Condición femenina y feminismo

ENTREVISTA:
CONDICION FEMENINA Y FEMINISMO
POR
HELENA COSTA DE FORMENT (*)
-Helena, ¿estás orgullosa .de ser mujer? ¿Qué es para ti ser
mujer?
-Creo que, gracias al magisterio de Juan Pablo II, todas las
mujeres somos más conscientes no sólo de la dignidad personal,
propia del ser humano, hombre y mujer, que es
el mayor bien
que poseen,
y en la que tanto ha insistido el Papa, sino también
en
el valor especial de la mujer. En la encíclica Mulieris dignita­
tem, por ejemplo, se dice que en la mujet es más patente lo que
es la persona y el amor de donación, que en el hombre; y que la
dignidad propia de la mujer está en el amor, en el que recibe y
en el que da.
-¿Estás orgullosa de ser madre? ¿Qué ea para ti la mater­
nidad?
-En este mismo documento, que considero el niás impor­
tante de la historia del feminismo, el Papa explica que, por
la pa­
ternidad en genetal, común
al hombre y a la mujer, el hombre .es
imagen de Dios. Añade que, sin embargo, gracias a la maternidad,
la mujer tiene una especial sensibilidad y capacidad para atend.er
a la persona
concreta, a sus necesidades, acogiéndola y cuidándo­
la. Esta particularidad de
la femenidad se da en toda mujer y en
todas las etapas de su vida, incluso cuando no son madres
fisica­
mente, porque expresan su maternidad de otro modo, pudiendo
dedicar su disponibilidad
al ser humano de una manera más amplia.
(*) Reproducimos con mucho gusto a continuación la entrevista realizada
por M.• Lourdes Redondo a nuestra amiga Helena. Costa de Forment, mu­
jer" de nuestro. colaborador el catedrátioo de Metafísica de la Universida.d Central de Barcelona, Eudaldo Forment, que ha · aparecido en la revista ma­
drileña de la Milicia de Santa María U4res, núm. 37 (1995), págs. 4-6
(N. de la R.).
Verbo, núm. 339-340 (1995), 1097-1102
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-¿Y ser esposa? ¿Te sientes en segundo lugar, «la mujer
de», la servidora de tu marido?
-Pienso que este problema no se lo plantea una esposa. El
matrimonio
es una unión fnrima total, corporal y espiritual, que
se manifiesta en la unión de corazones, o de alegrías y sufrimien­
tos, en los objetivos comunes, en
el amor común a los hijos, en
la mutua comprensión y en la renuncia a los reproches. En reali­
,dad, por esta identidad que se ha creado, ayudada por la gracia
Ambos
se pertenecen mutuamente. Están el uno en el otro. Se
conjuga el «nosotros». Igual que no decimos «mis» hijos, sino
.«nuestros» hijos, se habla de «nuestros» éxitos, «nuestras» penas,
"«nuestras»
alegrías ...
-¿Qué sientes cada día al realizar tus tareas de casa? ¿Qué
sienten tu marido y tus hijos al llegar y encontrarte en ella con
todo a punto?
-En mi trabajo de ama de casa, siento que cumplo mi vo­
cación, que sé que es muy importante, no por su complejidad y
sino sobre todo porque, como dice la Madre Teresa de Cakuta:
«Lo que cuenta no
es lo mucho que se haga, sino el amor que se
.ponga en lo que se hace».
En cuanto lo que sienten mi marido y mis tres hijos, franca­
mente no lo
sé. Supongo que lo valoran y agradecen. No obstan­
te, recuetdo lo que me
decía, mi madre, que murió cuando era yo
muy joven: que los hombres son distintos de la mujer y muchas
veces no expresan lo que sienten; peto
si se pone amor en el tra­
bajo del hogar, además de provocar
el amor de los tuyos, fruc­
tifica en la paz, la alegría,
y, en definitiva, en la felicidad del
hogar. Y o
soy muy «teresiana». Estudié en el colegio de la calle
Ganduxer de Barcelona, de la Compañía , de Santa Teresa de
Jesús, fundada por San Enrique de Ossó, y desde pequeña apren­
.df que son ciertas las palabras de Santa Tetesa: «Amor saca amor».
Quien ama
se hace amar.
-Según estadísticas realizadas en España en el · Año Inter­
nacional de la Familia, lo que más valoran los jóvenes españoles
c;s la familia. Y o, que doy clases a: ,adolescentes, he podído com­
probar que así es y lo , es, en gran parte, PQrque carecen de ella.
Con mucha, mucha frecuencia; se quejan de que no ven a sus pa­
dres porque ambos trabajan. Les falta, desde pequeñitos,
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ENTREVISTA
periencia de una madre que les dedique tiempo, que se ocupe
sólo de escucharles, contarles cuentos, jugar ... eso es fuente de
desequilibrios. Los niños no tienen la experiencia de set queridos,
set importantes, personas... ¿ Qué piensas de ésto?
-Me parece que estos datos, que desconocía, confirman que
el matrimonio y
la familia están arraigados en la naturaleza hu­
mana. Por lo mismo, he podido comprobar, que
la familia es un
lugar privilegiado para la educación integral de la persona y sobre
todd en el aruor. El Papa, en la estupenda Carta a las familias,
la define como una comunidad de amor. V erdaderaruente, en la
familia se dan todos los tipos de aruor: el aruor conyugal entre
los esposos, el aruor paterno, el materno, el filial, el fraternal, y
el de los miembros de
la familia, en sentido más extenso: abuelos,
tíos,
primos, etc. He podido comprobar en mis tres hijos, Jacinto,
Eudaldo y José María, de carácter
muy distinto, con gustos dis­
pares, que han escogido estudios diferentes, y sin embargo, coin­
ciden, en lo que han aprendido en la familia. Es como
si ello se
les quedara grabado y no pudiera ya borrarse. Seguro que muchas
personas están en el Cielo, porque su madre les enseñó a rezar
de pequeños; o, más concretaruente, a prometer que rezarían cada
día tres avemarías a
la Virgen, antes de acostarse.
-¿Qué piensas de las conclusiones de la Conferencia de Pekín
y de la postura de la Santa Sede?
-Que no se han alcanzado todos los logros que se esperaban.
En la
Carta del Papa a las muieres, con ocasión de esta IV Con­
ferencia Mundial sobre la mujer, expresaba el deseo de que se
profundizara en lo que es la mujer, teniendo presente no sólo a
las que a lo largo de
la historia han sido muy «importantes», o
que han tenido un gran relieve en
la coltura, en la política, en
la ciencia, en la misma Iglesia, sino también, y sobre todo, a las
«sencillas», a las que también prestan un servicio
.al hombre, en
la vida ordinaria, en lo cotidiano. Creo que aún queda mucho
por pensar sobre
la entrega de la mujer en la vida diaria.
En cuanto al Informe de la Santa Sede, ha sido la contribu­
ción
más importante, sobre todo en los temas de la igualdad, el
desarrollo, la violencia y
la paz. No ha sido igual que la de los
otros participantes, sino muy superior, porque
se ha dado desde
la misión específica de la Iglesia
de predicación del Evangelio a
todos
los hombres, según el expreso mandato divino.
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-¿Qué piensas. del femioismo? ¿Qué de .positivo y negativo
encuentras en tal movimiento? ¿En qué consiste para ti, Helena,
la liberación de la mujer?
-No conozco directamente el feminismo ni la llamada teolo0
gía feminista, pero creo que para descubrir la condición femenina
y el papel de la mujer en la sociedad, y hasta en la Iglesia, hay
que profundizar en la teología
mariana. Es algo de sentido co­
mún, porque la Virgen María es el modelo de la personalidad
femenina.
·
lJn gran amigo de mi marido, y también de toda la familia,
Fray Abelardo Lobato, O. P., filósofo y
teólogo de gran prestigio
internacional, profesor del
Angelicum. de Roma y Delegado de la
Santa . Sede al Consejo de Europa para los Derechos Humanos,
tuvo el detalle de felicitarme la Navidad y el Año
'Nuevo con lo
que llama «Diez Palabras», que me han sido de gran utilidad,
y que creo que orientan en
el camino del auténtico feminismo.
En realidad, son un Decálogo, en el que además del «sí»
se pre­
senta el «no» del feminismo, el que
no sirve para la promoción
de
la mujer. Como lo llevo, desde entonces, en mi billetero, y lo
he meditado mucho, no me resisto a leérselo, porque creo que
responden perfectamente a sus preguntas:
·
l ª Conforma tu vida con el designio de Dios (No te con­
formes con otros proyectos del hombre).
2ª Adquiere conciencia de ser suieto personal (No un ob­
jeto, instrumento, simple cosa).
3ª Vive tu condición femenina integral (No trates de ne­
garla, reducirla, imitar al varón).
4ª Presenta el amor y el rostro materno de Dios (No te
contentes con caricaturas).
5ª Ponte siempre de parte de la vida humana (No colabo­
res con la cultura de la muerte).
6ª Sé constructora de la paz en el mundo (No cooperes con
los violentos y agresivos).
7ª Cultiva la amistad con Cristo, el Amigo (No dejes en
olvido la relación con Dios).
8ª Acepta tu destino: Dios te ha confiado al hombre (No
lo dejes solo y abandonado).
9ª Fomenta creativamente la belleza en el mundo (No per­
mitas que se haga inhabitable).
10ª
Sigue con fidelidad las huellas de María (No imites la
conducta decadente de Eva).
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ENTREYISI' A
-¿Qué piensas de la reciente encíclica del Papa, Evangelium
vitae?
-Que era necesaria. En una civilización de muerte, el Papa
defiende a los más indefensos. Así, por ejemplo, responde
al lema
«no debe nacer ningún niño no deseado», con la verdad de que
no debe ser no deseado ningún ser humano; aunque
se encuentre
en una situación de debilidad o de
sufrimiento, siempre debe
ser amado.
-¿Qué opinas de las campañas de los últimos años sobre
educación
sexual?
-No las conozco todas, pero he podido ver que en la mayoría
de ellas
se banaliza la sexualidad, reduciéndola al placer egoísta.
En un mundo tan materialista y utilitarista, no se respeta el
mis­
terio de la sexualidad. Todos sabemos que no es algo puramente
biológico, sino que afecta a toda la persona humana. La mera
sexualidad
es un engaño. Como enseña la Iglesia, sólo es humana
cuando no esta separada del amor, la donación de toda la persona,
y no está cerrada a la bendición de Dios de la fecundidad.
-¿Qué te parece más importante y más urgente hoy para
educar a la mujer?
-Para que la mujer adquiera la plena madurez como mujer,
me parece que lo primero es que se acepte como es, como Dios
lo ha hecho. Después, para ser fiel a sí misma, vivir una vida
virtuosa. Leí en el número de
llares, de este año, dedicado al
P. Morales, que el Padre quería que sus hijas de la Cruzada de
Santa María, además de la virtud de la fortaleza vivieran princi­
palmente la sencillez. Creo que vale para todos, porque la humil­
dad es necesaria para amar.
-¿Qué de positivo puede sacarse de todo el maremagnum
de ideas de los últimos años sobre estos temas?
-El debate feminista, aunque muchas veces ha llevado a un
feminismo radical, que pretende «liberar» a la mujer de su
misma
naturaleza -refiriéndose a éste, dice mi matido que hay que
defender a la mujer del feminismo---,
ha sido también positivo,
porque ha servido para la adquisición de una mayor conciencia
del carácter complementario del hombre y la mujer en todos
los
ámbitos, que explica su igualdad y diferencia a la vez, y sobre
todo del gran valor de la maternidad, biológica
y espiritual.
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~.;Qué consejo das a las jóvenes que nos están leyendo? ,¡ Y
a loa jóvenes? ,¡Y a las madres? ,¡Y a loa padres?
-Más que dar un consejo, ya que sinceramente no me veo
capacitada para ello, sí que me gustaría comunicarles mi experien­
cia propia. Por una parte,
no dejarse llevar por las modas, lo que
piensa todo el mundo, los-medios de comunicación ... , sino con­
ducirse a si misma. Para ello es necesario formarse. La guía más
segura para la formaci6n propia
es el magisterio de Juan Pablo IL
El Papa comprende a la mujer. Por otra parte, tal como he apren­
dido de D. Francisco Canals, encomendarse especialmente a San
José, protector de
la mujer y de la familia.
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