321) no debe confundirse con -sin
duda orr~ don Manuel Arizcun Moreno, comandante de Esta­
do Mayor
y presidente diocesano de la Acción Católica de Pam­
plona, hermano de dicho don Alejandro, asesinado en Santander
en noviembre de 1936.
Además de ésta, el autor señala a modo
de ejemplo
el sacrificio de otras tres familias.
Cronológicamente,,
el estudio abarca el año 1936, desde el
pronunciamiento militar y el consiguiente atmamentci de las Mi-
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/NFORMACION BIBLIDGRA.FICA-
licias Populares republicanas en Madrid, hasta el cuatro de· enero
de 1937. El escenario
es la ciudad de Madrid y sus cementerios
(Aravaca, Boadilla del Monte, Barajas, Paracuellos del Jarama,
Torrejón, Rivas Vaciamadrid), así como sus alrededores (Alcalá
de Henares, Aranjuez, Canillas, Canillejas, Carabanchel, Ciempo·
zuelos, Chamartín, Fuencarral, Getafe, Hortaleza, Pinto, pueblos
de la sierra del Guadarrama, y Usera ... ).
Debido a la importancia de este tema y al rigor de la inves·
tigación, y conforme también a la profunda humanidad en el tra­
tamiento del mismo, el autor se esfuerza en poner nombres y
apellidos a los fríos datos estadísticos (pág. 150), en concretar
el número y nombres más significativos de cada «saca», y en ex­
plicar las diferentes circunstancias y la propia identidad de los
muertos. El gran drama humano que ahogó Madrid lo
exigía.
Drama este que hasta hoy ha rasgado la conciencia popular.
Esta investigación demuestra la transformación
de la RepÚ·
blica en Revolución; aquélla vino a ser la ocasión de la gran
puesta
en escena de la Revolución marxista en España (pág. 171).
El autor considera también la matanza de presos en Madrid como
el nudo gordiano de la goerra de España (pág. 171).
Consta de
20 capítulos. Están precedidos de una nota edito·
ria!, un prólogo y un propósito con las prinicipales tesis de
la
investigación o letanías de una larga or<1ción. Todo el texto abarca
289 páginas.
Le sigue un índice onomástico, un apéndice y un
índice de abreviaturas. El fichero confeccionado por
el autor,
base del texto,
se materializa en dos largas relaciones alfabéticas
de los asesinados en Madrid
y su provincia; una con la fecha y
lugar de
la muerte (págs. 311-395), y otra con la profesión y di­
versas circunstancias de los muertos.
El texto examina los complejos sucesos desarrollados en Ma­
drid en el mes de julio ( «Madrid hacia el terror», «El pueblo
eh armas», y «Cuartel de la Montaña»); el surgimiento, natura­
leza, desarrollo y actividad de las «checas»; la legitimidad del go·
biemó revolucionario; ·cómo se planearon, organizaron y desarro­
llaron las matanzas masivas, y sus diversas fases
y modalidades;
el crimen institucionalizado; la identificación de los responsables
y de los agentes de las matanzas; la antítesis entre la actuación
de Santiago Carrillo (págs. 231-241
y 263-272) y Ia de Melchor
Rodríguez, anarquista éste que no era «_ni tonto, ni ladrón, ni
asesino» (pág. 267). En este último aspecto, este libro y el de
Carrillo miente de Ricardo De la Cierva se complementan. Tam­
bién se examina la áctuación institucional de la República, las
circunstancias de cada «saca», etc. Todo él es un intento de pe-
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JNFORMACION BIBLIOGRAFICA
netrar en las causas del « terror rojo» desarrollado en Madrid y
sus alrededores.
Formalmente esta
investigación es meticulosa y desdende al
detalle de aquellos casos que presenta. Sin duda no se ha querido
abrumar al lector con datos, sintetizados
én las dos importanti­
simas listas citadas ert insertas en dos largos apéndices. La con­
tabilidad de checas, presos y sacas es escrupulosa, y sus números
globales
se reflejao en cuatro gráficos estadísticos. La exposición
es clara y sencilla. El estilo es directo; y los párrafos, muy bre­
ves, individualizan cada dato y ayudan a una amena
y fluida
lectura.
El necesario distanciamiento del autor respecto a sus datos
objetivados no le impide involucrarse en el tema investigado. La
naturaleza del mismo, el tuteo con la muerte que sufre el lector
y cuánto más el investigador, la general desinformación vertida
sobre el tema de la investigación, y los rasgos autobiográficos de
ciertos párrafos del libro (págs. 283-284)
... , permiten al autor,
siempre previa concienzuda investigación, efectuar ciertos juicios
históricos (v.gr., pág. 256), expresados a veces de forma directa
y aun descarnada. Esto exige que
el estilo sea directo y la expre­
sión muy vivaz (vgr., págs. 250,
252) y no pocas veces lacónica:
¿«Limpiar la retaguardia» de monjas de 86
años? (pág. 271).
En este estudio, efectuado con el talante de un testimonio
notarial,
unas serán las víctimas inocentes, masacradas, ya cléri­
gos, ya
civiles) ya numerosos militares apresados; otros, los or­
ganizadores agresores, serán criminales de guerra sin juicio y sin
condena (págs. 233, 271); y otros, los ejecutores, unos golfos,
ladrones e
ig¡iorantes ---cqncluye el autor-. ¿Justicia?: pasiones
de
la peor calaña. Este libro, hecho con mucha ciencia y a con­
ciencia, sobre todo retrata los hechos pero también permite su­
frir con los que sufrieron. Lógicamente, desde el punto de vista
de la ciencia histórica lo más interesante sori. los hechos.
JOSÉ FERMÍN GARRALDA ARIZCUN.
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